Introducción
Los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos aparecen definidos en la quinta edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) como una serie de psicopatologías caracterizadas por alteraciones en la ingesta, restricción de alimentos, episodios de atracones y excesiva preocupación por la figura corporal y/o por el peso. Mientras la anorexia nerviosa (AN) se caracteriza por una alteración en la percepción de la imagen corporal y una conducta persistente para no ganar peso, en la bulimia nerviosa (BN) se presentan episodios de ingesta excesiva seguida por la adopción de medidas compensatorias ante la preocupación por el control del peso corporal1.
La incidencia es diferente en ambas patologías, de tal forma que la AN aparece en edades más tempranas, dándose una máxima incidencia entre los 14 y los 18 años, mientras que la BN suele aparecer a edades más tardías, dándose su máxima incidencia entre los 18 y los 25 años2. Aunque la etiología es multidimensional, los determinantes socioculturales tienen un gran impacto en el desarrollo de estas patologías, incluyendo experiencias tempranas de adversidad, la práctica exigente e impuesta de ciertos deportes, y una mayor exposición a la influencia de los medios de comunicación y redes sociales (RRSS)3,4. Desde los años 70, los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos han sido ampliamente investigados, revelándose un aumento en la prevalencia e incidencia de estos trastornos, especialmente en sociedades desarrolladas y occidentalizadas5.
Según Lindvall-Dahlgren y col, la población de mayor riesgo son mujeres entre los 12 y los 21 años en una proporción 9:1 con respecto a los hombres en la misma franja de edad, con prevalencias del 0,14 al 0,9% de AN y del 0,41 al 2,9% de BN6. Los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos son considerados la tercera causa de enfermedad crónica en adolescentes, por detrás de la obesidad y el asma6, presentando la morbimortalidad más alta entre los trastornos mentales7. El estudio realizado por Baader y col8 durante 2008 observó que el 23,1% de las estudiantes de la Universidad Austral de Chile presentaban trastornos de la conducta alimentaria, un 1,7% de las cuales sufrían AN (incluyendo anorexia subumbral o subclínica) y un 15,7% BN (incluyendo bulimia subumbral o subclínica).
Retrasar la identificación del trastorno de la conducta alimentaria conduce a una mayor morbilidad debido al inicio tardío del tratamiento y, por tanto, a un peor pronóstico. Para poder incidir en las etapas tempranas del trastorno e intervenir precozmente es importante identificar a aquellas personas de alto riesgo mediante la detección de los síntomas y signos de alarma, lo que hace imprescindible la labor de los profesionales sanitarios de atención primaria9. La literatura recoge que el 50% de los casos de AN remiten de forma completa, el 20-30% de forma parcial y el 10-20% se cronifican, alcanzando una mortalidad del 5%. En el caso de la BN, la evolución es buena en el 60% de los casos, intermedia en el 29% y deficiente en el 10%, con un 1% de fallecidos9,10. Por estos motivos, podríamos considerar los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos como uno de los problemas de salud pública más graves de nuestros días, tanto por su prevalencia y necesidad de tratamiento especializado, como por su gravedad y tendencia a la cronicidad6.
En las sociedades contemporáneas de consumo, el cuerpo representa al individuo, por lo que la imagen ha de reflejar los signos de belleza, disfrute y éxito social11. La socialización de género es especialmente preocupante en el caso de las adolescentes, porque los cambios físicos asociados a la pubertad afectan en gran medida a su autoestima, al sentir más presión sobre la imagen corporal, las relaciones sociales y en el colegio12.
En la actualidad, nos encontramos ante una sociedad en la que el uso de la tecnología está a la orden del día y donde cada vez son más las jóvenes que se inician en las RRSS, por consiguiente, es importante valorar la influencia de estas y de los medios de comunicación en el desarrollo de la AN y BN4,13.
El uso de internet y RRSS aporta nuevas oportunidades de socialización y otros beneficios pero contribuye, a su vez, a la autoasignación de modelos de cuerpo ideales y a la publicidad hipersexualizada. Numerosos estudios han asociado el uso de RRSS con niveles significativamente elevados de ejercicio estricto, saltarse comidas, baja autoestima y mayor insatisfacción corporal, factores que pueden derivar en un trastorno alimentario4,13.
La presión de los medios de comunicación es evidente, especialmente en RRSS cada vez más frecuentadas por adolescentes, bombardeando a los usuarios con publicidad sobre dietas, cuerpos perfectos o consejos de influencers que siguen los estándares presentes en la moda y promueven cánones de belleza excesivamente asociados al estereotipo de la delgadez14.
También existen páginas web pro-anorexia que promueven la AN, fomentando la inanición y la alimentación desordenada15. Sus creadores suelen ser chicas que alientan estas conductas como un estilo de vida y no como un trastorno mental. Además, ofrecen una comunidad interactiva mediante foros en los que se comparten experiencias y consejos sobre planes dietéticos y de ejercicio para conseguir una pérdida extrema de peso, mensajes de inspiración y apoyo emocional mutuo13.
Por todo lo descrito, se planteó como objetivo revisar la influencia de las RRSS en las adolescentes en relación con la AN y BN, conocer sus características, identificar las más utilizadas, describir los aspectos positivos y negativos e identificar las estrategias utilizadas para atraer a las adolescentes.
Material y métodos
Diseño del estudio, estrategia de búsqueda y criterios de elegibilidad
Para responder al objetivo propuesto se realizó, entre febrero y marzo de 2021, una revisión sistemática por pares siguiendo las recomendaciones del manual Cochrane16 y las indicaciones del informe PRISMA17. El protocolo del estudio se registró en PROSPERO (CRD42021251787) antes de la selección y extracción de datos.
La estrategia de búsqueda de estudios se definió por consenso18 para evitar el sesgo de no inclusión de estudios relevantes, y se aplicó en las bases de datos PubMed, WOS, SCOPUS, The Cochrane Library Plus y PsycINFO. La estrategia fue: [(“Anorexia nervosa” OR “Bulimia nervosa” OR “Feeding and eating disorders”) AND (“Social Networking” OR “Communications Media”)].
Los criterios de elegibilidad de los estudios se expusieron con la máxima claridad y objetividad posible para controlar el sesgo de selección19. Los criterios de inclusión fueron: 1) estudios de investigación cuantitativos y/o cualitativos, revisiones sistemáticas y/o meta-análisis, 2) que versasen sobre la influencia de las RRSS en relación a la AN y BN, 3) en mujeres entre los 13 y los 24 años, y 4) publicados en inglés, español o portugués en los últimos 10 años. Se excluyeron aquellos estudios que carecieran de suficiente calidad metodológica.
Selección de artículos
Los estudios se seleccionaron por pares (NLM y ABR) de forma ciega e independiente, resolviendo los desacuerdos por consenso con un tercer autor (MDGM), tras sucesivos cribados. En el primero se seleccionaron los artículos según título y resumen y se eliminaron los duplicados, en el segundo se procedió a la lectura crítica a texto completo de los artículos seleccionados aplicando los criterios de elegibilidad preestablecidos, y en el tercer cribado se administraron y valoraron por pares las herramientas de evaluación crítica de la calidad metodológica.
Análisis de los datos
La información a extraer de los estudios seleccionados fue: autores, año, país, objetivos, tipo de estudio, metodología, objetivo, tamaño de muestra, media de edad, periodo de estudio, principales resultados y calidad metodológica; se incluyeron en una tabla siguiendo las recomendaciones de Del Pino y col18.
Evaluación de la calidad metodológica
Una vez definidos los criterios de calidad y el riesgo de sesgo, la evaluación fue realizada por dos evaluadores independientes16 (NLM y ABR); las posibles discrepancias serían resueltas por un tercer revisor (MDGM).
El riesgo de sesgo de los estudios cuantitativos se evaluó de forma crítica mediante la lista de verificación Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE)20, con la que se puede obtener una puntuación máxima de 22; estudios con puntuaciones <12 se consideraron de insuficiente calidad. En los estudios mixtos el riesgo de sesgo se evaluó mediante la escala Good Reporting of a Mixed Methods Study (GRAMMS)21, de seis ítems (justificación para utilizar el enfoque mixto, secuencia metodológica, uso de técnicas de muestreo y análisis de datos, abandonos, descripción de las limitaciones del estudio, y valoración de la exposición clara de los resultados y su aplicabilidad); puntuaciones <4 se consideraron insuficiente calidad.
Resultados
Presentación de los estudios
De los 78 estudios inicialmente identificados, se seleccionaron diez15,22-30 (Fig. 1); uno de ellos fue excluido por mostrar insuficiente calidad metodológica30, por lo que se incluyeron nueve estudios en la revisión15,22-29 (Tabla 1).
Autor | Estudio: | Muestra: | Principales hallazgos |
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Año | Tipo | N, sexo | |
País | Metodología | Edad | |
Objetivo | Periodo | ||
Syed-Abdul y col 201315 | - Cuantitativo | - N=40 vídeos | En YouTube abundan los vídeos que promueven la delgadez extrema, por lo que los usuarios pueden acceder fácilmente a contenido digital que fomenta dietas estrictas, informa de cómo perder peso rápidamente y ofrece trucos para seguir manteniendo ese estilo de vida. |
nd | - Análisis estadístico | - np | |
- Conocer la información divulgada en YouTube sobre la anorexia nerviosa | - octubre 2011 | ||
Meier y col 201322 | - Cuantitativo | - N=103 chicas adolescentes | Se ha encontrado asociación positiva entre el tiempo dedicado a Facebook y la tendencia a realizar comparaciones físicas con el ideal de cuerpo femenino. El uso de Facebook se relaciona con la utilización de programas de retoque fotográfico que acercan a las chicas al ideal de delgadez. |
EEUU | - Cuestionarios | - 15,4 años | |
- Identificar las características de Facebook asociadas con alteraciones de la imagen corporal | - nd | ||
Rodgers y col 202023 | - Cuantitativo | - N= 681 adolescentes | Diferente asociación del uso de RRSS por sexo: |
Australia | - Encuestas | chicas: 332 | - con dieta restrictiva en chicas |
- Analizar si existe relación entre el uso de RRSS y la preocupación por la imagen corporal. | chicos: 349 | - con dietas para aumentar la musculatura en chicos. | |
- 13 años | En ambos, no conseguir ese ideal de belleza en RRSS produce una menor autoestima e insatisfacción personal. | ||
- 2019 | |||
Teufel y col 201324 | - Cuantitativo | - N=118 páginas en Facebook | Las páginas en Facebook facilitan la comunicación e intercambio de ideas entre chicas con AN sobre la enfermedad y la salud. |
Suiza | - Análisis estadístico | - np | Pro-Ana es una de las páginas más activas en divulgar información sobre la AN. Aconseja cómo mantener la inanición y conseguir un cuerpo extremadamente delgado. Promueven la delgadez como símbolo de éxito social y estilo de vida natural y saludable. |
- Conocer la información divulgada en Facebook sobre la AN | - nd | ||
Murray y col 201625 | - Cuantitativo | - N=383 estudiantes de pregrado. | El uso de RRSS se asocia a una menor autoestima y esta, a su vez, con una menor ingesta alimentaria. Al dedicar más tiempo a las RRSS, el individuo se compara de forma constante con personajes socialmente considerados atractivos, afectando a su percepción física. |
Canadá | - Cuestionarios | chicas: 269 | |
- Conocer si el tiempo dedicado a las RRSS se relaciona con mayor preocupación por la imagen corporal y con desórdenes alimentarios. | chicos: 114 | ||
- 23,08 años | |||
- nd | |||
Rodgers y col 201226 | - Cuantitativo | - N= 30 chicas | Las usuarias se asocian a este tipo de páginas con dos objetivos principales: pérdida de peso rápida, y conseguir apoyo social compartido con un mismo grupo de iguales. |
Francia | - Cuestionario | - 17,4 años | |
- Conocer por qué las usuarias se asocian a páginas como Pro-Ana. | - finales de 2007 a principios de 2008. | ||
Saunders y col 201827 | - Cuantitativo | - N= 637 chicas | Instagram es la red social más utilizada por las jóvenes. En ella realizan comparaciones entre iguales e influencers. Los comentarios negativos disminuyen la autoestima y la satisfacción corporal, aumentando el riesgo de desarrollar un trastorno alimentario. |
EEUU | - Encuesta | - 21,3 años | |
- Probar que los usuarios de Facebook, Instagram y Snapchat sufren mayor exposición a desórdenes alimentarios y mayor preocupación por la imagen corporal. | - nd | ||
Hummel y col 201528 | - Cuantitativo | - N=185 adolescentes | El grupo de adolescentes fue seguido durante cuatro semanas en las que recibían comentarios a través de Facebook. Aquellos que habían recibido comentarios negativos sobre sus actualizaciones en la red mostraron mayor riesgo de desarrollar un trastorno alimentario. |
EEUU | - Cuestionarios | chicas: 144 | |
- Conocer si el uso de Facebook se relaciona con alteraciones alimentarias. | chicos: 41 | ||
- 18,73 | |||
- nd | |||
Pilgrim y col 201929 | - Mixto | - N= 50 influencers | El 84% de influencers utilizan las RRSS para promover un bajo peso mediante dieta y ejercicio físico, siendo el sexo femenino el más afectado. Se evidencia la vulnerabilidad del colectivo de adolescentes hacia el desarrollo de trastornos alimentarios. |
Alemania | - Cuestionario y análisis de contenido | chicas: 42 | |
- Conocer la salud de las personas influencers en las RRSS. | chicos: 8 | ||
- nd | |||
- mayo 2018 |
RRSS: redes sociales; nd: no disponible; np: no procede; AN: anorexia nerviosa.
Un estudio empleó metodología mixta (cuantitativo y cualitativo)29, el resto fueron cuantitativos. Tres estudios se centraron exclusivamente en población femenina22,26,27. La muestra total estuvo compuesta por 2.069 adolescentes, 1.557 (75,3%) de sexo femenino, con una media de edad de dieciocho años (rango: 12 a 23).
Tres estudios manifestaron que el uso de las RRSS se establece en edades tempranas, entre los 13 y 16 años22-24, mientras que otros cuatro indicaron edades más tardías, entre 18 y 23 años25-28; dos estudios no reflejaron la edad de los participantes15,29.
Las fuentes de información utilizadas en los estudios cuantitativos fueron cuestionarios (n=4)22,25,26,28, encuestas (n=2)23,27 y análisis estadístico de datos de fuentes de internet (n=2)15,24, mientras que el estudio con metodología mixta29 utilizó un cuestionario en la parte cuantitativa y un análisis del contenido en la parte cualitativa.
Las RRSS analizadas fueron Facebook (n=6)22-25,27,28, Instagram (n=3)23,27,29, Twitter (n=2)23,25, YouTube (n=2)15,23, Snapchat (n=2)23,27, Tumblr (n=1)23 y Pinterest (n=1)23. Un estudio analizó seis RRSS23 y otro tres27.
Análisis temático
Se obtuvieron tres categorías temáticas.
-
Vulnerabilidad de las adolescentes en las RRSS
El 88,89% (n=8) de los estudios22-29 puso de manifiesto la vulnerabilidad del grupo de chicas adolescentes, el cual se encuentra cada día más expuesto a las exigencias sociales y a la exposición en RRSS de lo que se considera el cuerpo ideal en la mujer, donde se incentiva la delgadez extrema. Las diferentes RRSS impulsan y permiten a los jóvenes seguir consejos proporcionados por sus grupos de iguales o por sus ídolos (conocidos como influencers), pero mientras que en los chicos se promociona el aumento de masa muscular, en las chicas se promociona el cuerpo delgado y esbelto como garantía de éxito social23.
-
Aspectos positivos y negativos de las RRSS
Cinco estudios (55,56%)25-29 pusieron de manifiesto algunos aspectos positivos o beneficios derivados del uso de las RRSS, como la facilidad para encontrar trabajo o mejorarlo, la reducción del aislamiento o la mejora de la autoestima de aquellas personas que se encuentran aisladas y sin un círculo social establecido.
Todos los estudios resaltaron aspectos negativos del uso de las RRSS en relación con los trastornos alimentarios. Entre ellos destaca que las adolescentes pueden visualizar, subir y comparar fotografías con grupos de iguales, fomentando una preocupación excesiva por el peso y promoviendo patologías como la anorexia y bulimia nerviosa15,22-29. Determinadas RRSS promueven trastornos de la conducta alimentaria y la delgadez extrema mediante la creación de un círculo de iguales que alientan y favorecen esas conductas26,27,29.
-
Estrategias de las plataformas digitales y RRSS para atraer usuarios
Cuatro estudios (44,4%)22,27-29 reflejaron que las plataformas digitales y las RRSS emplean diferentes estrategias para atraer a las chicas más jóvenes y conseguir un mayor número de usuarias suscritas a su web, como las constantes mejoras en todo lo relacionado con la fotografía: cada red social utiliza determinados filtros que son utilizados por las jóvenes para aparentar un físico y una expresión facial próximos a los considerados como ideales.
En los contenidos creados por los usuarios en algunas plataformas priman la pérdida de peso y el uso de dietas restrictivas; las usuarias son atraídas por su facilidad de acceso y el atractivo de las imágenes que ofrecen15,26.
Valoración de la calidad metodológica
Los estudios cuantitativos presentaron puntuaciones STROBE entre 12 y 18 (Tabla 2); solo un estudio15 obtuvo 12 puntos, el resto22-28 alcanzó una puntuación ≥15. El estudio mixto29 obtuvo una puntuación de 5 sobre 6 (Tabla 3).
Autores / Año | Escala STROBE | ||||||||||||||||||||||
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1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | Global | |
Syed-Abdul y col 201315 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | ⇃ | X | X | X | X | X | ⇃ | X | X | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 12 |
Meier y col 201322 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 16 |
Rodgers y col 202023 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 17 |
Teufel y col 201324 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 17 |
Murray M 201625 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 18 |
Rodgers y col 201226 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | X | X | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 15 |
Saunders y col 201827 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | nd | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 17 |
Hummel y col 201528 | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | ⇃ | ⇃ | ⇃ | X | X | ⇃ | ⇃ | X | X | nd | x | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | ⇃ | 15 |
STROBE: Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology;
⇃:sí;
X:no;
1: resumen; 2-3: introducción; 4-12: métodos; 13-16: resultados; 17: otros análisis; 18-21: discusión; 22: financiación; nd: dato no disponible.
Ítems | Pilgrim y col, 201929 | |
---|---|---|
Sí | No | |
Describe justificación para usar un enfoque de métodos mixtos para la pregunta de investigación. | X | |
Describe el diseño en términos de propósito, prioridad y secuencia de métodos. | X | |
Describe cada método en términos de muestreo, recopilación y análisis de datos. | X | |
Describe dónde se ha producido la integración, cómo se ha producido y quién ha participado en ella. | X | |
Describe cualquier limitación de un método en asociación con el otro método. | X | |
Describe los conocimientos adquiridos al mezclar o integrar el método mixto. | X | |
Puntuación global obtenida | 5 |
Discusión
Se ha revisado la influencia de las RRSS sobre aspectos relacionados con la AN y BN en adolescentes de 13 a 24 años, la población con mayor riesgo de sufrir estos trastornos2.
La edad media de los usuarios de RRSS varía entre los estudios de esta revisión. En cuatro de ellos fue 20,12 años25-28, concordando con estudios previos31,32. El reciente informe CARAT indica que más del 90% de adolescentes, a partir de los 14 años, utilizan las RRSS30, lo que explicaría que en otros dos estudios la edad media fuese mucho más baja (14,2 años)22,23.
La red social más utilizada en los estudios de nuestra revisión fue Facebook22-25,27,28, y las menos Tumblr23 y Pinterest23. Los adolescentes entre 13 y 15 años usan, de mayor a menor frecuencia, Instagram, Tik Tok, Facebook, Twitter y Snapchat30. Arias-Soria y col destacan que el contenido más visual de Snapchat, Instagram, Tik Tok y YouTube hace que resulten más entretenidas, por lo que son las RRSS más usadas por adolescentes de 15 a 17 años33.
La mayoría de estudios revisados destacó la vulnerabilidad de las adolescentes en las RRSS: estas asocian un cuerpo delgado al éxito social, lo que les puede hacer seguir las dietas restrictivas aconsejadas por los influencers22-29, dado el liderazgo reconocido que estos ejercen entre los adolescentes30. Dos estudios indicaron, además, que las RRSS ofrecen a las adolescentes consejos sobre cómo mantener la inanición y conseguir pérdidas rápidas de peso24,25. Esto pone de manifiesto que, dentro de la mayor vulnerabilidad de los adolescentes ante el uso y abuso de las RRSS32,34, las chicas son las más vulnerables al influirles más los ideales de belleza y la preocupación por el peso34.
Cinco estudios25-29 describieron beneficios derivados del uso de las RRSS en adolescentes, coincidiendo con Arab y Díaz32, quienes previamente habían identificado múltiples efectos positivos como desarrollar sentimientos de competencia, crear elementos educativos, reforzar las relaciones, prevención y promoción de la salud, y apoyo de los logros académicos.
Todos los estudios revisados15,22-29 destacaron aspectos negativos de las RRSS sobre los adolescentes. Al permitir subir fotografías, estas se visualizan y comparan entre grupos de iguales, pudiendo fomentar la preocupación por el peso y promover patologías como la AN y BN; de hecho, las RRSS son consideradas uno de los factores de riesgo en el desarrollo de trastornos alimentarios, pues constituyen un gran espacio de difusión de los cánones de belleza actuales14. Debido a la comparación social, el uso continuo y continuado de las RRSS puede impactar negativamente en personas con dificultades de autoaceptación y pertenencia a un grupo, lo que aumenta el riesgo de depresión y baja autoestima35. Odriozola36 afirma que la adicción a las RRSS puede derivar en timidez excesiva, rechazo de la imagen corporal o baja autoestima; con este último punto concuerdan varios estudios incluidos en la revisión22,23,27,28.
Además, las RRSS permiten la creación de espacios que alientan y favorecen los trastornos de la conducta alimentaria26,27,29. Peebles y col13 detectaron una clara asociación entre el tiempo dedicado a sitios web que favorecen los desórdenes alimenticios y el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria. Custers34 refiere que las personas que más exploran contenidos relacionados con los trastornos de la alimentación en RRSS son mujeres adolescentes, diagnosticadas o autodiagnosticadas, que no cuentan con mucho apoyo social y buscan en las RRSS un espacio para interactuar con otras personas que puedan entenderlas o que se encuentren en la misma situación.
Las RRSS desarrollan estrategias adaptadas a la personalidad de adolescentes y jóvenes para lograr su fidelización, creando espacios que permiten la interacción entre sus miembros, compartiendo cada hecho relevante a lo largo de su día a día a través de diversos medios, como fotografías, vídeos, o textos37. Esta revisión identificó que las plataformas digitales y RRSS realizan constantes mejoras y actualizaciones para atraer usuarios, especialmente las relacionadas con la fotografía y el uso de filtros que promueven un ideal de belleza basada en la delgadez22,27-29, la facilidad de acceso y el atractivo de las imágenes que ofrecen15,26.
Esta revisión presenta algunas limitaciones. La principal es la dificultad de separar los efectos de las RRSS por sexo en algunos estudios. Acotar la estrategia de búsqueda a los últimos diez años ha imposibilitado recuperar toda la información existente sobre el tema, si bien se ha seguido un proceso minucioso y riguroso para obtener evidencia científica actualizada, ya que las RRSS están en continua evolución. No obstante, la búsqueda de los estudios se realizó de la forma más exhaustiva y no sesgada posible, estableciendo en el apartado metodológico medidas para el control de los sesgos de publicación y de selección19.
En conclusión, en la muestra revisada predominaron las chicas adolescentes, de edad media 18 años, que utilizaban principalmente Facebook e Instagram. El uso de RRSS facilitó encontrar trabajo, reducir el aislamiento y mejorar la autoestima de personas aisladas. Sin embargo, todos los estudios destacaron la influencia de las RRSS en el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, pues permiten la comparación entre iguales, generando una mayor preocupación por el peso, además de crear espacios específicos que fomentan la AN y la BN. Las RRSS desarrollan diferentes estrategias para atraer a nuevos usuarios, como la facilidad de acceso, el atractivo de las fotografías y el uso de filtros para retocar imágenes, promoviendo cánones de belleza basados en la delgadez. El fomento de la extrema delgadez en las chicas hace que estas sean más vulnerables en las RRSS.