Sr. Director:

Como alumno, colega y, sobre todo, amigo, asumo con gran tristeza la dolorosa responsabilidad de despedir al Profesor Carlos Carbonell Cantí. La muerte le sorprendió de forma inesperada el pasado 4 de septiembre de 2020 a los 73 años de edad, todavía con muchas ilusiones y proyectos por desarrollar.

Miembro ilustre de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, vivió su profesión de forma intensa, tanto desde la perspectiva clínica y quirúrgica como académica. Siempre ligado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, donde se licenció en 1971, inició su formación como cirujano general en el Hospital Clínico de Valencia.

Posteriormente dirigió su actividad hacia la cirugía cardiovascular. Realizó estancias en el Walsgrave General Hospital, en Coventry (Inglaterra), bajo la dirección del profesor Roger Abbey Smith (1975-1976), y en el Centre Jules Cantini, en Marsella (Francia), bajo la dirección del profesor Jean Houel (1982-1983).

Leyó su tesis doctoral, dirigida por el profesor Carbonell Antolí, en 1976, que trató sobre isquemia intestinal experimental.

Adquirió la categoría de profesor adjunto de Universidad por oposición en 1979 y, después, la de profesor titular de Universidad del Departamento de Cirugía de la Universidad de Valencia.

Fundó el Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico de Valencia en 1984 y, posteriormente, pasó a dirigir la Sección de Angiología y Cirugía Vascular hasta su jubilación, en 2017.

Autor y coautor de más de 100 publicaciones científicas, director de 27 tesis doctorales, además de numerosos trabajos de fin de grado y fin de máster, fue coordinador de la asignatura de Patología del Aparato Cardiocirculatorio de la Facultad de Medicina.

Además, fue miembro fundador y presidente de la Sociedad Valenciana de Angiología y Cirugía Vascular. Miembro de la Comisión Nacional de Angiología y Cirugía Vascular del Ministerio de Sanidad, fue nombrado académico de número de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana en 2012.

Pero el profesor Carbonell no solo destacó por su dedicación a la profesión que amaba, casi tanto como a su familia y al mar al que siempre deseaba volver, sobre todo, y así lo recordaré siempre, destacó por su dimensión humana, por su dedicación a los pacientes y a los alumnos, nuevos y antiguos, a los residentes y a los becarios. Siempre cordial y dispuesto a escuchar, a enseñar, a aconsejar. Fuimos muchos los que lo conocimos en esa faceta, pero también los que disfrutamos después de su sincera amistad. Pero, sobre todo, a lo largo de su vida, dio sentido a una distinción que, aunque a algunos pueda parecer antigua o nostálgica, tiene un profundo significado para los que el paso del tiempo ya nos da una cierta perspectiva de la vida y otorga auténtico valor a los valores humanos: fue un auténtico caballero de la cirugía.

Adiós, profesor y amigo.

D.E.P.