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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.25  supl.2 Madrid may. 2010

 

ENFERMERÍA/DIETÉTICA

 

 


01 Intervención dietético-nutricional precoz en pacientes geriátricos con disfagia y riesgo de broncoaspiración

Vilarasau Farré C., Monseny Belda R., Duran Alert P., García Raimundo E.M., Elío Pascual I., Herrera Rodríguez V., Virgili Casas N., Jover Fernández A.

Hospital Universitari de Bellvitge. L'Hospitalet de Llobregat. Barcelona.

Introducción: Los problemas de disfagia en la población anciana aumentan la incidencia de ingresos hospitalarios por broncoaspiración.
Objetivo: Valorar si la intervención dietético-nutricional precoz en pacientes geriátricos con alteraciones neurológicas asociadas y disfagia, reduce los ingresos en urgencias y/o hospitalización por broncoaspiración o sobreinfección respiratoria.
Material y métodos: Se analizaron retrospectivamente los pacientes mayores de 65 años con alteraciones neurológicas ingresados en urgencias y/o hospitalización por broncoaspiración o sobreinfección respiratoria, y se clasificaron en dos grupos según si habían recibido intervención nutricional con recomendaciones dietéticas y módulo espesante por la Unidad de Dietética y Nutrición Clínica (UDNC) o no, en base a una interconsulta remitida a esta. El período de estudio comprende desde 06/2008 a 7/2009 con un seguimiento de tres meses posteriores al ingreso. Se analizaron las variables edad, género, diagnóstico principal, motivo de consulta, domiciliación, grado de dependencia para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), número de reingresos y de éxitus por broncoaspiración. Análisis estadístico mediante T-Student, Chi-cuadrado (SPSS v.15.0).
Resultados: De los 365 pacientes incluidos, sólo 78 (21%) fueron consultados a la UDNC recibiendo intervención dietético-nutricional. Las características edad, género, diagnóstico principal, domiciliación y grado de dependencia fueron similares en ambos grupos sin observar diferencias significativas entre ellas. (Edad: 85 años ±6,5, Género: mujeres 60% ±1,3, Diagnóstico principal: demencia 83%, parkinson 17%, Domiciliación: particular 53%, residencia 47%, Dependencia ABVD: totalmente 67%+/1,7). El número de reingresos por broncoaspiración durante el periodo de estudio en el grupo con intervención dietética (n=78), fue de 17 pacientes (21,7%), mientras que en el grupo sin intervención (n=287), reingresaron 150 pacientes (52,2%); (p<0,01). También se observaron diferencias significativas en el número de éxitus por broncoaspiración entre ambos grupos (12% versus 88%); (p<0,01).
Conclusión: La intervención nutricional precoz en pacientes geriátricos con alteraciones neurológicas asociadas y disfagia, puede reducir tanto el número de reingresos en urgencias y/o hospitalización como de éxitus por bronco-aspiración o sobreinfeción respiratoria, mediante recomendaciones dietéticas y el uso de espesante.


02 Relación entre la dieta hospitalaria y el estado nutricional del paciente ingresado

López Gómez J.J., Calleja Fernández A., Fariza Vicente E., Vidal Casariego A., Brea Laranjo C., García Mayo L., Cano Rodríguez I., Ballesteros Pomar MaD.

Complejo Asistencial de León.

Objetivos: La dieta hospitalaria no siempre cumple los requerimientos nutricionales en situación de enfermedad. Este estudio comparó el tipo de dieta con el estado nutricional del paciente al que había sido prescrita.
Material y método: Se estudió una muestra aleatoria de 51 pacientes hospitalizados en Medicina Interna con distintas dietas: normal (1.990 kcal, 90 g de proteína), túrmix (1.463 kcal, 54 g de proteína) o específica de enfermedad. El estado nutricional se valoró mediante Valoración Global Subjetiva (VGS) y dinamometría. El GET se calculó mediante la ecuación de Harris-Benedict x 1,3 y los requerimientos proteicos como 1,3 g/kg de peso. Las medias fueron comparadas mediante T de Student, las proporciones mediante X2 y se realizó un análisis multivariante mediante regresión logística.
Resultados: La media de edad fue de 77,5 (13,1) años, un 51% eran varones; su GET fue 1.612,7 (306,1) kcal y los requerimientos proteicos 71,9 (19,0). Según la VGS un 29,8% estaban bien nutridos, 57,4% presentaban malnutrición moderada y un 12,4% presentaban malnutrición severa y el 22,4% presentaban una dinamometría <p10. Se prescribió dieta normal al 19,6%, túrmix al 33,3% y específica al 47,1%. A los pacientes se les prescribió 108,7 (542,1) kcal y 3,7 (23,9) g de proteínas menos de las requeridas y consumieron 597,2 (499,1) kcal y 26 (22,6) g de proteínas menos de las necesarias. El 18,6% de los pacientes comió al menos el 90% de sus requerimientos calóricos. Los pacientes que no cubrían requerimientos presentaban un déficit calórico del -49,0% (25,4) [+10,3% (12,7) en los que sí cubrían; p<0,001] y un déficit proteico del -44,9% (23,4) [+4,9% (29,0) en los que sí cubrían requerimientos; p<0,001]. El balance energético fue peor con túrmix que con dieta normal (-44,7% vs -18,3%; p=0,03) y el déficit proteico menor con dieta normal que con el resto de dietas (-8,5 g vs -31,6 g; p=0,006). La prevalencia de malnutrición no fue diferente según el tipo de dieta (normal 55,6%, túrmix 81,3%, específica 68,2%; p=0,38). Menos pacientes perdieron >5 kg con dieta normal que con el resto de dietas (12,5% vs 60,7%; p=0,04).
La dieta túrmix se asoció con peor dinamometría que la dieta normal (10,7 kg vs 20,0 kg; p=0,002), pero no al ajustar por edad y sexo.
Conclusiones: Las dietas de nuestro centro no aportan los requerimientos de energía y proteínas y las dietas usadas con más frecuencia (túrmix y específicas) se asocian a grandes déficits energéticos y proteicos.


03 Intervención nutricional en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en brote agudo

Cárdenas Lagranja G.1, Segurola Gurrutxaga H.1, Peñalva Arigita A.1, Pérez-Portabella Maristany C.l.1, Puiggrós Llop C.1, Casellas Jordi F.2, Borruel Sánz N.2, Sarto Guerri B.1, Giribés Veiga M.1, Burgos Peláez R.1

1Unidad soporte nutricional. Hospital Universitario Vall d'Hebron. Barcelona.
2Servicio aparato digestivo. Hospital Universitario Vall d'Hebron. Barcelona.

Introducción: Los pacientes con EII presentan elevado riesgo de malnutrición durante el brote agudo de la enfermedad. Es necesaria la intervención nutricional con el objetivo de evitar la malnutrición y sus consecuencias negativas en la evolución clínica de la enfermedad. En esta situación, la nutrición enteral (NE) es el tratamiento nutricional de elección.
Objetivos: Valorar la evolución del estado nutricional al ingreso y al alta hospitalaria, tras la intervención nutricional con un protocolo de nutrición enteral vía oral.
Material y métodos: Pacientes ingresados en hospital de tercer nivel por brote de EII. Cálculo necesidades energéticas (30/kg/día) y proteicas al ingreso (1,2 g/kg/día). Valoración nutricional ingreso/alta según índice de riesgo nutricional (IRN), albúmina, % pérdida de peso (%PP), % peso habitual (%PH), proteínas totales e índice de masa corporal (IMC). Marcadores inflamatorios: PCR/ VSG. La nutrición enteral oral con fórmula completa hipercalórica e hiperproteica sin fibra ni lactosa se inició el primer día del ingreso junto con dieta líquida complementaria (caldos e infusiones), siguiendo una pauta progresiva con objetivo de alcanzar los requerimientos nutricionales al tercer día (30% de las necesidades el primer día, 65% segundo día y 100% tercer día.) Tras la remisión del brote agudo, se retiró la nutrición enteral oral progresivamente hasta cubrir los requerimientos mediante dieta oral completa (Dieta sin residuos y sin lactosa). Estudio estadístico: SPSS V.16.
Resultados: 31 pacientes (16 colitis ulcerosa; 15 Crohn); 20 mujeres; Edad=40¡Á14,1; Estancia media= 13días¡Á7. PCR ingreso=5,27¡Á5,42; VSG ingreso: 55,55¡Á27,26. Encontramos desnutrición proteica al ingreso y alta según albúmina (71% y 55% de pacientes respectivamente). Según IRN detectamos desnutrición leve-moderada al ingreso y alta (87%/ y 71% respectivamente). Tras intervención nutricional, se encontró mejora significativa de albúmina [3,25¡Á0,57 al ingreso y 3,51 ¡Á0,50 al alta (p=0,004)], de IRN [89,96¡Á11 al ingreso y 93,58¡Á8,87 al alta (p= 0,005)], y proteínas totales [6,26¡Á0,69 al ingreso y 6,66¡Á0,80 al alta (p= 0,000)]. No se encontraron diferencias significativas en %PP, %PH, e IMC, durante ingreso y alta (%PP: 1,73¡Á6,32/ 1,86¡Á5,89, %PH: 1,86¡Á6,21/ 1.4¡Á6,29,IMC 23,82¡Á4,68/ 23,7¡Á4,38). La pauta dietética fue bien tolerada: 77% no náuseas, 87% no vómitos y 64% no distensión abdominal. Adhesión a la suplementación: 71% de pacientes cumplieron ¡Y75% de la pauta.
Conclusión: Tras la intervención nutricional con fórmula completa polimérica, hiperproteica e hipercalórica sin fibra ni lactosa y dieta progresiva, observamos una mejora significativa del estado nutricional según IRN, albúmina y proteínas totales al alta hospitalaria.


04 Estudio comparativo de dos dietas enterales: proteína de soja frente a proteína caseína en ancianos hospitalizados

García-Talavera Espín N.V., Gómez Sánchez M.B., Zomeño Ros A.I., Hernández M.N., González Valverde F.M., Gómez Ramos M.J., Sánchez Álvarez C.

Hospital General Universitario Reina Sofía. Murcia.

Objetivo: Valorar los resultados globales de una dieta con proteína de soja frente a proteína de caseína en una población anciana hospitalizada y comparar la incidencia de complicaciones gastrointestinales de dos fórmulas de nutrición enteral.
Material y método: Estudio transversal sobre 50 pacientes, 23 mujeres y 27 hombres, mayores de 65 años ingresados en el centro, en los que se solicitó instauración de nutrición enteral (NE) por sonda nasogástrica (SNG) a la Unidad de Nutrición del centro durante 6 meses. Se les asignó de manera aleatoria, una fórmula enteral con base proteica de soja o caseína. Se analizaron las siguientes variables: Edad, Sexo, Motivo de ingreso hospitalario y de inicio de NE, Duración de la NE, Cantidad máxima de NE administrada, Situación nutricional (SN) al ingreso y al alta del paciente (valoradas mediante el método CONUT), Mortalidad y Complicaciones gastrointestinales (diarrea, estreñimiento, vómitos). Los datos se introdujeron en una base de datos de SPSS v.15. Las variables cuantitativas se expresan como la media ± desviación estándar y las cualitativas como porcentajes. Se establecieron comparaciones entre variables cualitativas mediante la X2 de Pearson y la T de Student para variables cuantitativas, ambas con un grado de significación del 95%.
Resultados: De los 50 pacientes, el 48% recibió caseína y el 52% soja. Ambos grupos fueron comparables en cuanto a variables demográficas, estado nutricional al ingreso y al alta y cantidad de NE media administrada al día. Se observó una menor incidencia de complicaciones gastrointestinales (diarrea, estreñimiento, vómitos o regurgitaciones) en el grupo al que se le administró fórmula basada en proteína de soja (tabla 1). Se halló un menor porcentaje de empeoramiento de la SN (Caseína: 16,7% frente a Soja: 7,69%) en el grupo que tomó soja.
Conclusiones: En el grupo de que tomó fórmula basada en proteína de soja se produjo una reducción significativa en la incidencia de complicaciones gastrointestinales, una reducción de la incidencia de úlceras por presión y la mortalidad. Hubo un mayor porcentaje de mejora y un menor porcentaje de empeoramiento de la SN tras el estudio.

Tabla 1. Incidencia de complicaciones
gastrointestinales, fiebre, úlceras por presión
y mortalidad


05 Ensayo clínico con una dieta mixta con fórmula hipocalórica comercial en la pérdida de peso de pacientes obesos con artropatía crónica, efectos bioquímicos y clínicos

Izaola Jáuregui O., Luis Román D. de, Aller de la Fuente R., Cuéllar Olmedo L., Terroba Larumbe M.C., Martín T., Ventosa M., Cabezas G., Núñez F.

Hospital Universitario Río Hortega.

Introducción: La obesidad es un problema en los pacientes con artropatía crónica, pudiendo empeorar el curso crónico de su patología articular. El objetivo de nuestro trabajo es evaluar en pacientes con obesidad e indicación quirúrgica de cirugía ortopédica por artrosis crónica, la utilidad de una fórmula hipocalórica comercial (Optisource®) frente a consejo dietético convencional.
Material y métodos: 40 pacientes fueron randomizados a una de los siguientes tratamientos: dieta I, sustituyendo con 2 sobres diarios de Optisource® la comida y la cena (1.109,3 kcal/día, 166,4 g de carbohidratos (60%), 63 g de proteínas (23%), 21,3 g de lípidos 17%)), y dieta II, basada en consejos dietéticos para restringir la ingesta habitual en 500 cal/día a la ingesta habitual referida por el pacientes. Antes de iniciar el tratamiento dietético y a los tres meses se realizó una valoración nutricional y analítica, así como una recogida de las variables postquirúrgicas.
Resultados: Se detectó una disminución significativa en el peso (-7,56+5,2 kg vs -5,18+5,1 kg: p<0,05), índice de masa corporal (-3,15+2,2 kg/m2 vs -2,1+1,9 kg/m2: p<0,05), masa grasa (-5,5+5,9 kg vs -3,0+2,6 kg: p<0,05), insulina (-3,6+3,8 mUI/L vs -3,0+2,6 mUI/L) kg: p<0,05) y HOMA (-0,54+1,2 vs -0,33+1,14):p<0,05), siendo esta mejoría superior en el grupo I que en el grupo II. Las variables postquirúrgicas recogidas (minutos de cirugía, estancia hospitalaria, episodios de trombosis venosa, infecciones postquirúrgicas, pérdidas sanguíneas y días hasta el inicio de la deambulación, fueron similares en ambos grupos.
Conclusión: Los pacientes obesos con artrosis crónica subsidiarios de una cirugía ortoprotésica, pierden más peso, masa grasa y mejoran más la resistencia a la insulina tratados con una dieta mixta con fórmula hipocalórica comercial que los pacientes tratados sólo con consejo dietético. No existiendo diferencias en las variables clínicas posquirúrgicas analizadas entre ambos grupos.


06 Seguridad y calidad organoléptica de la dieta hospitalaria

Calleja Fernández A.1,2, Fariza Vicente E.1, Brea Laranjo C.1, Vidal Casariego A.1, López Gómez J.J.1, García Mayo L.1, Cano Rodríguez I.1, García Fernández MaC., Ballesteros Pomar M.D.

1Sección de Endocrinología y Nutrición. Complejo Asistencial de León.
2Dpto. de Higiene y Tecnología de los Alimentos. Universidad de León.

Introducción: La dieta hospitalaria debe cubrir las necesidades nutricionales de los pacientes con una calidad organoléptica adecuada y garantizando su seguridad alimentaria (temperatura de conservación de los alimentos elaborados >65oC).
Objetivos: Conocer si la dieta hospitalaria cumple los criterios de seguridad alimentaria y su calidad organoléptica.
Material y métodos: Estudio transversal realizado en el Complejo Asistencial de León durante el año 2009. La seguridad de los platos fue estimada midiendo la temperatura en el momento de apertura de la bandeja isotérmica por el paciente con un termómetro infrarrojo PCE-IR 100®. La calidad organoléptica se midió mediante una encuesta donde se valoraron de 1 a 5 el aspecto, aroma, textura, sabor y sensación térmica, y de 1 a 9 la impresión global del plato. Los datos cuantitativos se expresan como mediana y amplitud intercuartil (AI) porque no siguen una distribución normal. Los datos cualitativos se expresan como porcentaje.
Resultados: Se realizaron 117 valoraciones. El 50,4% de los pacientes valorados fueron mujeres. La mediana de la edad de los pacientes fue de 62,0 (AI 35,6) años. La mediana de la temperatura de los platos valorados fue de 44,3 (AI 13,8)oC, sin que ninguno alcanzase los 65oC. La mediana de la valoración organoléptica fue: aspecto 4,0 (AI 0), aroma 4,0 (AI 0), textura 4,0 (AI 0), sabor 4,0 (AI 0), sensación térmica 4 (AI 1) e impresión global 8 (AI 2). No existieron diferencias estadísticamente significativas en los valores según el sexo, a excepción de la textura donde las mujeres valoraron con puntuaciones inferiores este aspecto (p=0,015). Las valoraciones de los primeros y segundos platos aparecen en la tabla 1:

Tabla 1

Existió una correlación entre sensación térmica e impresión global del plato, r=0,453 (p=0,0001).
Conclusiones: La dieta de nuestro hospital no cumple los criterios de seguridad alimentaria respecto a la temperatura, especialmente en los segundos platos. La valoración organoléptica fue adecuada.


07 Registro de la gastrostomía percutánea de alimentación en un hospital de tercer nivel

Caracena Castellanos N., Jiménez López MaS., Díaz Méndez MaI., Pereyra-García Castro F.

Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria.

Objetivo: Describir el perfil de los pacientes portadores de gastrostomías: diagnóstico, fórmulas de nutrición utilizadas, métodos de implantación y recambios de sondas efectuados en nuestro hospital.
Material y método: Estudio descriptivo, retrospectivo de los pacientes que acuden a la consulta de Nutrición Enteral Domiciliaria, estudiándose las historias clínicas de 80 pacientes en el periodo de Septiembre del 2001 a Octubre 2009.
Resultados: Del total de 80 pacientes que acuden a consulta de Nutrición Domiciliaria, el 54% son varones y el 46% mujeres, las edades están comprendidas entre 25 y 102 años de los cuales el 12% (10) son menores de 40 años y el 88% (70) son mayores de 50 años. La enfermedad de base más frecuente fue la patología neurológica (68%) predominando la demencia, seguido de cáncer (19%) y el resto estenosis de causa no tumoral. A tres pacientes se les retiró la gastrostomía por tolerancia a dieta oral. La fórmula nutricional más empleada ha sido la polimérica hiperproteica 30% de los cuales el 53% son con fibra, seguida de nutrición específica de diabetes (29%), polimérica estándar (14%) y energética (11%). La forma de administración es por jeringa o gravedad y sólo en 10 pacientes se utilizó nutribomba. La endoscopia percutánea fue el procedimiento más utilizado para la gastrostomía (48 pacientes), seguido de la implantación intervencionista (34 pacientes) y en 1 paciente la técnica empleada fue quirúrgica. En dos pacientes fue necesaria la derivación hasta yeyuno a través de la gastrostomía por problemas de gastroparesia. La técnica de implantación a partir del segundo recambio de la gastrostomía es realizada por el Servicio de Radiología Intervensionista y Endoscopia.
Conclusión: Las indicaciones y el método utilizado es similar a otros hospitales. Sí se observa diferencia en los recambios de gastrostomías, en nuestro centro son realizados por servicios especializados siendo una técnica que puede ser realizada por enfermería. Nuestros pacientes están incluyéndose en el registro Nadya-Senpe.


08 Prevalencia de desnutrición en adultos al ingreso hospitalario

Florencio Ortiz L., Solano Fraile MaF., Megía Colet A., Margalef Vernet C.l., Tarragó Alcoverro A., Vendrell Ortega J.

Hospital Universitario Joan XXIII. Tarragona.

Objetivo: Estimar la prevalencia de desnutrición en adultos al ingreso hospitalario.
Material y métodos: Estudio observacional de una cohorte de pacientes ingresados de forma consecutiva en Medicina Interna del Hospital Joan XXIII de Tarragona, de febrero a marzo de 2009. En los primeros tres días de ingreso se realizó: estudio antropométrico, pruebas bioquímicas y test Mini Nutricional Assessment (MNA), y la valoración cualitativa y cuantitativa del estado nutricional según criterios del Documento SENPE-SEDOM sobre la codificación de la desnutrición hospitalaria (DSS).
Resultados: 57 pacientes, 47,4% varones de 71,7±16,1 años y 52,6% mujeres de 69,3±18 años. Según el DSS la prevalencia de desnutrición fue de 63,2% y según el grado, leve, moderada y severa fue del 14%, 28,1% y 21,1% respectivamente. El tipo de desnutrición predominante fue calórica (38,6%) seguido de mixta (19,3%) y de proteica (5,3%).

IMC en relación grado de desnutrición (DSS)

El 64,9% presentaba un IMC>24,9 kg/m2 y el 77,2% poseía un pliegue tricipital >p 15. Sin embargo, el 45,6% presentó pérdidas de peso >7,5% en tres meses. Los valores promedio de albúmina sérica fueron 3,67 g/dl en varones y 3,69 g/dl en mujeres; el 67,9% presentaba valores > 3,5 g/dl.
El test MNA clasificó al 21,1% de la muestra sin desnutrición, 52,6% con riesgo de desnutrición y un 26,3% con desnutrición severa.
Conclusiones: La albúmina sérica y el IMC por sí solos no son buenos indicadores del estado nutricional. Por ello es necesario un examen antropométrico y bioquímico más exhaustivo. Tanto el método del DSS como el test MNA reflejaron una elevada prevalencia de desnutrición lo que refleja la coincidencia de ambos métodos. La obtención de elevadas cifras de desnutrición muestra la necesidad de incluir un método sencillo, reproducible, de alta sensibilidad y especificidad en todo centro sanitario.


09 Cuidados en terapia de grupo (TG) a pacientes en un programa de cirugía bariátrica (CB)

Mellado Pastor C., Abilés V.A., Buccianti G., Castillo Y., Morente C., Pérez C., García A.

Hospital Virgen de las Nieves.

Introducción: La implementación de una metodología enfermera en una TG buscando una sinergia multidisciplinar, consolida ésta en el Programa de CB.
Objetivos: Evaluar los cambios ocurridos en relación a los Criterios de Resultados planteados como objetivos de la Terapia.
Metodología: Se desarrolla un Modelo de Cuidados específico, con los cinco diagnósticos NANDA (North American Nursing Diagnosis Association) más prevalentes en esta población, estableciendo unos criterios de resultados NOC (Nursing Outcome Classification) para cada uno de ellos con sus indicadores y relacionados con éstos, se desarrollan las intervenciones NIC (Nursing Interventions Classification). Incidiendo en áreas: nutricionales, cognitivas, conductuales, relacionales y psicoemocionales, durante 12 sesiones para cada grupo.
Resultados: 10 grupos (92 pacientes).

Diagnóstico (1): Desequilibrio nutricional por exceso

Diagnóstico (2): Baja autoestima situacional

Diagnóstico (3): Ansiedad

Diagnóstico (4): Aislamiento social

Conclusiones: La mejoría obtenida en las diferentes áreas, con este abordaje, permite que los pacientes desarrollen la capacidad de implicarse en su proceso más activamente, integrando expectativas realistas y no dejando el éxito de los resultados sólo a la actuación quirúrgica.


10 Informe de cuidados en un protocolo de cirugía bariátrica

Mellado Pastor C., Abilés V.A., Buccianti G., Castillo Y., Morente C., Pérez C., García A.

Hospital Virgen de las Nieves.

Introducción: En nuestro Hospital la Terapia Grupal (TG) es un elemento consolidado en el Programa de Cirugía Bariátrica (CB), resultando un requisito indispensable para que el paciente pueda acceder a la Cirugía.
Objetivo: Evaluar en los informes la evolución de los pacientes durante la TG, en la cumplimentación de los objetivos acordados y describir el impacto de estos sobre la decisión quirúrgica.
Material y método: Durante 12 sesiones por grupo (10 grupos), se aplica un Programa fundamentado en un Modelo de Cuidados específico con intervención psicológica mantenida y asesoramiento dietético, acordando con cada participante al inicio, los objetivos en las siguientes áreas: Pérdida de peso; Asistencia a terapia; Apoyo familiar; Autoregistros ingesta; Cambios alimentación; Ejercicio Físico; Reelaborar expectativas realistas; Control ansia comida; Mejora Depresión Ansiedad y Autoestima.
Resultados: De los 92 pacientes participantes, 27 son hombres y 65 mujeres, con IMC 49±7, edad 41±9, el 62% consiguió cumplir con los objetivos; de éstos, el 54% han sido intervenidos, el 74% por Gastrectomía Tubular Lineal y el resto By Pass Gástrico. Tras la TG todos los pacientes han debido mantener el peso durante el tiempo de espera a la intervención.
Conclusiones: Este Programa desarrollado en TG, tiene un efecto socializante que potencia aspectos cognitivos con mejoras psicológicas y conductuales haciendo que los pacientes asuman su responsabilidad en el proceso de forma explícita con la consecución de los objetivos. El informe enviado a Cirugía como elemento seleccionador, incrementa el éxito a largo plazo y una mayor seguridad en la intervención.


11 Consumo de ácidos grasos 'trans': principales fuentes y efectos sobre el riesgo cardiovascular en pacientes en rehabilitación cardiaca

García Almeida J.M.1, Saracho Domínguez H.1, Rioja Vázquez R.1, Montiel Trujillo Á.1, García Alemán J.1, Villalobos Gámez J.L.1, Ruiz Nava J.1, Alcaide J.1, Vílchez López F.2, Tinahones Madueño F.J.1

1Hospital Virgen de la Victoria (Málaga).
2Hospital Puerta del Mar (Cádiz).

Objetivo: Conocer las fuentes de consumo habitual de AGT en una población de alto riesgo cardiovascular y analizar los efectos de la reducción de su ingesta y la intervención nutricional sobre el riesgo cardiovascular, durante un programa de rehabilitación cardiaca.
Material y método: 37 varones de 53,8+/-10,1 años, seguidos durante un programa de 8-10 semanas de entrenamiento físico y modificación de hábitos (dieta mediterránea). Se analizaron parámetros antropométricos y los hábitos alimentarios evaluados por nutricionistas (registro ingesta 72 horas) incluyendo tipos, cantidades y fuentes de los alimentos, recetas y procedencia de los ingredientes utilizados (naturales o manufacturados). Los AGT se analizaron con tablas españolas de composición de alimentos.
Resultados: La población estudiada muestra sobrepeso-obesidad en su mayoría que mejora tras la intervención nutricional, apreciándose cambios en parámetros nutricionales. Reducción de la ingesta energética (2.742,8+/-451,9 vs 1.846,8+/-37,2 kcal/día) p<0,005, hidratos de carbono (257,2 +/-58,2 vs 200,3+/-28,8 g/día, p<0,022), y grasas (139,5+/-22,9 vs 81,4+/-13,7 g/día, p<0,005), principalmente ácidos grasos saturados (41,4+/-6,2 vs 16,1+/-3,4 g/día, p<0,005), produciéndose también un descanso en el consumo de AGT (2,7+/-1,1 vs 0,3+/-0,1 g/día, p<0,005), y en la frecuencia de su consumo a expensas principalmente de reducir el consumo de bollería industrial, quesitos en porciones, margarina y patatas fritas congeladas.
Conclusiones: La intervención nutricional parece incidir en la reducción del consumo de AGT al finalizar la rehabilitación, principalmente a expensas de pre-cocinados, margarina, queso en porciones, patatas fritas congeladas y bollería. Esta reducción del consumo de AGT podría condicionar una modificación en los niveles de lipoproteínas plasmáticas (descenso de LDLc 1,4 mg/dl y elevación de HDLc 0,18 mg/dl) y una reducción de Riesgo Relativo de enfermedad cardiovascular (8,05%) y del Riesgo Atribuible por intercambio de AGT por carbohidratos (16,89%) o por grasa insaturada (20,26%), según estudios prospectivos (N. Engl J. Med 354;15 www.nejm.Org; April 13, 2006).


12 Qué opinan los estudiantes de nutrición de nuestra oferta docente práctica

Florensa Roca C.1, Moreno Castilla C.1, Rodríguez Pérez K.1, Maravall Royo F.J.1, Santos Rey D.1, Rodríguez-Rosich A.2, Puente D.M.1

1Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).
2Area Básica de Salud L' Eixample (Lleida).

Introducción: La Graduación en Nutrición Humana y Dietética (NHD) incluye entre sus competencias conocer y aplicar las Ciencias de la Nutrición y de la Salud. Todos los estudiantes de 3.er curso realizan unas prácticas obligatorias de dos días de duración en el Servicio de Endocrinología y Nutrición, independientes del prácticum, con el objetivo de conocer la dinámica de trabajo de una unidad de Nutrición y la relación asistencial con los pacientes.
Objetivos: Conocer la opinión de los estudiantes de NHD en relación a las jornadas prácticas. Conocer la opinión de los estudiantes de NHD en relación a los seminarios de la asignatura de Nutrición Clínica.
Material y método: Estudio descriptivo transversal. Muestra: estudiantes de 3.er curso de NHD. Ámbito: formación de pre-grado hospitalaria. Método de valoración: encuesta de satisfacción que recoge datos epidemiológicos, titulaciones de acceso, intereses futuros (clínico o tecnológico), valoración y opinión (respuesta abierta) de las jornadas y seminarios.
Resultados: Se han evaluado 24 encuestas que suponen el 80% de los matriculados. El 66,66% de los estudiantes son mujeres. El promedio de edad es de 23,13 años con un valor modal de 20-21 (80%). El 84% de alumnos procede de bachillerato, siendo sólo cuatro los alumnos que realizan la Diplomatura como segunda titulación. El interés profesional se dirige hacia el ámbito clínico en un porcentaje del 88%, sólo dos de los alumnos manifiestan su inclinación hacia la rama tecnológica. Las jornadas prácticas han sido valoradas con una puntuación máxima de 5/5 en: utilidad profesional (78,26%), interés (73,91%). Receptividad y complicidad de los docentes 4-5/5 (86,96%). El entorno y ubicación junto al corto espacio de tiempo dedicado han sido valorados como aspectos negativos. Entre los puntos fuertes de las jornadas prácticas y seminarios, los alumnos destacan la relación y motivación de las nutricionistas, el contacto con los pacientes y el manejo práctico de casos reales y prescripción dietética. Entre los puntos débiles destaca una reducida oferta práctica, la necesidad de aumentar la autonomía del futuro nutricionista, la falta de conocimientos médicos y de metodología de entrevista. Destacan la necesidad de relación con el paciente y la poca implicación de otros profesionales en su formación práctica.
Conclusiones: Los estudiantes están ampliamente satisfechos tanto de los seminarios de Nutrición Clínica como de las jornadas prácticas. Reclaman una mayor oferta de este tipo de actividades y una formación que les capacite en el ámbito clínico y de relación con los pacientes.


13 Valoración del cansancio en el cuidador principal en pacientes con nutrición parenteral domiciliaria

Hernández Fontana A., Machado Ramírez MaJ., Lobo Tamer G., Cantero Pecci D., Luna López V., García Palma MaJ.

Hospital Universitario Virgen de las Nieves.

Introducción: La NPD es un tratamiento seguro y eficaz para mantener un estado nutricional óptimo y mejorar la calidad de vida de los pacientes, seleccionados adecuadamente. Es fundamental que se cumplan unos requisitos por parte del sistema sanitario, paciente y familia: Compañía continuada y apoyo en todos los cuidados requeridos. Capacidad cognitiva y motivación para asumir el programa de educación y adquirir nuevas habilidades. Reconocimiento de la carga global de cuidados. Expectativas comunes con el equipo asistencial (enfermedad y tratamientos).
Objetivos: Valorar el estado físico, psíquico y socioeconómico del cuidador principal (CP). Establecer los diagnósticos de enfermería relacionados con el CP, sus objetivos e intervenciones.
Material y métodos: A todos los CP de los pacientes que actualmente son subsidiarios de NPD se les han aplicado los siguientes cuestionarios: - Escala de sobrecarga del cuidador, Zarit. - Índice de esfuerzo del cuidador. - Cuestionario de apoyo social percibido, Duke-UNC. - Se han identificado los diagnósticos NANDA de enfermería referidos al CP estableciendo objetivos a cubrir (NOC) e intervenciones (NIC) a realizar por parte del equipo de NPD.
Resultados: Se han entrevistado a los CP de 5 pacientes, los cuestionarios ha sido autoadministrados, en la tabla 1 se presentan los resultados obtenidos de su aplicación. Se señalan en la tabla 2 los NOC y NIC correspondientes a los diagnósticos de enfermería detectados.

Tabla 1. Esfuerzo del CP según diferentes
cuestionarios

Tabla 2. Objetivos e intervenciones según
diagnóstico de enfermería

Conclusiones: Si bien la NPD constituye una sobrecarga añadida a la rutina diaria, los CP no lo perciben como tal, encontrando un apoyo importante a nivel sanitario, especialmente en la resolución de problemas.


14 Siete años de seguimiento de las bacteriemias en pacientes del servicio del aparato digestivo tratados con nutrición parenteral

Tubau Molas M., Badía Tahull M., Álvarez Escudero C., Casado García A., Leiva Badosa E., Llop Talaverón J., Virgili Casas N., Asensio Flores S., Jódar R.

Hospital Universitari de Bellvitge.

Objetivo: El objetivo de nuestro estudio es presentar los resultados del seguimiento clínico de las bacteriemias por catéter venoso central (CVC) en pacientes con nutrición parenteral (NP) hospitalaria durante el período 2003-2009.
Material y método: Se estudian las infecciones relacionadas con el CVC de todos los pacientes con NP anualmente (enero-septiembre) recogiendo los factores relacionados con su utilización. La enfermera clínica de la Unidad de NP del servicio de Farmacia, asesora sobre el plan de cuidados para la administración de la NP a través del seguimiento clínico diario y la formación continuada programada anualmente. Nuestro protocolo, para evitar el riesgo de infección, prioriza: vía subclavia como vía de elección; cultivo de la punta cuando se retira un CVC utilizado para la NP; cultivos de la zona de inserción y de la conexión del catéter y hemocultivos cuando el paciente hace un pico febril y conexión desde la UNP del equipo de perfusión durante el proceso de elaboración limitando el cambio de equipo a dos días por semana. Para el estudio de la infección se definen los siguientes parámetros: - Bacteriemia: resultado positivo de la punta del catéter coincidiendo con hemocultivo positivo para el mismo microorganismo. - Índice de bacteriemia: (no total de bacteriemias/días de NP) x 1.000.

Conclusión: El índice de bacteriemias siempre se ha situado por debajo del estándar de referencia (ASPEN/VIN-CAT). Se observa una disminución de este índice con un repunte en los dos últimos años que coincide con la aparición de pacientes con NP de larga duración. El año de menor valor de este índice coincide con una menor utilización de vías yugulares para la administración de NP. El seguimiento clínico y la formación continuada son herramientas necesarias para conocer la realidad asistencial y actualizar los conocimientos de los profesionales.


15 Ingesta dietética en cirugía bariátrica de más de 2 años de evolución

Higuera Pulgar I., Bretón Lesmes I., Velasco Gimeno C., Cuerda Compes C. de la, Camblor Álvarez M., García Peris P.

HGU Gregorio Marañón. Madrid.

Introducción: Los pacientes intervenidos mediante cirugía bariátrica presentan un riesgo nutricional secundario a disminución de la ingesta asociada o no a malabsorción. No existen recomendaciones específicas de ingesta de nutrientes para este tipo de pacientes. Sí se recomienda una mayor ingesta proteica, especialmente en técnicas malabsortivas.
Objetivo: Describir la ingesta energética y de macro y micronutrientes en dos grupos de pacientes intervenidos mediante derivación biliopancreática (DBP) y bypass gástrico (BPG) hace más de dos años, evaluando si se ajustan o no a las recomendaciones para la población sana (RDI 2002).
Material y métodos: Se realiza un registro de la ingesta de 72 h a 47 pacientes (30 DBP y 17 BPG) en seguimiento ambulatorio desde abril-08 hasta abril-09. Valoramos estos registros mediante el programa DietSource 3.0 y el análisis estadístico con SPSS 16.0.
Resultados: La población estudiada tiene una edad media 48±9,9 años y un BMI previo a la cirugía 53,2±7,6 kg/m2. El BMI actual es 35,1±5,7 kg/m2 y el % de pérdida de peso de 33,6±11,9. Tiempo desde la cirugía de 8,9±2,5 años para la DBP y de 4,2±2,5 en el caso de BPG. La ingesta calórica diaria media fue 1.729±711 kcal/día (DBP: 1.837±816 kcal/día y BPG: 1.539±432 kcal/día). La distribución de macronutrientes en porcentaje del valor calórico total fueron las siguientes: carbohidratos (HC)= 41,2±7,8, proteínas (P)=20,1±4,5 y Grasas (G): 38,1±7,2 (DBP: HC=39,9±8,1%, P=19,8±4,3% y G=39,4±7,5%; BPG: HC=43,6±6,8%, P=20,5±5% y G 35,9±6,3%). Observamos una ingesta proteica de 0,96±0,46 y de 0,9±0,29 g/kd/día para DBP y BPG respectivamente. La ingesta media de agua es de 1.732±1.042 cc/día en DBP y de 1.242±639 cc/día en BPG.

No se observaron diferencias significativas entre las dos técnicas, salvo en el caso del porcentaje de pacientes con ingesta deficitaria de zinc, que fue superior en el BPG.
Conclusiones: - Un porcentaje importante de pacientes intervenidos mediante cirugía bariátrica presenta una ingesta deficiente de micronutrientes y algunos de ellos no alcanzan incluso la recomendación de ingesta proteica para población sana (0,8 g/kg/día). - Se debe evaluar la adecuación de la ingesta hídrica a los requerimientos del paciente. - Este tipo de pacientes necesitan un seguimiento nutricional a largo plazo, que incluya una suplementación específica con micronutrientes.


16 Recambio de gastrostomía endoscópica percutánea en una unidad de hospitalización a a domicilio (UHD) mediante guía

Llácer Vinyes R., Ramón Real E., Llácer Furió Á., Gregori López L., Díaz Ricós J.A., Carrrión Ortuño A.

Hospital Universitario Dr. Peset.

Introducción: El recambio de las sondas de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG), se realizaban en el Hospital hasta el año 1998 en que fueron asumidos por nuestra Unidad. Las complicaciones relacionadas con su inserción-recambio son escasas (entre el 0-6%), pero en algún caso graves.
Objetivo: Reducir una de las complicaciones del recambio de la sonda PEG, que puede ser potencialmente grave, y que es la salida del tubo de gastrostomía de su sitio por colocación inadecuada del mismo. Se propone una técnica de inserción del recambio de sonda PEG, en el domicilio, mediante la utilización de una sonda de aspiración pediátrica que sirve de guía.
Material: • Sonda PEG de 20 FR. • Sonda de aspiración pediátrica de 2,67 mm (8 Ch) x 50 mm. • Jeringa 20 ml • Aguja 0,8 x 40 mm. • Gasas. • Rasuradora. • Paño estéril. • Clorhexidina. • Esparadrapo hipoalergénico. • Guantes estériles. • Suero fisiológico. • Tijeras. • Consentimiento informado.
Método: 1. Se introduce la guía por la sonda PEG a sustituir. 2. Se procede al vaciamiento del balón de la sonda PEG. 3. Se realiza la desinfección de la zona. 4. Se prepara campo estéril. 5. Se retira la sonda PEG antigua a través de la guía. 6. Se inserta la nueva PEG sirviéndose de la guía. 7. Se retira la guía. 8. Se rellena el balón de la sonda PEG. 9. Se ajusta la fijación externa. 10. Se reinicia la nutrición por sonda.
Resultados: Previamente, a la introducción de esta técnica, tenemos documentados 2 casos de salida del tubo de gastrostomía de su sitio que provocaron un cuadro de peritonitis. Tras la introducción de esta técnica, a principio de Enero de 2009, hemos atendido en nuestra Unidad a 45 pacientes y hemos realizado 180 recambios programados de la sonda PEG, sin haber constatado ningún problema de este tipo.
Conclusiones: Esta nueva técnica de recambio no evita todas las complicaciones, pero si aumenta la seguridad de que la sonda sustituida está en la cámara gástrica, sin necesidad de control endoscópico. El sistema utilizado es sencillo, cómodo y de bajo coste, y además aporta seguridad a la técnica aplicada en el domicilio.


17 Actividad dietética en pacientes hematológicos ingresados en un hospital de tercer nivel

Sancho Gómez A., Segurola Gurrutxaga H., Pérez-Portabella Maristany C.l., Cárdenas Lagranja G., Giribés Veiga M., Burgos Peláez R.

Hospital Universitario Vall D'Hebron.

Introducción: La desnutrición afecta a un elevado porcentaje de pacientes hematológicos e interfiere en los diferentes tratamientos administrados, afectando a la evolución clínica y a la calidad de vida. Los pacientes afectos de neoplasias hematológicas presentan con frecuencia anorexia que, sumada a los efectos secundarios del tratamiento oncológico, comprometen la ingesta.
Objetivo: Análisis de la necesidad de la actuación de un dietista en la planta de hematología.
Material y métodos: Estudio descriptivo y observacional de pacientes que ingresan en la planta de hematología en un hospital de tercer nivel. Variables: Sexo, edad, tiempo de estancia hospitalaria, diagnóstico, motivo de consulta, estado nutricional (definido por: % Peso habitual, IMC, y % Pérdida de peso), dieta al ingreso, número modificaciones dieta, suplementos cocina y tipo, suplementos comerciales y tipo, cumplimiento plan dietético, alimentos rechazados y plan dietético al alta.
Resultados: Se analizaron 199 pacientes de 60,9 ± 17,9 años (55,3% hombres) (16-90 a). La estancia hospitalaria fue de 11,9 días ± 12,4. Diagnósticos: 49,2% Linfoma, 27,2%, Leucemia, 10% Mieloma, 6% Síndrome Mielo-displásico y 7,6% Otros.
Motivo de consulta: 39,8% Anorexia, 38,2% Desnutrición, 16% Pérdida de peso y Otros (vómitos, diarrea y disfagia) 6%. Encontramos un % Peso habitual medio de 91,5±9,6; IMC de 24,5±4,5; % Pérdida de peso 9,2±7,9. Valoración nutricional: 23,6% bien nutridos, 33,2% presentaron desnutrición moderada y un 43,2% desnutrición severa. La adhesión a la dieta: el 37,2% realiza una ingesta > al 75% de sus necesidades, el 34,7% > al 50%, el 17,6% > al 25% y el 11% < al 25%. El 74,9% de los pacientes requirió enriquecimiento y adaptación de la dieta. El 45,7% fue suplementado mediante preparados de cocina. Se administró suplementos comerciales al 28,6%.
Conclusión: Existe un elevado porcentaje de pacientes hematológicos con desnutrición que precisan soporte dietético específico e individualizado, por lo que la actuación del dietista en la planta de hematología se hace necesaria.


18 Papel de enfermería en el despistaje de la disfagia en la consulta externa de nutrición

Puiggros Llop C., Vázquez González C., Segurola Gurrutxaga H., Fraga Rodríguez C., Company Dóbalo C., Velasco Zarzuelo M., Chicharro Serrano L., Pérez-Portabella Maristany C.l., Burgos Peláez R.

Hospital Universitario Vall D'Hebron. Barcelona.

Introducción: La disfagia es un síntoma muy prevalente asociado a enfermedades neurológicas, esofágicas o a secuelas de tratamientos quirúrgicos o de radioterapia en pacientes con patología de cabeza y cuello. En la consulta externa de nutrición de nuestro hospital se visitan un gran número de pacientes con riesgo de disfagia. Por ello es importante disponer de una herramienta de cribado para poder detectar la presencia de disfagia entre los pacientes de riesgo.
Objetivos: Elaboración de un cuestionario sencillo que permita a Enfermería de la unidad de nutrición discernir qué pacientes se hallan en riesgo de disfagia y precisan de exploraciones más específicas para su diagnóstico.
Métodos: Antes que el paciente pase a la consulta médica la enfermera realiza el cuestionario al paciente y/o la familia que incluye diferentes aspectos: capacidad cognitiva, tipo de alimentación y entorno en que realiza las comidas, presencia de complicaciones probablemente relacionadas con la disfagia y síntomas y signos de disfagia (ver tabla 1).
Resultados: Si la puntuación obtenida en el cuestionario de despistaje de la disfagia es superior o igual a 2 se le realiza el método de exploración clínica de la disfagia volumen-viscosidad (MECV-V). Posteriormente en función del resultado del MECV-V se modifica la textura de la dieta y se dan consejos posturales y de volumen de alimento a tomar por porción.
Conclusiones: El cuestionario de despistaje de la disfagia permite su diagnostico precoz en pacientes a riesgo de presentarla, evitando la aparición de complicaciones.

Tabla 1. Cuestionario de despistaje de la disfagia


19 Escala de Comstock: una metodología para valorar el grado de aceptación de los menús hospitalarios

Salieras Compte N., Pons Portas N., Rivas Camps T., Loshuertos E., Planella Farrugia C., Pérez Asensio D., Pibernat Tornabell A.

Hospital Universitario de Girona Josep Trueta.

Introducción: La alimentación hospitalaria tiene como objetivo nutrir al paciente, respetando las siguientes características: nutricionales, organolépticas, bacteriológicas y económicas. La desnutrición hospitalaria es un factor importante a tener en cuenta por su elevada frecuencia. Un método indirecto para valorar la aceptación de menús es utilizar la escala de Comstock.
Objetivos: Valorar el grado de aceptación de menús hospitalarios en un hospital mediante la escala de Comstock. Discriminar el consumo de macronutrientes según la composición del menú, en especial el consumo proteico. Valorar cambios en los diferentes componentes del menú.
Materiales y métodos: Estudio descriptivo, observacional y prospectivo de valoración del grado de aceptación de menús hospitalarios, escogidos de forma aleatoria. Dietas valoradas: básica, terapéuticas y trituradas. El estudio se realizó durante 2 ciclos de 14 días, verano 2009 y se valoraron los residuos de 8 bandejas/día de diferentes unidades de hospitalización, exceptuando unidades de críticos. Se cuantificó el residuo de varios platos mediante la escala de Comstock, método validado de estimación indirecta, que consta de 6 grados de aceptabilidad: residuo mínimo, moderado, medio, alto, muy alto y plato intacto. Análisis descriptivo de los datos presentándose las frecuencias en valores absolutos y en porcentaje.
Resultados: Hospital de 350 camas, 285 menús/día, 34% (98) dietas básicas, 56% (164) terapéuticas y 8,5% (25) trituradas. Se valoraron 162 bandejas (51 básicas, 53 terapéuticas y 27 trituradas).

Conclusiones: Las dietas básicas, igual que los platos proteicos son mejor aceptados. En las dietas trituradas se observó un alto residuo, por lo que se han podido hacer cambios para mejorar la aceptación de los preparados comerciales. La buena aceptación de los postres nos ha permitido introducir algunos con mayor valor nutritivo. La Escala de Comstock y un observador entrenado pueden considerarse un método válido para identificar ingestas deficientes.


20 Repercusión sobre el estado nutricional del grado de disfagia y la capacidad funcional de los pacientes que ingresan en una Unidad Geriátrica de Agudos (UGA)

Duran Alert P.1, Pere Abrodos E.1, Milá Villarroel R.2, Cabot García C.1, Formiga Pérez F.1, Virgili Casas N.1

1Hospital Universitario De Bellvitge.
2Universitat de Barcelona.

Introducción: La disfagia y la capacidad funcional son dos factores de riesgo que influyen en el estado nutricional de los pacientes geriátricos. La pérdida de capacidad física unida a una disfunción en la deglución supone en muchos casos una disminución de la ingesta aumentando la prevalencia de desnutrición.
Objetivos: - Evaluar el estado nutricional de los pacientes que ingresan en la UGA. - Estudiar la correlación entre el grado de desnutrición y su capacidad funcional (Escala de Barthel). - Evaluar la relación entre el grado de desnutrición y el grado de disfagia.
Métodos: Estudio descriptivo transversal en pacientes mayores > 75 años valorados consecutivamente al ingreso en la unidad geriátrica de agudos del HUB. Se utilizó el Mini Nutritional Assessment (MNA) para evaluar el estado nutricional, el test de disfagia de Wallace y la escala Barthel para valorar la capacidad funcional al ingreso hospitalario de todos los pacientes. Se estudió la puntuación de la escala de Barthel y el grado de disfagia en relación al estado nutricional de los pacientes mediante un análisis de la variancia (ANOVA). Para realizar los cálculos se utilizó el paquete estadístico SPSS v15.0.
Resultados: Se incluyeron 40 pacientes (29 mujeres y 11 hombres) con una edad media de 84,62 años. Según la valoración del MNA, la prevalencia de desnutrición de la muestra fue de un 35% y el riesgo de desnutrición del 37,5%. Se observó que los pacientes desnutridos presentaban valores significativamente inferiores en la escala de Barthel en comparación con los pacientes sin riesgo nutricional (29,29 puntos [13,85; 44,72] vs 58,47 puntos [44,18; 72,75]; p=0,019). En el caso de la valoración de la disfagia, se observó una relación directamente proporcional entre el riesgo de sufrir desnutrición y presentar un grado de disfagia superior al 30% (p=0,026).
Conclusiones: - Los pacientes geriátricos que ingresan en una unidad de agudos tienen alto riesgo de sufrir desnutrición. - Un grado de dependencia y disfagia elevados son factores de riesgo para desarrollar desnutrición por lo cual es necesario que se evalúe de forma sistemática su estado nutricional.


21 Detección de pacientes ingresados con riesgo de desnutrición por un equipo multidisciplinar en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga

Rioja Vázquez R., García Almeida J.M., Villalobos Gámez J.L., Bernal Losada O., Padila Romero L., Requena Toro MaV., Río Mata J. de, Roca Ma M., García Aleman J., Tnahones Madueño F.J.

Hospital Virgen de la Victoria.

Objetivos: Un 20 y 40% de los pacientes que son ingresados en el Hospital sufren en alguna medida, desnutrición. Por lo que la detección precoz del riesgo de desnutrición es esencial en la planificación de los cuidados que aseguren una buena calidad de vida en el paciente. Detectar precozmente el riesgo de desnutrición en el colectivo de personas ingresadas en el complejo hospitalario Virgen de la Victoria, mediante aplicación informática normalizada e implementada por el personal de enfermería/médico e informático del centro.
Material y método: Se ha confeccionado un programa informático que conjuga parámetros analíticos y parámetros clínicos que en el caso de riesgo de desnutrición, inserta una alarma en el panel de petición de dietas del personal de enfermería. La enfermera registra los parámetros antropométricos del paciente: peso habitual-actual, talla, ingesta del paciente y se verifica el nivel de riesgo de desnutrición, planificando los cuidados.
Resultados: Durante el primer semestre de 2008 de un total de 12.000 ingresos de estancia > 3 días en el hospital, fueron cribados por el filtro analítico un 46% (5.000 pacientes). De estos resultaron positivos al filtro con riesgo medio/alto unos 1.800 pacientes (36%). Se realizó el MUST a unos 1.050 con su correspondiente orientación diagnóstica y terapéutica. Por otro lado, durante el mismo periodo, recibieron soporte nutricional artificial unos 1.650 pacientes: 750 con suplementos y unos 900 con nutrición enteral o parenteral. Así el proceso de atención nutricional incluyó unos 2.500 pacientes. De entre los pacientes con riesgo analítico medio/alto detectado por el filtro: recibieron alguna modalidad de soporte nutricional más del 85% de los que se realizó la valoración del MUST y sólo un 50% sobre los que no se completo dicha valoración.
Conclusiones: Mediante la aplicación informática y la preparación del personal de enfermería ha sido posible detectar precozmente y realizar las intervenciones enfermeras necesarias para realizar los cuidados nutricionales que los pacientes necesitan, tanto en el Hospital como en atención primaria, ya que esta información ha sido trasladada a la enfermera de familia, mediante informe de continuidad de cuidados. Evitando de esta forma posibles reingresos y patologías asociadas a la desnutrición.

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