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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.19 no.6 Madrid nov./dic. 2004

 

Original

Ingesta excesiva de alcohol, malnutrición y cáncer de cabeza y cuello

C. Martín Villares, J. Domínguez Calvo, J. San Román Carbajo, M. E. Fernández Pello, P. Pomar Blanco
y M. Tapia Risueño

Servicio de ORL. Hospital del Bierzo. Ponferrada. León.

 

Resumen

Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello presentan generalmente una excesiva ingesta de alcohol en su dicta diaria. El objetivo de este trabajo será establecer la relación entre consumo excesivo de alcohol en cáncer de cabeza y cuello y malnutrición junto al posible valor pronóstico del abuso de alcohol en su evolución oncológica.
Pacientes y métodos:
Se estudian de forma prospectiva 50 pacientes con cáncer de cavidad oral o faringolaringe en estadío T2-4. Se investigará sobre el estado nutricional y la aparición de recidivas en función de la ingesta de alcohol, así como la posibilidad de abandono del consumo de alcohol al finalizar el tratamiento oncológico.
Resultados:
El 51% de nuestros enfermos ingería diariamente una cantidad excesiva de alcohol en su dieta. El 70% de los grandes consumidores de alcohol presentaban mal estado nutricional, frente a una incidencia de desnutrición del 30% en los enfermos que no tomaban alcohol (p < 0,01 ). El 30% de los pacientes que tomaban alcohol en exceso presentaron recidiva tumoral frente al 13% de recidivas en pacientes no bebedores (p < 0,05 ). Solo el 48% de los pacientes con ingesta excesiva de alcohol consiguió abandonar su hábito tóxico, siendo los pacientes alcohólicos con malnutrición los enfermos que más fracasaron en el abandono de la ingesta excesiva del alcohol.
Conclusiones:
El exceso de alcohol en la dieta de los enfermos con cáncer de cabeza y cuello se asocia a malnutrición y a mal pronóstico oncológico. Es necesario ofrecer a estos enfermos tratamiento nutricional, médico y farmacológico para reducir la ingesta alcohólica y mejorar sus posibilidades de supervivencia.

(Nutr Hosp 2004, 19:348-352)

Palabras clave: Alcohol. Nutrición. Cáncer de cabeza y cuello.

HEAVY ALCOHOL INTAKE, MALNUTRITION AND HEAD AND NECK CANCER PATIENTS

Abstract

Head and neck cancer patients are frecuently heavy alcohol drinkers. The aim of this study is to determine the impact of alcohol intake on nutritional status and the impact in prognoses.
Patients and methods:
Fifty patients with oral and pharyngolaryngeal carcinomas were prospective studied in a control-case study. We studied nutritional status and tumoral recurrence in alcoholic and non-alcoholic patients. We also studied alcohol intake after oncologic treatment in these patients.
Results:
51% of these patients had excesive alcohol intake before oncologic, treatment. The impact of malnutrition was 70% in alcoholic patients vs 30% in non-alcoholic (p < 0.01). Tumoral recurrence was 30% in alcoholic patients vs 13% in non-alcoholic patients (p < 0.05 ). Only 48% of alcoholic patient stopped alcohol in-take after treatment.
Conclusions:
Excesive alcohol intake in head and neck cancer patients is a predictive malnutrition factor and it is related to poor prognoses. Alcoholic patients with head and neck cancer and malnutrition need an agresive nutritional, medical and psycosocial suppor after oncologic treatment, in order to reach a better and longer survival.

(Nutr Hosp 2004, 19:348-352)

Key words: Alcohol. Malnutrition. Head neck neoplasms.

 


Correspondencia: C. Martín Villares.
Hospital del Bierzo.
La Dehesa, s/n.
24400 Ponferrada.
E-mail: cmvillares@hotmail.com

Recibido: 11-III-2004.
Aceptado: 11-VI-2004.

 

Introducción

Aunque sigue existiendo controversia sobre la relación entre alcohol y peso corporal, en general se considera que la ingesta excesiva de alcohol es causa de pérdida de peso y malnutrición1-6. En un estudio realizado en nuestro país sobre 1.320 ancianos en el que se identificó un riesgo nutricional moderado en el 79,1% de los pacientes, el factor de riesgo nutricional que de identificó con mayor frecuencia fue el excesivo consumo de alcohol7.

Se estima que más del 80% de los enfermos con cáncer de cabeza y cuello son consumidores habituales de alcohol en la dieta diaria en nuestro medio8, frente a un 48% de sujetos que refieren tener problemas con el alcohol en población masculina no seleccionada del norte de España9. Los enfermos con cáncer de las vías aerodigestivas superiores son enfermos de alto riesgo de desnutrición por su proceso canceroso10-11 y por la localización de su tumor en la vía digestiva alta12,13, en los que el consumo excesivo de alcohol agravará su deficiente estado nutricional y su inmunodepresión14. Además, es probable que el alcohol por si mismo provoque un aumento en la proliferación en las células escamosas de cabeza y cuello15. Por todos estos factores, el consumo de alcohol excesivo es un co-factor de suma importancia en la morbi-mortalidad del enfermo con cáncer de cabeza y cuello (fig. 1), que debe ser adecuadamente estudiado tanto como por su impacto sobre el estado nutricional como en el pronóstico oncológico del enfermo14.

Fig. 1.-Los individuos que consumen alcohol en exceso tienen mayor riesgo de fallecer
por los efectos inmunosupresores del alcohol -que se potencian por la malnutrición-
y por patología sistémica relacionada con el alcohol. En el enfermo oncológico,
el alcohol aumenta la incidencia de cáncer y de co-morbilidad.


El objetivo de este trabajo será valorar la incidencia de consumo excesivo de alcohol en pacientes con cáncer de cabeza y cuello y su impacto sobre el estado nutricional de los enfermos y en el pronóstico oncológico. Se estudiará además el abandono del hábito alcohólico tras finalizar el tratamiento oncológico, tratando de identificar que pacientes presentan mayor riesgo de fracaso en abandonar este hábito tóxico.

Material y métodos

Pacientes

Se incluyen en este estudio 50 pacientes con diagnóstico de carcinoma epidermoide de cavidad oral, oro e hipofaringe diagnosticados y tratados en nuestro servicio durante los años 1998-2000. Los enfermos fueron seguidos en nuestras consultas al menos durante 24 meses tras finalizar el tratamiento.

Diseño del estudio

Realizamos estudio de casos y controles en función de la ingesta excesiva de alcohol (> 170 g de alcohol a la semana). Estudiamos las siguientes variables en cada grupo de pacientes:

1. Estado nutricional del paciente al ingreso, considerando como criterio de malnutrición una pérdidad mayor del 10% del peso corporal normal en los últimos 6 meses.

2. Aparición de recidiva tumoral a lo largo del seguimiento. 3. Ingesta de alcohol tras finalizar el tratamiento oncológico.

Análisis estadístico

Se realizó análisis estadístico de las variables mediante la prueba de la t de Student, tomando para la comparación entre el grupos un nivel de significación de p > 0,05. Se buscará en función de los métodos estadísticos establecer una posible relación estadística de la ingesta de alcohol y del estado nutricional del enfermo, así como su relación con la aparición posterior de recidiva tumoral.

Resultados

El 54% de nuestros enfermos consumía de forma excesiva alcohol en su dieta habitual (27/50). De los enfermos con consumo excesivo de alcohol, el 70% presentaba además desnutrición, frente a una incidencia del 35% de enfermos desnutridos entre los enfermos que no tomaban alcohol. El estudio estadístico señaló que la desnutrición se asociaba a consumo excesivo de alcohol de forma estadísticamente significativa (p <,01). Tabla I y fig. 2.

Fig. 2.-Incidencia de malnutrición en función de la
ingesta alcohólica.


En el seguimiento del grupo de enfermos contamos con 11 recidivas tumorales (22% a los dos años). En función del consumo de alcohol en la dieta diaria, encontramos que el consumo excesivo de alcohol se asociaba a un peor pronóstico oncológico de forma estadísticamente significativa (p < 0,05). Mientras que el 31% de los enfermos que consumían demasiado alcohol a diario presentaron recidiva de su tumor en el seguimiento, sólo el 13% de los enfermos no alcohólicos presentaron esta recidiva (fig. 3 y tabla II).

Fig. 3.-Incidencia de recidiva tumoral en función de la
ingesta alcohólica.


Tras finalizar el tratamiento oncológico y recomendárselo al paciente el abandono del hábito alcohólico, solo el 48% de los enfermos consiguieron suprimir la ingesta de alcohol de forma duradera (más de 24 meses). En el intento de abandonar este hábito tóxico, fracasaron más los enfermos que además de tomar alcohol presentaban un mal estado nutricional: de 19 alcohólicos desnutridos 11 siguieron consumiendo alcohol de forma excesiva, mientras que tan solo 2 de los 8 pacientes con un estado nutricional aceptable continúan tomando alcohol al cierre del estudio (fig. 4).

Fig. 4.-Incidencia de consumo excesivo de alcohol
antes y después del tratamiento oncológico.


Discusión

Nuestros resultados sobre la alta incidencia de la ingesta excesiva de alcohol en enfermos con cáncer de cabeza y cuello coinciden con los de otros autores de nuestro país8,15, y sin embargo, su impacto sobre el estado nutricional y el pronóstico oncológico no ha sido adecuadamente valorado14.

Observamos que la ingesta excesiva de alcohol duplicó en nuestros enfermos la incidencia de malnutrición. El enfermo con cáncer de las vías aerodigestivas superiores, que es un paciente con alto riesgo de desnutrición por sus especiales características10-13, ve agravado su problema nutricional por el consumo excesivo de alcohol, que le producirá una pérdida de peso por alteración del metabolismo de la glucosa, de las proteínas y de los lípidos2-5. Esta desnutrición agrava el problema de inmunosupresión que el enfermo ya tiene por su cáncer, y por tanto, sus posibilidades de supervivencia14. Es por tanto necesario aumentar nuestros conocimientos en la malnutrición asociada al alcoholismo, para poder aplicar con éxito una terapia nutricional en estos enfermos, en los que alcohol y malnutrición son con frecuencia factores íntimamente relacionados16.

A mediados de los noventa se demostró que el consumo excesivo de alcohol era un factor pronóstico independiente en los enfermos con cáncer de cabeza y cuello14, encontrándose diferencias en la supervivencia a 5 años de hasta el 40% en función de que el enfermo tomara o no alcohol de forma excesiva. Nuestros resultados, a pesar de contar con un grupo limitado de pacientes, señala ya este mal pronóstico asociado a la excesiva ingesta de alcohol. Otros autores han atribuido al alcohol el 80% de las muertes de los enfermos con cáncer de esta localización17, bien directamente a bien a través de co-morbilidad18.

Un resultado de nuestro estudio que creemos interesante por lo poco que ha sido reflejado en la literatura y por su gran importancia clínica es el dato sobre el abandono de la ingesta de alcohol al finafizar el tratamiento oncológico. Se ha visto que la morbi-mortalidad por alcohol aumenta en función de la cantidad de alcohol ingerido en la dieta y que el abandono definitivo del hábito enólico consigue por sí solo mejorar la supervivencia de estos enfermos14. Pero, como señala nuestro trabajo, algo menos de la mitad de los enfermos consiguen abandonar la ingesta diaria de alcohol tras superar el tratamiento de su cáncer, y precisamente van a fracasar más los enfermos más desfavorecidos: los alcohólicos que además presentan malnutrición. En este estudio, únicamente se le aconsejaba al enfermo abandonar la ingesta de alcohol, lo cual como vemos no es eficaz en algo más de la mitad de los enfermos. En estudios randomizados realizados en nuestro país se pone de manifiesto que el consejo médico debe ir acompañado de seguimiento largo del enfermo19, habiéndose comunicado también en estudio randomizado éxito del 76% en el abandono del hábito alcohólico mediante terapia de grupo20. El dato de que algo menos de la mitad de nuestros enfermos consiguen dejar el alcohol tras finafizair el tratamiento oncológico pone pues de manifiesto que este tipo de enfermos deben ser tratados no solo del cáncer, sino además del su hábito alcohólico21 y de su desnutrición22 de forma coordinada, para poder así mejorar la supervivencia14 con la mejor calidad de vida posible.

Conclusiones

1. Los enfermos con cáncer de cabeza y cuello con ingesta diaria excesiva de alcohol presentan con frecuencia un problema de malnutrición severa añadido.

2. El consumo de alcohol excesivo es un indicador de mal pronóstico oncológico para el enfermo con cáncer de cabeza y cuello. 3. Los pacientes con consumo excesivo de alcohol que además presentan desnutrición tienen alto riesgo de fracaso en el intento de abandonar este consumo excesivo al finalizar el tratamiento oncológico.

Estos datos sugieren que el enfermo con cáncer de cabeza y cuello que además consume diariamente en su dieta cantidades excesivas de alcohol precisa, junto a la cirugía y radioterapia para eliminar su tumor, tratamiento nutricional, médico y psicológico para romper el circulo cáncer, alcohol y desnutrición que empeora su supervivencia global y su calidad de vida.

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