INTRODUCCIÓN
La prevalencia mundial de la enfermedad arterial periférica oscila entre el 3 y el 12 %. La mayoría de la población afectada por esta enfermedad vive en regiones de bajos a medianos recursos (1). La sospecha diagnóstica de la enfermedad arterial periférica (AEP) se basa en la sintomatología, los hallazgos físicos y los antecedentes del paciente. Los estudios arteriales no invasivos (pletismografía, presiones segmentarias y ondas Doppler) son un pilar fundamental y el método estándar para evaluar la perfusión arterial de las extremidades inferiores en cualquier práctica vascular (2); sin embargo, poseen algunas limitaciones, especialmente en diabéticos, ancianos y pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) debido a la calcificación de la capa media arterial, que puede generar una sobreestimación del resultado del índice tobillo-brazo ITB (3), sumado a la necesidad de contar con equipos exclusivos para la realización de estas pruebas y a sus gastos adicionales, llevan a una pobre disponibilidad. Por esta razón, recientemente se ha descrito el tiempo de aceleración pedal realizado mediante una ultrasonografía Doppler como una alternativa de diagnóstico no invasivo (4).
DESARROLLO
Tiempo de aceleración pedal (TAP)
El tiempo de aceleración se define como el lapso desde el inicio del ascenso sistólico hasta su punto de máxima aceleración en la curva de flujo arterial Doppler (Fig. 1). Por lo anterior y basándose en el concepto de angiosomas del pie, Sommerset y cols. correlacionaron el tiempo de aceleración pedal de la arteria plantar lateral con el ITB y los síntomas en pacientes no diabéticos y encontraron una relación lineal estadísticamente significativa (5).
Sobre la base de lo anterior, se definió la siguiente clasificación para el tiempo de aceleración pedal (Tabla I). Si bien varios estudios han validado la relación entre ITB y TAP, sus resultados no coinciden con las equivalencias sugeridas por Sommerset y cols. (4-6). El estudio realizado en Medellín, Colombia, sugiere la siguiente distribución (4):
Tabla I. Clasificación propuesta por Sommerset y cols. (5).

AP: tiempo de aceleración pedal; ITB: índice tobillo-brazo.
- TAP menor de 120 ms: ITB normal.
- TAP de 120 a 160 ms: ITB de 0,5 a 0,9.
- TAP mayor de 160 ms: ITB inferior a 0,5.
Un estudio prospectivo publicado en 2021, que evaluó el TAP prerrevascularización y postrevascularización en paciente con rigidez arterial, concluyó que cifras menores de 180 ms se relacionan con mejores resultados (2), esto fue validado por otros estudios que muestran disminución de las amputaciones con la mejoría del TAP postintervención; sin embargo, solo tras alcanzar cifras de categoría I, supeditado a la relación con el grado de pérdida de tejido en la categoría II postratamiento (7).
La implementación del TAP en la evaluación periprocedimiento pretende cumplir cuatro propósitos clave:
Protocolo de TAP
Anatomía
La irrigación del pie está dada por el sistema plantar y dorsal. El arco plantar se deriva de la arteria tibial posterior, que trascurre posterior al maléolo interno; en la planta se bifurca en las arterias plantar medial y lateral. La plantar lateral da origen a la plantar profunda y a la plantar metatársica (5). El arco dorsal se deriva de la arteria pedia, rama terminal de la arteria tibial anterior (10,11), que da origen a la arteria arqueada y a la dorsal del metatarso (Fig. 2) (5). La arteria peronea se comunica con la arteria tibial posterior mediante la comunicante posterior y la rama lateral de la arteria calcánea, con la arteria tibial anterior mediante la comunicante anterior (12), lo cual confiere una derivación importante en la EAP.
Técnica
En el protocolo se describe la medición del TAP, uso de un transductor lineal de 7-12 MHz para la valoración del Doppler espectral, la velocidad y la permeabilidad en cuatro sitios: arteria arqueada, arteria plantar medial, arteria plantar lateral y arteria plantar profunda (13).
En el momento de la medición espectral, se debe aumentar la ganancia del color para que el vaso se llene completamente. Las mediciones deben realizarse en el centro de la arteria. El ángulo de medición debe ser igual o menor a 60°. La velocidad pico sistólica debe representar ¾ de la velocidad máxima ajustada (13).
Se recomienda realizar 20 evaluaciones supervisadas para lograr una adecuada curva de aprendizaje (13).
CONCLUSIONES
El tiempo de aceleración pedal se perfila como un nuevo método diagnóstico y pronostico prometedor, en especial en pacientes con rigidez arterial; de igual forma, se requieren mayores estudios para validar su utilidad en diferentes escenarios, ya que se vuelve operador dependiente (13), pero se observa que un tiempo de aceleración pedal menor se asocia a mejor pronóstico de la extremidad.










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