Introducción
El liderazgo en enfermería se reconoce como una competencia que ha tomado fuerza en el contexto de la práctica profesional, se le considera esencial para el desempeño durante la gestión de los cuidados y se identifica como un marco para el ejercicio autónomo de la profesión,1 puesto que le permite al enfermero influir en otros, para el logro de los objetivos terapéuticos.
Al considerarse una competencia, se reconoce como una capacidad cultivable, que orienta la práctica profesional, mediante el desarrollo de habilidades de comunicación asertiva, compromiso, responsabilidad, organización y fomento de buenas relaciones interpersonales2. Se insta a las Instituciones de Educación Superior a integrar transversalmente contenidos curriculares que promuevan el desarrollo de esta competencia en sus planes de estudio, con el propósito de formar profesionales capaces de tomar decisiones, resolver conflictos y contribuir a la obtención de resultados en salud, desde el pensamiento crítico y disciplinar, por lo que se interpreta como un medio y no necesariamente como un resultado.3-5
El liderazgo es reconocido como la función de dirigir o de controlar las acciones o actitudes de un individuo o grupo, con la aquiescencia más o menos voluntaria de los seguidores.6 Desde la ciencias administrativas y gerenciales, se han desarrollado teorías de liderazgo desde aproximadamente la mitad del siglo XX.7 Estas teorías han identificado diversos estilos de liderazgo, entre los cuales se destaca el liderazgo autocrático, el participativo, el transaccional, el transformacional y el “Laissez-faire”, siendo el estilo de liderazgo transformacional el más nombrado durante la práctica profesional de enfermería.
Este estilo de liderazgo se caracteriza por motivar e inspirar a sus seguidores para el logro de los objetivos organizacionales, sin embargo cabe preguntar ¿cuáles son los objetivos que se trazan, organizacionalmente, y que orientan al líder enfermero para motivar e inspirar?, ¿a quienes se comprende como los seguidores del líder enfermero? Aspectos importantes a considerar para orientar el ejercicio del liderazgo en el marco del cuidado enfermería,5 entendiendo el cuidado de enfermería como ser, centro y esencia de la profesión,8,9 por lo que se interpreta como escenario de autonomía profesional.
La enfermería Iberoamericana cada día se esfuerza por abrirse un espacio en los dominios de las ciencias de la salud, por ocupar un lugar en los cabildos legislativos y por alcanzar posiciones profesionales cada vez más difíciles. Un camino largo y complejo, sobre todo en un contexto en el que aún hay que vencer las barreras impuestas por las mismas estructuras burocráticas y disciplinares que han sometido al saber femenino, como es el del cuidado, y desarrollado profesionalmente por la enfermería.10
En ese sentido, el objetivo del liderazgo en enfermería es proporcionar el mejor cuidado posible y demostrar que la práctica de enfermería es esencial, pues logra resultados medibles y evidentes, permite tomar iniciativas y decisiones, así como hacer propuestas innovadoras como parte fundamental de la responsabilidad profesional.11
Considerando lo anterior, se pretende conocer la percepción sobre el liderazgo de enfermería desarrollado durante el ejercicio profesional en un grupo de enfermeros vinculados a instituciones de salud públicas y privadas de tercer nivel de atención en un municipio de Colombia.
Metodología
Investigación cualitativa de tipo estudio de caso, realizada en un municipio de Colombia. La recolección de los datos se hizo por medio de entrevistas semiestructuradas. Los participantes fueron profesionales de enfermería con vinculación profesional en el área asistencial de tiempo completo y dedicación exclusiva a esta función. La población fue seleccionada intencionalmente.
Las entrevistas fueron grabadas, para su posterior transcripción, en promedio duraron 40 minutos. Se realizaron de manera individual en el lugar de trabajo de cada participante, siguiendo un guion orientador previamente validado por dos expertos, uno metodológico y uno temático. Una vez transcritas las entrevistas, fueron codificadas para proteger la identidad de los informantes.
Para el análisis de los datos, se utilizó la técnica de análisis de contenido, que según Bardin12 se basa en el rigor metodológico para no huir del objetivo. Se utilizó el Software IRaMuTeQ (Interface de R pour les Analyses Multidimensionnelles de Textes et de Questionnaires) versión 0.7 Alpha 2, para auxiliar en la organización y procesamiento de los datos. Dicho software transforma el corpus textual en Unidades de Contexto Inicial (UCI) y Unidades de Contexto Elemental (UCE), que son identificadas a través de la cantidad de las palabras, frecuencia, media y número hápax (palabras frecuentes).13
En la presente investigación se siguieron los siguientes pasos: 1) Grabación y transcripción de las entrevistas; 2) Formatación del corpus de acuerdo con los requerimientos del Software IRaMuTeQ; 3) Análisis de los datos seleccionado: Clasificación Jerárquica Descendiente o Reinert, que es presentado en forma de dendograma, indicando las clases lexicales en que fue dividido el corpus, a partir de la frecuencia y el Chi-cuadrado (X2).13 Las categorías fueron generadas a partir de la frecuencia y la significancia mediante el estadístico Chi-cuadrado (X2); en ellas surgen palabras, formas o expresiones semejantes entre sí, siendo evidenciadas las más representativas para cada categoría. Fue tomado como base X2 mayor que 3,80, pues corresponde a p<0,05.
Se respetaron los principios éticos, como la Declaración de Singapur, la Legislación 1098 de 2006 y la Resolución 008430 de la República de Colombia. El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Corporación Universitaria Empresarial Alexander Von Humboldt con el código D.I.E.02-2018. Las investigadoras pertenecen a los grupos de investigación Gestión del Cuidado, GIER y PROMESA reconocidos y clasificados por Colciencias-Colombia.
Resultados
En total, participaron 13 enfermeros vinculados laboralmente a instituciones de tercer nivel de atención de salud del municipio de Armenia-Quindío, ocho de los participantes de sexo femenino, con experiencia laboral mínima de tres años y máxima de 5 años; cinco de los participantes cuentan con estudios a nivel posgradual y solo dos de ellos han desarrollado alguna formación relacionada con el cuidado directo (ver Tabla 1).
Entrevistado | Sexo | Tiempo de experiencia en años | Servicio donde laboran | Formación posgradual |
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E :1 | Mujer | 3 | Quirúrgica | Gerencia en salud |
E:2 | Hombre | 3 | Ortopedia | No tiene |
E:3 | Mujer | 6 | Medicina interna | No tiene |
E:4 | Mujer | 7 | Pediatría | No tiene |
E:5 | Hombre | 5 | Urgencias | Salud pública |
E:6 | Mujer | 3 | Medicina Interna | No tiene |
E:7 | Mujer | 11 | Recién Nacidos | No tiene |
E:8 | Mujer | 4 | Medicina Interna | No tiene |
E:9 | Mujer | 4 | Urgencias | No tiene |
E:10 | Hombre | 21 | Oncología | Enfermería Oncológica |
E:11 | Hombre | 18 | UCI | No tiene |
E:12 | Hombre | 5 | Oncología | Enfermería Oncológica |
E:13 | Mujer | 10 | Hospitalización pensión | Administración en salud |
El corpus fue conformado por 13 documentos, separados en 646 segmentos de texto (ST), se obtuvo un aprovechamiento del 88,54% del mismo. Los datos analizados fueron clasificados en dos categorías temáticas, a saber: (a) Significados y características del liderazgo en enfermería, y (b) Roles y ámbitos del liderazgo.
Las palabras más significativas están discriminadas conforme análisis de significancia y serán presentadas en la discusión de cada categoría. Para una mejor visualización, se diseñó un dendograma con la lista de palabras de cada categoría, donde se indica la frecuencia media de cada palabra (f), el valor de chi-cuadrado (X2) y el valor de la significancia (p). El dendograma de clasificación jerárquica, permite identificar que las expresiones de mayor frecuencia y significancia reportadas por los participantes en la categoría de significados y características fueron en su orden: tomar decisiones, trabajo en equipo, saber/ conocimiento, resolver problemas; mientras que para la categoría de Roles y ámbitos los términos reportados se relacionaron con: universidad, profesión/cuidado, administrativo y familia (Figura 1).
Sobre los significados y características del liderazgo en enfermería, la representación mental atribuida por los participantes, se relaciona con una capacidad que promueve el logro de objetivos, mediante la orientación y la guía de un equipo de trabajo para la toma de decisiones: “tener la capacidad de influenciar sobre la vida de los demás, en este caso de mi equipo de trabajo, no solo a nivel profesional, laboral, personal, actitudinal, es decir, muy integral, poder dirigir con integridad también” (E6).
Los informantes atribuyen como características de un líder comportamientos y valores que generan una posición de referente creíble, frente al equipo que se lidera, en este sentido destacan características como la flexibilidad y adaptabilidad, creatividad, honestidad y responsabilidad como atributos esenciales del líder, además de empatía, capacidad de conciliación, inspiración y comunicación asertiva: “Un líder debe tener comunicación asertiva, debe ser correcto, estricto pero flexible, debe de hacer las cosas bien y sin embargo no debe atropellar a nadie, de hecho, debe armonizar los equipos con los que trabaja, ser inteligente y capacitarse siempre” (E1); “una persona que tenga iniciativa, que sea creativa, que reconozca las capacidades de su equipo de trabajo, que los conozca tan bien que sea capaz de resaltar esas capacidades y ponerlas a funcionar en pro del mismo trabajo que se está llevando a cabo” (E6).
Sobre la categoría de roles y ámbitos, los participantes mencionaron asuntos relacionados con la función que desempeñan los enfermeros en el ámbito laboral. Se develan conflictos y tensiones entre las actividades ocupacionales y la formación profesional, emergiendo necesidades y condiciones que comprometen el logro de los objetivos del cuidado al encontrarse barreras para el desarrollo del liderazgo, el siguiente relato representa tales percepciones: “he visto que la enfermería no sale adelante es por nosotros mismos, no somos un equipo de trabajo en pro de la profesión…Yo creo que nos han ido quitando mucho a nivel asistencial, nos están colocando cosas, por ejemplo administrativas, de chequeo de cosas muy extensas y no podemos estar tan dedicados al paciente directamente, entonces a veces ni el tiempo nos alcanza para realizar el cuidado con el paciente y con la familia, y eso nos dificulta llevar un liderazgo efectivo porque uno quisiera abarcar muchísimas más cosas. Yo trabajo en un lugar muy vulnerable donde el acompañamiento con la familia debería ser primordial y, en ocasiones, no se logra por la misma falta de personal y por las arduas tareas muy de índole administrativo” (E2).
Discusión
El reconocimiento del liderazgo como un saber-hacer, susceptible de aprendizaje y perfeccionamiento (como competencia que es) impone, tanto a las instituciones educativas como a las instituciones de salud, la necesidad de plantear estrategias orientadas a la cualificación permanente para la solución de problemas complejos presentes en situaciones de cuidado, que permitan el desarrollo de aptitudes como referentes creíbles en términos de saberes, actitudes y prácticas4,14
El desarrollo de habilidades blandas y su cualificación permanente, relacionadas con actitudes reconocidas como indispensables para ejercer un liderazgo efectivo, implica la necesidad de revalorar y reflexionar sobre los contenidos curriculares, su transversalización, las estrategias metodológicas, los mecanismos de evaluación y seguimiento, propuestos tanto en instituciones de educación superior como en escenarios laborales, en el marco de la educación para el trabajo, estos asuntos deben ser atendidos, con el propósito de contribuir al mejoramiento de los perfiles profesionales, ocupacionales y personales de las enfermeras.
En este sentido, las instituciones deben promover la reflexión permanente sobre las oportunidades de mejora relacionadas con la identidad y el ejercicio profesional, para lo cual se requiere definir las orientaciones filosóficas, deontológicas y ontológicas que guían el desempeño profesional esperado15 y reconocer el objeto de la práctica profesional, para el caso: el cuidado de enfermería. Esto implica el involucramiento de estos contenidos en el cotidiano de las enfermeras, lo cual resulta vital para identificar el objeto del liderazgo esperado, la coherencia epistemológica con las visiones que orientan la enseñanza-aprendizaje del cuidado de enfermería y, sobre todo, el reconocimiento del liderazgo como un aporte desde las ciencias prestadas, especialmente las administrativas y gerenciales.
Al considerar los lineamientos normativos que regulan la práctica de enfermería, se distingue el acto de cuidado como centro y esencia del ejercicio profesional, desde una relación interpersonal reciproca (con la persona, la familia o la comunidad) orientada, en la medida de lo posible, al desarrollo de las potencialidades humanas para obtener una independencia parcial o total en su experiencia vital, indistinto al curso de vida o condición de salud,8 empleando el proceso de enfermería como método para identificar los llamados de cuidados presentes durante la atención. Sin embargo, la priorización de las funciones administrativas ha generado una brecha durante la atención directa a la persona y su familia, lo cual conduce a la delegación del cuidado de enfermería, comprometiendo la responsabilidad profesional, ética y deontológica de la enfermera, además, de distanciarla de su identidad profesional5,15-17
Conclusiones
Para los enfermeros informantes, el concepto de liderazgo se relaciona con dinámicas de trabajo en equipo desde relaciones jerárquicas. Es necesario reflexionar sobre el objeto disciplinar, para el caso el acto de cuidado de enfermería, cuyo protagonista es la persona sujeto de cuidado, identificando las capacidades y experiencias de las personas interactuantes durante el acto de cuidado.
El desarrollo del liderazgo requerido, en congruencia con las visiones epistémicas actuales, precisa del reconocimiento de las aptitudes y capacidades individuales de los miembros del equipo, con el propósito de poder transitar diferentes roles de autoridad y poder, en respuesta a la complejidad de las situaciones presentes durante la atención en salud, ir más allá de ideales jerárquicos que privilegien los paradigmas tradicionales de líderes y seguidores, imperantes en el sistema educativo y de salud actuales.
Para el desarrollo de la función de liderazgo es necesario reconocer el estilo de liderazgo que orienta el desarrollo de las actividades profesionales hacia el logro de los objetivos disciplinares, en coherencia práctica con el ejercicio de la labor profesional. Por lo que, la disposición de modelos mentales orientados a la construcción de una visión institucional compartida, favorece el desarrollo de un trabajo en equipo que responda interprofesional y transdisciplinariamente al logro de los objetivos terapéuticos existentes durante la atención en salud y, en específico, a la resolución de situaciones presentes en el cuidado de enfermería.
Se recomienda indagar en otros entornos de desempeño profesional, las percepciones que sobre el liderazgo presentan los enfermeros con relación a su objeto disciplinar, puesto que la presente investigación se limitó a las actividades profesionales desarrolladas en el ámbito clínico de alto nivel de complejidad de atención en salud.