Hace pocos meses, en el marco de la pandemia Covid, se publicó el muy interesante estudio escrito por el Dr. Pedro Sabando sobre las diferentes vertientes, resistencias y complejidad del proceso de elaboración de la Ley General de Sanidad (1986) y con ella de la construcción del Sistema Nacional de Salud en España. En primera persona, Sabando, figura clave en la elaboración de dicha Ley y en la construcción del SNS, ha escrito la radiografía necesaria para comprender el proceso.
Pedro Sabando une su condición de político de profundas convicciones, con su rigurosa formación médica y su larga trayectoria (fue relevante su papel de Secretario de la Coordinadora MIR durante el franquismo, en su definición de metas, objetivos, líneas organizativas, de sus luchas y conflictos), y su praxis médica, con su labor de dirección estratégica y de gestión de diferentes espacios, organizaciones e instituciones.
En su contribución global a diferentes desarrollos de la construcción modernizadora y democrática del Estado, resulta clave la que inicia en 1982 como Subsecretario con un economista que acababa de entrar como ministro catalán en un flamante Ministerio: el de Sanidad. Desde el primer momento su presencia estaba ligada a protagonizar el establecimiento de las líneas y acciones estratégicas para la construcción de algo que entonces resultaba fantasioso para muchos: el SNS. Pronto obtuvo la comprensión del ministro Ernest Lluch y desde ahí, el acuerdo y empeño para ello.
Inmediatamente empieza sus trabajos generando un amplio marco de participación y debates con profesionales sanitarios, organizaciones ciudadanas, asociaciones científicas… abriendo un proceso cuya metodología era desconocida en este país. Un proceso cuya profundidad y alcances en un marco de incomprensión, resistencias activas e intereses enfrentados deja una impronta que debe ser también recordada y valorada en todas las dimensiones que corresponden al observar lo que seguramente fue –y es- uno de los mayores logros, si no el mayor, de la democracia española.
Con seguridad hoy los lectores saben de la valoración del SNS por la ciudadanía y de su amplio y sustantivo reconocimiento internacional. Pero posiblemente desconocen el arduo y profundo empeño en obtener la decisión política del Gobierno para su creación, en establecer el avanzado y riguroso diseño en su configuración, en un Estado donde las CC. AA, por ejemplo, aún estaban conformando competencias o donde las posiciones divergentes eran profundas y activas.
Las apuestas del autor del texto como pensador y líder de la gestión del proceso y los claroscuros de los quehaceres puestos en marcha hablan de la traducción a la política institucional de los valores de equidad, universalidad y calidad de la prestación sanitaria como derecho de la ciudadanía y del afrontamiento, por tanto de las inseguridades y diferencias tanto dentro de miembros del Gobierno de entonces como por supuesto de las resistencias activas, abiertas y ocultas, que buscaron dinamitar el proceso. Da cuenta también del acoso, la “Operación primavera”, la agitación inducida en contra de la creación del SNS y de cómo se hicieron.
Tenemos pues en las manos uno de los libros más singulares de los escritos sobre la Ley General de Sanidad y la creación y puesta en marcha del SNS. Podemos entender mejor la trascendente naturaleza de todo ello precisamente porque la narrativa desde la perspectiva de la memoria, de la razón histórica, nos lo muestra.
Pedro Sabando entra en la presentación de los fundamentos históricos, sanitarios y políticos que sientan las bases y el marco del SNS. Y, junto a ello, da cuenta de intereses contrapuestos en acción contra el proyecto, de resistencias, antagonismos, diferencias, debates, controversias y disputas, de su significación y pretensión determinante, de su incidencia también, por tanto, en la elaboración de la Ley. Pues promover y dar sustento a la cohesión social y territorial en España, en un momento de configuración del Estado, resultaba relevante para el autor, como se desprende del texto. Elementos todos ellos que guardan directa relación con modelos subyacentes de valores sociales -además de los estricta y reduccionistamente sanitarios-, a los que de alguna forma contribuyen y trascienden, naturalmente.
Estamos ante un estudio de omnisciente mirada, aguda penetración y potente prosa analítico/descriptiva que da cuenta de vertientes poco o nada conocidas, que aporta esclarecedora, profunda, sagaz y lúcida semblanza de la forja y naturaleza de nuestro SNS.
Pedro Sabando, lejos de toda tentación hagiográfica, nos muestra y perfila muy acertadamente que fue preciso gran esfuerzo de pensamiento, acción, convencimiento y apuesta.
Entonces, como ahora de otra manera, todo ello resultó imprescindible.