Introducción
La prevalencia de la diabetes gestacional en todo el mundo varía de 1 a 14%, de acuerdo con la población analizada. En México, la diabetes mellitus gestacional complica 8 a 12% de los embarazos. Esta cifra sigue en aumento y este problema se asocia con resultados maternos y neonatales adversos. Las pacientes con diabetes mellitus gestacional tienen, además, mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 en los años siguientes a su embarazo y sus hijos tienen mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes1.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el brote de COVID-19 es una emergencia de salud pública de interés internacional2.
Las personas mayores y las personas con afecciones médicas preexistentes (como diabetes, enfermedades cardíacas y asma) parecen ser más vulnerables a enfermarse gravemente con el virus COVID-19. Cuando las personas con diabetes desarrollan una infección viral, puede ser más difícil de tratar debido a las fluctuaciones en los niveles de glucosa en la sangre y, posiblemente, la presencia de complicaciones de la diabetes. Parece que hay dos razones para esto. En primer lugar, el sistema inmunitario se ve comprometido, lo que dificulta la lucha contra el virus y probablemente conduce a un período de recuperación más largo. En segundo lugar, el virus puede prosperar en un entorno de glucosa elevada en la sangre3.
Si a esto se suma el incremento de los malos hábitos alimentarios y la inactividad física que prevalece hoy día en la población general, específicamente en la población en edad reproductiva, ha aumentado la prevalencia de obesidad y trastornos del metabolismo de los carbohidratos; sin duda, en las mujeres embarazadas estos eventos están ligados con el incremento de la prevalencia de la diabetes mellitus gestacional4.
Por otro lado, el embarazo suele estar lleno de emociones, pero muchas mujeres embarazadas afirman que la pandemia de COVID-19 las ha despojado de cualquier emoción positiva y la ha reemplazado por el miedo5.
Coronavirus?
Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.
Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios exhaustivos al respecto, sabemos que el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano y que se ha producido transmisión del MERS-CoV del dromedario al ser humano. Además, se sabe que hay otros coronavirus circulando entre animales, que todavía no han infectado al ser humano.
Esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte6.
COVID-19
La COVID‑19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID‑19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo6.
Síntomas de COVID-19
Los síntomas más comunes de la COVID‑19 son fiebre, tos seca y cansancio. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero solo presentan síntomas muy leves. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen la COVID‑19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la COVID‑19 y desarrollar una enfermedad grave. Incluso las personas con síntomas muy leves de COVID‑19 pueden transmitir el virus. Las personas de todas las edades que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica7.
COVID-19 y embarazadas
Las mujeres embarazadas con sospecha o infección probable con COVID-19, o aquellas con infección confirmada que son asintomáticas o se están recuperando de una enfermedad leve, deben ser monitoreadas mediante ecografía cada 2 a 4 semanas para evaluar el crecimiento fetal y volumen de líquido amniótico, con Doppler de la arteria umbilical si es necesario.
El aislamiento social (cuarentena) es mandatorio durante 2 semanas. En casos confirmados con enfermedad moderada está indicada la hospitalización, de preferencia en una habitación de presión negativa y la terapia antiviral o antibiótica podría indicarse según criterio médico.
En casos severos la paciente deberá ser ingresada a UCI con el soporte de un equipo multidisciplinario, disponibilidad de ventilación mecánica, monitoreo permanente de funciones vitales y posibilidad de uso de agentes inotrópicos8.
COVID-19 y diabetes
Es importante mencionar que, según lo informado por distintas asociaciones de expertos en diabetes en el mundo, entre ellas la Asociación Americana de Diabetes y la Federación Internacional de Diabetes, no hay suficientes datos a la fecha que nos indique que el riesgo de infección por el SARS-CoV-2, el virus causante de la enfermedad COVID-19, sea distinta al que tiene la población en general9.
Lo que sí es preocupante es que los datos epidemiológicos de la pandemia de COVID-19 en México y a nivel mundial han reportado una asociación importante entre ciertas comorbilidades prexistentes como la diabetes, obesidad e hipertensión con un mayor riesgo de presentar complicaciones graves de la enfermedad COVID-19 y una mayor mortalidad por COVID-19. Los riesgos anteriores son aún mayores en la medida en que la persona con COVID-19 presenten múltiples comorbilidades, como pudiera ser el caso de la población mexicana.
En México, al 06 de abril del 2020 las autoridades de salud nacional reportaron 2,439 casos diagnosticados con COVID-19. El 74% de estos casos no fueron hospitalizados y 26% de ellos hospitalizados (640 personas), de los cuáles, 9.06% (221) han sido estables, 13.53% (330) graves y 3.65% (89) requirió intubación.
De resaltar es que de las 125 personas fallecidas por COVID-19 en México, 44% reportaron tener hipertensión, 43.2% diabetes y 40% obesidad.
Es importante saber que los expertos mencionan que es probable que el riesgo de enfermarse gravemente con COVID-19 sea menor si la diabetes está bien controlada. Cuando las personas con diabetes no controlan bien su azúcar, generalmente corren el riesgo de sufrir varias complicaciones relacionadas con la diabetes. Si una persona con diabetes presenta además otras comorbilidades o complicaciones además de la diabetes se aumenta el riesgo de complicaciones graves por COVID-19. Lo mismo sucede cuando se tienen otras infecciones virales, porque la capacidad de su cuerpo para combatir una infección está comprometida.
Es probable también que las personas que ya tienen problemas de salud relacionados con la diabetes tengan los peores pronósticos si tienen COVID-19, comparado con las personas con diabetes sin complicaciones, de ahí la importancia de cuidar que los niveles de glucosa estén controlados para evitar las complicaciones10.
Embarazo
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el embarazo comienza cuando termina la implantación, que es el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días después de la fecundación, entonces este, atraviesa el endometrio e invade el estroma. El proceso de implantación finaliza cuando el defecto en la superficie del epitelio se cierra y se completa el proceso de nidación, comenzando entonces el embarazo. Esto ocurre entre los días 12 a 16 tras la fecundación11.
El embarazo es el período que transcurre entre la implantación del cigoto en el útero, hasta el momento del parto, en cuanto a los significativos cambios fisiológicos, metabólicos e incluso morfológicos que se producen en la mujer encaminados a proteger, nutrir y permitir el desarrollo del feto, como la interrupción de los ciclos menstruales, o el aumento del tamaño de las mamas para preparar la lactancia12.
Emociones durante el embarazo
Durante el embarazo, las mujeres experimentan un aumento de hormonas, tales como estrógeno y progesterona, dependiendo de las necesidades de su bebé y hasta qué punto a lo largo de ellos están en su embarazo. Este aumento en las hormonas puede tener un impacto en sus emociones y su capacidad de cerebro para controlar esas emociones. Esto es muy normal y no debe ser un motivo de preocupación a menos que usted se encuentra en un estado de intensa inestabilidad emocional y la angustia.
Estrés
Por muchas razones, el embarazo puede traer una gran cantidad de estrés. Mientras que formando una familia es emocionante y lleno de mucha alegría, ya que el embarazo progresa usted puede estar preocupado por los cambios que traerá. Las mujeres embarazadas pueden encontrarse preocupado por el futuro, las finanzas, la vivienda, el apoyo, el empleo y la atención médica. Este estrés puede causar que sus emociones suban y distraerán la atención de su cuidado personal que pueden ayudar a disminuir las emociones volátiles.
Fatiga
Ya sea desde el malestar o estrés, muchas mujeres pueden experimentar dificultad para dormir durante el embarazo. La falta de sueño se ha demostrado que tiene un profundo impacto en el estado emocional de una persona. Por lo tanto, si su embarazo está causando sueños vívidos o dificultando el sueño, esto puede perpetuar un estado emocional elevado y hacer la regulación de las emociones difíciles13.
Otras emociones y reacciones que manifiestan muchas mujeres embarazadas son:
Alegría, felicidad y excitación.
Depresión, incertidumbre o miedo.
Irritabilidad.
Calma.
Mayor dependencia de la pareja o de la familia
Orgullo por haber realizado un milagro.
Amor y apego por el bebé, aun sin haber nacido todavía.
Reacciones ante los cambios de tu imagen física (quizá te guste el aspecto de tu cuerpo durante el embarazo o quizá no).
Cierto atolondramiento.
Tristeza por que las cosas ya no son lo que eran.
Ansiedad por la economía familiar, la distribución de las habitaciones, el cuidado del niño, la pérdida de independencia, los cambios en la relación con su pareja, el parto, si serás una buena madre, etcétera.
Impaciencia, sensación de haber estado embarazada toda la vida.
Hipersensibilidad ante los comentarios o consejos de los demás.
Llanto frecuente.
Fantasías acerca del bebé14.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional (DG) se define como intolerancia a los carbohidratos que se diagnóstica por primera vez durante el embarazo, es una de las complicaciones médicas más frecuentes durante el embarazo, con una incidencia del 7-14% 1,5. La mujer mexicana está en mayor posibilidad de desarrollar DG por pertenecer a un grupo étnico de alto riesgo, el cual se incrementa si es mayor de 25 años, presenta sobrepeso u obesidad; tiene cuando menos un familiar en primer grado con diabetes mellitus, antecedentes personales de DG y si cuenta con antecedentes de complicaciones obstétricas como: óbitos, muerte neonatal temprana, productos macrosómicos o malformaciones y preeclampsia. La diabetes es sin duda un problema creciente de salud pública y una de las principales causas de muerte y discapacidad, además que requiere de altos costos para su cuidado15.
Una misión conjunta de la Organización Mundial de la Salud que investigó a 147 mujeres embarazadas (64 confirmadas, 82 sospechosas y 1 asintomática con COVID-19) concluyó que las mujeres embarazadas no tenían mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves debido a COVID-19.
Este hallazgo sin embargo no debe hacer que se descuide la atención de la gestante que debe ser considerada como de alto riesgo de complicación o desenlace adverso debido a los cambios inmunológicos y fisiológicos que experimentan y que la hacen más susceptible a infecciones respiratorias virales. sin embargo, de los cerca de 98 casos reportados a la fecha, la mayoría han cursado con cuadros leves, no reportándose ningún caso de muerte materna, esto probablemente debido a la edad (< 40 años) y ausencia de comorbilidades de las gestantes16.
Aunque la OMS dice que no existe evidencia de que el virus entrañe más riesgo para las embarazadas o que éste pueda transmitirse al niño en el útero, en toda Europa, las mujeres están preocupadas por su embarazo y la posibilidad de dar a luz durante la pandemia.
Las mujeres embarazadas muy probablemente estén sintiendo emociones más que encontradas, por un lado su mundo emocional puede que se esté nutriendo de ilusión, entusiasmo y curiosidad por conocer a su bebé, pero la situación actual en la que estamos inmersos a cuenta del COVID-19 puede hacer que sus emociones se inclinen también hacia el miedo, la incertidumbre y la pena17.
Por lo que se hace la siguiente pregunta de investigación.
¿Cuál es el impacto del COVID-19 en las emociones de mujeres embarazadas con diabetes gestacional?
Objetivo
Determinar el impacto del COVID-19 en las emociones de mujeres embarazadas con diabetes gestacional.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Analizar las emociones por las cuales están atravesando las mujeres embarazadas con diabetes gestacional, durante la pandemia de COVID-19.
Especificar si las emociones han cambiado con la pandemia de COVID-19 en mujeres embarazadas con diabetes gestacional.
Material y Métodos
Se pedio la autorización por el Comité Local de Investigación y Ética en Salud del Hospital General Regional 200 del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, donde se realizará una encuesta a embarazadas con diagnóstico de Diabetes Gestacional las cuales acuden a consulta externa de obstetricia, consulta de medicina materno fetal, toco valoraciones y toco cirugía a el hospital HGR 200 durante la pandemia de COVID-19 en el periodo de mayo-julio 2020.
Estudio transversal, observacional en una muestra de 85 mujeres embarazadas con diabetes gestacional la cual se obtuvo realizando la fórmula para muestras finitas, con una confianza del 95% y un margen de error del 5%; la cual será de tipo no probabilístico por conveniencia.
Se usará como instrumento la Escala de Valoración del Estado de Ánimo (EVEA) fue creado por Sanz en 2001, es un instrumento diseñado para evaluar cuatro estados emocionales de carácter situacional con entidad clínica (depresión, ansiedad, hostilidad y alegría)18. Serán excluidas quienes no respondan a la encuesta de forma escrita, ya sea por analfabetismos o por no dominio del idioma español y aquellas que presentarán alguna alteración del estado mental o emocional al momento de la encuesta. Tomando en cuenta la ley general de salud en materia de investigación para la salud en su título segundo que trata de los aspectos éticos de la investigación en seres humanos, enfatizando en el artículo 17 una investigación sin riesgo.
La EVEA consta de 16 ítems, cada uno compuesto por una escala gráfica de tipo Likert de 11 puntos (de 0 a 10), flanqueadas por las palabras "nada" (0) y "mucho" (10), que presenta en su margen izquierdo una corta afirmación que describe un estado de ánimo. Las 16 frases tienen la misma construcción; todas empiezan con las palabras "me siento" y continúan con un adjetivo que representa un estado de ánimo (p. ej., "me siento triste", "me siento alegre"). La EVEA pretende evaluar cuatro estados de ánimo: ansiedad, ira-hostilidad, tristeza-depresión y alegría. Cada estado de ánimo viene representado por cuatro ítems con diferentes adjetivos los cuales definen una subescala, y todos los ítems dentro de cada subescala están formulados en la misma dirección.
Existen varios estudios que avalan la fiabilidad de la EVEA en diferentes muestras. Una revisión de tales estudios ha encontrado, a partir de muestras que totalizaban entre 542 y 1269 participantes, coeficientes de fiabilidad de consistencia interna que variaban entre 0,86 y 0,92, con una media de 0,88, para la subescala de tristeza-depresión, entre 0,92 y 0,94, con una media de 0,92, para la subescala de ansiedad, entre 0,93 y 0,95, con una media de 0,93, para la subescala de ira-hostilidad, y entre 0,88 y 0,96, con una media de 0,92, para la subescala de alegría18.
Dentro de las variables de estudio se registrarán factores sociodemográficos como la edad, estado civil, escolaridad, ocupación, lugar de residencia, nivel socioeconómico, el antecedente de diabetes gestacional en embarazos previos. Los datos obtenidos se concentrarán en una hoja de cálculo e introducirán en una base de datos en el paquete estadístico para ciencias de la salud (IBM SPSS) versión 20 en español, para realizar su respectivo análisis estadístico. Para variables cualitativas utilizaremos proporciones y prevalencia. Para variables cuantitativas la media y desviación estándar.
Resultados esperados
Las mujeres en gestación normalmente viven una alteración de emociones y si a esto se le suma que viven con la angustia de saber que han presentado diabetes gestacional, las emociones sanas seguramente se van a segundo plano y aún más si se muestra un impacto emocional debido a la pandemia COVID-19 y no solo por el miedo de contagiarse también el temor de tener que llegar al hospital en estas fechas de crisis a la labor de parto y que este se complique por ambas situaciones.
Ante la oleada de información respecto a la pandemia por COVID-19 y el transcurso de esta en mujeres embarazadas con diabetes gestacional se propone la conclusión de este trabajo mediante la aplicación del Anexo 1 y dar inicio a la circulación de información cuanto antes en este tema que a nivel global y en México es preocupante.