Introducción
El estudio de las lesiones posee una marcada relevancia para la comunidad científica internacional debido a sus altas tasas de incidencia y prevalencia en todos los deportes a nivel global. Las mismas constituyen un factor de riesgo inherente a la práctica deportiva que en su materialización produce afectaciones sobre el estado de salud y el rendimiento de los deportistas con los consecuentes gastos económicos que implica el tratamiento y la rehabilitación (García et al., 2015; Padegimas et al., 2016; Pujals et al., 2016).
La naturaleza multicausal de este flagelo ha propiciado que su estudio se realice a partir de un enfoque multidisciplinar donde la Psicología juega un importante rol, el cual ha sido percibido gracias a los resultados obtenidos por la extensa producción científica acumulada desde los primeros estudios en la década del 70 del pasado siglo XX, sobre todo posterior a la publicación del modelo de “Estrés y Lesiones” (Andersen y Williams, 1988; Williams y Andersen, 1998).
En la actualidad la comunidad científica especializada ha arribado al establecimiento de consensos sobre las relaciones entre variables psicológicas y las lesiones haciendo énfasis en la consideración de que algunas variables psicológicas pueden constituirse en factores de riesgo como la alta susceptibilidad al estrés, altos niveles de ansiedad, baja autoestima e inefectivos recursos de afrontamiento al estrés (Herring et al., 2017; Soligard et al., 2016).
Por otra parte, también se ha establecido el criterio consensuado de que las lesiones afectan el estado de salud mental de los deportistas produciendo ansiedad, depresión, agresividad, desórdenes alimenticios e incluso conllevando al consumo de sustancia nocivas (Schinke et al., 2018).
No obstante, los resultados en este ámbito de investigación han sido diversos e incluso contradictorios debido a la presencia de una dispersión teórico-metodológica en el estudio de las relaciones entre variables psicológicas y lesiones, la cual no ha permitido sistematizar estas relaciones como para lograr desarrollar leyes y regularidades (Olmedilla y García Mas, 2009), manteniendo la necesidad de nuevos estudios que rebasen esta insuficiencia.
Los resultados de las investigaciones encaminadas a mostrar las relaciones entre los recursos psicológicos de afrontamiento al estrés psicosocial y las lesiones deportivas han mostrado que más allá del estrés se encuentra la capacidad del sujeto para afrontarlo, lo cual establece diferencias significativas con la ocurrencia de las lesiones (Prieto y Olmedilla, 2015; Zurita-Ortega et al., 2014; Zurita-Ortega, et al., 2017).
En consecuencia con lo anterior, algunos investigadores en este ámbito han centrado su atención en los recursos de afrontamiento al estrés generado por la actividad deportiva específica concibiendo a las habilidades psicológicas para competir definidas por Loher (1986) como variables que permiten regular la respuesta del deportista en situaciones de alta tensión competitiva mostrando ciertos niveles de relación con las lesiones (Berengüí et al., 2013; Berengüí y Puga, 2015; Gonzales-Reyes et al., 2017; Ríos et al., 2019).
Estos estudios han abarcado varios deportes como la lucha olímpica, el taekwondo, el ciclismo, el atletismo, el triatlón y el béisbol, exhibiendo resultados diversos y en no pocas ocasiones contradictorios, ya que un mismo instrumento diagnóstico aplicado a deportistas de diferentes deportes y contextos ha mostrado resultados divergentes, por lo que el estudio de esta temática se encuentra abierto a debate y sistematización manteniendo actualidad y relevancia, sobre todo en el contexto deportivo cubano donde no constituye un campo de investigación habitual para los psicólogos deportivos.
La presente investigación parte igualmente del supuesto de que las habilidades psicológicas relacionadas con la ejecución deportiva (Loher, 1986; Hernández, 2006) constituyen factores específicos que pueden contribuir a la lesión ante determinadas situaciones de tensión, pero que estas últimas a su vez afectan el estado de las habilidades a partir de su ocurrencia mediante una relación dialéctica de causa-efecto entre ambos grupos de variables.
Método
Participantes
La investigación posee un diseño descriptivo, transversal y correlacional. Se trabajó con las 21 deportistas integrantes de la selección nacional femenina de softbol, las cuales participaron en el torneo Pre Mundial de las Américas celebrado en Canadá en el 2019. El grupo de deportistas contó con una edad cronológica entre 17 y 38 años (M = 23.76; DT = 5.59) y una experiencia deportiva entre 7 y 27 años (M = 11.71; DT = 4.69), conformando una población heterogénea en cuanto a estos parámetros.
Materiales
Fue aplicado el Cuestionario sobre Aspectos Deportivos y Lesiones para identificar el comportamiento de las lesiones en la población objeto de estudio. El mismo recoge información relacionada con el historial de lesiones, la cantidad de lesiones sufridas, la gravedad de las mismas y el contexto en que estas ocurrieron. Ha sido elaborado y aplicado por Olmedilla et al. (2006).
Para evaluar el estado de las habilidades psicológicas para competir se empleó el Inventario Psicológico de Ejecución Deportiva (IPED): Este instrumento constituye la adaptación del Psychological Performance Inventory (PPI) de Loehr (1986), realizada por Hernández (2006) y replicado y adaptado para otras poblaciones deportivas hispanohablantes (Hernández-Mendo et al., 2014; Raimundi et al., 2016; Véliz et al., 2018) mostrando adecuadas propiedades psicométricas. El mismo está constituido por 42 ítems agrupados en siete escalas de respuesta tipo Likert. Los análisis de fiabilidad ofrecieron un Alfa de Cronbach de .89, mientras que los valores de consistencia interna obtenidos para cada variable fueron las siguientes: Autoconfianza = .73; Control de Afrontamiento Negativo = .69; Control Atencional = .63; Control Visuo-imaginativo = .65, Nivel Motivacional = .64; Control de Afrontamiento Positivo = .64 y Control Actitudinal = .65.
Procedimiento
El estudio contó con el consentimiento informado de los entrenadores y las deportistas. La aplicación de los instrumentos se realizó en una sola oportunidad, coincidiendo con la etapa final de preparación para la competencia. Los mismos fueron aplicados por dos psicólogos entrenados en control psicológico del entrenamiento deportivo del Centro Provincial de Medicina del Deporte de Villa Clara, Cuba, provincia en la cual se encontraba la base de entrenamiento del equipo.
Los instrumentos se aplicaron siempre en horario matutino sin rebasar los 15 minutos en ningún caso, contando además con buenas condiciones de iluminación, ventilación y medios para garantizar su adecuada resolución. Cada instrumento fue aplicado a todas las deportistas a la misma vez en dos mañanas diferentes, (una para cada instrumento dejando un día de por medio) siempre antes de comenzar la sesión de entrenamiento correspondiente.
Primeramente, se aplicó el cuestionario para obtener información sobre las lesiones y luego el inventario para evaluar las habilidades psicológicas de las deportistas.
Se contó con la plena disposición de las deportistas para realizar las pruebas indicándole de manera clara y precisa sus objetivos, así como las variables que miden y la importancia de emitir respuestas sinceras basadas en sus propias experiencias. Se comprobó el cabal entendimiento de los instrumentos antes de su realización por las deportistas.
Análisis de datos
Se empleó la estadística descriptiva e inferencial empleando pruebas como el mínimo, máximo, media, desviación típica y porcentajes, esta última en específico solo para describir el comportamiento de los antecedentes de lesiones. Además se halló la asimetría, curtosis y la prueba KS para una muestra para determinar la normalidad de los datos obtenidos mediante la evaluación de las variables psicológicas. Se aplicó la prueba correlacional de Pearson para determinar la relación entre las variables psicológicas y las lesiones, así como las puebas T de Student para dos muestras independientes y Anova de un factor para comparar el estado de las variables psicológicas entre las deportistas con diferentes antecedentes de lesión. En todo caso se consideró un intervalo de confianza del 95 %. Se empleó el paquete estadístico SPSS para Windows versión 22.0.
Resultados
El análisis descriptivo de las lesiones se muestra en la Tabla 1, evidenciándose la existencia de más deportistas con antecedentes de lesiones y una tendencia mayor a su reiteración. Las lesiones sufridas han sido de menor gravedad, aunque se han presentado más lesiones de carácter moderado. Además de lo anterior las lesiones han ocurrido tanto en entrenamientos como en competencias.
Total | LD | NLD |
1 |
Cantidad de Lesiones | Gravedad | Contexto de lesión | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
2 | Mas 2 | Leve | Moderada | Entre. | Comp. | ||||
21 | 15 | 6 | 3 | 6 | 6 | 6 | 9 | 7 | 8 |
% | 71.4 | 28.6 | 20 | 40 | 40 | 40 | 60 | 46.7 | 53.3 |
Nota:. LD = Lesión Deportiva; NLD = No Lesión Deportiva; Entre.= Entrenando; Comp.= Compitiendo
La Tabla 2 muestra que la Autoconfianza, el Control de la Actitud, el Nivel Motivacional y el Control de Afrontamiento Positivo son las variables de mejor estado en las deportistas de cara a su competencia fundamental. Además se puede apreciar que estas variables poseen una distribución normal.
Media | DT | Asimetría | Curtosis | KS | |
---|---|---|---|---|---|
Autoconfianza | 27.14 | 1.90 | -.70 | .52 | .84 |
Nivel Motivacional | 25.86 | 2.28 | -.47 | -.22 | .66 |
Control de la Atención | 23.52 | 3.81 | -.31 | -.13 | .51 |
Control de Afrontamiento Negativo | 23.43 | 3.70 | -.04 | -.41 | .35 |
Control de Afrontamiento Positivo | 25.43 | 2.83 | -.55 | .02 | .53 |
Control Visual e Imaginativo | 24.90 | 2.52 | -.02 | -.83 | .71 |
Control de la Actitud | 26.95 | 3.30 | -.70 | -.10 | .57 |
Nota:. KS = Kolmogorov-Smirnov.
La Autoconfianza establece una relación inversa con la ocurrencia y cantidad de lesiones indicando que las deportistas que confían menos en sí mismas son más propensas a lesionarse, incluso se han lesionado con mayor frecuencia. Así mismo se relacionan las variables de Control Emocional con la cantidad de lesiones, lo cual supone que las deportistas que poseen menos habilidades de afrontamiento al estrés generado por las situaciones propias de la actividad deportiva, tienden a sufrir más lesiones. Además de lo anterior la relación entre el Control de Afrontamiento Negativo y el contexto de lesión indica que las deportistas que presentan menos habilidades para controlar emociones negativas como la ansiedad, son aquellas que se lesionan durante las competencias y las que poseen menor Control de la Actitud han presentado lesiones de mayor gravedad (ver Tabla 3).
Variables | Antecedentes de lesión | Cantidad de Lesiones | Gravedad de Lesiones | Contexto de Lesión | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Pearson Sig. | Pearson Sig. | Pearson Sig. | Pearson Sig. | |||||
AC | -.492 | .024 | -.661 | .007 | -.144 | .608 | -.205 | .465 |
NM | -.229 | .317 | -.104 | .711 | .012 | .965 | .044 | .876 |
CAT | -.081 | .727 | .077 | .784 | -.236 | .397 | -.412 | .127 |
CAN | -.258 | .210 | -.745 | .001 | -.326 | .236 | -.549 | .034 |
CAP | -.245 | .285 | -.564 | .028 | .406 | .133 | .000 | 1.00 |
CVI | .104 | .654 | .091 | .747 | .466 | .080 | .461 | .084 |
CACT | .154 | .505 | .157 | .577 | -.626 | .012 | -.096 | .732 |
Nota:. AC= Autoconfianza; NM= Nivel Motivacional; CAT= Control de la Atención; CAN= Control de Afrontamiento Negativo; CAP= Control de Afrontamiento Positivo; CVI= Control Visuoimaginativo; CACT= Control de la Actitud
La Tabla 4 muestra la comparación de las variables psicológicas entre las deportistas que se han lesionado y las que no han sufrido lesiones, pudiéndose observar que solo la Autoconfianza muestra diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos, pues quienes han sufrido lesiones presentan menor puntuación en esta variable.
Variables | AC | NM | CAT | CAN | CAP | CVI | CACT | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antecedente de Lesión | Lesionada | 24,93 | 26,67 | 24,00 | 24,67 | 26,50 | 24,50 | 26,17 |
No Lesionada | 27,50 | 25,53 | 23,33 | 22,27 | 25,00 | 25,07 | 27,27 | |
Prueba t (Sig.) | .010 | .326 | .762 | .168 | .313 | .577 | .568 | |
Cantidad de Lesiones | Una lesión | 27.00 | 24.33 | 24.33 | 27.33 | 22.00 | 23.67 | 25.33 |
Dos Lesiones | 25.67 | 27.17 | 21.83 | 22.67 | 25.17 | 26.00 | 28.33 | |
Más de dos | 23.17 | 24.50 | 24.33 | 19.33 | 26.33 | 24.83 | 27.27 | |
ANOVA (Sig.) | .027 | .067 | .447 | .007 | .075 | .527 | .410 | |
Gravedad de la Lesión | Leve | 25.33 | 25,50 | 24,33 | 23,83 | 23,67 | 23,50 | 28,78 |
Moderada | 24.67 | 25,56 | 22,67 | 21,22 | 25,89 | 26,11 | 25,00 | |
Prueba t (Sig.) | .648 | .962 | .377 | .301 | .176 | .083 | .030 | |
Contexto de la Lesión | Entrenando | 25.43 | 25.43 | 24.86 | 24.57 | 25.00 | 23.71 | 27.57 |
Compitiendo | 24.50 | 25.63 | 22.00 | 20.25 | 25.00 | 26.25 | 27.00 | |
Prueba t (Sig.) | .456 | .874 | .132 | .059 | 1.00 | .097 | .737 |
Nota:. AC= Autoconfianza; NM= Nivel Motivacional; CAT= Control de la Atención; CAN= Control de Afrontamiento Negativo; CAP= Control de Afrontamiento Positivo; CVI= Control Visuoimaginativo; CACT= Control de la Actitud.
Por otra parte, las deportistas que más se han lesionado experimentan menor Autoconfianza, Control de Afrontamiento Negativo y Control de la Actitud, mientras que el hecho de haberse lesionado en diferentes contextos deportivos no repercute en modo alguno sobre las habilidades psicológicas estudiadas.
Discusión
Los resultados del presente estudio permiten reafirmar que las lesiones constituyen un problema fundamental en el deporte por su epidemiología, reflejando un alto porcentaje de ocurrencia, lo cual muestra que las mismas constituyen un fenómeno inherente a la práctica deportiva tal y como refiere la literatura científica especializada, (García et al., 2015; Padegimas et al., 2016; Pujals et al., 2016) por lo que su estudio debe constituir un aspecto fundamental para los procesos de entrenamientos y competencias.
Las habilidades estudiadas en estas deportistas de alto rendimiento configuran un perfil de rendimiento psicológico donde las variables Control de la Atención, Control de Afrontamiento Negativo y Control Visuoimaginativo se encuentran en menor estado de manera similar a los resultados obtenidos por González-Reyes et al (2017), quienes encontraron en triatletas amateurs, menor Control de Afrontamiento Negativo y sobre la atención.
Con respecto a la relación de las habilidades psicológicas con la lesión se identificó que las deportistas que presentan menos Autoconfianza son más propensas a lesionarse, coincidiendo con los resultados de las investigaciones de Berengüí et al. (2011) y Berengüí y Puga (2015); no obstante, los estudios realizados por Berengüí et al. (2013) y González-Reyes et al. (2017) no encuentran esa relación.
Por otra parte, la relación inversa establecida entre el Control de Afrontamiento Negativo y la cantidad de lesiones sufridas constituye el resultado de mayor consistencia coincidiendo tácitamente con varias investigaciones (Berengüí et al., 2011; Berengüí et al., 2013; Berengüí y Puga 2015; González-Reyes, 2017), ya que con independencia del contexto nacional, las características del deporte o el nivel deportivo de los sujetos investigados, así como el procedimiento analítico realizado, se ha mostrado que los deportistas con menos habilidades para controlar las emociones negativas tienden a sufrir más lesiones.
Con respecto a la variable Control de Afrontamiento Positivo, su relación inversa con la cantidad de lesiones sufridas ha sido mostrada de igual forma en varias investigaciones (Berengüí et al., 2011; Berengüí y Puga 2015; González-Reyes, 2017), pero discrepa a su vez con los resultados obtenidos en un estudio similar en deportes individuales (Berengüí et al., 2013).
Las habilidades de control emocional de estas deportistas evidencian una marcada relación inversa con la cantidad de lesiones sufridas, lo cual permite inferir que las que presentan menor control emocional son más vulnerables. Este importante dato presupone la necesidad de centrar la atención en los recursos de afrontamiento más allá del propio estrés, pues aún cuando estén presentes situaciones de tensión o estímulos potencialmente estresantes que no lleguen a generar estrés como entidad nosológica en los deportistas, las mismas desencadenan estados emocionales (positivos o negativos) que pueden predisponer la ocurrencia de lesiones.
Por los datos anteriores se puede inferir que el riesgo a la lesión se configura en gran medida a partir de las habilidades psicológicas del deportista para controlar el tono y la intensidad de las emociones, las cuales pueden generar una desorganización de la conducta y en efecto, una respuesta inadaptada que comprometa el rendimiento deportivo y conlleve a la lesión.
Por último, se aprecia en el presente estudio que las deportistas con menor control de la Actitud tienden a padecer lesiones de mayor gravedad. Este resultado posee antecedentes divergentes, ya que coincide con los estudios de González-Reyes et al. (2017) y Berengüí y Puga (2015), pero no con los resultados obtenidos por Berengüí et al (2011) y Berengüí et al. (2013).
Si se tiene en cuenta que de las cuatro habilidades psicológicas que muestran relación con las lesiones, tres de éstas constituyen fortalezas en el perfil de rendimiento de este equipo deportivo, se puede inferir que como tendencia general no existe un alto riesgo psicológico a las lesiones deportivas durante las competencias. No obstante resulta necesario estimular las habilidades de control de las emociones negativas en estas deportistas, pues no solo muestra una relación significativa con la ocurrencia de lesiones, sino que representa además una de las debilidades en el perfil de rendimiento psicológico del equipo.
A manera conclusiva se debe señalar que la Autoconfianza, el Control de Afrontamiento Negativo y de la Actitud son las variables que mejor muestran la relación dialéctica con las lesiones, pues no solo correlacionan de manera inversa y significativa con la lesión, sino que además muestran valores inferiores en las deportistas que han sufrido lesiones, ya que las deportistas que más lesiones han sufrido presentan menos autoconfianza, control de afrontamiento negativo y de la actitud.
Los resultados obtenidos contribuyen a la sistematización teórica de las relaciones entre las habilidades psicológicas de ejecución deportiva y las lesiones, disponiendo además las pautas diagnósticas para el diseño de programas de preparación psicológica comprensivos que no solo persigan optimizar el rendimiento deportivo, sino además contribuyan a reducir la vulnerabilidad a las lesiones estimulando los recursos de afrontamiento específicos para las tensiones inherentes a la práctica del deporte de alto rendimiento. Los mismos son de utilidad también para médicos del deporte y entrenadores porque ofrecen una perspectiva no siempre tenida en cuenta para la prevención primaria y secundaria de las lesiones deportivas.
No obstante, es preciso señalar que el tamaño de la población y el tipo de estudio no permiten generalizar los resultados, sino que solo ofrecen una medida específica de la relación entre las variables estudiadas en un momento dado, otorgándole un carácter situacional a los resultados obtenidos en las deportistas que participaron en la investigación. Para superar estas limitaciones resulta necesario realizar un estudio de tipo longitudinal incluyendo más deportistas, donde se realicen varias mediciones de las variables psicológicas en varios momentos y se relacionen con las lesiones que se van presentando a lo largo de una temporada competitiva empleando métodos analíticos.