La AEN-PSM ha venido prestando atención al Marco de Poder, Amenaza y Significado (MPAS o Marco PAS), que la División de Psicología Clínica de la Asociación Británica de Psicología publicó en 2018, tanto en versión extensa (¹) como en versión reducida (²). De hecho, antes de este libro de Mary Boyle y Lucy Johnstone, publicado en papel en la Colección Estudios, un grupo de profesionales de la AEN-PSM había traducido tanto la versión extensa (³) como la edición resumida (⁴), primeras versiones digitales publicadas en España, de las que se han derivado debates y apuestas en nuestro país. Sus autoras son dos psicólogas clínicas de larga trayectoria en el ámbito académico y profesional, ligadas a la búsqueda de acompañamiento, escucha y recuperación, no solo en investigación, sino también en la comprensión y praxis de la salud mental. Ambas han participado en la elaboración del texto inicial del Marco PAS y, ya desde el título, muestran su objetivo principal, que consiste en abundar en una alternativa al diagnóstico psiquiátrico generalizado y vigente a nivel internacional. En este valiente y arriesgado texto, promueven una presentación amplia y profunda de dicho Marco, al tiempo comprensiva, didáctica y favorecedora de experiencia personal. Su análisis del proceso, que entra con detalle en los perfiles del poliedro, se propone de manera sistemática, ordenada y en espiral. Una cuestión no menor, por cuanto, desde la complejidad el pensamiento y la exposición en espiral, introduce diferentes niveles lógicos conectados, dejando de lado las frecuentes y empobrecedoras presentaciones lineales.

Este libro forma parte de una relevante colección británica (“A Straight Talking Introduction” -una introducción directa-), que tiene dos ejes muy singulares:

La AEN-PSM, que ha favorecido alternativas sobre cómo concebir, evaluar y afrontar el sufrimiento psíquico, el malestar psicológico-emocional, ha decidido apostar de nuevo con la publicación de este libro. Su contenido supone un salto cualitativo al salir fuera de la noción de las enfermedades biomédicas y, al tiempo, entra a investigar, describir y proponer lo vivido desde la experiencia del sufrimiento, aportando una forma diferente de entender la salud mental.

Las autoras nos presentan el sufrimiento psíquico, epítome de la existencia humana, que parece que debiera establecer equivalencias con las clasificaciones psicopatológicas dominantes del modelo biomédico obligado a fijar diagnósticos y tratamientos. Denuncian que este modelo contiene una concepción extremadamente establecida como “verdad científica” que no cuenta con los correlatos suficientes para establecer desequilibrios químicos con base en disfunciones orgánicas o estructurales. Un modelo que tiene hoy tal peso que habría venido a configurar una pseudorrealidad, marcada por el cartel de rigurosa, que excluye la consideración de otra mirada/conocimiento/praxis. Un fenómeno este tan paradójico como asombroso que hace pensar que estamos dominados por un “monomito” sostenido desde intereses espurios. Así, las autoras destacan que, hasta la fecha, no se han obtenido esos resultados buscados con grandes inversiones de la industria farmacéutica en juego, desarrollados explícitamente en esa búsqueda al menos desde 1970. Tales discursos juegan con las palabras, generando pseudolenguajes de falsas o insuficientes evidencias, no solo en la psiquiatría biologicista, sino también en algunos modelos teórico-técnicos de cuño psicologicista, enhebrados a través de la aguja de los discursos del poder. Este modelo dominante sustituye los problemas de los que haría falta ocuparse por otros que promueven pseudorrealidades engañosas, descalificando además los primeros.

Mary Boyle y Lucy Johnstone presentan progresivamente la propuesta de un hecho experiencial alternativo que parte de quienes han presentado sufrimiento psíquico pero ha quedado oculto por las numerosísimas publicaciones, financiación millonaria de investigaciones, eventos congresuales etc., que promueven concepciones, intervenciones y estrategias en los servicios sanitarios (y en sus diseños). Estas últimas dificultan gravemente el ejercicio de la mirada, la escucha, la participación, la comprensión, el apoyo, la resignificación de lo vivido en un contexto más allá del biologicismo. Son estrategias que cosifican el sufrimiento y su comprensión, y dificultan una clínica de la recuperación con sentido, quedando asumido así de manera dominante que se trata de enfermedades médicas que precisan ser tratadas. Las autoras dan cuenta de las limitaciones y los daños que la concepción del “modelo médico” aplicado a la salud mental implica, identifican y señalan errores, usos del lenguaje generadores de creencias que se establecen como certezas científico-profesionales y prácticas que hablan de “pruebas” y “evidencias”. Desde el texto, se promueve avanzar en el conocimiento y consideración de fuentes válidas sobre el sufrimiento que con frecuencia se orillan o se pasan por alto y cuestionan la idea o “patrón de oro” de la investigación sobre la eficacia de los diferentes tratamientos, los “ensayos controlados y aleatorizados” (ECA). En este sentido, el sufrimiento psíquico de los expertos por experiencia podría para las autoras suponer un contrapeso esencial a los números y estadísticas impersonales de muchos proyectos de investigación. Experiencias que han de ser vistas y escuchadas ampliando la mirada al contexto para alcanzar/comprender sentidos y abrir paso a significados para “desenredar el rompecabezas del sufrimiento”.

El Marco PAS se enriquece con este libro que ayuda a consolidar las dos primeras publicaciones (extensa y resumida) al plantear una serie de desafíos, de retos, en diferentes vertientes como manifestación de una sabiduría de naturaleza contextual, social, cultural y relacional. Aporta opciones de utilización que apoyan una clínica de la escucha donde caben diferentes modelos teórico-técnicos proponiendo un macronivel de encuentro y confluencia. El tiempo entre sus páginas nunca es tiempo perdido y no deja de sorprender la aparente y brillante sencillez con que quedan presentados, analizados, organizados y relacionados esos conocimientos desde una comprensión vivida. El don de pensar con amplitud de miras y de establecer vínculos entre unos ámbitos y otros está presente en este libro, que permite contemplar desde múltiples perspectivas la amplia y compleja realidad. Si además este libro se acompaña, como en este caso hacen las autoras, de ejercicios guiados para pasar el conocimiento teórico a la experiencia, podemos ver que estamos ante la propuesta de uso de un nuevo lenguaje que confronta la injusticia epistémica de la pérdida del sentido, un precio pagado por la acción biomédica en salud mental.

El texto, felizmente desprovisto de ínfulas burocrático-academicistas, brilla al huir de lo ampuloso, lo prolijo, lo vago y/o exaltado, y así muestra el objeto de su estudio al alcance, favoreciendo su apuesta de cambio radical en los posibles receptores. Tal vez por ello esta obra desmenuza ideas y propone un conjunto de principios que se aplican a todas las áreas del campo que llamamos “salud mental”: la investigación, la formación, el diseño de los servicios, las organizaciones de salud mental al apoyo inter pares, los servicios sociales, la vivienda, las relaciones contractuales laborales o el desarrollo de políticas en sus diferentes niveles. En este volumen son protagonistas quienes experimentan sufrimiento psíquico o conductas problemáticas y sus familias, quienes trabajan con esas personas, quienes diseñan y planifican, quienes investigan y reflexionan el quehacer clínico, etc., accediendo a una nueva perspectiva y elaboración sobre cómo entender el significado del sufrimiento emocional siguiendo el Marco PAS.

La complejidad del empeño se traduce en la cuidada estructura de este libro y, de hecho, el capítulo 2 hace una presentación general de las limitaciones y problemas epistemológicos del diagnóstico médico-psiquiátrico y de la perspectiva medicalizada. Los cinco capítulos siguientes desarrollan con profundidad contenidos centrales del Marco PAS, las preguntas que contiene, el pensamiento y los datos que lo sustentan e incorporan ejercicios opcionales para el lector que puede aplicarlos a sí mismo, a su vida o a la de otra persona con la que trabaje. El capítulo 8 entra sustantivamente a describir los patrones generales o globales de sufrimiento concebidos en el Marco. El capítulo 9 expone, a partir de ejemplos reales, cómo desarrollar estrategias compartidas para la construcción del sentido de lo vivido, narrativas desde las ideas del Marco PAS. El capítulo 10 vuelve (en espiral) a considerar el contexto más global del modelo diagnóstico-clasificatorio dominante, pero en términos de proceso. Plantea el desafío de contemplar cómo la cultura dominante ha establecido una concepción del sufrimiento psíquico, relacional, emocional, comportamental… que no cuenta con el respaldo adecuado/suficiente de los resultados de la investigación, pero sí con tratamientos que con frecuencia resultan perjudiciales. Este capítulo desarrolla los patrones generales del sufrimiento presentado con anterioridad (capítulo 8) para, desde una presentación en espiral y en un nivel lógico superior, volver a considerar nuevas limitaciones, tales como dejar a los individuos al margen de su contexto, de los otros, de lo social (“los trastornos mentales como ‘cosas’ independientes”). El capítulo 11 presenta y ofrece referencias a documentos principales del MPAS, recursos, experiencias, aplicaciones, etc.

Una introducción directa al Marco de Poder, Amenaza y Significado perfila acertadamente su objeto de estudio, sus usos en el campo de la salud mental, en la vida con otros, y sus aplicaciones. Creo que este libro pertenece a la estirpe de los que condicionan una necesaria reflexión para sustentar alternativas de cambio, como arma de lucha contra el poder que ciega, como elemento de discriminación y también de rebelión, de modo que favorece la construcción de elaboraciones esclarecedoras. Es dinámico y está lleno de citas, referencias, prácticas y experiencias, que no buscan ajustarse a modas del momento y que, conociendo los utillajes científicos relevantes, los presenta y explota con sabiduría en sus páginas, donde la maestría de las autoras consigue ampliamente superar los riesgos inherentes al empeño. El conjunto de esta obra es un acercamiento comprensivo al MPAS que muestra la complejidad de la salud mental y la aborda explorando desde diferentes ángulos, vertientes y niveles, con un pensamiento en espiral, no lineal. Genera así una urdimbre trascendente de significaciones y resignificaciones con una actitud de extrañamiento intelectual, dotada de método, analítica, en definitiva, la adecuada en el discurso del conocimiento científico, y que se sitúa al margen de intereses espurios, confronta creencias por más que estén sostenidas por el poder dominante y busca ofrecer bases suficientes para un cambio imprescindible.

Para terminar, recordando a Montaigne (“es el gozar, no el poseer, lo que nos hace felices”), expresar que esta edición de la AEN nos regala un libro que junto a un conocimiento y una apuesta profundos, junto al agudo análisis crítico que contiene, resulta gratificante y estimulante para el cambio que enfrenta la reproducción del poder alienante en salud mental.