Introducción
La condición de habitante de calle es un fenómeno social caracterizado por la experiencia de vida en la calle, representando una problemática multifactorial con tendencia a incrementar en las grandes ciudades de países en desarrollo.1 Diversos estudios han señalado el consumo de sustancias psicoactivas como uno de los principales problemas de las personas en habitabilidad de calle,2,3 relacionado con falta de ingresos, crecimiento de ciudades, marginalidad, ilegalidad, comunidades desplazadas, migrantes, violencia, expendio de drogas, abuso, abandono, inseguridad y estigmatización.4
De esta manera, la situación del individuo que vive en situación de calle es un tema que abarca las condiciones de vida relacionadas directamente con aspectos sociales y económicos, condiciones que incrementan las brechas de injusticia social e inequidad.5 Dentro de las estrategias de abordaje tanto para la población que eligió la vida en calle, como para quienes desean alejarse de ella, se destaca la intervención de los grupos de apoyo (GA). Estos grupos constituyen espacios construidos conjuntamente con quienes experimentan situaciones similares, comparten experiencias y brindan apoyo, socializan emociones y ansiedades en un ambiente cómodo que alivian la depresión, disminuyen sentimientos de aislamiento social y aumentan las habilidades de afrontamiento y bienestar.6
Participar en un GA impacta positivamente al disminuir la ira, ansiedad, miedo y favorece la adaptación emocional.6 Los integrantes del grupo manifiestan que les permite la conexión social, disfrutan de un espacio donde se expresan libremente y son escuchados, así mejoran el afrontamiento emocional, apoyo entre pares, comparten información práctica, amistad entre compañeros, y otros.7
El GA proporciona apoyo social, aspecto positivo que los motiva a continuar con los objetivos de su proyecto de vida. También ofrece consuelo, mayor conocimiento y comprensión de la enfermedad, y puede contribuir a fortalecer habilidades, reducir la sensación de aislamiento, aumentar el conocimiento sobre dónde obtener información y brindar apoyo emocional.8,9
Dada la escasa evidencia en la región latinoamericana y la poca información disponible acerca de las vivencias de las personas en situación de calle en el contexto de un GA, además de la relevancia que esto tiene como un derecho y un componente esencial para mejorar la calidad de vida de esta población, se desarrolló el presente estudio con el objetivo de comprender el significado de la experiencia de pertenecer a un grupo de apoyo para los habitantes de calle.
Metodología
Estudio desarrollado desde un enfoque cualitativo, diseño fenomenológico-hermenéutico, mediante el cual se buscó acceder a la comprensión profunda de la experiencia humana. Se basó en la propuesta metodológica de Van Manen, utilizando los siguientes pasos: (1) centrarse en un fenómeno de interés particular para el investigador, (2) investigar la experiencia tal como la vivimos en lugar de como la conceptualizamos, (3) reflexión fenomenológica-hermenéutica sobre los temas esenciales que caracterizan el fenómeno, (4) describir el fenómeno a través del arte de escribir y reescribir, (5) realizar una interpretación lo más cercano posible al fenómeno, y (6) develar el contexto de la investigación al considerar las partes y el todo.10
En la investigación cualitativa, el investigador construye, recolecta, selecciona e interpreta datos, se trata de un proceso de reflexividad,11 donde se describe la experiencia vivida y se comprende a través de los discursos de los entrevistados.
Este estudio se desarrolló durante el año 2022 en una ciudad ubicada al sur de Colombia, dentro de un programa adscrito a la Alcaldía de Neiva. Dicho programa tenía capacidad para 32 personas en condición de calle y en modalidad de internado. Se coordinó con la directora del programa para realizar las entrevistas a los habitantes de calle vinculados.
Mediante un muestreo casual orientado por criterio12 se configuró una muestra con trece habitantes de calle participantes del GA. La recolección de la información fue realizada por los autores. Antes de la entrevista se explicó a cada participante el alcance de esta, la posibilidad de retirarse en cualquier momento, la confidencialidad de la información y la forma en que se manejaría la información en cumplimiento de la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud, en todos los casos se firmó el consentimiento informado.
Inicialmente se realizaron dos grupos focales, conformados por 8 hombres cada uno, una duración de 90 minutos, con la finalidad de realizar inmersión y exploración del tema. Posteriormente se solicitó a 13 participantes, quienes cumplieron con los criterios de inclusión, participar en la entrevista a profundidad.13 Se tuvo como pregunta orientadora ¿Cuál es el significado y experiencia de pertenecer a un grupo de apoyo? y ¿Cómo ha influido en su vida el grupo de apoyo? Cada entrevista tuvo una duración entre 60-90 minutos y fueron realizadas por la investigadora principal, grabadas y transcritas por los auxiliares de investigación, se llevó un diario de campo para garantizar que las impresiones, ideas y reflexiones no se perdieran durante el análisis.
El análisis de los datos se realizó siguiendo la propuesta de Van Manen.10 Para organizar los temas finales, las conexiones e interconexiones entre ellas, las investigadoras plantearon la discusión y reflexión. La recolección y el análisis de la información se realizó de manera simultánea, los resultados fueron compartidos con los participantes, y retroalimentados por ellos.
Se acogieron los criterios de rigor de Lincoln y Guba, credibilidad y confirmabilidad mediante la transcripción textual y devolución de las entrevistas, confiabilidad por la claridad del diseño y, la transferibilidad en la medida en la que los resultados puedan ser útiles en otros contextos o grupos con características similares.14
Se tuvieron en cuenta los aspectos éticos para investigaciones con seres humanos: confidencialidad de los datos mediante el anonimato de las transcripciones y asignación de un número para identificar a los participantes. El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Salud de la Universidad Surcolombiana, mediante acta No. 002 del 27 de abril del 2022, en cumplimiento de los requerimientos fundamentados en los principios éticos de autonomía, respeto, justicia, beneficencia, veracidad, no maleficencia, confidencialidad e idoneidad.
Resultados
Muestra conformada por 13 hombres, con edad mínima 27 años y máxima 65, promedio 40,7 años. La mayoría solteros, dedicados a labores informales como: mecánica, oficios varios, chef, y artista. Declararon ser cristianos y católicos practicantes, nivel educativo máximo bachiller y tiempo de consumo entre 2 y 40 años. Las características de los participantes se presentan en el Cuadro 1.
Código | Edad | Género | Ocupación | Estado civil | Lugar de nacimiento | Escolaridad | Religión | Años de Consumo |
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PAV2. | 65 | M | Desempleado | Soltero | Ituango | Primaria Incompleta | Católico | No recuerda |
BFM4 | 36 | M | Mecánico | Soltero | Neiva | Primaria completa | Católico | 4 |
ERC5 | 60 | M | Oficios Varios | Unión Libre | Cali | Bachiller Incompleto | Creyente no practicante | 40 |
PAG3 | 60 | M | Oficios Varios | Unión Libre | Garzón | Bachiller | Ninguna | 40 |
PYJ1 | 35 | M | Chef | Soltero | Argentina | Bachiller Incompleto | Católico | 10 |
AV4 | 30 | M | Mecánico | Soltero | Neiva | Primaria | Cristiano | 10 |
WG6 | 38 | M | Oficios Varios | Soltero | Palermo | Primaria Incompleta | Cristiano | 20 |
CR7 | 34 | M | Artista callejero | Soltero | Neiva | Bachiller Incompleto | Musulmán | 2 |
AA8 | 32 | M | Oficios Varios | Soltero | Pijao | Bachiller | Católico | 16 |
MA9 | 40 | M | Vendedor ambulante | Soltero | Bogotá | Bachiller | Cristiano | 22 |
DM10 | 27 | M | Construcción | Soltero | Neiva | Bachiller Incompleto | Cristiano | 3 |
AA11 | 49 | M | Oficios Varios | Soltero | Bogotá | Bachiller | Cristiano | 35 |
JR12 | 28 | M | Oficios Varios | Soltero | Cundinamarca | Bachiller | Cristiano | 14 |
El análisis de las entrevistas permitió construir un diagrama de las experiencias relatadas (figura 1) y emergieron cuatro temas relacionados con el significado para los habitantes de calle de la experiencia de pertenecer a un grupo de apoyo.
La vida en la calle: dolor y pérdidas. El vivir en condición de calle es una experiencia cargada de dolor y pérdidas emocionales, materiales y sociales, que ocasionan sufrimiento, inseguridad, y desprecio de la sociedad. La vida se torna dura y difícil, produce cansancio, soledad, marginación social y a veces viven situaciones que atentan contra la vida. En el proceso de vincularse al GA, ellos reconocen las pérdidas, de familia, amigos, pertenencias personales, “pierden todo”: «Yo por un vicio perdí muchas cosas, muchos apoyos. Llamé a la casa y me dijeron tiene las puertas cerradas de la familia» (PAV2). «Es que en la calle sufre uno mucho» (BFM4). «Esa vaina no respeta nada. Uno en la calle pierde los valores, pierde todo, es áspero» (PAG3). «Nos sentimos solos en la calle, es duro, tenemos un vacío en nuestro corazón, duele en el alma» (CR7).
Buscar estar mejor: decisión de cambio. La participación en los GA es voluntaria, surge de la necesidad de cambiar su vida y se acogen al cumplimiento de un reglamento para estar bien. Pertenecer a un GA significa tener una buena convivencia y experimentar bienestar a través de las actividades educativas. Tomar la decisión de participar en el GA es un proceso duro, asociado a tener que dejar el “vicio”, durante su proceso. El grupo de apoyo se busca por decisión propia, ante el miedo que produce el vivir en la calle: «Entonces yo dije tengo que llegar a una fundación a coger espejos, poder aprender y no caer en ese vicio. Busqué una casa de apoyo que me ayudara, para buscar mi familia, mi carrera. La oveja negra en la familia fui yo. Es la primera vez que estoy acá y me parece muy bueno, nos sirve mucho, venimos acá a cambiar. Esto es bueno, dije: “ya no quiero estar en la calle” yo mismo busque ayuda» (AA8). «Cuando veo a los que están afuera de la casa, uno tiene que pelear con ese vicio, a veces hasta sueño con eso, me levanto asustado consumiendo y no, ahora físicamente me siento bien, uno aquí cambia todo» (PYJ1). «Es bonito cuando uno ve el cambio y toma la decisión de estar acá. Vivimos el reto duro, acá es pues por voluntad propia, acá no hay puerta cerrada» (DM10). «Usted debe tener fuerza de voluntad para resistir, es difícil, depende de la fuerza de voluntad, la ansiedad es dura» (WG6).
Recuperar la vida: Renacer. La experiencia de estar en el GA produce alegría asociado a los cambios físicos, la recuperación de la salud y el descanso que experimentan. Es una ayuda en la lucha constante contra el flagelo de la droga, produce cambios en su vida y es un proceso de aprendizaje durante la recuperación de la salud, reconocen los cambios del cuerpo, poco a poco superan la adicción, se sienten motivados para seguir adelante, y los retos a cumplir. Recuperan el bienestar: «Me ha servido para integrarme a la sociedad y a la familia, conseguí esposa. He ido consiguiendo todo poco a poco, lo que había perdido» (BFM4). «He vuelto a vivir, significa volver a vivir, volver a empezar. Integrarme a la sociedad, y al grupo familiar, acabé mi bachiller, me dieron la oportunidad de estudiar, y trabajar. Tengo compañeros y tengo una compañera» (ERC5).
Soporte y Seguimiento: herramientas de superación. El GA se convierte en un espejo en el que se refleja el sufrimiento, el abandono de sí mismo, las pérdidas, así como en un espacio para aprender, crecer y recuperarse del vicio de la droga y no caer en un abismo sin salida. El GA se busca para dejar de ser la “oveja negra de la familia”, para evitar el abandono de la calle, reconocen que por el vicio se pierden muchas cosas y apoyos, en especial la familia. Buscan ayuda en el poder divino para salir de la adicción, y seguir adelante.
El GA los ayuda para enfrentar el flagelo de la droga, su vida cambia e inician un proceso de recuperación de la salud. Les permite ver su cara en el espejo, identifican al otro que se encuentra azotado por la droga, un antídoto contra la adicción y los motiva a superar la enfermedad. El equipo de profesionales del GA asesora y acompaña a los participantes del programa, con intervenciones individuales y grupales que fortalecen el afrontamiento, la resocialización, autodeterminación, manejo de ansiedad y tolerancia a la frustración, en el proceso de desarrollar habilidades para la vida: «Cuando ingresamos nos mirarnos al espejo, uno se llena de muchos testimonios, estar acá nos sirve como antídoto contra la adicción» (MA9). «El líder de la casa fue habitante de calle, se rehabilito, él lo vivió. Ya se superó y ahora está con nosotros tratando de sacarnos adelante, él comprende, es un imán para nosotros. Me fortalece para salir adelante, porque son los espejos» (JR12). «El director salió fue de la calle, él nos comprende y sabe cómo es la regla acá con eso. Porque, por ejemplo, nosotros aquí en ese balcón, tenemos muchos espejos todos los días desde el balcón los vemos fumando» (AV4). «Le pido a Dios me conceda la oportunidad de salir adelante, entonces haciéndole y pidiéndole a Dios que es lo más importante en la vida» (AA11).
Discusión
Los discursos de las personas quienes vivieron en condición de habitante de calle y que residían en el programa, permitieron comprender la experiencia vivida, la construcción del significado de pertenecer a un GA y describir el efecto en su vida. Estos dan cuenta de la exclusión por parte de la sociedad y el estado, vivieron situaciones de discriminación, rechazo, vulneración de los derechos y abuso de la autoridad durante su permanencia en calle.15 En este sentido los entrevistados reafirmaron la decisión de cambiar y mejorar sus condiciones individuales, familiares y sociales que favorecen la adaptación del individuo al contexto al que retorna.4
La vivencia de la calle es un referente para motivar la transformación, en la medida que logran redefinir su concepto de libertad y asumir conciencia, voluntad y responsabilidad con los cambios de actitud frente a la vida,15 buscar ayuda como herramienta para generar cambios mediante el aprendizaje de la experiencia del otro, en el GA los miembros son receptores y proveedores de ayuda, se basa en principios que afirman que los miembros del grupo tienen fortalezas, perspectivas, información y experiencias que pueden aprovecharse para ayudarse mutuamente y, por lo tanto, a ellos mismos.16
De igual manera, el GA es un espacio de soporte social y una estrategia vital de afrontamiento entre pares para enfrentar la complejidad de la situación, al compartir sus experiencias con otros que han vivido situaciones similares y brindar apoyo emocional a través del intercambio de información, el compañerismo, la aceptación del diagnóstico y el optimismo.6,8
Las personas forman la base de sus creencias y valores espirituales por medio de elecciones religiosas diversas y de prácticas de autoconocimiento, que pueden beneficiarse con los vínculos comunitarios.17 Desde sus narrativas, los participantes reconocen la influencia de la religiosidad como una expresión de la religión18 y la presencia de Dios como un factor importante en el proceso de recuperación y superación. Juega un papel fundamental en la aceptación de su condición, y es asumida como una oportunidad de crecimiento personal y fuente de afrontamiento,18 puestos en relación consigo mismo y con otros, les permite desenvolverse con mayor facilidad en su vida presente y alcanzar oportunidades para obtener la vida anhelada.15
Las creencias religiosas brindan a los individuos la oportunidad de expresar su espiritualidad a través de la adopción de valores, convicciones y prácticas religiosas, fe intrínseca, actitudes, e identificación de un ser superior y afiliación religiosa que den respuesta a preguntas sobre la vida y la muerte.19 Estas creencias combinadas a las acciones que realiza el GA ofrecen elementos valiosos para reconocer sus debilidades y necesidades y, reorientar sus intereses. Esto, les permite, construir el sentido de vida para fortalecer sus sueños, anhelos, metas y proyectos.15
Finalmente, se puede concluir que el significado para los habitantes de calle de pertenecer al GA fue expresado como una experiencia que aportó a su bienestar, proporcionó un sólido soporte social, les ayudó a recuperar y mejorar la calidad de vida y al proceso de socialización.
El GA fue percibido como un espacio de encuentro, basado en el respeto, cumplimiento de normas y libertad, en el cual compartieron experiencias y vivencias que les permitió redescubrir sus debilidades, necesidades y oportunidades, todo ello bajo una visión optimista. Proceso que evoluciona desde la experiencia dolorosa de vivir en calle hacia el deseo de cambiar, aprender de su condición y el espejo de las experiencias de sus compañeros, hasta la motivación de la superación y mantener su bienestar.
Es esencial reconocer que enfermería se responsabiliza con la generación de evidencia a través de la investigación con el objetivo de comprender y dar sentido a la vida diaria de las personas en situación de calle, para gestionar programas integrales que faciliten el acompañamiento, brinden apoyo, promuevan estrategias de afrontamiento, adaptación, y empoderamiento e impacten en la mejora del bienestar de esta población vulnerable desde el cuidado enfermero.