Señora Directora:
Quizás sea poco conocido que el Director de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1813), Francisco Xavier Balmis (1753-1819) formó parte de la Real Academia Médica de Madrid. Había obtenido su nombramiento como Académico Correspondiente en 1789, tras haber remitido a la Academia un manuscrito con una disertación sobre la lepra (1). Balmis, viajero impenitente, se encontraba entonces en México, ciudad dónde ejercía como Cirujano Mayor del Real Hospital del Amor de Dios y donde había obtenido en 1786 el título de Bachiller en Artes por la Universidad de México. Años después, en 1798, obtuvo por la Universidad de Toledo el Grado de Bachiller en Medicina (2 3), tras lo cual inició un nuevo viaje al continente americano, del que no regresaría hasta dos años más tarde. No hay constancia documental de que Balmis recibiera el grado de licenciado o de doctor en medicina a lo largo de su carrera profesional.
A su vuelta a Madrid, encontró un escenario científico conmocionado por el entusiasmo hacia el reciente descubrimiento de Edward Jenner (1749-1823) sobre la vacunación contra la viruela. Fue entonces cuando Balmis empezó a acudir a las sesiones semanales de la Academia. En el libro de Acuerdos consta que su primera asistencia a una junta se produjo el 19 de enero de 1801. En aquella sesión estuvieron presentes, entre otros, el Presidente, José Masdevall (?-1801), el Vicepresidente Antonio Franseri (1745-1830), el Secretario, Ignacio Mª Ruiz de Luzuriaga (1763-1822), Casimiro Gómez Ortega (1741-1818) y Antonio José Cavanilles (1745-1804). Uno de los temas abordados en la sesión fue la aprobación, tras censura previa realizada por dos académicos (la actual revisión por pares), de la traducción realizada por Francisco Piguillem (1770-1826) del texto pionero de François Colon (1764-1812) sobre la Inoculación de la Vacuna, que fue publicado poco después(4). Es probable que este texto despertase la fina intuición de Balmis, que de inmediato inició la traducción del libro de Jacques-Louis Moreau de la Sarthe (1771-1826) sobre la vacuna, que a la postre constituiría el manual de vacunas de la Expedición(5 6).
Balmis asistió a un total de ocho juntas de la Academia durante el primer trimestre de 1801 (19, 22 y 29 de enero; 5, 12 y 19 de febrero; 5 y 26 de marzo), no constando su asistencia a ninguna más en fechas posteriores. Resulta revelador el interés de Balmis por iniciarse en la revolucionaria práctica de la vacuna. Así, el 30 de noviembre de ese año, escribía una carta al Secretario de la Academia, Dr. Ruiz de Luzuriaga, solicitándole vacuna para administrársela a la hija de un amigo(7). Poco después, comenzó a vacunar en la Casa de los Desamparados y en su propia consulta, llegando incluso a anunciarse en el Diario de Madrid: el Dr. D. Francisco Xavier de Balmis les ofrece gratis la buena vacuna los martes y jueves en la calle de la Montera 26 (junio de 1803). Ese año obtuvo el mando de la Expedición que llevaría la vacuna a los territorios de Ultramar y que partiría desde La Coruña el 30 de noviembre de 1803 (8). Tras completar la primera campaña de vacunación internacional en la historia de la Salud Pública, Balmis se instaló de forma definitiva en Madrid.
En la junta ordinaria de la Academia de 16 de noviembre de 1816, presidida de forma accidental por Ruiz de Luzuriaga, volvía a citarse a Balmis(9). En ella se daba cuenta de una carta redactada por James Moore (1763-1834), amigo personal de Jenner, remitida desde Londres a través del embajador de España en Gran Bretaña, Excmo. Sr. Conde de Fernán Núñez, que a su vez solicitaba que Balmis diera noticias sobre el estado de la vacuna en España y sobre el viaje que el Sor Balmis hizo de orden del gobierno a nuestras posesiones de América y Asia[Figura 1].
Se formó una comisión para responder a lo solicitado, tanto al embajador como a Moore, que incluyó una larga cita dedicada al viaje de Balmis en su libro sobre la historia de la vacunación publicado en 1817 (10). En esta misma sesión se nombró a Balmis por aclamación Académico Supernumerario del ramo de Cirugía, y que se le regale un juego de estampas de la Laurografía[Figura 2].
Finalmente, en la sesión de 6 febrero de 1819 consta una nota al margen dando noticia del fallecimiento de Balmis, el 12 de febrero.