Título Responding to Future Pandemics: Biosecurity Implications and Defense Considerations
Autores Diane DiEuliis & James Giordano
Referencia bibliográfica DiEulis, D. y Giordano James (2023). Responding to Future Pandemics: Biosecurity Implications and Defense Considerations. Parameters, 53(2). Doi: 10.55540/0031-1723.3220
Disponible enhttps://press.armywarcollege.edu/parameters/vol53/iss2/8/
RESUMEN
Vivir en un mundo globalizado e hiperconectado incrementa el riesgo de que una enfermedad de elevada transmisibilidad de carácter emergente o reemergente, zoonósica o no, provoque una pandemia. Por otro lado, la aplicación de la biotecnología y de la biología sintética con fines ilícitos o no controlados incrementa la amenaza biológica. Todo ello, unido a la situación geopolítica actual, son elementos que afectan a la seguridad de manera directa o indirecta. De ahí que los autores planteen la necesidad de que el Departamento de Defensa (DoD) norteamericano modifique su enfoque frente a los riesgos y amenazas biológicas en función de las debilidades observadas en la gestión y respuesta ante la pandemia en un contexto de colaboración cívico-militar.
La pandemia ha demostrado que la vulnerabilidad de los sistemas de salud pública puede impactar en la preparación militar, máxime en un contexto de colaboración cívico-militar en apoyo a las autoridades civiles. Asimismo, destaca la responsabilidad del DoD en asegurar la protección de sus efectivos (civiles y militares) tanto en territorio nacional como en operaciones. De ahí la necesidad de fortalecer las capacidades de preparación y respuesta para hacer frente a brotes de origen natural, accidental o provocado no solo de Estados Unidos sino de los países que participan en el programa cooperativo de reducción de amenazas.
Los autores destacan la necesidad de fortalecer las capacidades industriales y científicas en un ambiente competitivo de colaboración para proteger los intereses nacionales frente a actores estatales como China. Todo esto en un contexto internacional incierto donde las tecnologías emergentes disruptivas, como pueda ser la biotecnología, se demuestran claves para responder a los retos actuales y prioritariamente futuros de seguridad, reduciendo la dependencia y potenciando el papel de las Fuerzas Armadas para proteger los intereses nacionales.
IMPACTO EN LA SANIDAD MILITAR OPERATIVA
La necesidad de preparación de nuestras Fuerzas Armadas frente a los riesgos y amenazas biológicas es clave para la protección sanitaria de la fuerza, pero también para proteger los intereses nacionales. Desarrollar y/o participar en programas de investigación relacionados con el desarrollo de contramedidas médicas, así como disponer de las capacidades militares de respuesta frente a brotes de enfermedad en un contexto de colaboración cívico-militar, sea cual sea su origen, resultan claves para mejorar nuestra capacidad de respuesta.
Título Telehealth in the Military Health System: Impact, Obstacles, and Opportunities
Autores Madsen Cathaleen; Poropatich Ronald; Pérez Koehlmoos Tracey
Referencia bibliográfica Madsen, C., Poropatich, R. y Pérez Koehlmoos, T. (2023). Telehealth in the Military Health System: Impact, Obstacles, and Opportunities. Mil Med., 188(S1), pp. 15-23. Doi: https://doi.org/10.1093/milmed/usac207
Disponible enhttps://academic.oup.com/milmed/article/188/Supplement_1/15/7071600?login=true
RESUMEN
Los autores analizan los cambios que se han producido en el empleo de la telesalud a partir de las conclusiones del estudio realizado en 2016 por el U.S Military Health System (MHS), en el cual se analizaban las iniciativas de telesalud realizadas a partir de su introducción en los años noventa para potenciar el apoyo sanitario en las áreas de operaciones, así como para mejorar la preparación de la fuerza. En él se describieron los obstáculos, las oportunidades, las recomendaciones y tres posibles líneas de acción para la expansión de la telesalud.
En relación con las recomendaciones del informe de 2016 se destacaban: 1) implantación de la telesalud en la atención primaria; 2) explorar su uso para la atención especializada en los emplazamientos de los pacientes; 3) implantación de la teletutorización (telementoring); 4) planificación de videoconferencias clínicas; 5) fomento del uso de la telerradiología, y 6) fomento de una única capacidad de teleconsulta asíncrona en todo el MHS para su uso tanto en las bases y acuartelamientos como en los despliegues.
Entre los obstáculos técnicos detectados para la expansión de la telesalud se destacaban, entre otros, la existencia de estrictos requisitos de ciberseguridad del Departamento de Defensa, los cuales dificultan el uso de dispositivos comerciales de telesalud ya en uso, la necesidad de cooperación entre los diferentes servicios y especialistas, la falta de un mecanismo de contabilidad de costes entre organizaciones para valorar la dotación de personal de telesalud en todos los servicios, y las políticas contradictorias promovidas por diferentes organizaciones.
Las tres líneas de actuación que se proponían eran:
Mantener el ritmo actual de adopción de la telesalud, centrándose principalmente en el desarrollo de aplicaciones desplegadas, opción que se preveía que aumentaría la disponibilidad operativa con unos costes añadidos, a corto plazo, potencialmente mínimos.
Mantener el ritmo actual de adopción de la telesalud en los entornos desplegados pero aumentar el desarrollo de la telesalud en los entornos no desplegados para igualarlo al de la administración de salud de los veteranos y los sistemas sanitarios civiles de alto rendimiento.
Superar al sector civil aprovechando las lecciones aprendidas tanto en el ámbito militar como en el civil para mejorar las capacidades de telesalud del MHS (esto reduciría la dependencia de costosas instalaciones fijas, mejoraría el impacto y el alcance de sus proveedores especializados, e, idealmente, proporcionaría soluciones que mejoraran tanto la atención no operativa como la preparación militar.
El análisis realizado por los autores destaca que el establecimiento del Advanced Virtual Support to Operational Forces System ha supuesto una mejora en las capacidades de telesalud permitiendo una variedad de respuestas que van desde portales asíncronos para gestionar la atención rutinaria, pasando por el apoyo y la gestión síncronos de casos más complicados, hasta la gestión directa de casos críticos y emergentes por parte de los clínicos de la Joint Trauma Clinical Community Network.
El modelo de «técnico de atención primaria» se está promoviendo en entornos operativos mediante el uso de las aplicaciones Mobile Medic y Connected Corpsman, que apoyan la capacidad de proporcionar atención primaria. No obstnate, hay que destacar que, en el entorno operativo, los problemas de ciberseguridad y las restricciones de ancho de banda impiden el tipo de telementorización intensiva que es posible en entornos no operativos. Tampoco hay que olvidar otras limitaciones asociadas como la capacidad limitada para realizar exámenes físicos o para acceder a imágenes o pruebas diagnósticas en el punto de atención.
Los autores concluyen que es poco probable que la telesalud sustituya por completo a las instalaciones fijas.
IMPACTO EN LA SANIDAD MILITAR OPERATIVA
Las lecciones identificadas por el MHS son de aplicación para la expansión de la telesalud en nuestras Fuerzas Armadas, para lo que resulta fundamental realizar un esfuerzo de cooperación e integración y, de este modo, mejorar la asistencia sanitaria tanto en despliegues como en territorio nacional aprovechando las capacidades técnicas de los especialistas y los avances tecnológicos que están en desarrollo. Esto redundará, sin ninguna duda, en una mejora de la atención sanitaria a las bajas y permitirá aumentar la cartera de servicios ofertada por la telesalud, lo que potenciará el sistema.