Introducción
Durante la pandemia por Covid-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) consideró como grupo vulnerable al adulto mayor, ya que fueron quienes estuvieron expuestos a una fase más severa de la enfermedad, de igual manera la Secretaría de Salud en México, reportó el mayor índice de mortalidad en el grupo etario de los 60 a 74 años.1,2
Durante la crisis epidemiológica, se alertó a la población sobre las medidas de seguridad que debían adoptar, siendo el principal blanco la población adulta mayor. Por otro lado, se difundió un exceso de información a través de vía electrónica o por otros medios y que en ocasiones fue errónea.3 Derivado del exceso de información se incrementó el riesgo de problemas de salud generando: depresión grave, estrés postraumático, incremento de angustia, miedo, terror, ansiedad, estrés agudo, crisis emocionales y de pánico, duelo, reacciones colectivas de agitación, descompensación de trastornos psíquicos y somáticos, afecciones en la cantidad y calidad del sueño, mayor fatiga durante el día y falta de cuidados adecuados.4-6
Por otro lado, se publicaron artículos relacionados con las repercusiones a la salud mental durante la pandemia por Covid-19, que fueron abordados desde el paradigma cuantitativo, y ello hace pensar que se requiere de un acercamiento desde una visión cualitativa que permita la comprensión de la experiencia ante un fenómeno como el que se acaba de describir. Algunos estudios de investigación mostrados sobre los significados de las experiencias vividas, se asocian con el impacto generado con el confinamiento, la accesibilidad a los servicios sanitarios durante la pandemia y los cambios en el proceso de la comunicación. Sin embargo, ante algunos vacíos identificados sobre las experiencias y significados vividos, surge la necesidad de comprender la experiencia vivida del adulto mayor ante la infodemia por Covid-19.7-13
Metodología
Se llevó a cabo un estudio cualitativo fenomenológico que de acuerdo con el filósofo Max Van Manen, permite la comprensión del comportamiento, pensamiento y emociones de las personas a través de la reflexión de experiencias.14
Para ello, se empleó un muestreo intencionado para un primer acercamiento a la población y posteriormente con una técnica por bola de nieve, donde los participantes referían a otros. Para dar inicio, el primero fue seleccionado del círculo de trabajo de la investigación y la totalidad de los informantes clave seleccionados se determinó a partir de la saturación de los datos. Cabe señalar que para seleccionar a los participantes que formarían parte, se consideraron algunos criterios: adultos mayores de 60 años residentes de la ciudad de San Luis Potosí, México, que no presentaran deterioro cognitivo (determinado a partir de la prueba de Pfeiffer) y que además permitieran mediante un consentimiento informado ser entrevistados.
El acercamiento hacia el escenario de recolección de información se hizo a través de una entrevista fenomenológica que permitió obtener narrativas a profundidad de los informantes. Para el logro de ello, se elaboraron preguntas de carácter abierto y exploratorio, teniendo como guía la siguiente: ¿Puede usted platicarme como ha sido su experiencia ante el Covid-19?, se complementó a lo largo de la entrevista, según el rumbo de la conversación y lo que el entrevistador consideró pertinente.
Para el tratamiento de la información obtenida, se llevó a cabo un análisis a profundidad en tres fases. La primera etapa: análisis de la experiencia, la cual se realizó por medio de una entrevista fenomenológica que fue audio grabada, posteriormente se escuchó y se identificaron elementos lingüísticos, para la identificación de frases significativas. Cabe hacer mención que se realizó la transcripción de manera fiel mediante el procesador de texto y para la codificación de los datos se agruparon en tablas, en el programa Excel, para su interpretación. Es importante señalar que para cumplir con la protección de identidad del informante se asignó un pseudónimo, lo que garantizó la confidencialidad de los participantes.
Para la segunda etapa de análisis, que comprendió la identificación de temas que el informante fue desvelando en sus narrativas, permitió captar aquellas que fueran significativas, a partir del empleo de una reflexión macrotemática y microtemática empleada por el investigador.
Por último, en la tercera etapa, que comprendió la descripción de la experiencia vivida de los adultos mayores, se llevó a cabo una relación entre una descripción reflexiva y la relación entre categorías.
Se obtuvo aprobación en primera instancia del Comité Académico perteneciente al Programa de la Maestría en Administración en Enfermería de la Facultad de Enfermería y Nutrición, San Luis Potosí, México. Posteriormente, se hizo uso del registro como proyecto macro denominado “Infodemia de Covid-19 y sus repercusiones sobre la salud mental en personas adultas mayores: un estudio multicéntrico en Brasil/ Portugal/ España/ Italia/ Chile/ Estados Unidos/ México” con aprobación CNPQ - Processo 403323/2021-5 y CNPQ - Processo: 312355/2021-1, que fue sometido y aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Enfermería y Nutrición (CEIFE) con número de registro: CEIFE-2020-337.
Por otro lado, las consideraciones ético-legales de la presente investigación se sustentaron en la Ley General de salud, en la Declaración de Helsinki y en la NOM-012-SSA3-2012, que establece los criterios para la ejecución de proyectos de investigación para la salud en seres humanos, salvaguardando los criterios de rigor metodológico que implica un estudio cualitativo, no habiendo conflicto de intereses por los autores.15-17
Resultados
En los discursos de los participantes se encontraron unidades de significado sobre los adultos mayores, quienes estuvieron bajo un bombardeo constante de información que condicionó la experiencia vivida.
De acuerdo con las características sociodemográficas de los participantes, 18 informantes, la edad promedio fue de 66,3 años, con predominio de participantes mujeres y por ende la ocupación corresponde a labores del hogar por condiciones de género, conviviendo en su mayoría con algún familiar al interior de su domicilio, estado civil casado y sin padecer Covid-19.
En el análisis de las entrevistas se identificaron testimonios y códigos in vivo, agrupados en las siguientes categorías:
-
-Distintas formas de expresión del miedo, que se compone por las emociones que presentó el adulto mayor al encontrarse en una situación inesperada e incierta, al enterarse del inicio de una pandemia, donde se encontraban en mayor vulnerabilidad y riesgo de perder la vida, amigos, familiares y empleo.
Los sentimientos expresados fueron principalmente incertidumbre por el desconocimiento, en una situación que nunca habían enfrentado. Se generó incredulidad, porque no todos confiaban en que se dijera por completo la verdadera situación por la que se estaba atravesando. Apareció un sentimiento de miedo y de tristeza ante las perdidas, humanas, materiales, económicas y de funcionalidad, así como también ante la separación de seres queridos: “nada, miedo, miedo a lo que iba a pasar, como le digo, una angustia, no poder, no saber cómo, cómo pasarla en esos días pues tristes también porque el encierro y el estar pues separados…” (Susana F.).
-
-Tejiendo lazos de ayuda durante el confinamiento por Covid-19: se encontró que contaban con fuertes pilares de apoyo para afrontar situaciones de crisis, se sentían tranquilos y seguros al poder compartir sus sentimientos con amigos, familiares y vecinos; les otorgaron apoyo económico, ofrecieron trabajos para solventar gastos, disminuir la tensión y estrés asociada al dinero, fueron proveedores, realizaron las compras de lo necesario para que el adulto mayor no se expusiera y pudiera continuar en aislamiento para su protección.
Las redes familiares apoyaban de forma activa, reconfortaron en situaciones de tristeza y miedo, sin embargo, no todos contaban con el apoyo, por lo que se valían de la ayuda de los vecinos, para las labores del hogar de manera ocasional, así como también se mantenían al pendiente de alguna necesidad de alimento o atención médica, esto hacía sentir acompañados a los adultos mayores y disminuían los sentimientos de tristeza y soledad: “La verdad a veces me ponía a llorar, por todas las noticias tristes que escuchaba, pero siempre he tenido muy buena relación con mi hermana y lo platicábamos y eso me hacía sentir mejor” (Fernanda D.).
-
-El circulo social como fuente de confirmación de los medios de comunicación: se hicieron uso de medios más tradicionales como la televisión, consultando programas de noticias confiables y programas de espectáculos poco confiables para poder informarse, también escuchaban radio y se informaban a través de los periódicos en su versión digital e impresa. Por otro lado, los medios electrónicos fueron consultados para información que les resultaba confiable y les apoyaba para adoptar las medidas de protección, que realizaban hasta que veían o escuchaban de forma directa con su entorno, dudaban que fuera algo que les llegaría, lo veían como algo lejano, donde, las medidas emitidas resultaban “exageradas” o poco confiables.
En cambio, para otros, toda la información recibida les hacía sentir un mayor temor de poder enfermarse. Para algunos de ellos las principales fuentes de información fueron los amigos o familiares, siendo solo receptivos, lo que les hacía sentir confianza y tranquilidad ya que consideraban que las noticias provenían de alguien que se mantenía bien informado: “Era un bombardeo muy grande de información que quien sabe cuántos casos diarios, que bla, bla, las conferencias matutinas y ya. Al principio si le ponía atención, después ya no, ya no, no le veía mucho caso y cómo yo cumplía con lo que me decían bien” (Sandra R.).
-
- La incomodidad ante el uso de las medidas de protección personal: incluye las precauciones que cada adulto mayor consideró necesarias y aprendió para la gestión del autocuidado durante la contingencia por COVID-19. Algunas de estas medidas fue el uso de cubrebocas, como principal protector, pero representaba una incomodidad utilizarlo, así como un costo extra para adquirirlos, al igual que artículos como sanitizante y gel antibacterial.
Otra medida impuesta fue la restricción de visitas. Para algunos continuaban las reuniones familiares, preservando las redes de apoyo dentro del núcleo familiar, realizando estas con las medidas de seguridad que consideraban apropiadas fortaleciendo los lazos afectivos. Sin embargo, para otros esta medida los dejó aislados, acrecentando los sentimientos de soledad y tristeza: “Pues mal por lo mismo de no poder ver uno a su familia, de no poder estar con ellos, estar uno aislado, nada más viendo por una ventana a ver quién pasaba” (Petra G.).
-
-Sufrimiento por las consecuencias económicas del COVID-19: surgen las preocupaciones económicas, miedo por no poder pagar deudas, intranquilidad por la pérdida de empleo o la incertidumbre de llegar a perderlo, incrementando sentimientos de desesperación y frustración.
En algunos casos el adulto mayor era el principal proveedor del hogar, lo que generaba preocupación por los gastos que tenía que solventar en caso de que algún familiar se enfermara, en la compra de artículos de limpieza, todo esto aunado a la reducción de sueldos generaban mayor intranquilidad: “no tanto, la enfermedad como la economía que pues se estaba acabando el dinero y pues que íbamos a hacer verdad” (Susana F.).
- Espiritualidad en tiempo de pandemia: se mantenían fieles a sus creencias religiosas, esperando y confiando en que todo saldría o salió bien gracias a un ser supremo al que encomendaban su fe, poniendo en sus manos su salud y el alivio de la enfermedad. Se mantenían acudiendo a las iglesias, respetando las medidas de seguridad movidos por un alto sentido de devoción y agradecimiento: “pues sí, pues todo lo que hacía uno lo que podía, encomendarse a Dios y luego hacer los trabajos aquí de la casa y seguir adelante, verdad, estar agradecidos con el Señor que no nos llegó esa enfermedad” (Juan F.).
-Las pérdidas del Covid-19: comprende el proceso de aceptación vivido, que implicó pérdidas humanas, como el deceso de amigos, familiares, conocidos, que generó sentimiento de ira, tristeza, frustración y miedo. Se tuvo que afrontar la pérdida de la autonomía derivada del encierro, al ser separados de su lugar de trabajo y verse imposibilitados para poder buscar uno nuevo o el poder salir a realizar sus actividades cotidianas, quedando dependientes de sus redes de apoyo más cercanas. Aunado a ello apareció la perdida de la funcionalidad y problemas de salud mental como ansiedad y depresión: “nada más me quedaron como te digo, lo que fue el dolor muscular, y hasta la fecha, hasta la fecha sigo con molestias en los brazos como si los trajera dislocados” (Gustavo S.).
Discusión
Dentro de la categoría Distintas formas de expresión del miedo el miedo se identifica como uno de los elementos centrales de los resultados, el cual, de acuerdo con varios autores sobresale el temor ante la muerte como parte de la vejez, difiriendo de ello, en el presente estudio no fue el detonante de este sentimiento, sino la constante exposición a la infodemia durante la pandemia por Covid-19. Otro teórico, utiliza el término de “precariedad”, que es concebido como el tener miedo: miedo a perder (objetos sociales); significado que coincide plenamente con la expresión de sentimientos generados ante la vivencia, donde los participantes expresaban el miedo ante la pérdida de seres queridos, a la infodemia, a la enfermedad, a la pérdida de empleos, condicionando un estado de sufrimiento mental.18-22
Ante ello es preciso replantear la experiencia vivida en los procesos como elementos que ponen en vulnerabilidad a las personas mayores rescatando los estados emocionales de los adultos mayores en aislamiento social durante la pandemia, dejando atrás prejuicios que asocian la etapa de la vejez con el temor ante la muerte, la cual trae consigo sentimientos de incertidumbre y preocupación, refiriendo que existen otros factores contextuales que suman al desarrollo de este tipo de sentimientos.
La categoría denominada tejiendo lazos de ayuda durante el confinamiento por Covid-19, expone la importancia de las redes de apoyo, que de acuerdo con diversos autores la ayuda en la etapa de la vejez proviene principalmente de los familiares, contemplan los factores emocionales y económicos siendo los más significativos los que se brindan desde el acompañamiento emocional. Por otro lado, aquellos adultos mayores que no cuentan con un apoyo familiar fuerte, generan lazos de ayuda a través de las amistades, quienes cumplen como un soporte fundamental. Otros autores emplean el término de “capital social” que habla de poseer una red durable de relaciones y la adhesión a un grupo.21-22
De esta manera, en acuerdo con lo anterior, durante el presente estudio se evidenció que uno de los pilares más importantes para sobrellevar la infodemia y la carga emocional, fueron las redes de apoyo, por lo que se debe de considerar en esta etapa de la vida la trascendencia al contar con ellas para el adulto mayor, ya que conlleva una gran oportunidad de mantener una adecuada salud mental a través del contacto humano, sentimental y emocional.
En el circulo social como fuente de confirmación de los medios de comunicación, se considera la importancia que tiene el círculo social para la toma de decisiones. Para algunos autores la familia tiene un alto valor de ayuda y de apoyo emocional, así como la confianza de poder conversar cualquier tipo de problemática o inquietud teniendo un alto valor para la toma de decisiones. Coincidiendo con lo anterior, se detectó que el principal validador de la información e influyente para el acatamiento de indicaciones de salud era a través de una persona de confianza que lo validara. Lo que abre el panorama en cuanto a la integración del círculo social a los servicios sanitarios para la adherencia y apego a los tratamientos.21-24
Dentro de la temática de la incomodidad ante el uso de las medidas de protección personal, diferentes autores consideran que hubo escepticismo durante la pandemia por Covid-19, que estuvo condicionado por no tener un acercamiento directo con algún contagiado por el virus, por desconfianza en las instituciones gubernamentales y medios de comunicación, así como la influencia de las creencias religiosas de manera negativa en la percepción del virus. Difiriendo de ello dentro del presente estudio se describe que los adultos mayores acataban las medidas de seguridad que eran indicadas por los medios de comunicación, aunque resultaba incómodo y se consideraban innecesarias o exageradas.25-26
Dentro de la categoría identificada como sufrimiento por las consecuencias económicas del Covid-19, se considera la preocupación económica de poder satisfacer las necesidades básicas. Algunos autores determinan que la población adulta mayor que labora es dentro del trabajo informal, mientras que la mayoría que son quienes no trabajan se dedican a los quehaceres del hogar, se encuentran pensionados o son dependientes en sus actividades básicas de la vida diaria. Esta situación se reitera en la experiencia vivida por los adultos mayores, quienes se vieron indefensos y acrecentaron sentimientos de desesperación, incertidumbre y frustración, evidenciando la carencia de un sustento fijo de ingresos que les asegure una vida digna durante la vejez.26,27
Situación que remite a considerar de forma holística las estrategias en materia de salud, el considerar que se desplegó una gran cantidad de información a través de diferentes medios de comunicación, buscando la prevención de la enfermedad a través del aislamiento, la separación de sus empleos y el uso de medidas de seguridad, pero hubo otros factores que aquejaron al adulto mayor dejándolo en un mayor estado de vulnerabilidad.
Dentro de la temática espiritualidad durante la pandemia y pérdidas ante el Covid-19, están más allá de la perdida de amigos y familiares. De acuerdo con algunos autores, un determinante ante el proceso de muerte, duelo y viudez es el apoyo social, ya que el contar con compañía de manera inmediata, la fe y religiosidad, facilita el afrontamiento a la pérdida y ayudó a darle sentido a la muerte al considerarlo un plan de Dios.28-30
De acuerdo con la experiencia de los adultos mayores se pudo sobrellevar el proceso de duelo con la ayuda del círculo social, la religiosidad y las redes de apoyo, sin embargo, dentro de la literatura continua su asociación solo a la muerte, pero implicó otros aspectos como la pérdida de empleo, funcionalidad e independencia y el cambio de rutinas.
Conclusiones
El adulto mayor se vislumbra a través de su experiencia como un ser biopsicosocial, que bajo eventos de incertidumbre y de cambio lo predisponen a un estado de fragilidad, modificando su entorno y afectando su salud mental. Lo anterior, nos remite a pensar la delgada línea que existe hacia un estado de precariedad en la etapa de la vejez, este constante miedo a la pérdida de objetos sociales, que disminuye frente a las redes de apoyo y la espiritualidad, temáticas que pueden ser consideradas a profundidad en investigaciones futuras.