Introducción
El análisis de la salud con perspectiva de género no es frecuente hoy en día en los estudios de Grado de Ciencias de la Salud.1,2 Esto conlleva una serie de riesgos y peligros que se ponen de manifiesto en la asistencia sanitaria a las mujeres. Se cometen sesgos en esta materia de modo constante y estos son difícilmente detectables si no se está sensibilizado con la perspectiva feminista.3 Las mujeres, de acuerdo con Sara Velasco, tienen patologías específicas, a las que hay que darles respuestas específicas.4 Dada la morbilidad diferencial de las mujeres, el sistema sanitario ha optado por crear programas específicos de salud en la mujer, basados en aspectos reproductivos, pero dejando al margen el resto de actividades asistenciales, a pesar de conocerse que en muchos casos la sintomatología y el curso de las enfermedades, así como de las necesidades a las que se deben dar respuesta son diferentes a las de los hombres. La equidad en la asistencia sanitaria a las mujeres se lograría con medidas políticas, sociales y sanitarias, para lo cual es necesario que la academia justifique la adopción de dichas medidas a través de la investigación.5,6
Determinar la producción científica e investigadora en género dentro del marco de las Ciencias de la Salud es un asunto relevante que muestra la escasez de material científico y técnico dentro de este campo y por tanto su repercusión en la perpetuación de sesgos en la atención sanitaria de las mujeres.7,8
Las investigaciones más frecuentes consisten en revisiones de la literatura científica, a partir de bases de datos bibliométricas. Una simple búsqueda en la Web of Science permite realizar una revisión exhaustiva con facilidad. Pero, existe un producto de la investigación en género que no es habitualmente tenido en cuenta. Éste son las tesis doctorales.9
El objetivo de este estudio es el análisis de las tesis doctorales españolas en Ciencias de la Salud sobre género defendidas en España desde 1976 hasta 2022, de acuerdo a criterios de revisión y evaluación.
Método
En esta investigación el indicador de productividad se logra por medio de la cuantificación de tesis recuperadas en TESEO o Fichero central de tesis doctorales de España (https://www.educacion.gob.es/teseo/irGestionarConsulta.do), teniendo en cuenta: la Universidad en la que se defiende la tesis doctoral, la rama de conocimiento al que pertenece el programa de doctorado o el alumnado que lo cursa, la temática de la tesis doctoral, si se trata de doctorado o doctorada, directora o director y la producción científica de la persona que dirige la tesis. La búsqueda también se realiza con un criterio conceptual como es el código UNESCO [320100] - CIENCIAS CLÍNICAS (https://www.um.es/documents/1235915/3330673/codigosUNESCO-ciencia-tecnologia.pdf/85d6ff59-e7bf-46a1-9619-fc33859e87c3). Para completar la búsqueda por criterios conceptuales, se incorpora el término “género” tanto en título como en resumen, a modo de búsqueda simultánea avanzada, ya que dentro del tesauro de TESEO no existe un código asignado a la palabra género ni otro afín.
Se consiguieron 57 tesis doctorales, de las que se seleccionaron 17 de ellas, ya que el resto hacían referencia al género de microorganismos sobre los que se investigaba y no al género humano. Posteriormente se descarta una de ellas por no conseguir el acceso a la misma al tratarse de una tesis muy antigua, siendo finalmente 16 a las que se puede acceder en su totalidad. Todas las tesis fueron analizadas por consenso de dos expertos que, de acuerdo al contenido del título y del resumen, fueron aceptadas o rechazadas para esta investigación. Cada experto realizó su valoración individualmente para posteriormente resolver por pares las discrepancias hasta conseguir el acuerdo.
Los indicadores de productividad son: Universidad en la que se defiende la tesis doctoral, rama del conocimiento, temática de la tesis, si se trata de doctorado o doctorada y directora o director, productividad científica del director o directora. La producción científica de un director o una directora se analiza en base al índice h de autor, que se localiza en la plataforma digital Scopus (https://www.scopus.com/freelookup/form/author.uri?zone=TopNavBar&origin=NO ORIGIN DEFINED) por medio de una búsqueda por nombre y apellidos de las personas que dirigen las tesis.
El tamaño final de la muestra es de 16 tesis doctorales que tienen relación con Ciencias Clínicas y que incorporan la palabra género en su título o resumen. Solo en algunos casos se incluye la tesis a la que no se tuvo acceso.
El análisis estadístico se ha llevado a cabo por descriptivos numéricos (frecuencias, porcentajes) y gráficos (diagrama de barras, mapas y de serie temporal). Se ha creado una serie temporal anual desde 1997 hasta 2020, debido a que fuera de este rango no existieron tesis doctorales sobre esta materia. En dicha serie si se incluyen las 17 tesis referentes al género que se encontraron, ya que se reconoce que la que no pudo ser consultada en su totalidad también es producción científica de la materia de estudio. También se ha generado un patrón predictivo de producción científica en forma de tesis doctoral para los próximos 24 años en España de acuerdo con un modelo Holt-Winters. El programa empleado fue Excel 365®.
Resultados
Seguidamente se ofrecen los patrones relacionados con los indicadores mencionados en la metodología y que han sido analizados en las 16 o 17 tesis recuperadas, dependiendo de cada caso en particular.
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Producción científica por Universidades. Las tesis defendidas corresponden a un total de once Universidades. Los valores según frecuencias de tesis defendidas pueden observarse en la Figura 1. Destaca que el rango de defensa de tesis en estas Universidades oscila de uno a tres, siendo la Universidad Complutense de Madrid la que cuenta con mayor número de tesis defendidas. Esta Universidad tiene un instituto de investigaciones feministas (INSTIFEM, (https://www.ucm.es/investigacionesfeministas/) que desarrolla un programa de Doctorado en materia de género multidisciplinario.

Figura 1. Relación de universidades españolas productoras de tesis doctorales en ciencias sanitarias con perspectiva de género.
Si se tiene en cuenta la producción científica por comunidades autónomas, cabe destacar que seis de las tesis se han defendido en la Comunidad de Madrid, concretamente en las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Madrid y de Alcalá. No es sorprendente que sea la capital del país el lugar en el que más tesis se defienden, ya que cuenta con más Universidades que otras comunidades españolas. Es llamativo en cambio que en las Islas Baleares se defiende una tesis relacionada con el género. Esta última Universidad cuenta con un volumen reducido de alumnado y a pesar de ello aporta una tesis, mientras que otras comunidades como pueda ser Castilla y León, con Universidades centenarias, no cuentan tesis defendidas sobre género en materia sanitaria.
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Producción científica por rama del conocimiento. El hecho de que los estudios de género sean en muchos casos parte de un programa multidisciplinar de doctorado, hace que se asocien a una Facultad o un Departamento que puede no tener mucha relación con la temática de la tesis, por lo que este análisis no sería fiable.
Las ciencias clínicas que están especificadas en los códigos UNESCO como [320100] engloban un amplio abanico de ramas sanitarias, que muestran más bien las especialidades médicas, pero no así los grados sanitarios que generan las profesiones sanitarias recogidas en la Ley de ordenación de las profesiones sanitarias 44/2003, de 21 de noviembre, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).10 En ella se establece que las profesiones sanitarias tituladas por las Universidades en España son: Medicina, Farmacia, Odontología, Veterinaria, Enfermería, Fisioterapia, Terapia ocupacional, Podología, Óptica y optometría, Logopedia y Nutrición humana y dietética, así como las especialidades en ciencias de la salud que se deriven de ellas, que se regulan en el título II de la ley. En este estudio se encuentra que solo se defienden tesis asociadas a Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Matrona (especialidad de Enfermería). La mayor parte de las tesis (75%) se corresponden con la rama médica.
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3. Temática de la tesis. Los estudios de género son amplios y multidisciplinares como ya se ha mencionado. Determinar sobre qué aspectos concretos se está estudiando en las Universidades españolas en materia de género, permite conocer las inquietudes de los investigadores y sus líneas de investigación (Tabla 1). Como era de esperar, la violencia de género es la temática más estudiada. Por otro lado, la sexualidad masculina es la menos estudiada en estas tesis y cuando se estudia se hace en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres.
Tabla 1. Relación de las temáticas de las tesis doctorales sobre género.
Temática de la tesis doctoral n (%) Violencia de género 4 (25) Patología física 3 (18,75) Investigación de género y desigualdad en salud 3 (18,75) Tabaco 2 (12,5) Mujeres inmigrantes 2 (12,5) Historia de mujeres 1 (6,25) Sexualidad masculina 1 (6,25) -
Sexo del doctorando o doctoranda y directora o director de tesis. Medir la producción científica en base al género de quien realiza la tesis sería deseable, pero en la base de datos consultada solo podemos saber el sexo biológico asociado a un nombre masculino o femenino, por lo que es ese el criterio que se ha seguido. Las mujeres que han defendido su tesis en relación al género en ciencias sanitarias son 14, es decir el 87,5%, frente a 2 hombres o el 12,5%.
En el caso de la dirección de tesis y teniendo en cuenta que una misma tesis puede ser tutorizada y dirigida por más de una persona que investiga, se obtiene un total de 25 directoras y directores, de las que 11 (44%) son mujeres y 14 (56%) son hombres.
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Producción científica en materia de género del director o directora de la tesis. Existen muchas formas de análisis de la producción científica de una persona que realiza investigación. Una de ellas es por medio del Índice h de la base de datos Scopus. Otra forma puede ser determinando el número de tesis que cada persona ha dirigido, pero ese criterio no es habitualmente empleado, mientras que el uso del índice h está ampliamente extendido.
La base de datos Scopus contiene referencias y citas de la editorial Elsevier (https://www.elsevier.com/es-es), que es la editorial en la que más se publican estudios de ciencias sanitarias. Además, es reconocida por contener investigaciones de alta calidad científica.
El índice h es una métrica de impacto de un autor. Se trata de un sistema creado por Jorge Hirsch en 2005 para medir la calidad profesional de científicos en base a la cantidad de citas que reciben sus artículos.11 Dicho índice se obtiene ordenando los artículos científicos de mayor a menor número de citas recibidas, siendo el índice h el número en el que coinciden el número de orden y de citas de un artículo. Este índice en las personas que dirigen las tesis sanitarias sobre género oscila entre 1 y 76, que es un rango muy amplio. La media está en 17,32, que es un valor alto para una investigadora (Figura 2). Con el fin de guardar la confidencialidad de las directoras y los directores de tesis, se les asigna un número aleatorio de cara a la representación gráfica de este análisis.
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Temporalidad de las tesis y predicción de producciones futuras. La fecha de publicación de las tesis doctorales se obtiene en TESEO del campo “Curso académico”. El gráfico (Figura 3) indica una enorme discontinuidad en la productividad, siendo destacable el periodo de 1976 hasta 2005 en el que no se defiende ninguna tesis de esta temática en España.

Figura 3. Patrón gráfico anual de la producción de tesis doctorales en materia sanitaria clínica sobre género desde 1976 hasta 2020.
Parece que el patrón encontrado no es de crecimiento acelerado sino discontinuo, con 17 tesis en 23 años. Se calcula el modelo Holt-Winters para predecir la producción científica en esta materia en los próximos 24 años mediante el programa Excel 365®, incluyendo un valor ʠ de 0,3 y β de 0,3.12 El modelo presenta estacionalidad en cuanto a la producción de las tesis, siendo esta cercana a una tesis al año como puede observarse en la Figura 4.
Discusión
Este estudio se presenta necesario ya que no existe ningún código en TESEO que permita encontrar directamente tesis doctorales basadas en género y con él se pone de manifiesto esta necesidad. Teniendo en cuenta que en los últimos años el activismo feminista ha aumentado notablemente a nivel mundial y en España,13-15 la ausencia de tesis relacionadas con el género puede deberse o bien a que dicho fervor no se ha traducido en un avance simultáneo en la academia o a que TESEO no clasifica las tesis de género en materia sanitaria de forma que su búsqueda sea más intuitiva.
El número de tesis en un periodo tan largo como son 23 años es bastante limitado. Cualquier otra temática en materia de salud obtendría cifras más altas durante el mismo periodo de tiempo. Ese es el caso por ejemplo del subcódigo 3201.01 Oncología Clínica, que tiene 2385 registros en TESEO o del 3201.05 Psicología Clínica que cuenta con 1405. Estos dos códigos están incluidos en la categoría de Ciencias Clínicas. Quizás el género no sea tan atrayente para las Universidades como puedan serlo otros aspectos, pero se necesitan otros estudios que lo verifiquen.
Las Universidades que fomentan la creación de espacios de igualdad tanto en el aspecto relacional como en el docente, no cuentan con un número de tesis doctorales representativo en materia de género y salud.15 Sin lugar a dudas, las que cuentan con un programa específico de doctorado en género y además en ellas se estudia alguna ciencia sanitaria, son las que mayores posibilidades tienen de contar con tesis defendidas sobre género. Sirva como ejemplo el caso de la Universidad Complutense de Madrid, que cuenta con dos másteres relacionados con aspectos de género (https://www.ucm.es/ masterestudiosdegenero/plan-de-estudios-1), varios grados en ciencias de la salud (https://www.ucm.es/csstucm//facultades-de-ciencias-de-la-salud) y un programa de doctorado transversal en género. Es en esta Universidad donde más tesis sanitarias referentes al género se han defendido (https://www.ucm.es/doctorado/doctoradogenero). También los institutos de género o las cátedras de género dentro de la propia Universidad pueden hacer que se fomente la realización de tesis en esta materia.16,17 Las Universidades con todas estas características suelen estar ubicadas en ciudades grandes donde la demanda por parte del alumnado es mayor, de modo que no sorprende que Madrid esté a la cabeza. Es cierto que no solo los recursos disponibles son importantes, sino que también la propia estructura social y el imaginario simbólico de la población en una región geográfica influyen. En aquellas comunidades autónomas donde el gobierno es más proclive a tendencias progresistas, es más probable que se lleven a cabo la defensa de tesis relacionadas con el género, como ocurrió en Zaragoza durante un mandato de estas características.18
Que la gran mayoría de tesis defendidas sean de Medicina no es por casualidad. La hegemonía del grado de Medicina sobre el resto de grados en Ciencias de la salud no es nueva.19 Desde muy antiguo la figura del médico varón al que se le debía respeto con independencia de cual fuera su conducta, ha generado un empoderamiento de la profesión y un aura de superioridad basado en ocasiones en ventajas en el ámbito de la investigación, que es financiada en muchos casos por laboratorios farmacéuticos como contraprestación a la prescripción farmacológica.20,21 Enfermeras, fisioterapeutas y matronas no han accedido a las ayudas prestadas a los médicos y, además, las posibilidades de éxito en concursos de financiación de proyectos de investigación es menor en estas profesiones que en el caso de Medicina.22 La Enfermería realiza con más frecuencia estudios cualitativos que cuantitativos, ya que busca resolver o dar una respuesta a las necesidades humanas más allá de los datos aislados, entendiendo la dinámica de la vivencia que tienen las personas. En general, los rankings de evidencia científica o bien olvidan incluir los estudios cualitativos o les colocan al final junto a la menor evidencia demostrada y por tanto menor recomendación de sus resultados.23 La Enfermería es una ciencia feminizada y eso tampoco ayuda al prestigio de la profesión.24 Su especialidad más antigua, matrona, no se escapa tampoco de sesgos de género, además de ser una profesión feminizada, el objeto de estudio suelen ser exclusivamente las mujeres, lo que supone cierto descrédito a la profesión.25 Por otro lado, es muy llamativo que se muestre interés por la investigación con perspectiva de género, lo que indica un avance en cuanto a la manera de eliminar desigualdades en la investigación con hombres y mujeres. Más relevante es aún que se clasifique como tesis de género una de ellas relativa a hombres que mantienen relaciones con otros hombres, ya que habitualmente los estudios de género se suelen centrar en el colectivo femenino, pero cada vez con más frecuencia las Universidades abordan la salud en los grupos LGTBI+ (Lesbianas, gays, trans, bisexuales, intergénero y más). El debate feminista en este caso está en si esos colectivos deben o no formar parte de los estudios de género.26
El hecho de que un 87,5% del alumnado de estudios de doctorado sean doctorandas no se traduce en cifras similares cuando analizamos las directoras de tesis que son un 44%. Estas cifras llevan a pensar que, aunque las mujeres en España alcanzan con mayor frecuencia que los hombres estudios de doctorado, el éxito académico en ellas no se traduce en interés por la docencia y la investigación en las ramas sanitarias. De no ser así, es posible que se encuentran con trabas relacionadas con sesgos de género que las haga más difícil el acceso a la dirección de tesis que a los hombres.27 Se requieren más estudios que evidencien estas afirmaciones.
La temática más frecuente en las tesis analizadas es la violencia de género. La sensibilidad de la población en general sobre este aspecto ha aumentado notablemente.28 A pesar de ello, las cifras de asesinatos a mujeres están lejos de descender o desaparecer en España (https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/victimasMortales/fichaMujeres/home.htm). La inquietud de la población se traslada al ámbito académico para intentar dar una respuesta a lo que ocurre fuera de la academia. Que las diferencias en aspectos físicos de una enfermedad concreta sea otro tema bastante estudiado es lógico, ya que el modelo biomédico clásico solo tiene en cuenta a las mujeres como excepciones a la salud y la enfermedad de los hombres.28 Es en ellos en los que se investigan los niveles adecuados de fármacos o en los que se describen como son los síntomas de una enfermedad.29
Aun sabiendo que el índice h puede no es la mejor de las formas de determinar la producción científica de una persona que investiga, es cierto que en ciencias sanitarias es el índice más empleado y en concreto el que hace referencia a la base de datos Scopus. El valor en el círculo científico de un investigador o una investigadora depende del índice h que tenga.41 Vemos que dirigir una tesis no depende exclusivamente de este factor, ya que hay autores con un índice h muy bajo como puede ser 1, que dirigen tesis. Se plantea el debate sobre si el índice h es realmente tan relevante o no, ya que parece que no influye tanto en la tutorización de tesis doctorales. No se obtienen respuestas a este respecto con este estudio, pero se abre una línea de investigación.
La temporización de las tesis en un periodo de 23 años muestra una clara disfuncionalidad en cuanto a homogeneidad de la producción anual, ya que algunos años no se defiende ninguna tesis, pero por ejemplo en 2017 se defendieron tres. El modelo de Holt-Winters indica una predicción para los próximos 24 años de alrededor de una defensa de tesis sanitaria anual con relación al género en España, lo cual muestra una producción escasa si se compara con otras materias sanitarias como ya se ha indicado.
Como todo estudio de investigación, éste cuenta con una serie de limitaciones. La primera de ellas es la ausencia de fiabilidad absoluta en que las tesis recuperadas sean las únicas defendidas en España sobre el objeto de estudio, ya que no existe un código UNESCO para los estudios de género. También la imposibilidad de hacer afirmaciones concluyentes descontextualizadas del momento y el contexto social, simplemente a través de datos obtenidos de un archivo.
De todos modos, se cuenta con aspectos positivos en la investigación, ya que permite determinar la existencia de personas que pueden actuar como un lobby en tesis, que suelen estar en la dirección de tesis, formando parte de tribunales de tesis y publicando con mucha frecuencia sobre el género y la salud. Conocer este fenómeno ayuda a desmitificar los estudios de salud con perspectiva de género y puede animar a investigadoras noveles a realizar sus tesis en esta materia, ya que a excepción de las personas lobby, el resto son profesionales sanitarios como ellas.
Se deja abierta la puerta a futuras líneas de investigación que tengan el interés de encontrar hallazgos con la metodología de este estudio en otros países. Además, se podría intentar dar respuesta a cuestiones que con este estudio no se pueden realizar. Por ejemplo, identificar si los criterios que se siguen en la Universidades españolas para dirigir y tutorizar tesis doctorales son adecuados y si existen esos lobbies como se intuye.
Conclusiones
La investigación española en tesis doctorales clínicas de género es bastante reducida en comparación con otras materias de las ciencias clínicas. Este hecho genera que no se estudien las diferencias y desigualdades en la atención sanitaria que existen entre hombre y mujeres, extendiendo a lo académico este problema de desigualdad de la práctica clínica.
La potenciación de programas de doctorando que abarquen las desigualdades de género en salud se muestra necesario en el ámbito español, ya que los datos indican una realidad, que no es otra que la escasez de tesis doctorales en género y salud. Quizás el impulso deba venir dado desde los estudios de Grado en el ámbito sanitario y fomentarlo especialmente en las categorías que menos estudian el género, de cara a sus futuros estudios de Doctorado. Del mismo modo, es necesaria una mayor sensibilidad en las Universidades españolas para la generación de programas de doctorado afines a la salud y el género, así como líneas de investigación en este sentido entre los grupos de investigación reconocidos.















