INTRODUCCIÓN
Los quistes hepáticos simples (QHS) son formaciones de contenido líquido-seroso rodeadas de parénquima hepático normal sin comunicación con vía biliar intrahepática. La mayoría son asintomáticos. Los síntomas aparecen por su tamaño o complicaciones como hemorragia, rotura, infección intraquística o compresión de estructuras adyacentes 1) (2) (3.
CASO CLÍNICO
Paciente de 50 años derivada a Hematología por trombopenia sin clínica asociada. En ecografía y tomografía computarizada (TC) abdominal se objetivó lesión ocupante de espacio hepática de 16 x 11 x 16 cm compatible con QHS que ejercía efecto masa sobre estructuras vecinas (Fig. 1).
En ecografía doppler se confirmó el gran quiste hepático de 20 cm de diámetro que comprimía la porta, con estenosis de la misma y dilatación retrógrada con calibre de 13 mm con flujo de lenta velocidad y esplenomegalia de 13 cm (Fig. 2) Se colocó catéter de drenaje pig-tail sin complicaciones inmediatas, obteniendo líquido seroso normal. Tras 48 horas, se realizó quistografía y esclerosis de la cavidad con alcohol absoluto.
Al mes, normalización analítica. En ecografía doppler, se observó zona heteroecogénica de 3 cm de contornos mal definidos que correspondía con la cavidad residual del quiste drenado. Eje esplenoportal de calibre normal, uniforme sin estenosis, y velocidad de flujo adecuada sin esplenomegalia (Fig. 3).
DISCUSIÓN
El hiperesplenismo por compresión extrínseca del eje esplenoportal es relativamente infrecuente. En nuestro caso, el quiste se resolvió con tratamiento mínimamente invasivo y control ecográfico. Los QH sintomáticos se pueden tratar percutáneamente (aspiración con/sin inyección intraquística de alcohol u otras sustancias esclerosantes) o de forma quirúrgica. Se requiere realizar controles posteriores hasta la resolución definitiva de la lesión (1-3).