INTRODUCCIÓN
La pandemia por SARS-CoV-2 involucró a todos los grupos etarios, no obstante, los adultos mayores y los adultos jóvenes con comorbilidades fueron los más afectados1.
La alta tasa de mortalidad en adultos mayores fue una característica, en buena medida por el desconocimiento de la fisiopatología del virus, por la ausencia de tratamiento específico y por la inexistencia de vacuna; ante este panorama, las autoridades sanitarias declararon la emergencia sanitaria2,3.
Para tratar de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV-2, se suspendieron las actividades no esenciales en los sectores público, privado y social4; específicamente, se decretó el confinamiento domiciliario y, con ello, la limitación de las actividades. Al finalizar este período, la capacidad funcional del adulto mayor se había modificado5.
La capacidad funcional del adulto mayor incluye las actividades básicas de la vida diaria y las actividades instrumentadas de la vida diaria; las escalas más utilizadas en la evaluación son el índice de Barthel y la escala de Lawton y Brody6.
En torno a la capacidad funcional del adulto mayor, se ha señalado que está influenciada por la edad, las comorbilidades, la actividad física, la estructura familiar y la interacción social7-11.
En este contexto, el objetivo del artículo es determinar los factores que influyen para la independencia funcional de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria en el adulto mayor sin COVID-19 durante el confinamiento domiciliario por pandemia COVID-19, y calcular la probabilidad de ocurrencia.
METODOLOGÍA
Se realizó un diseño retrospectivo de casos y controles en población geriátrica de 60 a 84 años sin diagnóstico de COVID-19, y que fueron sometidos a confinamiento domiciliario durante la pandemia de marzo de 2020 a mayo de 2022, la población pertenecía a una institución de seguridad social de la ciudad de Oaxaca, México.
Se consideró como caso al paciente que durante el confinamiento domiciliario mantuvo la independencia de las actividades básicas e instrumentadas de la vida diaria, y se consideró como control, al paciente que durante el confinamiento domiciliario cambió de independiente a dependiente en las actividades básicas e instrumentadas de la vida diaria.
Para asegurar la temporalidad únicamente se aceptaron en el estudio los pacientes que antes del confinamiento domiciliario presentaban independencia funcional de ambas actividades, las básicas y las instrumentadas, determinadas con el índice de Barthel12 y la escala de Lawton y Brody13; en ambos casos se utilizó como punto de corte la independencia total.
Se incluyeron a todos los pacientes que aceptaron participar en el estudio; se excluyeron aquellos con enfermedad de tejido conectivo, con deterioro cognitivo o que vivían solos; y se eliminaron las encuestas incompletas.
El tamaño de muestra se calculó con la fórmula de porcentajes para 2 grupos, con nivel de confianza del 95% (Zalfa= 1,64) para una zona de rechazo de hipótesis nula, poder de la prueba del 80% (Zbeta= 0,84), asumiendo que en el grupo con independencia funcional, la prevalencia de la actividad física era del 70% (p0= 0,70), y en el grupo con dependencia funcional la prevalencia de la actividad física fue del 40% (p1= 0,40)14. El tamaño de muestra calculado fue 31, no obstante se trabajó con 171 pacientes con independencia (casos) y 70 con dependencia (controles). Relación de 2,44:1.
La técnica muestral fue no aleatoria por casos consecutivos, el marco muestral lo integraron los pacientes que acudieron a la consulta de medicina familiar al término del confinamiento domiciliario.
Se invitó al paciente a participar en la investigación, cuando el paciente aceptó y firmó el consentimiento informado, se acudió al consultorio asignado exprofeso para realizar la entrevista. Se aplicó la encuesta de datos generales, el índice de Barthel y la escala de Lawton y Brody; en relación con el índice de Barthel y la escala de Lawton y Brody se insistió en la necesidad de identificar claramente el estado previo y el estado posterior al confinamiento. Todas las entrevistas las realizó el mismo investigador.
Las variables estudiadas incluyeron: edad (divida en adulto mayor joven, 60-74 años, y adulto mayor maduro, 75-84 años); familia nuclear15 (agrupado en los que vivían con la esposa e hijos, y los que convivían con otros integrantes de la familia); pluripatología (agrupada en los que tenían una o ninguna patología, y los que tenían 2 o más patologías), y actividad física16 (los que refirieron realizar de manera intencionada movimientos físicos con duración de al menos 30 min 5 días a la semana, y los que negaron este tipo de actividad).
Para la evaluación de la funcionalidad se aplicó el índice de Barthel (actividades básicas de la vida diaria) y la escala de Lawton y Brody (actividades instrumentadas de la vida diaria). La encuesta se aplicó durante la entrevista, y específicamente se le pidió al paciente que contestara cómo se encontraba antes del confinamiento y posterior a este.
El plan de análisis estadístico incluyó porcentajes, prueba de χ2, odds ratio (OR), intervalos de confianza del 95% (IC95%) para la OR, modelo de regresión logística múltiple y cálculo de la probabilidad de ocurrencia del evento.
Para realizar esta investigación se contó con el registro ante el Comité de Ética en Investigación de la Institución. En todo momento, las acciones se apegaron a la Declaración de Helsinki y a lo señalado en la legislatura local, de igual forma, se obtuvo el consentimiento informado de los participantes, los datos personales se mantuvieron en el anonimato utilizando códigos y, en todos los casos, se respetaron los derechos humanos.
RESULTADOS
Actividades básicas de la vida diaria
Los factores para mantener la independencia de las actividades básicas de la vida diaria en el adulto mayor en confinamiento domiciliario durante la pandemia COVID-19 incluyeron: actividad física, OR de 8,88 (IC95%: 4,69-16,79); no pluripatología, OR de 5,35 (IC95%: 2,77-10,34); ser adulto mayor joven, OR de 4,50 (IC95%: 2,46-8,20), y vivir con la esposa e hijos, OR de 3,18 (IC95%: 1,69-5,99). En la tabla 1 se presenta la información.
Característica | Actividades básicas de la vida diaria | χ2 | p | OR | IC95% | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Independiente (n = 171) | Dependiente (n = 70) | Inferior | Superior | |||||
Porcentaje | ||||||||
Edad | Adulto mayor joven | 84,0 | 53,8 | 25,89 | 0,000 | 4,50 | 2,46 | 8,20 |
Adulto mayor maduro | 16,0 | 46,2 | ||||||
Núcleo familiar | Esposa e hijos | 48,5 | 22,9 | 13,53 | 0,000 | 3,18 | 1,69 | 5,99 |
Otros familiares | 51,5 | 77,1 | ||||||
Pluripatología | No | 87,7 | 57,1 | 27,83 | 0,000 | 5,35 | 2,77 | 10,34 |
Sí | 12,3 | 42,9 | ||||||
Actividad física | Sí | 84,8 | 38,6 | 51,93 | 0,000 | 8,88 | 4,69 | 16,79 |
No | 15,2 | 61,4 |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
El modelo para explicar la independencia funcional de las actividades básicas de la vida diaria en el adulto mayor sometido a confinamiento domiciliario durante la pandemia COVID-19 fue estadísticamente significativo (χ2= 103,67; p = 0,000). En la tabla 2 se presenta la información, y la ecuación de regresión es: y = -3,214 + 0,898(edad) + 1,296(núcleo familiar) + 1,380(no pluripatología) + 2,224(actividad física).
χ2 | p | |||
---|---|---|---|---|
103,67 | 0,000 | |||
Factores | Coeficiente | Estadístico | p | OR |
Constante | -3,214 | |||
Edad | 0,898 | 5,69 | 0,017 | 2,45 |
Núcleo familiar | 1,296 | 11,53 | 0,001 | 3,65 |
Pluripatología | 1,380 | 10,75 | 0,001 | 3,97 |
Actividad física | 2,224 | 34,27 | 0,000 | 9,24 |
Probabilidad de conservar la independencia | Variables | |||
Grupo de edad | Núcleo familiar | Pluripatología | Actividad física | |
0,930 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | No | Sí |
0,844 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | No | Sí |
0,784 | Adulto mayor joven | Otros familiares | No | Sí |
0,769 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | Sí | Sí |
0,596 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | No | Sí |
0,589 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | No | No |
0,576 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | Sí | Sí |
0,477 | Adulto mayor joven | Otros familiares | Sí | Sí |
0,369 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | No | No |
0,282 | Adulto mayor joven | Otros familiares | No | No |
0,271 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | Sí | Sí |
0,265 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | Sí | No |
0,138 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | No | No |
0,128 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | Sí | No |
0,090 | Adulto mayor joven | Otros familiares | Sí | No |
0,039 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | Sí | No |
OR: odds ratio.
En el adulto mayor joven, que convivió con esposa e hijos, sin pluripatología y realizó actividad física, la probabilidad de mantener la independencia funcional de las actividades básicas de la vida diaria durante el confinamiento fue del 93,0%, cuando estuvieron ausentes estas 4 características la probabilidad fue del 3,9%. En la tabla 2 se presenta la probabilidad para cada escenario.
Actividades instrumentales de la vida diaria
En el grupo de adultos mayores con confinamiento domiciliario durante la pandemia COVID-19 que mantuvo la funcionalidad de las actividades instrumentales de la vida diaria, el 90,0% realizaba actividad física y en el grupo que perdió la independencia el 40,7% también la realizaba (χ2= 67,48; p = 0,000). En la tabla 3 se presenta el comportamiento del resto de los factores.
Característica | Actividades instrumentales de la vida diaria | χ2 | p | OR | IC95% | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Independiente (n = 171) | Dependiente (n = 70) | Inferior | Superior | |||||
Porcentaje | ||||||||
Edad | Adulto mayor joven | 81,9 | 50,0 | 25,37 | 0,000 | 4,51 | 2,45 | 8,30 |
Adulto mayor maduro | 18,1 | 50,0 | ||||||
Núcleo familiar | Esposa e hijos | 53,3 | 20,9 | 24,64 | 0,000 | 4,33 | 2,38 | 7,88 |
Otros familiares | 46,7 | 79,1 | ||||||
Pluripatología | No | 90,7 | 59,3 | 33,31 | 0,000 | 6,65 | 3,33 | 12,28 |
Sí | 9,3 | 40,7 | ||||||
Actividad física | Sí | 90,0 | 40,7 | 67,48 | 0,000 | 13,13 | 6,66 | 25,87 |
No | 10,0 | 59,3 |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
El modelo para explicar la independencia funcional en las actividades instrumentadas de la vida diaria en el adulto mayor con confinamiento domiciliario durante la pandemia fue estadísticamente significativo (χ2= 73,03; p = 0,000). En la tabla 4 se presenta la información, y la ecuación de regresión es: y = -1,935 + 0,038(edad) + 0,792(núcleo familiar) + 1,075(no pluripatología) + 1,734(actividad física).
χ2 | p | |||
---|---|---|---|---|
73,03 | 0,000 | |||
Factores | Coeficiente | Estadístico | p | OR |
Constante | -1,935 | |||
Edad | 0,938 | 6,65 | 0,010 | 2,55 |
Núcleo familiar | 0,792 | 4,38 | 0,036 | 2,20 |
Pluripatología | 1,075 | 7,56 | 0,006 | 2,92 |
Actividad física | 1,734 | 24,37 | 0,000 | 5,66 |
Probabilidad de conservar la independencia | Variables | |||
Grupo de edad | Núcleo familiar | Pluripatología | Actividad física | |
0,931 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | No | Sí |
0,860 | Adulto mayor joven | Otros familiares | No | Sí |
0,841 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | No | Sí |
0,822 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | Sí | Sí |
0,706 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | No | Sí |
0,705 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | No | No |
0,676 | Adulto mayor joven | Otros familiares | Sí | Sí |
0,644 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | Sí | Sí |
0,519 | Adulto mayor joven | Otros familiares | No | No |
0,483 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | No | No |
0,450 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | Sí | Sí |
0,449 | Adulto mayor joven | Esposa e hijos | Sí | No |
0,297 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | No | No |
0,270 | Adulto mayor joven | Otros familiares | Sí | No |
0,242 | Adulto mayor maduro | Esposa e hijos | Sí | No |
0,126 | Adulto mayor maduro | Otros familiares | Sí | No |
OR: odds ratio.
Cuando el adulto mayor joven convivió con esposa e hijos, no presentó pluripatología y realizó actividad física durante el confinamiento domiciliario por la pandemia de COVID-19, la probabilidad de mantener la independencia funcional de las actividades instrumentales de la vida diaria fue del 93,1%; cuando estas características estuvieron ausentes, la probabilidad de mantener la independencia funcional fue del 12,6% (tabla 4).
DISCUSIÓN
El confinamiento domiciliario fue una acción de salud emergente durante la pandemia de COVID-19, que limitó las actividades sociales del adulto mayor, ante este escenario, la identificación de los factores para deterioro de la funcionalidad se convirtieron en un tema de interés, esta investigación no estudia los factores que determinan la perdida de funcionalidad, la propuesta del artículo es identificar los factores que favorecen la funcionalidad del adulto mayor, en ello radica su importancia.
Incluir en el análisis exclusivamente población que al inicio del confinamiento contaba con independencia de las actividades básicas e instrumentadas de la vida diaria, es una fortaleza del estudio, con ello se asegura la temporalidad entre la variable independiente y la variable dependiente, este escenario permite alcanzar la causalidad de los factores analizados y, en consecuencia, el cálculo de probabilidad de ocurrencia del evento. No obstante, se debe reconocer que la forma de identificar el estado funcional previo al confinamiento es una limitante, es verdad que en el momento de aplicar el cuestionario se puso énfasis en identificar los 2 momentos (antes y después de la pandemia), pero el tiempo transcurrido puede favorecer el sesgo de memoria.
En esta investigación, el factor de mayor peso para la funcionalidad es la actividad física, al respecto está descrita la importancia de la actividad física en la funcionalidad de la vida cotidiana del adulto mayor. La explicación en torno a ello señala que el ejercicio físico activa amplias zonas cerebrales, aumenta el flujo sanguíneo, mejora el metabolismo de la glucosa, aumenta la capacidad respiratoria, mejora el ritmo cardíaco y, a nivel vestibular, controla el sistema sensorial y propioceptivo, lo que genera equilibrio y ubicación en el espacio. Se ha señalado que en la medida que exista tolerancia y aumento de la adaptabilidad al ejercicio, existirá hipertrofia muscular, aumento de mioglobina, mejor capilarización del músculo y mejor riego sanguíneo, y aunado a ello aumento de las mitocondrias y de las enzimas que intervienen en el metabolismo; de igual forma reduce el estado de ansiedad, ya que el ejercicio continuo eleva los niveles de betaendorfina, aumenta la noradrenalina y la serotonina, lo que disminuye los estados depresivos, favorece un sueño relajante y mejora los estados de insomnio17-19.
De los factores estudiados en este trabajo, 2 de ellos, la edad y el núcleo familiar, son factores no modificables en los que el sistema de salud o los programas sociales poco pueden aportar, no obstante, la actividad física y la presencia de comorbilidades se identifica como factor modificable en el que los programas de salud desarrollan un papel importante; esto sugiere la necesidad de reforzar la actividad física en el adulto mayor, y fomentar la atención de las comorbilidades para prevenir complicaciones secundarias, si es que se pretende mantener la independencia y la funcionalidad.
Si bien es cierto, esta actividad se puede realizar en los centros de salud, también es una actividad con posibilidad de realizarla en el hogar de los adultos mayores, evidentemente requiere de cierto estímulo del sistema de salud, específicamente del diseño de programas de actividad física para realizar en el hogar y la respectiva promoción.
Ya se ha descrito que a mayor edad menor funcionalidad, el adulto mayor maduro tiene mayor probabilidad de pérdida de funcionalidad debido a las deficiencias en el rango de movimiento, que son consecuencia de alteraciones estructurales en el sistema osteomuscular del adulto mayor, incluyen tanto al esqueleto óseo como a los elementos estabilizadores articulares. En la estructura ósea, se evidencia una pérdida de la masa en el tejido óseo por un desequilibrio en la absorción y reabsorción del calcio, conocida como osteopenia, que puede llegar a la osteoporosis secundaria a la inmovilización. A nivel de los estabilizadores articulares, la pérdida de fibras colágenas y elásticas modifica las propiedades mecánicas, la marcha se torna insegura y lenta, además se pierde el equilibrio con facilidad debido a la supresión de estimulación cinestésica20,21.
Si se quisiera explicar la influencia del núcleo familiar como favorecedor de la funcionalidad, podría suponerse que la interacción cotidiana con la pareja y con los hijos obliga al adulto mayor a una dinámica más activa en los ámbitos físico, emocional e intelectual, actividades que están descritas como estimuladores que favorecen la funcionalidad22.
Ante la presencia de comorbilidades, el adulto mayor puede entrar en períodos de depresión o limitación física por la propia patología, lo que a su vez condiciona el sedentarismo y, con ello, la pérdida de la actividad física, que previamente se ha identificado y estudiado con la pérdida de funcionalidad23.
El escenario ideal para alcanzar la máxima funcionalidad incluye la actividad física, la edad temprana, la ausencia de comorbilidades y la presencia del núcleo familiar integrado, condición que no necesariamente está en el control del adulto o del sistema de salud, por lo tanto, se debe insistir en preservar la actividad física para favorecer la funcionalidad del adulto mayor. Esto se aprecia en la estimación de probabilidad de cada uno de los escenarios propuestos.