Antecedentes y objetivos:

Aunque se consideraba que los jóvenes estaban menos expuestos a contraer una forma severa de la infección, los efectos que ellos más resintieron fueron los psicosociales. El presente artículo se propone comprobar el papel mediador de los afectos negativos y de las estrategias evasivas, primero en la relación entre el impacto de la pandemia COVID-19 y el estrés percibido, y luego entre la amenaza percibida y el estrés.

Diseño:

Se utilizó un diseño transversal.

Métodos:

Se empleó una muestra de 669 estudiantes de grado (18 - 28 años) durante la cuarta oleada de coronavirus, cuando la variante delta era la dominante.

Resultados:

Se observaron asociaciones positivas entre el impacto de la pandemia COVID-19 y el estrés percibido (r = .485; p<.001), por un lado, y entre la amenaza percibida y el estrés (r = .283; p< .001), por otro lado. Los datos estadísticos demuestran que los afectos negativos y las estrategias evasivas actúan como mediadores seriales (efecto indirecto = .3349, 95% CI, (.2858; .3852) / (efecto indirecto = .2072, 95% CI, (.1515; .2624)). Consecuentemente, el impacto de la pandemia COVID-19 (β = .137; 95% CI (.0019; .0045)) y la amenaza percibida (β = .069; 95% CI (.0007; .0046)) aumentan el estrés no sólo de manera directa, sino también indirecta, intensificando los afectos negativos. Esto genera una propensión hacia el uso específico de estrategias evasivas de afrontamiento.

Conclusiones:

El estudio subraya algunos mecanismos explicativos en cuanto a las relaciones entre variables que afectan la salud mental durante la pandemia COVID-19.