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Nutrición Hospitalaria

On-line version ISSN 1699-5198Print version ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.20  suppl.1 Madrid Mar. 2005

 


UTILIDAD DE LOS SUPLEMENTOS CALÓRICO-PROTEICOS Y LA EDUCACIÓN NUTRICIONAL EN PACIENTES CON
ANOREXIA NERVIOSA Y MALNUTRICIÓN

Muñoz Octavio de Toledo E, Loria V, Lourenço Nogueira T, Marín Caro M, Castillo Rabaneda R, Cos Blanco AI, Gómez Candela C

Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

Los pacientes con Anorexia Nerviosa (AN) presentan alteraciones patológicas del patrón de alimentación y los suplementos nutricionales pueden ayudar a la recuperación ponderal cuando la alimentación tradicional no es suficiente.

Objetivos: Evaluar las modificaciones del estado nutricional, conductas compensatorias (vómitos, atracones), ingesta calórica, de macro-micronutrientes y hábitos alimentarios en pacientes con AN con IMC inferior a 18 tras 6 meses de tratamiento en programa educativo que cuenta con la colaboración de Dietista y la utilización de suplementos calórico proteicos.

Material y métodos: El estudio se llevó a cabo en 40 pacientes (sólo 1 hombre), media de edad de 24 ± 6 años, 70% restrictivas y 30% purgativas; mediana del tiempo de diagnóstico 3 años (Min: 8 días, Max: 21 años) en programa de seguimiento intensivo (semanal-quincenal) con control clínico, educación nutricional específica y tratamiento Psiquiátrico. IMC inicial medio: 16 ± 1 kg/m2). Del total de pacientes sólo 24 (60%) aceptaron suplementos calórico-proteicos ricos en fibra (1,5 kcal/ml).

Resultados: Respecto al estado nutricional los dos grupos (suplementados y no) aumentaron de peso de manera significativa (3,2 y 2,2 kg respectivamente p: 0,000), sin embargo, el aumento del IMC sólo fue significativo en el grupo con suplementos (de 16,2 a 17,4, p = 0,003), los cuales también mejoraron su PT y CMB. La albúmina y los linfocitos totales se encontraron dentro de la normalidad en todo momento.

El número de vómitos tendió a disminuir tras los 6 meses.

Tendió a aumentar la ingesta calórica de 1.470 a 1.610 kcal y el consumo de todos los macro-micronutrientes.

Se detectó un significativo aumento en el tiempo dedicado a comer (p = 0,024) y en el número de platos ingeridos por comida (p = 0,034), así como en la frecuencia de consumo semanal de arroz, legumbres y huevo.

Conclusiones:

1. El seguimiento intensivo y la educación nutricional llevada a cabo por una Dietista en el contexto de un programa terapéutico bien definido, ha logrado cambios positivos respecto al peso, a la ingesta de nutrientes y los hábitos y frecuencia de consumo de alimentos, mejorando los patrones de alimentación de los pacientes.

2. Los suplementos calóricos-proteicos son una herramienta fundamental para la recuperación de muchos pacientes con Anorexia Nerviosa que acceden a consumirlos.

Este estudio continúa en marcha.


VALORACIÓN NUTRICIONAL EN UN GRUPO DE POBLACIÓN CON DIAGNÓSTICO DE BULIMIA NERVIOSA

Torres Asensio MªD*, Rodríguez L**, Vaz Leal F**, Orgaz Morales***

*Departamento de Fisiología. Universidad de Extremadura. **Departamento de Farmacología y Psiquiatría. Universidad de Extremadura.
***Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Infanta Cristina. Badajoz.

La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaría cuya prevalencía en las sociedades desarrolladas se ha visto considerablemente incrementada en el último siglo y alcanza del 1-3% de las mujeres durante la adolescencia y la juventud.

Objetivos: Valorar el estado nutricional de un grupo de pacientes diagnosticadas de bulimia nerviosa de tipo purgativo.

Material y métodos: Se ha realizado un estudio transversal a través de distintas escalas clínicas destinadas a evaluar la patología alimentaría (EDI2, EAT-40, BITE) en 18 mujeres diagnosticadas de bulimia nerviosa, pertenecientes a la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaría de Badajoz, de una edad comprendida entre 15 y 39 años, a las que se les determinaron los siguientes parámetros. Antropométricos: Índice de masa corporal (IMC),% Peso graso (pliegues cutáneos), Circunferencia muscular del brazo (CMB), Índice cintura cadera (ICC). Bioquímicos: Índice creatinina/ estatura, albúmina, prealbúmina, proteína fijadora de retinol y transferrina. Densidad òsea: velocidad media de ultrasonidos, T-score y Z-score.

Resultados: El IMC medio es de 24,4 ± 4,1 kg/m2 (61% de la población), el 28% presenta sobrepeso y un 11% son obesos. Según el% de grasa corporal, un 61% están incluidas en el intervalo de delgadez, 8% son obesas y un 31% con normopeso, existiendo una correlación de p < 0,05 al comparar ambos parámetros. La media de la CMB se encuentra por encima de la normalidad (23,97 ± 2,78 cm), la correlación entre el IMC y el CMB es de p < 0,05 y entre e l% de peso graso y el CMB de p < 0,001. La media del ICC es de 0,73 (distribución ginoide). El Índice creatinina/estatura fue de 2,22 ± 0,78, en relación a los niveles de proteínas plasmáticas los valores fueron los siguientes albúmina (4,24 ± 0,36 g/dl), prealbúmina (22,7 ± 69 mg/dl), proteína fijadora de retinol (3,18 ± 1,04 mg/ml) y transferrina (263,1 ± 59,79 mg/dl), encontramos una p < 0,05 entre prealbúmina-albúmina y entre la prealbumina - transferrina, y una p < 0,01 entre la prealbúmina-proteína fijadora de retinol y entre la proteína fijadora de retinol-transferrina. La velocidad media de ultrasonido fue de 2.080,60 ± 53,31 m/s, el valor medio de T-score es de 0,615 ± 0,83 coincidiendo con el Z-score.

Conclusiones: El IMC sitúa a la población entre normopeso y sobrepeso. La CMB y el% peso graso sitúa la muestra entre delgadez y normopeso. Las valores de las proteínas plasmáticas están disminuidos, excepto la albúmina que se encuentra dentro del rango de normalidad. La densidad mineral ósea presenta valores inferiores a los esperados.

FISS PI021464.


EVALUACIÓN ANTROPOMÉTRICA INICIAL EN PACIENTES CON TRASTORNOS DEL 
COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO

Álvarez-Pérez J*, Fiuza Pérez MªD**, Doreste Alonso JL***

*Only Nutrition, Consulting Especialista en Nutrición. **Hospital Universitario Dr. Negrín, Unidad de Investigación. ***Facultad de Ciencias de la Salud, Departamento de Ciencias Clínicas. Las Palmas de Gran Canaria.

Objetivos: Evaluación antropométrica de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria al inicio de su tratamiento, y descripción de ésta en relación con su diagnóstico clínico.

Material y métodos: Estudio observacional descriptivo. Veinte pacientes, todas ellas mujeres, entre 15 y 46 años de edad (media 28,7 años), remitidas durante el periodo comprendido entre diciembre de 2003 y noviembre de 2004 por médicos y psiquiatras a una consulta privada de Nutrición Clínica, con diagnóstico de trastorno de la conducta alimentaria (TCA, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-IV). Evaluación inicial mediante historia nutricional, incluyendo peso actual, talla, índice de masa corporal (IMC), pliegue tricipital y circunferencia del brazo izquierdo.

Resultados: De las 20 pacientes, únicamente dos tenían un déficit severo en términos de IMC, en tanto otras dos un déficit leve, incluyéndose entre ellas las 3 pacientes con diagnóstico de Anorexia Nervosa. Clínicamente, 2 de éstas se encontraban en fase restrictiva y la tercera en fase purgativa. Once pacientes eran bulímicas: dos de ellas eran obesas, en tanto otra tenía un déficit leve según su IMC y las ocho restantes estaban dentro de los límites normales, lo que también ocurría con las 6 pacientes restantes, con diagnósticos no específicos de TCA.

El porcentaje de grasa corporal fue del 28 ± 4,8% en el grupo con Anorexia Nervosa, del 45,2 ± 7,5% en el grupo con Bulimia, y del 37,7 ± 7,3% en las mujeres con TCA no específicos.

Conclusiones: El bajo peso y la desnutrición son característicos de la Anorexia Nervosa en el momento de su diagnóstico. Por el contrario, las pacientes bulímicas con frecuencia se diagnostican con IMC normales, del mismo modo que otros TCA.


PROGRAMA DE EDUCACIÓN NUTRICIONAL EN PACIENTES CON TRASTORNOS DEL 
COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO

Álvarez-Pérez J*, Doreste Alonso JL**, Fiuza-Pérez MªD***

*Only Nutrition, Consulting Especialista en Nutrición. **Facultad de Ciencias de la Salud, Departamento de Ciencias Clínicas.
***Hospital Universitario Dr. Negrín, Unidad de Investigación. Las Palmas de Gran Canaria.

Objetivos: En este trabajo se describe un programa de educación nutricional para pacientes con Trastornos de la Conducta Alimentaria, y se describe su impacto en sus hábitos y conductas relacionadas con su alimentación.

Material y métodos: Se diseñó material educativo gráfico (Microsoft PowerPoint®) y en texto sobre los principios nutricionales (nutrientes y alimentos) y hábitos dietéticos, y se elaboraron estrategias educativas dirigidas a promover cambios en la conducta alimentaria. Se impartió educación nutricional en sesiones individuales, de progresiva complejidad y adaptada a sus circunstancias personales y clínicas, en trece pacientes, todas ellas mujeres, con diagnóstico de Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-IV). En cada visita, con periodicidad semanal o quincenal, se revisaban los conocimientos adquiridos en la sesión previa, la progresiva introducción de nuevos alimentos, su registro diario, los sentimientos y pautas alimentarias y la actividad física realizada.

Resultados:

Primera Consulta. Evaluación Inicial.

                                                                IMC: Índice de Masa Corporal; CB: Circunferencia del brazo; PT: Pliegue tricipital.

Evaluación a las 20 semanas.


Conclusiones: Un protocolo de tratamiento basado en una intervención educativa nutricional personalizada para cada paciente logró normalizar la frecuencia de comidas, a un mínimo de 3 diarias en todas ellas, redujo el número de atracones y vómitos, sobre todo en las pacientes bulímicas, y mejoró los índices antropométricos, especialmente en las pacientes con Anorexia Nervosa.


CARACTERÍSTICAS DE LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES AFECTOS DE TRASTORNO
DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)

Serrano Nieto S, Díaz Atienza F, Moreno-Torres Herrera R, Pérez de la Cruz A, García- Pablos C

Hospital U. Virgen de las Nieves, Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil. Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Granada.

Objetivos: Determinar si los hábitos alimentarios de los niños y adolescentes afectos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) presentaban características diferenciales en comparación con sus hermanos sanos.

Material y métodos: Estudio transversal y retrospectivo de casos y controles:

- 36 Casos (edad media 7,6 ± 3,5 años): niños y adolescentes diagnosticados de TEA, según los criterios del DSM-IV.

- 22 Controles (edad media 8,8 ± 4,7 años): niños y adolescentes sanos, pertenecientes a la misma familia de los pacientes (hermanos).

Mediante aplicación de una encuesta dietética específicamente diseñada para el presente estudio y cumplimentada por los padres, se exploraron los hábitos alimentarios de todos los participantes. Se incluyeron cuestiones relativas a dificultad para incorporar alimentos sólidos o de masticación, autonomía para alimentarse, gustos alimentarios, conductas anormales, etc.

Resultados expresados en frecuencias. Comparación de casos y controles mediante test de chi-cuadrado. Nivel de significación estadística: 95% (P < 0,05). Análisis de los datos mediante el programa informático SPSS 12.0.

Resultados: Los sujetos afectos de TEA (casos) presentaron mayor dificultad para la incorporación de alimentos sólidos y de alimentos nuevos, beber en vaso, más dificultades en la masticación, comían más deprisa, eran menos capaces de utilizar la pajita y además presentaban más conductas de pica y rechazo a los alimentos que sus hermanos sanos (controles). Todas las diferencias fueron estadísticamente significativas (P < 0,05).

Conclusiones: Los niños y adolescentes afectos de TEA presentan hábitos alimentarios desadaptativos. Conocer las alteraciones en su comportamiento alimentario contribuye al mayor conocimiento de esta patología y por tanto a mejorar la atención integral de estos pacientes.


IMPLICACIONES DEL ALCOHOL EN LA ALIMENTACIÓN DE UN COLECTIVO DE ADOLESCENTES ESPAÑOLES

Aliste García MªL*, Orzáez Villanueva MªT*, Martínez Rincón MªC**

*Universidad Complutense, Facultad de Farmacia, Departamento de Nutrición y Bromatología II: Bromatología, Madrid.
**Universidad Complutense, Escuela de Enfermería, Fisioterapia y Podología, Departamento de Nutrición. Madrid.

En la actualidad, la ingesta incontrolada de alcohol en los jóvenes constituye un importante problema, ya que, la ingesta excesiva conlleva serios trastornos en la salud del individuo. Además de alteraciones orgánicas, el consumo abusivo de alcohol puede acarrear problemas nutricionales ya que, aporta "calorías vacías", y produce disminución en biodisponibilidad de multitud de nutrientes.

Objetivos: Determinar la influencia del consumo de alcohol en los hábitos alimentarios de una población adolescente.

Material y metodología: Se ha realizado un estudio retrospectivo longitudinal descriptivo sobre el consumo de alcohol y sus implicaciones nutricionales en adolescentes de 14 a 19 años, pertenecientes a un colegio de clase media de Madrid. Los jóvenes cumplimentaron un cuestionario, diseñado expresamente para esta investigación, sobre la frecuencia, cantidad, y tipos de bebidas alcohólicas que habitualmente toman, y una frecuencia de consumo de alimentos. La recogida de datos se efectuó en el segundo trimestre del curso académico, 2002-03, y la cumplimentación de la encuesta, de forma voluntaria y anónima, la realizaron un total de 350 alumnos, 175 de 14-16 años y otros 175 de 17 a 19 años.

Resultados: Hemos determinado el número de abstemios y bebedores: 52% de los adolescentes encuestados beben alcohol, así como el tipo y la cantidad de alcohol que consumían: la bebida más habitual es la cerveza, seguida del cubata, con una ingesta media de 5,11 ± 0,25 y 2,10 ± 0,18 unidades respectivamente. Los lugares donde acostumbran a reunirse para beber son las discotecas y los parques, lugar este último asociado al polémico "botellón".

Asimismo, hemos establecido la relación que existe entre el consumo de alcohol y la frecuencia de consumo de alimentos: la ingesta diaria de carnes, pescados y huevos es menor en el grupo de bebedores moderados, y mucho menor en los bebedores de riesgo, si los comparamos con los abstemios, la tasa de alcohol influye en el consumo de lácteos, así como en verduras, hortalizas y frutas ya que su ingesta disminuye a la mitad en los bebedores de riesgo, por último el consumo de alimentos "fast food" es mayor en el grupo de bebedores.

Conclusión: La edad a la que los jóvenes comienzan a beber es muy temprana, a los 14 años, la bebida más consumida es la cerveza y, en general, los adolescentes que toman más cantidad de alcohol son los que tienen una alimentación más desequilibrada y deficitaria en algunos nutrientes esenciales.


HÁBITOS DE CONSUMO DE ALCOHOL EN UN COLECTIVO DE ADOLESCENTES ESPAÑOLES

Aliste García MªL*, Orzáez Villanueva MªT*, Martínez Rincón MªC**

*Universidad Complutense, Facultad de Farmacia, Departamento de Nutrición y Bromatología II: Bromatología, Madrid.
**Universidad Complutense, Escuela de Enfermería, Fisioterapia y Podología, Departamento de Nutrición. Madrid.

En la mayoría de los países occidentales el consumo de alcohol esta ampliamente extendido, registrándose en los últimos años un cambio en el patrón de consumo especialmente en los jóvenes, llegando a constituir un problema de salud pública en numerosos países, no solo por los efectos farmacológicos y bioquímicas del alcohol en el organismo, sino por los problemas derivados de su consumo: los accidentes de tráfico principalmente.

Objetivos: Valorar el consumo de alcohol entre adolescentes españoles así como otros aspectos relacionados con el hábito de la bebida: tipos de bebidas alcohólicas que toman habitualmente, edad de inicio a la bebida, lugares preferentes de consumo, opinión acerca de la costumbre de beber en la calle, práctica conocida en España bajo el término "el botellón".

Material y metodología: Los jóvenes tuvieron que cumplimentar un cuestionario, diseñado expresamente para esta investigación sobre la frecuencia, cantidad y tipos de bebidas alcohólicas que habitualmente toman, y una frecuencia de consumo de alimentos. La recogida de datos se efectuó en el curso académico 2002-2003, y la cumplimentación de la encuesta fue totalmente voluntaria y anónima, realizada por un total de 350 alumnos, 175 de 14 a 16 años y 175 de 17 a 19 años.

Resultados: De los resultados obtenidos se comprueba que el 52% manifiesta que beben alcohol preferentemente durante los fines de semana, distribuyéndose de la siguiente forma: 24% toma de 6-12 unidades de alcohol, 15% más de 12 unidades y el 13% de 2 a 5 unidades. La gran mayoría de ellos no consideran el alcohol como sustancia adictiva, manifestando un 65% del grupo de menor edad y un 42% del grupo de mayores que no es una droga. La edad de inicio a la bebida es muy temprana, 14 años, principalmente en discotecas y parques, y la bebida más consumida es la cerveza, seguida del cubata y el "calimocho". Respecto a los motivos por los que beben, prácticamente el 50% no responde a la pregunta, por lo que podemos pesar que beben alcohol simplemente influidos por el ambiente, un 15% de los encuestados manifiesta que bebiendo se lo pasa mejor, por encontrar en la bebida efectos inmediatos de facilitación social y evasión.

Conclusiones: La ingesta de alcohol en este colectivo juvenil es elevada, y además está muy concentrada en el tiempo, y las medidas que proponen para disminuirla son una mayor oferta de actividades de ocio a precios asequibles a su economía.


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL INFRECUENTE EN TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA (TCA):
EL SÍNDROME DE LA ARTERIA MESENTÉRICA SUPERIOR

Martín de La Torre E*, Sáez Royuela F*, Arauzo A*, Miján de la Torre A*

* Hospital General Yagüe, Medicina Interna - Nutrición. Burgos. ** Hospital General Yagüe, Aparato Digestivo. Burgos.

Objetivos: Tras una revisión bibliográfica y de los principales tratados de Medicina Interna, Gastroenterología y Psiquiatría, se observan patologías que no se consideran, por su baja incidencia, en el diagnóstico diferencial de los TCA. Tal es el caso del síndrome de la arteria mesentérica superior:

Material y métodos: La arteria mesentérica superior forma con la aorta abdominal un ángulo de unos 45º que permanece abierto gracias al tejido graso periduodenal y peripancreático. Cuando este ángulo es menor de 15-20º se produce una comprensión del duodeno entre la aorta abdominal y la arteria mesentérica superior que puede limitar el avance del bolo alimenticio por el intestino delgado. Se trata de una entidad muy poco frecuente que se pone de manifiesto en procesos que se acompañan de depleción de la grasa mesentérica, como pueden ser estados catabólicos, dietas hipocalóricas severas, síndrome de mala absorción e incluso 2ario a TCA restrictivos. El diagnóstico debe realizarse con técnicas de imagen que ofrezcan información anatómica entre la aorta abdominal y la arteria mesentérica superior pudiendo determinar el ángulo aortomesentérico.

Resultados: En los últimos meses hemos asistido en nuestro centro a 2 jóvenes adolescentes ingresados por ingesta escasa motivada por dolor abdominal postprandial, pérdida de peso y vómitos alimentarios. Ambas pacientes no presentaban distorsión de la imagen corporal y tampoco cumplían criterios DSM-IV para TCA típico. La analítica general se encontraba dentro de la normalidad. Fueron realizados estudios radiológicos así como endoscopia digestiva. En ambas pacientes se demostró mediante técnicas de imagen (TAC helicoidal y/o resonancia magnética nuclear) que el ángulo entre la aorta abdominal y la arteria mesentérica superior era menor a 15-20º. Tras iniciar soporte nutricional enteral progresivo se consiguió inicialmente evitar los vómitos, reducir las molestias abdominales y una ganancia ponderal. La evolución posterior desfavorable de un paciente motivó una cirugía digestiva derivativa en la misma.

Conclusiones: La realización de un adecuado diagnóstico diferencial en los TCA sigue siendo un reto. Estos se deben diagnosticar según los criterios de DSM-IV, si bien, existen formas parciales incompletas que nos obligan a descartar otras patologías. Determinadas enfermedades, como el síndrome de la pinza aorto-mesentérica, pueden cursar con dolor abdominal, vómitos, pérdida de peso y temor ante la ingestión de alimentos, pudiendo simular un falso TCA en cuyo caso una detección tardía podría ser causa de una limitación de las posibilidades terapéuticas.

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