HISTORIA DE LA UROLOGÍA ESPAÑOLA

 

Los “Cuadernos de campo” y esbozos histológicos en la obra de Salvador Gil Vernet

Field notebooks and histologic drawings in the work of Salvador Gil Vernet

 

 

Antoni Gelabert Mas

Servicio y Cátedra de Urología. Hospital del Mar. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España.

Dirección para correspondencia

 

 

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RESUMEN

Trabajo basado en 11 libretas de campo, con sus anotaciones y descripciones de las preparaciones anatómicas macro y microscópicas. Existe además un cuaderno con varios dibujos hechos a mano y a lápiz de mina negra, que reproducen la anatomía microscópica del cuello; además cinco láminas de formato 60x40 cm. de dibujos histológicos, varias preparaciones histológicas, así como algunos papeles de carta con el membrete de Don Salvador en sus distintas facetas institucionales.

Palabras clave: Cuadernos de campo. Cáncer de próstata. Salvador Gil Vernet. Historia de la Urología.

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SUMMARY

Our work is based on 11 field notebooks with his notes and descriptions of macroscopic and microscopic anatomic preparations. There is also one notebook with several handmade drawings on black lead pencil, reproducing the microscopic anatomy of the bladder neck; there are also five 60 x 40 cm prints with histologic drawings, several histologic preparations, as well as several letter papers with Dr. Salvador’s letterhead in his various institutional aspects.

Key words: Field notebooks. Prostate cancer. Salvador Gil Vernet. History of Urology.

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Introducción

Siempre resulta difícil hablar de alguien a quien o bien no has conocido personalmente, o sólo tienes referencias a través de terceros o bien sólo tienes un conocimiento intelectual a través de su obra.

En mi caso, hablar del Prof. Salvador Gil Vernet, Don Salvador o Dr. Gil, como familiarmente le llamábamos los que estábamos en el círculo profesional próximo, me supone partir de una dualidad poco frecuente.

En primer lugar tuve el privilegio de conocerlo personalmente, de pasar largos ratos con él en su viejo despacho de la Cátedra de Urología del Hospital Clínic i Provincial, el Clinic, de acompañarlo en algunas visitas a otras salas del Hospital para hablar con algún médico de la casa, siempre sobre aspectos profesionales.

Lo acompañaba por los viejos pasillos, siempre dando la vuelta por el camino más largo, ya que evitaba cruzar por los pasillos centrales de la Facultad; decía gustaba de ver los familiares y enfermos juntos paseando y departiendo sentados en los bancos o en sillas de ruedas, contemplar sus alegrías y sufrimientos, ya que esto, decía es la realidad de la medicina hospitalaria.

Cuando esto sucedía llevaba ya varios años jubilado y los médicos jóvenes no lo reconocían físicamente, se había vuelto menudo y un poquitín encorvado, la biología manda, si bien su nombre era reverenciado al oírlo, como tantas veces tuve ocasión de presenciar.

Recuerdo los momentos en que el Prof. P. Carretero, entonces joven Jefe de Servicio, recién llegado de su formación alemana, le traducía algunos artículos originales del alemán, para profundizar sobre los contenidos. Don Salvador se enfadaba mucho, mostraba estar muy enojado cuando se vertían conceptos que él no aprobaba o que estaba convencido de lo contrario.

También los largos monólogos cuando tenía que exponer alguna conferencia en algún foro internacional y lógicamente debía ser ya en inglés, idioma que él no dominaba, se lo aprendía de memoria y se lo recitaba una y otra vez al Dr. Carretero, quien con tanta paciencia y veneración aguantaba estoicamente “los largos minutos” de oyente.

Por lo tanto, como decía anteriormente, tuve el privilegio de conocerlo personalmente, pero no he trabajado con él, la diferencia de edad era abismal, por lo que mis recuerdos son vivencias humanas y anécdotas, no experiencias profesionales en un sentido científico.

Sin embargo no puedo resistirme a ofrecer a la Historia de la Urología española, en mayúsculas, una vivencia que presencié: la discusión acalorada frente a un microscopio monocular, entre el Prof. Salvador Gil Vernet y el Prof. Hutch a raíz de una visita de éste último a Barcelona, allá por los años 1975-76.

La polémica giró, no podía ser otra, en torno a las fibras de decusación del uréter terminal, las que constituyen el trígono superficial, según Gil Vernet, y se insertan en el cuello-uretra prostático.

Había varias preparaciones histológicas e histo-topográficas (de gran formato como él utilizaba entonces) y que se iban colocando sucesivamente bajo el objetivo del microscopio; alternativamente ellos dos iban observando los detalles histológicos y señalando lo que para uno era una evidencia irrefutable para el otro carecía de la especificidad y función que se le imputaba a dichas estructuras; la discusión iba subiendo de tono, hablando uno en inglés y el otro en castellano, con algún vocablo duro en catalán, mientras iban traduciendo el diálogo el Dr. P. Carretero, el Dr. C. Guerra, adjunto del Servicio, y un ayudante del Prof. Hutch.

Fue una auténtica sesión memorable el poder asistir al privilegio del enfrentamiento intelectual y científico entre dos gigantes de la ciencia urológica universal, ambos ya desaparecidos, que defendían concepciones anatomo-funcionales radicalmente distintas.

Pero el hecho de haber trabajado profesionalmente en aquella casa durante 12 años, unos como alumno-estudiante interno, una figura histórica de los tres últimos años de la licenciatura, posteriormente los años de formación MIR y luego varios más como médico adjunto, me permitieron tener contactos frecuentes con su figura y al mismo tiempo asistir a los cambios estructurales del servicio y también a los cambios arquitectónicos del mismo para adaptarlos a las nuevas necesidades asistenciales.

Bien, pues en relación a este aspecto último es donde radica el motivo de mi participación en esta obra de recuerdo histórico. Podríamos remontarnos a muchos siglos para constatar que la historia de nuestros países ha tenido alocados episodios de hogueras en las que, con irracional intención de purificar el espíritu del pueblo, se echaba a las mismas obras capitales del pensamiento racional del hombre, despreciando el conocimiento; pues un episodio parecido, si bien no fruto de la irracional ira, sino de la miserable ignorancia, me permitió disponer actualmente de algunos “cuadernos de campo” de las investigaciones anatómicas del equipo de Don Salvador, en los que de manera metodológica se iban recogiendo los detalles de las piezas de anatomía que iban examinando, así como algunos bocetos de dibujos histológicos fruto de la observación microscópica.

La anécdota sucedió de manera esperpéntica. Estaba yo de guardia de presencia física los días en que se efectuaban las obras de remodelación del Servicio de Urología y los escombros de las obras se echaban en un contenedor metálico colocado al efecto al exterior; por una ventana cuyos cristales se habían roto adrede se arrojaba todo el material de las obras, contenido de la vitrinas, libros, cuadernos, matraces, pipetas, mecheros de cristal, entre otros muchos utensilios de laboratorio, los cajones de las vitrinas y su contenido, de manera especialmente abundante laminillas de preparaciones histológicas e histo-topográficas, es decir, todo el material que se hallaba en la habitación del ángulo sur, planta baja del Clínic. De manera casual, ojeaba como se iba acumulando el material de deshecho, observé que entre aquellos escombros había material gráfico, dibujos hechos a mano, preparaciones “laminillas” histológicas, algunas, pocas, enteras, la inmensa mayoría rotas, y cuadernos ya viejos, dibujos de gran formato hechos a mano que reproducían histologías observadas a través del microscopio, ya que al no haber entonces cámaras fotográficas adaptadas para captar la imagen del microscopio, se dibujaba lo observado. Durante el descanso de la noche y amparado en la penumbra, me acerqué al contenedor y retiré lo que pude y que se hallaba en “buenas” condiciones; este material es el que voy a describir y comentar a lo largo de las siguientes páginas.

El material consta de 11 libretas de campo, con sus anotaciones y descripciones de las preparaciones anatómicas macro y microscópicas. Existe además un cuaderno con varios dibujos hechos a mano y a lápiz de mina negra, que reproducen la anatomía microscópica del cuello; además cinco láminas de formato 60x40 cm. de dibujos histológicos, varias preparaciones histológicas, así como algunos papeles de carta con el membrete de Don Salvador en sus distintas facetas institucionales.

 

Dirección para correspondencia:
Antoni Gelabert Mas
Servicio y Catédra de Urología
Hospital del Mar
Passeig Maritim, 25 - 29
08003 Barcelona. (España).
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