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Dynamis

On-line version ISSN 2340-7948Print version ISSN 0211-9536

Dynamis vol.33 n.1 Granada  2013

https://dx.doi.org/10.4321/S0211-95362013000100003 

 

 

Movimiento libertario y autogestión del conocimiento en la España del primer tercio del siglo XX: la sección "Preguntas y respuestas" (1930-1937) de la revista Estudios

Libertarian movement and self-management of knowledge in the Spain of the first third of the 20th century: "Questions and answers" section (1930-1937) of the journal Estúdios

 

 

Carlos Tabernero-Holgado (*), Isabel Jiménez-Lucena (**) y Jorge Molero-Mesa (***)

(*) Centre d'Història de la Ciència. Unitat d'Història de la Medicina. Facultat de Medicina, Universitat Autònoma de Barcelona. Carlos.Tabernero@uab.cat
(**) Unidad de Historia de la Medicina. Facultad de Medicina. Universidad de Málaga. isajimenez@uma.es
(***) Centre d'Història de la Ciència. Unitat d'Història de la Medicina. Facultat de Medicina, Universitat Autònoma de Barcelona. Jorge.Molero@uab.cat

Esta investigación forma parte de los proyectos HAR2009-13389-C03-01 y HAR2009-13389-C03-03 financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad.

 

 


RESUMEN

Las secciones periodísticas de preguntas y respuestas reflejan y contribuyen a las sociedades en que se publican, y pueden desempeñar roles tan diferentes como constituirse en una herramienta para mantener la normatividad social o, por el contrario, en un instrumento para el cambio de las normas sociales. En un contexto de complejas relaciones entre expertos y no-expertos dentro del movimiento libertario en la España del primer tercio del siglo XX, la sección "Preguntas y respuestas" (1930-1937) de la revista anarquista Estudios (1928-1937) se revela como un ejemplo particularmente ilustrativo de gestión multidimensional de conocimiento a través de la redefinición efectiva de la participación de muy diferentes colectivos. En este trabajo, analizamos el intercambio entre el médico Roberto Remartínez (1895-1977), coordinador de la sección, y los lectores, e identificamos las características de la puesta en práctica del ideario libertario de autogestión a través de prácticas comunicativas en las que intervienen conjuntamente expertos y no-expertos.

Palabras clave: gestión conocimiento científico-médico, anarquismo, prácticas comunicativas, relaciones expertos-no expertos, métodos anticonceptivos, inclusión/exclusión.


ABSTRACT

Newspaper Q&A sections reflect and contribute to the social historical context in which they are published, and they may play roles as distinct as becoming a tool to sustain social arrangements or, conversely, being an instrument for social change. In a context of complex relations between experts and non-experts within the libertarian movement in Spain in the first third of the 20th century, the Q&A section ("Preguntas y respuestas", 1930-1937) of the anarchist magazine Estudios (1928-1937) constitutes a particularly illustrative example of the multidimensional management of knowledge through the effective redefinition of the participation of quite different groups. In this paper, we analyze the exchange between physician Roberto Remartínez (1895-1977), the section coordinator, and its readers, and identify features of the implementation of the libertarian principles of self-management through communication practices in which experts and non-experts jointly take part.

Key words: scientific-medical knowledge management, anarchism, communication practices, experts/non-experts relationships, contraceptive methods, inclusion/exclusion.


 

1. Las secciones de preguntas y respuestas en la prensa escrita

Las secciones de preguntas y respuestas en la prensa escrita son coetáneas a la aparición de las primeras publicaciones periódicas durante el siglo XVII. Uno de los objetivos originales de estas secciones fue favorecer la cohesión del grupo social vinculado a la publicación, mediante la impresión de consejos, entretenimientos, informaciones y opiniones que se desarrollaban a partir de las preguntas de los lectores1.

Es cierto que no todos los formatos de preguntas y respuestas han conllevado la participación de todos los actores implicados en el intercambio, incluyendo estilos como el catequético, que creando un falso diálogo tiene como objetivo adoctrinar en un determinado dogma. Sin embargo, con la aparición de la prensa escrita se abrió una nueva tradición que tenía como objetivo la participación de los lectores en los contenidos de los periódicos y revistas, desarrollándose una estrategia de intercambio de ideas que podían tener diferentes pretensiones: informativa y/o educativa, moralizante, o consumista.

Los contenidos informativos y educativos inicialmente fueron destinados a las clases más desfavorecidas, mientras que los moralizantes estuvieron vinculados a la configuración de la modernidad en la que jugó un papel muy importante el nuevo código moral de las burguesías. Más tarde, con el consumo de masas, las empresas comerciales publicitaron sus productos, fundamentalmente relacionados con la belleza a través de estas secciones. En general se trataba de indicar cómo actuar ante determinadas circunstancias dando consejos sentimentales, sobre modales y comportamientos, legales, médicos, etc. Estos propósitos no eran excluyentes, sino que en una misma sección se podía asesorar desde cómo actuar en caso de infidelidades a cómo resolver problemas matemáticos2.

Una cuestión que iba a resultar relevante en el desarrollo de este género fue la participación de las mujeres como asesoras desde la aparición de las primeras publicaciones con secciones de preguntas y respuestas, que fueron incorporadas a las revistas "para mujeres" cuando éstas empezaron a publicarse a finales del siglo XVII. El éxito y la expansión de éstas llevó a considerarlas "espacios femeninos"3. De hecho, las revistas femeninas de finales del siglo XIX y principios del XX aprovecharon este formato para difundir las nuevas normas sociales relativas a la new woman, tanto apoyándolas como rechazándolas. En este sentido, jugaron un papel muy importante en la reconfiguración de las relaciones de género4. Quizás por esto, desde sus orígenes, hubo un interés en que estas secciones no se limitasen al público femenino manteniéndose en las revistas y diarios generales dirigidos a toda la familia.

Los temas tratados en estas secciones reflejan el contexto social, político y cultural de lectores y editores, generalmente en términos morales. De manera que en la segunda mitad del siglo XVIII y primera del XIX se difundió una moral muy restrictiva en la que se censuraban asuntos que antes habían estado presentes en estas secciones, como adulterios, violaciones, incestos, etc., mientras que se difundían consejos sobre matrimonios convenientes, "buenas maneras", o comportamientos "adecuados". Esta censura redujo el éxito de estas secciones, que sólo se recuperó en la segunda mitad del XIX en revistas dirigidas a toda la familia. Por otro lado, el éxito de estas secciones ha hecho que perduraran en el tiempo, adaptándose a los objetivos de los distintos tipos de publicaciones. Significativamente, entre estos objetivos se incluía la tarea de popularizar el conocimiento científico y/o médico5, reforzando el papel de la prensa como instrumento de máxima difusión y de encuentro entre las culturas de élite y popular.

En conjunto, las secciones de preguntas y respuestas reflejan y contribuyen a la sociedad del momento histórico en el que se publican6 y, por tanto, reflejan y contribuyen a la diversidad de visiones que en un contexto histórico determinado coexisten7, de manera que pueden desempeñar roles tan diferentes como constituirse en una herramienta para mantener la normatividad social o ser un instrumento para el cambio de las normas sociales8.

En este artículo, vamos a centrarnos en el análisis de la sección "Preguntas y respuestas" de la revista anarquista Estudios (1928-1937), publicada entre 1930 y 1937. Esta sección no era una página de entretenimiento ni fue diseñada para satisfacer sólo la curiosidad, sino que pretendía dar un carácter formativo a sus contenidos. "Preguntas y respuestas" de Estudios se apartó de la variante consumista y frívola, que en España estaba representada en ese tiempo, como se mencionará más adelante, por las secciones correspondientes de ABC y Blanco y Negro, para retomar la tradición informativa y educativa que habían desempeñado otras publicaciones en otros ámbitos culturales9. En el contexto de exhortación a la autogestión en los medios anarquistas españoles del primer tercio del siglo XX, "Preguntas y respuestas" constituye una fuente crucial para profundizar en el entendimiento de los procesos de generación y gestión de conocimiento científico-tecnológico como prácticas comunicativas multidimensionales en las que intervienen conjuntamente expertos y no-expertos. El análisis del intercambio entre el médico Roberto Remartínez (1895-1977), colaborador habitual de Estudios y coordinador de la sección, y los lectores, pero particularmente de las preguntas de estos últimos, permite examinar las características de la puesta en práctica, por parte de los no-expertos, del ideario de autogestión, en relación con la construcción de conocimiento científico-médico y atendiendo a dos aspectos esenciales del movimiento libertario. Por un lado, los procesos de resignificación de los conceptos de salud y enfermedad, en este caso desde el punto de vista de las preocupaciones y expectativas de los lectores de Estudios, es decir, de su experiencia en la vida cotidiana. Y por otro, la relación de estos lectores con los expertos, en este caso con Remartínez, como médico y coordinador de la sección, en un contexto de cuestionamiento, precisamente, del papel de los intelectuales y profesionales en el proceso revolucionario10. Este análisis resulta tanto más relevante si se tiene en cuenta la importancia de la difusión y repercusión de Estudios, su éxito en cuanto a la tirada (llegó a los 70.000 ejemplares) y al número de lectores, y su prestigio en el ámbito libertario11.

 

2. La gestión libertaria de la participación de los no-expertos en la construcción y gestión de conocimiento

No es necesario insistir en el papel que la cultura y la educación desempeñó en el movimiento anarquista en su estrategia emancipadora del proletariado y de acción directa hacia la revolución social. Las diversas formas de adquirir, gestionar y transmitir el conocimiento entre los libertarios llegaron a alcanzar un alto grado de sofisticación a través de redes asociativas mantenidas por el uso exhaustivo de los soportes y formatos de comunicación habituales y disponibles en el primer tercio del siglo XX12. Una parte fundamental de dicho conocimiento abarcó los problemas relacionados con la salud y la enfermedad, alcanzándose una cierta especialización temática13, y ámbito en el que la revista Estudios llegó a tener un gran protagonismo14.

Sin embargo, la relación de los militantes anarcosindicalistas con los expertos de las distintas ramas del conocimiento científico se caracterizó por un alto grado de recelo y desconfianza, fundamentalmente porque se consideraba a los expertos como una parte más del engranaje sustentador del sistema capitalista15. La desconfianza se extendió a su producción escrita. Según el autor anarquista Felipe Aláiz (1987-1959), los manuales técnicos disponibles tenían "un carácter de erudición sin diluir", es decir, contenían "excesivas alusiones de carácter desconocido para el mayor número de lectores". Esta forma de escribir no era inocente pues había una intencionalidad críptica que equiparaba, según Aláiz, la técnica con la brujería. Los técnicos "que tienen diploma y títulos (...) en vez de socializar los conocimientos, en vez de hacerlos asequibles, los meten en una bolsa (...) a disposición de la dinastía familiar y profesional"16. Se necesitaba, por tanto, una gestión del conocimiento no dirigida por los técnicos e intelectuales, una red de enseñanza mutua especializada que, desde un eclecticismo militante, construyera, resignificara y utilizara el conocimiento para la transformación social a la que aspiraban17.

El autodidactismo y la autogestión de los conocimientos posibilitaron la existencia de grupos de obreros libertarios con un gran conocimiento de los temas que preocupaban al proletariado o que tenían un fuerte impacto social, como los relacionados con la salud y la enfermedad18. De esta forma se podía dar el caso de que los contenidos de algunas conferencias ya fuesen conocidos por el auditorio de los ateneos si el orador invitado se limitaba a repetir los textos de los libros que, muy posiblemente, estuvieran en la biblioteca del centro obrero. Muchas de las reseñas de estas conferencias confeccionadas por obreros en la prensa anarcosindicalista incluían, después de la descripción de la misma, la crítica correspondiente a sus contenidos. Los anarcosindicalistas tenían su propia consideración de lo que era "conveniente" divulgar según el "carácter" de las conferencias, lo que nos indica que este público no se limitaba a asumir de forma pasiva el conocimiento hegemónico sino que contaba con una interpretación de la realidad diferente sobre conceptos que, en muchos casos, habían sufrido un proceso de apropiación y un desarrollo al margen de las teorías "oficiales". Así, en las reseñas, se podía señalar también lo que el orador debería haber dicho y no había dicho ante la audiencia.

En octubre de 1935, Martín Zabiña publicó en Solidaridad Obrera una reseña, sobre la conferencia impartida por el médico Ramon Torra Bassols en el Centro Fraternal de Palafrugell bajo el título "¿Debe el pueblo preocuparse del problema de las enfermedades venéreas?". La reseña resumía la intervención y realizaba diversas objeciones. En primer lugar, destacaba la "deficiente explicación anatómica y fisiológica sexual tanto masculina como femenina conveniente en esta conferencia", la ausencia de explicación de "los medios profilácticos para evitar los contagios", y el hecho de que el mercurio y el nitrato de plata que había recomendado el orador en el tratamiento de las enfermedades venéreas "no dejan de producir otros desastres en el organismo que, a veces, son tanto peores que la enfermedad misma". También advertía al conferenciante de que, si volvían a oírle, se asegurara de que pudieran "escuchar aquellas partes aludidas que estimamos esenciales en el carácter de esas conferencias"19.

Esta forma de gestionar el conocimiento científico-médico no se limitaba a corregir o atacar las ideas contrarias para reafirmarse ideológicamente, sino que también permitía utilizar los formatos tradicionales de comunicación para subvertir el orden del mensaje, transcendiendo de las funciones de "autoformación" y "extensión cultural" atribuidas a los centros culturales anarquistas20. Nos referimos a la utilización del propio conferenciante como medio propagandístico de influencia social. En 1916, José Salvat daba cuenta en Solidaridad Obrera de una conferencia sobre la sífilis impartida en el Centro Obrero de la calle Mercaders de Barcelona. Aparte de lamentarse de que la conferencia sólo hubiese "quedado impresa en el cerebro de hombres conscientes" que ya conocían el problema social que representaba esta enfermedad, proponía organizar de forma masiva este tipo de actos en los centros obreros y publicar los textos de las conferencias en Solidaridad Obrera, de forma que

"los conferenciantes menudearían más, llegaríamos a entablar cierta relación con médicos, abogados y demás hombres de los que componen las diferentes ramas del saber, los cuales estudiando en nuestro modo de ser y pensar, sellarían con su presencia a los Centros Obreros y de Estudios Sociales, la labor de cultura que en estos se realiza dando así un mentís a toda esa burocracia que sólo tiene tendencia a desvirtuar nuestra obra por medio de la difamación presentándonos ante la masa estúpida e inconsciente como seres criminales que se les debe aplastar"21.

El destinatario del mensaje no eran los obreros que acudían al centro a escuchar y a instruirse, sino el conferenciante, un médico en este caso que, sin saberlo, se había convertido en el medio de una práctica comunicativa que servía a los intereses del anarquismo. Estas prácticas y estrategias comunicativas en torno a la difusión del conocimiento científico actuaron como mecanismos de inclusión-exclusión social/grupal según los intereses de las partes afectadas. Felipe Aláiz, sostenía en 1933 que "la inmensa mayoría de los técnicos, profesores, periodistas, ingenieros y médicos" desconocían por completo las obras de los pensadores anarquistas por vivir en el "ambiente de los libros" cuyos contenidos académicos mostraban el anarquismo como una utopía, y consideraban "absurda la asociación libre y la ayuda ajena al Estado". Las prácticas de "convivencia espontánea" quedaban al margen en esta literatura o eran minimizadas y presentadas como poco eficientes 22. Así, se presentaba como criminales a sujetos cultos y formados para el bien común de la comunidad, en muchos casos, con un nivel cultural semejante o superior a los titulados, lo que los obreros concienciados del problema vivían con rabia e indignación 23.

La dignidad adquirida por el trabajo manual se potenciaba y justificaba, en el ideario anarquista, con la dignidad cultural procurada por la adquisición de conocimientos técnicos. Esto nos ayuda a entender la importancia y el impacto sobre la clase obrera de revistas de divulgación como Estudios, y la necesidad de buscar fórmulas de comunicación directa, como la sección "Preguntas y respuestas", que, por otra parte, ya era el formato utilizado para elaborar el orden del día de los plenos y congresos de los sindicatos de la CNT.

La revista Estudios tenía un carácter fundamentalmente pedagógico, de acuerdo con la concepción de que la educación y la cultura eran premisas revolucionarias ineludibles. El explícito interés editorial por el eclecticismo (el subtítulo, Revista Ecléctica, lo heredó de su inmediata antecesora, Generación Consciente, 1923-1928) se tradujo en la práctica efectiva de abordar una amplia gama de temas mediante la intervención de colaboradores muy diversos y sin restricciones desde el punto de vista ideológico. Así, desde su inicio, en Estudios se trabajó de acuerdo con una modificación crucial con respecto a la participación en la construcción y circulación de conocimiento, y cuyo objetivo era favorecer el contraste y el debate de múltiples planteamientos sobre las cuestiones tratadas24.

Desde el punto de vista temático, la revista se centró particularmente en la educación sexual (con un énfasis especial en la sexualidad de las mujeres), el arte, la ciencia y la cultura general. La ciencia y la medicina, teniendo en cuenta la orientación pedagógica, la apuesta por el debate y el esfuerzo de resignificación de conocimiento científico-médico, se presentaban como conflictivas a través de diferentes visiones, pero dentro de un marco de superación del pensamiento dicotómico. Así, se utilizaban bien como objeto de análisis, o bien como fuente de argumentos para la exploración y discusión de muy diversos asuntos25. En todo caso, las cuestiones - médico-sanitarias se abordaban desde la perspectiva de la reivindicación de la autogestión del cuerpo, de la salud y de la enfermedad frente a la moral dogmática impuesta por la autoridad burguesa desde la teórica objetividad de la medicina positivista26. En cuanto a la autogestión, los discursos y las prácticas se fundamentaban en una particular visión anarquista de tres líneas de pensamiento esenciales desde el punto de vista social, político, ideológico y cultural27. En primer lugar, el neomaltusianismo, que suscribía la gestión individualizada de la sexualidad en conexión, principalmente, con la anticoncepción y el control de la población. Desde una perspectiva combinada de clase y género, la ciencia podía jugar un papel crucial en la reivindicación de igualdad y se presentaba como conocimiento liberador, como herramienta emancipadora capaz de poner al descubierto (y solucionar) la injusticia y la desigualdad social 28. Tal era el caso de las prácticas anticonceptivas, en tanto que "las clases medias han aprendido ya a limitar su fecundidad, y los obreros más estudiosos practican también la restricción voluntaria de los nacimientos"29.

En segundo lugar, una eugenesia de carácter ambientalista, donde las condiciones de vida eran la clave de la resignificación de los conceptos de salud y enfermedad y, por tanto, del análisis de su impacto en la vida cotidiana (a nivel social, laboral, político y cultural) de las personas30. En el pensamiento libertario, se articularon conjuntamente eugenesia, neomal-tusianismo y sexualidad en relación con el planteamiento de procesos de (des)medicalización dentro del posicionamiento crítico respecto a la ciencia y la medicina, con la calidad y cantidad de poblaciones, de individuos y de vida, y con el (auto)conocimiento y (auto)control del cuerpo31.

Y finalmente, el naturismo, y particularmente su aplicación en términos de medicina naturista, como base para la resignificación de los conceptos de salud y enfermedad. Lo biológico y lo cultural eran aspectos complementarios del mismo proceso salud-enfermedad y, por tanto, la Naturaleza podía convertirse en estos casos en una aliada para conseguir la liberación respecto a normas sociales que fomentaban la opresión y la explotación32. Además, la oposición al dictado de intereses institucionales, públicos o privados, se articulaba promoviendo de manera explícita la autogestión (a nivel individual o colectivo), no sólo de la salud y la enfermedad, sino en todos los ámbitos, y en relación con los procesos de construcción y gestión de conocimiento.

 

3. La participación de los no-expertos en la construcción de conocimiento científico-médico

El análisis de la sección "Preguntas y respuestas" de la revista Estudios permite identificar y caracterizar la diversidad y multiplicidad de aportaciones que desde el punto de vista epistemológico intervienen en la construcción y gestión de conocimiento científico-médico, además de permitir explorar el papel de los no-expertos como agentes esenciales en estos procesos. En este sentido, es fundamental examinar la totalidad de los procesos de generación, gestión y aplicación de conocimiento científico-médico-tecnológico, y en particular las prácticas comunicativas de todos los actores implicados, los discursos, los instrumentos y los espacios utilizados. Así, el ámbito de análisis de los procesos de construcción y gestión de conocimiento científico-médico se amplía necesariamente hacia las rutinas de la vida cotidiana. Este contexto, más allá de espacios institucionales y reconocidos de producción de este tipo de conocimiento, es crucial en relación con el ejercicio de agencia epistemológica por parte de los no-expertos33.

Las prácticas cotidianas de apropiación de medios de comunicación constituyen así un referente estructural tanto para la vida social inmediata como para la construcción y proyección a largo plazo de las comunidades humanas. Pero además, la vida cotidiana de las personas es también un contexto en el que "se proyectan innumerables tensiones y conflictos sociales", es decir, un conjunto de espacios experienciales esenciales para investigar y entender "la naturaleza cambiante de la autoridad en la cultura de los medios de comunicación"34. En este contexto, el uso y consumo de medios de comunicación puede entenderse como un espacio habitual, rutinario, doméstico y social de aprendizaje informal (es decir, no reglado), pero donde se obtienen y desarrollan de manera significativa competencias a nivel social y cultural, y, por tanto, con un impacto en la manera que tienen las personas de comunicarse, consumir, trabajar, estudiar, colaborar y resolver problemas. Por ello, todos los actores implicados (en el caso que nos ocupa, médicos, editores y lectores) participan en los procesos de legitimación y validación, pero también, al mismo tiempo, de cuestionamiento, rechazo o resignificación de conocimiento (científico-médico) y de los sistemas de autoridad asociados35.

La sección "Preguntas y respuestas" de la revista Estudios era mucho más que un consultorio médico. Su origen respondió al envío masivo de preguntas a la redacción por parte de los lectores, que requerían información pormenorizada sobre los procesos de salud y enfermedad. Sin embargo, Remartínez (y Estudios) la plantearon como un espacio dedicado fundamentalmente a cuestiones directa o indirectamente relacionadas con la higiene y la medicina, y apelando a la estrategia ecléctica de la revista:

"Con bastante frecuencia recibimos cartas de nuestros lectores o suscriptores en que se nos hacen preguntas sobre diversos asuntos, a veces de interés general, y las más sobre cuestiones de Higiene y Medicina (...) deseando satisfacerlos, hemos hablado con nuestro colaborador médico, el prestigioso doctor Remartínez, y a nuestra proposición ha accedido galantemente a ocuparse de esta nueva sección (...) Las preguntas, para ser contestadas, deberán (...) referirse directa o indirectamente a algún asunto de Medicina, Higiene, Fisiología, Educación, Cultura Física, Naturismo, etc., etc."36.

Poco después, Remartínez aclaraba (por primera vez, que no por última) la apuesta de la sección por la educación y la cultura general:

"Al iniciar esta Sección de Preguntas y Respuestas lo hicimos con el propósito de divulgar conocimientos de interés general y de utilidad para todos los lectores de ESTUDIOS, como medio para aportar a la cultura popular ciertas enseñanzas indispensables para la superación mental y física del hombre, que glosa el ideario sustentado por esta revista"37.

Aunque la mayoría de las consultas se referían a problemas y preocupaciones particulares relacionadas con cuestiones médico-sanitarias, las preguntas abarcaban una amplia variedad de temáticas38. Muy pronto, el éxito de la sección desbordó las previsiones y la capacidad de respuesta de Remartínez, con lo que ya en los números 92 y 93 se incluyó un recordatorio sobre el tipo de preguntas que se podían enviar y las características de su formulación, insistiendo sobre el carácter de uso general (educativo) y no particular (personalizado) de la sección. También se realizó una diferenciación clara con respecto al consultorio médico propiamente dicho39, del que se ocupaban varios médicos, incluido Remartínez, al que se accedía mediante el envío de un cupón, y que tenía un carácter privado. A partir del número 122 (octubre de 1933) y hasta el final (número 165, junio de 1937), la sección comenzó siempre con una breve advertencia estandarizada que incluía todos los elementos antes mencionados, incluyendo la diferenciación postal entre el carácter general de "Preguntas y respuestas" y el personalizado del consultorio médico de la revista, y especificando que "No se contestarán más que aquellas preguntas que tengan un interés general, y que respondan al carácter divulgador y cultural de esta Sección"40. En algunos de estos números, Remartínez incluyó también al final de la sección advertencias más detalladas, en las que se disculpaba una y otra vez por la demora en las respuestas, aduciendo en su descargo la enorme cantidad de consultas recibidas. En ocasiones, las advertencias eran explícitamente duras, ya que el retraso en las respuestas podría solventarse, en opinión de Remártinez, "si no se recibieran tantas preguntas, la mayoría ociosas y sin el menor interés (...) No puedo dedicar un número entero de ESTUDIOS a contestar vaciedades (...) Otros (...) me consultan asuntos personales o cuestiones anodinas"41.

El éxito de la sección revela la voluntad de los lectores de participar activamente en los procesos de construcción de conocimiento. Los constantes recordatorios sobre el carácter general de la sección, así como los listados de preguntantes publicados al final de la sección, y cuyas preguntas (no publicadas) requerían cuestionarios específicos del consultorio médico, sugieren que una parte significativa de las cartas recibidas contenían consultas médico-sanitarias de carácter personal. No obstante, se observa una evolución tanto en la publicación como en la formulación de las preguntas a medida que transcurre la sección. Así, las consultas de carácter médico-sanitario publicadas disminuyeron progresivamente en favor de otro tipo de preguntas de carácter social o cultural, o su formulación se hacía (o se publicaba) de manera que se destacaban las implicaciones socio-culturales

Una discusión suscitada en torno a las características técnicas del método Ogino como anticonceptivo ilustra el proceso de construcción y difusión de conocimiento científico-médico articulado mediante el intercambio multidimensional entre lectores y expertos. En la sección publicada en marzo de 1935 (número 139), un lector o lectora que firmaba como Caguérnigo, preguntó "Sobre el periodo de infecundidad de la mujer". En su respuesta, Remartínez mencionó la publicación previa en Estudios de un artículo al respecto, sin especificar cuál ni en qué número. Dado que parecía "que para algunos lectores no estaban muy claramente explicados los periodos de esterilidad y los de probable fecundidad"42, adjuntó un diagrama para explicarlo de nuevo (Figura 1).

 

 

La mención a los lectores y sus "múltiples cartas sobre el particular" indica la influencia de los lectores y sus inquietudes cotidianas en los contenidos de la sección. La publicación de preguntas sobre métodos anticonceptivos, y en términos generales, sobre planificación familiar, era habitual en "Preguntas y respuestas". En este caso, la participación activa de los lectores generó un debate cuya repercusión traspasó los límites de la sección. En el siguiente número, Remartínez publicó "UNA ACLARACIÓN (...) Sobre el asunto del periodo de esterilidad fisiológica de la mujer", donde argumentaba lo siguiente:

"En el número anterior de Estudios se publicó un esquema que di para mejor comprensión de los periodos de infecundidad femenina, y en el que en forma gráfica se explicaban estas fases, así como las de mayor probabilidad de fecundación. Este esquema me pareció mucho más claro que el que en el número 130 de Estudios daba el doctor Puente en un bien razonado artículo sobre procedimientos anticoncepcionales. Pero parece ser, y así lo confirman algunas cartas recibidas, que a algún lector le ha parecido haber cierta contradicción entre ambos esquemas o entre las fechas en que debe empezar a contarse el periodo de ovulación, propicio a quedar fecundado el óvulo"43.

Tal y como reconocía Remartínez en el texto, la "contradicción" entre los dos esquemas publicados había sido detectada por los lectores, y era la razón que motivaba la "ACLARACIÓN" y la continuación del debate. En este contexto, resulta también particularmente significativa la evidencia de que los lectores conocían el artículo de Isaac Puente (1896-1936)44 (Figura 2), a pesar de que no se mencionaba en la respuesta del número 139, lo cual incrementa, si cabe, el grado de implicación en el intercambio y en la construcción efectiva de un determinado cuerpo de conocimiento científico-médico, con una repercusión clara e inmediata en la vida cotidiana de las personas.

 

 

Más adelante, en el número 142, Remartínez publicó una "Respuesta colectiva sobre medios anticonceptivos" en la que insistía en la participación activa de los lectores y vinculaba su "opinión" a los artículos y respuestas publicados en Estudios previamente: en "los números 130, 132, 139 y 140"45:

"Son tantas las cartas que recibo con preguntas sobre este particular, que voy de una [sic] a dar mi opinión sobre el asunto: pero conste que eso es sólo mi opinión, ya que se me pide tan reiteradamente. Procuraré resumirla todo lo posible en beneficio de su claridad"46.

Remartínez terminaba con una suerte de concesión a la diversidad de opiniones sobre el tema: "Esta es mi opinión, que sé que no estará de acuerdo acaso con otras, pero es por lo menos sincera"47.

Sin perjuicio de la publicación de más preguntas y respuestas sobre el tema en números posteriores, Isaac Puente intentó zanjar el debate en el número 144, con la publicación de otro artículo48. En él, Puente se remitía también a lo publicado en números anteriores (130, 134 y 140)49 y corrigió el gráfico publicado por Remartínez (Figura 1), "que hubiera contribuido a aclarar la cuestión, de no haber incurrido en él en un lapsus, del cual le advertí por carta" (Figura 3)50. Puente describió las características técnicas del método, relacionándolo con cuestiones socio-culturales. Y, en definitiva, recomendaba este método, como Remartínez. Para ello, se apoyaba en un gráfico aclaratorio adicional en el que se describía su aplicación para ciclos de distinta duración (Figura 4), haciendo un esfuerzo para esclarecer diferencias con otros calendarios51.

 

 

Pero la cuestión no terminaría con este artículo. Cinco meses después, en el número 149 de enero de 1936, Puente publicó otro artículo en el que, siguiendo tanto el propósito formativo como la voluntad ecléctica y de de bate de la revista, expuso una razonada opinión en contra del método que tanto él como Remartínez habían defendido en todas sus contribuciones anteriores52. Significativamente, para redondear el objetivo pedagógico, Puente realizó una llamada a los lectores a participar aportando nada menos que su experiencia personal cotidiana aplicando el método, de modo que se pudiera llegar a una conclusión al respecto y en la que no sólo su opinión contara:

"Agradeceré a cuantos tengan alguna experiencia personal del método me comuniquen sus resultados, a fin de tener una más amplia información, para aleccionar con ella a quienes sientan vacilaciones o no hayan tenido ocasión de probar sus efectos. Y con el mismo interés que hoy lo recomiendo reconoceré mi error si la experiencia ajena o ulteriores estudios demostraran la realidad del engaño"53.

Tras esta llamada a la participación, Puente aún publicó dos artículos más sobre el tema. En el primero de ellos, dio a conocer los resultados de su experimento a partir de las aportaciones recibidas:

"Hasta hoy asciende a cincuenta el número de lectores de ESTUDIOS que han tenido la atención de escribirme comunicándome el resultado de su experimentación de este método anticoncepcional. Tengo, además, referencia de una docena más de casos, aparte la mía personal. Reconozco que no son suficientes aún para obtener deducciones rigurosamente científicas, las que precisan una experimentación más densa y más prolongada [...] Los cincuenta casos de experimentación del método que me han sido comunicados por lectores de ESTUDIOS, se dividen así: cuarenta con éxito, en plazos de tiempo que varían de cuatro meses a tres años; diez casos con fracaso, después de un tiempo de éxito variable, no mayor de un año"54.

Tras explicar las características de los fracasos, reconocía que "Sería demasiado pesado" narrar todos los casos de éxito. El segundo artículo, publicado un mes más tarde, incluía un nuevo gráfico (Figura 5) junto a la corroboración de los resultados obtenidos tras añadir nuevas aportaciones de los lectores:

"Después de escrito el artículo aparecido en el número anterior de la Revista, he recibido nuevas comunicaciones que, lejos de hacer variar mi opinión sobre la utilidad de este método anticoncepcional, me confirman en cuanto sobre él vengo exponiendo en estas columnas y me mueven a seguir recomendando su práctica"55.

 

 

Como muestra este caso, las preguntas se correspondían con las inquietudes, expectativas y experiencias cotidianas de los lectores, y estaban indudablemente relacionadas con el contexto social, ideológico y cultural de la publicación y difusión de Estudios, revelando tanto asimilaciones, como cuestionamientos y resignificaciones de los conceptos y prácticas aceptados socialmente y sancionados por la medicina y la ciencia oficiales. La participación de los lectores estuvo en consonancia con la línea editorial de la revista. Teniendo en cuenta que la dedicación especial a los temas relacionados con la sexualidad fue una de las claves de su éxito, no resulta extraño encontrar intercambios relacionados con la educación y la vida sexual, y particularmente en torno a la sexualidad de las mujeres56.

Por otra parte, la sección de Remartínez, al igual que ocurre en otras publicaciones relacionadas con el movimiento libertario57, se alejó por completo de la intención comercial explícita de algunas de las secciones de preguntas y respuestas de la prensa burguesa coetánea, uno de cuyos objetivos era la venta de productos de una determinada marca. Un ejemplo fue la sección "Correspondencia femenina de Floralia" de ABC, patrocinada por la Perfumería Floralia, que, con diversos cambios de formato y consejera, se publicó desde 1915 a 1932, cuando la radio comenzaba a considerarse seriamente como un medio más efectivo para la difusión de propaganda comercial. También se alejaba del propósito de constituirse en un entretenimiento de carácter más o menos frívolo, como era el caso de la sección "Cuénteme usted su caso" de la revista Blanco y Negro (semanario de ABC). Su responsable señalaba al iniciar su publicación: ""Cuénteme usted su caso" nace a la vida sin ningún determinado objeto. En ello, acaso, reside su única simpatía (...) pasar el rato. No se trata de otra cosa (...) La comedieta va a dar principio"58.

En Estudios, las preguntas de carácter general abarcaban, como se ha mencionado anteriormente, una gran variedad de temáticas de tipo social y cultural que requerían (y habitualmente obtenían) respuestas relacionadas con la visión libertaria de la sociedad, eso sí, matizada desde el punto de vista personal de Remartínez. No obstante, más allá de su temática, son preguntas que revelan la complejidad de las relaciones entre expertos y no- expertos en la construcción y gestión del conocimiento. En este sentido, y a primera vista, en estas preguntas (del mismo modo que ocurre con las que son de carácter estrictamente médico) se asumía la autoridad indiscutible del experto (Remartínez), como médico, sin duda, pero también como intelectual multifacético, dado, precisamente, el amplio espectro temático que abordaban. La construcción mediática de Remartínez como un experto cuya educación le permitía abordar y comprender gran cantidad de cuestiones esenciales para moverse en el complicado mundo de la sociedad capitalista y la revolución libertaria se reforzaba con otros elementos. Por un lado, la declaración de la voluntad educativa y cultural de la sección y la utilización del adjetivo "prestigioso" para referirse a Remartínez en la presentación de la sección59. Por otro, el hecho de que Remartínez se explayaba especialmente en muchas de sus respuestas a preguntas de carácter social y cultural, que_a menudo acompañaba con abundantes recomendaciones bibliográficas60. Y finalmente, su utilización de un tono irónico y de chanza para responder a otras preguntas cuya temática se refería a supersticiones, creencias y asunciones de lo más variopintas. Su estatus como experto lo reforzó explícitamente él mismo en la "Carta abierta para don Antonio Conesa", al hilo de una polémica suscitada en torno a su supuesto mercantilismo. En esta carta afirmaba, en contra de lo que se decía en el anuncio de "Preguntas y respuestas"61, que "esta Sección fue ideada y establecida por mí (...) con la idea de que a ella recurrieran los que deseasen alguna información o solución de alguna duda referente a cuestiones científicas y culturales, a temas y asuntos que pudieran tener un interés general y una tendencia instructiva" 62. No podemos olvidar, en este punto, que esta construcción de la autoridad de Remartínez era dependiente, asimismo, de su propio criterio editorial (y del de la revista) en tanto que a él y a Estudios les correspondía la decisión de publicar unas preguntas y no otras dentro de la enorme cantidad de consultas recibidas, según él mencionaba constantemente en sus avisos.

Sin embargo, la autoridad de los no-expertos, en términos del reconocimiento explícito de su participación en la construcción y gestión del conocimiento, también quedaba expuesta con claridad. En primer lugar, mediante el reconocimiento de la capacidad de éstos para entender, comentar e intervenir en lo publicado, como ocurrió en el caso descrito sobre el método Ogino, con la atribución a los lectores de la detección de contradicciones en los esquemas publicados por Isaac Puente y el propio Roberto Remartínez. En segundo lugar, por el criterio y la relevancia de las preguntas, que permitían y aconsejaban su publicación (y sin olvidar aquí, significativamente, la voluntad ecléctica de la revista), y así reconocido por el propio Remartínez:

"es a fuerza que esta sección pueda dar cabida más amplia a respuestas más detenidas de aquellos asuntos realmente interesantes (.) El interés de los lectores y de los preguntantes serios que interrogan acerca de asuntos de importancia cultural así lo exige"63.

Y en tercer lugar, por el envío de preguntas que, más que requerir información sobre algo que no se comprendía, parecían buscar el refuerzo de unas ideas concretas (generalmente con respecto a la aplicación de principios relacionados con el naturismo y la medicina naturista, la eugenesia, y el neomaltusianismo) por parte del experto. Una de las características de la sección era la repetición casi constante de estos temas, evidentemente por el interés y la línea editorial de la revista y por la selección realizada por Remartínez en este sentido. Pero también, por el envío insistente de este tipo de preguntas, con diferentes formulaciones, por parte de los lectores, y que eran acreedoras de respuesta, a menudo extensa de Remartínez.

Por otro lado, muchos lectores mostraban un conocimiento bastante claro de las dinámicas de poder (inclusión y exclusión, significación) implicadas en las prácticas editoriales. En no pocas ocasiones, la respuesta a una pregunta de carácter socio-cultural no médico-sanitario contenía una nota final en la que Remartínez indicaba al lector en cuestión que su(s) otra(s) pregunta(s) (no publicadas) requerían el cuestionario del consultorio médico64. Ello podría indicar que el lector intuía bastante bien los criterios utilizados por Remartínez para escoger las preguntas que publicaría. De este modo, el lector podía obtener, cuando menos, este tipo de respuesta. Pero esta dinámica también revela el respeto de Remartínez por sus lectores, puesto que bien podría no haber publicado estas preguntas o, en su defecto, no haber mencionado la segunda parte de la consulta65.

En síntesis, la sección "Preguntas y respuestas" proporciona un ejemplo particularmente ilustrativo de una voluntad clara, dentro del movimiento libertario de la España del primer tercio del siglo XX, de redefinición de la participación de diferentes colectivos en la construcción y gestión de conocimiento, especialmente científico-médico. Este planteamiento, alejado de los esquemas tradicionales de transmisión unidireccional de conocimiento desde los pocos expertos hacia los muchos no-expertos, se desarrolló a través de las prácticas comunicativas relacionadas con la publicación y la apropiación de una revista de gran tirada y prestigio como era Estudios. Además, tuvo lugar en un contexto de cuestionamiento del papel de los expertos en los procesos de resignificación de conocimiento y también en la revolución y en la consiguiente sociedad libertaria. Esta redefinición formó parte de las dinámicas de inclusión y exclusión social, profesional, médico-sanitaria, ideológica y cultural implicadas66.

 

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5. Las cuestiones relacionadas con asuntos médicos fueron incrementándose hasta constituir en algunas ocasiones consultorios especializados. Muchas de estas preguntas estaban relacionadas con aspectos de la sexualidad: enfermedades venéreas, masturbación, embarazos no deseados, etc. Kent, n. 1, p. 143-163. Sobre la sexualidad femenina y su uso como fuente para el análisis de los procesos de (des)medicalización puede verse: Jiménez-Lucena, Isabel; Molero-Mesa, Jorge. Good birth and good living. The (de)medicalizing key to sexual reform in the anarchist media of inter-war Spain. International Journal of Iberian Studies. 2011; 24 (3): 219-241.         [ Links ]

6. Kent, n. 1; Morris, n. 4.

7. Morris, n. 4.

8. Phillips, n. 3, p. 97-100.

9. Como, por ejemplo, la Cassell's Illustrated Family Magazine (1853-1867). Kent, n. 1, p. 15-17.         [ Links ]

10. Véase en este mismo monográfico: Molero-Mesa, Jorge; Jiménez-Lucena, Isabel. "Brazo y cerebro": Las dinámicas de inclusión-exclusión en torno a la profesión médica y el anarcosindicalismo español en el primer tercio del siglo XX. Dynamis. 2013; 33 (1): 19-42.         [ Links ]

11. Para una información detallada sobre esta revista véase: Navarro, Francisco J. El paraíso de la razón. La revista Estudios (1928-1937) y el mundo cultural anarquista. Valencia: Edicions Alfons el Magnanim; 1997.         [ Links ]

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14. Navarro, n. 11.

15. Molero-Mesa; Jiménez-Lucena, n. 10.

16. (Aláiz, Felipe). Libros de técnica y técnica de libros. Solidaridad Obrera. 29 Jul 1933.         [ Links ] Felipe Aláiz de Pablo fue miembro de la CNT y de la FAI y uno de los pensadores anarquistas españoles menos conocidos en la actualidad. Cleminson, Richard. Felipe Aláiz, Iberian Federalism and the making of the anarchist intellectual. Social and Education History. 2012; 1 (2): 153-171.         [ Links ]

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18. Según los testimonios orales recogidos por Anna Monjo, la "Medicina social" era uno de los "temas candentes" tratados con asiduidad en los ateneos libertarios. Monjo, Anna. Militants. Participació i democracia a la CNT als anys trenta. Barcelona: Ed. Laertes; 2003, p. 380.         [ Links ]

19. Zabiña, Martín. Una conferencia. Objeciones. Solidaridad Obrera. 1 Oct 1935.         [ Links ] Las cursivas son nuestras.

20. Navarro Navarro, Javier. El papel de los ateneos en la cultura y la sociabilidad libertarias (1931 1939): algunas reflexiones. Cercles. 2005; 8: 64-103.         [ Links ]

21. Salvat, José. El Dr. Marsal en el Centro obrero. Solidaridad Obrera. 27 Dic 1916.         [ Links ] Las cursivas son nuestras.

22. (Aláiz, Felipe). La cuestión de los intelectuales. Solidaridad Obrera. 2 Nov 1933.         [ Links ] Una experiencia bien estudiada de autogestión libertaria es: Marín Silvestre, Dolors. Anarquistas y sindicalistas en L'Hospitalet. La creación de un proyecto de autodidactismo obrero. In: Oyón, J. L.; Gallardo, J. J., eds. El Cinturón Rojinegro. Radicalismo cenetista y obrerismo en la periferia de Barcelona 1918-1939. Barcelona: Ed. Carena; 2004, p. 125-146.         [ Links ]

23. Véanse, por ejemplo: Otra vez los bárbaros. Peligran las escuelas racionalistas. Solidaridad Obrera. 30 Jun 1934 o Catalá         [ Links ]n, Juan. Patria. Solidaridad Obrera. 8 Mar 1917.         [ Links ]

24. Martí Boscà, José Vicente. Estudios: educación sexual, arte, ciencia, cultura general. In: Faxímil. Estudios. Revista Ecléctica. (Publicación en internet). 2007 (citado 27 Jul 2012). Disponible en: http://www.numerossueltos.com/news/cat/faxdocs/post/faxdoc23/.         [ Links ] Navarro, n. 11; Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5; Cleminson, Richard. "Science and sympathy" or "sexual subversion on a human basis"? Anarchists in Spain and the World League for Sexual Reform. Journal of the History of Sexuality. 2003; 12 (1): 110-121.         [ Links ]

25. Tabernero, Carlos. La sección "Preguntas y respuestas" de la revista anarquista Estudios (1930-1937): generación y gestión multidimensional de conocimiento científico-médico. In: Porras Gallo M. I. et al., eds. Transmisión del conocimiento médico e internacionalización de las prácticas sanitarias: una reflexión histórica. Ciudad Real: SEHM y Universidad de Castilla - La Mancha; 2011, p. 407-411.         [ Links ] Sobre la superación del pensamiento dicotómico puede verse Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 17.

26. Molero-Mesa; Jiménez-Lucena, n. 17.

27. Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5; Jiménez Lucena, Isabel. La cuestión del regeneracionismo sanitario y su debate durante la Segunda República: elementos de clase e ideología. Dynamis. 1998; 18: 285-314.         [ Links ]

28. Molero-Mesa; Jiménez-Lucena, n. 17; Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5; Martí Boscà, n. 24; Tabernero, n. 25.

29. Dra. Pelletier. Despoblación y civilización. Estudios. 1931; 9 (99): 18-20.         [ Links ]

30. Molero-Mesa; Jiménez-Lucena, n. 17; Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5.

31. La sexualidad constituía (y aún constituye) un dispositivo central del biopoder (en términos de políticas de poblaciones y reproductivas) asociado al desarrollo de la modernidad-colonialidad capitalista, porque la gestión del cuerpo y el problema de la población facilitan el reforzamiento de dualismos básicos, como los de género o lo relacionado con lo privado y lo público. En el seno del movimiento libertario se pusieron en práctica estrategias de inclusión que pretendían acabar con la doble moral sobre la que se fundamentaban las relaciones sociales. Sirvan de ejemplo: Austin, Kate. La cuestión de los sexos. Solidaridad Obrera, 10 Ago 1916;         [ Links ] Lacerda de Moura, María. Procreación y miseria. Estudios. 1932; 10 (105): 8-10;         [ Links ] 1932; 10 (106): 7-9; Lacerda de Moura, María. Los libertarios y el feminismo. Estudios. 1932; 10 (107): 15-17.         [ Links ] Véase también: Jiménez-Lucena, Isabel. La inclusión excluyente y la razón que la interpela. La naturaleza de "la mujer nueva" en la prensa libertaria española de entreguerras. In: Porras Gallo et al., n. 25, p. 395-399;         [ Links ] Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5.

32. Un médico rural (Isaac Puente). Medicina subversiva. Estudios. 1932; 10 (108): 13-15;         [ Links ] Molero- Mesa; Jiménez-Lucena, n. 17.

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36. La Dirección. De gran interés para nuestros lectores. Una sección nueva en "Estudios". Estudios. 1930; 8 (87): 18.         [ Links ]

37. Preguntas y respuestas. Estudios. 1931; 9 (95): 26.         [ Links ]

38. Tabernero, n. 25; Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5.

39. Consultorio médico de estudios. Estudios. 1928; 6 (64): contraportada.         [ Links ]

40. Preguntas y respuestas. Estudios. 1933; 11 (122): 44.         [ Links ]

41. Preguntas y respuestas. Estudios. 1936; 14 (150): 22.         [ Links ]

42. Preguntas y respuestas. Estudios. 1935; 13 (139): 29.         [ Links ]

43. Preguntas y respuestas. Estudios. 1935; 13 (140): 30.         [ Links ]

44. Sobre Isaac Puente, véase: Fernández de Mendiola, Francisco. Isaac Puente. El médico anarquista. Tafalla: Txalaparta; 2007.         [ Links ]

45. Preguntas y respuestas. Estudios. 1935; 13 (142): 28.         [ Links ] Los artículos y respuestas que menciona Remartínez son: Del número 130, Puente, Isaac. Ventajas e inconvenientes de los procedimientos anticoncepcionales. Estudios. 1934; 12 (130): 33-34.         [ Links ] Con respecto al número 132, Remartínez se refería muy probablemente a dos artículos con los que establecía una conexión inequívoca entre el conocimiento estrictamente científico-médico que se estaba discutiendo y sus implicaciones socio-culturales. En el primero se hacía una defensa de la libertad sexual de las mujeres como pieza clave para subvertir la "atmósfera de despotismo, de violencia, de autoridad, de celos y de exclusivismo" y así, entre otros aspectos, "poner término a la explotación de la mujer". Lacerda de Moura, María. Amor y libertad. Estudios. Estudios. 1934; 12 (132): 18-19.         [ Links ] El segundo artículo relacionaba el uso de métodos anticonceptivos con el neomaltusianismo. Gallardo, Mariano. Razones fundamentalmente morales, justificativas del empleo de los anticoncepcionales. Estudios. 1934; 12 (132): 20-21.         [ Links ] Del número 139, Preguntas y respuestas, n. 42. Y del número 140, Preguntas y respuestas, n. 43.

46. Preguntas y respuestas, n. 45.

47. Preguntas y respuestas, n. 45.

48. Puente, Isaac. El método anticoncepcional de Ogino. Estudios. 1935; 13 (144): 14-16.         [ Links ]

49. Los artículos y respuestas que menciona Puente son: Del número 130: Puente, n. 45. Con respecto al número 134, Puente, se refería a dos artículos y, al igual que había hecho Remartínez (n. 45), establecía una clara conexión entre el debate científico-médico y sus implicaciones socio-culturales desde el punto de vista anarquista (eugenesia y naturismo). En el primero, Félix Martí Ibáñez (1911-1972) presentaba una nueva sección "Eugenesia y moral sexual": Martí Ibáñez, Félix. Nueva moral sexual. Estudios. 1934; 12 (134): 13-15.         [ Links ] Y en el segundo se vinculaba la sexualidad con el naturismo: Llauradó, A. G. Por el sensualismo. Estudios. 1934; 12 (134): 15-17.         [ Links ] Y del número 140: Preguntas y respuestas, n. 43.

50. Puente, n. 48, p. 14.

51. Puente, n. 48, p. 15-16.

52. Puente, Isaac. Los periodos de esterilidad fisiológica en la mujer. Estudios. 1936; 14 (149): 3-4.         [ Links ]

53. Puente, n. 52, p. 4.

54. Puente, Isaac. Comprobación experimental de los períodos de esterilidad fisiológica en la mujer. Estudios. 1936; 14 (153): 13-14.         [ Links ]

55. Puente, Isaac. La esterilidad y fecundidad fisiológicas de la mujer. Estudios. 1936; 14 (154): 13-14.         [ Links ]

56. Navarro, n. 11; Tabernero, n. 25; Jiménez-Lucena; Molero-Mesa, n. 5.

57. Por ejemplo, en La Revista Blanca (1923-1936, en su segunda época) se publicó un consultorio general entre los años 1933 y 1936 que presenta características similares a la sección de Remartínez, desde el planteamiento educativo ecléctico, hasta el exceso de cartas recibidas y las aclaraciones y advertencias con respecto a la forma y el contenido de las preguntas. Cabe destacar, en este caso, la diferenciación entre el consultorio médico propiamente dicho, gestionado por el médico Javier Serrano (1897-1974), y el consultorio general, gestionado por la redacción de la revista. Por otro lado, en junio de 1935, dentro de este consultorio apareció la sección "De unos a otros", en la que los propios lectores respondían a preguntas de carácter general que la redacción no había sabido o podido contestar. Esta sección plenamente participativa tan sólo se prolongó por espacio de 9 números, pero confirma la voluntad de redefinición de la participación dentro del movimiento libertario a través de prácticas comunicativas. Es necesario señalar que Javier Serrano respetaba pero no compartía los postulados de la medicina naturista y que la línea editorial de La Revista Blanca era manifiestamente antimaltusiana. Esto refleja la pluralidad y complejidad de enfoques que se manejaban y discutían en el mundo libertario.

58. Spottorno y Topete, J. Blanco y Negro. 1932; 42 (2119): 143.         [ Links ]

59. La Dirección, n. 36.

60. Algunos lectores piden directamente bibliografía sobre algún tema. Y cabe destacar también que la sección se publicaba a veces justo delante de la que se ocupaba de las reseñas bibliográficas.

61. La Dirección, n. 36.

62. Remartínez, Roberto. Carta abierta para don Antonio Conesa. Estudios. 1932; 10 (107): 37.         [ Links ] Cursivas en el original.

63. Preguntas y respuestas. Estudios. 1936; 14 (150): 22.         [ Links ]

64. Sobre todo en el último tercio del periodo de publicación de la sección, a medida que las advertencias de Remartínez sobre la necesidad de hacer preguntas de interés general se intensifican.

65. Cabe mencionar aquí que ni ABC ni Blanco y Negro, los ejemplos citados anteriormente, publicaban las preguntas de los lectores, al contrario que Estudios. Este hecho refuerza la consideración de la sección "Preguntas y respuestas" como un ejemplo particularmente ilustrativo de la voluntad de redefinición de la participación, en este caso a través de prácticas mediáticas muy específicas. Esto se refuerza por el hecho de que Remartínez se mostraba implacable con los lectores que no respetaban las reglas y que, según su punto de vista, traicionaban precisamente la voluntad de participación por el mero hecho de querer solamente salir en la sección. Así, por ejemplo, se refirió a "las preguntas insípidas, entendiendo por tales a cosas que todo el mundo conoce y que parece preguntadas sin más interés que el de figurar como preguntante". Preguntas y respuestas. Estudios. 1934; 12 (126): 45.         [ Links ]

66. Molero-Mesa; Jiménez-Lucena, n. 10.

 

 

Fecha de recepción: 20 de septiembre de 2012
Fecha de aceptación: 5 de diciembre de 2012

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