CASO CLÍNICO
Mujer de 79 años hipertensa y dislipémica, en seguimiento por quistes hepáticos. El control ecográfico objetiva dilatación de vena esplénica. Se solicita angio TAC con identificación de aneurisma de vena esplénica de 3,7 cm de diámetro, próximo a unión de mesentérica superior-porta (Figs. 1 y 2).
COMENTARIO
Los aneurismas venosos esplénicos constituyen una entidad rara. El primero fue descrito en 1953 por Lowenthal y Jacob y desde entonces, pese a un aumento de su incidencia, los casos descritos no alcanzan la centena (1-3). Su etiología parece multifactorial e incluye debilidad congénita de la pared del vaso y causas adquiridas (traumatismos, pancreatitis, hepatopatías, hipertensión portal, etc.) (1,2). La mayoría son hallazgos incidentales pero pueden producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, y como complicación trombosis, ruptura con hemorragia intraperitoneal o gastrointestinal, obstrucción duodenal, compresión de estructuras adyacentes e hipertensión portal (2,3). La evolución natural es desconocida, por eso su manejo resulta controvertido. Parece razonable intervenir los sintomáticos o complicados, considerar intervención profiláctica en pacientes de bajo riesgo con aneurismas > 3 cm, y mantener actitud conservadora con seguimiento ecográfico/TC en los pequeños y pacientes de alto riesgo, sin existir consenso. En cuanto a cómo tratarlo, también hay debate, se puede con la modalidad endovascular transhepática o transesplénica y la cirugía abierta convencional; la localización y tamaño son imprescindibles para la toma de decisiones (2-4).