“Los límites que deseamos romper, de-struir, de-construir,
para formular un relato sobre nuevas bases (no para simplemente re-construir),
es decir, des-estructurar para componer el relato desde otro paradigma histórico.”1
Recibíamos con gran interés el pasado mes de septiembre la presentación pública en la sede del Consejo General de Enfermería del libro “100+1 hitos de la enfermería española” realizado por Carlos Álvarez Nebreda y José Antonio Ávila.2 La expectación generada por la publicación trasciende la de ser una guía o recurso divulgativo que recorre los acontecimientos clave que han configurado a la enfermería actual en España, sino que simboliza el reconocimiento social de la profesión, tal y como aseveran sus autores, además de manifestar una clara voluntad por invitar a profesores y profesoras y estudiantes a profundizar en el estudio e investigación de esta historia. En este sentido la obra, con un sentido claramente divulgativo, plantea indirectamente un desafío: aportar algo de luz al método y a la univocidad de criterios en relación a aquellos acontecimientos que han generado cambios significativos en nuestra historia profesional.
A tal efecto, no son pocas las aportaciones ya existentes que evidencian cómo la historia de la Enfermería ha vivenciado un sinnúmero de cambios, a veces construidos sobre o dentro de procesos más amplios, otros sobre personas e instituciones, e incluso sobre descubrimientos científicos o innovaciones materiales, documentales o conceptuales que han catalizado su evolución como disciplina de la salud. De la mano de la evolución de la misma humanidad, las enfermeras y su ejercicio como ciencia o arte de cuidado han influenciado directa o indirectamente en los componentes socio-económicos, culturales y hasta políticos en los distintos momentos históricos.3,4
Pero descubrir la historia de la Enfermería no significa solo hacer descubrimientos inéditos, sino que significa asimismo validarlos acorde a la comunidad científica5 para posteriormente transferirlos a un orden intelectual con un uso crítico reflexivo.6 Significa difundir aquellos considerados como relevantes y significativos y promover la socialización popular del conocimiento generado, devolviendo al pueblo, a la comunidad y a la sociedad aquel legado que nos han ido confiando durante tantos siglos, como ha sido el del cuidado.7
Sería injusto afirmar que la docencia de la historia de la Enfermería predominante en nuestras facultades ha adoptado un modelo de divulgación de acontecimientos, ya que se visibilizan cada vez más prácticas orientadas a reforzar el pensamiento crítico-reflexivo y la identidad enfermera. Pero sí se aprecian, por la diversidad de planes y perfiles docentes, la falta de univocidad en acuerdo en relación a algunos acontecimientos basados en personas, instituciones y documentos, así como la adaptación de los hitos a los saberes y miradas del docente que expone.8
Esto nos sugiere que la divulgación de esta historia basada en hitos requiere de una metodología que permita reflexionar sobre cada hito en cuestión, destacando los elementos fundamentales que lo configuraron y las consecuencias que se desprendieron. Sobre este particular, promovido por el equipo de la Colaboración IDhEA -grupo patrocinado por la Fundación Index9- se plantea el desarrollo y validación de un método que bajo un enfoque constructivista10 de revisión histórica permita reflexionar sobre qué acontecimientos son hitos en nuestra historia profesional y poder así establecer un consenso en la comunidad científica, a la vez que se alienta a profundizar en su conocimiento.
El equipo de la Colaboración IDhEA establece como punto de partida que el concepto de “Hito” se refiere a cualquier acontecimiento o evento relevante referido a personas, objetos o hechos, tomado como referencia para clarificar el origen y evolución de un fenómeno del pasado, en este caso del pasado de la Enfermería como profesión. Puede reconocerse un hito histórico cuando reúne las siguientes características: (a) el mundo académico o profesional reconocen su valor histórico, (b) supone un punto de referencia histórica, (c) marca el inicio de un proceso evolutivo, (d) supone un antes y un después debido a la influencia que produce en un determinado contexto, o (e) resulte fundamental y significativo (para la profesión o la disciplina).
La historia como disciplina científica cuestiona la linealidad de acontecimientos y los puntos de inflexión que permiten trazar un antes y un después. Es necesario pues, argüir un método de pensamiento e investigación lógico propio de la historia basada en el enfoque “Hito” que oriente el logos reflexivo de forma procesal sobre elementos de juicio que nos faculte para aproximarnos sobre la pregunta de la relevancia histórica del fenómeno. De esta forma podremos legitimar desde la formalidad científica y el rigor histórico el recuento de fenómenos que sintetizan y focalizan la constitución de un campo de conocimiento propio como disciplina en el contexto y desde el enfoque de las humanidades y de los saberes técnicos relacionados con la salud.
La ampliación y profundización del conocimiento de los cuidados y de la historia de la enfermería se ha llevado a cabo desde un enfoque diverso e inter-trans-disciplinar, tratando de evitar la fragmentación de la multiplicidad de aproximaciones a los fenómenos históricos y buscando articularlos en aras de recoger las máximas facetas plausibles de conocimiento.11 Sumar, integrar, complementar, siempre ha sido más enriquecedor que la exclusión, delimitación y negación de enfoques y miradas.
Somos conscientes que desplegar una metodología basada en la historia singular de los hitos puede resultar una empresa complicada y todo un reto, especialmente por la complejidad que implica generar algo novedoso. Pero creemos que la encomienda puede resultar altamente interesante y de gran contribución a la historia de la enfermería y de su docencia. Se abre pues la posibilidad de superar definitivamente la presentación de una historia-tipo o modélica, y erigir una propincuidad que ubique hitos, acontecimientos y debates claves de forma secuencial con la aspiración que permitan dar cuenta de las trayectorias y procesos generales relacionados con la historia de las enfermeras.
La metodología Hito, no solo se erige como un método de reflexión histórico, sino también docente. Se conceptualiza como tal bajo un modelo pedagógico dialogante12 que promueve el pensamiento crítico13 y reflexivo14 (el cuestionamiento de lo que es, de lo establecido y aceptado), a la vez que tiene presente el pensamiento social,15 evocando a la historia que focaliza sobre un ser humano en convivencia y dentro de un contexto socio-político-cultural más amplio.16
Como preámbulo, el libro “100+1 hitos de la enfermería española” incita y motiva a la revisión de la historia con creatividad y rigor a la que cabe responder.2 La reconstrucción histórica no solo permite establecer y construir la propia identidad como colectivo profesional. Nos permite, además, potenciar la reflexión sobre cuáles son los desafíos teóricos, empíricos, metodológicos, epistémicos y prácticos que nos pueden orientar hacia el futuro, no partiendo siempre de tabulas rasas, sino de la experiencia y conocimiento que como profesión se viene construyendo desde hace siglos y poder hacer partícipe a la comunidad científica.17