Introducción
La osteoartritis (OA) es una de las enfermedades reumatológicas más comunes en el mundo, afectando a casi 500 millones de personas.1 Es una enfermedad crónica de las articulaciones móviles, que se produce cuando existe una alteración del metabolismo articular, afectando tanto al cartílago hialino como al resto de componentes de la articulación como la membrana sinovial, ligamentos y hueso subcondral.2 La OA puede causar dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones, lo que puede limitar la capacidad de movimiento de las personas que la padecen. La disminución de la movilidad en articulaciones de carga como la rodilla y la cadera en pacientes de OA está relacionada con el aumento de comorbilidades, como las cardíacas, gástricas y renales.3
La fisioterapia es una disciplina científica que se emplea para tratar y prevenir enfermedades y lesiones mediante la aplicación de técnicas basadas en el movimiento, la terapia manual y el ejercicio físico.4 En el caso de la OA, la fisioterapia puede ser una herramienta importante para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.5 Sin embargo, las técnicas utilizadas en la fisioterapia han evolucionado con el tiempo, y muchas de las técnicas desarrolladas en el pasado ya no se emplean en la actualidad.6
Con el fin de comprender las recomendaciones y tratamientos rehabilitadores actuales para la OA, en el presente trabajo se realiza un amplio recorrido sobre los aspectos históricos de esta enfermedad. Se pretende realizar una revisión narrativa que aporte una visión panorámica de la evolución sobre la etiología de la enfermedad y cómo ha sido tratada a lo largo de la historia. Por tanto, el presente estudio tiene por objetivo describir a través de una perspectiva histórica los abordajes empleados en fisioterapia para el tratamiento de la OA. Así como, evaluar la relevancia de dichos abordajes terapéuticos y su trascendencia en la actualidad.
Metodología
Para la realización de esta revisión histórica se han empleado técnicas de observación documental (hemerotecas, archivos, biografías, etc.), recopilación de artículos científicos, análisis y síntesis de datos de la literatura científica. Para llevar a cabo este proceso, se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica exhaustiva en las siguientes bases de datos electrónicas: PubMed, Scopus y PEDro. Además, se recurrió al buscador Google Scholar con el propósito de identificar posibles documentos de la literatura gris. Se emplearon las siguientes palabras clave: 'fisioterapia', 'osteoartritis', 'tratamiento', 'rehabilitación', 'epidemiología', 'historia' y 'ejercicio terapéutico', las cuales se combinaron en diversas formas utilizando operadores booleanos AND y OR. Se incluyeron artículos originales publicados en español e inglés. Los criterios de inclusión en este estudio fueron publicaciones que aportaran información sobre el tratamiento en rehabilitación y fisioterapia de la OA desde la Edad Antigua hasta la actualidad. Se consideraron publicaciones sin restricción temporal inferior, incluyendo aquellas publicadas hasta marzo de 2023, abarcando, de este modo, un período que se extiende desde la Antigüedad hasta el presente. Los criterios de exclusión para la selección de los estudios fueron estudios que no describían tratamientos relacionados con la OA y la fisioterapia o que no tuvieran un carácter rehabilitador de la enfermedad. Posteriormente a la tabulación de los datos de las publicaciones, el proceso de filtrado se llevó a cabo de manera directa por el autor del manuscrito, sin la intervención de revisores externos.
Resultados
La estrategia de búsqueda identificó 605 publicaciones potencialmente relevantes en la revisión de la literatura. Después de la eliminación de duplicados y la revisión por títulos y resúmenes, se examinaron 134 manuscritos por su título y resumen. De estos, se excluyeron 100 artículos ya que no cumplían con nuestros criterios de inclusión. Posteriormente, se evaluaron 34 documentos completos para determinar su elegibilidad. La razón principal para la exclusión de los registros de texto completo fue no describir un enfoque fisioterapéutico ajeno a la rehabilitación en pacientes con OA. Un total de 34 publicaciones cumplieron con los criterios de inclusión y se incluyeron para la extracción y síntesis de datos. La información sintetizada para la elaboración de este apartado ha sido categorizada en cuatro grandes periodos de tiempo: Edad Antigua, Edad Media y Renacimiento, Edad Moderna y Época Contemporánea. Debido al elevado periodo abarcado e información obtenida durante la Edad Antigua, se subclasificó a su vez en tres periodos: Antiguo Egipto, Antigua Grecia, medicina oriental antigua y Antigua Roma [Figura 1].
Edad Antigua
Dentro del grupo de las enfermedades reumáticas, la OA ha sido considerada una de las patologías más antiguas de la que existen hallazgos compatibles con el desarrollo de la enfermedad.7 Se han hallado fósiles de dinosaurios de 125 millones de años en los que se identificaron signos propios de la OA.8 En un yacimiento paleontológico en el sur de Francia se hallaron evidencias de la enfermedad en las vértebras cervicales de un hombre de Neandertal.9 Un reciente estudio publicado por la Dra. Anne Austin, de la universidad de Harvard, identificó signos de OA de cadera, rodilla y tobillo en restos humanos de trabajadores de las tumbas del Valle de los Reyes del antiguo Egipto.10 Es por ello por lo que se considera a la OA como una de las enfermedades más antiguas de la que existen evidencias. Sin embargo, no es hasta el siglo XIX cuando John Kent Spender (1829-1916) realiza la primera introducción y definición del término 'osteoartritis'.11
Antiguo Egipto. Se han identificado evidencias de restos humanos con alto grado de conservación con signos de OA en el Antiguo Egipto [Figura 2]. Destacando la OA vertebral y la coxartrosis entre los trabajadores y campesinos. El alto grado de degeneración articular hallado puede explicarse debido al elevado nivel de exigencia física en la sociedad egipcia, así como la prevalencia de coxartrosis puede deberse a oficios predisponentes a padecer OA de cadera como los antiguos escribas.12 Las publicaciones sobre el antiguo Egipto nos describen tratamientos para aliviar el dolor articular a base de ungüentos, aceites de grasa animal, médula ósea o miel, a los que se complementaba con distintas sustancias como flores de distintas variedades, harina, comino o inciensos.13 Según una revisión recientemente publicada, en la actualidad algunos agricultores egipcios continúan empleando ciertos compuestos grasos y derivados del veneno de reptiles, como serpientes y lagartos, en forma de ungüentos, con la expectativa de mitigar los síntomas asociados a la OA.14
Antigua Grecia. La Antigua Grecia es reconocida como la cuna de la civilización occidental y también se le atribuye un papel relevante en el desarrollo de la fisioterapia. Los griegos, con su enfoque holístico hacia la salud, desarrollaron métodos innovadores para tratar diversas afecciones, incluida la OA. Sin embargo, en los tratados referentes a afecciones óseas, articulares y heridas trascritas por los precursores de la medicina occidental (Hipócrates, Galeno, Aristóteles) no se identificó ningún capítulo dedicado específicamente a las enfermedades reumáticas. Los antiguos griegos consideraban a todas las presentaciones de artritis inflamatorias como manifestaciones de la gota. Hipócrates (460-377 a.C.) considerado el padre de la medicina occidental, describe en Los Tratados Hipocráticos (Corpus hippocraticum) tratamientos para los reumatismos y los menciona en 6 de los 423 aforismos recopilados. Dichos tratamientos se basaban en tracciones, manipulaciones vertebrales e inmersiones de la articulación en agua fría (lo que actualmente entenderíamos como crioterapia).15 La inmovilización de la articulación afectada también fue descrita por Galeno (129-200 d.C.) médico, cirujano y filósofo griego, quien recomendaba en su obra Preparaciones anatómicas, el libro de las regiones enfermas y uso de las partes del cuerpo humano el uso de baños terapéuticos y masajes para tratar los reumatismos.16
Medicina oriental antigua. La medicina oriental antigua aborda el tratamiento de la OA desde una perspectiva holística y basada en la energía vital del cuerpo. Según antiguos textos como el Huangdi Neijing o Canon interno del Emperador Amarillo (2697-2597 a.C.), propone que la OA se debe a un desequilibrio en el flujo de energía llamado Qi. En dicha obra se describen técnicas que son usadas por fisioterapeutas actualmente como la acupuntura y la fitoterapia.17 La acupuntura se utiliza como terapia complementaria para el alivio del dolor y la inflamación en la OA, mientras que la fitoterapia ofrece opciones naturales para el manejo de los síntomas. A lo largo del tiempo, las técnicas mencionadas han perdurado casi sin cambios hasta nuestros días, donde la acupuntura se emplea ocasionalmente debido al controvertido nivel de evidencia científica que presenta en el manejo sintomático del dolor relacionado con la OA.18
Antigua Roma. En la Antigua Roma, el tratamiento para la OA incluía terapias físicas y medicamentos naturales. Los baños termales y las terapias de agua caliente se utilizaban para aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Además, se empleaban compresas calientes, ungüentos y aceites durante el masaje.19 En relación con la fisioterapia moderna, se ha descubierto que los romanos también experimentaron con corrientes eléctricas para disminuir el dolor articular. Escribonio Largo (45 a.C.- 30 d.C.), médico del emperador romano Claudio, propuso por primera vez utilizar las descargas eléctricas de las rayas torpedo para paliar los dolores crónicos de difícil tratamiento. Sólo se ha conservado una obra del autor, un tratado farmacéutico titulado De compositione medicamentorum liber, que es el primer texto conocido que menciona la electroterapia.20 En esta obra se relata la historia de Anteros, un liberto del emperador Tiberio que sufría de gota y dolores intensos en una pierna. Durante un paseo por la playa, accidentalmente pisó una raya torpedo, lo cual adormeció su pierna y eliminó su dolor. Este conocimiento ancestral ha influido en el desarrollo de la electroterapia utilizada en la actualidad en fisioterapia, donde se aplican corrientes eléctricas de baja frecuencia para aliviar el dolor y promover la recuperación en la OA.21
Edad Media y Renacimiento
En la Edad Media, no se realizaron descubrimientos específicos sobre técnicas relevantes para el tratamiento de la OA o las enfermedades reumáticas. Durante ese periodo, el conocimiento médico estaba basado principalmente en tradiciones heredadas de la medicina antigua, como la medicina greco-romana y las prácticas herbolarias.22 Sin embargo, es importante tener en cuenta que se llevaban a cabo tratamientos empíricos utilizando remedios a base de hierbas, ungüentos y terapias físicas para aliviar los síntomas. Estas prácticas eran transmitidas y adaptadas a lo largo de generaciones, sentando las bases para futuros desarrollos en el tratamiento de las enfermedades reumáticas.
Las escuelas árabes durante la Edad Media hicieron importantes contribuciones al campo de la medicina y al tratamiento de enfermedades, incluyendo las enfermedades reumáticas como la OA. Los estudiosos árabes, como Avicena (980-1034) en su obra Canon de Medicina y Rhazes en el tratado Kitab Al-Mansuri, realizaron investigaciones y desarrollaron tratamientos basados en la observación y la experimentación sobre enfermedades degenerativas.23 En particular, Avicena escribió extensamente sobre la medicina y describió tratamientos para las enfermedades reumáticas. En su obra Libro de las Articulaciones, incluyó terapias físicas, medicamentos a base de plantas y recomendaciones dietéticas para el manejo de la OA y otras afecciones reumáticas. Las escuelas árabes también destacaron en el estudio de la farmacología, identificando y utilizando diversas sustancias naturales para el alivio del dolor y la inflamación.
Durante el Renacimiento, se volvió a reconocer la importancia de la movilidad y el ejercicio en el tratamiento de las enfermedades musculoesqueléticas, incluyendo la OA. En el siglo XVI, Andreas Vesalius (1514-1564) aportó en su obra De humani corporis fabrica sustanciales avances sobre la fisiología del cartílago y su relevancia en la OA.24 Antonio Gazio de Padua (1449-1528) en su obra Florida corona, compiló las técnicas sobre terapia manual desarrolladas por Hipócrates, Galeno y Avicena. Ambroise Paré (1510-1590) reconocido como el padre de la cirugía moderna, introdujo métodos más suaves y menos invasivos que los antiguos griegos para tratar las lesiones y deformidades articulares, incluyendo técnicas de reducción y amputaciones.25
Edad Moderna
Durante los siglos XVII y XVIII, el tratamiento de la OA se centró en diversos enfoques terapéuticos. En el siglo XVIII, William Heberden, médico inglés, describió la 'nodulación' en las articulaciones afectadas por la OA, lo que ayudó a comprender mejor la enfermedad.26 En 1753, el médico británico Richard Russell (1687-1759) publicó The use of sea water in the diseases of glands, el primer tratado sobre la hidroterapia y sus beneficios en patologías reumáticas. Joseph Clement Tissot (1750-1826) en su obra Gymnastique médicinale et chirurgicale estableció las bases del ejercicio terapéutico, la relevancia del masaje y la importancia de las movilizaciones precoces en pacientes sometidos a cirugía. Dicha obra es considerada una obra adelantada a su tiempo, reconoce que el cirujano debe considerar el ejercicio como una parte más en la prescripción del tratamiento.27
En el siglo XVIII la electroterapia nace como disciplina terapéutica y tuvo un gran avance en el tratamiento del dolor articular. Luigi Galvani (1737-1798) y Alessandro Volta (1745-1827) realizaron nuevos descubrimientos sobre la excitabilidad muscular a través de la electricidad que permitieron nuevas posibilidades de tratamiento de enfermedades neuromusculares. Benjamin Franklin (1706-1790), inventor del pararrayos, en 1753 registra en escritos personales la aplicación clínica de la electricidad en el tratamiento de la parálisis muscular, enfermedades mentales y la OA de hombro a través de choques eléctricos.28 Duchenne de Boulogne (1806-1875), médico francés considerado padre de la electroterapia, reconocido por el uso de las corrientes farádicas en un contexto clínico, estableció el electro-diagnóstico. A través de sus investigaciones desarrolló como método de tratamiento la faradización localizada en atrofias musculares progresivas, parálisis traumáticas y enfermedades reumáticas.29
Época Contemporánea
Durante el siglo XIX, la fisioterapia se expandió aún más tras la creación del Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo (Suecia) en 1813. La escuela fue fundada por Pehr Henrik Ling (1776-1839), quien desarrolló una técnica de masajes preventivos, que se utilizaban para tratar la OA y otras afecciones musculoesqueléticas. Pierre Adolphe Piorry (1794-1879) en su obra Article sur Masage pone de relevancia los mecanismos de acción y fisiología del masaje en diferentes patologías osteoarticulares.30 Durante el siglo XIX se inicia la ordenación de los agentes físicos y su prescripción para gran número de afecciones, de la que será favorecida la fisioterapia del siglo XX.
El siglo XX marcó el inicio de la profesionalización de la fisioterapia y su desarrollo como disciplina científica. En el transcurso de este periodo se produce un verdadero crecimiento y eclosión en el desarrollo de los agentes físicos. En su clasificación destaca la obra Biblioteca Terapéutica publicada por Gilber y Carnot en 1921. En ella se realiza una división en 7 grandes bloques de entre los que destacan: electroterapia, las radiaciones, cinesiterapia, mecanoterapia e hidroterapia.31 En el marco del progreso de tratamientos fisioterapéuticos para la OA, se desarrollaron un grupo de técnicas y métodos muy heterogéneos que utilizaban los agentes físicos, la terapia manual y el ejercicio terapéutico. Entre dichos métodos destacan algunos como la termoterapia, Edmond Barthe (1853-1918) fue pionero en la utilización de baños de parafina [Figura 3], el uso de inmersiones en parafina en la OA de manos es común en la fisioterapia actual. De igual modo, el uso de peloides desarrollado por Emanuel Felke (1856-1926) es utilizado en la OA de manos, aunque su uso se instauró con mayor auge en los países nórdicos europeos.32 En una combinación del efecto de termal, los beneficios del ejercicio terapéutico y los efectos acuáticos sobre el cuerpo, Charles Leroy Lowman (1879-1977) cofundador del Hospital de Ortopedia de Los Ángeles, desarrolló la hidro-gimnasia para el tratamiento de pacientes con parálisis y dificultades de movilidad. En 1937 publicó su obra Técnica de la Gimnasia Subacuática e instauró el uso de bañeras y tanques terapéuticos usado actualmente en fisioterapia en pacientes OA de la columna vertebral.33
En el transcurso del siglo XX se produce la introducción del ultrasonido con fines terapéuticos por Reimar Pohlman (1907-1978) a través de su obra Terapéutica por los Ultrasonidos. El uso de campos magnéticos para el tratamiento de la consolidación osteoarticular fue desarrollado en la década de 1970. La magnetoterapia es ampliamente utilizada actualmente en el manejo de pacientes con OA.34,35 Durante este periodo se produjo el surgimiento de nuevas metodologías en fisioterapia con el fin de dar respuesta al déficit de funcionalidad y dolor de pacientes con OA. Podemos destacar algunas figuras en el campo de la fisioterapia tan relevantes como Florence Kendall, Robin McKenzie, Freddy Kaltenborn, Geoffrey Maitland y Shirley Sahrmann. Al mismo tiempo que el avance en los tratamientos no farmacológicos para la OA, en la década de los 70 la cirugía consiguió un gran avance con la realización del primer reemplazo articular. El cirujano británico Sir John Charnley desarrolló y realizó con éxito la primera artroplastia total de cadera utilizando una prótesis de metal y plástico. Este hito marcó el inicio de una técnica revolucionaria que ha mejorado la calidad de vida de millones de personas con OA.36 A inicios del siglo XXI se publicó una revisión sobre el manejo de la OA y los tratamientos con mayor evidencia.37
Durante los últimos años se han publicado nuevas guías clínicas sobre el tratamiento de la OA elaboradas por las principales organizaciones sobre reumatología en Estados Unidos38 y Europa.39,40 Dichas guías clínicas han sugerido discretos cambios, como favorecer el uso de medidas no farmacológicas y la relevancia del ejercicio físico, pero sin establecer cambios principales en esa estrategia de tratamiento. Las recomendaciones específicas pueden variar según la articulación, pero en principio son bastante similares tanto para la OA de cadera como para la de rodilla [Figura 4].
Discusión
El propósito del presente estudio ha sido proporcionar una visión panorámica e histórica sobre el uso de las técnicas de fisioterapia en el tratamiento de la OA desde la antigüedad hasta la actualidad. Así mismo, evaluar la relevancia actual de los mismas con respecto a las guías de práctica clínica y la evidencia científica disponible. Con este fin, se analizaron un total de 34 publicaciones, y se sintetizaron sus hallazgos en cuatro periodos históricos con el fin de facilitar la comprensión del desarrollo de las técnicas examinadas. La adopción de esta estructura temporal en el estudio histórico de enfermedades reumáticas es una práctica ampliamente respaldada y empleada por numerosos autores, lo que refuerza la solidez metodológica de nuestro enfoque y su relevancia en la literatura científica actual.12,14,16 A pesar de que los criterios de búsqueda diseñados para este estudio fueron amplios, no hemos identificado ninguna publicación que evaluara las técnicas de fisioterapia o rehabilitación para OA a lo largo de la historia, lo que habría permitido una comparación con nuestros hallazgos. La mayoría de las publicaciones identificadas realizan un recorrido histórico sobre la fisiopatología, paleopatología, y factores desencadenantes de la OA; obviando en alto grado las medidas terapéuticas empleadas en diferentes períodos históricos.18,22,26 Este enfoque limitado puede deberse, en parte, al hecho de que, a pesar de que existen evidencias de la presencia de la OA en seres humanos desde la antigüedad, no fue sino hasta el siglo XIX que se la describió como una entidad independiente, separada de otros trastornos reumáticos, como la gota.11 Actualmente, persisten discrepancias entre diversos autores respecto a la definición y etiología de la OA, así como su solapamiento con los síntomas de otras patologías reumáticas.38 Esto, a su vez, dificulta la investigación y el desarrollo de tratamientos específicos para la OA.
En contraste, los resultados de esta revisión abarcan publicaciones que exploran una variedad de técnicas y procedimientos con propósitos terapéuticos empleados en el tratamiento de enfermedades reumáticas a lo largo de la historia. Desde la época de los egipcios, que empleaban ungüentos, aceites y venenos de animales,14 pasando por las civilizaciones griega y romana que aplicaban métodos como la termoterapia, movilizaciones y ejercicios físicos.16,19 A lo largo de la historia, las medidas no farmacológicas para el tratamiento de la OA han experimentado un constante proceso de evolución y sofisticación, hasta consolidarse y tecnificarse dentro del campo del conocimiento de la fisioterapia. A pesar de los avances tecnológicos logrados durante los siglos XX y XXI y su aplicación en las técnicas de fisioterapia, la guía clínica recientemente publicada y elaborada por el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) no respalda el uso de la electroterapia, que incluye láser, ultrasonido y corrientes interferenciales, en el tratamiento del dolor y la mejora de la funcionalidad en pacientes con OA.40 En contraste, esta guía enfatiza con un nivel de evidencia más sólido la importancia del ejercicio terapéutico individualizado, el control del peso y los programas de educación terapéutica.
Este estudio puede tener ciertas limitaciones. En su inicio, se enfocó en el abordaje de la OA a través de las técnicas fisioterapéuticas empleadas a lo largo de la historia. Como se mencionó previamente, la OA no se definió como una patología independiente hasta el siglo XIX. Por lo tanto, la inclusión de publicaciones anteriores relacionadas con estas técnicas podría abarcar el tratamiento de diversas enfermedades con síntomas similares.
Conclusiones
La OA es una enfermedad articular crónica que ha afectado a la humanidad desde tiempos prehistóricos. A pesar de ello, el desarrollo sobre su estudio y tratamiento como patología reumática diferenciada del resto de reumatismos no ocurre hasta finales del siglo XVIII. La corta esperanza de vida durante el periodo antiguo puede justificar la falta de interés lógico por las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Además, los restos humanos hallados que confirman la existen de OA en civilizaciones como la griega, romana o egipcia relacionan el padecimiento de OA con factores mecánicos propios de trabajo físico intenso. Dicho trabajo vigoroso era en su mayoría realizado por trabajadores o esclavos cuyo estado de salud gozaba de poco interés en dichas sociedades.
A lo largo de la historia, se han utilizado diversas técnicas y tratamientos para aliviar los síntomas de la OA, incluyendo la terapia física. La fisioterapia ha evolucionado y ha desarrollado una amplia variedad de técnicas y tratamientos para pacientes con OA. Desde los ungüentos, manipulaciones articulares y los masajes en la antigüedad, hasta la terapia manual, la electroterapia y el ejercicio terapéutico en la actualidad. La educación del paciente sobre la enfermedad y las estrategias de autocuidado son abordajes de primera línea en el tratamiento de la OA. Es importante señalar que la revisión histórica realizada en este artículo no tiene por objetivo analizar el grado de recomendación de las técnicas de fisioterapia mencionadas. Además, cabe destacar que la efectividad de cada técnica y tratamiento puede variar dependiendo del paciente y la gravedad de la patología.
Si bien actualmente no existe cura para la OA. Es importante que los profesionales de la salud continúen investigando y desarrollando nuevas técnicas y tratamientos para mejorar la atención y el manejo de esta enfermedad tan prevalente.