Introducción
La depresión es una de las patologías de salud mental con mayor prevalencia en la actualidad, ocupando el cuarto lugar entre las enfermedades discapacitantes, se estima que para el año 2020 sea la segunda causa de morbilidad1. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de un 20,0% de la población mundial padecerá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida2. Calculando que la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, y que dentro de este grupo estará principalmente población en edad productiva, también se constituye en un tema de interés para la salud laboral, explorar cual puede ser su relación con factores laborales y extralaborales.
En Colombia, la última encuesta nacional de salud mental, reporta un 15,0% de trastornos de ánimo en la población, y dentro de esta prevalencia el 12,1% puntuaba con trastorno depresivo mayor3, el cual a su vez se constituye en la segunda causa de enfermedad para el grupo etario entre los 18 y 65 años3, siendo este grupo en el que se concentra particularmente, la población laboralmente activa o en edad de trabajar3.
En países como Colombia, los estudios se han realizado en población general, y para trabajadores con oficios y profesiones, en las que no necesariamente se incluye el personal médico en sus diferentes roles. Aunque son pocas las evidencias que se tienen a nivel nacional, se conoce una aproximación de la carga económica de la depresión en población general, presentando cifras en las que se indica que un paciente con diagnóstico de depresión con una estancia hospitalaria promedio de 11,5 días puede tener un costo de USD 420,000, considerando un aproximado de 26,000 pacientes nuevos, y un 30,0% de rehospitalizacion que corresponde a 32,000 pacientes, implicaría un costo anual de USD 13,5 millones solo para el diagnóstico de depresión3.
Para la organización internacional del trabajo (OIT), la asociación depresión - trabajo, viene en aumento, reportando que uno de cada 10 empleados presenta una patología mental que lleva al desempleo o discapacidad1, sin embargo, en lo que se registra por parte de la OIT aún no está diferenciado este tipo de afectación para población trabajadora en el sector salud, particularmente para médicos asistenciales y administrativos, y su relación con las condiciones laborales y extra laborales.
No obstante lo anterior, en el contexto de la enfermedad mental, se han realizado estudios que describen características psicosociales y factores de riesgo, relacionados al desarrollo del trastorno depresivo en el trabajador, donde se describen características del ámbito laboral y extralaboral, incluyendo en las intralaborales exigencias laborales, estrés, condiciones de trabajo, características de la organización, carga laboral, retribución económica, características de la tarea, autonomía y de estabilidad económica. Por su parte, dentro de las condiciones extra laborales e individuales exploradas, se han reportado datos de tiempo libre, tiempo de desplazamiento entre el trabajo y la vivienda, personalidad y capacidad para afrontar situaciones de estrés4,5.
La VI Encuesta de Condiciones de Trabajo en España elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo4, describe que los riesgos psicosociales en el trabajo son la causa de un 70,0% de las enfermedades laborales, con cifras aún mayores en el personal sanitario (74,9%). El 60,0% está asociado a la carga laboral, 40,0% a la carga emocional, estimando el riesgo de salud mental hasta en el 20,0% del total de la población estudiada4.
En lo que tiene que ver con síndrome de Burnout en médicos, según la encuesta de Trabajo en España4, las prevalencias reportadas oscilan entre un 7,7% hasta un 79,9%, y a nivel mundial corresponden hasta un 91,8% de los médicos5.
Dadas las condiciones anteriormente expuestas, a nivel nacional y particularmente para la región del Oriente del departamento de Antioquia-Colombia, es necesario iniciar el proceso de generación de evidencia que dé cuenta, de cómo las condiciones laborales y extra laborales, están afectando la percepción de salud mental de los médicos, en términos de la sintomatología depresiva, y dejar un soporte teórico que permita a los tomadores de decisiones y administradores de servicios de salud, plantear acciones que beneficien las condiciones de vida y trabajo del personal médico en esta región del departamento, razón por la cual, con el presente estudio se buscó determinar las características laborales y extra laborales, relacionadas con la presencia de sintomatología depresiva un grupo de profesionales de médicos asistenciales y administrativos de la región del Oriente del departamento de Antioquia-Colombia, durante el primer semestre del año 2020.
Materiales y métodos
Estudio transversal con fuente primaria de información, en el que se tomaron datos de 84 médicos asistenciales y administrativos que laboraban en el Oriente del departamento de Antioquia - Colombia, durante el primer semestre del año 2020. La muestra de médicos fue obtenida mediante bola de nieve como tipo de muestreo por conveniencia. Fueron incluidos médicos asistenciales y administrativos, que tuvieran al menos un año de pertenecer a la institución en servicio activo, cuya participación fuera voluntaria, sin diagnostico en el último año por depresión, y que firmaran el consentimiento informado previa toma de los datos.
Previa aplicación del instrumento, se estandarizo el equipo investigador para la auto aplicación de la encuesta y se realizó una prueba piloto, la cual no superó los 10 minutos en su auto diligenciamiento. La encuesta fue auto diligenciada por cada profesional, con el debido acompañamiento y orientación de los investigadores para su diligenciamiento. Previo al auto diligenciamiento de la encuesta se explicaron las características del estudio, sus objetivos y beneficios, y se tomó el consentimiento informado.
El instrumento se construyó teniendo en cuenta la inclusión de variables ya utilizadas en población trabajadora. Para tamizar la sintomatología depresiva se utilizó el test de Zung, herramienta validada a nivel internacional por la Organización Mundial de la Salud - OMS(6), y en Colombia(8, 9) para su aplicación en adultos. El test está conformado por 20 ítems que proporcionan un puntaje final entre 20-80. Mayor sintomatología depresiva se indica cuando el puntaje total se acerca a 80. Al re categorizar la sumatoria del puntaje, la escala se lee de la siguiente forma: Depresión ausente 20-35; Depresión subclínica y variantes normales 36-51; Depresión media-severa 52-67, y Depresión grave de 68 a 80 puntos6. El instrumento también incluyo características sociodemográficas, además de los factores de riesgo intra y extralaborales.
Variables
Se tomó como variable dependiente la sintomatología depresiva moderada-severa, y las demás variables fueron consideradas como independientes, y se re-categorizaron como dicotómicas y politómicas para los análisis bivariados, dependiendo de la información obtenida en los análisis exploratorios, y del conocimiento de la población por parte de los investigadores. Se consideraron como variables sociodemográficas; edad, sexo, estado civil, carga económica compartida, número de hijos, escolaridad. Dentro de las condiciones extra laborales fueron consideradas el estado de la vivienda (paredes, pisos, techos), servicios públicos, medio de transporte utilizado, y tiempo requerido para su desplazamiento, ingresos derivados de su labor y otros ingresos. Finalmente, las condiciones y factores laborales explorados fueron; área de trabajo, turno laboral, horas de trabajo al día y a la semana, tipo de contratación, antigüedad en la institución, días libres en la semana, relación con su jefe inmediato, nivel de complejidad de la institución en que labora, capacitaciones, relación con sus compañeros de trabajo, salario, estímulos por su labor, horario para el consumo de alimentos, finalmente, dentro de los factores de riesgo laboral se consideraron iluminación, ruido, ergonómicos y químicos.
Fueron controlados sesgos de selección y de información, tomando los datos solo de los médicos que cumplían con los criterios de inclusión, utilizando un instrumento debidamente estandarizado y validado de forma, y de contenido por expertos temáticos y los investigadores. Se estandarizaron los investigadores, se realizó prueba piloto, y control de la calidad del dato en tres momentos, posterior a la toma de los mismos.
Análisis de datos
Se realizaron análisis exploratorios y descriptivos con cada una de las variables incluidas en la encuesta, respetando su naturaleza y nivel de medición. Para los análisis bivariados, fue considerada como variable dependiente la sintomatología depresiva, la cual fue recategorizada de la siguiente forma: 1 Sintomatología moderada-severa; 2. Ausente, leve. Las demás variables fueron consideradas como explicativas o independientes, y fueron tratadas como cualitativas dicotómicas o politómicas. Se aplicó como prueba estadística el Chi2 de asociación, considerando que estas eran estadísticamente significativas si p<0,05. La medida de la fuerza de asociación epidemiológica calculada fue la Razón de Prevalencia (RP) con su respectivos IC del 95%. El procesamiento y análisis de los datos se realizó utilizando las herramientas de los programas Excel y Epidat 3.1 de uso libre, los textos se procesaron en el programa Word. El presente estudio fue aprobado mediante el acta 144 del 18 de febrero de 2020 del Comité Institucional de Ética en Seres Humanos de la Universidad CES-Medellín, Colombia.
Resultados
Condiciones sociodemográficas, económicas y extra laborales
Alrededor del 60,0% de los médicos son mujeres, el 51,2% (43) era soltero al momento de la toma de datos, y aproximadamente uno de cada dos médicos tenían personas a cargo. Sus viviendas estaban ubicadas en los estratos socioeconómicos medio-bajo y medio (78,8%), habitan fundamentalmente casas (53,6%), y más de la mitad pagaba arriendo (53,6%). Tabla1
El 74,4% (58) de los médicos, tenía como máximo nivel de formación su pregrado, y alrededor del 17,0% tenía algún posgrado clínico. Con respecto a su edad, el 40,0% (34) tenía entre 23 y 30 años, y el 45,5% (39), entre 31 y 44 años, y derivaban sus ingresos fundamentalmente de su ejercicio médico. Más del 70,0% de ellos recibía entre USD 750 y 1250 al mes, sólo el 16,9% (14) recibía otros ingresos mensualmente. Tabla 1.
Con respecto al lugar de residencia, el 66,7% (56) de los médicos, laboraba en su municipio de residencia, y el 78,6% (66), tardaba menos de 30 minutos para llegar al lugar de trabajo, y alrededor del 60,0% utilizaba vehículo particular. Un 16,7% (11) de sus viviendas, estaba ubicada cerca de algún factor de riesgo, particularmente fuentes generadoras de ruido (54,5%), y consumo de sustancias psicoactivas (36,4%). Tabla 1
Factores intralaborales y sintomatología depresiva en los médicos
El 63.5% (51) de los médicos laboraba más de 8 horas al día, y alrededor del 60,0% lo hacía más de cinco días a la semana. Respecto a la antigüedad en su profesión, un 36,9% (31), tenía más de cinco años, y 36,9% (31) entre uno y cinco años, sin embrago, un 25,0% (21) tenían un año o menos en su labor (Tabla 2), coincidiendo con el alto porcentaje de médicos que tenía 30 años o menos. Tabla 1
De otro lado, se identificó que el 11,9% (10) de los médicos no se sentían satisfechos con su ejercicio médico al momento de la toma de datos. El 53,6% (45) de los médicos ejercía su profesión en instituciones del primer nivel de complejidad y el 39,3% (33) lo hacía, en instituciones de cuarto nivel de complejidad. El tipo de contrato más prevalente fue el definido (64,3%). Sólo el 33,3% (28) de los participantes manifestó tener horarios establecidos para el consumo de alimentos, y el 63,9% (53) de ellos laboraba en turno diurno. Tabla 2
Con respecto a los factores de riesgo laboral, se evidenció que para el 34,5% (29) de los médicos el ruido que sentían en su puesto de trabajo perturba su labor, el 18,1% (15) se exponía a sustancias químicas de manera indirecta en su labor, y un 8,3% (7) estaba en contacto con ellas o las utilizaba en su ejercicio profesional. De otro lado, para un 14,3% (12) de ellos, su puesto de trabajo no era cómodo, y el 60,7% (51) no realizaba pausas activas durante su jornada laboral. Tabla 2
De otro lado, se identificó que para el 33,3% (28) de los médicos, sus relaciones con los compañeros eran excelentes, y muy buenas (28,8%), y para el 56,0% (47), sus relaciones con el jefe inmediato eran excelentes. El 70,2% (59) de ellos, consideraba que en su lugar de trabajo tenían en cuenta sus sugerencias, y el 38,1% (32) recibía estímulos. Más del 95,0% de los médicos asistía a capacitaciones y actualizaciones y consideraban que tenían libertad para aplicar su criterio médico. Tabla 2
Prevalencia de sintomatología depresiva
Finalmente, respecto a los antecedentes de depresión, y la prevalencia de sintomatología depresiva se observó que un 28,6% (24) de los médicos tenía estos antecedentes, al momento de la encuesta, y al tamizarlos su sintomatología depresiva, se identificó una prevalencia de sintomatología depresiva moderada-severa del 41,7%. Tabla 2
Condiciones sociodemográficas, económicas y extra laborales asociadas a la sintomatología depresiva moderada - severa de los médicos
De acuerdo a la edad, se observó que los médicos que presentaron sintomatología depresiva moderada-severa, eran mayores que aquellos que no la presentaban (Figura 1). De otro lado, puede decirse se identificó una asociación estadísticamente significativa (p<0,05) entre el tipo de vivienda que habitaban y la prevalencia de sintomatología depresiva moderada-severa, donde aquellos médicos que reportaron vivir en casa, presentaron 50,0% menor prevalencia de la sintomatología depresiva moderada severa, que aquellos que vivían en apartamento (RP=0,50. IC=0,29;0,85). Tabla 3
Aunque no fueron asociaciones estadísticamente significativas, se observó mayor prevalencia de sintomatología depresiva en los médicos con pregrado (RP=3,01), y con posgrado clínico (RP=2,69) con relación a los médicos que tenía posgrado en salud pública. Tabla 3
Respecto a las condiciones económicas, se identificó una prevalencia 35,0% mayor de sintomatología depresiva, en quienes recibían ingresos menores o iguales a USD 750 al mes, y esta sintomatología, fue 37,0% menor en quienes recibían otros ingresos mensuales. Tabla 3
También fue 44,0% mayor la prevalencia de síntomas depresivos en quienes vivían en el mismo municipio en el que laboraban, y 32,0% mayor en quienes tardaban treinta minutos o menos para llegar a al lugar de trabajo, y también fue mayor (RP=1,44), en quienes utilizaban servicio público como medio de transporte (RP=1,44). No obstante, lo anterior, la sintomatología fue menor (RP=O,67) en los médicos que se desplazaban a su lugar de trabajo caminando, en bicicleta o en otro medio de transporte no convencional. Tabla 3
Llama la atención, la mayor prevalencia de sintomatología depresiva observada en aquellos que consideraban que su vivienda estaba en un excelente estado (RP=1,20), y en quienes realizaban actividades deportivas o recreativas extra laboralmente (RP=1,52), sin embargo, esta sintomatología fue mayor para los médicos que reportaron vivir cerca de focos contaminantes, tales como bares, discotecas, y venta de sustancias psicoactivas. Tabla 3
Condiciones laborales asociadas a la prevalencia de sintomatología depresiva en los médicos
Solo se identificó una asociación estadísticamente significativa (p<0,05), entre una mayor prevalencia de sintomatología depresiva moderada-severa, y el hecho de considerar que el puesto de trabajo era cómodo, donde por cada trabajador que no lo consideró de esta forma, y presentó sintomatología depresiva, había 5,77 médicos que si consideraron que sus puestos eran cómodos y la presentaban (RP=5,77. IC=0,85;37,60). Tabla 4
Aunque no fueron asociaciones estadísticamente significativas, se observaron mayores prevalencias de síntomas depresivos en los médicos con más de 5 y ≤10 años en su oficio (RP=1,52), en quienes laboraban en consulta externa (RP=1,28), y en el servicio de urgencias (PR=1,30). De igual forma, fue 50,0% mayor la prevalencia de síntomas depresivos en los médicos que laboraban en instituciones de segundo nivel de complejidad; en quienes realizaban pausas activas (RP=1,30) durante su jornada laboral, y en médicos que tenían un horario establecido para el consumo de alimentos (RP=1,50). Tabla 4
También se identificó que por cada médico que no se sentía satisfecho con su labor y presentaba sintomatología depresiva moderada - severa, había 1,44 médicos que se sentían satisfechos y presentaron esta sintomatología. Respecto a la relación con su jefe inmediato, la sintomatología depresiva moderada-severa era mayor para quienes era excelente (RP=2,15) y muy buena (RP=2,20). También se identificó una prevalencia de sintomatología depresiva 70,0% mayor en los médicos que manifestaron asistir a capacitaciones y actualizaciones en su área de experiencia, y 22,0% mayor en quienes consideraron que casi nunca tomaban en cuenta sus sugerencias. Tabla 4
Discusión
Los participantes en este estudio, eran principalmente mujeres (59,5%), a diferencia de lo registrado en un estudio publicado en 2018, por Múnera-Restrepo y Cols, con médicos generales, en una región de Colombia, donde por cada hombre, había 2,2 mujeres, y al estudio realizado en México de Saldaña Ibarra y López Osuna7, donde el 52,0% de los médicos residentes participantes eran hombres.
Éstos médicos eran fundamentalmente adultos jóvenes, entre 23 y 44 años, más de la mitad estaban solteros, y tenían personas a cargo, resultados similares a los reportados del estudio de síndrome depresivo para médicos generales en una región colombiana8, donde el promedio de edad fue de 38,5 años. Los resultados del presente estudio también guardan similitud con los registrados por Velásquez Pérez, et, al9, en el estudio de depresión y burnout, realizado con residentes médico-quirúrgicos en México, donde el 74,4% estaba soltero, 23,3% casado y 2.3% vivía en unión libre.
Éstos médicos tenían formación de pregrado (74,4%), similar a lo registrado por Múnera-Restrepo y Cols.8, donde 80,0% de los médicos tenía sólo pregrado, situación que podría estar relacionada a los ingresos inferiores a los cinco millones de pesos colombianos que recibían al mes.
Respecto a las condiciones de sus viviendas, habitaban en casas, ubicadas en estrato socioeconómico medio, y bajo-medio, más de la mitad de los médicos pagaba arriendo. Resultados que guardan relación con el estudio de depresión y burnout realizado con residentes medico quirúrgicos en México9, donde el 40,0% vivía con su familia, 60,0% vivían solos, al momento de ingresar a la especialidad o subespecialidad médica, 52,0% pagaba arriendo, 19% habitaba en vivienda propia, y 14% vivía con familiares.
La mayor proporción de médicos participantes en el presente estudio (60,0%), laboraba en el mismo municipio donde vivían, y el 78,9% de ellos tardaba menos de treinta minutos para llegar a su lugar de trabajo, utilizando su transporte particular o el servicio público. Aunque estas características no han sido claramente evidenciadas con personal médico, el presente estudio las exploro como parte de los factores que podrían potenciar o mitigar la presencia de sintomatología depresiva en los médicos. No obstante lo anterior, el estudio realizado con residentes médico-quirúrgicos en México7, reportó que el 44,0% de los médicos residía en el Distrito Federal, 42,0% en provincia y 14% en el extranjero. En este mismo estudio, al analizar el tipo de estudios de posgrado que iniciarían, 33,0% iniciaría una especialidad médica y 67,0% una subespecialidad.
Condiciones laborales de los médicos participantes en el estudio.
Esta población de médicos laboraba más de ocho horas diarias, más de cinco días a la semana, con antigüedad en el oficio entre uno y 10 años, y sus lugares de trabajo eran fundamentalmente, instituciones de primer y cuarto nivel de complejidad. Resultados que guardan relación con los reportados por Múnera-Restrepo y Cols.8, en el estudio de significado del síndrome depresivo para médicos generales, quienes laboraban en mayor proporción en el servicio de consulta externa, y tenían 12,8 años en promedio de experiencia laboral. Respecto al tipo de contrato, 64,3% era término definido y laboraban casi en su totalidad en jornada diurna, características que pueden reflejar en parte, la carga laboral y el proceso de desgaste del personal médico10. Los médicos se sentían satisfechos con su labor, y su relación con el jefe inmediato y compañeros era excelentes, además sentían que su criterio médico era respetado, podían asistir a capacitaciones y actualizaciones, y 40,0% recibía estímulos por su labor. No obstante, aunque se sugiere que a mejores condiciones de vida, más activos y estructura de oportunidades para fortalecer la salud física y mental de la población11, este no sería necesariamente el caso de los médicos participantes en este estudio. De otro lado, se evidencio que alrededor del 70,0% no tenía un horario establecido para el consumo de alimentos, uno de cada cinco manifestó exponerse a sustancias químicas en sus actividades laborales, para el 34,5%, el ruido que sentían les perturbaba su labor, y más del 60,0% no realizaba pausas activas en su jornada laboral. Estas condiciones reflejan un ambiente laboral en el que se presentan dificultades que podría potenciar la prevalencia de sintomatología depresiva.
Sintomatología depresiva en los médicos.
El 28,6% de los médicos tenía antecedentes de depresión, y la prevalencia de sintomatología depresiva moderada-severa fue del 41,7%, similar a las registradas para los 202 internos de medicina, en cuatro hospitales de Lima, Perú, en el que también se utilizó el Tesz de Zung, identificando síntomas depresivos en el 42,612, y muy superior a la registrada por Guavita Falla y Sanabria Ferrand13, en estudiantes de Medicina de la Universidad Militar en Bogotá, Colombia13, donde la sintomatología moderada fue del 21,7% y la severa del 5,4%, y a la reportada en 2014 por Saldaña Ibarra y López Ozuna7 en México, en su estudio con 119 residentes de diferentes especialidades, donde la prevalencia de depresión severa a 30 días tamizada con la escala SRQ, fue de 7,6% y moderada del 27,0%. Un estudio realizado en México en residentes Velásquez Pérez, et, al9, evidenció que la sintomatología depresiva aumentaba en el primer año de estudios, y disminuía a partir del segundo año de formación.
Condiciones extra laborales y laborales asociadas a la prevalencia de sintomatología depresiva.
La única que presentó una asociación estadísticamente significativa (p<0,05) fue el tipo de vivienda que habitaban, donde quienes vivían en casa, presentaron 50,0% menos prevalencia de sintomatología depresiva que quienes vivían en apartamento. Aunque no fueron asociaciones estadísticamente significativas, se observaron mayores prevalencias en los médicos que tenían formación de pregrado (RP=3,01), o especialidad médico-quirúrgica (RP=2,69), recibían menos ingresos al mes (RP=1,35), vivían en el municipio donde laboraban (RP=1,44), realizaban actividades deportivas, recreativas y sociales (RP=1,52), tardaban menos de 30 minutos en llegar al lugar de trabajo (RP=1,32), y utilizaban transporte público (RP=1,44), sin embargo, esta evidencia no puede ser comparada ya que no se identificaron estudios con dichas características.
En este estudio, a diferencia de lo que se ha evidenciado con población médica13,14, no se identificaron asociaciones estadísticamente significativas que indicaran una mayor prevalencia de sintomatología depresiva en las mujeres. un estudio de Argentina y uno Colombiano, estudiaron los síntomas depresivos y su asociación con horas laboradas en residentes, evidenciando que las mujeres, los menores de 30 años y quienes laboraban entre 6-9 horas diarias presentaban mayor prevalencia de sintomatología depresiva15,16.
Vale la pena resaltar que, la sintomatología depresiva moderada-severa fue menor en los médicos que utilizaban bicicleta como medio de transporte, sin embargo, los médicos que refirieron realizar actividades extra laborales, presentaron 52,0% mayor prevalencia de sintomatología que aquellos que no las realizaban, a pesar de que el ejercicio puede ser un factor protector, para estos médicos no se comporta así. Siendo este hallazgo, contrario al evidenciado en la publicación de la revista Psiquiatría Social y Epidemiología Psiquiátrica, el cual revelo que el no hacer ejercicio aumentaba la prevalencia de depresión17.
Condiciones laborales asociadas a la prevalencia de sintomatología depresiva.
Para el presente estudio, sólo se identificó una asociación estadísticamente significativa (p<0,05) entre una mayor prevalencia de sintomatología depresiva moderada - severa, y el confort del puesto de trabajo, siendo mayor la sintomatología depresiva en quienes consideraban que su puesto de trabajo era cómodo, resultados que podrían ser paradójicos, sin embargo, no hay otra evidencia científica reportada al momento, que permita discutir tal situación. También se identificó una mayor prevalencia de sintomatología depresiva en quienes tenían entre 5 y 10 años en su oficio, laboraban en urgencias, consulta externa, y en instituciones de segundo nivel de complejidad (RP=1,50). Con respecto a lo anterior, se sabe que los profesionales que laboran en el servicio de urgencias, reciben al paciente crítico, donde la toma de decisiones debe ser rápida y asertiva con una alta carga académica, laboral y emocional, y por su parte, quienes están en el servicio de consulta externa, aunque no estén en un ambiente reconocido como estresante, manejan tiempos de atención reducidos, con un volumen alto de pacientes por jornada, y auditorias estrictas que pueden generar disconfort en el personal, argumento que se refuerza con los resultados de un estudio realizado en Medellín, donde el personal de salud con más trastornos del estado de ánimo, laboraba en el servicio de urgencias y hospitalización, esto debido a las condiciones propias de cada labor, como alteración en el ciclo circadiano y largos horarios laborales18.
También fueron mayor la sintomatología depresiva en quienes realizaban pausas activas durante su jornada de trabajo, tenían horario exclusivo para el consumo de alimentos, se sentían satisfechos con la labor que realizaban, tenían excelente relación con su jefe inmediato, asistían a capacitaciones y actualizaciones, y tomaban en cuenta sus sugerencias, esta sintomatología fue menor para quienes consideraban que tenían libertad para aplicar su criterio médico. Aunque éstos resultados podrían leerse como paradójicos, no hay evidencia científica, que permita discutir tal situación, dado que para los estudios que exploran sintomatología depresiva en personal médico, residentes o estudiantes7,16,19, las condiciones extra laborales y laborales exploradas no incluyen las condiciones anteriormente expuestas.
Limitaciones
Una de las limitaciones identificadas, fue el tamaño y tipo de muestra, la cual no cubrió todos los médicos que laboran en las instituciones hospitalarias y de salud del oriente del departamento de Antioquia-Colombia, situación que se presentó en parte, por la recolección de los datos se realizó hasta el inicio del plan de contingencia nacional por la pandemia Covid-19, momento en el cual se decidió suspender la aplicación del instrumento para evitar sesgos de información debido al aumento del estrés laboral y emocional.
De otro lado se limita la discusión de los hallazgos por la escasa evidencia registrada con población médica que explore características extralaborales y laborales de manera detallada, situación que sugiere la necesidad de incluir en otros estudios características o condiciones que incluyan características de las viviendas, el entorno, y la satisfacción laboral. Sería pertinente la estandarización y aplicación de escalas para identificar sintomatología depresiva en la población de médicos colombianos.