Introducción
La intensa convivencia con la muerte en el ámbito sociosanitario puede llegar a alterar el nivel emocional de la enfermera,1 enfrentarla con frecuencia conlleva a dos posturas contrapuestas y evasivas: la indiferencia y la aprehensión. Si bien la institucionalización del morir se convierte en un cómplice, a la hora de mostrarse frente a ella, se vuelve un tabú.2
Es innegable el desarrollo de un fenómeno controversial que involucra no solamente el desenlace de la vida de una persona, sino también el de actividades meramente técnicas y científicas. La labor de cuidado involucra ir más allá del conocimiento adquirido durante la estancia estudiantil, esta es solo la punta del iceberg, puesto que la práctica de técnicas y la aplicación del conocimiento metodológico, conlleva otros saberes individualizados de tipología cultural, social y de creencias. Estas variaciones son las que engrandecen a la enfermera lejos del tradicional concepto del cuidado estandarizado enfocado al cuidado de cuerpos, llevándolo a un cuidado transformador (ya sea consciente o inconscientemente) a las vivencias y experiencias las personas que son cuidadoras, ya que son precisamente el conjunto de lo metódico y lo científico con la labor artística lo que construye el perfil de la enfermera con una implicación ética, profesional.3
La muerte, al ser una realidad subjetiva que conlleva experiencias dolorosas, puede generalizarse en ciertos rasgos, producto del afrontamiento como el morir. Sin embargo, también existe fuera de lo general todo aquello que es impredecible, variable y propio en cada muerte. Puede llamarse efecto a todo aquello objetivo, medible, para lo que se tiene incluso escalas, como lo es el miedo, la ansiedad, la ira. Por otro lado, también tenemos al afecto, en el cual existe todo aquello subjetivo, impredecible y que conforma por ejemplificar los factores que individualizan y dan identidad al ser, como lo político, lo social, la religión, valores, ideologías, etc. El afrontamiento del sufrimiento y la presencia continua de la muerte responde a la necesidad del ser humano de encontrar el sentido de la vida.4
Para Heidegger, la muerte es “la nada como nuestra más extrema posibilidad”. Ella no puede ser imaginada, imaginarla significaría hacerla presente en lugar de siempre inminente, conocida antes que inherentemente fuera de nuestro alcance.5 De ahí nace la inquietud de hacer hincapié en el fenómeno de morir, su impacto en la conducta y cuidados que brinda la enfermera. Surge a partir de la urgente necesidad de visibilizar uno de los procesos más complicados a los que se enfrenta, y de los que no existe una preparación competente para enfrentarla, al grado de ser esta capaz de transformar la percepción de la vida misma, y colateralmente al cuidado, cuyos cambios se determinan por sus valores y creencias, que dependen de la individualidad del ser.
El cuidado es parte de la labor, cultivado y adoptado por la profesión como objeto de reflexión y trabajo,6 este se reinventa, basándose en la heurística, que se define como la capacidad que tiene el hombre de crear o inventar algo, con el fin de proporcionar estrategias que ayuden a la resolución de un problema.7
Se recurre a la fenomenología-hermenéutica debido a que centra su interés en las experiencias de las personas a cerca de algún fenómeno y el modo de interpretarlas5 con el propósito de descubrir el significado del ser o existencia de los seres humanos en una manera diferente a la tradición positivista, en este caso la muerte en pacientes y la interpretación de cada enfermera atribuida a la connotación propia de las experiencias vividas por las mismas, ya que si bien el proceso de la muerte explica la vida, no ocurre lo mismo a la inversa, y de este modo la muerte permanece como una realidad problemática.8
La enfermería se está distinguiendo por la instalación de un nuevo paradigma y conjunto de conocimientos que integran los procesos biológicos con los sociales, espirituales, afectivos, comunicacionales de los sujetos, los grupos y las sociedades humanas. Esta es una conquista que se precisa potenciar y difundir, hacer que adquiera estatus público, científico y político.9
El método de la enfermera Rosemarie Rizzo Parse, con su teoría Humanbecoming se enfoca en honrar la libertad y dignidad humana, ante esto, la persona es un ser con apertura para el conocimiento, que crea sus propias percepciones, a partir de las cuales toma decisiones y desarrolla capacidades de elección. La interrelación ser humano-entorno está mediada por procesos relacionados con costumbres, relaciones interpersonales, valores, contacto con los diferentes contextos (familiar, laboral, social) y los fenómenos que se estructuran a partir de la experiencia de vida (miedo, alegría, esperanza, paz, seguridad, expectativas de cambio, satisfacción). Por lo tanto, el ser humano y el entorno son inseparables, sirviéndonos como guía de referencia para la interpretación de los resultados.10
Parse plantea tres conceptos claves en la co-transcendencia con los posibles cambios que surgen en el cuidado a partir del proceso de morir del otro. El poder es la expresión de la fuerza, la energía para actuar y vivir. La expresión de poder es un proceso inherente a todo cambio, de lo que es a lo que todavía no es, todo a la vez. El poder lo expresa la persona a través de las paradojas que reflejan la lucha entre aquello que tiene y la incertidumbre de lo nuevo. Los posibles emergen así a través de la tensión y del conflicto. La tensión es la lucha que se da en las paradojas y el conflicto es el que ofrece a las personas la ocasión de examinar las perspectivas de los otros en la situación que se vive y de hacer elecciones para avanzar más allá con lo nuevo.11
Con esta investigación se pretende proporcionar un significado al conjunto de vivencias de la enfermera con la finalidad de aportar conocimientos a la disciplina relacionados con las experiencias universales de los seres humanos. La enfermería es una profesión que a lo largo del tiempo viene construyendo y desconcertando su historia. Su relación con la sociedad está orientada por los conceptos, prejuicios y los estereotipos que se establecieron en su trayectoria histórica y que influyen hasta hoy en la concepción de su significado, en cuanto profesión de la salud compuesta por gente que cuida de gente.9 El objetivo de la investigación fue interpretar la experiencia heurística del cuidado en enfermeras después de vivir el morir de sus pacientes.
Metodología
Estudio de carácter cualitativo y exploratorio, con el método creado por la teorista Rossemarie Rizzo Parse denominado Parsesciencing, consistente con la teoría de enfermería Humanbecoming.12 Este método se corresponde con los momentos y etapas de la trayectoria fenomenológica.13
Se consideró que las enfermeras seleccionadas tuvieran sensibilidad artística, inclinación a algún tipo de arte (pintura, dibujo, música, escritura etc.), que por lo menos contaran con una experiencia vivida del morir de algún paciente, de sexo y antigüedad laboral indistinta, mayores de 18 años, además de participar de manera voluntaria y con libertad de abandonar el estudio en cualquier momento.
Se llevó a cabo la entrevista fenomenológica en la cual se incitaba al informante a recordar las veces que se había tenido que enfrentar a la muerte de algunos de sus pacientes y partía de la pregunta “¿Considera que su manera de cuidarlos se modificó después de verlos morir?”. La primera enfermera fue seleccionada por las investigadoras con base a los criterios de inclusión para lograr el primer acercamiento y posteriormente contactarlas por cadena de referencia.14 Las entrevistas se realizaron en los cubículos de la biblioteca norte de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, se tuvieron dos acercamientos, en el primero se les expuso el consentimiento informado y al aceptar participar en el estudio, se les solicitó la realización de una obra artística en la cual se plasmara su respuesta a la entrevista fenomenológica previamente leída, dando tiempo y espacio para que la desarrollaran. En el segundo acercamiento se daba la interpretación de la obra artística. Las entrevistas fueron audio grabadas y posteriormente transcritas palabra por palabra, con análisis de la información de tipo artesanal.
Se recalca la importancia de mencionar que el estudio no solo se centró en la descripción de las experiencias, puesto que abarcó también la interpretación de su significado que da la persona misma con una única pregunta,13 dando así oportunidad de esparcirse sin tomar en cuenta el tiempo, con un ambiente que fue percibido por el informante como seguro, dando oportunidad así de desarrollar una narrativa de enfermería fuera de los prejuicios y sin expectativas por parte de los informantes y fuera de la influencia de cualquier tipo que pudiesen tener las investigadoras.
Las interpretaciones se llevaron a cabo en base a la Teoría Humanbecoming de la enfermera Rizzo Parse, la cual centra su ciencia y arte en la vivencia de experiencias universales.12 Desde esta perspectiva los seres humanos son coautores y expertos indivisibles, impredecibles y en constante cambio sobre sus vidas, siendo estos fenómenos los que dictaminan la calidad de vida y salud de la persona, al dignificar cada uno de ellos. El estudio se realizó bajo las consideraciones ético-legales de la Ley General de Salud en materia de investigación. Para la calidad metodológica se tomaron en cuenta los criterios de Credibilidad, Transferibilidad, Triangulación.
Resultados
El estudio estuvo conformado por 5 enfermeras que contaron con las características de inclusión al estudio, con edades entre 23 y 30 años, 4 de 5 eran mujeres (Tabla 1).
Características sociodemográficas | Obra y descripción |
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Informante 1, 24 años Antigüedad: 2 años y medio Católico | Canción acústica en la que mencionó: “La canción está dividida en tres partes; la primera es de duda, la segunda representa un ‘arreglo’ como si algo se hiciera bonito, y en la última aceptación”. |
Informante 2, 25 años Antigüedad: 2 años Católica | Dibujo, narrativa y acróstico, relacionado con la palabra “enfermería”. |
Informante 3, 23 años Antigüedad: 3 años 2 meses Cristiana | Dibujo en el cual plasmó a un paciente que marcó su estancia en área COVID. |
Informante 4, 30 años Antigüedad: 6 años Católica | Escrito; resaltó dos palabras: “resiliencia y empatía”. |
Informante 5, 25 años Antigüedad: 6 años Católica | Canto sacro, lo identificó como algo bello y que la conectó con lo divino, lo relacionó con los cuidados que brindó a sus pacientes al morir. |
En su mayoría, los informantes experimentaron una transformación en su cuidado, identificaron sus necesidades y las de cada paciente, al ser conscientes de la dignidad humana y la importancia del acompañamiento del paciente en su proceso de morir. También se encontraron conductas evasivas e indiferentes en menor frecuencia. Contrario a lo anterior, se observó una inclinación a la atribución de la muerte como una experiencia que formó parte de ellos, lo que llevó a los informantes a la búsqueda de la gratificación personal y de conciencia por lo realizado al paciente. Se identificaron quince subtemas clasificados en tres unidades de significado.
Cuidado de sí. Constantemente las enfermeras participantes mencionaron modificar la manera de brindar sus cuidados a partir de vivir el proceso de morir de algún paciente, con el propósito de afrontar el impacto emocional que conlleva, así como buscar gratificación personal y de conciencia con lo realizado para el paciente: “Siento que mis cuidados sí han cambiado porque siempre podemos hacer algo más por el paciente, o sea pesar de que a veces estemos con miles de cosas y cargadas de trabajo siempre tenemos un plus que podemos dar a alguien… siempre va a haber alguien” (Informante 4, Párrafo 6). “Siento que es como donde aprendí el antes y el después de lo que es la muerte” (Informante 1, Párrafo 2).
Cuidado del otro como de sí. Las enfermeras expresaron como prioridad la manera en la que el paciente vive la experiencia de morir, por lo tanto, modificaron sus cuidados enfocados totalmente al paciente y sus experiencias, se adaptaron los cuidados a la dignidad humana y se mencionó tomar el lugar del otro para entender sus necesidades: “La relación con mis pacientes siento que esa belleza que me inspira la música me hace reconocer la belleza del otro, me hace como ser más empática y comprender que ellos también están en busca de belleza como todos nosotros, entonces en mi cuidado pues trato de manifestar ese poquito destellito que ellos están buscando de verdad, de bello, de bueno, siento que tiene mucha relación el arte con mis cuidados” (Informante 4, Párrafo 3). “Yo hago lo que a mí me quisiera que me hicieran, o sea siempre ponerte en el lugar del paciente” (Informante 3, Párrafo 2).
Cuidado profesional. Las enfermeras modificaron el cuidado con el fundamento científico y profesional de la disciplina sin perder de vista la condición humana de los pacientes, buscaron satisfacer sus demandas físicas, espirituales y de su entorno, y brindaron cuidados individualizados desde una perspectiva profesional: “Le dije, platicando con ella pensando que tal vez me escuchaba, que descansara, y que hiciera suya la enfermedad; el monitor, el tubo que le pasaba por la garganta, el suero, la sonda, la cama, la cobija… Era su lucha, su enfermedad, no la mía” (Informante 1, Párrafo 3). “Entonces nosotros aparte de nuestros cuidados específicos para esa persona incluíamos algo más y en este caso fue el arte” (Informante 4, Párrafo 1).
La dimensión artística fue considerada por los participantes como una herramienta de reflexión, enfatizando en la teoría de Parse, ciencia que registró informes de experiencias personales y los analizó de forma sistemática, lo que identificó los aspectos de las experiencias vitales compartidas por los informantes, desde esta perspectiva se descubrió la evidencia, se fue testigo de un conocimiento siempre cambiante, a medida que las nuevas percepciones cambiaron el significado y la verdad del momento. Se descubrieron las esencias de los fenómenos vividos para conseguir una comprensión más profunda de las experiencias humanas universales. Esta comprensión evolucionó a partir de la conexión de las descripciones dadas por las personas acerca de la teoría que hizo así más explicitas las esencias del ser humano15 que, contrario a lo que se piensa, la enfermería reflejó en esta investigación la parte de la profesión que va más allá de lo metódico, lo práctico, y el fundamento meramente científico, aportó al estudio una visión ampliada del paciente como ser. De este modo, se tuvo en cuenta que la enfermería estudió el cuidado de la experiencia o la vivencia de la salud del humano, que se dio principalmente por la condición subjetiva que le constituye, el espíritu, haciendo alusión a lo que hizo humano al sujeto.16
Durante la interpretación de los participantes se identificaron distintos hallazgos de importancia, tales como:
-Estigmas sociales, denominada como una etiqueta social desacreditante que cambia la forma en que un individuo se percibe a sí mismo y lo descalifica de la plena aceptación social. Esto se vio relacionado con que la sociedad considera que la enfermera tiene ciertas actitudes y sentimientos referente a los cuidados que se brindan en el proceso de morir y la muerte, ya sea al paciente o a sus allegados, percibidos como negativos.17
-Deidad, ya que la divinidad interviene en los cuidados que requiere el paciente debido a sus creencias y también en cómo la enfermera se desenvuelve al realizar dichas actividades, tomándolas siempre en cuenta y teniendo la esperanza de la existencia de algo después de la muerte.18
-Búsqueda de la belleza y algo superior, el cuidado manifiesta la verdad, amor y belleza que como ser humano se busca a lo largo de nuestra vida en cualquiera de sus etapas, dentro de la etapa final el paciente se ve necesitado de alimentar su mente con ideas que trascienden lo material por lo que la enfermera trata de cubrir estas necesidades con sus cuidados y acompañamiento.19
-Percepción del área hospitalaria como deprimente, la hospitalización del paciente supone una interrupción en la vida habitual del paciente, un cambio en sus hábitos, en sus relaciones personales y en sus ocupaciones, por lo tanto, debido a estas experiencias propias o ajenas durante la estancia se introyectan ideas negativas.20
-La divinidad, como respuesta a la incertidumbre del hombre: la espiritualidad en el cuidado de las enfermeras representa el ir al encuentro de dos almas, de dos espíritus, de dos seres humanos unidos por una verdad superior que muestra la vulnerabilidad, la fragilidad, la fuerza de salir adelante en un contexto de salud que puede llevar a trascender.19
Discusión
La muerte es una realidad subjetiva que ha sido estudiada por distintos autores con el propósito de entender las experiencias que pueden llegar a desencadenarse en sentimientos de ansiedad, intranquilidad, inseguridad, etc., que puede provocar una atención inadecuada, manifestada por actos de rechazo y escape.1
Con los resultados obtenidos, se coincide con un estudio realizado en Chile,21 con 157 enfermeras, en que los cuidados sí se perciben modificados al afrontar la muerte de sus pacientes, de una manera sensibilizada y humanizada, contrario al pensamiento de insensibilidad que se les adjudica a las enfermeras. En un artículo sobre angustia ante la muerte se menciona que hay situaciones en las que el ejercicio profesional se ve limitado por institucionalismos o incluso por perjuicios personales y de la sociedad.22
Las enfermeras reconocen como pobre o insatisfactoria la preparación profesional respecto a la muerte. Además, la muerte de los pacientes es significativa para ellas, al igual que en este estudio. Esto lleva inexorablemente a las enfermeras a fortalecer el conocimiento sobre sí mismas, reflexionar sobre sus acciones, identificar sus limitaciones y sus fortalezas, orienta a la coherencia entre pensar, sentir y hacer. El conocimiento de sí mismo fortalece la relación humana entre las personas.23
Parse, con su teoría Humanbecoming, permite comprender cómo la muerte afecta las formas de cuidado. Esta teoría es el horizonte de indagación para investigar las experiencias de vida del universo humano.14 Los cuidados que brindan las enfermeras se manifiestan modificados a partir de la muerte, existe un cambio en la conciencia, la percepción de la vida propia y la de los demás como resultado de las emociones que experimentan. La teoría de Parse nos ayuda a entender este fenómeno a partir de la gran cantidad de posibilidades de expresión que el ser humano puede realizar, en este caso, el arte.
Se coincide con Parse que el cambio está en curso y el universo humano es impredecible, siempre cambiante. Al pensar en un futuro no muy lejano, las tecnologías tomarán lugar en las ciencias de la salud, muy probable ésta se vuelva deshumanizante por lo que la enfermería como ciencia humana estará a cargo de compensar esto con atención libre y dignificada.14 La disciplina de enfermería es única e independiente en la capacidad de interpretar experiencias, sin estar comprometida a involucrar métodos de otras disciplinas.24
Con este estudio, se confirma que como Parse lo expresa, la evolución humana en el universo elige libremente el significado personal de la situación en un proceso subjetivo donde se priorizan los valores de la vida. Es por ello que la muerte nunca significa lo mismo para todos, cada ser humano va cocreando sus pautas para relacionar los procesos que vive, con el universo. Cada persona elige el significado de sus realidades y cómo modifican sus acciones.
En la disciplina, el proceso de la muerte es un fenómeno que dada su inexactitud resulta poco expresado. La gran mayoría de los profesionales consideran la muerte como inevitable y natural,25 el experimentar una transformación en su cuidado, logra identificar mejor sus necesidades y las de cada paciente, esto colateralmente aumenta su conciencia de la dignidad humana y la importancia del acompañamiento en el proceso de morir.
La estrategia cualitativa del estudio permite identificar lo inexorable de los afectos que la muerte tiene sobre el cuidado. Constantemente se refiere a la enfermería como un arte, son necesarios este tipo de estudios para promover la evolución a seres conscientes sobre la parte humana de cuidar. Buscar las herramientas necesarias acompañadas de las estrategias más adecuadas para lograr vincular el arte con la ciencia humana que la enfermería representa es una tarea pendiente como disciplina, y responsabilidad individual de cada profesionista al momento de ejercer su práctica diaria.26
Conclusiones
La vivencia de cuidar a personas que están en proceso de morir posibilita la evolución en los significados del cuidado expresados a partir de formas estéticas manifestadas por las enfermeras. Esto es que, en función a los resultados, se logra reconocer un cambio positivo en la transformación del cuidado y la confirmación de la muerte como un fenómeno poco explorado que conlleva en su proceso implícitamente una serie de emociones y experiencias universales.
La cantidad de posibilidades de expresión que el ser humano puede realizar, da lugar a la fuerte influencia que tiene la fenomenología hermenéutica sobre la teoría de Parse. Por lo cual, la dimensión artística (cuya base es la interpretación), es considerada en la metodología como punto de partida por los participantes, como una herramienta de reflexión maleable y expandida al dar a conocer sus experiencias.
Es necesario este tipo de estudios exploratorios para crear una conciencia sobre el cuidado que tiene la disciplina, pues se obtiene el beneficio de alimentar la enfermería al explorar los factores que influyen en la transformación de una enfermera y sus cuidados al exponerse al fenómeno de la muerte.