Este año, el editorial en el que los directores de Nutrición Hospitalaria (NH) damos cuenta de los resultados de la revista es un poco diferente. Revisaremos brevemente algunos hitos de la revista en el año que termina, pero también miraremos hacia el futuro. ¿Qué revista queremos para dentro de 5 o de 10 años? Los directores queremos compartir con vosotros algunas de nuestras propuestas, pero también esperamos vuestra colaboración. La de los editores adjuntos, la de los autores, la de los lectores y la de la propia SENPE (Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo). Escribir la carta a los Reyes Magos es bonito, ilusionante. Si es razonable, incluso alcanzable. Pero lo que vale la pena se ha de conseguir con esfuerzo. Ilusión y ganas no nos faltan. Pero, honradamente, no podremos conseguirlo si no nos echáis una mano.
Un año más los indicadores bibliométricos han mejorado. El Factor de Impacto en 2022 subió hasta 1,169, en la línea de mejora de los últimos cinco años. Esta mejora ha traído consigo que recibamos más originales de otros países cuya lengua materna no es el español, al tiempo que seguimos recibiendo un buen número de manuscritos de los países de América Latina. Sin embargo, nuestra asignatura pendiente sigue siendo Europa. Solo de nuestros vecinos de Portugal, de Turquía y de Macedonia recibimos contribuciones. Es cierto que en los últimos años vemos cada vez con mayor frecuencia cómo nuestros profesionales ocupan cargos de responsabilidad dentro de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN), son ponentes o coordinadores de Grupos de Trabajo, participan en estudios multicéntricos, pero falta el paso de que nos ayudéis a recibir colaboraciones de los países de la vieja Europa. Nutrición Hospitalaria ocupa el puesto n.º 81 de las 719 revistas españolas que están el Journal Science Citation Index Expanded (JCI), y el 89/109 en JCI en el campo de la Nutrición y la Dietética. Solo 3 revistas en español aparecen en esta categoría (Tabla I).
A pesar de ello, la revista no ha mejorado el cuartil (seguimos en el Q4), e incluso baja algún puesto dentro del percentil asignado. Por otro lado, fruto de la crisis económica, agravada en el último año, recibimos con cierta frecuencia solicitudes de autores de países emergentes en el sentido de no poder asumir los costes de edición. Hay que decir en honor de la SENPE, que estas tarifas llevan congeladas más de 10 años, que son mucho más bajas que otras revistas que publican en abierto y que benefician de una forma muy clara a los autores que son miembros de la Sociedad. En este año se establecerá qué política debe seguir la revista para responder a esta demanda de nuestros colegas de países menos favorecidos que el nuestro.
Es también un dato positivo la persistencia de las citaciones de artículos con una antigüedad superior a 2 años. La vida media de los artículos citados en 2021 fue de 6,8 años, lo que habla de la robustez de los artículos publicados. Sin embargo, el índice de inmediatez es bajo, posiblemente señal de una investigación consolidada pero menos innovadora. España continúa siendo el país del que proceden el mayor número de manuscritos, seguido de Méjico, Brasil y Chile. Sigue siendo para nosotros un motivo de orgullo cuando tenemos ocasión de asistir a los Congresos Nacionales de los distintos países de Centro y Sudamérica o de la propia FELANPE (Federación Latino Americana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo) ver referenciadas en las presentaciones muchos trabajos publicados en NH. La evolución en los otros indicadores bibliométricos (Scopus, Google Scholar) sigue la misma tendencia de lenta mejoría, con el añadido de ser la única de las tres publicaciones en español que publica “open access”.
Pero lo que consideramos un verdadero avance y, al mismo tiempo un reto, es en la visibilidad de la revista. Durante el año 2022, hasta el 7 de noviembre, 160.040 usuarios habían visitado la revista, con un total de 230.915 sesiones y una media de 2,22 páginas visitadas por sesión. México con 30.367 visitas, España (29.665) y EE. UU. (11.753) fueron los principales lugares de procedencia de los visitantes. La ruta principal de acceso fue a través de enlaces existentes en otras webs distintas de la de NH (64.488, fundamentalmente PubMed) o directamente en la página de la revista (58.179), y solo 8.070 a través de las redes sociales.
Junto con algunas otras mejoras este es el punto en que queremos hacer hincapié. Las redes sociales forman parte ya del día a día de muchos científicos que las usan junto a los canales tradicionales de comunicación científica. Es cierto que las redes sociales tienen un papel relevante en relación con la salud y la prevención de la enfermedad. La pandemia COVID-19 no ha hecho sino acelerar lo que ya se veía como una posibilidad (1). Su relevancia en la diseminación del conocimiento científico ha sido más lenta. En los últimos años se han diseñado herramientas encaminadas a valorar ese impacto de las redes sociales (p. ej. Altmetrics). Los escasos estudios que valoran la eficacia de estas estrategias muestran una correlación buena entre los marcadores bibliométricos tradicionales y los indicadores elaborados a partir de redes sociales (2), probablemente reflejando más el interés que la buena investigación despierta en los usuarios de redes que el efecto divulgador per se de las mismas (3).
Participar en redes sociales ofrece grandes beneficios para una revista científica, desde la autopromoción y la mejora de sus indicadores bibliométricos hasta ser un vehículo de transmisión de conocimiento que, en última instancia, es el fin de una revista científica (4). Está por definir cuál es la mejor estrategia de difusión en las redes: desde las revistas que tienen un editor dedicado exclusivamente a esta tarea, o la difusión generada por los propios autores o por un equipo de comunicación profesional. Probablemente cada revista ha de buscar el medio que le sea más útil y más rentable. NH tiene el reto de estar presente en las redes. La colaboración con la persona encargada de las redes en SENPE junto a la propuesta de elaboración de infografías de algunos de los artículos más relevantes o incluso un breve podcast de los mismos pueden ser pasos de indudable interés. Pero sobre todo necesitamos que seáis vosotros, toda la comunidad científica en el entorno de la revista, quienes nos ayudéis a alcanzar este importante reto.
Aprovechamos, como siempre, esta editorial para dar las gracias a todos los que hacen posible este proyecto y que nos permiten seguir soñando. En primer lugar, a los miembros del Consejo Editorial y al buen numero de fieles y comprometidos revisores, así como a las secretarias de redacción y a la editorial Arán, que edita la revista. Con nuestros mejores deseos para el año que acaba de comenzar.