CARTAS AL DIRECTOR

 

C. ALLEPUZ LOSA

Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

 

Sr. Director:

Estuve en la Asamblea de Oviedo, en donde se planteó el Tema de la Fusión de Actas con otras Revistas Sudamericanas, y quería opinar algo al respecto en un intento de poder aportar mi punto de vista.

En primer lugar, debe quedar claro que me parece una muy buena idea lo que se propuso, ya que creo que el crear una revista urológica en Castellano que sea referencia de todo el mundo hispanoparlante va a ser muy beneficioso para el común desarrollo científico y personal.

Se constituirá un vínculo común, como es el idioma, entre hispanoparlantes, que facilitará el sentimiento de Grupo, Comunidad o Asociación, promoviendo el desarrollo de relaciones científicas, personales e institucionales, y en algunos casos, la integración de recursos que faciliten la investigación.

Por otra parte, la creación de una Comunidad Científica Urológica, en español permitiría, aumentar, o mejor dicho, reconocer y reencontrar, nuestra autoestima como científicos, que en la conciencia de muchos se encuentra perdida, provocando una excesiva preocupación por seguir otras culturas científicas como la Anglosajona, que si bien es cierto que tiene un merecido prestigio en muchos aspectos, también es verdad que la nuestra no es inferior ni su conjunto, ni en conocimiento ni en ideas.

Además, España, o España y Portugal, en función de los términos de la fusión, se situarían como verdaderos puentes de unión entre la Ciencia y Cultura de 2 continentes, el Europeo y el Americano, situación con evidente proyección de futuro.

Por tanto, la creación de una única Revista Iberoamericana "en español", haría posible la difusión de la cultura e ideas científicas de nuestra cultura "en español", de una manera eficaz entre nosotros y entre otras culturas, especialmente la anglosajona, en la que muchos casos vemos como se difunden profusamente ideas, que ya estaban descritas previamente "en español", pero sin alcanzar la difusión y reconocimiento que merecían.

Ahora bien, aunque el planteamiento del problema esta claro, lo cierto es que estas reflexiones, u otras motivaciones y ventajas que pudieran existir no se plantearon en la Asamblea o previamente a ella suficientemente, como para que los urólogos asistentes pudieran ver el alcance de la situación.

Pienso que sería más adecuado llamarla integración, integración en un nuevo Proyecto común de todos aquellos que crean en él. Por otra parte, no creo que una fusión sin más, tal y como se planteó nos conduzca al final deseado. Para ello, y también en consonancia con algunas de las voces que se expresaron en la Asamblea se debería de garantizar que la Revista resultante de la fusión, alcanzara un prestigio suficiente como para que sirviera de guía al urólogo hispanoparlante y una referencia importante en el mundo anglosajón. Aunque enumerar las dificultades, siempre es más fácil que dar soluciones, creo que la idea principal sería el que dicha Revista alcanzara altas cotas de exigencia científica, dando cabida a lo mejor de España, Portugal y Latinoamérica, lo cual conllevaría seguir los Requisitos Internacionales de Uniformidad, existencia de un Comité de selección muy riguroso, así como Revisores especializados de cada materia, que utilizasen listas de comprobación normalizadas y previamente consensuadas y cualquier otro medio que permitiera evaluar el trabajo tanto en el fondo y metodología como en la forma, para que la valoración final fuera lo mas objetiva y reproductible posible, dejando poco espacio a la subjetividad, que domina en otras publicaciones.

Creo que ese podría ser un buen punto de partida para crear una nueva Revista de la que todos nos sintiéramos orgullosos, incluida en las bases de datos más acreditadas, constituyendo un nexo de unión entre dos continentes y generadora de beneficio para los pacientes de cualquier cultura.

 

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Dr. C. Allepuz Losa
Servicio de Urología
Hospital Univ. Miguel Servet
50009 Zaragoza

(Carta recibida el 9 septiembre de 2004)