INTRODUCCIÓN
El carcinoma escamoso cutáneo (CEC) es el segundo cáncer de piel más frecuente; únicamente el carcinoma basocelular tiene una incidencia mayor1. Los factores de riesgo del carcinoma escamoso cutáneo son la exposición crónica al sol, la edad avanzada, la sensibilidad de la piel a la radiación ultravioleta y la inmunosupresión. En Europa, la incidencia estandarizada por edad es de 9-96 por cada 100.000 hombres y de 5-68 por cada 100.000 mujeres2,3. El riesgo global de metástasis por CEC se sitúa entre el 2 y el 6%4.
Aunque la cirugía representa el tratamiento de elección, la radioterapia se ha posicionado en primera línea en aquellos pacientes con rechazo a la cirugía. Actualmente en este tipo de patologías la quimioterapia queda posicionada en una segunda línea, tras recaída. Por otra parte, en los tumores avanzados en algunos sitios responden mejor a la quimioterapia y radioterapia concurrentes que a la radioterapia sola. El objetivo es potenciar el efecto clínico para prolongar la duración de la respuesta5-7.
Por otra parte, el sistema inmunitario desempeña un papel fundamental en el carcinoma escamoso cutáneo. Los inhibidores del punto de control de muerte celular programada (PD-1) son de interés, ya que la expresión del correspondiente ligando PD-L1 está asociada a la recidiva regional y a las metástasis ganglionares. Cemiplimab es anticuerpo monoclonal recombinante humano que actúa bloqueando la interacción entre PD-1 y su ligando. Las células neoplásicas expresan el ligando de PD-1 y PD-2, que al interactuar con el receptor PD1 de los linfocitos T inhiben la respuesta inmune. Este fármaco impide la inhibición de los linfocitos T por las células tumorales, por ello favorece la activación del sistema inmune. Presentamos un caso diagnosticado de carcinoma escamoso cutáneo avanzado, quien fue tratado con cemiplimab con resultado sorpredentemente existoso7,8.
En diciembre 2018, un paciente de 80 años acude a la consulta de oncología debido a la presencia de una pieza cutánea ovoidea de 3,7 x 3 cm, que presenta en la superficie una lesión en cuero cabelludo sobreelevada y ulcerada, grisacea, queratósica e indurada, con una longitud de 2,4 cm de diámetro máximo. Se solicita una tomografía axial computerizada (TAC), con motivo de ver la infiltración, y se toma biopsia para anatomía patológica. Se diagnostica de carcinoma de células escamosas escasamente diferenciado (g3), ulcerado, infiltrante con una penetración en profundidad de 7 mm. Los resultados de estudios complementarios de inmunohistoquímica fueron:- CAMP 5.2,CK 20, synaptofisina y CD 56: positivas; mientras que CK 7 y TTF1: negativos. Como plan de actuación se decide en el comité de oncología la cirugía mediante exeresis de la zona tumoral con posterior aplicación de radioterapia (50 Gray durante 5 semanas). En diciembre 2019, tras un intervalo libre de progresión de un año, en el TAC de revisión se aprecian nuevos focos hipermetabólicos localizados en: en la región parietal derecha del cuero cabelludo una masa hipermetabólica SUV 8.16 y adenopatía laterocervical derecha nivel II-B SUV 5.79. Al considerar progresión de la enfermedad, se plantea en la comisión de especialistas la posibilidad de derivar el paciente a la Unidad de Paliativos. Finalmente se decide el inicio de inmunoterapia con un fármaco anti-PD1, cemiplimab con la pauta estándar 350 mg cada 21 días. Desde el segundo ciclo se observa una respuesta parcial y tras el cuarto una respuesta total de la zona afectada. Después de 22 ciclos de cemiplimab el paciente continúa en respuesta total con muy buena tolerancia. Una de las hipótesis planteadas ante la gran respuesta de este paciente a la inmunoterapia es que algunos cánceres con alta tasa tumoral, como es en este caso, se han asociado a una mayor tasa de respuesta a la terapia anti-PD-1. Aunque puede variar esto en función de cada tipo de cáncer, podemos predecir que en el carcinoma escamoso cutáneo existe cierta correlación entre la carga mutacional del tumor y la respuesta a la inmunoterapia9,10.
Para concluir, cemiplimab puede ser una buena opción para pacientes con carcinoma cutáneo escamoso avanzado, al ser una patología con tanta limitación de tratamientos y cuyo desenlace es la derivación del paciente al Servicio de Unidad de Paliativos. Aunque no está claro cuánto tiempo debe continuarse el tratamiento, las recomendaciones recientes sugieren mantener la terapia hasta la progresión o la toxicidad inaceptable11.