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Actas Urológicas Españolas

Print version ISSN 0210-4806

Actas Urol Esp vol.33 n.6  Jun. 2009

 

REVISIÓN

 

Trazodona: ¿Nuevo enfoque selectivo para el tratamiento de los sofocos generados por la deprivación androgénica en el carcinoma prostático?

Trazodone: A new selective approach to the treatment of hot flushes induced by androgen deprivation in prostate carcinoma?

 

 

Santiago Vilar González*, Francesc Montañá Puig**, Sebastiá Sabater Martí*, Mª Victoria Villas Sánchez*, Mª del Mar Sevillano Capellán*, Manuel Aguayo Martos*

*Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (Chua).
**Angelini-Farmaceútica. España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

El protagonismo creciente del carcinoma prostático en las sociedades desarrolladas hace que tenga que ser muy tenido en cuenta el balance beneficio-perjuicio de los tratamientos prestados.
Dado el enfoque terapéutico cada vez más complejo del carcinoma prostático, hoy en día se requiere de una suma de conocimientos extensos.
La deprivación androgénica juega un papel principal en esta patología. El tratamiento de la toxicidad derivada en forma de sofocos, síndrome metabólico, osteoporosis, trastornos cognitivos, etc., adquiere cada vez mayor interés.
El tratamiento farmacológico de los sofocos pasa por un manejo hormonal no exento de riesgo oncológico a la par que de una toxicidad nada despreciable. Dentro del tratamiento no hormonal de esta patología juegan un papel destacado los antidepresivos.
La trazodona, un antidepresivo SARI (inhibidores de la recaptación de serotonina/antagonista de la 2A), con un perfil de actuación más selectivo sobre los receptores implicados en los sofocos; podría ser de gran interés. Trazodona muestra una gran afinidad por los receptores 5-HT2A y una moderada afinidad por los receptores 5-HT1A.
Como es conocido los niveles de serotonina (5-hidroxitriptamina o 5-HT) en mujeres postmenopáusicas están disminuidos, normalizándose con las terapias sustitutivas. Todo ello sugiere que la deprivación abrupta de hormonas sexuales da lugar a una reducción en la circulación de serotonina, con el consiguiente aumento de sus receptores 5-HT2A hipotalámicos. Estos receptores estarían implicados en la patogénesis de los sofocos siendo su bloqueo una de las principales medidas terapéuticas.
El uso de trazodona elevando las concentraciones de serotonina y bloqueando a los receptores 5-HT2A y 5-HT1A podría plantearse como un nuevo enfoque más de acorde con la fisiopatología de los sofocos. Estudios comparativos bien dirigidos son necesarios para dar respuesta en cuanto a su efectividad. Otras cuestiones pendientes serían las dosis y el tiempo de tratamiento más eficaz para el control de los sofocos.

Palabras clave: Carcinoma prostático. Sofocos. Deprivación hormonal. Tratamiento. Antidepresivos. Trazodona. Receptores 5-HT2A.


ABSTRACT

The growing relevance of prostate carcinoma in the developed world requires serious attention to focus on the risk-benefit relationships of the treatments used.
Given the increasingly complex therapeutic approach to prostate carcinoma, an extensive range of knowledge is required.
Androgen deprivation plays a central role in this disease. The management of androgen deprivation-derived toxicity in the form of hot flushes, metabolic syndrome, osteoporosis, cognitive disorders, etc., is of growing interest.
The drug treatment of hot flushes involves hormone management that is not without oncological risk and moreover generates considerable toxicity. Antidepressants in turn play an important role in the non-hormone treatment of this disorder.
Trazodone, a serotonin reuptake inhibitor/5-HT2A receptor antagonist affording more selective action upon the receptors implicated in hot flushes, could be of great interest. Trazodone shows great affinity for the 5-HT2A receptors and moderate affinity for the 5-HT1A receptors.
Serotonin (5-hydroxytryptamine, or 5-HT) levels are known to be lowered in postmenopausal women, and normalize when replacement therapy is provided. This suggests that abrupt sexual hormone deprivation gives rise to a reduction in blood serotonin - with a subsequent increase in its hypothalamic 5-HT2A receptors. These receptors would be implicated in the pathogenesis of hot flushes; as a result, the blocking of such receptors is one of the principal therapeutic measures.
The use of trazodone, increasing the serotonin concentrations and blocking the 5-HT2A and 5-HT1A receptors, could be viewed as a novel management approach more in line with the physiopathology of hot flushes. Well designed comparative studies are needed to establish the efficacy of such treatment. Other issues pending clarification would be the most effective dose and duration of treatment for controlling hot flashes.

Key words: Prostate carcinoma. Hot flashes. Hormone deprivation. Treatment, Antidepressants. Trazodone. 5-HT2A receptors.


 

La mayor incidencia y prevalencia del carcinoma prostático en las sociedades desarrolladas, con una supervivencia previsible cada vez mayor; hace que deba ser tenido en cuenta, entre otras cuestiones, la yatrogenia generada.

La deprivación hormonal con análogos de la LH-RH juega un papel principal en el tratamiento tanto de los pacientes afectos de carcinomas prostáticos localizados de alto riesgo como de los pacientes localmente avanzados y metastásicos. El papel que pueda jugar en los pacientes de riesgo intermedio1-3 pasa primero por consensuar por la comunidad científica la definición de los grupos de riesgo4, quedando también por aclarar el tiempo de mantenimiento. Su papel en adyuvancia a la braquiterapia también es otro punto de interés para estudios futuros5,6.

Por todo ello, ante el número creciente de pacientes afectos de sofocos, se ha de incidir en su tratamiento.

La terapia hormonal sustitutiva no esta exenta de toxicidad7-12 (hepática, cardiovascular) así como de un riesgo oncológico13,14, todo lo cual debe ser tenido en consideración.

Cualquier nueva terapia para la prevención y el tratamiento de la toxicidad inducida por la deprivación hormonal, basada en una terapia sustitutiva, debe asegurar su total seguridad en cuanto a la evolución del proceso neoplásico hormonodependiente.

Por todo ello y basándonos en la fisiopatología desencadenante de los sofocos, el enfoque no hormonal debe jugar un papel destacado, siendo hoy por hoy de primera elección.

La trazodona, un antidepresivo SARI, con un perfil de actuación muy selectivo sobre los receptores implicados en los sofocos; podría desempeñar un importante papel en su tratamiento.

 

Desarrollo

A continuación revisaremos brevemente el mecanismo fisiopatológico implicado en el desarrollo de los sofocos.

Como se ha documentado la noradrenalina (NA) se presenta como el neurotransmisor implicado en el control del centro termorregulador, acortando su intervalo de respuesta y rebajando su umbral de tolerancia por lo que se genera una vasodilatación cutánea con sudoración profusa. Por ello en general los fármacos con función noradrenérgica posibilitarían la aparición de la sintomatología.

Por otra parte, mientras la NA genera este acortamiento del intervalo, la serotonina y la dopamina tienen un efecto contrario. Los niveles de serotonina (5-hidroxitriptamina o 5-HT) en mujeres postmenopáusicas están disminuidos, normalizándose con las terapias sustitutivas. Todo ello sugiere que la deprivación abrupta de hormonas sexuales da lugar a una reducción en la circulación de serotonina, con el consiguiente aumento de sus receptores 5-HT2A hipotalámicos15,16. Estos receptores estarían implicados en la patogénesis de los sofocos15 por ello el uso de antidepresivos serotoninérgicos estaría justificado y de hecho se han ensayado varios de estos fármacos con resultados esperanzadores17-19.

Nuevos antidepresivos, en especial la venlafaxina y la paroxetina parecen ser los más eficaces en su control17-21, con respuestas en torno al 50-65 %, algo menores que con las terapias hormonales pero con un perfil de seguridad mayor en los supervivientes con cáncer hormonosensible15.

Por otro lado la trazodona es una fenilpiperazina derivada de la triazolopiridina. Trazodona es un potente y selectivo antagonista postsináptico del receptor 5-HT2A y un inhibidor moderado de la recaptación de serotonina22,23. Como se ha comentado es miembro del grupo de antidepresivos denominado SARI (inhibidores de la recaptación de serotonina/antagonista de la 2A). Muestra una gran afinidad por los receptores 5-HT2A y una moderada afinidad por los receptores 5-HT1A24 (Figura 1).

El perfil farmacológico de la trazodona se presenta interesante a la hora de valorar su uso en el tratamiento de los sofocos en pacientes con carcinoma prostático en tratamiento con deprivación hormonal.

La potencia de bloqueo de los receptores de serotonina 5-HT2A varía considerablemente entre los antidepresivos de primera generación (tricíclicos). La importancia de dicho efecto sobre la acción terapéutica de dichos antidepresivos en general no está clara. Sin embargo, las fenilpiperazinas son más selectivas que los antidepresivos tricíclicos a la hora de bloquear a los receptores 5HT2A24.

Si analizamos un ISRS (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina) clásico como la fluoxetina, ésta posee poca afinidad por los receptores 5-HT1A y 5-HT2A, pero inhibe la recaptación de serotonina con mayor potencia que la trazodona. De hecho, la concentración necesaria del fármaco para producir una inhibición del 50% (CI50) de la recaptación es de sólo 6 nmol/l para fluoxetina, frente a 115 nmol/l para trazodona25,26 (Tabla 1).

La actividad de los ISRS produce una estimulación de todos los receptores de serotonina debido al aumento de los niveles libres de 5-HT. El no proporcionar un bloqueo específico de receptores y, aunque esto ha demostrado ser útil en el tratamiento de la depresión, puede ser responsable de la estimulación de los receptores 5-HT2A en algunas zonas del cerebro (p. ej. postencéfalo y la médula espinal), generalmente relacionados con la aparición de reacciones adversas al fármaco, tales como agitación, ansiedad, y disfunción sexual27. Recordemos que estos son los principales receptores implicados en los sofocos, y que sí son inhibidos por la trazodona.

Al mismo tiempo la trazodona no causa un bloqueo clínico de los receptores de acetilcolina y por lo tanto los efectos anticolinérgicos potenciales (visión borrosa, alteraciones cardiacas, sequedad bucal, trastornos intestinales, retención urinaria, aumento presión ocular) son irrelevantes. Tampoco presenta efecto clínico sobre la inhibición de la NA por lo que minimiza los posibles efectos secundarios tipo: apatía, falta de motivación, pérdida del placer y falta de concentración.

Por otro lado, trazodona presenta una afinidad interesante por los receptores α. La alta y moderada actividad establecida de trazodona por los receptores adrenérgicos a1. y a2, respectivamente, podrían contribuir a sus efectos beneficiosos descritos en la disfunción eréctil28. Por el contrario pudiera plantear cierto riesgo ocasional de hipotensión ortostática.

También bloquea los receptores de histamina (H1). Probablemente debido a este efecto y a su potente antagonismo 5-HT2A27,29 trazodona posee una actividad sedante que ha demostrado ser muy útil en el tratamiento de los pacientes ancianos con agitación e insomnio.

Por todo ello la trazodona no solamente puede controlar los sofocos sino que dado su perfil farmacológico nos podría favorecer mucho el control de la ansiedad, del sueño y de la disfunción eréctil con la consiguiente mejoría en la calidad de vida.

No están disponibles publicaciones de trazodona en pacientes con supresión hormonal y por lo que respecta a su uso frente a los síntomas de climaterio, únicamente se dispone de un estudio piloto con 25 pacientes, sin un diseño especifico, para valorar su eficacia en el control de los sofocos. Se utilizó a dosis de 75 mg/día durante 3 meses y no se objetivo efecto sobre la puntuación de los sofocos pero sí en la reducción de la ansiedad, insomnio e irritabilidad30. Aunque éste estudio piloto no parece corroborar la posible eficacia de dicha molécula sobre los sofocos, cabe tener presente, que se llevó a cabo con una metodología mejorable en la actualidad.

Otro dato en contra de su eficacia en este estudio es la dosis utilizada, recordar su menor potencia en relación a los ISRS. Este punto podría soslayarse con un aumento de la dosis.

Dosis habituales de entre 200 a 400 mg sin riesgo alguno31, son utilizadas en la práctica clínica ambulatoria, reservándose dosis de hasta 600 mg para el tratamiento de las depresiones con ingreso hospitalario32.

Dado el interesante perfil farmacológico y clínico de este fármaco sería deseable testar mediante metodología contrastada su capacidad de mejoría de los enfermos oncológicos prostáticos sometidos a deprivación hormonal, no solamente en el ámbito de los sofocos sino también en la mejoría de su calidad de vida, utilizando diversas escalas validadas que objetiven dicho efecto22,23.

Futuros estudios comparativos bien dirigidos son necesarios para obtener respuestas, no sólo en cuanto a su efectividad, sino también en cuanto a la dosis y el tiempo de tratamiento necesarios.

 

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Dirección para correspondencia:
Dr. Santiago Vilar González
Servicio de Radioterapia
Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA)
Hnos. Falco, s/n - 02006 Albacete.
Tel. : 0034 96 75 97 523
E-mail: santiagov06@gmail.com

Trabajo recibido: enero 2009
Trabajo aceptado: febrero 2009

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