Introducción
El suicidio representa un grave problema de salud pública en todas las regiones, al ser la cuarta causa de mortalidad general en jóvenes de 15 a 29 años, con tasas más altas en hombres que en mujeres, y en estratos socioeconómicos bajos y medios.1 La tasa de suicidio en México para 2021 fue de 6,5 suicidios por cada 100.000 habitantes, con aumento paulatino anual. En población de 10 a 14 años, la tasa fue de 2,1 suicidios, donde los niños presentaron una tasa de 2 suicidios y las niñas, una tasa de 2,3 suicidios.2
El suicidio se presenta en poblaciones cada vez más jóvenes, por lo que el escrutinio de los factores asociados en población de edad escolar, se hace necesario y relevante. Se reconoce la presencia de algunos predictores de suicidio, dentro de los que destaca el acoso escolar (bullying), tanto el tradicional3-5 como el cibernético4,6 y su relación con la presencia de conductas suicidas e ideación suicida en niños, tanto en las víctimas como en los victimarios.6 También se menciona que ser víctima de acoso escolar se asocia con la presencia de pensamientos suicidas3 y con el suicidio en esta población.
Otra variable que tiene gran impacto en estas conductas, es el nivel de funcionalidad familiar o algunas características familiares. La presencia de conflictos familiares5 o vivir en familias disfuncionales o reconstruidas,7 sufrir maltrato,8 se asocia con la presencia de conducta suicida, autolesión9 o intento suicida.8
Por otra parte, se ha encontrado que el bajo nivel de autoestima en los niños influye en la presencia de ideación suicida10 y conductas suicidas.11 Así mismo, se reconoce que la baja autoestima es más prevalente en las niñas,11 y son más vulnerables para desarrollar este tipo de conductas.12
Estos datos son abrumadores y reflejan la urgencia de la identificación temprana y referencia a tratamiento oportuno, libre de estigmas de los factores predictores de suicidio en niños, tanto de escuelas públicas como privadas, ya que en población mexicana son escasos, y la mayoría de ellos se realizaron en otros países y con población principalmente adolescente, e incluso, ya con antecedente de intento suicida. Por ello, el propósito de este estudio fue determinar los factores predictores (acoso escolar, funcionalidad familiar y el nivel de autoestima) de conductas suicidas (ideación suicida, intento suicida y riesgo suicida) en niños de edad escolar.
Método
Se realizó un estudio descriptivo transversal predictivo. La población de estudio estuvo constituida por niños de edad escolar inscritos en cinco escuelas primarias públicas y cinco escuelas privadas. La muestra estuvo compuesta por 308 niños, mujeres y hombres seleccionados mediante muestreo aleatorio estratificado por género y grado escolar. Se incluyeron niños aparentemente sanos, con edad de 9 a 12 años, quienes entregaron firmado el consentimiento escrito de los padres o tutores para su participación, y asintieron su participación en el estudio. Se excluyeron niños con diagnóstico médico o psicológico de enfermedad mental o tratamiento para ello, reportada por los padres.
La medición de las variables incluyó datos sociodemográficos como la edad, sexo, si los padres viven juntos, con quien vive, número de hermanos, número de hijo en la familia, escuela y grado escolar, los cuales se registraron en una cédula elaborada exprofeso. Los predictores de suicidio valorados fueron el acoso escolar, funcionalidad familiar y el nivel de autoestima.
El acoso escolar se valoró con una subescala del índice de Bullying,13 la cual mide la percepción de acoso entre los estudiantes en la escuela, consta de ocho enunciados, con una escala de respuesta de seis puntos, de uno (fuertemente en desacuerdo) a seis (fuertemente de acuerdo); mayor puntaje representa mayor percepción de acoso escolar. En este estudio se encontró una consistencia interna de,67.
La funcionalidad familiar se midió con la escala Apgar familiar,14 la cual explora la satisfacción de los miembros de la familia sobre cinco aspectos de su funcionamiento: adaptación, compañerismo, crecimiento, afecto y resolución, Dicha escala compuesta por cinco preguntas cerradas, con tres opciones de respuesta: 0 = casi nunca, 1 = algunas veces y 2 = casi siempre. Los resultados se clasifican en tres niveles, altamente disfuncional (0 a 3), moderadamente disfuncional (4 a 6) y funcional (6 o más); puntajes mayores indican mejor percepción de la funcionalidad familiar. En este estudio se encontró un alfa de Cronbach de ,70.
El nivel de autoestima se valoró con la escala de Rosenberg,15 conformada por 10 ítems de los cuales del 1 al 5 se califican de 4 a 1puntos, y del 6 al 10, de 1 a 4 puntos. Esta escala cuenta con cuatro opciones de respuesta: donde 4 = muy de acuerdo con el enunciado y 1 = muy en desacuerdo; a mayor puntaje, mejor percepción positiva de sí mismo. En este estudio se encontró un alfa de Cronbach de ,68.
Finalmente, la conducta suicida en el último año se midió con la escala de suicidalidad de Okasha. Está compuesta por cuatro enunciados que exploran tanto la ideación suicida como el intento suicida. Los tres primeros enunciados evalúan la ideación suicida, cuya escala de respuesta es de cero a tres (cero = nunca hasta tres = muchas veces). El cuarto enunciado evalúa el intento de suicidio, cuya forma de respuesta es de ningún intento = cero, un intento = uno, dos intentos = dos, tres o más intentos = tres). El puntaje total de la escala de suicidalidad fluctúa entre 0 y 12 puntos, a mayor puntaje, mayor gravedad de los síntomas. Valores por encima del percentil 50 se considera como riesgo de suicidio.16
Una vez seleccionadas con el apoyo de tabla de números aleatorios las escuelas participantes, se visitaron dichas escuelas para explicarle el proyecto a los directivos y solicitarles autorización para desarrollar el estudio en ellas, así como el listado de los grados en que se encuentren niños con la edad estipulada (3° a 6° grado) para hacer la selección mediante muestreo sistemático. Se reunió a los niños seleccionados y se les explicó generalidades del proyecto, y se envió a través de ellos en sobre cerrado el consentimiento informado para que lo revisaran los padres o tutores, y en su caso firmaran su autorización. Se les pidió que fuera devuelto en los tres días siguientes.
Al completar la recolección de los consentimientos firmados por los padres, se pidió el asentimiento de los niños, para lo cual, se les reiteró que su participación era voluntaria y podrían suspenderla en cualquier momento. A quienes lo otorgaron, se les programó el día de la aplicación de los instrumentos en el área que la institución asignó (máximo 30 niños por momento de aplicación). Una vez reunidos, se les dio la bienvenida, se les entregaron los instrumentos y se les dieron instrucciones generales sobre el llenado, así mismo se les informó que se estaría al pendiente para la aclaración de alguna duda que se presentara.
Se les suministró un lápiz para el llenado de los instrumentos, cuya aplicación inició con la obtención de los datos generales, luego llenaron la escala de acoso escolar, seguida por la escala del apgar familiar y la escala de autoestima y se concluyó con la escala del índice de suicidalidad. Al finalizar el llenado, se revisó cada instrumento para corroborar que no dejaron enunciados sin responder, o con respuestas duplicadas. Con ello se dio por concluida la participación de los niños de edad escolar y se agradeció su participación. Posterior a la captura y análisis de datos, se envió a cada una de las escuelas un resumen de los resultados obtenidos, así como recomendaciones generales para la promoción de la salud mental en esa población.
Para la captura y análisis de datos se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 24. El análisis incluyó estadística descriptiva (medidas de tendencia central y de dispersión) para describir las características de la población. Se verificó la distribución de los datos con la prueba de Kolmogorov-Smirnov, los cuales no mostraron distribución normal. Para comparar los predictores (acoso escolar, autoestima, funcionalidad familiar) de conductas suicidas en niños de edad escolar (ideación suicida, intento suicida y riesgo suicida) por tipo de escuela, se utilizó el estadístico de prueba U de Mann Whitney. Para identificar la asociación de los factores predictores de conductas suicidas con la probabilidad de que los participantes presentaran conductas suicidas, se utilizaron modelos de regresión logística binaria, con el método intro. Se utilizó la prueba de bondad de ajuste de Hormer y Lemeshow con p>,05 para evaluar la bondad de ajuste del modelo.
Este estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Bioética (CONBIOETI-CA-25-CEI-001-20211201) y se apegó en todo momento a lo establecido en la declaración de Helsinky. Los padres o responsables legales de los niños de edad escolar otorgaron de forma voluntaria el consentimiento informado de la participación de sus hijos en el estudio luego de haber leído en el documento los objetivos del estudio, mediciones, así como la garantía de que sería aclarada cualquier duda que surgiera tanto a ellos como a los niños. Se les incluyó información sobre la libertad de retirar su consentimiento o asentimiento en cualquier momento. Se guardó el anonimato y confidencialidad de los participantes conservando los instrumentos y hojas de registro en un lugar sin acceso por parte de personas ajenas y en la base de datos se utilizaron códigos para evitar la identificación de los respondientes. Este estudio se consideró de riesgo mínimo.
Resultados
La muestra estuvo conformada por 308 niños de edad escolar, con un promedio de 10,03 años (DE=,89 años) de edad, y la mayoría correspondieron al sexo femenino (f=156, 51,6%). Respecto al número de hermanos, se reportó un promedio de 1,93 hermanos (DE=1,48), mientras que, en cuanto a la posición entre los hermanos, 44,2% (f=136) refirió ser el primer hijo y 28,9% (f=89) el segundo hijo. El 69,5% (f=214) refirió que sus padres vivían juntos y el resto vivía con la madre, el padre u otro familiar (f=95, 30,5%). En relación a la escuela de procedencia, el 54,9% (f=169) pertenecía a escuela públicas y el resto a escuelas privadas.
En cuanto a los factores predictores de conductas suicidas, se encontró que el 43,8% (f=135) de los niños reportaron acoso escolar leve, 40,3% acoso escolar moderado (f=124) y 15,9% (f=49) reportó acoso escolar grave. Respecto a la percepción de la funcionalidad familiar, el 79,2% de los escolares, percibió su familia con disfuncionalidad grave, 16,9% (f=52) percibieron su familia con disfuncionalidad moderada y 3,9% (f=12) con funcionalidad familiar normal. Los niveles de autoestima reportados por los niños de edad escolar fueron normales (f=96, 31,2%), moderada (f=187, 60,7%) y baja (f=25, 8,1%).
Dentro de las conductas suicidas, se encontró sin ideación suicida al 53,2% (f=168) de los niños, mientras que el 29,2% (f=90) con ideación suicida leve, el 10,7% (f=33) refirió ideación suicida moderada, y 5,5% (f=17) reportaron ideación severa. Respecto al intento suicida, 87,3% (f=269) de los niños negó algún intento suicida y 12,7% (f=39) lo afirmó. Al clasificar las conductas suicidas, el 89,9% (f=277) resultó sin riesgo suicida y un 10,1% (f=31) sí presentó riesgo suicida.
Respecto a la diferencia en el acoso escolar, la funcionalidad familiar, el nivel de autoestima y las conductas suicidas (ideación suicida, intento suicida y suicidalidad) de los niños de edad escolar por tipo de escuela, solo se encontró diferencia significativa en el nivel de acoso escolar, donde los niños de escuela pública sufren mayor acoso escolar que los niños de escuela privada (p = ,026) (Tabla 1).
Variables | Escuelas públicas | Escuelas privadas | ||
---|---|---|---|---|
Mediana | Mediana | U | p | |
Acoso escolar | 47,5000 | 37,5000 | 13,481,000 | ,026 |
Autoestima baja | 28,0000 | 63,3333 | 10,789,500 | ,218 |
Disfuncionalidad familiar | 20,0000 | 10,0000 | 13,009,000 | ,098 |
Riesgo suicida | ,0000 | ,0000 | 12,183,500 | ,335 |
Ideación suicida | ,0000 | ,0000 | 12,647,000 | ,204 |
Intento suicida | ,0000 | ,0000 | 12,702,000 | ,180 |
*U: U de Mann Whitney.
**p: Valor de la significancia estadística
Se aplicó un modelo de regresión logística binaria para identificar los factores predictores (acoso escolar, autoestima y funcionalidad familiar) de conductas suicidas (ideación suicida, intento suicida y riesgo suicida) en niños de edad escolar, los resultados mostraron que el acoso escolar aumenta 3,1 veces el riesgo de intento suicida (p = ,013) y 2,1 veces el riesgo suicida (p = ,002). Así mismo, la autoestima baja o regular aumenta 2,5 veces el riesgo de ideación suicida (p=,012). Finalmente, la percepción de disfuncionalidad familiar aumenta 5,9 veces el riesgo de ideación suicida (p =,037) en esta población (Tabla 2).
Variables | Conductas suicidas | ||
---|---|---|---|
Ideación suicida | Intento suicida | Riesgo suicida | |
OR [95% CI] | OR [95% CI] | OR [95% CI] | |
Acoso escolar | ,677 [,286- 1,600] | 3,150 [1,271 – 7,804]* | 2,153 [1,316 – 3,522]* |
Autoestima baja | 2,553 [1,226 – 5,318]* | 1,174 [,578 – 2,384] | ,977 [,613 – 1,559] |
Disfuncionalidad Familiar | 5,981 [1,115 – 32,085]* | ,490 [,124 – 1,931] | ,454 [,132 – 1,562] |
*Estadísticamente significativo al nivel < 0,05.
**Estadísticamente significativo al nivel < 0,01
Discusión
De los predictores de suicidio, casi el total de los participantes reportó una percepción alta de acoso escolar, en la que, el acoso moderado y grave representaron más del 50% de los casos. Estos datos son consistentes con las estadísticas internacionales que ubican a México entre los primeros lugares a nivel mundial en la prevalencia de acoso escolar, donde el 80% de los niños reporta algún tipo de acoso.17 Es probable que la presencia de acoso esté determinada por aspectos culturales en diversos contextos como el hogar, donde aún existe el machismo y se utiliza la violencia como disciplina. Así mismo, el acoso escolar se mostró como factor de riesgo de conductas suicidas en esta población. Estos resultados coinciden con varios autores, quienes identificaron que la presencia de acoso escolar se asocia a diversas conductas suicidas.18-21 Una posible explicación a estos resultados son las cifras altas de acoso escolar a nivel del país, tanto en escuelas primarias como secundarias, lo que representa un importante factor de riesgo para que se desarrollen conductas como la ideación suicida, el intento suicida y el riesgo suicida en esta población.
En este estudio un alto porcentaje de los niños de edad escolar percibieron una disfunción familiar grave o moderada. Estos hallazgos coinciden con otros autores, quienes encontraron alta incidencia de disfuncionalidad familiar en población escolar.22 Por el contrario, otros autores reportan que casi el 90% de sus participantes percibieron funcionalidad familiar normal.23 Estas diferencias podrían relacionarse con las características culturales de las muestras, ya que tanto este estudio en México como el desarrollado en Colombia22 coinciden en que son países en vías de desarrollo, y con arraigo de problemas sociales similares. Sin embargo, en este estudio el número de participantes es menor, y aunque el muestreo utilizado fue aleatorio y se incluyeron niños de escuelas privadas, no se encontró diferencia estadística en la funcionalidad familiar con sus pares de escuelas públicas.
Así mismo, en este estudio, la disfuncionalidad familiar se mostró como factor de riesgo de ideación suicida, resultados que coinciden con otros autores, quienes encontraron que, a mayor disfuncionalidad familiar, mayor es la ideación suicida;21,24 y que la existencia de conflictos familiares aumenta 1.17 veces el riesgo de ideación suicida.18 En México, en una gran parte de las familias, ambos padres trabajan, por cuestiones económicas, o cuando no son familias nucleares, por lo que quizá los niños llegan a experimentar soledad en casa hasta que llegan los padres, en ese contexto podrían percibir una dinámica familiar no saludable, que impacta negativamente en su salud mental, dadas las prevalencias de conductas suicidas encontradas.
De igual forma, es probable que la situación sentida por los hijos pase desapercibida por los padres, en la creencia de que la niñez es una etapa feliz en la que los niños no tienen problemas, y no se concibe la idea de que un niño tenga comprometida su salud mental con pensamientos suicidas, la intención de cometer suicidio o que sea capaz de llevarlo a cabo, hasta que se tiene un evento resultado. Así mismo, es importante considerar que se encuentran en una etapa de preadolescencia, y que el hecho de que en casa los padres establezcan normas o reglas, por simples que sean, mientras no sean del agrado de los menores, podrían influir en la percepción de que son poco importantes para su familia y considerarla con algún grado de disfuncionalidad.
Otro factor predictor de suicidio considerado en este estudio, fue el nivel de autoestima de los niños de edad escolar, del que casi el 10% de ellos reportó niveles bajos de autoestima. Así mismo, también se presentó como factor de riesgo de ideación suicida. Estos resultados son consistentes con lo reportado por varios autores, quienes encontraron niveles bajos de autoestima,25,26 y se asociaron a la presencia de ideación suicida26 y riesgo suicida.25 Por el contrario, también se ha reportado27 que el nivel normal de autoestima resulta ser un factor protector de la ideación suicida en esta población. Sí se considera que la muestra se encuentra en la preadolescencia, una etapa de transición a la adolescencia, en la que pasan por algunos cambios físicos y hormonales que podrían llegar a incomodarlos, y afectar la percepción positiva de sí mismo. Aunado a ello, si los niños se perciben víctimas de acoso escolar, miembros de una familia disfuncional, podría afectar su autoestima y potenciar el riesgo de desarrollar conductas suicidas.
Conclusiones
En este estudio se encontró una alta prevalencia de acoso escolar, disfuncionalidad familiar y baja autoestima en niños de edad escolar, lo que representó un importante factor de riesgo para el desarrollo de conductas suicidas como la ideación suicida, el intento de suicidio o el riesgo suicida en esta población. Algunas limitaciones del estudio incluyen el diseño transversal, ya que solo se midieron en una sola ocasión las variables, por lo que sería conveniente desarrollar estudios longitudinales o de casos y controles que permitan identificar algún cambio en ellas a través del tiempo. Así mismo, convendría desarrollar intervenciones enfocadas a incrementar el nivel de resiliencia de los niños desde el preescolar ante situaciones de acoso escolar, disfunción familiar y estrategias para fortalecer la autoestima. También, se recomienda desarrollar intervenciones en los padres para incrementar el conocimiento para el manejo de conflictos familiares, estrategias de comunicación efectiva y concientización de la fragilidad y vulnerabilidad de los niños en edad escolar y del impacto que puede tener en la salud mental de los niños las decisiones y problemas que se presentan en el entorno familiar. Resulta de vital importancia la identificación temprana de problemas psicológicos en niños de edad escolar y referirlos para tratamiento oportuno, e involucrar a los padres.