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Nutrición Hospitalaria

versão On-line ISSN 1699-5198versão impressa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.18 no.6 Madrid Nov./Dez. 2003

 

Original

Parámetros hematológicos en pacientes opiaceodependientes

C. del M. Verde Méndez*, J. F. Díaz-Flores**, R. I. Sañudo**, E. M. Rodríguez Rodríguez* y C. Díaz Romero*

* Área de Nutrición y Bromatología. Departamento de Química Analítica. Nutrición y Bromatología.
Universidad de La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. ** Asociación de Cooperación Juvenil San Miguel.
Centros de Atención a las Drogodependencias. Santa Cruz de Tenerife. España.

 

Resumen

Se determinaron los niveles de hemoglobina, hematocrito, hematíes, recuento de leucocitos, índices relacionados con la serie roja (VCM, HCM, CHCM, IDE, VPM), velocidad de sedimentación, hierro, parámetros relacionados con la captación y transporte de hierro (transferrina, ferritina, capacidad de fijación de hierro, índice de saturación de transferrina) y plaquetas en muestras sanguíneas de opiaceodependientes y se compararon los resultados con los obtenidos en un grupo control. En general, para ambos sexos los niveles de hemoglobina, hematocrito, hierro y plaquetas fueron similares en el grupo control y en los opiaceodependientes. Las mujeres opiaceodependientes presentaron un recuento de hematíes y leucocitos superior e inferior respectivamente, que los correspondientes valores del grupo control. Se observó que en el total de pacientes opiaceodependientes, así como en los subgrupos de mujeres y hombres, los índices relacionados con la serie roja fueron superiores con respecto al grupo control. Los niveles de ferritina en opiaceodependientes varones fueron superiores a los encontrados en los controles, mientras que en las mujeres ocurrió lo contrario. Se observó que los hombres y mujeres opiaceodependientes incluidos en el programa de mantenimiento con metadona (PMM) presentaron valores de hemoglobina, hematocrito, hematíes y recuento de leucocitos similares a los no incluidos, exceptuando los heroinómanos varones incluidos en el PMM que mostraron valores inferiores de hematocrito.

(Nutr Hosp 2003, 18: 358-365)

Palabras clave: opiaceodependientes. Parámetros hematológicos. Programa de mantenimiento con metadona.

HAEMOTOLOGIC PARAMETERS IN OPIATE ADDICTS

Abstract

Levels of haemoglobin, haematocrit, number of red cells and leukocytes, haematological index (MCV, MCH, MCHC, DEI, MPV), sedimentation rate, iron, parameter related to accumulation and transport of iron (transferrin, ferritin, iron binding capability, transferring saturation index) and platelets were determined in blood samples of opiate addicts and they were compared with these results obtained in a control group. For both sexes, the levels of haemoglobin, haematocrit, iron and platelets were similar in the control groups and opiate addicts. Opiate addicts females presented a number of red cells and platelets higher and lower respectively than the correspond values of the control group. The haematological index in opiate addicts were higher than the values in the control groups for overall and considering males and females independently. The levels of ferritin in opiate addicts males were higher than these levels found in control groups, occurring the contrary in the females. Opiate addicts males and females included in the methadone maintenance treatment program (MMTP) presented similar values of haemoglobin, haematocrit, number of red cells and leukocytes than the corresponding opiate addicts non-included in MMTP, except opiate addicts males, who showed lower haematocrit values.

(Nutr Hosp 2003, 18: 358-365)

Keywords: Haemotologic parameters. Methadone maintenance. Opiate addicts.

 


Correspondencia: Prof. Carlos Díaz Romero.
Área de Nutrición y Bromatología.
Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología.
Universidad de La Laguna.
38204 Santa Cruz de Tenerife.
Tel.: 922 31 80 49; Fax: 922 31 80 03.
Correo electrónico: cdiaz@ull.es

Recibido: 24-II-2003.
Aceptado: 30-VI-03.

 

Introducción

Desde que, en la última década, comenzó el tratamiento de heroinómanos mediante programas de mantenimiento con metadona (PMM) se ha incrementado el número de pacientes que lo reciben, desde 40 pacientes al principio de los años 90 hasta más de 1.000 pacientes en la actualidad. La mayoría de los trabajos al respecto1-2 han constatado que los individuos incluidos en el PMM mejoran su estilo de vida, particularmente sus hábitos alimentarios. Se ha observado que los pacientes heroinómanos en período de desintoxicación manifiestan realizar únicamente una (43%) o dos (43%) comidas diariamente. En contraste, un tercio de los opiaceodependientes incluidos en el PMM indican que comen 3 o más veces al día1. Debido a esto, las ingestas de nutrientes en pacientes en el PMM se aproximan más a las ingestas recomendadas que las de los opiaceodependientes no incluidos en dicho tratamiento. Sin embargo, muchos de ellos continúan manteniendo un estilo de vida desordenado, lo cual contribuye a que la alimentación sea desequilibrada. Es frecuente el abuso de la comida rápida tipo “snacks” en bares fuera de casa, además de que la selección de los alimentos es inadecuada, lo que determina un patrón alimentario con las siguientes características: 1) elevado consumo de bebidas alcohólicas así como alimentos ricos en glúcidos, tanto en glúcidos simples como dulces y productos de bollería y pastelería como en glúcidos complejos tales como pasta, arroz y cereales; 2) bajo consumo de alimentos proteicos de origen animal, lo cual es debido a su mayor precio y a la dificultad para masticación que presentan muchos opiaceodependientes por el estado deficiente de su cavidad oral; 3) bajo consumo de frutas y verduras frescas, ya que no adquieren dichos alimentos de forma frecuente.

En este trabajo se han determinado los niveles de hemoglobina, hematocrito, hematíes, recuento de leucocitos, índices relacionados con la serie roja (VCM, HCM, CHCM, IDE, VPM), velocidad de sedimentación, hierro, parámetros relacionados con la captación y transporte de hierro (transferrina, ferritina, capacidad de fijación de hierro, índice de saturación de transferrina) y plaquetas en muestras sanguíneas de pacientes opiaceodependientes diferenciando los incluidos en el PMM y los que se encuentran en tratamiento de desintoxicación con objeto de compararlos entre ellos así como con los resultados obtenidos en una población control.

Material y métodos

Muestra poblacional. Se analizaron 102 muestras de pacientes, atendidos en el Centro de Atención a las Drogodependencias de Santa Cruz de Tenerife, Ofra y La Laguna. La edad media para el total de pacientes fue de 33 años, oscilando entre 19 y 53 años. De éstos 83 (14 mujeres, 69 hombres) eran pacientes incluidos en un PMM, mientras que el resto, 19 (4 mujeres, 15 hombres), eran consumidores habituales de heroína. La elección de los pacientes se realizó al azar, solicitándoles previamente su colaboración para la realización de los análisis.

El grupo control estaba constituido por 185 personas sanas (72 hombres y 113 mujeres) seleccionadas dentro del mismo intervalo de edad (19-53 años) que los pacientes estudiados en este trabajo, y cuyos datos se han obtenido de ENCA3.

Toma de muestras. Las muestras fueron recogidas durante los meses de enero a junio del año 2000, entre las 8:00 y las 9:30 y los pacientes se mantuvieron como mínimo 12 horas en ayuno. La extracción de sangre se realizó en el laboratorio de análisis clínicos de la Asociación de Cooperación Juvenil San Miguel, con el individuo recostado en un sillón extensible y el brazo en ángulo mayor de 90°. Las muestras de sangre se extrajeron de una vena antecubital de cualquiera de los dos brazos o, en caso necesario, de una vena de la mano. Se extrajeron aproximadamente 20 ml de sangre empleando las jeringas adecuadas depositando la sangre en tubos que contenían etilendiaminotetraacetato con anticoagulante.

El mismo día de la extracción se procedió a la determinación de los parámetros hematológicos, de Fe, y de algunas pruebas de serología, en los laboratorios de análisis clínicos del Centro de Atención al Toxicómano de Santa Cruz de Tenerife. Para aquellos pacientes de los que no se conocían previamente los datos referentes a las posibles patologías asociadas adquiridas a través del consumo de drogas de abuso, se realizaron los análisis para la determinación del virus de la imnunodeficiencia adquirido (VIH), hepatitis tipo C, hepatitis tipo B (antígenos de superficie, antígeno core y anticuerpo frente al antígeno de superficie). Asimismo, se analizaron posibles enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y las derivadas de las infecciones por Mycobacterium tuberculosis.

Métodos de análisis. La determinación de todos los parámetros hematológicos se realizó en muestras de sangre total el mismo día de la extracción de la muestra. Para la determinación de Fe, transferrina y ferritina se utilizó suero obtenido por centrifugación de la sangre total. Los métodos analíticos fueron los habitualmente usados en el laboratorio de análisis clínicos de la Asociación de Cooperación Juvenil San Miguel.

Determinación de parámetros hematológicos. Las pruebas hematológicas efectuadas fueron las siguientes: recuento leucocitario, recuento de hematíes, hemoglobina, hematocrito, volumen corpuscular medio (VCM), hemoglobina corpuscular media (HCM), concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM), índice de distribución eritrocitaria (IDE), recuento plaquetario, volumen plaquetario medio. Para su análisis se empleó el analizador hematotógico interpretativo y diferencial en 5 partes System 9000+ (Serono Baker Diagnostics, Inc).

Determinación de Fe. Se empleó el analizador BM/Hitachi 911, el cual utiliza un método con Ferrozine sin desproteinización. La técnica se calibra semanalmente y diariamente se realizan los controles de calidad intralaboratorio, usando sueros de control Precinorm U y Precinorm Pat con concentraciones en el intervalo normal o en el intervalo límite entre normal y patológico.

Determinación de transferrina y ferritina. Se realizó con el analizador BM/Hitachi 911, que utiliza test enzimáticos in vitro para la determinación cuantitativa de dichos parámetros en suero humano. También dispone de sueros de control Precinorm U y Precinorm Pat con concentraciones en el intervalo normal o en el intervalo límite entre normal y patológico.

Determinación de patologías orgánicas asociadas. En cuanto a la determinación de las patologías asociadas al consumo de drogas de abuso se utilizaron sendos métodos perfectamente estandarizados del analizador Axsym para la identificación de: 1) VIH (AxSYM® HIV 1/2 gO); 2) hepatitis tipo C (AxSYM® HCV (versión 3.0)); 3) hepatitis tipo B: antígeno de superficie (AxSYM® HbsAg (V2)), antígeno core (AxSYM® CORE), anticuerpos frente al antígeno de superficie del virus (AxSYM® AUSAB); 4) sífilis (RPR reditest), y 5) tuberculosis (se utilizó la prueba de intradermoreacción de Mantoux, contando para ello con el test de la tuberculina (PPD Evans), derivado proteico purificado del lote RT-23). Se incluye la sífilis dentro de las patologías orgánicas asociadas al consumo porque, aunque no lo sea directamente, se encuentra en muchos drogodependientes por los hábitos poco saludables y actividades marginales que implica el abuso de drogas.

Análisis estadístico. Todos los análisis estadísticos han sido realizados usando el programa estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) para Windows 10.0. Se aplicó el test de Kolmogorov-Smirnov-Lilliefors para evaluar si las variables tenían una distribución normal, la prueba de homogeneidad de varianza (Estadístico de Levene) y también una exploración previa tipo Box-plot con objeto de eliminar aquellas muestras que eran anómalas. A continuación se aplicó un análisis de varianza (ANOVA) a todas las variables cuantitativas estudiadas para comparar los valores medios obtenidos en los distintos grupos de individuos, considerando que existen diferencias significativas cuando la comparación estadística daba valores de p < 0,05. Asimismo se calcularon los coeficientes de correlación de Pearson para establecer el grado de relación entre las variables.

Resultados y discusión

En la tabla I se muestra el porcentaje de pacientes opiaceodependientes con resultados de los parámetros hematológicos analizados por encima y por debajo del intervalo considerado normal4. Se observa que un 14,3% de hombres y 11,1% de mujeres presentan valores de hemoglobina por debajo del intervalo normal (14-17 y 12-15 g/dl para hombres y mujeres respectivamente), lo cual ha sido descrito en trabajos anteriores para pacientes heroinómanos5. Otros autores6 observaron que el 15,8% de un grupo de pacientes en tratamiento con metadona tenían niveles bajos de hemoglobina (12,0-13,9 y 10,0-11,9 g/dl para hombres y mujeres respectivamente). Por tanto, el grado de alteración de estos individuos en relación a los niveles de hemoglobina parece ser un poco mayor. La mayoría de los valores de hematocrito obtenidos en el presente trabajo se encuentran dentro del intervalo de referencia. En contraste, Christakis y cols.6 observaron que un 36,5% de los heroinómanos en tratamiento con metadona tenían niveles bajos de hematocrito y un 4,2% presentaron deficiencia (por debajo de 37% y 31% de hematocrito en hombres y mujeres respectivamente). La mayoría de los opiaceodependientes presentan un número de hematíes dentro de intervalo que se considera normal, resultando que sólo 3 hombres y 1 mujer tienen valores inferiores a los correspondientes intervalos normales.

En cuanto a los índices eritrocitarios, destaca que el 28,4% y el 51% de los opiaceodependientes presentan valores de VCM y HCM respectivamente superiores al rango normal. En una primera lectura de estos datos, parece que existen 7 pacientes que pueden tener anemia macrocítica, ya que además de presentar valores medios aumentados de VCM y HCM con valores de CHCM normales tienen deficiencia de hemoglobina. Asimismo se puede destacar que el 40,2% de los pacientes tienen valores medios elevados de velocidad de sedimentación. La determinación de transferrina se utiliza habitualmente para valorar la proteína visceral y estados de desnutrición energético-proteico del individuo. Pero también sus niveles pueden estar incrementados como consecuencia de depleción de las reservas de Fe. En el presente estudio la gran mayoría de los individuos (94,3%) tienen valores dentro del intervalo considerado normal. El 42,5% tienen valores elevados de la capacidad de fijación de hierro y el 32,9% presentan los valores del índice de saturación de transferrina inferiores al intervalo de referencia. Los intervalos de sideremia normales para Fe son diferentes en función del sexo, observándose una gran variación en los valores de sideremia en los individuos analizados. Un 12,8% de hombres y 15% de mujeres opiaceodependientes presentan valores séricos de hierro inferiores a los correspondientes intervalos normales, mientras que un 14% de hombres y 25% de mujeres los tienen superiores.

Comparando las concentraciones séricas de los parámetros hematológicos obtenidas en los pacientes opiaceodependientes y las personas sanas incluidas en el grupo control (tabla II), se observan valores medios de hemoglobina y del hematocrito superiores (p = 0,000) en la totalidad de los pacientes con respecto al grupo control. Esto se debe a que los pacientes estudiados son mayoritariamente del sexo masculino, los cuales presentan valores de estos parámetros superiores a los correspondientes a mujeres. Si se consideran los sexos separadamente, no existen diferencias significativas entre los valores medios de controles y opiaceodependientes. En cuanto al número de hematíes, se observa que los hombres (p = 0,001) y mujeres (p = 0,002) opiaceodependientes presentan valores inferiores en relación a los correspondientes grupos controles. En contraste, se observa un mayor recuento de leucocitos, tanto en la totalidad como en las mujeres opiaceodependientes con respecto al grupo control, existiendo diferencias significativas en ambos casos (p = 0,000). En el caso de los hombres, aunque el número medio es mayor, las diferencias entre los valores medios no alcanzaran significación estadística (p = 0,061). Esto podría ser explicado debido a un mayor número de infecciones oportunistas, en los pacientes opiaceodependientes, así como a las patologías asociadas con ellas.

Por otra parte, es destacable como todos los índices presentan diferencias significativas tanto en la totalidad de los pacientes como en cada uno de los sexos por separado. Los valores medios en todos los casos fueron superiores en los pacientes con respecto al grupo control, destacando que en el caso del HCM el valor medio se sitúa incluso por encima del intervalo normal. Estos resultados son consistentes con una posible anemia macrocítica y está de acuerdo con los bajos niveles de ácido fólico observados en estos individuos7. Ingestas bajas de ácido fólico, consecuencia del bajo consumo de hortalizas y verduras indicado por estos pacientes8, además de otros factores, podrían explicar estos resultados. Sin embargo, estos valores relativos a los índices VCM y HCM contrastan con los obtenidos por Heathcote y Taylor9, los cuales no encuentran diferencias significativas entre los valores medios obtenidos en heroinómanos en tratamiento de desintoxicación y los correspondientes controles. También los resultados de CHCM están en controversia con estos autores9, mientras ellos indican menores (p < 0,05) niveles en los heroinómanos, en este trabajo se observa lo contrario.

Asimismo, se observan diferencias significativas entre los valores medios de ferritina en pacientes opiaceodependientes y grupos control tanto en la totalidad (p = 0,000) como en los hombres (p = 0,013). El valor medio de ferritina en la totalidad de los datos es mayor en los opiaceodependientes, lo cual es debido a que en el grupo de pacientes predominan los varones, que tienen un intervalo normal superior al de las mujeres. Considerando los varones se observa que los opiaceodependientes tienen una concentración media de ferritina mayor (p = 0,013) que los individuos del grupo control. En el caso de las mujeres sucede lo contrario aunque no se alcanzan diferencias significativas. En cuanto al número de plaquetas, se observan valores significativamente menores (p = 0,028) en la totalidad de los pacientes con respecto al grupo control, encontrando también valores medios menores en pacientes para ambos sexos.

No existen datos del grupo control de la velocidad sedimentación, la transferrina, la capacidad de fijación del Fe, y el índice de saturación de la transferrina, por lo que no se pueden comparar con los obtenidos por los de los pacientes. Sin embargo, en un estudio desarrollado en la Unidad de Medicina Interna del Hospital Universitario de Santa Cruz de Tenerife10- 11 sobre drogodependientes (la mayoría heroinómanos) en tratamiento de desintoxicación, se observó que los niveles de transferrina fueron muy similares a los encontrados por nosotros.

En cuanto al contenido sérico de hierro, aunque el valor medio de la totalidad de los pacientes es mayor que el del grupo control, se observa que diferenciando por sexos los valores medios son mayores en el grupo control. La diferencia entre los valores de sideremia en el caso de los hombres es un poco más acusada (p = 0,101). Por tanto, se deduce que no se detecta una tendencia clara a anemia ferropénica en los opiaceodependientes estudiados, lo cual está de acuerdo con los resultados publicados en relación a sus hábitos alimentarios8. La variación de los datos es mayor en el caso de los grupos de pacientes cuando se comparan con los del grupo control, observándose que las mujeres de ambos grupos (pacientes y sanos) tienen mayores coeficientes de variación que los hombres. En un trabajo anterior (12) se observó una tendencia a anemia de pacientes opiaceodependientes, lo cual podría ser también una consecuencia de la alimentación inadecuada o patologías asociadas a este tipo de pacientes. Sin embargo, hay que resaltar que estos pacientes estaban en tratamiento de desintoxicación y que muchos presentaban un estado muy deteriorado.

En la tabla III se presenta una comparación ente los valores medios de parámetros hematológicos obtenidos en pacientes opiaceodependientes diferenciando los individuos en base al sexo y en función de su inclusión o no en el PMM No se observan diferencias importantes en los valores de hemoglobina y número de hematíes entre los valores medios en función del tratamiento seguido para la totalidad de los individuos y diferenciándolos en función del sexo. Los valores medios de hemoglobina y hematocrito de individuos en el PMM son muy parecidos a los descritos por otros autores 5, 6, 9 en pacientes opiaceodependientes. Algunos autores9, 13 observaron contenidos medios de hemoglobina similares en varones opiaceodependientes incluidos y no incluidos en un PMM, lo cual está de acuerdo con lo encontrado en este trabajo. Los valores medios de hematocrito son mayores en los grupos de individuos que no están en el PMM con respecto a los que si están, llegando a ser significativas (p = 0,047) las diferencias en el caso de los varones. Los valores medios de los pacientes incluidos en el PMM se aproximan en mayor medida a los correspondientes valores medios observados en el grupo control.

Por otro lado, los pacientes no incluidos en el PMM tienen un valor medio de recuento de leucitos mayor, lo cual podría ser una consecuencia de un estado mejor de salud en los pacientes incluidos en el PMM y un menor número de infecciones oportunistas. Sin embargo, no se alcanzan diferencias significativas cuando se comparan con el valor medio obtenido en los individuos en tratamiento en el PMM. Esto está de acuerdo con lo apuntado por Heathcote y Taylor9 que concluyeron que a pesar de las anormalidades enzimáticas existentes a nivel hepático, los opiaceodependientes son capaces de responder adecuadamente frente a antígenos si su estado nutritivo es normal. Asimismo, en este trabajo se observa que los opiaceodependientes con más de cuatro años en el PMM tienen un recuento de leucocitos menor (p = 0,162), siendo dicho valor próximo al detectado en el grupo control. Esto sugiere que el tratamiento con metadona tiende a normalizar la respuesta inmunológica del individuo. Los individuos (hombres y mujeres) incluidos en el PMM, tienen valores medios de los índices HCM, CHCM y VPM significativamente superiores que los no incluidos en dicho programa, diferenciándose de los valores medios observados en el correspondiente grupo control. Sin embargo, los valores medios de VCM de los grupos de pacientes incluidos en el PMM son menores que los valores correspondientes a los que no están en dicho tratamiento, siendo en este caso más parecidos a los valores observados en el grupo control. Asimismo, en el caso de los hombres se observa que los individuos en el PMM tienen menor (p = 0,027) IDE y mayor (p = 0,044) VPM que los correspondientes valores medios en los individuos no incluidos en el PMM Respecto del resto de parámetros hematológicos considerados, no se observan diferencias importantes entre los dos grupos de pacientes opiaceodependientes, tanto para la totalidad de los individuos como para los correspondientes grupos de hombres y mujeres por separado.

Para el caso del Fe los resultados son sorprendentes, el valor medio observado en mujeres incluidas en el PMM es inferior al valor medio encontrado en mujeres que constituyen el grupo control, y éstas a su vez, tienen una menor sideremia que las mujeres no incluidas en PMM, aunque las diferencias no son significativas en ninguno de los casos. El comportamiento en el caso de los hombres es diferente, ya que ambos grupos de pacientes, es decir los incluidos y los no incluidos en el PMM, presentan concentraciones medias inferiores con respecto a las observadas en el grupo control, aunque estas diferencias no son significativas (p = 0,176 y p = 0,107 respectivamente).

No se observa una influencia importante de las patologías asociadas al consumo de drogas estudiadas (tabla IV) sobre los parámetros analizados en este trabajo. Con respecto al VIH y aunque el número de pacientes positivos era muy bajo y por tanto no se alcanzó significación estadística en ningún caso, se puede destacar que éstos tienen menores niveles de los parámetros característicos del hemograma (hemoglobina, hematocrito y hematíes) en particular del recuento de plaquetas y de leucocitos. También la transferrina y capacidad de fijación del hierro se encuentran disminuidas y el índice IDE aumentado.

Los individuos con un resultado positivo de hepatitis C muestran significativamente mayor (p = 0,041) número de hematíes, y los valores de hematocrito tienden a ser más altos (p = 0,063). Sin embargo, esto se debe a una mayor proporción de varones dentro de este grupo. Asimismo, los valores de transferrina tienden a ser más altos (p = 0,058) en los positivos. No se observan diferencias apreciables en el resto de los parámetros considerados. Los pacientes que presentan un resultado positivo de la hepatitis B, muestran una mayor concentración de transferrina (p = 0,067), menor (p = 0,018) valor de IDE, y mayor velocidad de sedimentación (p = 0,147) que los individuos con resultado negativo.

Los ocho individuos que posiblemente tengan sífilis, muestran una tendencia a tener niveles inferiores de hemoglobina y hematocrito lo cual es debido a la mayor proporción (50%) de mujeres en este grupo. Los opiaceodependientes con resultados positivos en la pruebas de la sífilis y tuberculosis muestran respectivamente mayores (p = 0,047) y menores (p = 0,034) niveles de transferrina que los que tenían un resultado negativo. Algunos autores (Santolaria-Fernández y cols., 1995) indicaron que los drogodependientes que manifiestan patologías orgánicas asociadas presentaron menores niveles de transferrina que los que no tenían dichas patologías, lo cual podría estar de acuerdo con una cierta tendencia a padecer desnutrición proteica. Sin embargo, los niveles observados en individuos VIH positivos y negativos fueron muy similares10.

En la tabla V se presenta la matriz de correlación doble logarítmica correspondiente a los parámetros analizados en el grupo control y opiaceodependientes. Se observan correlaciones positivas entre hemoglobina, hematíes y hematocrito con parámetros antropométricos, talla, peso, IMC, destacando la correlación entre el peso con la hemoglobina y con el número de hematíes, correlaciones que se repiten cuando se considera el grupo de los hombres.

Asimismo se pueden, lógicamente, ver correlaciones positivas entre hemoglobina, hematíes y hematocrito con coeficientes de correlación superiores a 0,7; sin embargo, no se detectan diferencias apreciables entre las correlaciones definidas para los pacientes incluidos en el PMM con respecto a los no incluidos en el PMM, ni tampoco con respecto a los individuos. También es interesante destacar las correlaciones negativas entre el número de hematíes y los índices VCM, HCM y CHCM lo que indica que a medida que el número de hematíes se incrementa disminuye el volumen medio de los hematíes y la cantidad de hemoglobina asociada a ellos. Por una razón similar se detecta una correlación negativa entre VPM y el número de plaquetas. Sin embargo, cuando se compara con el grupo de individuos del grupo control no se detectan diferencias importantes en la distribución de los puntos representativos de dichos grupos.

Considerando los índices hematológicos, destacan las correlaciones entre HCM y VCM, y entre HCM y CHCM. Si se representan las correlaciones entre VCM y CHCM frente a HCM se puede ver (fig. 1, A y B) que los puntos que corresponden a los individuos sanos tienden a separarse de los puntos representativos de los opiaceodependientes, lo cual es debido a que los valores de ambos índices en los pacientes tienden a ser mayores. El Fe sérico presenta correlaciones significativas con la hemoglobina, hematocrito y ferritina, observándose con esta última una elevada correlación. Esto indica que a medida que se incrementa el Fe en sangre, los valores de ferritina, aumentan, es decir, aumentan los depósitos de Fe corporal.

Conclusiones

Los opiaceodependientes presentan un menor recuento de hematíes y mayor de leucocitos que los individuos incluidos en el grupo control. Los valores de los índices VCM, HCM, VPM y CHCM son mayores en los opiaceodependientes, lo cual es consistente con una posible anemia macrocítica como consecuencia de bajos niveles de ácido fólico.

Los opiaceodependientes en PMM tienden a normalizar los datos de hemoglobina, hematocrito, recuento de leucocitos y VCM; sin embargo, otros índices (HCM, CHCM y VPM) se encuentran más alejados de la normalidad.

No se detecta una influencia muy importante sobre los parámetros hematológicos debido a la presencia de anticuerpos de patologías asociadas al consumo de drogas. Asimismo, el tiempo de tratamiento con metadona y de consumo de heroína influyen poco sobre los parámetros hematológicos. Sin embargo, se observa que cuando el tiempo de tratamiento con metadona se incrementa muy menores niveles de plaquetas y mayores niveles de CHCM.

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