Introducción
La adolescencia es una etapa de la vida en que ocurren diversas transformaciones biológicas, sociales, cognitivas y emocionales. Es muy característico, en esta fase, la adhesión a prácticas y comportamientos nuevos, adquisición de autonomía y exposición a diversos comportamientos de riesgo como el consumo de drogas.1 La tercera edición de la Investigación Nacional de Salud del Escolar (PeNSE), realizada en 2015, reveló que, en Brasil, la experimentación del tabaco por escolares incluidos en las franjas de edad de 13 a 15 años y 16 a 17 años, tuvo un crecimiento de aproximadamente 53%. En relación al uso de bebidas alcohólicas por escolares incluidos en la franja de edad de 16 a 17 años, se observó que el 73% de estos refirieron ya haber experimentado una dosis de esta sustancia, y poco más del 21% declararon haber tomado la primera dosis con edad inferior a 14 años.2
Los datos también preocupan en cuanto al consumo de drogas por parte de los adolescentes en otros países. En Hong Kong, cerca del 13% de los estudiantes de la franja de edad 9 - 18 años ya tuvieron su primera experiencia con drogas, mientras que, en Kenia, es común el consumo de drogas entre los jóvenes de 10 - 19 años.3,4
Se ha observado que la iniciación al consumo de drogas ha ocurrido con mayor frecuencia en la adolescencia y son diversos los factores que favorecen esta práctica. Entre estos, el contexto social, la estructura familiar y la precocidad del consumo elevan la predisposición al consumo precoz y a la dependencia de drogas.4-6 Además, este consumo puede acarrear diversos impactos en el desarrollo del adolescente, como la disminución del bienestar y de la productividad en el ambiente escolar, académico y profesional; prejuicios en la salud física y mental, comportamiento sexual de riesgo y comportamientos violentos frecuentes como consecuencia de la drogadicción, con potencial de causar muerte prematura.4,7
Frente a lo expuesto, se hace evidente la importancia de estudiar el consumo de drogas entre adolescentes teniendo en cuenta los posibles daños que este hábito es capaz de provocar a este grupo. Considerando que esta práctica se puede manifestar de forma diferente en diversos grupos estudiados y que puede sufrir influencias de diversos factores, se fijó el objetivo de este estudio analizar la asociación entre el perfil sociodemográfico, variables del sistema familiar y el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en la vida de adolescentes escolares.
Metodología
Estudio de corte transversal, desarrollado en nueve escuelas públicas estatales de enseñanza media, localizadas en un Distrito Sanitario de la ciudad de Recife, estado de Pernambuco, Brasil. El Distrito Sanitario escogido está formado por diversos barrios de la ciudad que tienen características semejantes y condiciones de vulnerabilidad. La población objetivo del estudio estuvo compuesta por 2347 estudiantes de ambos sexos incluidos en la franja de edad de 14 a 19 años de edad, matriculados en el período diurno. Para la determinación del tamaño de la muestra, se utilizó la ecuación de cálculo de muestreo para estudio de proporción en población finita. Considerando el nivel de confianza de 95%, proporción esperada de 0,5, margen de error de 0,05 y población total de 2347 alumnos, el tamaño calculado de la muestra es de 330 estudiantes. Considerando una pérdida del 10%, el tamaño mínimo de la muestra pasó a ser de 364 estudiantes. La recolección de datos se hizo de forma estratificada en que el número de alumnos para cada escuela fue proporcional al número de alumnos matriculados.
Los criterios de inclusión adoptados en el estudio fueron: estudiantes incluidos en la franja de edad de 14 a 19 años matriculados en enseñanza media de escuelas públicas estatales y estudiantes de ambos sexos del período diurno. Fueron excluidos del estudio los estudiantes que tuviesen déficit cognitivo referido por el cuerpo docente o de gestión.
En el estudio fueron utilizados tres instrumentos de recolección de datos con cuestiones cerradas: el ASSIST (Alcohol, Smoking and Substance Involvement Screening Test), una versión reducida del DUSI (Drug Use Screening Inventory) que contempla el área VI de este instrumento sobre el sistema familiar y otro elaborado por las autoras que permitió diseñar el perfil sociodemográfico de los participantes. Este último contempló variables referentes a: edad, sexo, lugar de residencia, suspenso escolar, religión, raza, situación laboral, estado civil de los padres, renta familiar, escolaridad del padre y escolaridad de la madre.
El ASSIST8 fue desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y está considerado el primer instrumento que permite la clasificación de todos los tipos de drogas. Fue validado para garantizar su utilización a nivel mundial y contempla 8 preguntas sobre el consumo de drogas. En este estudio, fueron utilizadas solamente las informaciones sobre el uso de drogas en la vida que corresponde a la pregunta 01 del instrumento.
El DUSI es un instrumento creado por Tarter9 y validado en Brasil por Michelli y Formigoni.10 Este instrumento contiene 149 preguntas distribuidas en 10 dominios en relación al consumo de drogas y problemas asociados en adolescentes.9,10 En este estudio se utilizó solamente el área VI, que contempla quince preguntas relacionadas con el Sistema Familiar.
Después de rellenado el cuestionario del DUSI fue calculada la densidad absoluta de los problemas lo que permitió visualizar la intensidad de estos en cada categoría analizada, siendo en este estudio solamente la VI. Este cálculo se hace por la división del número de respuestas afirmativas de cada área por el número de preguntas del área multiplicado por 100, siendo el resultado expresado mediante un porcentaje.10 El análisis de los datos se hizo en el software SPSS, versión 21. Para evaluar el perfil sociodemográfico fueron calculadas las frecuencias absolutas y porcentajes y construidas las respectivas distribuciones de frecuencia de las variables cualitativas. Para las variables cuantitativas fueron calculadas las estadísticas: mínimo, máximo, media y desvió estándar.
La evaluación del nivel de consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias se hizo por el ASSIST a través del cual fue posible categorizar el nivel de dependencia de los adolescentes para varios tipos de drogas. Se hizo una evaluación de los conflictos familiares, supervisión de los padres y calidad de relacionamiento de la familia con el adolescente, a través del dominio 6 del DUSI. A través de este instrumento fue calculada la densidad absoluta del problema (Densidad= respuestas afirmativas / total de preguntas x 100) que varía en una escala de 0-100 y cuanto mayor la densidad mayor será el conflicto familiar.
Para verificar la influencia del contexto familiar, medido por el DUSI, en el consumo de tabaco, alcohol y drogas ilícitas (medido por el ASSIST), comparamos la puntuación general del DUSI con la primera pregunta del ASSIST (que mide si usó en la vida). El test no paramétrico de Mann-Whitney fue utilizado para la comparación de la puntuación general del DUSI con la pregunta 1 del ASSIST, debido a no normalidad de los datos.
Para estudiar posibles asociaciones de las variables sociodemográficas cualitativas en el estándar de consumo de tabaco, alcohol y drogas ilícitas (medido por el ASSIST), se aplicó el test Chi-Cuadrado de Pearson, o el Exacto de Fisher, cuando necesario. El test t-Student fue utilizado para la variable edad, para comparar las medias entre los grupos. El nivel de significancia asumido fue 5%. Fueron considerados estadísticamente significativos los resultados cuyos niveles descriptivos (valores de p) fueron inferiores a 0,05.
Para estudiar conjuntamente el efecto de la puntuación del DUSI y las variables sociodemográficas frente al perfil de consumo de las drogas, fue realizado un análisis multivariado a través del modelo de regresión logística. El consumo de drogas en la vida (Q1) fue la variable dependiente y las variables independientes fueron todas aquellas que presentaron p < 0.10 en el análisis bivariado. Este análisis fue realizado solamente para la Q1-Alcohol, considerando como variables independientes: la Puntuación del DUSI, lugar de residencia, suspensos y religión. La selección de las variables en el modelo se hizo a través del método stepwise forward. De esta forma, permanecieron en el modelo las variables: puntuación del DUSI, lugar de residencia y religión. Las variables excluidas fueron curso escolar y suspensos. Las variables seleccionadas tuvieron sus eventuales interacciones examinadas en una matriz de correlación, siendo incorporadas en el modelo todas las interacciones con coeficiente de correlación ≥ 0,5. Fueron considerados estadísticamente significativos los resultados cuyos niveles descriptivos (valores de p) fueron inferiores a 0,05.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación del Complejo Hospitalario HUOC/PROCAPE con el dictamen nº 2.588.085 en 09 de abril de 2018. Como la investigación trabajó con adolescentes menores de edad, estos solo pudieron participar del estudio con la autorización de sus padres mediante la firma de un Consentimiento Libre e Informado.
Resultados
Fue posible observar que la edad mínima presentada fue de 14 años, la edad máxima de 19 años (M=17,2, SD= 1,2). La mayoría de los participantes fue de sexo femenino (58,5%), residía en la zona urbana (91,8%), ya suspendieron (55,8%), se declararon de religión evangélica (43,7%) y mulatos (51,4%), no trabajaban (79,4%), sus padres estaban solteros (41,8%), tenían renta familiar de un salario mínimo (44,8%), el mayor grado de escolaridad presentado por el padre fue enseñanza media incompleta (25%) y el de la madre enseñanza media completa (26,9%).
Al calcular la puntuación general del DUSI fue posible observar la variación entre 0 y 86,7, con media de 31,8 y desvio estándar de 16,9. La distribución de la frecuencia del uso de drogas en la vida, presentado en la tabla 3, mostró que la sustancia más consumida por los participantes fue la bebida alcohólica (61,8%), seguida del cannabis (17,0%), derivados del tabaco (12,6%), inhalantes (6,0%), cocaína/crack (2,5%), hipnóticos/sedativos (2,5%), alucinógenos (2,2%), anfetaminas o éxtasis (0,8%) y otras sustancias (0,8%). Ningún participante manifestó haber consumido opioides.
Variables | ASSIST - En su vida usted ya usó | ||||||||
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Tabaco | Alcohol | Drogas Ilícitas | |||||||
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No (%) | Sí (%) | p-valor | No (%) | Sí (%) | p-valor | No (%) | Sí (%) | p-valor | |
Edad (años) | 0,933 | 0,4662 | 0,7532 | ||||||
Media (DP) | 17,2 (1,2) | 17,2 (1,1) | 17,1 (1,3) | 17,2 (1,2) | 17,2 (1,2) | 17,2 (1,3) | |||
Sexo Femenino | 59,1 | 54,3 | 0,5392 | 60,4 | 57,3 | 0,5602 | 58,3 | 59,4 | 0,8542 |
Lugar de Residencia | |||||||||
Urbana | 92,9 | 95,7 | 0,7532 | 89,8 | 95,5 | 0,0362 | 92,7 | 95,8 | 0,4362 |
Ya suspendió en la escuela | 54,4 | 66,7 | 0,1212 | 48,2 | 60,7 | 0,0202 | 54,1 | 63,0 | 0,1722 |
Religión | |||||||||
Evangélico | 45,1 | 35,6 | 58,3 | 35,0 | 46,2 | 35,1 | |||
Católico | 18,3 | 13,3 | 0,2322 | 14,4 | 19,7 | 0,0012 | 18,4 | 14,9 | 0,061 |
Otras religiones | 6,0 | 4,4 | 3,6 | 7,2 | 4,5 | 10,8 | |||
No tienereligión | 30,6 | 46,7 | 23,7 | 38,1 | 30,9 | 39,2 | |||
Raza | |||||||||
Blanco | 19,2 | 10,9 | 0,3322 | 17,4 | 18,7 | 0,6032 | 17,6 | 20,3 | 0,2652 |
Mulato | 49,8 | 63,0 | 52,2 | 51,1 | 49,8 | 58,1 | |||
Negro | 27,1 | 21,7 | 28,3 | 25,3 | 28,7 | 17,6 | |||
Amarillo | 3,8 | 4,3 | 2,2 | 4,9 | 3,8 | 4,1 | |||
Trabaja | 20,1 | 23,9 | 0,5532 | 20,9 | 20,4 | 0,9242 | 19,7 | 24,3 | 0,3752 |
Estado Civil de los padres | |||||||||
Soltero | 41,6 | 50,0 | 0,4252 | 38,0 | 45,7 | 0,2332 | 40,7 | 50,7 | 0,1812 |
Casado | 35,5 | 26,1 | 39,4 | 31,1 | 36,5 | 25,4 | |||
Divorciado/Viudo | 22,9 | 23,9 | 22,6 | 23,3 | 22,8 | 23,9 | |||
Renta Familiar | |||||||||
< 1 SM | 21,6 | 17,4 | 0,7842 | 25,2 | 18,5 | 0,305 | 21,8 | 18,3 | 0,0782 |
1 SM | 45,9 | 50,0 | 45,2 | 47,2 | 48,6 | 38,0 | |||
> 1 SM | 32,5 | 32,6 | 29,6 | 34,3 | 29,6 | 43,7 | |||
Escolaridad delPadre | |||||||||
Analfabeto | 8,9 | 4,5 | 0,1552 | 10,9 | 6,8 | 0,2232 | 7,8 | 10,4 | 0,5752 |
Ens.Media Incompleta | 26,8 | 29,5 | 28,9 | 26,1 | 26,9 | 28,4 | |||
Ens.Media Completa | 24,7 | 40,9 | 23,4 | 29,0 | 25,7 | 31,3 | |||
Ens.Básica. Incompleta | 24,4 | 18,2 | 19,4 | 26,1 | 24,3 | 20,9 | |||
Ens.Básica. completa o más | 15,1 | 6,8 | 17,2 | 12,1 | 15,3 | 9,0 | |||
Escolaridad de la Madre | |||||||||
Analfabeto | 5,6% | 4,3% | 8,1% | 3,7% | 5,7% | 4,2% | |||
Ens.Media Incompleta | 27,5% | 26,1% | 28,1% | 26,7% | 27,5% | 26,4% | |||
Ens.Media Completa | 27,8% | 28,3% | 0,9992 | 23,7% | 30,4% | 0,1142 | 26,1% | 34,7% | 0,0992 |
Ens. Básica. Incompleta | 23,2% | 23,9% | 20,0% | 25,3% | 22,1% | 27,8% | |||
Ens.Básica. completa o más | 16,0% | 17,4% | 20,0% | 13,8% | 18,6% | 6,9% |
¹p-valor del test t de Student 2 p-valor del test de Chi-Cuadrado
DUSI | Q1 ASSIST En su vida usted ya usó | ||||||||
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Tabaco | Alcohol | Drogas Ilícitas | |||||||
| |||||||||
No | Sí | p-valor | No | Sí | p-valor | No | Sí | p-valor | |
Puntuación General - | 26,7(%) | 36,7(%) | 0,0021 | 26,7(%) | 33,3 (%) | 0,0011 | 26,7(%) | 33,3(%) | 0,0011 |
Mediana (P25 - P75) | (20 - 40) | (27 - 47) | (13 -33) | (20 - 47) | (20 - 40) | (27 - 47) |
1 p-valor del test Mann-Whitney
Variable independiente | Odds Ratio | IC 95% OR | p-valor |
---|---|---|---|
Puntuación Dusi | 1,03 | 1,02 - 1,05 | <0,001 |
| |||
Lugar de residencia - Urbana | 2,84 | 1,11 - 7,22 | 0,029 |
| |||
Religión | 0,002 | ||
Evangélico | 0,39 | 0,23 - 0,66 | 0,001 |
Católico | 0,84 | 0,42 - 1,68 | 0,620 |
Otras Religiones | 1,01 | 0,33 - 3,07 | 0,999 |
De acuerdo con la tabla 1, al evaluar la influencia de los factores sociodemográficos en el consumo de drogas durante la vida por los participantes, no fue posible observar asociación estadística significativa para el consumo de tabaco y el de drogas ilícitas. Ya para el consumo de alcohol, hubo asociación estadística significativa en relación a la zona de residencia (p-valor= 0,036), suspenso escolar (p-valor=0,020) y religión (p-valor=0,001).
Al analizar la relación de la puntuación general del DUSI con el uso de drogas en la vida, se observó diferencia estadísticamente significativa en relación al uso del tabaco (p = 0,002), alcohol (p = 0,001) y drogas ilícitas (p = 0,001). En todos los casos, las puntuaciones del DUSI, fueron mayores en el caso de los adolescentes que respondieron sí (Tabla 2).
Los resultados de la regresión logística constataron que para cada punto en la puntuación del DUSI la posibilidad de haber consumido alcohol en la vida aumenta en 3% (aumento del orden de 1,03). Sobre el lugar de residencia, los alumnos de la zona urbana tienen aproximadamente 3 veces más probabilidad de haber consumido alcohol en la vida en comparación a los alumnos de la zona rural. Sobre la religión fue posible observar que el hecho del aluno ser evangélico se configuró como un factor de protección (OR < 1) para la posibilidad de haber consumido alcohol en comparación a los alumnos sin religión. Se observa que los alumnos sin religión tienen aproximadamente 2,6 (=1/0,39) veces más probabilidades de haber consumido alcohol en la vida en comparación a los alumnos evangélicos (Tabla 3).
Discusión
La cohesión familiar es un aspecto utilizado para la constatación de posible riesgo o protección para el uso de drogas por los adolescentes.11 Podemos percibir que existen adolescentes con familias altamente cohesionadas y también aquellos que presentan diversos problemas familiares. En relación a la media de puntuación asumida, diversos participantes del estudio presentan fragilidades en la congruencia familiar y frente al valor asumido por el desvío estándar, se tiene la idea de que las puntuaciones individuales asumieron valores heterogéneos.
Los problemas familiares pueden configurarse como factores de riesgo para el consumo de drogas.12,13 En el caso de este estudio, fue revelado que la puntuación general de problemas familiares de los participantes se mostró relacionada al consumo en la vida de tabaco, bebidas alcohólicas y drogas ilícitas. Se pudo percibir que los mayores valores de la puntuación general de problemas estuvieron dirigidos a aquellos grupos que ya consumieron esas sustancias. Un estudio realizado con adolescentes escolares evidenció la fragilidad de la dinámica familiar como un factor capaz de favorecer el uso de drogas. Así, mostró que los consumidores de alcohol, tabaco y drogas ilícitas presentaron en su contexto más problemas familiares.14
El consumo de drogas de forma precoz puede perjudicar el desarrollo del adolescente, reflejándose en perjuicios individuales y familiares,15,16 teniendo en cuenta el surgimiento de daños neurológicos y problemas comportamentales que traen perjuicios en el desempeño escolar, en el futuro profesional y en las relaciones interpersonales de los adolescentes 17.
Al analizar la frecuencia de uso de drogas por los adolescentes, se comprobó que las tres sustancias que prevalecieron entre los demás tipos de drogas, fueron las bebidas alcohólicas, seguidos del cannabis y de los derivados del tabaco. Estos datos corroboran con un estudio realizado también con adolescentes en el municipio de Belo Horizonte, en Minas Gerais.18 Ese estudio ratifica los resultados otro que demostró la frecuencia aislada del uso de drogas ilícitas por adolescentes escolares de la ciudad de Porto, en Portugal, donde fue observado que la droga más experimentada fue el cannabis. El cannabis es visto como la droga ilícita de mayor experimentación y consumo por el público adolescente. Esto ocurre por diversos factores, entre los cuales están el fácil acceso, el precio bajo y el hecho de estar considerada la droga ilícita de uso regular que ofrece fácil abandono y menor riesgo.19
Teniendo en cuenta que las fiestas de calle, bares, establecimientos comerciales como supermercados, minimercados y los vendedores ambulantes pueden ser puntos de venta de bebidas alcohólicas, se puede deducir que el lugar de residencia puede ser capaz de incentivar el consumo de estas sustancias en los adolescentes cuando la oferta y acceso en el ambiente es muy elevada. En este sentido, un estudio cualitativo realizado con adolescentes escolares, demostró que cuando preguntados sobre la compra de bebidas alcohólicas los lugares citados fueron los mismos mencionados encima.20
Al considerar el lugar de residencia, se observó su asociación al uso de bebidas alcohólicas, habiendo un predominio del consumo entre aquellos que residían en la zona urbana. Este resultado también puede ser reforzado por medio del modelo multivariado, lo que nos lleva a sugerir que influye el hecho de que el acceso y la oferta de estas sustancias son más elevados en la zona urbana que en la zona rural.
Desde el punto de vista de la teoría de la desorganización social, esta surge cuando el individuo no tiene un vínculo adecuado con cualquier institución social, sea familia, escuela o iglesia. El vínculo fragilizado posibilita la inexistencia de la imposición de reglas y límites al adolescente cuando este presenta algún comportamiento que puede perjudicar su desarrollo, lo que incluye el acceso y consumo de drogas lícitas e ilícitas.21 Frente a esto, el adolescente que vive en la zona urbana puede presentar una red social más fragilizada, que incluye un control familiar ineficaz y relaciones de amistad que estimulan un desvío de comportamiento direccionado al consumo de estas sustancias. Por el contrario, el adolescente de la zona rural puede tener una red social más fuerte con las instituciones sociales, que incluye a la familia.21
El suspenso escolar presentó asociación con el uso de bebidas alcohólicas. Problemas con el desarrollo escolar son vistos como posibles predictores del consumo de drogas ilícitas y lícitas.6 Un estudio realizado con adolescentes escolares y gestores de escuelas corrobora este resultado al constatar mayores valores de prevalencia del consumo de drogas asociados al suspenso escolar.22
Con base en estos resultados es oportuno estratificar las intervenciones para esta población dirigidas a los niveles individual y escolar. A nivel individual, se realizarían estrategias para abordar la autoestima del adolescente buscando empoderarlo frente a comportamientos impulsivos, teniendo en cuenta que el uso de drogas puede estar asociado a mecanismos de enfrentamiento frente a las adversidades de la vida.3,4 A nivel escolar, se deben ofrecer oportunidades para que este grupo tenga experiencias positivas, haciendo que el ambiente escolar sea también factor protector para el consumo de drogas.3 Esto ocurre porque la adopción de medidas que proporcionen prácticas exitosas a través de programas y otras actividades estimula el compromiso del adolescente y, consecuentemente, reduce el contacto con las drogas.4
En este estudio se observó la asociación entre religión y el consumo de bebidas alcohólicas en la vida por los adolescentes, siendo identificado que los adolescentes de religión evangélica alegaron no haber usado bebidas alcohólicas. Esto demuestra que estar asociado a alguna religión y practicarla es una conducta que puede ofrecer protección contra diversos riesgos a la salud, así como ayudar a la prevención del uso de drogas.23,24 En el modelo multivariado, la religión evangélica se configuró como un factor de protección para el uso de estas sustancias. En este sentido, determinadas religiones favorecen la abstinencia de bebidas alcohólicas por medio de la inserción de los individuos en nuevos círculos de amistad. Así los individuos participan de actividades religiosas y eso favorece el no consumo de bebidas alcohólicas.25
Por el hecho del consumo de sustancias psicoactivas en la adolescencia ser un problema de salud pública, es pertinente que los adolescentes reciban una asistencia que contemple un abordaje integral.26 Algunas políticas públicas enfatizan la importancia del abordaje al adolescente a nivel de la atención primaria en salud, con la implicación de un equipo multiprofesional en salud apto para identificar adolescentes con problemas relacionados al uso de drogas, encaminar este usuario al servicio de referencia, hacer que entienda el uso de drogas a través de la familia y escuela, así como actuar en la promoción de la salud del grupo de adolescentes.27
Conclusiones
El estudio confirmó tasas preocupantes de consumo de drogas en la vida por los escolares. Los resultados mostraron también que la calidad de las relaciones familiares influye en el consumo de drogas. Mientras tanto para cada punto de la puntuación del DUSI, la probabilidad de ya haber consumido bebidas alcohólicas en la vida aumenta en 3%. La zona de residencia, la religión y el suspenso escolar estuvieron asociados al consumo de bebidas alcohólicas. Por otro lado, la religión evangélica apareció como un factor de protección.
Los resultados presentados deben ser considerados para el desarrollo de acciones intersectoriales y programas de promoción de la salud en las escuelas que tengan potencial para aumentar la concientización sobre los efectos perjudiciales del uso de drogas en esta fase de la vida. Del mismo modo, programas de formación para los profesores en el abordaje y manejo de la temática, reconociendo a la familia como colaboradora en el proceso de intervención educativa. En este contexto, se destaca el enfermero, pues, como agente promotor de la salud deberá extender sus acciones más allá de los servicios de salud actuando de forma efectiva en la comunidad, abarcando el contexto escolar, sobre todo, los adolescentes en la perspectiva de integralidad.