Introducción
El virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor etiológico del cáncer cervicouterino (CaCu) el cual constituye un problema de salud pública mundial, especialmente en los países en desarrollo1,2. Se han descrito más de 120 tipos de virus de VPH, sin embargo, los tipos 16 y 18 son los responsables del 70% de los casos del cáncer cervicouterino. Otros tumores relacionados con el HPV son de vagina, vulva, pene, ano y orofaringe, de tal manera que se ha estimado que el HPV es responsable del 5,2% de todos los cánceres en el mundo3,4.
El VPH se transmite sexualmente y la mayoría de las personas se infectan en algún momento de su vida, generalmente poco después de iniciar vida sexual activa5,6. La población más vulnerable de adquirir la infección son los jóvenes entre los rangos de edad de 15 a 24 años, debido a que inician relaciones sexuales usualmente sin métodos de protección contra enfermedades de transmisión sexual, así como también al desconocimiento sobre las consecuencias de la infección7,8.
Según la Organización Panamericana de la Salud cada año se presentan cerca de 83.100 casos nuevos y 35.600 muertes por cáncer cervicouterino en las Américas, siendo este tipo de cáncer en América Latina la segunda causa de incidencia y mortalidad por cáncer en las mujeres, lo anterior relacionado con el diagnóstico tardía en etapas avanzadas de la enfermedad9,10. Para que la prevención sea eficaz, es necesaria la detección temprana y el tratamiento oportuno de las lesiones, ya que la sobrevida se encuentra relacionada con la oportunidad de atención y por lo tanto con mayor accesibilidad a los servicios de salud11,12.
Las conductas saludables o de riesgo son susceptibles de modificación. Eliminar el CACU tiene en contra varios factores como son: desconocimiento de la existencia del VPH, la vía de transmisión y su relación con varias neoplasias13,14.
Principales aspectos biológicos del VPH
El VPH son virus de ADN de doble cadena de la familia Papovaviridae, la cápside está formada por dos proteínas, la proteína L1 es el elemento estructural primario, encontrándose 360 copias de la proteína organizada en 72 capsómeros en los viriones infectantes. La proteína L2 interviene en la entrada del virus a las células, en la localización de los componentes virales en el núcleo, en la unión del ADN, en la formación de la cápside y en la estabilidad. Ambas proteínas juegan un papel importante en mediar la eficiencia de la infectividad del virus1,15,16.
Ciclo de vida del VPH
El VPH infecta principalmente a las células epiteliales basales estratificadas del cérvix. Las partículas virales infectan al huésped cuando entran en las células epiteliales basales a través de lesiones provocadas en la piel, produciendo una línea vírica en esa misma célula.
El ciclo vital del VPH está relacionado al programa de diferenciación de las células huésped, los queratinocitos, con la producción de viriones maduros limitados a las células supra basales diferenciadas. Cuando el queratinocito infectado entra al compartimento de diferenciación, sale del ciclo celular, hay una regulación positiva de la expresión de los genes virales, ocurre la replicación del ADN viral y entonces el número de copias virales aumenta al menos a 1000 copias/célula, ocurre la expresión de los genes tempranos E6 y E7 y de los genes tardíos1.
Tipos de infección por VPH
La infección latente se caracteriza porque el ADN viral permanece en el núcleo en forma episomal o circular libre, el virus se mantiene en la superficie sin replicarse, y no provoca cambios morfológicos identificables, por lo que la detección de este tipo de infección únicamente puede hacerse a través de métodos moleculares.
Infección activa o productiva La replicación del ADN viral está en intensa actividad, con la generación de viriones, tras la fase de mitosis de la célula anfitriona y cuando una de las células hijas se ha diferenciado, es decir en las capas superficiales e intermedias del epitelio escamoso, con la producción de proteínas de la cápside y la síntesis de ADN viral en grandes cantidades que ya producen cambio celulares característicos en las células infectadas, que son detectables a través de estudios citológicos e histológicos15.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para contraer el virus del papiloma humano son: el entorno educativo y socioeconómico, la drogadicción y el tabaquismo, a lo que se suma la falta de higiene, el inicio temprano de la vida sexual, el antecedente de haber tenido sexo con dos o más parejas sin protección y, en el caso de la mujer, la edad temprana del primer embarazo, tres o más partos, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales, además de la coexistencia de otro tipo de enfermedades que alteran la capacidad de respuesta de su sistema inmune7.
Prevención
La prevención primaria se enfoca en evitar el contagio con el virus del VPH utilizando medidas que disminuyan los factores de riesgo y favoreciendo comportamientos y hábitos más saludables entre la población. Las prácticas modificables de mayor importancia son el uso de preservativo, que disminuye hasta un 60-70% la exposición a la infección 16,17.
La prevención secundaria tiene como objetivo reducir la mortalidad y la morbilidad mediante un diagnóstico precoz, como son los programas de detección oportuna las cuales incluyen pruebas convencionales como la citología cervicovaginal mediante la técnica del Papanicolau y el tratamiento de las lesiones premalignas, considerando que el periodo entre la lesión primaria y la etapa invasiva de la enfermedad puede ser de 10 hasta 20 años3,4,17,18.
Inmunización
La vacunación contra VPH disminuye costos del control del cáncer cervicouterino, sin embargo, requiere de una inversión sostenida por un periodo largo de tiempo. La reducción del costo de la vacunación y la tamización traerá beneficios económicos importantes, donde las nuevas alternativas tecnológicas pueden jugar un papel relevante 19,20.
Actualmente existen tres vacunas profilácticas contra este tipo de infección: la vacuna bivalente que cubre dos tipos de VPH (16 y 18) la VPHv4 que protege contra tipos de VPH (16,18,6 y 11) y la VPHv9 que ofrece protección contra los tipos del VPH 16,18,6,11,31,33,45,52 y 58. Las dos primeras se encuentran disponibles en México y han demostrado una eficacia cercana al 100% cuando son administradas en 3 dosis5,6,21,22.
De acuerdo a las recomendaciones emitidas por la OMS, la vacunación contra el VPH está indicada en niñas de 9 a 13 años de edad, las niñas que reciben la primer dosis de la vacuna antes de los 15 años de edad pueden utilizar solo dos dosis, el intervalo entre las dos dosis deberá de ser de 6 meses, la vacuna contra el VPH funciona mejor si se administra antes del inicio de la actividad sexual, todas las niñas en el grupo de edad o en la clase de la escuela/grado/años identificadas como población objetivo por el programa nacional deben recibir la vacuna contra el VPH.
Panorama epidemiológico
En México existen alrededor de 25 millones de mujeres infectadas por el VPH y anualmente se reportan 68 000 nuevos casos de cáncer cervicouterino, con una incidencia de 10,06 en mujeres de 15 años o más de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2011. En Hidalgo durante el 2018 el Sistema de Vigilancia Epidemiológica registró 171 casos de personas infectadas VPH, de los cuales 162 corresponden al sexo femenino.
Por tal motivo, es fundamental implementar programas efectivos que proporcionen atención a la población vulnerable, así como concientizar al personal médico la importancia brindar información oportuna sobre los aspectos epidemiológicos, clínicos y terapéuticos en la prevención de este padecimiento y de todas las infecciones de transmisión sexual23,24.
Objetivo
Determinar el nivel de conocimientos sobre la prevención de la infección por el virus del papiloma humano (VPH) en adolescentes de la Escuela Secundaria General No. 10 en Pachuca, Hidalgo.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio observacional analítico de corte transversal mediante la aplicación de un cuestionario aplicado a estudiantes femeninas de una secundaria general en Hidalgo.
Resultados
Estudio transversal, observacional. La información se obtuvo a partir de un cuestionario aplicado a las alumnas de la Secundaria General No. 10 "Ricardo Garibay Ortega" ubicada en Pachuca de Soto, Hidalgo. Se realizó análisis descriptivo, se calcularon medidas de tendencia central y de dispersión para variables continuas y para variables cualitativas se obtuvieron razones y proporciones (Figura 1, Figura 2, Figura 3, Figura 4).
Discusión
La infección por VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común, en hombres como en mujeres. La importancia de conocimientos y medidas de prevención impacta en un cribado oportuno para la detección de lesiones pre malginas y de esta forma evitar que progresen a CACU2,6,14.
Por otro lado, de acuerdo a un estudio realizado en la Universidad de Valencia, 2014, se realizó un análisis mediante grupos focales en los cuales se refirió que una de las zonas estudiadas contaba con una cobertura del 85% en tercera dosis de la vacuna, mientras que otra de las zonas refirió una cobertura inferir al 65% en tercera dosis, esto debido a la duda de la población sobre la eficacia y seguridad de la misma, lo cual puede servir como referencia de apoyo al estudio realizado, ya que de acuerdo a las encuestas aplicadas, solo el 17% de la muestra refirió haberse aplicado las dosis necesarias de la vacuna23.
Actualmente, las vacunas profilácticas contra VPH prometen disminuir de forma importante la incidencia del cáncer cervicouterino, provocado por genotipos virales específicos. Sin embargo, es necesario no bajar la guardia tanto en los programas de detección oportuna, como en la investigación dirigida a mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamientos eficaces. 23 Es por ello que, a través del Consenso para la Prevención del Cáncer Cervicouterino en México, celebrado en 2011, se propusieron dos recomendaciones generales, la primera, prevención primaria consistente en educación para la prevención del cáncer cervicouterino e inmunización universal y prevención secundaria de la enfermedad por medio de la detección temprana de infecciones o lesiones que pudieran favorecer la carcinogénesis24.
Conclusión
Es necesario lograr un impacto en las adolescentes acerca de la prevención del VPH, ya que de acuerdo con los resultados del estudio el 31% de estos tienen una vida sexual activa, por lo que se debe no solo concientizar a la población en riesgo, sino brindar información a los padres de familia ya que ellos son los que resguardan la salud de sus hijos, es por ello que se busca implementar un programa de capacitación de actividades preventivas ya que la mayoría de las participantes identifica el tema pero carecen de información sobre la prevención, la aplicación de la vacuna (edad en la que pude ser administrada, dosis necesarias e intervalos de aplicación), riesgos, formas de contraer el virus, entre otros, como los signos y síntomas en caso de ser portador del virus. De no implementarse este tipo de programas los resultados no serán del todo positivo.