Introducción
El número de hijos por familia ha ido disminuyendo en España paulatinamente durante las últimas dos décadas, siendo actualmente lo más prevalente las parejas que viven sin hijos (21 %) (INE, 2016). Siguiendo los datos del INE (2016) el mayor número de parejas tienen un hijo (47.87 %), el segundo lugar lo ocupan las familias con dos hijos (45.75 %) y en último lugar las familias con más de tres hijos (9.39 %). Por lo tanto, la estructura familiar se muestra como una variable de interés en el estudio del comportamiento de los hijos y cómo se refleja esta influencia en el campo deportivo, ya que ha sido un tópico poco estudiado dentro del ámbito del deporte.
Además, diversos trabajos han probado la influencia del número de hijos en las conductas desviadas y en la socialización posterior (Cangas, Gázquez, Pérez, Moldes y Rubio, 2007; Piñero, Arense y Cerezo, 2013; Piñero, López-Espín, Cerezo y Torres-Cantero, 2012). De esta forma, en varios trabajos se encontró que las familias con un solo hijo presentaron mayores problemas de convivencia, mayores niveles de aislamiento e impopularidad (Cangas et al., 2007; Duncan, 1999; Piñero et al., 2012; Piñero et al., 2013). En otros estudios se ha mostrado que los hijos únicos pueden estar más sobreprotegidos por sus familias, más centrados en sí mismos y esto puede presentar un desajuste negativo en su desarrollo psicosocial (Doh, 1999; Kuepie, Tenikue, Nouetagni y Misangumukini, 2011; Sui, Wang, Liu y Wang, 2015). Al mismo tiempo, en otros trabajos se ha encontrado que el hecho de tener hermanos puede servir como factor protector dentro de la familia, siempre y cuando el número de hijos no sea muy numeroso (Eriksen y Jensen, 2006; Sui et al., 2015). Por otro lado, en otro trabajo se encontró que las familias numerosas pueden influir negativamente en la relación entre los padres, disminuyendo su satisfacción marital (Vera, Félix-Castro y Rodríguez-Barreras, 2001). En este caso, siguiendo la Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de protección a las familias numerosas, se entiende la familia numerosa como aquella que se compone de más de tres hijos en el hogar familiar, aunque hay otras excepciones que hacen que una familia sea numerosa con dos hijos como puede ser la presencia de discapacidad, orfandad, etc. Por otra parte, en un trabajo de Piñero et al. (2013) mostraron que en las familias con tres o más hermanos aumentaban los porcentajes de agresores en el campo escolar hasta un 28.07 % y los de víctimas de acoso hasta el 24.56 %. Por lo tanto, el número de hijos se muestra como una variable susceptible de influir en el ajuste psicológico y en sus niveles de ira de los deportistas y practicantes de actividad física. Además, el ajuste psicológico es necesario para la práctica deportiva, debido a las cambiantes situaciones que se dan en el espectáculo deportivo (Brière et al., 2018).
En este sentido, la ira se ha mostrado como una variable de gran influencia en el ámbito deportivo y de la actividad física, tanto en el rendimiento deportivo, como en la elección deportiva, ajuste emocional, comportamientos agresivos, elección deportiva, estrategias metacognitivas, etc. (Davis, 2011; González-García, Pelegrín y Carballo, 2017; Jones, 2003; Lane, Beedie, Devonport y Stanley, 2011). Por todo ello, el estudio de la ira en el deporte y actividad física ha cobrado un gran interés por la comunidad científica durante la última década (Davis, 2011). Siguiendo a Spielberger, Jacobs, Rusell y Crane (1983, pp. 162), la ira se entiende como “un estado emocional caracterizado por sentimientos de enojo o de enfado y que tienen una intensidad variable”. Además, la ira puede ser entendida como “rasgo” o “estado”, rasgo si es la tendencia a experimentar ira de manera estable en el tiempo y estado cuando se experimenta ira de manera esporádica por un evento estresante (Spielberger, Miguel-Tobal, Casado y Cano-Vindel, 2001; Spielberger, Johnson, Russell, Crane, Jacobs y Worden, 1985). La ira posee un componente adaptativo con significado evolutivo, por lo que prepara para el ataque a las personas que poseen mayores niveles de esta emoción (Deffenbacher y McKay, 2000; Lench, 2004).
En este sentido, en el ámbito deportivo la ira puede interferir en el rendimiento a través de la interrupción o el aumento de la atención, el procesamiento de la información y la toma de decisiones, la ejecución y, finalmente, el control del rendimiento (Jones, 2003; Wittmann, Arce y Santiseban, 2008). Además, en los deportes de combate y contacto la ira puede actuar como un factor que aumenta el rendimiento deportivo y en aquellos deportes de alto control motor, en los que no existe el contacto, este exceso de energía que provoca la ira puede actuar como factor depresor del rendimiento (Hanin, 2007; Martinent y Ferrand, 2009). Por otro lado, cuando se relaciona a la ira con las estrategias de afrontamiento se encontró que los deportistas que obtuvieron mayor control de la ira mostraron mejores estrategias de afrontamiento ante los problemas, en comparación con los que obtuvieron resultados más bajos (Bolgar, Janelle y Giacobbi, 2008). Por otra parte, la ira también ha mostrado relación con la creencia acerca de las metaemociones. Lane et al. (2011) mostraron que los deportistas que creían que la ansiedad o la ira eran positivas para su rendimiento deportivo obtuvieron diferencias significativas en la ira, pero no de ansiedad, antes de la competición. Además, la ira también ha mostrado relación con la elección deportiva (Maxwell, Visek y Moores, 2009). De manera que en un trabajo de Maxwell et al. (2009) se mostró que los deportistas con mayores niveles de ira tendieron a elegir los deportes de contacto e individuales. En otro trabajo de González-García et al. (2017), los deportistas con mayor expresión interna de la ira se relacionaron con la práctica de deporte de raqueta. Además, en varios trabajos se ha mostrado diferencias significativas en la ira a favor de los deportes colectivos (Baron y Richardson, 1994; Pelegrín, Serpa y Rosado, 2013). De otro modo, en el ámbito de actividad física y salud se ha demostrado que la actividad física ayuda a reducir los niveles de ira, mostrándose como una importante arma para reducir las emociones negativas y aumentar las positivas (Dubnov y Berry, 2013; Reigal y Videra, 2013).
Por otro lado, no se han encontrado trabajos anteriores que examinen el número de hijos del hogar familiar con los niveles de ira en deportistas. Por lo tanto, vista la influencia que tiene el número de hijos en el hogar familiar en otros campos diferentes al deporte y a la actividad física, como novedad de este trabajo, se muestra interesante conocer la influencia que muestra el número de hijos en el campo de la actividad físico-deportiva en adultos. De esta manera, con este trabajo se pretende aumentar el conocimiento de estas variables al ámbito deportivo y de la actividad física.
Por lo tanto, una vez se han puesto los presupuestos teóricos que sustentan este trabajo de investigación, después de mostrar la relación entre el número de hijos y las variables relacionadas con la ira, y de conocer la mostrada influencia de la ira en el ámbito del deporte y actividad física, se establecieron los siguientes objetivos de investigación: 1) Conocer las diferencias en los niveles de ira en deportistas y practicantes de actividad física criados en familias numerosas y familias no numerosas; 2) Comprobar las diferencias en los niveles de ira en deportistas criados en familias numerosas y familias no numerosas. 3) Conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas que pertenecen a familias numerosas y familias no numerosas que poseen éxitos a nivel nacional.
La hipótesis que se estableció para el primer objetivo es que los deportistas y practicantes de actividad física criados en familias no numerosas presentaran diferencias significativas en los niveles de ira, mostrando menores niveles. Por otro lado, en el segundo objetivo se hipotetiza que los deportistas criados en familias no numerosas presentaran diferencias significativas en los niveles de ira, mostrando menores niveles. Por otra parte, en el tercer objetivo se hipotetiza que los deportistas con éxitos nacionales criados en familia numerosa obtendrán diferencias significativas en los niveles de ira, mostrando menores niveles.
Método
Participantes
La muestra total se compuso de 442 deportistas y practicantes de actividad física, de los cuales el 72.6 % eran deportistas y el 27.4 % eran practicantes de actividad física. De ellos 133 son mujeres (30.1 %) y 309 son hombres (69.9 %) con una edad comprendida entre los 18 y los 64 años (M = 26.73, SD = 8.27). A continuación, se examinó a los deportistas federados de la muestra, es decir aquellos que están asociados a federaciones deportivas para practicar su deporte, de los cuales, 195 eran federados (44.1 %), 247 eran no federados (55.9 %), 46 eran deportistas profesionales (10.4 %) y 119 obtuvieron éxitos nacionales (26.9 %). La mayoría de deportistas (72.6 %) practicaban: fútbol (9.67 %), ciclismo (9.38 %), running (9.38 %), tenis de mesa (9.38 %) y otros deportes (62.19 %). La mayoría de practicantes de actividad física (27.4 %) realizaba: musculación o trabajo de fuerza en el gimnasio (69.30 %), actividades dirigidas (zumba, ciclo indoor, baile, etc; 27.72 %) y senderismo (2.97 %). El número de participantes que eran hijos únicos fue del 9.3 %, con dos 64.7 % y con tres o más del 26 %.
Como criterio de inclusión de la muestra, se seleccionó a deportistas y practicantes de actividad física mayores de 18 años para conocer si el tipo de familia en la que se criaron influye en sus niveles de ira actuales. La muestra se seleccionó mediante un muestreo no probabilístico (incidental), asegurando la diversidad de deportes que la componen, intentando recoger participantes de la mayor diversidad de zonas de España y asegurando las garantías para la recogida de la información.
Instrumentos de evaluación
Cuestionario Sociodemográfico ad hoc. Para evaluar los factores sociodemográficos y el número de hermanos, se creó un cuestionario de elaboración propia. Los ítems valoraron aspectos relacionados con: variables biológicas del deportista (sexo, edad, etc.) y variables sociodeportivas (deporte, éxitos deportivos, profesional o amateur, etc) “¿Eres profesional de tu deporte?” “El número de hermanos que tengo contándome yo mismo es de”. En función de la respuesta a esta pregunta cuantitativa se realizaron ambos grupos, el grupo de familias no numerosas comprendía de uno a dos hijos y el de numerosas presentaba tres hijos o más. Esta división se realizó siguiendo la definición de familia numerosa y nuclear realizada por la Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de protección a las familias numerosas, en el punto uno de su artículo dos, tan sólo teniendo en cuenta el número de hijos. Del total de 28 ítems, cinco evaluaban variables biológicas, cinco evaluaban variables laborales y académicas y 18 valoraban variables sociodeportivas. La mayoría de las preguntas eran de respuesta cerrada, de las cuales había preguntas tipo Likert, dicotómicas y politómicas.
Aquiescencia y participantes deshonestos. Se utilizó la escala de Oviedo de Infrecuencia de Respuesta (INF-OV; Fonseca-Pedrero, Lemos-Giráldez, Paino, Villazón-García y Muñiz, 2009), es una medida de autoinforme que está compuesta por 12 ítems que consta de una escala Likert con 5 posibilidades de respuesta (1= “Completamente en desacuerdo”; 5 = “Completamente de acuerdo”). El objetivo de esta escala es detectar a los participantes que responden de forma aleatoria, pseudoaleatoria o deshonesta. Al realizarse el cuestionario online, esta escala garantiza la fiabilidad de las respuestas de los participantes. Los participantes con más de 3 respuestas incorrectas en esta prueba fueron retirados de la muestra. En este estudio, se eliminaron 25 participantes que habían respondido de manera deshonesta al cuestionario.
Ira. Para la medición de la Ira Rasgo, Expresión Externa de Ira, Expresión Interna de Ira, Temperamento, Reacción de Ira, Control Interno de Ira, Control Externo de Ira y del Índice de Expresión de la Ira, se utilizó el Inventario de Expresión de la Ira Estado-Rasgo STAXI-2 (Spielberger et al., 2001). Se utilizó la escala de Ira rasgo, la cual incluye cinco sub-escalas (Rasgo de Ira, Expresión Externa de Ira, Expresión Interna de Ira, Control Externo de Ira y Control Interno de Ira), dos subescalas (Temperamento de Ira y Reacción de Ira) y el Índice de Expresión de la Ira (IEI) que ofrece una medida general de la expresión y control de la ira. Las escalas empleadas en este trabajo obtuvieron un coeficiente alfa de Cronbach de .74 en esta investigación, lo que indica niveles apropiados de fiabilidad. En los estudios de validación de la escala original, el instrumento obtuvo una correlación test-retest a los dos meses de .71 y un coeficiente alfa de Cronbach de .82 y un coeficiente alpha de Cronbach de .89 para la escala de Ira- Estado, de .82 para la de Ira-Rasgo, y de .69 para la de Expresión de Ira (Spielberger et al., 2001). Por otro lado, en un estudio de Oliva y Calleja (2010) en el que se valida la escala al ámbito deportivo se obtuvo un alfa de Cronbach de .81 en deportistas mexicanos, encontrándose un alfa de Cronbach de .88 en la escala de temperamento, .61 en la escala de reacción ante la frustración, .80 en la de reacción ante la desvalorización, .64 en la de expresión externa, .65 en la de expresión interna y .80 en la de control interno.
Procedimiento
En primer lugar, el estudio fue evaluado por el comité de ética de la Universidad Miguel Hernández. A continuación, se procedió a buscar participantes contactando con las federaciones deportivas españolas, con entrenadores, deportistas y practicantes de actividad física. Se contactó con clubes, deportistas y practicantes de actividad física de toda la geografía española, ya que el estudio se realizó en línea. Los deportistas que manifestaban su interés en participar a los investigadores enviaban un email para recibir el cuestionario de investigación. Una vez que los deportistas recibían la batería de pruebas, podían realizarla desde casa en cualquier momento de su tiempo libre a través de Google Forms. Las respuestas de los cuestionarios se alojaron en la base de datos de Google Drive. El anonimato de los participantes estaba garantizado y se animó a que contestaran lo más verazmente posible.
Análisis de Datos
Para el tratamiento estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS 19.0. Para conocer las características de la muestra, se realizaron los estadísticos descriptivos de media, mínimo, máximo, frecuencia, porcentaje y desviación típica. Para verificar que la muestra seguía una distribución normal, se utilizó la prueba de Komolgorov-Smirnov y se encontró que la muestra seguía una distribución normal (p >.05); por lo tanto, se utilizaron pruebas paramétricas. Para conocer las diferencias de medias cuando las variables eran cuantitativas, se utilizó la prueba t de student para muestras independientes, empleándose un nivel de confianza del 95 %. Para analizar el tamaño del efecto y así conocer la magnitud de las diferencias encontradas en la prueba t de student, se utilizó la d de Cohen. En este caso, siguiendo a Cohen (1988) se pueden considerar los resultados del tamaño del efecto de la siguiente forma: d =.20 (pequeño), d =.50 (moderado) y d =.80 (grande).
Resultados
En primer lugar, con el objetivo de conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas y practicantes de actividad física que pertenecieron a familias numerosas y no numerosas, se realizó una prueba t para muestras independientes, en la que subdividió a la muestra en Familias Numerosas (FN) y Familias No Numerosas (FNN).
En la Tabla 1, los resultados mostraron diferencias significativas en ira rasgo (p < .05), temperamento (p < .01), expresión interna de ira (p < .01) e índice de expresión de ira (p < .05) en aquellos deportistas y practicantes de actividad física de familias no numerosas.
Variables de Ira | FNN (n = 327) | FN (n = 115) | t | (p) | gl | d de Cohen | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
M | (DT) | M | (DT) | |||||
Ira Rasgo | 22.69 | (5.32) | 21.31 | (4.68) | 2.46 | (.014)* | 440 | .23 |
Temperamento | 8.96 | (3.16) | 8.12 | (2.70) | 2.56 | (.011)* | 440 | .24 |
Reacción de Ira | 13.72 | (3.25) | 13.19 | (3.02) | 1.53 | (.120) | 440 | |
Expresión Externa Ira | 11.71 | (2.96) | 11.17 | (2.71) | 1.73 | (.080) | 440 | |
Expresión Interna Ira | 14.10 | (3.59) | 13.31 | (3.56) | 2.03 | (.043)* | 440 | .19 |
Control Externo Ira | 19.47 | (3.34) | 19.86 | (3.30) | -1.07 | (.280) | 440 | |
Control Interno Ira | 16.23 | (4.19) | 16.43 | (3.76) | -0.45 | (.640) | 440 | |
Índice de Expresión de Ira | 26.11 | (8.55) | 24.19 | (7.92) | 2.11 | (.035)* | 440 | .20 |
Nota.FNN = Familia No Numerosa, FN= Familia Numerosa.
*p < .05;
**p < .01.
En segundo lugar, con el objetivo de conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas que pertenecen a familias numerosas y familias no numerosas, se realizó una prueba t para muestras independientes. En este caso se seleccionó de la muestra a los practicantes de deporte (n = 321), excluyendo a los practicantes de actividad física (n = 123).
En la Tabla 2, los resultados mostraron diferencias significativas en ira rasgo (p < .01), temperamento (p < .01), expresión externa de ira (p < .05) e índice de expresión de ira (p < .05), en los deportistas de familias no numerosas.
Variables de Ira | FNN (n = 81) | FN (n = 240) | t | (p) | gl | d de Cohen | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
M | (DT) | M | (DT) | |||||
Ira Rasgo | 22.93 | (5.02) | 20.72 | (4.30) | 2.720 | (.007)** | 319 | .39 |
Temperamento | 9.12 | (3.26) | 7.70 | (2.54) | 2.750 | (.006)** | 319 | .39 |
Reacción de Ira | 13.80 | (3.02) | 13.02 | (2.73) | 1.580 | (.110) | 319 | |
Expresión Externa Ira | 11.87 | (3.02) | 10.72 | (2.86) | 2.310 | (.022)* | 319 | .33 |
Expresión Interna Ira | 14.35 | (3.63) | 13.25 | (3.72) | 1.810 | (.070) | 319 | |
Control Externo Ira | 19.14 | (3.38) | 19.81 | (3.68) | -1.160 | (.240) | 319 | |
Control Interno Ira | 16.14 | (4.23) | 16.14 | (3.88) | 0.006 | (.240) | 319 | |
Índice de Expresión de Ira | 26.93 | (8.62) | 24.02 | (9.06) | 2.010 | (.046)* | 319 | .28 |
Nota.FNN = Familia No Numerosa, FNU = Familia Numerosa.
*p < .05;
**p < .01.
En tercer lugar, con el objetivo de conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas que pertenecen a familias numerosas y familias no numerosas que poseen éxitos a nivel nacional, se realizó una prueba t para muestras independientes. En este caso se seleccionó de la muestra a los deportistas con éxitos a nivel nacional (n = 119).
En la Tabla 3, los resultados mostraron diferencias significativas en la reacción de ira (p < .05), a favor de los deportistas con éxitos nacionales criados en familias numerosas.
Variables de Ira | FNN (n = 94) | FN (n = 25) | t | (p) | gl | d de Cohen | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
M | (DT) | M | (DT) | |||||
Ira Rasgo | 22.62 | (5.25) | 20.56 | (4.92) | 1.77 | (.07) | 117 | |
Temperamento | 8.82 | (3.06) | 8.16 | (2.73) | 0.99 | (.32) | 117 | |
Reacción de Ira | 13.79 | (3.20) | 12.40 | (2.78) | 1.98 | (.04)* | 117 | .65 |
Expresión Externa Ira | 11.52 | (2.73) | 10.76 | (2.72) | 1.23 | (.21) | 117 | |
Expresión Interna Ira | 14.28 | (3.53) | 13.04 | (3.91) | 1.53 | (.12) | 117 | |
Control Externo Ira | 19.88 | (3.44) | 19.96 | (3.25) | -0.10 | (.92) | 117 | |
Control Interno Ira | 16.56 | (4.06) | 16.20 | (4.70) | 0.38 | (.70) | 117 | |
Índice de Expresión de Ira | 25.36 | (7.61) | 23.64 | (8.81) | 0.97 | (.33) | 117 |
Nota.FNN = Familia No Numerosa, FN = Familia Numerosa.
*p < .05;
**p < .01.
Discusión
Los objetivos de este trabajo fueron: 1) Conocer las diferencias en los niveles de ira en deportistas y practicantes de actividad física criados en familias numerosas y familias no numerosas; 2) Comprobar las diferencias en los niveles de ira en deportistas criados en familias numerosas y familias no numerosas; 3) Conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas que pertenecen a familias numerosas y familias no numerosas que poseen éxitos a nivel nacional. En relación al primer y segundo objetivo, los resultados mostraron diferencias significativas en ira rasgo, temperamento, expresión interna de ira e índice de expresión de ira, en aquellos deportistas y practicantes de actividad física de familias no numerosas. Cuando se analizó por separado al grupo de deportistas, los resultados mostraron diferencias significativas en ira rasgo, temperamento, expresión externa de ira e índice de expresión de ira, en los deportistas de familias no numerosas. Estos resultados siguen los hallazgos de los estudios precedentes en otros campos de la vida distintos al deporte, en los que se encuentra que los hijos únicos presentan peores niveles de socialización y mayores de agresión (Ann, 1990; Doh, 1999; Sui, Wang, Liu y Wang, 2015; Tucker y Finkelhor, 2015). Aunque en este trabajo científico dentro del grupo de familias no numerosas se incluyó a las familias con hijos únicos y familias con dos hijos. Al igual que argumentan los estudios previos que hablan de las familias (Ann, 1990; Doh, 1999; Cangas et al., 2007; Duncan, 1999; Piñero et al., 2013; Piñero et al., 2012; Sehan, 2016; Sui et al., 2015), las familias no numerosas pueden tener hijos más centrados en sí mismos, con mayores problemas de socialización, más egocéntricos, menos maduros y esto puede influir en que presenten mayores niveles de ira. Además, al tener menos hermanos sus conductas sociales están menos estimuladas dentro del hogar, lo que puede influir en que tengan menos habilidades sociales, menos conductas de empatía y menos conductas de habilidades interpersonales, lo que puede hacer que aumenten sus niveles de ira (Cangas et al., 2007; Duncan, 1999; Piñero et al., 2013; Piñero et al., 2012). A su vez, al vivir con menos personas en el hogar, puede que estén acostumbrados a conseguir todo lo que quieren y esto haga que tengan menor tolerancia a la frustración, lo que también puede aumentar los niveles de ira (Cangas et al., 2007; Duncan, 1999). Por lo tanto, se confirma la primera y segunda hipótesis establecida, los deportistas y el grupo de deportistas y practicantes de actividad física de familias no numerosas poseen mayores niveles de ira que los de las numerosas. Por otra parte, destaca que el grupo de deportistas muestra diferencias en la expresión de su ira de manera externa; y cuando se mide a deportistas y practicantes de actividad física juntos, la expresión externa no mostró diferencias significativas, sino la interna. Un estudio de Altin (2015) muestra que el deporte puede mediatizar esta expresión externa de la ira, la cual está considerada como más sana a nivel de salud.
En relación al tercer objetivo, conocer las diferencias en los niveles de ira en los deportistas que pertenecen a familias numerosas y familias no numerosas que poseen éxitos a nivel nacional. Los resultados mostraron diferencias significativas en los niveles de reacción de ira, en los deportistas con éxitos nacionales de familias numerosas que obtuvieron menores niveles. Estos resultados siguen en concordancia con los estudios previos mostrados anteriormente (Ann, 1990; Doh, 1999; Sehan, 2016; Sui et al., 2016) que muestran en otros campos diferentes al deporte que las familias numerosas presentan un efecto psicosocial positivo en los hijos. Además, existen otros trabajos que muestran que el nivel de rendimiento deportivo también influye en los niveles de ira (Menéndez-Santurio y Fernández-Río, 2015; Woodman, Davis, Hardy, Callow, Glasscock y Yuill-Proctor, 2009); por ello, el nivel de rendimiento deportivo puede que se muestre como un factor mediador a que no se encuentren diferencias en las otras variables que se encontraron anteriormente (ira rasgo, temperamento, expresión interna de ira e índice de expresión de ira). Por lo tanto, este resultado confirma la tercera hipótesis establecida, y muestra que dentro de los deportistas con éxitos nacionales la familia numerosa puede influir en la reacción de ira de estos deportistas.
Como líneas de propuesta futura, sería interesante conocer cómo se relaciona el número de hijos con las conductas prosociales y con la ira, por la importante implicación que han mostrado las conductas prosociales en la ira y para conocer si hay diferencias en la socialización en función del número de hijos de cada familia. Además, sería interesante conocer si el orden de los hermanos muestra relación con poseer mayores niveles de ira, ya que sería una variable de interés para estudiar en el deporte. A su vez, en futuros estudios sería de interés conocer las diferencias entre las familias con un hijo, dos hijos y numerosas, ya que en este trabajo científico, al ser el primer trabajo de esta temática, tan sólo se dividieron en no numerosas y numerosas. De esta manera podría conocerse las diferencias interindividuales entre los tres grupos de familias. Al mismo tiempo, también sería interesante conocer cómo influye en los niveles de ira el aumento en el número de hijos. Por otro lado, los resultados de este trabajo muestran que en el ámbito deportivo un factor de riesgo que puede ser importante en los niveles de ira es pertenecer a una familia no numerosa, ello debe ser tomado en cuenta por psicólogos deportivos y entrenadores cuando se trabaja el control de esta emoción en los deportistas.
Entre las limitaciones principales de este trabajo de investigación destaca la agrupación en familias numerosas y no numerosas, ya que puede haber diferencias entre el número de hijos. Por lo tanto, dentro de esta clasificación podría subdividirse en más clasificaciones y no sólo en estas dos. De este modo, se conocería cómo evolucionan los resultados según el número de hijos. Además, pueden existir más variables que estén mediando las diferencias en los niveles de ira de los deportistas y practicantes de actividad física de familias no numerosas y numerosas. Por lo tanto, la dificultad de medir otras variables que pueden mediar estos resultados se muestra como una debilidad dentro de este trabajo.
Como conclusiones, los deportistas y practicantes de actividad física criados en familias numerosas pueden poseer menores niveles de ira que los de familias no numerosas. Por lo tanto, en los perfiles de deportistas más irascibles el número de hermanos debe ser una variable a tener en cuenta, por las posibilidades que tiene de influir en los niveles de ira del deportista. Por otro lado, los deportistas con éxitos a nivel nacional criados en familias numerosas poseen menores niveles de reacción de ira que los deportistas con éxitos nacionales criados en familias no numerosas. Por lo tanto, el tipo de familia también se muestra como una variable que influye en los niveles de ira de los deportistas con éxitos nacionales.
Como aplicaciones prácticas, el número de hermanos ha de ser tenido en cuenta por los profesionales de la psicología deportiva como variable de riesgo en los deportistas y practicantes de actividad física que presentan altos niveles de la emoción de ira. Asimismo, en aquellos deportistas y practicantes de actividad física de familias no numerosas los profesionales de la psicología deben fortalecer el trabajo del control emocional desde el ámbito familiar, para así de este modo poder prevenir problemas de gestión emocional en el ámbito deportivo.