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Medicina Intensiva

versión impresa ISSN 0210-5691

Med. Intensiva vol.35 no.6  ago./sep. 2011

 

IN MEMORIAM

 

 

Lluís Cabré Pericas

Servicio de Medicina Intensiva, Hospital de Barcelona SCIAS, Barcelona, España.
Correo electrónico: 10654lcp@comb.cat

 

 

Ricardo

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

Konstantínos Kaváfis

No se si llegó a Ítaca, sólo él lo sabe. Lo que es cierto es que no llegó de viejo, pero sus aventuras y el conocimiento adquirido durante la travesía no se los quedó solo para él. Siempre supo difundirlo con su pluma certera y su verbo locuaz. Este debe ser necesariamente mi primer reconocimiento a su persona. Su sabiduría, su conocimiento y sus experiencias siempre han estado a nuestro alcance con sus enseñanzas y su maestría y nos ha inspirado lo que todos debemos hacer porque nos obliga nuestra profesión. Ser Médico.

Su formación como médico se inició en el viejo Hospital de Sant Pau, joya arquitectónica del discípulo del maestro Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, sustituido actualmente por un edificio funcional. Pudo llegar a ver el nuevo y moderno hospital de Sant Pau. Médicos de aquella escuela como Alvar Net, Jordi Ibáñez o Antoni Artigas fueron durante años sus compañeros y maestros que iniciaron la medicina intensiva no solo en Cataluña, sino también en toda España. Escuela que, gracias a médicos como él, ha conseguido que su estela siga viva y muchos de sus discípulos sean actualmente referentes no solo en nuestro país, sino también en Europa y en el mundo entero.

Cruzó un trocito del Mediterráneo y estuvo años en el Hospital de Son Dureta, en Palma de Mallorca, en donde desarrolló gran parte de su vida profesional, para luego volver a la península como jefe de servicio al hospital de Castellón.

Sus artículos, sus libros y sus presentaciones orales o en póster en múltiples congresos ponen de manifiesto su gran valer en la medicina intensiva española y eso lo hace ser un referente para todos nosotros y los jóvenes que nos siguen. A estos jóvenes solo decirles que pongan su nombre en Google o en cualquier otro buscador como PubMed y verán su capacidad de trabajo, científica e intelectual.

Medicina Crítica Práctica es una colección de libros que, desde su inicio, él dirigió con maestría y que nos ha servido a todos los médicos dedicados al enfermo crítico como referencia ineludible. Este legado no se puede perder y seguro que alguien recogerá el timón en esta nueva andadura tras su ausencia.

Fue el primer presidente del Comité Científico de la SEMICYUC, luego fue presidente de esta sociedad y, gracias a él, entré a formar parte de la junta directiva y, años después, presidente de ella. No os voy a decir los motivos por los que acepté formar parte de su junta, queda en la intimidad de la parte del viaje a Ítaca que hemos hecho juntos. Pero sí que os puedo decir que gracias a él intenté mantener su espíritu cuando fui presidente e intenté cumplirlo, no sé si lo conseguí, pero sí que mi cariño, entrega y trabajo los volqué a la SEMICYUC y siempre fue un gran consejero en momentos difíciles en nuestra sociedad científica.

Ha sido uno de los más importantes impulsores de la bioética clínica dedicada al enfermo crítico y, además, siempre participó no solo en la propia SEMICYUC, sino también en el Observatori de Bioètica i Dret de la Universitat de Barcelona, con la directora de la cátedra UNESCO de bioética, María Casado. Formado en estos temas de la mano del Prof. Diego Gracia en el máster que realizó en la Universidad Complutense de Madrid.

Nunca en una asamblea del congreso anual de la especialidad sus asistentes estuvieron aplaudiendo tanto rato como cuando la Junta Directiva de la SEMICYUC lo nombró miembro honorífico de la sociedad hará ahora unos tres años. No hace falta más ejemplos como para ver el afecto que todos le teníamos.

En su viaje particular a Ítaca, no me perdonará que no mencione varias cosas más. En primer lugar, su gran conocimiento por el cine. Recuerdo en Barcelona, no hace muchos meses, haciendo una crítica constructiva del libro de Ricardo Manrique sobre el cine y la ética. Películas de hondo calado ético que solo él sabía desmenuzar.

Otra cosa que no me perdonaría es que no hiciese una referencia a un gran amor, su Barça de toda la vida, culé como el que más y que en estos últimos años le dio grandes satisfacciones.

Por último, dice el refrán que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer. En este caso es cierto del todo, Luisa, su compañera de toda la vida, ha sido su gran apoyo, su gran amor y seguro que la mejor compañera de viaje. Sin olvidar a su hija Laia, su otro gran amor.

Allá donde esté nos veremos en Ítaca y te contaremos muchas cosas...

Te queremos...

Lluís Cabré y miles de médicos y amigos.

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