Introducción
El estrés constituye un fenómeno complejo, con diferentes definiciones según los distintos enfoques que han abordado su estudio, planteándose tres orientaciones principales: el enfoque biológico que considera el estrés como una respuesta ante situaciones que exigen una fuerte demanda (estrés como respuesta), el enfoque psicosocial que se centra en las situaciones o elementos externos que exigen una fuerte demanda al individuo (estrés como estímulo) y el enfoque transaccional que estudia el estrés como un proceso entre la persona y el ambiente incluyendo tanto el estímulo como la respuesta (estrés como proceso o transacción) 1. Este último enfoque se considera en la actualidad un buen modelo de estrés porque abarca los distintos elementos y relaciones entre ellos, permitiendo incluir una serie de variables intermedias entre el sujeto y el entorno. Resulta, además, especialmente útil para entender el estrés laboral. Éste ha sido considerado como el “conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y conductuales a ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo…” 2, constituyendo un verdadero problema social, económico y empresarial que tiende a ir en aumento 3.
Los profesionales de la salud en general, y el colectivo de enfermería en particular, son de los más expuestos a situaciones estresantes en el ámbito del trabajo, y de los que presentan mayores índices de estrés laboral. Según estudios de referencia, entre los principales factores psicosociales de riesgo laboral que pueden causar estrés en el colectivo de trabajadores de enfermería, cabe citar, entre otros: los relacionados con el contenido del trabajo o la tarea (contacto con el sufrimiento, enfermedad y la muerte, atención y comunicación con pacientes y familiares, consecuencias de los errores propios para el paciente, realizar procedimientos dolorosos), el grado de responsabilidad, el conflicto y la ambigüedad de rol, los contactos sociales (relaciones interpersonales y/o grupales), el clima de la organización, el coste emocional de cuidar, la sobrecarga de trabajo (exceso de tareas o gran número de horas de trabajo), necesidad de mantenimiento y desarrollo de una cualificación profesional, los horarios irregulares o trabajo a turnos, rotación interservicios y el ambiente físico en el que se realiza el trabajo 4.
Determinados servicios producen, generalmente, más estrés, especialmente si no se tiene experiencia en ellos. Estos son los que requieren un conocimiento más especializado y cuyas técnicas de trabajo varían mucho, o que especialmente entran en contacto con el sufrimiento y muerte del paciente, pero sobre todo en aquellas en las que se desarrollan cuidados a pacientes en estado crítico o de riesgo con posibilidad de recuperación a través de soporte y tratamientos intensivos (como las unidades de terapia intensiva “UTI”: urgencias, coronarias, Unidad de Vigilancia Intensiva “UVI”, Unidad de Cuidados Semi-intensivos “UCSI”,…) 5,6,7,8. El grupo de enfermeros que constituyen lo que se conoce como “plantilla volante” o “suplencias”, son los que más rotación experimentan por todos los servicios hospitalarios. Son un grupo especialmente vulnerable a padecer altos niveles de ansiedad por la gran incertidumbre y el continuo temor a lo desconocido al que se enfrentan todos los días 9,10,11.
Además de los factores organizacionales y sociales relacionados con el entorno laboral, como factores de riesgo psicosocial, también se encuentran los factores personales. Algunas evidencias sugieren la existencia de factores de personalidad y habilidades emocionales que influyen en los niveles globales de estrés laboral, actuando como mediadores de los efectos del estrés laboral sobre el ajuste emocional 12. La inteligencia emocional (IE) implica una adecuada gestión de las emociones que permite al individuo afrontar adecuadamente los imperativos de la vida, por tanto, ayuda a comprender los mecanismos de adaptación emocional ante situaciones de estrés 13. Una habilidad individual que ayudaría a comprender mejor por qué algunos profesionales son más susceptibles a las consecuencias negativas del estrés sería el constructo denominado inteligencia emocional (IE) 14.
Salovey y Mayer en 1990 fueron los primeros en definir el concepto de Inteligencia Emocional (IE), como “la habilidad de manejar nuestras emociones y las de los demás, discriminar entre ellas y utilizar estos conocimientos o información emocional para dirigir-guiar las propias acciones y pensamientos” 15. Su modelo de habilidades de la IE 16 es el que más apoyo empírico ha tenido, ya que la mayoría de artículos publicados se ajustan a él y en el que se desarrolló la perspectiva de este trabajo 14,17. Este modelo es definido como “la IE incluye la habilidad de percibir, evaluar y expresar las emociones con precisión, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento, la habilidad para comprender las emociones y la habilidad para regular las emociones y promover el crecimiento emocional e intelectual” 18.
Recientemente se detecta un interés creciente en analizar la capacidad predictiva de la IEP sobre distintas variables implicadas en la salud física y psicológica, recibiendo un especial interés la relación entre IEP, el nivel de estrés e indicadores de emocionalidad negativa, entre ellos, el nivel de ansiedad 13,19.
El presente trabajo tiene por objetivo analizar la relación entre el estrés laboral percibido y la ansiedad estado-rasgo y la asociación de ambas variables con la inteligencia emocional percibida (IEP) en sus tres dimensiones (atención, claridad y reparación emocional) en una muestra de enfermeras asistenciales de Servicios Especiales y Plantilla Volante del Hospital Universitario de Canarias. Esto supone el paso previo para plantear y desarrollar medidas preventivas tanto desde el ámbito académico, como asistencial o de la institución.
Metodología
Ámbito de estudio, población y muestra.
El estudio se llevó a cabo en el Hospital Universitario de Canarias (HUC); se trata de un hospital general de tercer nivel público situado en Tenerife.
La población objeto de estudio la constituyen los profesionales de enfermería que desarrollan su actividad asistencial en el ámbito hospitalario, concretamente en los servicios del HUC que se señalan a continuación: Unidad de Coronarias; Urgencias; Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI); Unidad de Cuidados Semi-Intensivos (UCSI); Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales, Cuidados Intermedios y Prealtas; Planta de Pediatría; Paritorio; Quirófano (Central); Recuperación de Quirófano; y Plantilla Volante (Suplencias). Estos servicios se escogieron estratégicamente ya que en ellos se prestan cuidados más especializados y/o intensivos que requieren una capacitación específica, aspectos que generalmente producen mayores niveles de estrés. También se incluyó al personal de suplencias por las repercusiones que conlleva y su influencia en los niveles de estrés.
La población total de referencia la conforman 371 enfermeros/as (N = 371). Todos los sujetos de esta población tuvieron las mismas probabilidades de participar en el estudio, de forma que la muestra incluye a la totalidad de profesionales que accedieron a participar en el mismo durante el periodo de evaluación. La muestra obtenida quedó conformada por 258 sujetos, que representan el 70% de la población total de referencia.
Variables del estudio.
Estrés laboral percibido, ansiedad estado, ansiedad rasgo, inteligencia emocional percibida en sus tres dimensiones (atención, claridad y reparación emocional), sexo, edad, años de experiencia laboral y servicio o unidad donde prestan su labor asistencial los participantes del estudio.
Instrumentos de evaluación y de recogida de datos.
En la elección de los instrumentos se ha tenido en cuenta que los mismos estén adaptados a población española, que presenten altos índices de fiabilidad y validez, así como una fácil cumplimentación por parte de los participantes del estudio. Los instrumentos de evaluación utilizados han sido los siguientes:
1. Cuestionario STAI-R y STAI-E (Anexo 1)
La ansiedad se calculó mediante el STAI (State Trait Anxiety Inventory), desarrollado por Spielberger, Gorsuch y Lushene en 1970, en versión española20.
Se trata de un inventario de carácter psicométrico y de autoevaluación que consta de dos escalas que miden facetas diferentes pero relacionadas de la ansiedad: el estado y el rasgo.
- La ansiedad estado se describe como un estado o condición emocional transitoria del ser humano que se caracteriza por sentimientos subjetivos de tensión y aprensión, así como hiperactividad del Sistema Nervioso Autónomo. Puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad. El marco de referencia es “ahora mismo, en este momento”.
- La ansiedad rasgo consiste en una propensión ansiosa relativamente estable que diferencia a los individuos en su tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras y a elevar, consecuentemente, su AE. El marco de referencia es “en general, en la mayoría de las ocasiones”.
Consta de un total de 40 ítems, la mitad pertenecen a la Subescala Estado y la otra mitad se corresponde con la Subescala Rasgo.
2. Escala “The Nursing Stress Scale - NSS” (Anexo 2)
El estrés laboral se estimó mediante la Nusing Stress Scale (NSS) de Gray-Toft y Anderson (1981) 21 en su versión española (4, 22). La NSS es un cuestionario autoadministrado que consta de 34 ítems que describen distintas situaciones potencialmente causantes de estrés en el trabajo desarrollado por los profesionales de enfermería en el ámbito hospitalario. En cada ítem las posibles alternativas de respuestas son: nunca, alguna vez, frecuentemente y muy frecuentemente, puntuándose en todos los ítems desde 0 para nunca hasta 3 para muy frecuente., de manera que las posibles puntuaciones totales pueden fluctuar entre 0, para el mínimo nivel de estresores, hasta 102 para el máximo. A mayor puntuación, mayor nivel de estrés. Los resultados en muestras españolas 23 evidencian en la NSS seis factores principales causantes de estrés laboral, que se han denominado: (1) relaciones profesionales, (2) conflicto de competencias, (3) muerte y sufrimiento, (4) presión laboral, (5) habilidades profesionales y (6) comunicación intragrupal.
3. Escala “Trait Meta Mood Scale - TMMS 24” (Anexo 3)
Para evaluar la inteligencia emocional percibida se ha utilizado la escala TMMS-24 24. Evalúa el metaconocimiento de los estados emocionales, es decir, las creencias o percepciones que tienen los sujetos sobre su capacidad de atención, comprensión y regulación de las emociones. Contiene 24 ítems distribuidos en tres dimensiones claves de la IE con 8 ítems cada una de ellas: Atención emocional, Claridad de sentimientos y Reparación emocional.
- Atención: soy capaz de sentir y expresar los sentimientos de forma adecuada
- Claridad o comprensión: comprendo bien mis estados emocionales.
- Reparación o regulación: soy capaz de regular los estados emocionales correctamente.
4. Cuestionario para la valoración de las variables socio-laborales (Anexo 4)
Para recoger los datos relacionados con las variables socio-laborales, se ha diseñado un cuestionario compuesto por las siguientes preguntas: edad, sexo, años de experiencia laboral, servicio donde presta su labor asistencial.
Procedimiento
En primer lugar, se solicitó permiso a la Gerencia del HUC y se contactó con la Dirección de Enfermería, así como con la Subdirección de Enfermería (área de investigación) para informales de la naturaleza y objetivo del estudio y solicitando, igualmente, autorización para llevarlo a cabo. Tras obtener los permisos, se contactó con los supervisores de enfermería de cada uno de los servicios seleccionados y en acuerdo particular con cada uno de ellos se procedió a reunir al personal de enfermería, en repetidas ocasiones, para explicar la finalidad del estudio y la metodología a seguir, así como para pedir colaboración dado el carácter voluntario de la participación. En cada servicio se hizo entrega de los cuestionarios, así como una hoja informativa del estudio; quienes lo cumplimentaron lo entregaron en un sobre cerrado y firmado a su supervisor quien a su vez se hizo responsable de entregárselo al investigador. A todos los participantes se les garantizó la confidencialidad y el anonimato de los datos explicitando que únicamente serían tratados a nivel estadístico. La recogida de datos tuvo lugar durante un periodo de 12 meses, de Enero a Diciembre de 2015, teniendo en cuenta los periodos vacacionales con aumento de contrataciones eventuales y por lo tanto con mayor captación de enfermeros.
Resultados
Los principales resultados hallados en el estudio son:
A mayores puntuaciones en ansiedad estado y rasgo, mayores puntuaciones en estrés laboral percibido y viceversa.
La atención emocional, correlaciona de forma directa y significativa con la ansiedad estado, ansiedad rasgo y estrés laboral percibido.
Aumentos en las puntuaciones de claridad emocional provocan disminuciones en las puntuaciones de ansiedad estado, rasgo y estrés laboral percibido.
Aumentos en las puntuaciones de reparación emocional provocan disminuciones en las puntuaciones de ansiedad estado y rasgo. La reparación correlaciona de forma inversa con el estrés laboral percibido pero no de forma significativa.
Las mujeres obtienen puntuaciones significativamente más altas que los hombres en estrés laboral (global y factor presión laboral), ansiedad estado- rasgo y atención emocional. No se evidencias diferencias en las dimensiones de claridad y reparación emocional en relación al sexo.
Con la edad disminuye de forma significativa el estrés laboral, la ansiedad estado y rasgo, así como la atención de la IEP. Igualmente con la edad aumenta de forma significativa la claridad y la reparación emocional y viceversa.
A menor experiencia laboral mayor estrés laboral, mayor ansiedad estado-rasgo y menor claridad y reparación emocional y viceversa. No se evidencia relación entre la atención emocional y los años de experiencia laboral.
Los profesionales de la plantilla volante, suplencias, son los que presentan mayores puntuaciones de estrés laboral, ansiedad estado y rasgo, seguidos de los profesionales que trabajan en Urgencias y UVI.
El factor “presión laboral” es el que resulta más estresante, tanto en hombres como en mujeres, así como en los profesionales de todos los servicios evaluados.
Discusión
Nuestros hallazgos coinciden con los constatados en otros estudios 25,26,27,28,29,30, en los cuales se evidencia que la tendencia a atender a las emociones se relaciona con el desajuste psicológico con mayor predisposición a presentar mayores niveles de estrés y ansiedad 25,31 32,33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43,44, mientras que la claridad y reparación emocional funcionan como factores protectores del estrés y se relaciona con mejores niveles de salud mental, con lo cual resulta un elemento clave en el éxito de las relaciones interpersonales favoreciendo la satisfacción personal, laboral, familiar, etc 19,25,35,38,40,41,43,45,46,47,48,49,50,51,52,53,54. Por tanto, altos niveles de atención emocional con bajos niveles de claridad y reparación emocional pueden determinar la creencia de no poder modificar los propios estados emocionales y ello se relaciona con estrategias de afrontamiento inadecuadas (más pasivos y menos activos), dirigidas hacia la emoción, centradas en la rumiación, evitación y autoculpabilidad 13,19,26,38,39,55.
Según muestran los estudios, existen diferencias de género tanto en lo que se refiere a la percepción y gestión de los sucesos emocionales como en la percepción del estrés y en los niveles de ansiedad. Numerosos estudios evidencian que las mujeres informan mayores niveles de atención emocional ante situaciones de estrés 19,24,25,26,28,30,43,45,49,56 57,58,59, mientras que los hombres presentan una mayor regulación emocional y tolerancia ante situaciones de estrés 24,56,58,59. Una posible explicación es que las mujeres utilizan más estrategias desadaptativas que los hombres como la rumiación que a su vez se relaciona con mayor sintomatología psicopatológica como ansiedad, depresión, etc 17,60,61. Otros autores han apuntado que la incompatibilidad de los horarios de trabajo con la vida familiar, el doble turno, todavía afecta desproporcionadamente a las mujeres 61,62,63,64,65,66.
Las evidencias científicas apuntan que las habilidades emocionales se optimizan con la edad y la experiencia vital 67. Los enfermeros más jóvenes, que por lo general son los más novatos, están expuestos además de a los estresores propios del entorno laboral de enfermería, a mayores situaciones de precariedad laboral (contratos de breve duración, inestabilidad de turnos y planificación personal, mayor rotación interservicios con tiempo insuficiente para ser competente y especializarse, diferencias entre la teoría y la práctica, falta de apoyo y agilidad ante recursos humanos y materiales insuficientes, etc 11,68. Por otra parte con la edad se tiene mejor conocimiento de los propios recursos y una mayor experiencia lo que proporciona una mayor capacidad de respuesta para afrontar situaciones difíciles 67,68,69,70,71. Con todo esto y con lo ya comentado anteriormente, no es de extrañar que, al igual que apuntan numerosos estudios, los más jóvenes presenten mayores niveles de atención con menores niveles de claridad y reparación emocional 34,67,72 ya que presentan mayor tendencia a mayores niveles de estrés laboral percibido y ansiedad 73-75.
Es congruente pensar que el personal de Plantilla Volante sea el que percibe más estrés laboral, ya que viven una serie de circunstancias propias potencialmente estresantes sobreañadidas al resto de estresores al que deben hacer frente todos los enfermeros asistenciales tales como: trabajar en un entorno heterogéneo con desconocimiento de las costumbres, rutinas de trabajo, ubicación de material, técnicas, cuidados específicos, equipamientos, personal, imposibilidad de especializarse en un área concreta, a veces pasar por varios servicios en un mismo turno cubriendo imprevistos donde sea y del tipo que sea. Por otra parte es un servicio poco demandado por personal con plaza por lo que es frecuente que el perfil enfermero lo constituyan enfermeros eventuales que con frecuencia también son los más jóvenes o con menos experiencia 10,11.
Reflexiones del Estudio
Es destacable que el factor “presión laboral” haya resultado ser el más estresante en la totalidad de la muestra, al igual que ocurre en otros estudios empíricos, que confirman que la presión laboral o carga de trabajo es una de las causas más importantes de estrés laboral en enfermería 23,45,76,77,78,79. Esto haría reflexionar sobre la importancia de plantear cambios en la organización del trabajo que reduzcan la presión laboral y que faciliten el desarrollo de la labor asistencial con un menor coste emocional.
Por otra parte, los resultados obtenidos en este estudio ponen de manifiesto la conveniencia de incorporar programas de formación en habilidades emocionales, de implementar intervenciones de educación emocional, dirigidas a mejorar el manejo y afrontamiento del estrés laboral, regular las emociones negativas como la ansiedad y afrontar las exigencias emocionales que conllevan la práctica de la profesión enfermera, lo que revertiría en el bienestar y salud mental de los trabajadores, así como en una mejor y más eficaz interacción con los pacientes y el equipo de trabajo, tal y como evidencian los estudios de referencia