INTRODUCCIÓN
La cineantropometría es la ciencia actual que estudia los parámetros corporales en relación con su funcionamiento, entre ellos, composición corporal, proporcionalidad, somatotipo, etc., con normas, técnicas y criterios bien establecidos y estandarizados por la Sociedad Internacional para el Avance de la Cineantropometría (International Society for the Advancement of Kinanthropometry [ISAK]) (1). Dentro de esta disciplina, se entiende el perfil antropométrico como la técnica de medición de estructuras anatómicas del cuerpo (perímetros, diámetros, pliegues, alturas, longitudes), con las cuales se determinan los parámetros antropométricos (composición corporal, somatotipo, etc.). Conocer el perfil antropométrico es de suma importancia porque ofrece información importante acerca del desarrollo biológico de los deportistas y, de esta forma, se pueden tomar decisiones por parte del cuerpo técnico (2). Existen dos perfiles antropométricos: el restringido, con 21 medidas, y el completo, con 43 medidas (3).
Muchos estudios relacionan el perfil antropométrico con el rendimiento deportivo, ya que con los resultados obtenidos se pueden hacer ajustes de las planificaciones deportivas, como método de chequear variables que influyen en el rendimiento (4-7), pero también el conocimiento de los perfiles antropométricos sirve en el ámbito de la salud para determinar estados nutricionales, variables influyentes en patologías metabólicas, etc. (8).
Dentro de las variables estudiadas en esta línea, se encuentran las funciones cognitivas. Una de ellas es la atención, que corresponde a la focalización selectiva de las percepciones seleccionando estímulos particulares y eliminando el resto (9). Es por ello que el cerebro opta por un elemento para dirigir la conducta en ese momento (10). La capacidad de atención va mejorando a través de los años. Cuando uno es niño, es capaz de fijar la atención por acotados periodos y, a medida que el cerebro va madurando, se puede obtener mayor control, mejorando la capacidad de fijar y mantener la atención hacia un estímulo determinado (11).
Otra variable relevante para la presente investigación es la inteligencia, que corresponde a una capacidad biológica que permite a un organismo adaptarse a un entorno determinado (12). Una persona nace con potencialidades intelectuales y debe tener un ambiente adecuado para mejorar su capacidad (13). Así, también, la inteligencia se puede definir como la capacidad de crear nueva información a partir de lo que ya se conoce. Se identifican dos tipos de factores: el general (factor G) y los específicos (factores S) (14). El primero corresponde a la cualidad innata constante en el tiempo, pero diferente entre los individuos. El segundo se refiere a elementos específicos de los test cognitivos y es la responsable de las pequeñas diferencias en el rendimiento en las diferentes pruebas (15).
En este contexto, existen estudios donde se han investigado las variables ya mencionadas. En uno de ellos se evaluó a 122 estudiantes varones universitarios colombianos (17 a 31 años) de la carrera de Cultura Física y de otras carreras, relacionando composición corporal (CC), índice de masa corporal (IMC), circunferencia de cintura, porcentaje grasa corporal (GC), masa grasa (MG) kg, masa libre de grasa (MLG) kg y % masa magra (MM), con pruebas de velocidad de procesamientos cognitivos (VPC) (pruebas neuropsicológica PASAT, que mide atención mantenida, atención dividida, inhibición de respuesta y velocidad de procesamiento). Los resultados mostraron en la VPC que la mayoría se encuentra en un valor esperado, pero los varones de la carrera de Cultura Física tenían un porcentaje mayor con respecto a los de otras carreras, ya que poseen mayor porcentaje de masa muscular y menor de masa grasa. El análisis general revela que no existe relación entre composición corporal y VPC, pero considerando solo al grupo de carrera de Cultura Física, se encontró relación entre VPC e IMC, %GC, cintura e inversamente proporcional al % MM (16).
En la Universidad Nacional Autónoma de México (17) se realizó una investigación en 57 estudiantes (75,4 % sexo femenino y 24,6 % sexo masculino), en la que se llevó a cabo una evaluación antropométrica (peso, talla, cintura, cadera y muñeca) y se aplicaron pruebas de atención y memoria de trabajo (MT). Los resultaron arrojaron diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05) en la evaluación de la MT que indicaron que el grupo con IMC normal tiene puntaje más alto en MT en comparación con los grupos de IMC elevado, sobrepeso y obesidad. En Chile, se evaluó a 713 estudiantes de Educación Primaria y Secundaria y se halló que las variables antropométricas inciden en menos del 1 % en el rendimiento académico de la muestra (19). Otro estudio relacionó la composición corporal, las cualidades físicas y las funciones cognitivas en 125 estudiantes universitarios de la carrera de Educación Física. Se encontraron correlaciones bajas entre la potencia de brazos y piernas con la inteligencia y la atención sostenida (22). Al estudiar la asociación entre la actividad física (mediciones antropométricas, estatura, perímetro de cintura, Navette, etc.) y una prueba de rendimiento cognitivo (test de Stroop) en 247 estudiantes universitarios, se halló que no existe una correlación significativa entre las variables estudiadas (23).
Se puede observar que existen trabajos controversiales de las variables que se desean estudiar, por lo que se plantea el siguiente objetivo de investigación: relacionar el perfil antropométrico, la atención y la resolución de problemas en estudiantes de educación superior en el ámbito de actividad física de Chile.
MATERIAL Y MÉTODOS
El presente es un estudio cuantitativo-relacional de corte transversal no experimental. La muestra de tipo fue no aleatoria intencionada. Estuvo constituida por 51 estudiantes del ámbito de la actividad física que cursaban sus carreras en tres centros de educación superior de Santiago de Chile: once estudiantes de Técnico en Deporte en el Instituto Nacional del Fútbol (INAF), 16 estudiantes de Educación Física de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y 24 estudiantes de Educación Física de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH). La edad mínima fue de 18 y la máxima, de 37 años, con una media de 20,6 ± 2,9. Nueve evaluadas son mujeres (17,6 %) y 42 son hombres (82,4 %). Para participar en esta investigación todos/as firmaron un consentimiento informado.
INSTRUMENTOS
Para las mediciones antropométricas se utilizaron una balanza GA.MA modelo SCG-430, un tallímetro estadiómetro portátil marca Cescorf y un kit antropométrico Rosscraft Gaucho. La pinza para medir pliegues (plicómetro plástico, Rosscraft Gaucho) utilizada tiene una precisión de 0,2 mm, con presión de cierre de 10 g/mm2.
Para la evaluación de la atención alternante se utilizó la prueba de símbolos y dígitos (24), que contiene en la parte superior de la hoja nueve símbolos y un número asociado a cada uno de ellos. El resto de la hoja posee 120 casilleros con un símbolo diferente en cada uno de ellos, siendo la finalidad de la prueba colocar los números correspondientes a cada símbolo que aparece en cada una de las casillas. La prueba tiene una duración de 90 segundos.
Para la evaluación de la inteligencia se utilizó el test de matrices progresivas de Raven escala general (25), que está compuesto por 60 problemas organizados en cinco series (A, B, C, D y E) de 12 ítems cada una, con dificultad creciente. El tiempo de aplicación de esta prueba es de 40 minutos aproximadamente.
En cuanto a los criterios de selección, los sujetos de estudio fueron estudiantes de ambos sexos de primer año del ámbito de la actividad física, de entre 17 a 19 años de edad.
PROCEDIMIENTO
En una primera sesión se realizaron las evaluaciones cognitivas en una sala con luz y ventilación adecuada, sin distracciones ni ruidos. Se aplicó la prueba de atención y, a continuación, la prueba de matrices de Raven a cada uno de los participantes del estudio. En una segunda sesión se realizaron las mediciones antropométricas de forma individual en una sala acondicionada para ello. Las evaluadoras fueron dos profesoras de Educación Física e instructoras internacionales nivel 3 de la ISAK. Se realizaron 43 medidas: peso (kg); talla corporal (cm); talla sentado (cm); envergadura; diámetros (cm) (biacromial, tórax, transverso del tórax, anteroposterior, biiliocrestidio, humeral [biepicondilar] y femoral [bicondilar]); perímetros (cm) (cabeza, cuello, brazo relajado, brazo flexionado en tensión, antebrazo máximo, muñeca, tórax mesoesternal, cintura mínima, cadera máxima, muslo máximo, muslo medial, pantorrilla máxima, tobillo); pliegues cutáneos (mm) (tricipital, subescapular, bicipital, ileocrestal, supraespinal, abdominal, muslo medial y pantorrilla); alturas y longitudes (acromio-radial, radial-estiloidea, media estiloidea dactilar, ileoespinal, trocantérea, trocantérea tibial lateral, tibial lateral, tibial media meleolar, medial, pie). Con estas mediciones se pudo determinar la composición corporal con el método pentacompartimental, masa muscular, masa ósea, masa adiposa, masa residual y masa piel.
ANÁLISIS DE DATOS
Se utilizó el programa SPSS 25.0 para Windows. Se aplicó estadística descriptiva como medias, desviaciones estándar y tablas de frecuencia. Se aplicaron pruebas de normalidad de Kolmogorov-Smirnov (KS), que entregaron una distribución normal de las variables (p > 0,05), por lo que se utilizó estadística inferencial como pruebas t para muestras independientes para comparar los puntajes entre mujeres y hombres. Asimismo, se emplearon correlaciones de Pearson para determinar la relación entre los resultados de las pruebas cognitivas y las medidas antropométricas. Se consideraron significativos valores p < 0,05.
RESULTADOS
MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS
En la tabla I se observan los valores mínimos y máximos y las medias obtenidas en cada medición básica y longitudes-alturas segmentarias de los 51 estudiantes de carreras en el ámbito de la actividad física de la muestra. También se exponen los valores medios obtenidos por damas y varones, donde, como era de esperar, los varones obtienen mayores puntajes en casi todas las mediciones, con excepción de la altura trocantérea y longitud trocantérea tibial lateral, donde ambos sexos no presentan diferencias significativas (p = 0,909 y p = 0,172, respectivamente). Al comparar estas dos medidas (altura y longitud trocantérea) con las referencias ARGOREF se evidencian diferencias entre ambos sexos, con los valores mayores en varones (26).
En la tabla II se observan los valores mínimos y máximos y las medias obtenidas en cada medición de diámetros y perímetros de los/as integrantes de la muestra. Los varones alcanzan mayores puntuaciones en 13 de las 21 mediciones presentadas en la tabla II. No se observan diferencias significativas entre ambos sexos en el diámetro del tórax anteroposterior (p = 0,098), el diámetro biiliocrestídeo (p = 0,698), el perímetro del tórax-mesoesternal (p = 0,167), el perímetro de cadera máxima (p = 0,391), el perímetro de muslo máximo (p = 0,394), el perímetro de muslo medio (p = 0,443), el perímetro de pantorrilla máxima (p = 0,055) y el perímetro de tobillo mínimo (p = 0,057).
En la tabla III se observan los valores mínimos y máximos y las medias obtenidas en cada medición de pliegues cutáneos y la masa grasa, muscular, piel, ósea y residual de los/as integrantes de la muestra. No se observan diferencias significativas entre ambos sexos en el pliegue subescapular (p = 0,338), el pliegue de la cresta ilíaca (p = 0,741), el pliegue supraespinal (p = 0,914) y el pliegue abdominal (p = 0,705). En los otros pliegues, las damas poseen valores mayores. En el caso de la piel y del tejido óseo, no se observan diferencias por sexo (p = 0,250 y p = 0,100, respectivamente). Al comparar estos resultados con las ARGOREF se evidencia el mismo comportamiento a los resultados obtenidos en el estudio (26). No se evidencia el mismo comportamiento al comparar los milímetros de pliegue con CHILEREF, ya que las damas presentan mayores valores de grosor de pliegues, exceptuando el subescapular.
RELACIÓN DE LAS PRUEBAS COGNITIVAS Y LAS MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS
En la prueba de atención alternante, el puntaje mínimo obtenido fue de 30 y el máximo, de 75, con una media de 49,5 ± 10,3 puntos. El 17,1 % de los/as estudiantes obtuvieron 40 o menos respuestas correctas, el 39,0 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 41 y 50 respuestas correctas, el 26,8 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 51 y 60 respuestas correctas, el 14,6 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 61 y 70 respuestas correctas y el 2,4 % de los/as estudiantes obtuvieron más de 71 respuestas correctas.
En la prueba de matrices progresivas de Raven, el puntaje mínimo obtenido fue de 24 y el máximo, de 56, con una media de 46,0 ± 7,4 puntos. El 4,7 % de los/as estudiantes obtuvieron 30 o menos respuestas correctas, el 14,0 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 31 y 40 respuestas correctas, el 48,8 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 41 y 50 respuestas correctas y el 32,6 % de los/as estudiantes obtuvieron entre 51 y 56 respuestas correctas. En la tabla IV se muestra la cantidad de aciertos para cada ítem de la prueba.
En la tabla V se muestran las correlaciones entre los puntajes de la prueba de atención alternante, la prueba de matrices de Raven y diversas mediciones antropométricas. Se observa que no existe relación significativa entre las variables cognitivas y la masa grasa, muscular, piel, ósea y residual de la muestra.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en el estudio muestran que no existe una relación significativa entre la composición corporal (masas corporales) y las pruebas cognitivas (atención y Raven).
Como resultados antropométricos (composición corporal), no se observaron diferencias significativas entre ambos sexos para ningún parámetro. Esto también se observa en una muestra de 380 sujetos (275 hombres y 105 mujeres) de entre 15 y 65 años, en la cual se compararon indicadores antropométricos de composición corporal entre hombres y mujeres ordenados en subgrupos por rangos etarios. En esta muestra, se halló que los grupos más jóvenes (15-29 años) no presentaban diferencias significativas en los parámetros antropométricos entre ambos sexos (24).
En relación con las variables antropométricas específicas, no se observaron diferencias significativas entre ambos sexos para ningún parámetro. Sí se observa una tendencia a presentar valores mayores en varones, exceptuando la longitud trocantérea, la longitud tibial-lateral, el pliegue tricipital, el pliegue bicipital, el pliegue muslo anterior y el pliegue pantorrilla. Esto también se evidencia en el estudio realizado por Brito y cols. (28), en donde se evaluó a 114 estudiantes (85 varones y 29 mujeres) de la carrera de Cultura Física de la Universidad de Cuenca, obteniendo mayores resultados las damas en todos los pliegues cutáneos.
Con respecto a las medidas individuales antropométricas, existe una relación entre las pruebas de matrices Raven y el pliegue del muslo, al igual que en otra investigación con una muestra de similares características (17). Por su parte, Morgan y cols. (18) evaluaron la influencia negativa de la adiposidad se extiende a la variabilidad interindividual en el control cognitivo entre niños preadolescentes. Los resultados indican que la adiposidad de todo el cuerpo se relacionó negativamente con la precisión media y el tiempo de reacción de las pruebas congruentes y el coeficiente de variación del tiempo de reacción, tanto en las pruebas congruentes como en las incongruentes. Se concluyó, así pues, la vinculación de la obesidad infantil con una función cognitiva más deficiente.
Además, cabe mencionar que no se encontró relación entre la composición corporal (masa adiposa, masa muscular, masa ósea, masa piel, masa residual) de los estudiantes del ámbito deportivo y las pruebas de atención alternante y matrices de Raven. Similares resultados se obtuvieron en el estudio de Maureira y cols. (19), en el que no se encuentran relaciones significativas entre las variables cognitivas (inteligencia, memoria y atención selectiva) y la composición corporal.
Por otro lado, sí se encontraron relaciones significativas en parámetros aislados de las mediciones realizadas, como en la prueba de atención alternante y longitudes acromio-radial, tibial-lateral y perímetro de pantorrilla, para la prueba de matrices de Raven y longitud radial-estiloidal, diámetro tórax anteroposterior y pliegue del muslo. Esto se puede relacionar con el estudio realizado por Anderson y Good (20), que evaluaron a 204 mujeres y 75 hombres en dos años académicos consecutivos. En dicho estudio, se les aplicó una encuesta de resolución de problemas junto con la calificación final del curso y se llegó a concluir que el IMC se correlaciona significativamente y de manera negativa con las calificaciones finales de los estudiantes. De este modo, plantean que existe relación entre el peso saludable y un mejor rendimiento académico.
En relación con las pruebas cognitivas de atención alternante, el mayor porcentaje de alumnos se encuentra en el rango de 41 y 50 respuestas correctas, con el 39 % de un mínimo de 30 y un máximo de 75 respuestas correctas, y solo un 2,4 % con más de 70 respuestas correctas. En la prueba de matrices de Raven, el 48,8 % se encuentra entre las 41 y 50 respuestas correctas de un mínimo de 24 y máximo de 56 respuestas correctas.
CONCLUSIÓN
La investigación determinó que existen algunas medidas antropométricas relacionadas de forma aislada con las pruebas cognitivas de atención alternante y matrices de Raven y no arrojan significancia en la medición del perfil completo antropométrico, basado en el método pentacompartimental y en pruebas cognitivas en 51 alumnos del ámbito de la actividad física.
Se deduce que los resultados de los factores cognitivos pueden estar asociados a otras variables, como se menciona en el estudio de Pérez y cols. (29), donde se relacionan con la capacidad de almacenamiento temporal, el manejo activo de la información y la velocidad de procesamiento, y no específicamente con las variables que pueden afectar los parámetros antropométricos, como se evidenció en este estudio.
En cuanto a las limitaciones del estudio, destaca la cantidad de mujeres evaluadas, ya que solo corresponden al 17,6 % de la muestra, lo que impide proyectar los resultados del estudio y comparar con otros estudios en esta población. Otra limitante o variable a tener en consideración es que la población evaluada en los años 2020-2021 estuvo en confinamiento por la pandemia de la COVID-19, lo que provocó una interrupción de las actividades físicas diarias, algo que puede afectar la composición corporal de los estudiantes evaluados en el estudio. Contreras-Osorio y cols. (21) mencionan este hecho en un estudio en el que relacionaron parámetros antropométricos, actividad física, aptitud física y funciones ejecutivas de niños de Educación Primaria que regresaron a la escuela después del confinamiento por COVID-19 en Chile. Los resultados de su estudio determinan que los índices antropométricos más altos relacionados con la grasa se asociaron con una menor memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva, planificación y atención. Algo muy similar se encontró en otro estudio realizado por Yturralde (30), donde se evaluó a 30 futbolistas de élite pospandemia y se concluyó que la pandemia tuvo un gran impacto en el fútbol: al pasar más tiempo en casa y tener una asesoría virtual, los entrenamientos no fueron iguales y afectaron la composición corporal de los jugadores, independiente de la posición de juego.
En relación a las proyecciones del estudio, la actividad física puede ser un punto de partida. Se sugiere indagar en variables como el nivel de actividad física, el ejercicio cardiovascular y el nivel de consumo de oxígeno en relación a las variables cognitivas y, de este modo, desarrollar posibles variables influyentes en los factores cognitivos.