INTRODUCCIÓN
Se ha comprobado en los últimos años, que en los países desarrollados se está produciendo un aumento de la obesidad e inactividad física en la etapa de la infancia y la adolescencia (Aranceta-Bartrina y Pérez-Rodrigo, 2018; Guthold, Stevents, Riley, y Bull, 2018) y exponencialmente en los países que se encuentran en proceso de desarrollo (Álvarez-Dongo, Sánchez-Abanto, Gómez-Guizado, y Tarqui-Mamani, 2012). Este hecho se relaciona con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en donde se considera que de los diez factores de riesgo identificados como claves para el desarrollo de enfermedades crónicas, cinco están estrechamente relacionados con la alimentación y el ejercicio físico (OMS, 2018). En consecuencia, la preocupación por la imagen corporal está presente en la edad escolar, y puede desembocar, en situaciones que provoquen trastornos de la conducta alimentaria y en un problema de salud pública. En este sentido, el presente trabajo se centra en analizar la imagen corporal, la práctica de actividades físico-deportivas y la percepción de la salud en escolares adolescentes de educación secundaria.
Se entiende la imagen corporal como un constructo teórico, que se estructura mediante varios factores, tales como vivencias de tipo afectivo y/o experiencias que van determinando y explicando algunos aspectos importantes de la personalidad, la autoestima o ciertas psicopatologías, tales como los trastornos de conducta alimentaria (Urrutia, Azpillaga, de Cos, y Muños, 2010); más recientemente, Piran (2016) define la imagen corporal como una construcción multifacética que se refiere a las actitudes y percepciones sobre el cuerpo, en particular su apariencia, y es una construcción más amplia que reconoce la importancia de las experiencias vividas por el cuerpo y la forma en que éste se relaciona con el mundo.
Entre los factores que influyen en este proceso durante el periodo de preadolescencia y adolescencia, son de importancia las relaciones que el alumnado desarrolla con su cuerpo, ya que estas van a repercutir en su autoestima, en la perspectiva sobre su imagen corporal y en las influencias de su grupo de pares (Schmidt, Valkanover, Roebers, y Conzelmann, 2013). La preadolescencia es una etapa del desarrollo humano donde influye más el aspecto social que el físico (Morgan, Saunders, y Lubans, 2012).
El estudiante tiene poco poder de decisión, en cambio es consumista; y eso le lleva a que determinados gustos e intereses se incentiven por una conveniencia del mercado y los medios de comunicación. También, suelen manifestar afinidad hacia una determinada estética impuesta por la sociedad, esto hace que los más jóvenes presenten una preocupación excesiva por su cuerpo y lleven a cabo conductas de riesgo que pueden producir trastornos de la conducta alimentaria, como anorexia y bulimia nerviosa (Baile, Raich, y Garrido, 2003; Xu et al., 2010), y además, hayan transcendido al mundo de la salud, tanto física, como mental (Kriemler et al., 2011); y durante la adolescencia se convierta en un problema de salud pública (Käll, Nilsson, y Lindén, 2014).
Por otro lado, autores señalan que existe una relación entre la percepción del estado de salud con la práctica físico-deportiva y la imagen corporal en adolescentes (Urrutia et al., 2010). La adolescencia es una etapa particularmente vulnerable en el desarrollo de la obesidad porque está marcada por una desaceleración del crecimiento y una disminución en los niveles de actividad física. Dado que existe un riesgo muy alto de sobrepeso, los adolescentes son propensos a ser adultos con sobrepeso, la participación de los jóvenes en la actividad física sigue siendo el objetivo esencial para la prevención de la obesidad (Stankov, Olds, y Cargo 2012) y sobretodo mantenimiento a largo plazo de la pérdida de peso (Veloigne et al., 2011), reuniendo todos estos beneficios para la salud y obtener un estilo de vida activo (Duncan et al., 2008).
En la mayoría de las teorías y modelos usados en el comportamiento y la investigación en ciencias sociales sobre la actividad física, la imagen corporal no se incluye directamente como una influencia de la construcción psicosocial integral (Glanz, Rimer, y Viswanath, 2008); sin embargo, la literatura ha indicado relaciones positivas entre la imagen corporal y la actividad física en adolescentes (Campbell y Hausenblas, 2009); así como en la práctica de otras disciplinas físico-deportivas como la danza (Requena-Pérez, Martín-Cuadrado y Lago-Marín, 2015), usuarios de gimnasios de musculación (Baile-Ayensa, González-Díaz, Ramírez-Ortíz, y Suárez-Andujo, 2011), incluso en déficit de atención e hiperactividad de escolares (López-Sánchez, López-Sánchez, y Díaz-Suárez, 2015).
Por lo antes expuesto se plantea como objetivo valorar la imagen corporal, la práctica de actividades físico-deportivas y la percepción de la salud en escolares adolescentes de educación secundaria.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se presenta un estudio comparativo, no experimental y transversal que analiza la relación entre la práctica de actividades físico-deportivas y la imagen corporal en estudiantes de educación secundaria (Ato, López, y Benavente, 2013).
Participantes
La población objeto de estudio son estudiantes de educación secundaria pública del sistema federal de la ciudad de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México (n= 16,849). Participó una muestra de 416 escolares, con un error del ( 5%, seleccionados mediante un muestreo aleatorio y estratificado por género y grado escolar, con una edad entre 12 y 15 años (13.14 ( 0.87) de los cuales 216 son hombres y 200 mujeres, con un peso promedio de 53.63 ( 10.33 kg, una estatura de 1.59 ( 8.44 m y un IMC de 21 ( 3.03.
Instrumentos
Encuesta de Educación Física para la Salud (Núñez-Avilés, 2015), contiene un apartado de datos generales (edad, estatura, peso y género), de la pregunta 1 a la 7 se refieren a la práctica de actividad físico-deportiva y percepción de la salud, de la 8 a la 15 se refieren a la imagen corporal “Body Shape Questionnaire” (Evans y Dolan, 1993-BSQ-8a) con 8 ítems que se puntuan con seis opciones de respuesta: (1) nunca, (2) raramente, (3) alguna vez, (4) a menudo, (5) muy a menudo y (6) siempre; agrupados en puntos de corte sobre la procupación de la imagen corporal: < 19 ninguna, 19-25 leve, 26-33 moderada, > 33 marcada. El instrumento cuenta con buenas propiedades psicométricas de validez y fiablilidad para esta población (Alfa = 0.89; KMO = 0.90; gl = 28, p < 0.01; 57.30% de la varianza total). Los índices de ajuste y error son adecuados (2/gl = 2.92; CFI = 0.97; NNFI = 0.96; RMSEA = 0.9.
Procedimiento
Para su aplicación, se solicitó el permiso previo a realizar el estudio a las autoridades de las escuelas secundarias, los cuestionarios se administraron en un salón de clase por una persona capacitada donde se explicó brevemente el objetivo del estudio y aclaración de posibles dudas. Se contó con el consentimiento informado por parte de los padres de familia.
Análisis estadístico
Para el análisis de los datos, se utilizaron los programas estadísticos SPSS v24 y LISREL 8,80 (Jöreskog y Sörbom, 2006). Se obtuvieron datos descriptivos y pruebas de normalidad mediante Kolmogorov-Smirnov, asimetría y curtosis; así como la comparación de los puntos de corte de la preocupación de la imagen corporal mediante tablas de contingencia por sexo, salud y práctica de actividad físico-deportiva (chi cuadrada). Para la validez y fiabilidad se obtuvo el alfa de Cronbach y se realizó un análisis factorial exploratorio (AFE), utilizando la medida de adecuación muestral KMO y prueba de esfericidad de Bartlett; mediante el método de extracción de componentes principales, y con el empleo de un criterio de rotación oblicua (Varimax). Posteriormente se realizó el análisis factorial confirmatorio (AFC) atendiendo la naturaleza ordinal de las variables. Se consideraron los criterios de coeficiente (2/gl inferior a 3,0 para considerarse un buen ajuste del modelo (Kline, 2005). Los índices de CFI y NNFI por encima de 0,90 que indican un ajuste aceptable (Hu y Bentler, 1999). Para la RMSEA, se consideran valores satisfactorios menores a 0,05; y aceptables, valores inferiores a 0,08 (Llorent-Segura, Ferreres-Traver, Hernández-Baeza, y Tomás-Marco, 2014).
RESULTADOS
Se presentan los resultados sobre la imagen corporal y práctica de actividades físico-deportivas en estudiantes de nivel secundaria. La Tabla 1, muestra los estadísticos descriptivos y se afirma que no existe una normalidad para los ítems según los valores de asimetría, curstosis y Kolmogorov-Smirnov (p < 0,01).
En cuanto a la preocupación de la imagen corporal, se encuentran diferencias significativas entre el grupo de los hombres y las mujeres, siendo estos últimos los que tienen los valores con mayor preocupación (Tabla 2; p < 0.01).
El 14,9% de los estudiantes declara nunca practicar actividades físico-deportivas y muestran cierta preocupación por su imagen corporal, el 8,7% lo hace en vacaciones, el 33,2% de vez en cuando, el 10,8% en fines de semana y el 32,5% frecuentemente. Aunque se observa que varían los momentos de práctica, ésta no muestra diferenias significativas según el nivel de preocupación de la imagen corporal (Tabla 3; p > 0,05).
La preocupación de la imagen corporal y la percepción de la salud es considerada como positiva, por lo que se supone que ambas tiene un incremento de acuerdo a su percepción (Tabla 4; p > 0.05)
DISCUSIÓN
La imagen corporal es considerada como una representación mental amplia de la figura corporal, su forma y tamaño, la cual está influenciada por diversos factores (Slade, 1994). Para su medición, se utilizan principalmente cuestionarios validados de imagen corporal (Blanco, Solano, Benavides, y Ornelas, 2017), uno de los más referenciados es el “Body Shape Questionnaire” cuenta con varias versiones, el original con 34 ítems, además de 16, 14 y 8, este último instrumento con cuatro versiones: A, B, C y D permitiendo elegir el que más se ajusta al contexto (da Silva, Dias, Maroco, y Campos, 2014; Pook, Tuschen-Caffier y Brähler, 2008; Welch, Lagerström, y Ghaderi, 2012). En este trabajo su utilizó el BSQ-8A (Evans y Dolan, 1993), se confirma que cuenta con buenas propiedades psicométricas de validez y fiablilidad para la población de escolares de educación secundaria de México, se obtiene un solo factor mediante el AFE y adecuados índices de ajuste y error con el AFC
Los factores que son comúnmente asociados a la imagen corporal son el estatus socioeconómico, peso corporal, edad y el sexo (Latiff, Muhamad, y Rahman, 2018); en este estudio se encontró que las mujeres tienen una marcada preocupación con relación a los hombres, esto puede ser debido a una mayor insatisfacción corporal por las mujeres que generalmente han tenido una mayor preocupación por su estética (Damiano et al., 2015; Guedea-Delgado, Solano-Pinto, Blanco-Ornelas, Ceballos-Gurrola, y Zueck-Enríquez, 2017; Heron, Smyth, Akano, y Wonderlich, 2013; Latiff et al., 2018; Ramos, Rivera, Pérez, Lara, y Moreno, 2016).
La práctica de actividades físico-deportivas está asociada con la imagen corporal; es decir las personas que tienen una mayor práctica muestran una actitud más positiva hacia su propio cuerpo (Campbell y Hausenblas, 2009; Kantanista, Osiński, Borowiec, Tomczak, y Król-Zielińska, 2015; Williams y Cash, 2001). Resalta la importancia de esta información, ya que se ha comprobado que la imagen corporal se la relaciona también con el estado de salud y la autoestima (Urrutia et al., 2010; Vaquero, Alacid, Muyor, y López-Miñarro, 2013). Los datos del presente trabajo coinciden con los resultados señalados, ya que independientemente del momento de práctica de actividad física, ya sea en vacaciones, fines de semana o de manera frecuente, disminuye la preocupación por la imagen corporal. Por otro lado, el deporte de élite puede relacionarse negativamente con la preocupación de la imagen corporal ocasionando trastornos de conducta alimentaria e influencia sociocultural de la delgadez (Williamson et al., 1995), especialmente en deportes como la gimnasia rítmica, patinaje artístico o deportes de resistencia (Moreira, Macêdo, y Fontes, 2018; Vaquero et al., 2013).
Algunos autores (Käll et al., 2014; Oliva-Peña et al., 2016; Urrutia et al., 2010) describen la relación que se da entre la percepción del estado de salud y la imagen corporal percibida es significativa y positiva, por lo que se supone que a mejor percepción de la imagen corporal mejor percepción de estado de salud y viceversa, coincidiendo con los resultados obtenidos en esta investigación. Las consecuencias de la insatisfacción con la imagen corporal son variadas, así cursa con pobre autoestima, depresión, ansiedad social, inhibición y disfunciones sexuales, desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, quirúrgicos, dermatológicos, capilares, entre otros, de forma reiterada y con demandas irracionales (Hollander, Cohen, y Simeon, 1993).
CONCLUSIONES
Se puede concluir que en general los estudiantes adolescentes mexicanos tienen una preocupación importante de su imagen corporal, especialmente en las mujeres y los que perciben una mala salud, las personas que tienen una mayor práctica de actividades físico-deportivas muestran una actitud más positiva hacia su propio cuerpo. Como futuras líneas de investigación sería conveniente analizar la imagen corporal en estudiantes adolescentes diferenciando las disciplinas deportivas que practican con regularidad y los que no tienen el hábito.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Los resultados de este estudio aportan información de interés hacia los entrenadores, instructores o docentes, sobre la percepción que tienen los adolescentes sobre su imagen corporal a la hora de diseñar, desarrollar e implantar programas de actividad físico-deportiva destinados a la prevención de enfermedades y desarrollo de estilos de vida activos y saludables. Así mismo, las diferencias de género encontradas, apuntan a la necesidad de tener en cuenta las distintas percepciones de mujeres y hombres para aumentar las probabilidades de éxito de las intervenciones. Resulta ser una buena alternativa el uso del cuestionario de imagen corporal en su versión corta BSQ-8A en adolescentes mexicanos, ya que se obtuvieron buenas propiedades psicométricas de validez y fiablilidad.