Panorama actual de la salud mental de las personas que trabajan en la industria de la música en directo

En los últimos años se advirtió en España un interés exponencial por la oferta de ocio y entretenimiento, no sólo por sus ciudadanos, sino también por el turismo proveniente de países de todas las partes del mundo. Este auge, especialmente visto en la industria de la música en directo, ha traído a este sector ritmos muy elevados de trabajo, pocos profesionales cualificados, un número elevadísimo de eventos, desigualdad, discriminaciones y muchas situaciones complicadas derivadas de todo esto: muchas horas de trabajo, desplazamientos continuos, picos de estrés muy elevados, poco descanso, consumo de alcohol y de estupefacientes y otros más. La población identificada para este análisis conforma a todos los profesionales cuyo trabajo derivado de la puesta en escena de la actuación musical de un artista/s o bandas y también incluyendo a estos últimos. Este editorial expone la situación actual de la salud mental de estos trabajadores como consecuencia de los principales cambios sufridos en la última década.

La industria de la música en directo se convirtió en los últimos años en el sector del entretenimiento de mayor crecimiento en España. Tras dos años de receso total de la actividad debido a la situación venidera por la pandemia global, donde conciertos y festivales fueron los primeros en cerrar sus puertas, su regreso fue muy deseado tanto por las audiencias, que lo consumían, como por sus profesionales que esperaban volver a sus puestos de trabajo lo antes posible. Se observó que durante este tiempo que mantuvo a todas las familias en casa encerradas, la música se convirtió en un elemento fundamental para sobrellevar el día a día, donde a través de las pantallas o los diferentes dispositivos, se disfrutaba de la música añorando lo que suponía vivir este elemento cultural en directo.

Según la Asociación de Promotores Musicales¹, el sector de la música en directo ingresó, en el año 2023, más de 578 millones de euros por la venta de entradas, un 26% más con respecto al año anterior. A pesar de esto, fue reconocida como una industria poco profesionalizada, apenas recientemente aparecieron estudios especializados que permiten adquirir las competencias necesarias para desempeñar las funciones requeridas en este entorno profesional. Los perfiles profesionales son muy distintos tal y como apuntaba en un anterior trabajo²:

«… un total de treinta roles diferentes que ejecutan un papel relevante dentro del sector. Comenzando por figuras como la del promotor/a, pasando por el director/a de recintos, hasta perfiles más técnicos, pero también esenciales para el desarrollo del trabajo. También, se incluyen dos perfiles profesionales menos relacionados exclusivamente con el directo, pero muy necesarios en la actualidad y que se proponen como indispensables para el desarrollo de una industria profesionalizada y cualificada. Se refiere al perfil de la diversidad y la psicología, que ya están siendo tenidas en cuenta en algunas de las empresas del sector, pero que aboga por su instauración en cada una de ellas.»

Se observó que la vuelta a la normalidad de este sector nunca ha existido, la desaparición de las restricciones paulatinamente y por comunidades autónomas, la acumulación de conciertos debido a la reprogramación de conciertos cancelados donde se sumaban los que aparecían en ese momento, más los que se habían cancelado, acumulaban una oferta inmensa de conciertos y festivales, ante una sociedad aún asustada y con incredulidad hacía este consumo cultural. Además, la puesta en escena de estos eventos por diferentes ciudades, acogían nuevos protocolos y dibujaban una industria distinta, donde los profesionales han tenido que adaptarse inmediatamente y con unos picos muy elevados de trabajo.

Un estudio reciente, Be The Change³, expuso los datos de una muestra global donde del 100 de las personas preguntadas: «desde que trabajas en la industria musical, ¿has tenido problemas con tu salud mental?», el 62% de los encuestados contestó de manera afirmativa. Este análisis puede extrapolarse a la situación que se maneja en España donde los profesionales parten de situaciones parecidas laboralmente y donde las consecuencias acaecidas son las de profesionales que sufren agotamiento, perdidas de motivación, cansancio continuo, sensación de fracaso, pérdida de confianza entre los equipos, entre otros muchos. Todos estos síntomas de reconocieron dentro del denominado síndrome burnout.

En un artículo publicado en elDiario.es, Corbacho expuso⁴: «el trastorno de ansiedad, los ataques de pánico, la depresión, el pánico escénico, los burnouts y el abuso de sustancias, que viene como consecuencia de otros trastornos» son sólo algunos de ellos, que vienen diferenciados entre los propios artistas o los equipos que componen su gira y las características de sus trabajos, en el caso de los primeros se observa el elevado número de horas encerrados en sus estudios en muchas ocasiones, donde manejan, en determinado momento, frustración por la falta de creatividad y la desmotivación, o incluso por la continua exposición en las redes sociales, donde solo se muestra la supuesta cara amable de cada uno de ellos y donde la “sexualización” y el peso de la imagen corporal es muy exigente o incluso la gestión del ego. También, se conocen otras características laborales que determinan este sector: elevado número de horas de trabajo continuada, grandes esfuerzos físicos derivados de la carga de materiales o de los numerosos viajes realizados, habituales horarios nocturnos de trabajo, alimentación escasa y no saludable en ocasiones, entre otras. A estas condiciones laborales hay que sumar otras, como el consumo habitual de alcohol o incluso de estupefacientes.

Todas estas situaciones laborales en el sector de la música en directo han sido apenas visibilizadas a lo largo de la historia. Si que fueron más conocidos, los suicidios por parte de artistas que vieron frustración y soledad a lo largo de sus carreras musicales y pusieron fin a sus vidas de maneras muy distintas, algunos por depresión, otros por el consumo elevado de estupefacientes y otros haciéndolo ellos mismos, en la mayoría de los casos, artistas muy jóvenes, que se encontraban en el momento más esplendoroso de sus carreras, denotando situaciones laborales complejas y alejadas de una satisfacción personal. Desde Kurt Cobain, hasta Amy Winehouse, Michael Hutchence, Mindy McCready, Ian Curtis o Jonis Joplin. Sin embargo, en el caso del resto de perfiles profesionales dentro del sector del directo, tales como técnicos, tour manager (persona líder del proyecto de la gira y contacto para los agentes principales de la misma. Coordina todo lo que tiene que ver con las necesidades técnicas o de logística de las diferentes actuaciones), stage manger (persona encargada de todas las necesidades que tiene el artista sobre el escenario para el momento del show), backliner (profesional encargado de montar y supervisar el funcionamiento de amplificadores, instrumentos y accesorios que utiliza el artista o banda para realizar su actuación) u otros muchos derivados de la puesta en escena del trabajo del artista o banda, fue complicado encontrar apenas información respecto a sus condiciones laborales o satisfacción en el trabajo. En la última década en España se conocieron algunos hechos vinculados con artistas u otros profesionales el sector, como fue el caso del accidente de tráfico de la banda Supersubmarina volviendo de viaje de un bolo (concierto englobado dentro una gira) o la muerte de un trapecista en un festival. Desde la perspectiva del público, existió un caso muy polémico en el recinto Madrid Arena donde debido a causas laborales, como la no aplicación del Plan de Movilidad aprobado, no personal de seguridad y sanitarios suficientes, entre otros muchos factores, por lo que se produjo la muerte de 4 jóvenes asistentes a dicho evento.

Respecto a la satisfacción laboral de estos trabajadores en este sector, es complicado también encontrar información. Más vinculado a las bandas sinfónicas, pero no a la música popular en directo cuyas características laborales son diferentes, se encuentre un estudio de investigación que se realizó en 2023 con la participación de más de 140 personas de 27 bandas sinfónicas distintas en España y donde los principales resultados que se obtuvieron muestran que la media de satisfacción laboral de media entre 0 a 6, es de 3,33, teniendo en cuenta que es una profesión vocacional y cuya consecución de una plaza fue muy complicada. El incremento de la satisfacción crece en la muestra cuando la edad del encuestado es mayor. El índice de burnout de los encuestados es casi el 35%, teniendo en cuenta que supuestamente los que atienden a estas encuestas con las que mejor se encuentran⁵. Otro estudio de la Universidad de Barcelona se centra exclusivamente en los directores de orquestas y su relación con la motivación entre integrantes de agrupaciones musicales juveniles en España, donde se concluyó que índice de burnout de estos directores es bajo y donde ambos perfiles profesionales, directores y otros miembros de las bandas, sienten una satisfacción laboral.

Sin embargo, la realidad laboral de estos últimos profesionales del sector difiere en gran medida de la de los profesionales de la música popular en directo, las condiciones laborales se alejan destacando: el número de shows a realizar, las distancias entre las ciudades donde actúan, el momento del día en el que suceden sus actuaciones, el consumo de alcohol y estupefacientes, el montaje técnico y las necesidades logísticas, el stress producido por los tiempos ajustados, presiones por los equipos directivos, entre otras muchas.

Se concluyó que la realidad y satisfacción laboral de los profesionales de la música en directo, a pesar de encontrarse en el mejor momento respecto a ingresos económicos y venta de entradas de la historia en España, no es sólo desconocida, sino que además denota muchos síntomas que necesitan analizarse y estudiarse para prevenir todos los problemas mentales que están provocando a los diferentes equipos de trabajo. Desde esta perspectiva, la sensibilización y concienciación son clave para entender y reconocer todos los síntomas de cada uno de los trabajadores, pero sobre todo, incluir dentro de estos equipos de trabajo a profesionales de la salud mental que puedan ayudar y asesorar en cualquier momento a las decenas de personas que acompañan a los artistas en sus giras.