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Actas Urológicas Españolas

versão impressa ISSN 0210-4806

Actas Urol Esp vol.34 no.6  Jun. 2010

 

CARTAS CIENTÍFICO-CLÍNICAS

 

Raro caso de tumores adenomatoides múltiples derivados de la túnica vaginal de testículo y epidídimo

Rare case of multiple adenomatoid tumors arising from tunica vaginalis of testis and epididymis

 

 

Dirección para correspondencia

 

 

Sr. Director:

Los tumores adenomatoides suelen presentarse como masas extratesticulares. La mayor parte de estas pequeñas masas paratesticulares, de crecimiento lento, se pueden diagnosticar mediante exploración física. La ecografía también ayuda al diagnóstico de este tumor benigno al demostrar la localización extratesticular de la masa. Los tumores adenomatoides del epidídimo se suelen identificar bien y es preciso diferenciarlos de las lesiones parenquimatosas testiculares1.

Un varón de 40 años acudió a nuestro servicio de urología con antecedentes, desde un año antes, de masa escrotal izquierda, indolora y dura. El paciente negaba antecedentes de trastornos o intervenciones quirúrgicas genitourinarias, traumatismos recientes y síntomas generales.

La exploración física demostró múltiples masas paratesticulares de pequeño tamaño.

La ecografía de escroto reveló 3 masas paratesticulares sólidas y bien definidas, hipoecoicas, de 5, 6 y 10mm respectivamente, localizadas en la superficie anterior del testículo.

Todos los marcadores tumorales séricos, como alfafetoproteína, gonadotropina coriónica humana beta y lactato deshidrogenasa, estaban dentro de los límites normales.

Se realizó una exploración testicular mediante abordaje inguinal con escisión local de las masas paratesticulares (figura 1). El análisis intraoperatorio de cortes congelados de las muestras no mostró signos de malignidad. El estudio histológico posterior confirmó la presencia de tejido fibroso benigno con elementos celulares reunidos en nidos y cordones sólidos y un moderado estado inflamatorio (figura 2). El postoperatorio cursó sin incidencias y, hasta la fecha, el paciente se encuentra bien, sin signos de recidiva transcurridos 8 meses.


Figura 1. Imagen intraoperatoria de múltiples masas paratesticulares
sólidas, bien definidas, localizadas en la superficie de testículo y epidídimo.


Figura 2. Representación histopatológica e inmunohistoquímica
que muestra tejido fibroso benigno con elementos celulares reunidos
en nidos y cordones sólidos (EMA+) y estado inflamatorio moderado (10x).

 

El cáncer de testículo suele presentarse como una masa sólida palpable; el 90-95% de las masas testiculares palpables son tumores de células germinativas malignas. La ecografía de alta resolución detecta con fiabilidad las masas intratesticulares sólidas, aunque no diferencia entre lesiones benignas y malignas.

Las opciones terapéuticas consisten en orquiectomía radical, biopsia diagnóstica por escisión y conducta expectante2.

Los tumores paratesticulares son procesos poco frecuentes y por lo general benignos que, si se diagnostican correctamente, son susceptibles de extirpación local. Los tumores adenomatoides de epidídimo son el subgrupo más frecuente y representan el 60-70% de las neoplasias benignas de estas estructuras. Se ha señalado que la inflamación puede intervenir en su aparición, debido a su asociación ocasional con periorquitis e hidroceles, así como a la presencia de células inflamatorias en su interior3. Se producen sobre todo en los tejidos paratesticulares en los varones y en el útero y las trompas de Falopio en las mujeres. En su mayor parte proceden del epidídimo y, rara vez, de túnica testicular, cordón espermático, conductos eyaculatorios, próstata o zonas suprarrenales.

El origen de estos tumores ha sido objeto de debate durante años, aunque estudios más recientes realizados con microscopia electrónica y tinción inmunohistoquímica apuntan a un origen probablemente mesotelial4,5.

La ecografía de escroto es la técnica de imagen de elección para diferenciar entre lesiones sólidas y quísticas y entre masas extratesticulares e intratesticulares.

Normalmente, estos tumores son de color blanco, aunque por lo general de consistencia más firme que el seminoma habitual, con posible afectación parenquimatosa destacable y, en ocasiones, imposibles de distinguir a simple vista del seminoma. Al mismo tiempo, los seminomas pueden parecer tumores adenomatoides, con mitosis poco frecuentes y marcadores tumorales séricos negativos6.

No obstante, su localización habitual (en el epidídimo), la ecografía de escroto y la positividad inmunorreactiva para calretinina y CK-7 de los tumores adenomatoides son útiles para hacer la diferenciación y llegar a un diagnóstico correcto.

Para recomendar la mejor opción terapéutica es necesario un conocimiento profundo de los procesos intraescrotales benignos7. Por desgracia, la ecografía y los marcadores tumorales séricos no siempre son útiles para diferenciar las lesiones paratesticulares de las intratesticulares. De cualquier modo, en caso de sospechar una lesión benigna, el cirujano debe utilizar un abordaje inguinal con pinzamiento precoz del cordón espermático, cobertura del campo con paños quirúrgicos y evaluación histológica de los cortes congelados en lugar de una orquiectomía radical inmediata8-10.

En definitiva opinamos que, al igual que en nuestro caso, siempre que sea posible deberá realizarse una intervención quirúrgica conservadora del órgano.

 

G.B. Di Pierro, A. Sciarra, M. Innocenzi y C. Cristini
Departamento de Urología «U. Bracci», Universidad Sapienza, Roma, Italia

 

Bibliografía

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Dirección para correspondencia:
gb.dipierro@libero.it
(G.B. Di Pierro)

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