INTRODUCCIÓN
A pesar de las estrategias propuestas por los países a nivel mundial para controlar los principales problemas de salud, los cambios generales de la población por el crecimiento demográfico indiscriminado, incremento del comercio internacional, los cambios climáticos, se han presentado enfermedades infecciosas emergentes “como las producidas por la infección del virus SARS-CoV2, el cual ha provocado un grave problema de salud pública a nivel local, regional o mundial”1; este virus, fue altamente transmisible, con 130.568.485 de casos confirmados y causal de 2,5 millones de decesos. En Colombia según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo del 2021 se reportaron 2.919.805 casos y 75.627 defunciones2.
Se ha encontrado que el SARS-CoV2 a nivel renal, afecta a células epiteliales tubulares proximales renales, las células mesangiales glomerulares y los podocitos, que expresan ACE2 como receptor en su superficie y representan un objetivo para este virus3. Ello puede basarse en que el virus usa el receptor ACE2 para la entrada en la célula, y este receptor está ampliamente expresado en riñón, corazón, pulmón e intestino4.
Dado lo mencionado previamente y las alteraciones en el proceso salud-enfermedad que experimenta la persona con insuficiencia renal crónica (IRC), junto con el crecimiento exponencial de esta condición a nivel global, se ha convertido en un problema de salud pública que afecta a 850 millones de personas y provoca aproximadamente 2,4 millones5),(6, de muertes al año. Este trastorno, que pasó de ocupar el décimo lugar como causa de mortalidad, experimentó una transición significativa, afectando a 81,000 personas en el año 2000 y aumentando a 1,3 millones en 20197. Debido a su progresión silenciosa, puede pasar desapercibido y causar daño crónico e irreversible en los riñones8.
La revisión de la literatura sobre IRC y la SARS-CoV2, permitió encontrar algunas citas relevantes que indican que la presencia de esta enfermedad se asocia a un mayor riesgo de presentar enfermedad severa9. Por otra parte, se ha detectado que en pacientes con la SARS-CoV2, hasta un 44% desarrollan proteinuria y un 15,5% incrementan sus niveles de creatinina10.
Es importante considerar algunos aspectos claves de la afectación renal con SARS-CoV2. Entre ellos hay que destacar que la IRC representa un factor de riesgo para desarrollar complicaciones por la SARS-CoV2, que las comorbilidades como hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM) y enfermedad cardiovascular (ECV) previa, son factores de riesgo para la enfermedad y que la disminución de la función renal provoca alteraciones marcadas en el sistema inmunitario11),(12. Todo ello contribuye a la implicación de la IRC en la morbimortalidad de la infección por la SARS-CoV213),(14.
Teniendo en cuenta lo anterior, se planteó una revisión integrativa para identificar la evidencia científica relacionada con la mortalidad por SARS-CoV2 en personas con IRC. Ante esta realidad que evidencia un vacío en el conocimiento relacionado con la mortalidad por SARS-CoV2 en personas con IRC, se hace imperativo su estudio para aportar a la mejora continua de la calidad del cuidado y lograr mejores desenlaces en salud en esta población vulnerable.
METODOLOGÍA
Diseño
Para resolver la pregunta de investigación de este trabajo, se desarrolló una revisión integrativa15, como tipo de estudio con potencial de orientar la investigación, la práctica y las iniciativas políticas y brindar la mejor evidencia en la investigación16.
Siguiendo la propuesta de Whittmore y Knalf15, el enfoque incluye cinco fases o etapas que guían el diseño de la revisión:
Identificación del problema, que asegura que la pregunta y el propósito de la investigación estén claramente definidos.
Búsqueda bibliográfica, que incorpora una estrategia de búsqueda integral.
Evaluación de datos, que se centra en la autenticidad, calidad metodológica, valor informativo y representatividad de los estudios primarios disponibles.
Análisis de datos, que incluye reducción, visualización, comparación y conclusiones de datos.
Presentación, que sintetiza los hallazgos en un modelo que retrata de manera integral el proceso de integración y que describe las implicaciones para la práctica, la política y la investigación, así como las limitaciones de la revisión17.
Identificación del problema
La pregunta de investigación que guía este estudio fue: ¿Cuál es la evidencia científica relacionada con la mortalidad por SARS-CoV2 en personas con IRC?
Búsqueda de la literatura
Se definieron los términos de búsqueda según los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) y el vocabulario controlado para bases de datos biomédicas Medical Subject Headings (MeSH) las cuales fueron SARS-CoV2, Insuficiencia Renal Crónica, Enfermedades Renales, Infecciones por Coronavirus; como operadores booleanos se utilizaron: AND, OR, NOT. La estrategia de búsqueda completa queda recogida en la tabla 1.
Las fuentes de búsqueda utilizadas se eligieron por dos criterios:
Criterios de inclusión:
Artículos originales relacionados con la mortalidad por SARS-CoV2 en personas con IRC.
Artículos publicados en los años 2020-2023.
Artículos en idioma español, inglés y portugués con texto completo.
Artículos publicados en revistas indexadas en las bases de datos Scopus, EBSCO, Pubmed (contiene además la base Medline), ScienceDirect, Scielo, Lilacs, y Embase.
Evaluación de datos
A través de una búsqueda bibliográfica, se identificaron un total de 57 estudios potencialmente elegibles con base a criterios de selección predefinidos. Después de eliminar los duplicados, se realizó una revisión de los títulos y resúmenes se excluyeron 3, de los 22 artículos revisados, 8 estudios fueron excluidos por no presentar datos concluyentes relacionados con el fenómeno de estudio. Se obtuvieron y revisaron un total de 14 artículos ( figura 1 ).
Una vez definidos y seleccionados los 14 artículos para la revisión, se pasó a la etapa de evaluación de datos, en la cual se ordenaron las publicaciones por fuente de información, y se codificó cada fuente para categorizar los artículos extraídos de las mismas.
RESULTADOS
Selección de artículos
Se seleccionaron 14 artículos que cumplieron con los criterios de inclusión. De los artículos seleccionados se encontraron 1 estudio prospectivo, 2 estudios de cohorte, 5 estudios retrospectivos, 2 revisiones sistemáticas, 2 estudios observacionales, 1 estudio de reporte, 1 informe (tabla 2). De estos, la mayoría fueron escritos en idioma inglés, fueron realizados 6 en Europa (43%), 5 en Asia (36%), 1 en Norteamérica (7%) y 2 Latinoamérica (14%).
Análisis de las variables que se asocian con el riesgo de mortalidad en pacientes con IRC
Mortalidad, síntomas asociados, complicaciones y marcadores bioquímicos.
Las tasas de mortalidad en pacientes con IRC que tuvieron COVID-19 reportadas en los diferentes estudios osciló entre el 20 al 30%14),(18),(21),(22),(24),(26),(28),(29. Las manifestaciones clínicas que se asociaron con el riesgo de la mortalidad fueron la fiebre18),(22),(26, la tos18),(25, disnea22),(25),(26, odinofagia, anosmia y malestar general30. Complicaciones como síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA)14),(28, síndrome de activación de macrófagos28, shock séptico, coagulación intravascular diseminada (CID), daño hepático agudo o hemorragias14, hipotensión y neumonía26.
Se identificaron alteraciones en los reportes de laboratorio como elevación de la proteína C reactiva18),(29, en el nivel de marcadores inflamatorios, lactato deshidrogenasa, enzimas hepáticas, troponina, creatina quinasa28 y una disminución en el recuento de linfocitos y el nivel de albúmina sérica25),(28.
Características Sociodemográficas
En la revisión de la literatura se reportó que las variables sociodemográficas que tienen mayor influencia en la mortalidad de paciente con IRC son: el género masculino14),(18)-(20),(22)-(24),(26),(27, la fragilidad de los pacientes en diálisis14),(19),(24 y la edad avanzada14),(18)-(29.
Presencia de comorbilidades
Los hallazgos permiten identificar que la mortalidad se incrementa por la presencia de comorbilidades como el síndrome cardiorrenal20, la cardiopatía isquémica18),(21),(24),(26),(27, el sobrepeso y la obesidad29, la multimorbilidad14),(21, la diabetes y la hipertensión arterial27),(30, así como los antecedentes de ictus y la demencia26.
DISCUSIÓN
Basados en los datos de los estudios extraídos de la literatura, se encontró que la mortalidad en los pacientes con IRC con infección por SARS-CoV-2 estuvo entre el 20 y 30% 14),(18),(21),(22),(24),(26),(28),(29, mientras que en la población general fue del 5%31, estos hallazgos identifican que la infección por SARS-CoV-2 está estrechamente asociada a la mortalidad en pacientes con IRC. Según los autores Figuer A, et al., esto se debe probablemente a que, en los pacientes con IRC, los niveles de citoquinas proinflamatorias están aumentados, esto conduce a un aumento del estrés oxidativo que finalmente produce una respuesta inmune inflamatoria32.
Los resultados de la búsqueda reportan cambios en los marcadores bioquímicos que se asocian con un mayor riesgo de mortalidad, como son la elevación de la Proteína C Reactiva18),(29, en el nivel de marcadores inflamatorios, lactato deshidrogenasa, enzimas hepáticas, troponina, creatina quinasa28 y una disminución en el recuento de linfocitos y el nivel de albúmina sérica25),(28; estos datos reportados coinciden con los hallazgos en la población en general como son la linfopenia, elevación en la Proteína C Reactiva (PCR), Transaminasa Glutámica Oxalacética (TGO) y la troponina33),(34 que se asocian con el riesgo de mortalidad. La elevación de la troponina en los pacientes con COVID-19 según las investigaciones de Fernández et al. y Zheng YY33),(35, podría estar asociada al daño en el miocardio, lo que es frecuente en las personas con neumonía.
Los autores Parra-Martos, Alberici, Zou, Kocak et al.14),(18),(22),(28, reconocen que los pacientes que presentaron enfermedad cardiovascular como antecedente previo, presentaron complicaciones como SDRA que se podía asociar con un mayor riesgo de mortalidad teniendo en cuenta que estos pacientes requieren soporte ventilatorio e ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que incrementa la susceptibilidad de muerte. Las complicaciones reportadas en las personas que fallecieron por COVID-19 fueron principalmente shock séptico, CID, daño hepático agudo o hemorragias, hipotensión, neumonía.
Se encontró que la edad avanzada14),(18)-(20),(22)-(24),(26),(27 es un factor de riesgo para la mortalidad en los pacientes con COVID, como mostraron, Fernández, Zheng y Sharma33),(35),(36; debido a la inmunosenescencia, la inmunidad celular y humoral se deterioran con la edad, los niveles de interferón, el número de células T, la quimiotaxis de los neutrófilos y la fagocitosis se disminuyen, y producen falta de eficacia en el control del virus, ocasionando daño tisular pulmonar, con activación de los macrófagos y granulocitos y liberación masiva de citoquinas proinflamatorias que producen síndrome de tormenta de citoquinas, una complicación mortal en los pacientes SARS-CoV-2.
En relación con el género, se encontró que el masculino14),(18)-(29 tuvo mayor tasa de mortalidad en los pacientes con IRC que se contagiaron con COVID-19, este comportamiento puede estar asociado al hecho de que las mujeres son menos susceptibles a las infecciones virales por tener cromosomas X y hormonas sexuales, pero también existen diferencias según el sexo asociadas a la exposición a determinados riesgos37 laborales y sociales. Además, la desigualdad por sexo en el acceso a la medicina especializada muestra la existencia de un mayor número de errores diagnósticos en las mujeres que en los hombres en diferentes patologías, incluidas las infecciosas, siendo una de las principales razones las diferencias entre ambos sexos en cuanto a la manifestación de los signos y síntomas38.
Las personas con IRC son pacientes pluripatológicos, la revisión permitió identificar la presencia de diversas comorbilidades14),(18),(20),(21),(24),(26),(27),(29),(30 que incrementan el riesgo de mortalidad al contagiarse por el SARS-CoV-2. En la población en general que padeció la infección por COVID-19, se encontró que la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la obesidad son las comorbilidades que incrementan la mortalidad en los pacientes infectados39)-(41.
Se puede considerar que la IRC puede ser un factor de riesgo independiente para la mortalidad hospitalaria asociada con SARS-CoV-2 en pacientes de edad avanzada23, los valores elevados de creatinina en pacientes con fracaso renal agudo IRA e IRC agudizada se han asociado como un factor de riesgo independiente para la mortalidad hospitalaria asociada con SARS-CoV-2 en relación con los pacientes con valores de creatinina normales33. Según los resultados de la revisión, los pacientes en diálisis pueden tener mayor riesgo de muerte hospitalaria, mientras que en pacientes con IRC no dependiente de diálisis el riesgo puede ser intermedio23.
En conclusión, podemos decir que la mortalidad por SARS-CoV-2 grave en pacientes con IRC fue mayor que en la población en general, asociado con cambios en los marcadores bioquímicos como elevación de la troponina, proteína C reactiva, enzimas hepáticas, marcadores inflamatorios, disminución de los linfocitos, albúmina sérica; así mismo, las complicaciones desarrolladas y que se asociaban con la mortalidad fue SDRA, CID, el shock séptico, hipotensión y neumonía.
La principal limitación de esta revisión integrativa fue la búsqueda bibliográfica en sí, en relación con la escasa evidencia científica acerca del tema. Además, puede tener limitaciones como: el tiempo debido a las nuevas publicaciones que aparecen diariamente en las bases de datos, el acceso restringido a los artículos y la ubicación geográfica de las investigaciones que hacen que sean de difícil acceso. Estas limitaciones fueron controladas mediante la realización de la búsqueda en un período de tiempo de 3 años, empleando bases de datos que pudieran dar acceso a información de artículos completos y de diferentes contextos. En relación con los riesgos y posibles sesgos se minimizaron al eliminar la literatura gris, artículos de acceso restringido y al ser desarrollada por los cuatro autores de forma independiente (CPCM, YPPH, LJMS Y CARP). Además, no se pudieron encontrar datos sobre el estadio de la enfermedad de los pacientes con IRC, su evolución y los medicamentos administrados. Los pacientes con IRC infectadas con SARS-CoV-2, pueden tener otras enfermedades crónicas que pueden haber afectado el desarrollo, complicaciones y mortalidad por la infección.
El género masculino y la edad avanzada como variables sociodemográficas predominantes y la presencia de diversas comorbilidades como factores que pueden incrementar la mortalidad. Estos hallazgos pueden ayudar a los equipos de salud a identificar marcadores para la detección del riesgo de mortalidad en pacientes con IRC en una etapa temprana de SARS-CoV-2, y plantear protocolos de prevención e intervenciones de cuidado, para el mejoramiento continuo de la calidad, que eviten complicaciones y contribuyan a mejores desenlaces en salud.