INTRODUCCIÓN
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son la principal causa de muerte en el mundo, habiendo causado el 68% de los 56 millones de defunciones registradas en el año 2012. De este modo, las enfermedades cardiovasculares (ECV), seguidas del cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes (DBT) son responsables de alrededor del 82 % de las muertes por ECNT1.
Esta situación no es ajena a la República Argentina, donde en los años 2005, 2009 y 2013, las Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo (ENFR), evidenciaron un notable incremento de obesidad (OB), DBT e hipercolesterolemia. Por otro lado, de acuerdo a la información de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud de la Nación, en 2013 la principal causa de muerte fueron las ECV, seguidas por los tumores2.
Las ECNT se deben en gran medida a cuatro factores de riesgo comportamentales que se han afianzado de forma generalizada como parte de la transición económica, los rápidos procesos de urbanización y los modos de vida del siglo XXI: el consumo de tabaco, las dietas inadecuadas, la inactividad física y consumo nocivo del alcohol3-4. Es decir, estas enfermedades son prevenibles en gran medida, debido a que los principales factores que aumentan el riesgo de padecerlas son modificables. Identificarlos es una oportunidad para la intervención y modificación de los hábitos y estilos de vida no saludables de la población5-6.
La mayoría de las ECNT se expresan en adultos, pero se reconoce que pueden permanecer silentes desde etapas muy tempranas de la vida. Durante la niñez y adolescencia ya pueden detectarse factores de riesgo (FR) como dislipemias (DLP) u OB, cuyo mantenimiento en la etapa adulta ha sido constatado, indicando que la detección y prevención deben iniciarse tan precozmente como sea posible7-8.
Numerosas investigaciones manifiestan que los estudiantes universitarios constituyen un grupo especialmente vulnerable de tener conductas poco saludables, ya que en la actualidad hay profundos cambios en el estilo de vida y de alimentación en los jóvenes, donde el consumo de comida rápida ha aumentado en detrimento de la cocina tradicional, la actividad física (AF) habitual ha disminuido por el auge de entretenimientos pasivos, y se ha registrado un incremento en el consumo del alcohol y tabaco4 9-10.
Se ha observado además, que al ingresar a la universidad, por la necesidad de adaptarse a nuevas normas, muchos estudiantes transforman sus hábitos alimentarios. Algunos motivos pueden ser la alteración de los horarios de las comidas, la incorporación de alimentos procesados con alto contenido en grasa y elevado valor calórico a un precio asequible, el poco tiempo disponible para comer y los altos niveles de estrés a los que todos los días están expuestos10-12.
La detección de FR de ECV en una población de estudiantes universitarios adquiere especial relevancia, porque permitiría identificar su vulnerabilidad e implementar acciones encaminadas a la prevención.
Desde esta perspectiva, y teniendo en cuenta que se dispone de información poco actualizada de estudiantes de nuestra universidad, el objetivo de este estudio es estimar la prevalencia de FR para ECV en estudiantes de la carrera de Nutrición de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
MATERIAL Y MÉTODOS
Población y diseño del estudio
Se realizó un estudio descriptivo-transversal en estudiantes de ambos sexos, entre 20 y 30 años, que cursaron tercer año de la carrera de Licenciatura de Nutrición de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, en los años 2015-2016. Para la selección de la muestra fueron invitados la totalidad de los estudiantes (272), quedando la muestra final conformada por 185 alumnos que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: asentimiento mediante consentimiento informado, ayuno de 12 horas al momento de la extracción de la muestra sanguínea y el no padecimiento de alguna patología que pudiera interferir en su estado nutricional, composición corporal o perfil lipídico, como así también algún impedimento físico al momento de las mediciones antropométricas que pudieran entorpecer la toma de las mismas. Para corroborar su representatividad, se evaluó la distribución de características seleccionadas (sexo y edad) disponibles en el listado de alumnos regulares provisto por el Departamento Alumnado de la FBCB, resultando ésta comparable. En todos los casos, quienes no participaron fue por no haber firmado el consentimiento informado. La principal limitación encontrada en obtener una muestra mayor, fue la falta de predisposición de muchos estudiantes a participar de la experiencia, posiblemente por tratarse de un estudio en el que se requiere la toma de muestras biológicas, con la preparación previa que ello implica.
Los aspectos bioéticos fueron aprobados por el Comité Asesor de Ética y Seguridad de la Investigación de la FBCB de la UNL.
Recolección de la información
Como instrumento de recolección de datos se utilizó un cuestionario previamente validado, guiado por un entrevistador entrenado. Para la validación, el instrumento fue ensayado en un grupo de estudiantes de similares características. El objetivo de la prueba piloto consistió en detectar eventuales errores en el diseño e implementación del cuestionario, para optimizar la información obtenida, como así también los tiempos del proceso de recolección de datos. El cuestionario consideró los siguientes apartados:
Antecedentes familiares de ECNT: Se indagó respecto a antecedentes de DBT, hipertensión arterial (HTA), DLP y ECV, en padres y abuelos.
Mediciones antropométricas: El peso fue registrado con ropas livianas y sin calzado, utilizando una balanza tipo CAM (cuya escala permite una precisión en un rango de 100g con una capacidad máxima de 150kg), calibrada en forma periódica. La talla se midió sin calzado ni objetos en la cabeza (hebillas, accesorios para cabello), por medio de un estadiómetro incluido en la misma balanza (cuya escala de medición va en un rango de 1,10 a 2,00 metros). Con estas mediciones se calculó el Índice de Masa Corporal (IMC) (peso/talla2=kg/m2), que según los criterios de la OMS se clasifica en las siguientes categorías: Bajo Peso (<18,50kg/m2); Peso normal (18,50-24,99kg/m2); Sobrepeso (≥25,00kg/m2): Pre-obesidad (25,00-29,99kg/m2), Obesidad grado I (30,00-34,99kg/m2), Obesidad grado II (35,00-39,99kg/m2), Obesidad grado III (≥40,00kg/m2)13.
La Circunferencia de Cintura (CC) se midió con una cinta métrica inextensible de 150cm de longitud, colocada en forma horizontal al piso a nivel de la media distancia entre el reborde costal inferior y la cresta ilíaca, luego de una espiración normal. Esta medición se utilizó para evaluar Riesgo Cardiovascular (RCV) considerándose las siguientes categorías, para varones: Normal (<94cm), Riesgo aumentado (94-102cm), Riesgo muy aumentado (>102 cm); y para mujeres: Normal (<80cm), Riesgo aumentado (80-88cm) y Riesgo muy aumentado (>88cm)14.
Perfil lipídico y glucosa: Luego de una punción venosa para la obtención de sangre, se determinó triglicéridos (TG), colesterol total (Col-Total), LDL-colesterol (LDL-col), HDL-colesterol (HDL-col) y glucosa (GL). Las muestras de sangre se obtuvieron en el laboratorio de la Cátedra de Bromatología y Nutrición por bioquímicos habilitados. Los procedimientos para toma de muestra y determinaciones bioquímicas fueron previamente validados y estandarizados, utilizando sueros controles, para asegurar la calidad interna y externa de los resultados. Éstos se categorizaron de acuerdo al Adult Treatment Panel III (ATP III); para Col-Total: deseable (<200mg/dL), limítrofe alto (200-239mg/dL), y alto (>240mg/dL); para HDL-col: bajo (<40mg/dL), alto (>60mg/dL); para LDL-col: óptimos (<100mg/dL), limítrofes alto (100-159mg/dL), alto (160-189mg/dL), muy altos (>190mg/dL); para los TG: deseable (<150mg/dL), levemente elevados (150-199mg/dL), elevados (200-499mg/dL), muy elevados (>500mg/dL)14. Para la GL en ayunas, se consideraron las siguientes categorías: normal (<100mg/dL), alterada (100-125mg/dL), diabetes (≥126mg/dL)15.
Conociendo el valor de Col-Total y de HDL-col de cada individuo, se calculó el índice de Castelli (IC= Col-Total/HDL-col), que es una ecuación capaz de actuar como predictor de riesgo coronario más potente que el Col-Total, la LDL-col y la HDL-col utilizados de forma independiente16-18; siendo originalmente el punto de corte definido para iniciar terapia hipolipemiante de <4,516 18-19. Nuevos estudios sugieren, que para la población argentina, el objetivo histórico del IC (ICA) debe ser actualizado a <3,2520. Esta variable se categorizó en IC>4,5 e ICA>3,25.
Otro índice predictivo de ECV es la relación TG/HDL-col, utilizado como marcador de aterogénesis y resistencia a la insulina en pacientes aparentemente sanos21. El punto de corte es de 3,019 22. Esta variable se categorizó en TG/HDL-col>3,0.
Actividad física: Se indagó sobre el tipo, frecuencia e intensidad de la AF realizada habitualmente y se evaluó según las Recomendaciones de AF de la OMS para la población de 18 a 64 años23 que establece al menos 150 minutos semanales de AF moderada, o 75 minutos semanales de AF intensa, o una combinación de ambos. Esta variable se categorizó en: “cumple recomendaciones de AF” y “no cumple recomendaciones de AF”.
Consumo de tabaco: Se consideró “fumador” a aquellos estudiantes que al momento del estudio fumaban o hubiesen fumado en el último mes, al menos un cigarrillo por día o tabaco en cualquiera de sus formas24-25. Se establecieron dos categorías: “consumidor de tabaco” y “no consumidor de tabaco”.
Consumo de alcohol: Se consideró “consumidor” a quienes ingerían bebidas alcohólicas al menos 2 veces a la semana, cualquiera fuese la cantidad24-25, estableciéndose las categorías: “consumidor de alcohol” y “no consumidor de alcohol”.
Análisis estadístico
Los datos fueron analizados mediante estadística descriptiva y presentados como datos generales y por género, con frecuencias absolutas y relativas, y utilizando medidas de tendencia central y de dispersión (medias y desvíos estándar), cuando correspondiera.
Al momento de evaluar las variables discriminadas por sexo, debido a que la muestra resultó desbalanceada, se tomaron aleatoriamente 10 submuestras de mujeres. Cada una de ellas fue comparada con el total de mujeres con el objetivo de validar internamente los datos y verificar que sean representativas. Luego se tomó una submuestra al azar, que se utilizó para el análisis estadístico correspondiente.
Las diferencias de variables continuas entre grupos fueron evaluadas con la prueba de la t de Student. El nivel de significación estadística asumido fue del 5%. Todos los datos fueron procesados mediante el programa estadístico Minitab 16.
RESULTADOS
La muestra quedó conformada por 185 estudiantes, con una edad promedio de 21,9±2,9 años. Un 91,9% (n=170) fueron mujeres y 8,1% (n=15), varones.
Antecedentes familiares de ECNT
El 75,7 % de los alumnos indicó tener algún antecedente familiar de ECNT. En padres, se observó con mayor frecuencia DLP seguido de HTA, mientras que en abuelos el antecedente más prevalente fue DBT, seguido de ECV (Tabla 1).
Tabla 1 Prevalencia e intervalos de confianza (95%) de antecedentes de ECNT, en estudiantes universitarios.
Categorías | Total (n=185) | |||
---|---|---|---|---|
n | % (IC 95%) | |||
Antecedentes ECNT | 1º grado | DBT | 22 | 11,9 (6,9-16,8) |
HTA | 51 | 27,6 (20,9-34,3) | ||
DLP | 58 | 31,3 (24,4- 38,3) | ||
ECV | 8 | 4,3 (1,1-7,5) | ||
2º grado | DBT | 50 | 27,0 (20,4-33,7) | |
HTA | 29 | 15,7 (10,2-21,2) | ||
DLP | 29 | 15,7 (10,2-21,2) | ||
ECV | 37 | 20,0 (13,9-26,0) |
ECNT: enfermedades crónicas no transmisibles; DBT: diabetes; HTA: hipertensión arterial; DLP: dislipemia; ECV: enfermedades cardiovasculares.
Mediciones antropométricas
El IMC promedio (Tabla 2) mostró diferencias significativas según sexo, siendo mayor en varones. El 10,6% de mujeres y el 33,3% de varones presentaron algún grado de exceso de peso, siendo la diferencia significativa en la categoría pre-obesidad (Tabla 3).
Tabla 2 Mediciones antropométricas, perfil de lípidos y glucosa, índice de Castelli y relación TG/HDL-col en estudiantes universitarios, según sexo.
Mujeres (n=170) | Varones (n=15) | |
---|---|---|
Media ± DE | ||
IMC (kg/m2) | 21,90±2,90 | 24,30±2,50** |
CC (cm) | 71,40±7,60 | 82,10±7,50*** |
Col-Total (mg/dL) | 168,00±40,00 | 163,00±32,00 |
HDL-col (mg/dL) | 52,00±13,00** | 42,00±11,00 |
LDL-col (mg/dL) | 103,00±35,00 | 93,00±11,00 |
TG (mg/dL) | 83,00±44,00 | 72,00±39,00 |
IC | 3,38±0,93 | 4,06±1,06* |
TG/HDL-col | 1,76±1,39 | 1,85±1,15 |
Glucemia (mg/dL) | 80,00±15,00 | 82,00±13,00 |
IMC: índice de masa corporal; CC: circunferencia de cintura; Col-total: colesterol total; HDL-col: colesterol HDL; LDL-col: colesterol LDL, TG: triglicéridos; IC: índice de Castelli.
DE: desvío estándar; *p<0,05; **p<0,01; ***p<0,001.
Tabla 3 Prevalencia e intervalos de confianza (95%) de factores de riesgo cardiovascular en estudiantes universitarios, según sexo.
Factores de riesgo cardiovascular | Mujeres (n=170) | Varones (n=15) | Total (n=185) | |||
---|---|---|---|---|---|---|
n | % (IC 95%) | n | % (IC 95%) | n | % (IC 95%) | |
Antecedentes familiares de ECNT | 132 | 77,6 (71,1-84,2) | 8 | 53,3 (26,6-78,7) | 140 | 75,7 (69,2-82,1) |
Pre-obesidad | 14 | 8,2 (3,81-12,7) | 5 | 33,3** (11,8-61,6) | 19 | 10,3 (5,6-14,9) |
Obesidad | 4 | 2,4 (0,6-5,9) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 4 | 2,2 (0,6-5,4) |
CC aumentada | 11 | 6,5 (2,5-10,5) | 1 | 6,7 (0,2-31,9) | 12 | 6,5 (2,7-10,3) |
CC muy aumentada | 6 | 3,5 (0,5-6,6) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 6 | 3,2 (0,4-6,1) |
Col-total limítrofe alto | 28 | 16,5 (10,6-22,3) | 3 | 20 (4,3-48,1) | 31 | 16,8 (11,1-22,4) |
Col-total alto | 8 | 4,7 (1,2-8,2) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 8 | 4,3 (1,1-7,5) |
HDL-col bajo | 33 | 19,4 (13,2-25,7) | 7 | 46,7* (21,3-73,4) | 40 | 21,6 (15,4-27,8) |
LDL-col limítrofe bajo | 45 | 26,5 (19,5-33,4) | 5 | 33,3 (11,8-61,6) | 50 | 27 (20,4-33,7) |
LDL-col limítrofe alto | 25 | 14,7 (9,1-20,3) | 1 | 6,7 (0,1-31,9) | 26 | 14 (8,8-19,3) |
LDL-col alto | 8 | 4,7 (1,2-8,2) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 8 | 4,3 (1,1-7,5) |
LDL-col muy alto | 3 | 1,8 (0,4-5,1) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 3 | 1,6 (0,3-4,7) |
TG levemente elevados | 9 | 5,3 (1,6-9,0) | 1 | 6,7 (0,1-31,9) | 10 | 5,4 (1,9-8,9) |
TG elevados | 3 | 1,8 (0,4-5,1) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 3 | 1,6 (0,3-4,7) |
IC (> 4,5) | 20 | 11,8 (6,6-16,9) | 5 | 33,3* (11,8-61,6) | 25 | 13,5 (8,3-18,7) |
ICA (> 3,5) | 62 | 36,5 (28,9-44,0) | 11 | 73,3* (44,9-92,2) | 73 | 39,5 (32,1-46,8) |
Relación TG/HDL-col (>3,0) | 19 | 11,2 (6,1-16,2) | 2 | 13,3 (1,7-40,5) | 21 | 11,4 (6,5-16,2) |
Glucemia alterada | 8 | 4,7 (1,2-8,2) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 8 | 4,3 (1,1-7,5) |
Diabetes | 2 | 1,2 (0,1-4,2) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 2 | 1,1 (0,1-3,9) |
Consumo de tabaco | 15 | 8,8 (4,3-13,4) | 0 | 0,0 (0,0-21,8) | 15 | 8,1 (3,9-12,3) |
Consumo de alcohol | 95 | 55,9 (48,1-63,6) | 9 | 60,0 (32,3-83,7) | 104 | 56,2 (48,8-63,3) |
No cumple recomendaciones de AF | 85 | 50,0 (42,2-57,8) | 6 | 40,0 (16,3-67,7) | 91 | 49,2 (41,7-56,7) |
ECNT: enfermedades crónicas no transmisibles; CC: circunferencia de cintura; Col-total: colesterol total; HDL-col: colesterol HDL; LDL-col: colesterol LDL; TG: triglicéridos; IC: índice de Castelli; ÍCA: índice de Castelli para la población argentina; AF: actividad física. *p<0,05; **p<0,01.
Si bien hubo diferencia según sexo en el promedio de CC (Tabla 2), el RCV medido por este parámetro no mostró diferencias significativas (Tabla 3), debido a que el punto de corte difiere en varones y mujeres.
Perfil lipídico y glucosa
La Tabla 2 muestra que no existen diferencias significativas según sexo en los valores promedios de Col-Total, LDL-col, TG, GL y en la relación TG/HDL-col. Sin embargo, sí se observa en HDL-col e IC.
Un 21,1% de los estudiantes presentó hipercolesterolemia. Casi la mitad de los varones presentó HDL-col bajo, siendo significativamente mayor que el de mujeres. Por otro lado, en el 46,9% de los estudiantes se hallaron valores de LDL-col fuera del rango óptimo (Tabla 3). Se debe destacar, además, que 13 estudiantes (7%) presentaron paralelamente HDL-col bajo y LDL-col alto. Finalmente, un 7% de los estudiantes presentó TG aumentados, sin presentarse diferencias según sexo.
Cuando se evaluó el IC, el 33,3% de los varones y el 11,8% de las mujeres superaban la cifra de riesgo para la prevención primaria, mientras que cuando se consideró el punto de corte <3,25, indicado por las investigaciones de Siniawski y Cols., el 73,3% y 36,5% respectivamente, presentaron valores mayores, encontrándose diferencia significativa según sexo.
La relación TG/HDL-col fue ≥3 en el 11,4% de los estudiantes, no encontrándose diferencias significativas según sexo.
Sólo el 5,4% de los estudiantes presentó valores elevados de GL en ayunas, siendo todas mujeres (Tabla 3).
Actividad física
Teniendo en cuenta la frecuencia, tiempo e intensidad de AF, se observó que la mitad de los alumnos no cumplían con las recomendaciones de la OMS (Tabla 3), sin diferencias según sexo.
DISCUSIÓN
Un alto porcentaje de alumnos tuvo antecedentes familiares de ECNT. Sin embargo, otros investigadores hallaron una prevalencia de DLP e HTA en padres, aún mayor4 26.
El porcentaje de alumnos con IMC≥25 fue mayor a lo obtenido en 2011 (8,9%) por nuestro grupo de trabajo en una población similar27, pero menor a lo informado por Erben y Cols. (41%) y Monsted y Cols. (29%) quienes también encontraron valores más elevados en varones25 28. La prevalencia de OB resultó menor a lo reportado por investigadores en jóvenes de Chile5-6 29-31, Perú32-33, Colombia3, Venezuela9, EEUU34 y Europa11 35, posiblemente por tratarse nuestra población de estudiantes relacionados a la nutrición.
El RCV evaluado por CC resultó mayor al encontrado por nuestro grupo en 2011 (2,2%)27, pero mucho menor al hallado por otros investigadores en nuestra ciudad (23,4% y 30,5%)26-27. Por su parte en Chile, informaron valores similares (12,8%)29, como así también, muy superiores (30,6%, 46%)5-6.
El porcentaje de alumnos con hipercolesterolemia fue similar a lo informado por Rothlisberger y Cols. en 2011 (18,9%)27, Palomo y Cols. en Chile (20,2%)29 y por Hernández-Escolar y Cols. en Colombia (18,3%)3, pero menor a lo hallado por otras investigaciones de Argentina (30,2%)25 y Chile (35%)31. La mitad de la población estudiada presentó LDL-col elevada, conforme a lo encontrado anteriormente en nuestra universidad (52,1%)27, como así también por Palomo y Cols. (43,9%) y Alarcón y Cols. (44,1%) en Chile29 31. Otros investigadores hallaron valores menores: 15,3% en Colombia3, 17% en Argentina25, 7,3% y 18,7% en Chile5-6. Además, el porcentaje de estudiantes con HDL-col disminuido fue similar a lo informado en estudios previos por nuestro grupo (25,9%)27 y por otros autores de Colombia (20,3%)3, pero mayor a lo hallado en Chile (2,3%, 6,4%, 15,8%)5-6 29. Este parámetro representa un factor de importancia para el desarrollo de arterioesclerosis, encontrándose significativamente más alterado en varones, lo que podría explicarse por el efecto protector que ejerce el perfil hormonal característico de la población femenina.
El porcentaje de hipertrigliceridemia fue similar a lo reportado en Chile (5,7%, 8,1%)5 29. Sin embargo, resultó mayor a lo encontrado por nuestro grupo (2,2%)27 y por Fortino y Cols. (3% y 4,8%) en años anteriores36, y notablemente menor a lo informado en Colombia (24,6%)3.
Si bien el IC promedio resultó menor a las cifras de riesgo en la prevención primaria37, como así también a lo informado por el estudio CARMELA38, el 13,5% de los estudiantes presentaron valores mayores a IC>4,5, siendo la diferencia estadísticamente significativa según sexo. Valores mayores fueron hallados por Erben y Cols. (33,9%) en jóvenes entre 18 y 30 años, aunque sin diferencias según sexo25. Cuando se consideró el punto de corte <3,2520, más de un tercio de los estudiantes presentaron valores mayores, encontrándose diferencia significativa según sexo, con índices más elevados en los varones. Este hallazgo es preocupante ya que el IC es considerado un excelente predictor de riesgo coronario.
En relación a la AF, casi la mitad de la población estudiada no cumplía con las recomendaciones de la OMS, similar a lo hallado en universitarios de la ciudad de Buenos Aires (Argentina)39 y de Temuco (Chile)6. Sin embargo, otros investigadores de Argentina25 36, Chile5 29-30, Colombia3 y España40-41 reportaron una prevalencia de inactividad física aún mayor.
La ingesta de bebidas alcohólicas fue principalmente ocasional, durante los fines de semana. Este comportamiento se asemeja a resultados de investigaciones en estudiantes de la salud de Santa Fe y Buenos Aires (Argentina)28 39.
Muy pocos declararon ser fumadores, siendo todas mujeres. Considerablemente mayores fueron los resultados obtenidos en Argentina en años anteriores36 39, como así también en Chile5-6 30-31, Venezuela42, Colombia3, México4 y España11 41. La disminución de la cantidad de fumadores podría atribuirse a la implementación de la Ley 26.687 que regula a nivel nacional la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco43.
CONCLUSIONES
A pesar de que los porcentajes de exceso de peso, CC aumentada y tabaquismo fueron menores a lo hallado por otros investigadores en la misma franja etaria, los antecedentes familiares de ECNT, el consumo de alcohol, inactividad física, hipercolesterolemia con disminución de HDL-col, marcada elevación de LDL-col e IC elevado, fue notable. Los resultados obtenidos deben alertar al sistema universitario ya que, en relación a estudios previos de nuestro grupo de trabajo, se evidencia un agravamiento de la situación, por lo que resultaría necesario la implementación de acciones preventivas. Como la mayoría de los FR cardiovascular son modificables, se destaca la importancia de establecer programas de promoción de estilos de vida saludable como así también, se sugiere la realización periódica de controles clínicos, bioquímicos y nutricionales en esta población, a fin de prevenir y detectar precozmente complicaciones futuras.