Introducción
El exceso de peso (obesidad/sobrepeso) es un tema prioritario en salud pública1. Sus prevalencias han aumentado2, pasando de 2,9% a 6,8% entre 2000 a 20163. Para el 2021, en América Latina el sobrepeso en escolares fluctuó entre 7,5% y 32,5% y la obesidad, entre 1,7% y 28,0%4. En 2019 Colombia presentó un exceso de peso en menores de 18 años del 17,5%5. La inactividad física es un componente clave en las alteraciones por exceso del peso1. La inactividad incluye actividades que no aumentan el gasto energético por encima del nivel de reposo de 1,0 a 1,5 METs. Un MET es una unidad de medida del índice metabólico equivalente a 3,5 mL O2/kg x minuto, que es el consumo mínimo de oxígeno que el organismo necesita6.
Los niveles de actividad física entre adolescentes han disminuido con el paso de los años7. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió, en 2018, que los niveles de sedentarismo pueden llegar hasta un 70,0% en toda la población3.
La inactividad física implica un riesgo de muerte entre 20,0% y 30,0% más alto que los riesgos de las personas físicamente activas3. Para el 2020 más del 80,0% de los adolescentes del mundo presentó un nivel insuficiente de actividad física3,8. Quince millones de personas entre los 30 y 70 años en el mundo mueren por Enfermedades No Transmisibles (ENT)9; este tipo de enfermedades costará más de treinta billones durante el 2011-203010.
La inactividad física es modificable11,12). Si estás modificaciones ocurren en la adolescencia favorecerán al futuro adulto2. Una menor actividad física aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), diabetes, cáncer de pulmón, infarto al miocardio y accidente cerebrovascular13.
A pesar de la puesta en marcha de políticas para el fomento de la actividad física y el control de enfermedades crónicas3, los riesgos siguen en aumento y las metas de la OMS para reducir la inactividad al 15% antes de 2030 son lejanas3. La mayoría de los estudios sobre riesgos asociados a la inactividad física se han concentrado en la infancia o en la edad adulta12,13. Un enfoque en los adolescentes y jóvenes es de suma importancia considerando que en esta etapa se consolidan los hábitos y estilos de vida a largo plazo2.
Por lo anterior, el objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de inactividad física y explorar su asociación con variables demográficas, estilos de vida, índice de masa corporal (IMC) y actividades sedentarias en adolescentes escolarizados de un municipio colombiano.
Metodología
Diseño del estudio y participantes
Estudio transversal en siete instituciones educativas públicas de nivel secundaria ubicadas en Sabaneta, Colombia. Se tomó una muestra representativa de 246 estudiantes de un total de 6395 matriculados en 2017. La muestra se calculó con base a una prevalencia de 17,5% de exceso de peso en menores de 18 años en Colombia; se asumió un 95% de confianza y un error del 5%. Para el cálculo se utilizó OpenEpi.
Se incluyeron solo estudiantes que consintieron participar. Fueron excluidos del estudio los estudiantes que previo a la prueba de sedentarismo presentaron una frecuencia cardíaca en reposo mayor de 100 p/m, reportaron alguna patología que les impidiera realizar actividad física, o presentaran enfermedades crónicas propensas a una fácil descompensación (p. ej., diabetes mellitus).
Se aplicó un muestreo probabilístico por conglomerados. Los 246 sujetos requeridos fueron distribuidos de manera proporcional en cada institución. Al interior se estratificó la muestra por grado escolar y sexo. En cada estrato se aplicó en un muestreo aleatorio simple.
Instrumentos
Encuesta y registro de datos antropométricos: Se indagó por la edad, sexo, estrato socioeconómico, a partir de la estratificación nacional dada a cada vivienda en rangos de 1 a 6, lo que después se codificó como bajo (estratos 1 y 2), medio (estratos 3 y 4) y alto (estratos 5 y 6); consumo de licor, cigarrillo, cafeína o energizantes, peso, talla, IMC, y conductas sedentarias evaluadas como la cantidad de horas diarias viendo televisión, jugando videojuegos, transportándose, usando el computador, estudiando o leyendo (menor a 6 horas, 6 o más horas).
La toma de antropometría la realizaron estudiantes de Medicina previamente entrenados. Se estableció un protocolo para la toma de mediciones frente al equipamiento (utilizar instrumentos y equipos aprobados y calibrados), ambiente (entorno, iluminación y privacidad adecuada), individuo (explicar el procedimiento), y posición del individuo. La medida del peso se realizó durante la mañana, en ayunas, con el adolescente de pie, descalzo y con el mínimo de ropa; se utilizaron básculas calibradas modelo 142KL, con una precisión de 50 g. La medida de la talla se realizó con el adolescente descalzo, con los talones unidos, espalda y glúteos tocando a la superficie vertical del tallímetro; para esta medición se utilizó un tallímetro móvil con sensibilidad de 1 mm. El protocolo estuvo amparado en las técnicas orientadas por el Ministerio de Salud en la Resolución 2465 de 201614. Para calcular el IMC se utilizó la fórmula desarrollada por Adolph Quetelet.
Test de inactividad física de Pérez-Rojas-García: La inactividad física se determinó con el test de Pérez-Rojas15. La prueba consistía en subir y bajar un escalón de 25 cm de altura durante 3 minutos por carga con intervalos de descanso de 1 minuto. Si, tras la primera carga, el valor de la frecuencia cardiaca se mantenía por debajo de 120 pulsaciones/minuto (p/m), se aplicaba la segunda carga, y así sucesivamente, hasta completar las tres cargas. La prueba finalizaba si la frecuencia cardiaca era superior a 120 p/m durante la primera carga, y la clasificación era sedentaria severa. El paciente era clasificado como moderadamente sedentario si completaba la segunda carga, de lo contrario como activo.
Análisis estadístico
Se describió la población mediante frecuencias absolutas y relativas. La magnitud de la asociación entre los factores de riesgo y la inactividad se estimó a partir de odds ratio (OR) crudos y ajustados con los respectivos intervalos de confianza del 95%. Los OR se analizaron mediante modelos multivariantes utilizando modelos lineales generalizados (MLG) con método de máxima verosimilitud, familia binomial y función de enlace logit. La variable dependiente fue la inactividad física, como variables independientes se tomaron las demográficas, IMC, conductas y estilos de vida y actividades sedentarias. Estos modelos usaron un peso diferencial por la frecuencia de participación de cada colegio. Los análisis se llevaron a cabo en R (v 4.2.2, https://www.r-project.org/).
Consideraciones éticas
El proyecto fue aprobado por el comité de investigaciones de la Fundación Universitaria San Martín, acta 03 de 2017. Se utilizó consentimiento informado para padres y estudiantes mayores de 18 años, y asentimiento para menores de edad. Esta investigación fue de riesgo mínimo según la resolución colombiana 8430 de 1993.
Resultados
Participaron 246 estudiantes en su mayoría entre 11 a 19 años, con una edad promedio de 14 años (DE: 1,9). Se encontró una prevalencia de exceso de peso del 39,4% y de inactividad física del 62,6%. El 51,6% (n=127) fueron mujeres, y alrededor del 61,0% de estrato medio. Se encontró una alta prevalencia de consumo de bebidas energizantes y cafeína, superando el 39,0%. El consumo de cigarrillo, alcohol y sustancias psicoactivas fue inferior al 17,0% (Tabla 1).
Característica | n | % |
---|---|---|
Edad | ||
11 a 14 | 138 | 56,1 |
15 a 19 | 108 | 43,9 |
Sexo | ||
Femenino | 127 | 51,6 |
Masculino | 119 | 48,4 |
Grado escolar | ||
6 - 7 | 98 | 39,8 |
8 - 9 | 79 | 32,1 |
10 - 11 | 69 | 28,0 |
Estrato socioeconómico | ||
Bajo | 94 | 38,2 |
Medio | 149 | 60,6 |
Alto | 3 | 1,2 |
Conductas y estilos de vida | ||
Realiza actividad física | 123 | 50,0 |
Fuma | 16 | 6,5 |
Consume licor | 42 | 17,1 |
Consume sustancias psicoactivas | 16 | 6,5 |
Consume cafeína | 116 | 47,2 |
Consume bebidas energizantes | 96 | 39,0 |
Actividad sedentaria (6 horas o más) | ||
Viendo televisión | 51 | 20,7 |
Jugando videojuegos | 17 | 6,9 |
Usando el celular | 126 | 51,2 |
Usando el computador | 30 | 12,2 |
Estudiando | 34 | 13,8 |
Leyendo | 25 | 10,2 |
Índice de masa corporal | ||
Normal | 137 | 55,7 |
Sobrepeso | 75 | 30,5 |
Obesidad | 22 | 8,9 |
Delgadez | 12 | 4,9 |
Inactividad física | ||
Activo | 83 | 33,7 |
Muy activo | 9 | 3,7 |
Sedentario Moderado | 114 | 46,3 |
Sedentario Severo | 40 | 16,3 |
Las mujeres presentaron 2,03 veces mayor posibilidad de inactividad física que los hombres (IC95%: 2,37-3,89). También se encontró un exceso de riesgo de inactividad física del 45,0% entre los estudiantes de 11 a 14 años, y del 44% y 38% entre los que consumían licor o cafeína. Usar el computador o estudiar por más de 6 horas en el día aumentó la probabilidad de inactividad física en más de dos veces (Tabla 2).
Variable | Actividad física | ||||
---|---|---|---|---|---|
Total | Inactivos | Activos | ORc (IC 95%) | valor p | |
% | % | ||||
Sexo Mujer Hombre | 127 119 | 76,4 47,9 | 23,6 52,1 | 3,03 (2,37-3,89) Ref. | <0,001 |
Edad 11 a 14 15 a 19 | 138 108 | 67,4 56,5 | 32,6 43,5 | 1,45 (1,15-1,84) Ref. | 0,002 |
Grado escolar 6 - 7 8 - 9 10 - 11 | 98 79 69 | 63,3 60,8 63,8 | 36,7 39,2 36,2 | 0,90 (0,67-1,21) 0,72 (0,54-0,97) Ref. | 0,469 0,033 |
Estrato socioeconómico Bajo Medio Alto | 94 149 3 | 54,3 67,1 100 | 45,7 32,9 0 | 0,64 (0,50-0,81) Ref. N.A. | <0,001 N.A. |
Índice de masa corporal Normal Sobrepeso Obesidad Delgadez | 137 75 22 12 | 54 78,7 77,3 33,3 | 46 21,3 22,7 66,7 | Ref. 3,10 (2,29-4,19) 2,09 (1,29-3,38) 0,32 (0,18-0,57) | <0,001 0,003 <0,001 |
Conductas y estilos de vida Fuma Consume licor Consume sustancias psicoactivas Consume cafeína Consume bebidas energizantes | 14 42 16 116 96 | 42,9 61,9 50 69 57,3 | 57,1 38,1 50 31 42,7 | 1,09 (0,68-1,74) 1,44 (1,06-1,96) 0,52 (0,34-0,82) 1,38 (1,09-1,75) 0,74 (0,58-0,94) | 0,722 0,021 0,004 0,008 0,014 |
Actividades sedentarias (6 o más horas) Viendo televisión Jugando videojuegos Usando el celular Usando el computador Estudiando Leyendo | 51 17 126 30 34 25 | 64,7 58,8 64,3 76,7 79,4 60 | 35,3 41,2 35,7 23,3 20,6 40 | 0,79 (0,60-1,05) 0,71 (0,46-1,11) 0,89 (0,70-1,12) 2,59 (1,69-3,98) 2,46 (1,70-3,55) 0,56 (0,38-0,82) | 0,109 0,133 0,323 <0,001 <0,001 0,003 |
ORc: Odds ratio crudo; IC: Intervalo de confianza; Ref.: Categoría de referencia; N.A.: No aplica;
*:Las categorías de referencia son el “No”, los datos en la tabla representan el “Sí”.
En la Tabla 3 se muestra el modelo que mejor explica la asociación entre inactividad física y factores de riesgo demográficos, estilos de vida y actividades sedentarias. Luego de ajustar por las variables del modelo, la edad y el grado escolar dejaron de estar asociadas con la inactividad física; tampoco se conservó en el modelo el hábito de fumar, y algunas actividades sedentarias. El modelo evidencia un mayor riesgo de inactividad en las mujeres, personas con exceso de peso, consumidores de licor o cafeína y usuarios del computador o estudio por más de 6 horas.
Variable | ORa (IC 95%) | valor p | Error Estándar |
---|---|---|---|
Sexo | |||
Mujer | 4,09 (3,04-5,49) | <0,001 | 0,615 |
Hombre | Ref. | ||
Estrato socioeconómico | |||
Bajo | 0,59 (0,44-0,79) | <0,001 | 0,087 |
Medio | Ref. | ||
Alto | N.A. | N.A. | N.A. |
Índice de masa corporal | |||
Normal | Ref. | ||
Sobrepeso | 4,25 (3,02-5,98) | <0,001 | 0,742 |
Obesidad | 2,39 (1,41-4,06) | 0,001 | 0,646 |
Delgadez | 0,20 (0,09-0,44) | <0,001 | 0,08 |
Conductas y estilos de vida | |||
Consume licor | 2,62 (1,77-3,87) | <0,001 | 0,521 |
Consume sustancias psicoactivas | 0,47 (0,27-0,82) | 0,007 | 0,132 |
Consume cafeína | 1,59 (1,19-2,12) | 0,002 | 0,233 |
Actividades sedentarias (6 o más horas) | |||
Usando el computador | 2,92 (1,64-5,22) | <0,001 | 0,865 |
Estudiando | 3,07 (1,86-5,04) | <0,001 | 0,779 |
Leyendo | 0,19 (0,12-0,31) | <0,001 | 0,047 |
ORa: Odds ratio ajustado; N.A.: No aplica; Ref.: Categoría de referencia.
Discusión
Este estudio estimó la prevalencia de inactividad física, encontrando una prevalencia de 62,6%. Los factores que representaron mayor riesgo de inactividad física fueron ser mujer, presentar sobrepeso u obesidad, consumir licor o cafeína, usar el computador o estudiar más de 6 horas diarias. Por el contrario, ser de estrato bajo, consumir psicoactivos, ser delgado y leer protegieron frente al evento.
A nivel mundial, el 81,0% de los adolescentes no alcanzan los niveles de actividad física recomendados por la OMS3. La inactividad supera el 56,0% en la mayoría de países16, llegando incluso al 70,0%3. El déficit de ejercicio físico en adolescentes podría ser superior al 80,0%3,8. En Latinoamérica existen variaciones entre el 19,0 y 25,0%7,17.
Nuestra prevalencia de inactividad (62,6%) es similar a la reportada a nivel mundial, pero diferente de Latinoamérica. Cumplir la meta de reducción de la inactividad física al 10% antes de 2025 es una prioridad3. Algunas orientaciones han indicado que si se reduce la inactividad en un 25%, se previenen 1,3 millones de muertes anuales18. Las diferencias con Latinoamérica pueden ser explicadas por las técnicas utilizadas. Esta investigación aplicó una prueba de esfuerzo físico. Por el contrario, en los estudios latinoamericanos, se indagó por autorreporte17,19.
Se encontró mayor riesgo de inactividad física en las mujeres (ORa=4,1; IC95%: 3,04-5,49). Esto converge con la evidencia local y mundial que indican que en mujeres la inactividad llega a 25,4%17, y en ocasiones hasta el 90,0%7. La literatura también indica asociación de la inactividad física con los niveles socioeconómicos20, en nuestro caso los estratos bajos tienen menos probabilidad de inactividad (ORa=0,59; IC95%: 0,44-0,79). Otros estudios mostraron que las actividades sedentarias, como observar televisión por más de dos horas diarias, incrementaba los riesgos de consumo de alcohol, fumar y presentar inactividad física21. Este estudio encontró que el consumo de licor (ORa=2,62; IC95%: 1,77-3,87) y cafeína (ORa=1,59; IC95%: 1,19-2,12) aumenta el riesgo de inactividad física. Se confirman nuestros resultados mostrando un vínculo entre diferentes conductas de riesgo.
Los resultados evidenciaron una asociación fuerte con el sobrepeso (ORa=4,25; IC95%: 3,02-5,98) y la obesidad (ORa=2,39; IC95%: 1,41-4,06). Estudios previos demostraron el riesgo de conductas sedentarias como pasar tiempo en pantalla para el desarrollo de sobrepeso u obesidad (RR=1,27)1. Estudios específicos en adolescentes, indicaron que los adolescentes con exceso de peso realizan menos actividad física que los normotensos22. Se puede esperar que los adolescentes que realizan menos actividad física desarrollen problemas de peso, pero también, esto puede ser consecuencia del mismo estado nutricional que lleva al adolescente a continuar con conductas de riesgo.
Un hallazgo que converge con la literatura universal es el efecto de la tecnología en el comportamiento humano1,16,23. La modernidad implica un menor esfuerzo físico y el uso constante de herramientas digitales1,16. En estudiantes entre 5 y 18 años, el 51,0% de los niños y el 57,0% de los adolescentes pasan la jornada extraescolar en actividades sedentarias (20% del día)16. Encontramos que los estudiantes que pasan más de 6 horas usando el computador presentan un riesgo de 1,92 veces más inactividad que los que lo usan en menor cantidad (ORa=2,92; IC95%: 1,64-5,22). Se ha confirmado que el uso excesivo de pantallas perjudica la salud1,16,23. La duración y frecuencia de uso de pantallas se vinculan a condiciones físicas, metabólicas y de autoestima desfavorables23. Otras actividades, como la lectura, muestran asociaciones favorables con la salud. En esta investigación leer reduce un 81,0% la probabilidad de inactividad (ORa=0,19; IC95%: 0,12-0,31). Sería importante fomentar estos hábitos en los escolares, dada la evidencia que los vincula a una salud positiva.
Las consecuencias de la inactividad física impactan la salud mental y el bienestar24. Un comportamiento sedentario es sistemáticamente más desfavorable para los indicadores socioemocionales entre niños y jóvenes, provocando la aparición de rasgos depresivos, ansiedad o trastornos alimentarios24. Por el contrario, un tiempo corto ante la pantalla (<2 horas/día) favorece el bienestar25.
La evidencia actual permite vincular el entorno del adolescente, su red de apoyo familiar y social en la presencia de inactividad física26. Es claro que los factores de riesgo entre jóvenes y adolescentes se relacionan con la densidad de la red social26 donde se intercambia comportamientos. Otros estudios han indicado que los escolares que reciben acompañamiento pasan menos tiempo inactivos16; mientras la red social con comportamientos sedentarios termina influyendo sobre el adolescente26.
Vincular a las familias, escuelas, comunidad y escolares al adecuado manejo del ocio será vital en la reducción y cumplimiento de metas en salud pública3,27. Será importante enlazar actividades extracurriculares, programas de deporte y recreación en los espacios comunitarios, además de fortalecer la relación padre/madre-hijo(a)25,28.
El comportamiento saludable debe instaurase en etapas tempranas de la vida27. Además, la escuela es un entorno clave para fomentar actividades físicas y hábitos saludables24, particularmente, en Colombia que instaura la jornada escolar única29, es necesario una revisión curricular que sea compatible con tiempos de ocio y actividad física.
Este estudio presenta varias limitaciones. Primero, no se vincularon personas sin estudios. Sin embargo, el municipio tiene una cobertura de matrículas cercana al 100%, y el diseño muestral fue representativo y aleatorio. El diseño transversal podría limitar la capacidad para establecer causalidad; no obstante, las relaciones significativas demuestran dosis-respuesta verificada con la literatura existente. Los datos antropométricos e inactividad física se tomaron basadas en pruebas y equipos estandarizados lo que imparte mayor validez al proceso.
Futuras investigaciones deberán evaluar el papel diferenciador de la inactividad física en pantalla versus el sedentarismo sano (leer, estudiar). También es importante aplicar modelos estadísticos robustos que evalúen variables mediadoras o moderadoras entre inactividad y exceso de peso. Es importante diseñar intervenciones multicomponente que incorporen la red social, familiar, escolar y comunitario.
Conclusiones
Se identificó una prevalencia de inactividad física del 62,6%. El riesgo de inactividad física se asoció con ser mujer, tener exceso de peso, consumir licor o cafeína, y usar el computador o estudiar. En conclusión, la inactividad puede ser común en población con estilos de vida que implican riesgo para la salud.