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Sanidad Militar

versión impresa ISSN 1887-8571

Sanid. Mil. vol.76 no.2 Madrid abr./jun. 2020  Epub 01-Feb-2021

https://dx.doi.org/10.4321/s1887-85712020000200009 

INFORME

Farmacia Militar en la crisis sanitaria por la COVID-19

Military Pharmacy in health crisis due to COVID-19

Sánchez-Ramos JJ1 

1General de Brigada Farmacéutico. Subinspector General de Apoyo y Ordenación Farmacéutica. Inspección General de Sanidad de la Defensa. Madrid. España.

RESUMEN

La especialidad fundamental Farmacia del Cuerpo Militar de Sanidad, tiene como cometidos la dirección de los órganos e instalaciones de los servicios farmacéuticos, el abastecimiento y mantenimiento de los recursos sanitarios, la formulación de especificaciones técnicas, la catalogación de productos farmacéuticos, el análisis de productos químicos, biológicos y toxicológicos, así como protección sanitaria en ambiente nuclear, biológico y químico. A través de las diferentes estructuras de las Fuerzas Armadas en las que se integran oficiales farmacéuticos, se han empleado todas las capacidades disponibles con el fin de dar respuesta a la reciente crisis sanitaria por la COVID-19 ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Así, se ha participado en el planeamiento y ejecución de la Operación Balmis, bajo la autoridad del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y el Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS), con acciones de análisis de la información y asesoramiento en el ámbito farmacéutico. Por otra parte, Farmacia Militar ha centrado esfuerzos en la fabricación y logística del recurso sanitario siguiendo los criterios de eficacia y eficiencia exigidos en esta excepcional situación, abarcando el proceso completo desde la gestión de la adquisición o producción propia, hasta la distribución o dispensación del recurso tanto en el seno de las Fuerzas Armadas, como en las solicitudes de apoyo realizadas por autoridades civiles en materia de sanidad. Por último, se ha potenciado la capacidad diagnóstica de los laboratorios con presencia farmacéutica, implementado nuevas técnicas de detección del agente viral e incluyendo nuevos parámetros bioquímicos relacionados con COVID-19 en la cartera de servicios. La nueva magnitud de los recursos sanitarios implicados en esta crisis sanitaria ha identificado la necesidad de constituir una reserva estratégica en el ámbito nacional, para la acción conjunta de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Sanidad.

PALABRAS CLAVE: Cuerpo Militar de Sanidad; recursos sanitarios; productos farmacéuticos; COVID-19; Balmis; Farmacia Militar; fabricación; logística; gestión; adquisición; distribución; dispensación; Fuerzas Armadas; capacidad diagnóstica; reserva estratégica

SUMMARY

The Ministry of Defence's Pharmaceutical Services have the task of directing organisms and facilities of the pharmaceutical services, the supply and maintenance of medical materiel, the formulation of technical specifications, the cataloguing of pharmaceutical products, the analysis of chemical, biological and toxicological products as well as health protection in nuclear, biological and chemical environments. Through the different structures of the Armed Forces in which pharmaceutical officers are integrated, all available capabilities have been utilized in order to respond to the recent health crisis COVID-19 caused by the SARS-CoV-2. As such, this has been carried out in the planning and execution of Operation Balmis, under the authority of the Chief of Defence Staff (JEMAD in Spanish) and the Commander of the Operations Command (CMOPS in Spanish), with tasks such as providing pharmaceutical information and advice. On the other hand, the Military Pharmacy has focused its efforts on military manufacturing and logistics of pharmaceuticals and medical materiel following the criteria of effectiveness and efficiency required in these unprecedented circumstances, covering the entire process from the management of acquisition or production, to distribution or dispensation both within the Armed Forces, and in requests for support made by civilian authorities in matters of health. Finally, the diagnostic capabilities of laboratories with a pharmaceutical presence has been enhanced, new detection techniques for the viral agent have been implemented and new biochemical parameters related to COVID-19 have been included in the service portfolio. The new magnitude of pharmaceuticals and medical materiel involved in this health crisis has highlighted the need to constitute a national strategic pharmaceutical stockpile, for a joint Armed Forces Ministry of Health action.

KEYWORDS: Military Health Corps; medical materiel; pharmaceutical products; COVID-19; Balmis; Military Pharmacy; manufacturing; logistics; management; acquisition; distribution; dispensation; Armed Forces; diagnostic capability; strategic stockpile

La especialidad fundamental Farmacia del Cuerpo Militar de Sanidad, tiene como cometidos la dirección de los órganos e instalaciones de los servicios farmacéuticos, el abastecimiento y mantenimiento de los recursos sanitarios, la formulación de especificaciones técnicas, la catalogación de productos farmacéuticos, el análisis de productos químicos, biológicos y toxicológicos, así como protección sanitaria en ambiente nuclear, biológico y químico. Se significa entre sus cometidos, la fabricación de los elaborados del petitorio de farmacia del Ministerio de Defensa, considerados básicos para la atención a la salud de los miembros de las Fuerzas Armadas en los campos logístico-operativo y asistencial, y la fabricación de medicamentos por causas excepcionales relacionadas con la salud pública y la elaboración de antídotos ante agresiones NBQ. En este artículo, se identifica el término «recurso sanitario» como el grupo de material formado por los medicamentos, productos sanitarios, cosméticos, productos de higiene personal, equipos de electromedicina y sus repuestos, así como la sangre y hemoderivados.

Farmacia Militar ha participado con todas sus capacidades en la excepcional situación creada por el SARS-CoV-2 en la crisis sanitaria por la COVID-19, a través de las diferentes estructuras en las que se integran los oficiales farmacéuticos para el desarrollo de sus cometidos.

Ante la crisis sanitaria por la COVID-19, y una vez decretado el estado de alarma, el Ministerio de Defensa puso en marcha la Operación Balmis: Bajo la autoridad del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y el mando operacional del Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) se han empleado los medios de las Fuerzas Armadas en apoyo a las autoridades civiles. En el planeamiento de la Operación participó la Jefatura de Sanidad Operativa (JESANOP) integrando representantes del Cuerpo Militar de Sanidad, entre ellos a un oficial farmacéutico, en el Grupo de Planeamiento Estratégico (GPE) para la redacción de la Directiva Inicial Militar (DIM) y, una vez elaborada la DIM, en el Grupo de Planeamiento Operacional (GPO) para la elaboración del Plan de la Operación (OPLAN). Durante la ejecución de la operación, JESANOP apoyó reforzando la estructura de la sección MOPS/JMED, mediante la integración de oficiales en su estructura. La misión del oficial farmacéutico fue analizar y proporcionar información, y asesorar al Comandante de la Operación (CMOPS) para la toma de decisiones en el ámbito de los recursos sanitarios, y contribuir en las áreas del apoyo sanitario al personal interviniente y en la ejecución de apoyos solicitados por las autoridades civiles en materia de sanidad. En el ámbito farmacéutico: 1) Actualización del catálogo de capacidades y equipamiento sanitario disponible en los Ejércitos y la Armada para atender a las solicitudes de apoyo, tanto de las autoridades civiles como de la Red Sanitaria Militar. 2) El sostenimiento de la operación en el ámbito de los recursos sanitarios, asesorando a CMOPS en la dirección y coordinación de las necesidades logísticas de los Mandos Componentes, incluida la Inspección General de Sanidad de la Defensa (IGESANDEF), para una distribución acorde con las misiones asignadas a cada mando y la adecuada protección del personal interviniente.

Por su parte, desde la IGESANDEF, se comisionó desde el principio de la Operación Balmis a un oficial farmacéutico como punto de contacto (POC) con el MOPS. La IGESANDEF bajo Dirección Operativa del Mando de Operaciones ha puesto sus capacidades en favor de la Operación Balmis, todas ellas sincronizadas en la conducción ejercida por el Comandante del Mando de Operaciones. Este oficial farmacéutico ha acompasado la labor de la IGESANDEF mediante el contacto directo y permanente con la célula JMED, y con el Centro de Operaciones del MOPS, y con la información diaria enviada en forma de SITREP, o resumen diario de todas las actividades que IGESANDEF ha llevado a cabo, desde la ocupación de las camas de los hospitales militares, hasta la producción de medicamentos y productos sanitarios del Centro Militar de Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF), así como las actividades de los psicólogos y veterinarios militares involucrados en tareas de desinfección o vigilancia epidemiológica, sin olvidar la labor normativa del Instituto de Medicina Preventiva. El informe enviado por la IGESANDEF al MOPS se incluía en la información diaria generada por el MOPS para ofrecer una única misión de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el SARS-CoV-2.

La logística de los recursos sanitarios en la Operación Balmis ha sido ejecutada a través de: 1) Los canales logísticos sanitarios de los Ejércitos y la Armada, a través de sus Direcciones de Sanidad, unidades logísticas sanitarias y servicios farmacéuticos militares ubicados por toda la geografía nacional. 2) El Centro Militar de Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF) y el Servicio de Farmacia del Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla» (HCD), encuadrados en la Red Sanitaria Militar de la IGESANDEF.

En base a criterios de eficacia y eficiencia logística, ante la emergencia sanitaria y la magnitud de los recursos sanitarios implicados en la gestión de la crisis, y en particular el volumen del material de protección individual necesario (mascarillas, monos, gafas, pantallas faciales, guantes, batas, pijamas, delantales, sudarios, botas, gorros, calzas, así como virucidas, alcoholes, y diverso material de limpieza sanitaria) desde el inicio de la Operación Balmis, por decisión del CMOPS, se asignó al Mando Componente Terrestre (LCC) la gestión de este material como órgano logístico líder. Se crea una estructura empleando las capacidades del Mando de Apoyo Logístico de Ejército de Tierra (MALE), en coordinación con la IGESANDEF, y el asesoramiento técnico de oficiales farmacéuticos integrados en diversas estructuras, significando la de una oficial farmacéutica de la DISAN ET comisionada durante toda la Operación en la Dirección de Adquisiciones (DIAD) del MALE.

Durante la Operación Balmis, estas capacidades han sido esenciales para afrontar la crisis sanitaria para: 1) La gestión de las adquisiciones. 2) El almacenamiento del material sanitario en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia (PCAMI). 3) El almacenamiento en la Unidad de Apoyo Logístico Sanitario (UALSAN) de los recursos sanitarios más críticos y equipos de electromedicina. 4) El transporte y la distribución de los recursos sanitarios allí donde fueron demandados. La Operación Balmis ha demandado un volumen de recur sos sanitarios sin precedentes, en un momento de gran dificultad para la adquisición en los mercados, la mayoría extranjeros, por la gran demanda internacional en muy corto periodo de tiempo. Esto ha dificultado la disponibilidad tanto para las materias primas, en el caso particular del CEMILFARDEF, como para la mayoría de los recursos sanitarios. Se ha identificado la necesidad de disponer de una reserva estratégica de recursos sanitarios para no alterar la operatividad de las Fuerzas Armadas y sostener sus misiones, así como de un almacén estratégico para su custodia, bajo los requerimientos técnicos exigidos a estos recursos por la normativa nacional y europea.

Desde la Subinspección General de Apoyo y Ordenación Farmacéutica de la IGESANDEF se ha asesorado, dirigido y coordinado la gestión de todos los recursos sanitarios implicados en la Operación Balmis, abarcando desde el aprovisionamiento, almacenamiento, control técnico, custodia, y distribución, y ha supuesto un gran esfuerzo de coordinación entre sus unidades dependientes, las distintas estructuras del Órgano Central, Ejércitos y Armada, en el marco de la Operación.

Las unidades dependientes de la Subinspección de Farmacia han puesto todas sus capacidades en la lucha contra la COVID-19. Las Farmacia Central y la Farmacia Depósito de la IGESANDEF han gestionado el suministro de los recursos sanitarios en el ámbito de los servicios centrales del Ministerio de Defensa, así como el suministro a sus unidades habituales, entre ellos los establecimientos penitenciarios y residencias militares implicadas.

En el marco de la Operación Balmis, todas la capacidades de producción y almacenamiento del Centro Militar de Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF) han sido aplicadas a las necesidades derivadas de la misma, y se ha centrado en la fabricación de los siguientes productos que han permitido una acción y respuesta terapéutica frente al agente SARS-CoV-2: Solución Hidroalcohólica para higiene de manos, Paracetamol 500 mg en cápsulas de gelatina dura, Ibuprofeno 600 mg en comprimidos, Azitromicina 500 mg en comprimidos e Hidroxicloroquina sulfato de 200 mg en comprimidos, según se detalla en la siguiente tabla. También ha colaborado con el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Clínico San Carlos en la fabricación de cápsulas de gelatina dura de melatonina a altas dosis para su estudio como agente aplicado en terapias contra la COVID-19.

Tabla 1.  Productos farmacéuticos producidos por el CEMILFARDEF durante la crisis. 

Producto Fabricado Observaciones
Solución hidroalcohólica 110.000 litros Nueva incorporación
Paracetamol 500 mg 168.000 E/20 cáps
Azitromicina 500 mg 131.000 E/3 cáps
Hidroxicloroquina 200 mg 22.000 E/20 comps Nueva incorporación
Ibuprofeno 600 mg 31.000 E/20 comps
Melatonina 50 mg 27.000 cápsulas Colaboración HC San Carlos

Todo ello ha supuesto una actividad adicional para los diferentes departamentos del CEMILFARDEF: producción, control de calidad (788 análisis específicos efectuados), unidad de garantía de calidad (420 lotes controlados) y departamento de abastecimiento, donde se han gestionado más de 5 millones de equipos de protección individual, además de las materias primas y material de acondicionamiento necesarios para las producciones descritas anteriormente, y el establecimiento de un canal logístico continuo con el Servicio de Farmacia Hospitalaria del HCD.

Con el fin de mantener la operatividad del Centro, se han implementado protocolos de prevención para evitar posibles contagios, y se ha incrementado la plantilla de personal para apoyo de la situación, con 18 personas para el Centro de Colmenar Viejo, y 6 personas para el Centro de Burgos.

Es de destacar la elevada versatilidad del CEMILFARDEF, determinada por un diseño de instalaciones y equipos que permiten la producción de aquellas formas farmacéuticas más habituales (comprimidos, cápsulas de gelatina dura, soluciones, suspensiones, emulsiones, cremas, pomadas o medicamentos estériles, tanto por vía aséptica como con esterilización terminal), todo ello con una estructura organizativa y funciones que responden al modelo de laboratorio farmacéutico adecuado al cumplimiento de la Normas de Correcta Fabricación (NCF) de medicamentos.

Imágenes 1.  Productos fabricados por el CEMILFADEF: Solución Hidroalcohólica DEF, Azitromicina DEF e Hidroxicloroquina DEF fabricados por el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, frente al SARS-CoV-2. 

Imagen 2.  Mascarilla quirúrgica tipo IIR fabricadas en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Burgos. 

Esta versatilidad y capacidad de respuesta se ha puesto de manifiesto también con la implementación en el Centro de Burgos de un equipo para la fabricación de mascarillas quirúrgicas tipo II R, en una instalación ad hoc que cumple con los requerimientos ambientales para la fabricación de este producto. Permitirá incrementar la capacidad de producción nacional y la constitución de una reserva estratégica de este producto sanitario.

El CEMILFARDEF es el único laboratorio con capacidad de producción farmacéutica adscrito a la Administración General del Estado. Esta circunstancia, junto a la versatilidad mencionada, le permite jugar un papel esencial en situaciones excepcionales, prestando su apoyo a las demandas propias de las Fuerzas Armadas, y de la población. En este sentido, el Centro ha sido recertificado recientemente por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en el cumplimiento de las Normas de Correcta Fabricación de medicamentos (NCF), para el almacenamiento de medicamentos y recursos sanitarios, con el fin de mantener la colaboración con las autoridades sanitarias durante la crisis sanitaria, siendo también un importante eslabón en la cadena Logística Sanitaria de la Operación.

Imagen 3.  Esquema de la máquina para la fabricación de mascarillas quirúrgicas tipo IIR, en funcionamiento en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Burgos. 

El Instituto de Toxicología de la Defensa (ITOXDEF), órgano técnico superior en el ámbito toxicológico de las Fuerzas Armadas, cuya misión principal es la analítica e investigadora, cuenta con personal especializado en diversos campos, y con un amplio equipamiento tecnológico que le permiten adaptarse a las necesidades que en cada momento se le han requerido.

Durante la crisis sanitaria por la COVID-19, el ITOXDEF ha desarrollado protocolos de actuación para preservar la salud de sus trabajadores y mantener sus misiones específicas de análisis de aguas, de drogas, y metales pesados en el nuevo entorno, y avanzando en sus nuevos objetivos para la determinación de agresivos químicos en muestras biológicas, y para el análisis de la calidad del aire en zona de operaciones, conforme a las necesidades de las Fuerzas Armadas.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, personal especializado del ITOXDEF ha prestado apoyo al Centro Militar de Veterinaria en la validación y ejecución de los análisis para la determinación del SARS-CoV-2 mediante la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa, «Polymerase Chain Reaction» (PCR).

El ITOXDEF trabaja en la puesta a punto a corto plazo de la metodología para la detección del RNA viral del SARSCoV-2 al haber adquirido recientemente un termociclador en tiempo real Q-PCR y el material accesorio necesario. Así mismo, introducirá la determinación serológica de anticuerpos IgM e IgG mediante técnicas inmunoenzimáticas de elevada sensibilidad y especificidad, con equipamiento ya disponible en el Centro.

En línea con su capacidad investigadora, el ITOXDEF se ha incorporado a diferentes proyectos de investigación, tanto de Centros e Instituciones públicas como de la Red Sanitaria Militar, entre los que destaca la determinación de marcadores virales del SARS-CoV-2 en aguas residuales, como vía alternativa en la detección de un aumento de su incidencia.

El Servicio de Farmacia Hospitalaria y Productos Sanitarios, así como los laboratorios de los servicios de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica, Microbiología y Parasitología e Inmunología del HCD, han constituido el eje fundamental de la labor asistencial del farmacéutico militar en esta crisis sanitaria por la COVID-19. En este ámbito, los farmacéuticos especialistas han contribuido a la mejora de la salud de los pacientes a través de la dispensación de medicamentos y el seguimiento farmacoterapéutico, gestión y distribución de productos sanitarios y material de protección individual a todo el complejo hospitalario, con la incesante labor analítica en su capacidad diagnóstica en busca del agente viral SARSCov-2 o su respuesta inmunológica, cruciales para la identificación de casos afectados por COVID-19.

En un corto plazo de tiempo, con la sobrecarga de trabajo por la presión asistencial motivada por el rápido avance de la pandemia, estos laboratorios se han adaptado a la demanda de las nuevas técnicas y su implementación. Todo un esfuerzo dedicado a generar información de utilidad para los clínicos que estaban en contacto directo con los pacientes.

La crisis sanitaria generada por la COVID-19 ha impactado en el Servicio de Farmacia y Productos Sanitarios del HCD de una manera excepcional, ya que como servicio central da soporte a todos los procesos médicos y quirúrgicos demandantes de medicamentos o productos sanitarios desarrollados en el hospital. La criticidad de la situación, ha venido ocasionada por tres factores: 1. El elevado número de pacientes tratados en un periodo de tiempo muy corto. 2. La saturación del mercado mundial de los recursos sanitarios requeridos. 3. La limitación de recursos humanos y materiales del servicio.

Imagen 4.  Recepción de recursos sanitarios en el Servicio de Farmacia del Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla». 

La extraordinaria demanda de recursos sanitarios, en incremento exponencial, ha estresado al sistema, y al servicio responsable de la logística de los mismos. El colapso de los mercados ha resultado en el desabastecimiento puntual de los recursos más críticos, que pueden clasificarse en tres grandes grupos: Medicamentos, Productos Sanitarios y Oxígeno Medicinal.

Para la contención de la pandemia, el Servicio de Farmacia del HCD ha gestionado la adquisición, conservación, custodia y dispensación de medicamentos específicos para el tratamiento de la COVID-19 en el ámbito hospitalario (lopinavir/ritonavir, remdesivir, hidroxicloroquina, cloroquina, interferones, tocilizumab, ciclosporina, azitromicina, baricitinib, etc) así como otros tratamiento asociados (antimicrobianos, vasopresores, heparinas de bajo peso molecular, corticoides, etc) y medicamentos de UCI (propofol, midazolam, dexmedetomidina, morfina, remifentanilo, cisatracurio, rocuronio…). Su obtención ha resultado muy compleja, su distribución ha estado controlada por la AEMPS o por el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y su solicitud ha sido individualizada facilitando datos como el número de historia clínica de cada paciente.

Imagen 5.  Foto realizada por el Servicio de Farmacia del HCD. 

Por otra parte, el carácter experimental de los tratamientos utilizados ante una enfermedad nueva y desconocida, y la limitación en la disponibilidad de medicamentos, ha hecho necesaria una estrecha colaboración del Servicio de Farmacia Hospitalaria con los servicios clínicos del hospital (Enfermedades Infecciosas, UCI, Urgencias…) para el diseño de protocolos de uso de los medicamentos, adecuando los criterios clínicos a los recursos disponibles, y en continua reevaluación ante una variabilidad sin precedentes y el avance en los conocimientos. La colaboración con el Servicio de Enfermedades Infeccionas y la previsión de existencias de medicamentos para la COVID-19 se inició antes del inicio de la cuarentena en el HCD del grupo de españoles repatriados de Wuham.

Los productos sanitarios para la protección individual del personal sanitario frente a la COVID-19 han sido otra necesidad esencial. Así mismo, los relacionados con el diagnóstico microbiológico e inmunológico de la COVID-19: hisopos, reactivos para técnicas PCR y de determinación serológica de inmunoglobulinas IgG e IgM. La distribución de algunos productos sanitarios ha estado también intervenida a nivel comunitario por el SERMAS. Además de los suministros recibidos del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) y de cesiones particulares, el HCD ha estado apoyado e integrado plenamente en la Operación Balmis. En este contexto, la obtención de buena parte de este material ha sido mediada por diferentes unidades, como el CEMILFARDEF y el PCAMI. Por otro lado, el Servicio de Farmacia del Hospital ha prestado su apoyo, facilitando recursos propios (medicamentos y productos sanitarios) a otros organismos y a unidades destacadas tanto en territorio nacional como en misiones internacionales. Es de destacar la colaboración establecida con el CEMILFARDEF, que ha provisto al HCD no solo del material mencionado, sino que ha fabricado a demanda del HCD la solución hidroalcohólica desabastecida durante gran parte de la crisis y tan necesaria para mantener las medidas de higiene recomendadas.

El Servicio de Farmacia del HCD ha liderado la determinación de necesidades de protección por puesto de trabajo y riesgo laboral, los protocolos de distribución y normas de utilización de los EPIs, en colaboración con el servicio de Medicina Preventiva, el Comité de Seguridad e Higiene en el trabajo, supervisión de enfermería y diferentes servicios cínicos del hospital.

Del Oxígeno Medicinal han precisado todos los enfermos ingresados por la COVID-19, bien mediante oxigenoterapia convencional mayoritariamente, o hiperbárica en algún caso, o por requerimiento de ventilación no invasiva o mecánica. Para hacer frente al elevado incremento en la demanda de oxígeno, se han llevado a cabo las siguientes actuaciones: 1) Dotar a las instalaciones fijas de suministro (tanque, rampa, mezcladores, gasificadora, y conductos de distribución) de los elementos necesarios para proveer de puntos de toma de oxígeno a un mayor número de camas. 2) Adquisición de un gasificador para evitar la congelación del oxígeno del tanque cuando aumenta el flujo por la excesiva demanda, caudalímetros, y accesorios para optimizar la instalación ante situaciones de estrés. 3) Adecuar y supervisar la instalación de una planta portátil generadora de oxígeno en el servicio de ampliación de urgencias, cedida por la UMAAD (Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue del EA), así como el control de calidad del oxígeno producido, realizado por Centro de Farmacia del Ejército del Aire en Getafe, Madrid (CEFARMA). 4) Optimizar el suministro de oxígeno en botellas tanto en su formato de 5L (dotación habitual del hospital para traslado de enfermos) y de 30L y 40L para reforzar el suministro a las plantas de hospitalización y a las instalaciones provisionales habilitadas (gimnasio de rehabilitación) para albergar el excedente de enfermos tratados en el Hospital.

Por la especial vulnerabilidad de los «pacientes externos» ante el SARS-CoV-2, la atención farmacéutica fue traslada a la Farmacia Depósito de la IGESANDEF. Para los pacientes de mayor riesgo se gestionó la distribución domiciliaria de medicación, con el apoyo logístico de la Agrupación de Sanidad número 1 (AGRUSAN 1).

La crisis sanitaria por la COVID-19 ha identificado varias necesidades en el Servicio de Farmacia del HCD: a) Necesidad de un sistema de prescripción electrónica para la correcta gestión de los recursos sanitarios y la optimización de la atención farmacoterapéutica. b) Necesidad de un sistema de distribución de medicamentos mediante dispositivos automatizados para mejor atención y control al paciente, especialmente ante situaciones de alto estrés asistencial. c) Mejora de los recursos humanos del servicio, actualmente 52 profesionales con misiones muy específicas y variadas, sometido a una alta presión de trabajo durante la crisis. El Servicio de Farmacia del HCD ha sido reforzado durante la crisis mediante la activación de personal de diferentes colectivos y procedencias, permanentes o en relevos: Un oficial farmacéutico de la UALSAN, ocho alféreces alumnos de Farmacia de la EMISAN, tres oficiales enfermeros, dos oficiales especialistas del Centro Universitario de la Defensa (CUD), un administrativo, diecisiete efectivos de personal de tropa (4 auxiliares de farmacia, 7 peones y 6 celadores), personal voluntario, y dos oficiales farmacéuticos especialistas en Radiofarmacia del servicio de Medicina Nuclear del HCD.

Para el Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica del HCD, la crisis por la COVID-19 ha supuesto multiplicar por diez las peticiones analíticas, especialmente las atendidas por el Laboratorio de Urgencias del Servicio. Desde principios de mes de marzo se detectó un notable incremento de peticiones analíticas para pacientes con patología respiratoria, y con un perfil analítico muy concreto (leucocitosis con linfopenia, Proteína C Reactiva elevada, bajas PO2 arteriales y elevación del dímero D) además de otros parámetros alterados de forma menos constante (transaminasas, LDH, Troponina y hematocrito). Durante el momento más crítico de la epidemia, prácticamente el 100% de las muestras recibidas fueron de enfermos por la COVID-19. Pronto se produjeron las primeras roturas de stock de reactivos, ante la avalancha de peticiones creadas por la nueva situación, que fueron resueltas con rapidez, gracias a la encomiable labor de la Sección de Productos Sanitarios del Servicio de Farmacia del HCD. En adición, nuevos parámetros bioquímicos, que habitualmente tardan semanas en ponerse a punto en los equipos, fueron introducidos en la cartera de servicios en pocas horas, como la Interleucina 6, para monitorizar la inflamación y el daño pulmonar provocado por el SARS-CoV-2. El sobresfuerzo requirió el respaldo de las secciones más críticas del laboratorio (Laboratorio de Urgencias y Sección de Preanalítica) con el personal de otras secciones menos afectadas por la COVID-19. El Servicio de Microbiología y Parasitología del HCD ha tenido también un papel esencial durante la pandemia, siendo su función principal el diagnóstico mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa, «Reverse Transcription Polymerase Chain Reaction», (RT-PCR) de SARS-CoV-2 en muestras respiratorias (exudados nasofaríngeos, esputos, lavado broncoalveolar, y broncoaspirados) llevando a cabo el diagnóstico diferencial con otros procesos infecciosos, y la validación clínica de sus resultados, en los que el facultativo especialista en microbiología y parasitología está legalmente capacitado.

Entre el 5 de marzo y el 5 de junio, se realizaron más de 10.500 pruebas RT-PCR, con un tiempo de respuesta inferior a 12 horas, tanto a pacientes que acudían al HCD, del ISFAS y del SERMAS, como a personal militar de distintas unidades de las Fuerzas Armadas, haciendo posible su operatividad tanto en territorio nacional como en zona de operaciones. Así mismo, dando cumplimiento a lo ordenado, se han realizado las pruebas.

PCR y de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 a todo el personal civil, militar y comisionado que han prestado servicios durante la pandemia en el HCD y en el HGD de Zaragoza, así como al personal del Centro de Transfusiones de las FAS, Instituto de Toxicología de la Defensa, y consultorios del ISFAS.

El Servicio de Microbiología y Parasitología ha prestado también apoyo en interconsultas con los clínicos, contribuyendo a la toma de decisiones, asesoramiento a los distintos ejércitos, y toma de muestras, así como en la imprescindible labor investigadora mediante la evaluación de diferentes métodos diagnósticos tanto para la detección de anticuerpos (test rápidos, quimioluminiscencia, ELISA…) como para la detección de ácido ribonucleico (ARN) viral en muestras respiratorias y heces, colaborando también en este ámbito de la investigación con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial «Esteban Terradas» (INTA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El Departamento de Farmacia de la Escuela Militar de Sanidad de la Academia Central de la Defensa, ha desarrollado diversas acciones durante el periodo de alerta sanitaria. Cabe destacar la activación de los Alféreces Alumnos de Farmacia, que se encontraban con sus planes de estudios ralentizados por la crisis sanitaria. Su activación ha resultado en la prestación de un apoyo farmacéutico esencial, reforzando las plantillas facultativas del Servicio de Farmacia del HCD (8 alumnos), el CEMILFARDEF (2 alumnos) y la UALSAN (2 alumnos).

Se han incorporado a la plataforma del Campus Virtual del Ministerio de Defensa (CVCDEF) diferentes documentos técnicos de consulta referentes a la crisis por la COVID-19, enlaces a bibliotecas nacionales e internacionales, monografías, libros electrónicos, guías farmacológicas, así como acceso a múltiples revistas científicas del ámbito de las Ciencias Farmacéuticas, generando una base de datos de conocimiento sobre la COVID-19 permanentemente actualizada.

El Área de Farmacia de la Dirección de Sanidad del Ejército de Tierra (DISAN ET), ante el inicio de la crisis y la dificultad para encontrar proveedores de material sanitario y de protección, y de desinfección veterinaria, debido al desabastecimiento general del mercado, exploró los stocks de dicho material, tanto en la UALSAN como en los servicios farmacéuticos del Ejército de Tierra (FARMET,s) para coordinar capacidades.

Una vez establecida la Operación Balmis, la cadena logística del recurso sanitario implicado en dicha operación recae en el Land Component Comand (LCC), Centro de Gestión del Apoyo Logístico (CEGAL), Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia (PCAMI) y Unidad de Apoyo Logístico Sanitario (UALSAN). Es de destacar la misión desempeñada por una oficial farmacéutico destinada en la DISAN ET, comisionada en la Dirección de Adquisiciones (DIAD) del Mando de Apoyo Logístico (MALE), cumpliendo funciones de asesoramiento técnico en la gestión de los recursos sanitarios, así como asesoramiento al mando en la toma de decisiones.

Las FARMET,s han participado en mayor o menor grado con las unidades implicadas en la Operación Balmis, a requerimiento de los jefes de unidad de su área de referencia en cuanto a: 1) Realización de folletos informativos y cartelería sobre el COVID-19 y distribución de los mismos a las diferentes unidades de su área de responsabilidad. 2) Asesoramiento sobre el uso y adquisición de material de protección y gel desinfectante con créditos propios. 3) Formulación y acondicionamiento de soluciones hidroalcohólicas y soluciones desinfectantes para su distribución en su área de influencia ante el desabastecimiento. 4) Supervisión en la elaboración de las preparaciones de desinfectante para los equipos veterinarios. 5) Formulación y elaboración de mezclas desinfectantes, mediante desarrollo de formulaciones para nebulización de peróxido de hidrógeno. 6) Algunas FARMET, a petición del Jefe de la Base en la que están ubicadas, custodiaron y centralizaron la distribución del material de protección proveniente de la Operación «Balmis».

Imagen 6.  Apoyo de la UALSAN al Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla». 

La Unidad de Apoyo Logístico Sanitario (UALSAN) del Ejército de Tierra ha debido hacer frente a las nuevas necesidades de la crisis sanitaria, sin dejar de atender sus actividades habituales de mantenimiento y abastecimiento de recursos sanitarios, tanto en territorio nacional como en zona de operaciones. La UALSAN ha hecho un gran esfuerzo de mantenimiento, abastecimiento y apoyo a otras unidades.

En el mantenimiento, la UALSAN ha realizado la certificación de todo el material de electromedicina, y se han puesto a punto respiradores, monitores, desfibriladores, bombas de infusión, aspiradores de secreciones, etc.

En el abastecimiento se ha suministrado material sanitario tanto a unidades militares como a instalaciones civiles. Se ha enviado material sanitario a la Agrupación de Sanidad 1 (AGRUSAN 1), al HCD, al Hospital de Leganés, al Hospital Clinic Barcelona y al Hospital de Sabadell «Parc Taulí». También se ha suministrado material de desinfección a todo el Ejército de Tierra.

La UALSAN ha prestado apoyo técnico mediante el comisionado de su personal a otras unidades como el HCD, (un oficial enfermero, un oficial farmacéutico, un cabo 1º y cuatro soldados), y un oficial para la coordinación con el ET. La UALSAN ha sido apoyada con dos oficiales farmacéuticos de la AGRUSAN 1 y dos alféreces farmacéuticos alumnos de la ACD.

La UALSAN ha sido el centro de recepción y distribución de recursos sanitarios y del material para las pruebas diagnósticas del SARS-CoV-2 mediante la técnica de la PCR, y los test rápidos para la determinación de anticuerpos para las Fuerzas Armadas.

Imagen 7.  Aportación de la DISAN EA al hospital creado en IFEMA. 

Dentro de las misiones del Ejército de Tierra en la Operación Balmis, cabe destacar las desinfecciones de instalaciones realizadas por las Unidades NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) y los Equipos de Veterinaria Militar. Por esto motivo, el Puesto de Mando del LCC estableció una célula NBQ, responsable de asignar y coordinar las operaciones diarias de desinfección recibidas del Mando de Operaciones (MOPS). Esta Célula NBQ estaba constituida por el Coronel Jefe de la Escuela Militar de Defensa NBQ y los tres jefes de Área de la Escuela, siendo el actual jefe del Área Química un oficial farmacéutico.

Para realizar las misiones de desinfección, la Célula NBQ coordinó la adaptación de los procedimientos de descontaminación del Regimiento de Defensa NBQ «Valencia» nº 1, unidad de referencia en el Ejército de Tierra, a una situación de crisis sanitaria nacional por COVID-19, teniendo en cuenta las recomendaciones e instrucciones del Ministerio de Sanidad, la IGESANDEF y la DISAN ET. Estos procedimientos fueron recogidos en el Anexo U de la orden de operaciones del LCC.

Para el asesoramiento de las unidades intervinientes en cuestiones técnicas que pudiesen surgir sobre el terreno o en el ámbito del planeamiento de las operaciones, la Célula NBQ gestionó una estructura de «Reach Back», concepto militar para obtener servicios, aplicaciones y productos de mando y control esenciales para la misión, de forma oportuna, utilizando los Sistemas CIS establecidos entre elementos desplegados y no desplegados, de modo que se actúe como un único cuartel general que permi ta alcanzar la eficiencia en operaciones, en la que se integró el Regimiento NBQ, el INTA y la Jefatura de Sanidad Operativa del Estado mayor Conjunto (JESANOP EMAD). Como ejemplo de este asesoramiento, al inicio de la misión se identificó la necesidad de dotar de capacitación legal, durante la vigencia del estado de alarma, al personal militar de los equipos de descontaminación de las Unidades NBQ para el empleo de desinfectantes de uso por personal profesional especializado. Esto culminó con la publicación de la Orden SND/351/2020, de 16 de abril, que autorizaba a las Unidades NBQ de las FAS y a la UME a emplear biocidas del grupo principal 1 del Real Decreto 830/2010 (que establece la normativa reguladora de la capacitación para realizar tratamientos con biocidas) que estuviesen autorizados y relacionados por el Ministerio de Sanidad como eficaces para la lucha contra la COVID-19, incluido su empleo por procedimientos de desinfección aérea, a través de las técnicas de nebulización, termonebulización y micronebulización.

Imagen 8.  Aportación de la DISAN EA al hospital creado en IFEMA: UCI y radiología. Área de la UCI. 

La Subdirección de Sanidad Logístico-Operativa de la Dirección de Sanidad del Ejército del Aire (DISAN EA) ha sido la responsable de dirigir, coordinar y controlar el abastecimiento y mantenimiento de recursos sanitarios de todas las unidades sanitarias del Ejército del Aire, en territorio nacional y zona de operaciones. En la Operación Balmis, esta Subdirección ha mantenido relaciones funcionales logísticas-sanitarias con el Mando Componente Aéreo (JFAC) durante toda la Operación. Además de esas capacidades, la DISAN EA ha remitido a través del JFAC al Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) un listado permanentemente actualizado de equipos sanitarios disponibles para ser cedidos a la Operación.

Las aportaciones principales se han focalizado principalmente en el apoyo al HCD» y al Hospital creado en las instalaciones de IFEMA.

El apoyo a IFEMA se ha centrado en dos áreas muy concretas: UCI y radiología. En el área de la UCI, se han desplegado seis puestos con sus correspondientes camas articuladas eléctricamente y todo el equipamiento de electromedicina necesario, y material fungible asociado a estos equipos: respiradores, monitores, aspiradores… en su mayor parte material de última generación. Así mismo, se instalaron 24 camas articuladas en esta misma área. En el área de radiología, un equipo de radiología portátil con un moderno sistema de digitalización de imágenes, así como un tomógrafo axial computarizada (T.A.C.) ubicado en contenedor expandible lateralmente. Además, e independientemente del apoyo prestado en esas áreas, se ubicó un contenedor morgue.

En cuanto al apoyo al HCD, se han cedido dos puestos para UCI, SVA y SVB, respectivamente, junto dos torres de anestesia y unos 40 equipos de electromedicina entre bombas de infusión, monitores multiparamétricos y respiradores, de modo que pudieran habilitar una nueva zona de UCI temporalmente. Se considera igualmente relevante la cesión de una planta de producción de oxígeno y todo el sistema de canalizaciones para su distribución.

Imagen 9.  Vista del Buque de Asalto Anfibio Galicia, junto al LHD Juan Carlos I, durante su salida hacia Melilla en su activación en la Operación Balmis. 

Además de estos apoyos principales, se realizó la cesión de otro contenedor morgue al Hospital Gregorio Marañón y dos tiendas de campaña al Hospital Universitario de Alcorcón.

Desde el momento en que la Dirección de Sanidad de la Armada (DISANAR) tuvo conocimiento de los primeros casos por la COVID-19 en España, la Sección de Farmacia de la DISANAR, con la autorización del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), comenzó a actualizar la información sobre los recursos sanitarios disponibles en todos sus servicios farmacéuticos dependientes, coordinando y gestionando con carácter de emergencia su adquisición en el ámbito de la Armada. El objetivo ha sido conseguir que todos sus servicios farmacéuticos dependientes dispongan de los recursos sanitarios necesarios para atender la demanda de los Buques y Unidades en tierra, activados en la Operación Balmis. De esta forma, fundamentalmente al comienzo de la Operación, han sido los servicios farmacéuticos de Buques, Unidades o Instalaciones (BUIs) los que han sostenido el abastecimiento con sus stocks siguiendo los criterios establecidos por la DISANAR a las unidades activadas en la Operación Balmis, así como al Buque de Asalto Anfibio Galicia alistado para desplazarse a la Ciudad Autónoma de Melilla. Todo ello sin desatender sus responsabilidades de abastecimiento para con el resto de buques y unidades de su área geográfica, como arsenales, fragatas, buques de apoyo al combate, patrulleros, Buque Escuela, Hidrográfico, Tercio de Armada, escuelas, residencias logísticas y de estudiantes, y las comandancias navales.

Todas las actividades llevadas a cabo en los servicios farmacéuticos de las áreas geográficas de la Armada (servicios farmacéuticos de BUIs, laboratorios de análisis de drogas y aguas, farmacias de venta al público y servicios de óptica) han tenido como premisa que el personal en ellas destinado trabajase con las condiciones de seguridad y protección necesarias, así como las del personal beneficiario atendido en los servicios con esta misión.

Desde el punto de vista organizativo y de la comunicación, hubo un punto de inflexión cuando se promovió y se consiguió la comisión de dos oficiales farmacéuticos para que se integraran, a turnos, en el Mando Componente Marítimo (MCC) de la Flota, con el fin de coordinar las decisiones y la información de la Autoridad Sanitaria de la Armada con las del Mando Operativo de la Armada en la Operación Balmis. Esta incorporación ha constituido un antes y un después en el desarrollo de la Operación Balmis en el ámbito de la Armada en la coordinación, gestión y distribución de los recursos sanitarios que el CMOPS ha puesto a disposición del MCC, en la mayoría de los casos liderados por la propia Sección de Farmacia de la DISANAR.

Imagen 10.  Vista de material sanitario de la Farmacia de Buques y Dependencias de Ferrol durante la Operación Balmis. 

Los servicios farmacéuticos de la Armada han respondido con exactitud a lo demandado por la crisis sanitaria por la COVID-19, y se ha puesto en valor a los servicios farmacéuticos de BUIs que han demostrado su capacidad para reaccionar eficazmente, reforzando una cartera de servicios y productos específicos ante la crisis que, por otro lado, ha puesto de manifiesto la necesidad de una adecuada comunicación y coordinación entre los distintos actores de la Operación de cada Ejército.

El Laboratorio de Identificación Rápida (LABIR) del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) perteneciente al Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias (RAIEM) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), es un laboratorio cuya misión es la realización de análisis químicos y biológicos de muestras medioambientales dentro del ámbito NBQR y emergencias medioambientales.

El área biológica del LABIR trabaja de manera habitual con la técnica de PCR para la identificación de los agentes biológicos marcados por el Acuerdo de Normalización OTAN, «Standardization Agreement», STANAG 4632. Ante la crisis sanitaria por la COVID-19, y el inicio de la operación Balmis, se diseñaron y adaptaron las instalaciones, equipos y procesos para la identificación y diagnóstico del SARS-CoV-2 mediante la técnica de la PCR, y ha sido uno de los laboratorios certificados por el Instituto de Salud Carlos III para la realización de estas pruebas diagnósticas en el ámbito de las Fuerzas Armadas. Tanto en el diseño como en los análisis se ha contado con el apoyo fundamental de los científicos de un grupo de investigación en Biología Molecular de la Universidad de Alcalá, que se han puesto a disposición del LABIR desde el pasado 15 de marzo. El LABIR ha contado también con el apoyo técnico de un oficial farmacéutico especialista en Microbiología, comisionado desde la FARMET ET «Jaime I» desde el inicio de la crisis sanitaria, para la realización de las pruebas diagnósticas mediante PCR.

Por su misión y peculiaridades, el LABIR se ha mantenido activado durante toda la Operación Balmis, y lo seguirá estando tras su finalización para el apoyo analítico al personal y contingentes en su reincorporación y despliegues, tanto en territorio nacional como en el teatro de operaciones.

Imagen 11.  Vista de material de electromedicina de la Farmacia de Buques y Dependencias de Ferrol durante la Operación Balmis. 

Imagen 12.  Etapa de inactivación de muestras en la cabina de clase III en el shelter laboratorio del LABIR. 

El Servicio de Farmacia de la UME, también perteneciente al RAIEM, ha visto paralelamente incrementada su actividad habitual con la incorporación de nuevos cometidos derivados de la participación en la Operación Balmis: gestión de adquisiciones de recursos sanitarios y su distribución a los intervinientes de la UME, así como la gestión de los residuos biopeligrosos generados por los mismos, elaboración de soluciones de desinfectantes, y la realización de análisis químicos de las soluciones desinfectantes empleadas en espacios públicos y residencias de mayores, entre otros.

CRISIS SANITARIAS: RESERVA ESTRATÉGICA Y ALMACÉN ESTRATÉGICO DE RECURSOS SANITARIOS

La COVID-19 no ha sido la primera crisis sanitaria que ha tenido lugar en nuestro país en los últimos veinte años, aunque sí la de mayor envergadura. En cada una de estas crisis se identificó la necesidad de una reserva estratégica de recursos sanitarios específica, tanto para las Fuerzas Armadas como para toda la nación, y la necesidad de disponer de un almacén estratégico conjunto para su almacenamiento bajo custodia del Ministerio de Defensa. Se pueden identificar en el pasado más reciente las siguientes crisis sanitarias:

  • Crisis sanitaria internacional ante la amenaza de un ataque bioterrorista a la población con el virus de la viruela, en los meses siguientes al ataque a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001. Esta amenaza llevó a los países de nuestro entorno a constituir una reserva de vacuna de la viruela. En nuestro país, a través del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Defensa, se constituyó una reserva estratégica vacuna de la viruela, congeladas a ‒20ºC, con el correspondiente disolvente para la reconstitución de la vacuna liofilizada, y las agujas bifurcadas para su administración. Esta reserva estratégica permanece almacenada y custodiada en el CEMILFARDEF desde finales de 2002.

  • Crisis sanitaria internacional provocada por la gripe A (H1N1). Ante la posibilidad de una pandemia internacional, el Ministerio de Sanidad constituyó una reserva de los antivirales Tamiflu® y Relenza® que permanece almacenada desde 2009 en la UALSAN. Así mismo, el CEMILFARDEF fabricó entonces más de treinta millones de dosis de fosfato de oseltamivir, y almacena y custodia el principio activo.

  • Crisis sanitaria internacional provocada por la epidemia del virus Ébola, en el año 2014. El Ministerio de Sanidad, a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitario (INGESA) constituyó una reserva estratégica de equipos de alta protección biológica individual (EPIs) para su empleo por personal sanitario en el caso de extensión de la epidemia. Ha permanecido custodiada desde entonces por el CEMILFARDEF, primero en sus instalaciones de Córdoba, y desde finales de 2018 en las de Burgos, hasta ser distribuida en su totalidad al comienzo de la crisis sanitaria por la COVID-19, constituyendo un recurso esencial para afrontar los primeros días de la crisis.

  • Otras enfermedades emergentes o reemergentes han generado la necesidad en nuestro país de disponer de una reserva estratégica de determinados medicamentos. Su custodia, y en algunos casos fabricación, ha sido encomendada al Ministerio de Defensa, mediante un convenio de colaboración con la AEMPS: antiviral ribavirina, antitoxina diftérica, y medicamentos para enfermedades infecciosas de alto riesgo (EIAR).

La constitución de estas reservas estratégicas nacionales desde el año 2002, ha precisado de diferentes ubicaciones, que debían cumplir los requisitos exigidos para el almacenamiento de medicamentos y productos sanitarios. El CEMILFARDEF, el Servicio de Farmacia del HCD, y la UALSAN, han sido sus custodios.

Desde 2017 se ha trabajado en un proyecto conjunto en tre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Defensa para la construcción de un almacén estratégico nacional con capacidad para 9.000 palés de medicamentos, y ubicado junto a las instalaciones del CEMILFARDEF en Colmenar Viejo. La crisis sanitaria por la COVID-19 ha establecido una nueva dimensión cualitativa y cuantitativa muy superior a las anteriores. Además de medicamentos, las nuevas reservas contemplan productos sanitarios, productos cosméticos, productos para la higiene personal, equipos de protección individual y equipos de electromedicina, en una magnitud estimada en más de 30.000 metros cúbicos.

La nueva magnitud de los recursos sanitarios implicados en la crisis sanitaria identifica la necesidad, tanto en el ámbito de las Fuerzas Armadas como en el ámbito nacional, de constitución de una reserva estratégica para la acción conjunta de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Sanidad, su custodia y gestión, bajo los requerimientos adecuados a este tipo de productos. Así mismo, la centralización en una única ubicación de la reserva de antivirales, del depósito estatal estratégico de medicamentos para emergencias, catástrofes y cooperación internacional, de la reserva de vacuna contra la viruela, del depósito de medicamentos para la operación «Paso del Estrecho», y cuantos stocks se determinen por las autoridades sanitarias.

Se identifica como una necesidad conjunta y de interés común para el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Sanidad.

AGRADECIMIENTO

Este artículo ha sido elaborado con la inestimable colaboración de los farmacéuticos militares integrados en las diversas estructuras que se citan.

Recibido: 15 de Junio de 2020; Aprobado: 18 de Agosto de 2020

Dirección para correspondencia: Juan José Sánchez Ramos. Subinspector General de Apoyo y Ordenación Farmacéutica. Subinspección General de Apoyo y Ordenación farmacéutica. Inspección General de Sanidad de la Defensa. Glorieta del Ejército s/n. 28047 Madrid. España. jsanram@oc.mde.es.