Introducción
La adolescencia, además de ser una etapa de transición y de cambios, constituye uno de los periodos más críticos en que las personas son más propensas a adquirir hábitos de riesgos de por vida1. De hecho, las prácticas alimentarias poco saludables son uno de los comportamientos de riesgo que mayormente se observan durante este periodo2. El desarrollo de las prácticas adecuadas de alimentación está influenciado por diversos factores y el modelo de Conocimiento-Actitudes-Prácticas (CAP) representa un importante marco de cambio en las prácticas alimentarias de los adolescentes. Este modelo sugiere que los conocimientos son un requisito previo para lograr un cambio significativo en tales prácticas3. En efecto, a medida que el conocimiento aumenta, las actitudes comienzan a cambiar y, con el tiempo, las prácticas mejoran4.
En los adolescentes, la falta de conocimientos sobre la alimentación saludable puede traer una serie de consecuencias relacionadas con malas prácticas alimentarias5. Además, las dietas poco saludables pueden contribuir a graves consecuencias en el estado nutricional como obesidad, retraso en el crecimiento y diversas enfermedades6. Asimismo, evidencias científicas han demostrado que los hábitos alimenticios poco saludables están asociados con la obesidad, así como con enfermedades cardiovasculares en los adolescentes7. Incluso, se ha demostrado que tener sobrepeso u obesidad durante la adolescencia aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta8.
La alimentación y nutrición saludables son un factor importante en el mantenimiento de un peso corporal adecuado en los adolescentes. Al respecto, el conocimiento nutricional suficiente y las actitudes favorables sobre la alimentación saludable pueden resultar beneficiosos para prevenir la obesidad en esta etapa de la vida9. Por tanto, la alimentación y nutrición saludable deben constituirse como componente esencial de cualquier programa de educación nutricional. De igual forma, los conocimientos sobre la importancia de la alimentación y de cómo el organismo utiliza los nutrientes, y su relación con la reducción de los riesgos de la obesidad y enfermedades crónicas son aspectos de gran importancia en la nutrición de los adolescentes10.
Parte de la investigación sobre la alimentación saludable en los adolescentes se centra en la evaluación de los conocimientos, actitudes y prácticas11, sin embargo, no existen estudios realizados en nuestro medio que consideren el IMC/Edad para planificar intervenciones nutricionales significativas que aborden las brechas y los factores que influyen en estos aspectos. Por tanto, se planteó como objetivo determinar los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de alimentación saludable y su relación con el IMC/Edad en adolescentes peruanos.
Material y métodos
Diseño, tipo de investigación y participantes
Se llevó a cabo un estudio no experimental de tipo transversal. La correlación se realizó entre conocimientos, actitudes y prácticas e IMC/Edad. Un total de 242 adolescentes de edades comprendidas entre 11 a 18 años, de la Institución Educativa ‘'Santa María Goretti'', ubicada en el distrito de Ñaña, Chosica (Lima), participaron en el estudio. La investigación se llevó a cabo entre julio de 2018 y agosto de 2019. Se seleccionó a los participantes mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia12. Antes de la recolección de los datos, los participantes, así como sus padres, fueron informados del propósito del estudio. Decidieron ser parte de esta investigación voluntariamente, por lo que firmaron un formulario de consentimiento informado antes de su participación. Los padres de los estudiantes que no firmaron el consentimiento informado, los estudiantes que presentaron algunas enfermedades y que no estuvieron dispuestos a participar fueron excluidos del estudio. Finalmente, el estudio se realizó en conformidad con la Declaración de Helsinki y recibió la aprobación del comité ético de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión: N° 00138-2020/UPeU/FCS/CIISA.
Cuestionario de conocimiento, actitudes y prácticas sobre alimentación saludable
Para determinar los conocimientos, actitudes y prácticas sobre alimentación saludable de los participantes, se desarrolló un cuestionario siguiendo los criterios propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) en su Guía para evaluar conocimientos, actitudes y prácticas en nutrición13. El cuestionario comprende 61 ítems divididos en 4 secciones: 3 datos demográficos, 15 de conocimientos, 20 de actitudes y 21 de prácticas. La evaluación de la variable conocimientos se hizo considerando los siguientes puntajes: de 0 a 7 puntos, “conocimiento bajo”; de 8 a 12 puntos, “conocimiento alto”. En cuanto a la variable actitud, fue evaluado de la siguiente manera: de 0 a 33 puntos, actitud desfavorable, y mayor o igual a 34 puntos como actitud favorable. Finalmente, en relación a la variable “prácticas”, se consideró la siguiente clasificación: de 0 a 33 puntos, “prácticas inadecuadas”, y mayor o igual a 34 puntos, “prácticas adecuadas”. Antes de iniciar el estudio, para para determinar la claridad y la viabilidad del cuestionario, se puso a prueba el instrumento en una muestra piloto de 50 participantes con características similares a la muestra objetiva. La fiabilidad se determinó a través del análisis de Kuder-Richardson para la variable de conocimiento, y Alfa de Cronbach para las variables de actitudes y prácticas. Los resultados de confiabilidad de los instrumentos fueron superiores a 0,07.
Mediciones antropométricas
El peso y la talla se midieron usando una báscula mecánica de columna de la marca SECA 700 calibrada, de capacidad: 220kg y rango de medición: 60 a 200cm (SECA®, Hamburgo, Alemania). La evaluación antropométrica se realizó por dos profesionales nutricionistas en las primeras horas del día durante una semana. Además, los participantes estuvieron descalzos y vistiendo la mínima cantidad de ropa posible. Se utilizó el índice de masa corporal para edad (IMC/Edad), la clasificación se hizo acorde a los parámetros establecidos por la OMS. Asimismo, fue clasificada de la siguiente manera: aquellos participantes que presentaron una desviación estándar por debajo de -2 se consideraron bajo peso; entre -2 y +1 normopeso; encima +1 a +2 sobrepeso; y encima de +2 obesidad14.
Análisis estadístico
El registro y orden de los datos se realizaron con el programa Microsoft Excel versión 2013. Para el procesamiento y análisis de los datos, se utilizó el software estadístico SPSS versión 24 (SPSS Inc., Chicago, IL, EE. UU.). Para el análisis descriptivo se utilizaron tablas de frecuencia y porcentaje. Además, se utilizó la prueba exacta de Fisher para evaluar el grado de diferencia de los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de alimentación saludable según género. El análisis de correlación se llevó a cabo entre las variables objetivas y el IMC/Edad mediante la prueba Rho de Spearman (ρ) debido a que los datos no presentaron distribución normal según la prueba estadística Kolmogorov Smirnov (p>0.05). Se consideró un grado de significancia del 5%.
Resultados
La muestra consistió en un total de 242 adolescentes provenientes de las tres regiones del Perú. La Tabla 1 describe los datos sociodemográficos de la muestra. Los participantes que tenían una edad comprendida entre 11 a 14 años representaron el 71,9% de la muestra, mientras que aquellos que tenían 15 a 18 años representaron el 28,1% de los participantes. El 57,9% de la muestra representó a los participantes del sexo masculino. El 29,8% de los participantes estaba en primer grado de secundaria. Referente al lugar de procedencia, el 95,0% son de nacionalidad peruana.
Variables | n | % |
---|---|---|
Edad | ||
11 a 14 años | 174 | 71,9 |
15 a 18 años | 68 | 28,1 |
Género | ||
Femenino | 102 | 42,1 |
Masculino | 140 | 57,9 |
Grado de estudio | ||
Primero | 72 | 29,8 |
Segundo | 62 | 25,6 |
Tercero | 24 | 9,9 |
Cuarto | 40 | 16,5 |
Quinto | 44 | 18,2 |
Nacionalidad | ||
Peruana | 230 | 95,0 |
Extranjera | 12 | 5,0 |
Total | 242 | 100,0 |
La Tabla 2 muestra la evaluación del grado de diferencia de los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de la alimentación saludable según el sexo de los participantes. Respecto a los conocimientos, los análisis demostraron que no existe diferencias significativas entre ambos grupos (p>0,05), debido a que se observaron proporciones similares en las diferentes categorías para la variable de conocimiento. En cuanto las actitudes, se observan mayores proporciones de mujeres con actitudes favorables en comparación a los varones, aunque estas diferencias no fueron significativas (p>0,05). Tampoco se evidenciaron diferencias significativas referente a las actitudes de los participantes (p>0,05), aunque la proporción de mujeres que presentaron actitudes favorables acerca de alimentación saludable fue mayor en comparación a los varones.
Variables | Total (n=242) | Femenino (n=102) | Masculino (n=140) | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | n | % | ||
Conocimientos | |||||||
Bajo | 61 | 25,2 | 26 | 25,5 | 35 | 25,0 | 1,000* |
Alto | 181 | 74,8 | 76 | 76,5 | 105 | 75,0 | 1,000* |
Actitudes | |||||||
Desfavorables | 66 | 27,3 | 25 | 24,5 | 41 | 29,3 | 0,466* |
Favorables | 176 | 72,7 | 77 | 75,5 | 99 | 70,7 | 0,466* |
Prácticas | |||||||
Inadecuadas | 73 | 30,2 | 28 | 27,5 | 45 | 32,1 | 0,480* |
Adecuadas | 169 | 69,8 | 74 | 72,5 | 95 | 67,9 | 0,480* |
*p>0,05 (Prueba Exacta de Fisher).
En la Tabla 3 se observa el análisis correlacional de las variables de estudio con el IMC/Edad de los participantes. Se encontró correlación positiva y estadísticamente significativa entre el IMC/Edad y los conocimientos (ρ=0,137; p=0,033). También, se evidenció que el IMC/Edad está correlacionado con las actitudes (ρ=0,160; p=0,013) y con las prácticas (ρ=0,133; p=0,039) de los participantes acerca de la alimentación saludable, respectivamente.
Variable | p de Spearman | Conocimientos | Actitudes | Prácticas |
---|---|---|---|---|
IMC/Edad | Coeficiente de correlación | 0,137 | 0,160 | 0,133 |
p | 0,033* | 0,013* | 0,039* | |
n | 242 | 242 | 242 |
*p<0,05.
La Figura 1 muestra el IMC/Edad de los participantes según su género. El 66,7% de las mujeres presentaron normopeso en comparación a los varones. En cambio, la proporción de varones que presentaron sobrepeso y obesidad fue superior en comparación a las mujeres en 25,7% y 12,1%, respectivamente.
Discusión
En el presente estudio se evaluaron los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de alimentación saludable en adolescentes peruanos, y se estableció una correlación estadística entre las objetivas y el IMC/Edad de los participantes. En el estudio no se observó diferencias significativas entre los conocimientos, actitudes y prácticas con el género de los adolescentes. Por otro lado, la proporción de varones que presentaron sobrepeso y obesidad fue superior en comparación a las mujeres en 25,7% y 12,1%, respectivamente. Finalmente, se encontró correlación entre el conocimiento, actitudes y prácticas con IMC/Edad de los participantes.
Los conocimientos sobre alimentación saludable de los adolescentes peruanos fueron similares en ambos sexos, aunque la proporción de mujeres que tenían un conocimiento alto era ligeramente mayor. De hecho, resultados de estudios similares15-19 han reportado que las mujeres, presentan puntuaciones más altas de conocimiento nutricional en comparación con los varones. La posible justificación podría deberse al hecho de que las mujeres, por lo general, demuestran más preocupaciones en cuanto la selección de los alimentos en comparación con los varones e, incluso antes de la adolescencia20. Además, las mujeres adquieren de manera más satisfactoria conocimiento sobre alimentación saludable que los varones, en respuesta a un programa de educación nutricional21. Nuestros hallazgos sugieren fortalecer el conocimiento nutricional mediante programas de educación nutricional en los varones.
En cuanto a las actitudes y prácticas acerca de la alimentación saludable, el presente estudio ha evidenciado que los adolescentes han mostrado actitudes favorables y prácticas adecuadas. No hubo diferencias significas para estas variables entre ambos grupos. sin embargo, fue mayor la proporción que informaron actitudes favorables y prácticas adecuadas acerca de la alimentación saludable. Estos resultados son consistentes con estudios similares22-24. Estos resultados podrían deberse al hecho de que, por cultura, las mujeres se sienten más comprometidas y responsables en cuanto a la compra y la preparación de los alimentos en el hogar25. No obstante, otros estudios9 difieren con nuestros resultados, en los que se ha demostrado que los adolescentes presentaron actitudes desfavorables y prácticas alimentarias inadecuadas. Para mejorar de manera efectiva las actitudes y prácticas sobre alimentación saludable en los adolescentes, se sugiere involucrarlos en la preparación de alimentos en el hogar26.
Por otro lado, se encontró correlación positiva entre en el IMC/Edad y los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de la alimentación saludable en los adolescentes. Nuestros resultados son similares con hallazgos encontrados en otros estudios15,22,27-29. Efectivamente, tener un conocimiento adecuado, actitudes favorables y prácticas alimentarias adecuadas podría jugar un papel importante en la mejora los hábitos alimenticios en los adolescentes28. Además, esto podría influir de manera positiva en la selección de alimentos saludables y, en consecuencia, favorecer un estado nutricional adecuado. Sin embargo, nuestros hallazgos se difieren con los reportados en otros estudios en los que se han encontrado que no hubo correlación significativa entre los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de la alimentación saludable16-18,29-31.
También, en este estudio, se ha observado que la proporción de varones que presentaron sobrepeso y obesidad fue superior en comparación a las mujeres en 25,7% y 12,1%, respectivamente. De hecho, estudios realizados en Perú reflejan que existe mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en varones en comparación a las mujeres32. Estos hallazgos son congruentes con los resultados de otros estudios4,6,29. Sin embargo, existen discrepancias con los hallazgos reportados por Soares et al.33, quienes informaron que las mujeres brasileñas tienen mayor sobrepeso y obesidad que los varones, mostrando que tienen 2,2 veces más riesgo de tener sobrepeso o ser obesa que los varones. Estos resultados son respaldados por otros hallazgos descritos en estudios similares, en los que se han observado que el género es un factor que contribuye en la clasificación del IMC en los adolescentes9,16,34-36. Entre las posibles justificaciones se podría mencionar el hecho de que, por lo general, las mujeres están más preocupadas por su imagen corporal que los varones, y que se atribuye el control de peso a las mujeres más que a los varones37. Asimismo, es posible que las mujeres tengan una mayor concentración de leptina, hormona reguladora del apetito38,39.
Limitaciones
El presente estudio es el primero en ofrecer información sobre los conocimientos, actitudes y prácticas relacionados con el IMC/Edad en adolescentes peruanos. Sin embargo, algunas limitaciones tienen que ser consideradas. En primer lugar, el estudio se realizó sólo en adolescentes urbanos, quienes tienen más acceso a informaciones nutricionales; lo cual podría influenciar en el conocimiento nutricional. Se sugiere llevar a cabo estudios que analizasen estas variables en poblaciones rurales y urbanas al mismo tiempo. En segundo lugar, se trata de una muestra no probabilística por conveniencia que fue recolectada en un colegio de un distrito urbano de Lima, por lo que no puede ser representativa. Esto limita la generalización de los resultados.
Conclusiones
La proporción de mujeres que demostraron un conocimiento alto, actitudes favorables y prácticas adecuadas, fue superior en comparación a los varones, aunque no hubo diferencias significativas (p>0,05). La proporción de varones que presentaron sobrepeso y obesidad fue 25,7% y 12,1%, respectivamente. Finalmente, se encontró correlación positiva estadísticamente significativa entre el IMC/Edad con los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de alimentación saludable en los adolescentes. Los hallazgos de este estudio sugieren que los adolescentes, especialmente los varones, deben ser el foco de programas de intervención nutricional integrados, incluida la educación nutricional, con el propósito de disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
Mensajes clave
1. Los conocimientos, actitudes y prácticas acerca de alimentación saludable no necesariamente difieren entre mujeres y varones.
2. Se observó relación positiva entre los conocimientos, actitudes y prácticas y el IMC/Edad.
3. Existen mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en los varones adolescentes.