SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.29 suppl.1 author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Nutrición Hospitalaria

On-line version ISSN 1699-5198Print version ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.29  suppl.1 Madrid May. 2014

 

 

ÁREA TEMÁTICA ENFERMERÍA DIETÉTICA

 


O5 Impacto económico asociado a la desnutrición en paciente anciano

Lorena Rentero Redondo', Carles Iniesta Navalón', Celia García Molina', Carmen Caballero Requejo', Abel Trujillano Ruiz', Carmen Sánchez Álvarez

1Servicio de Farmacia. Hospital General Universitario Reina Sofia. Murcia.
2
Unidad de Nutrición. Hospital General Universitario Reina Sofia. Murcia.

Objetivo: Analizar el exceso de estancia hospitalaria (EEH) y el impacto económico asociado a la desnutrición hospitalaria en paciente de edad avanzada.
Material y métodos: Se realizó un estudio retrospectivo en un hospital de referencia de área de 330 camas. Se incluyeron los pacientes mayores de 64 años que ingresaron en Medicina Interna durante 2011. La selección de sujetos se realizó mediante un muestreo sistemático y aleatorizado con un IC95% y un error del 5%. Se determinó el grado de desnutrición al ingreso hospitalario mediante la herramienta cribado nutricional CONUT. Para analizar el EEH y costes asociados a la desnutrición agrupamos el estado nutricional en tres categorías: normonutrido, desnutrición leve y moderada-severa.
Para cada paciente se calculó el EEH, establecida como la diferencia entre la estancia hospitalaria real y la esperada, según el GRD al alta. Posteriormente se calculó para cada paciente el coste asociado al EEH, multiplicando el coste GRD/día estancia por EEH.
Los datos clínicos y administrativos se obtuvieron de la historia clínica y del CMBD respectivamente. EL coste por GRD y la estancia esperada fue facilitado por el Servicio de Documentación Clínica.
Para comparar el EEH según el estado nutricional se realizó un ANOVA. Para todos los análisis se utilizó un nivel de significación estadística de 0,05 y se realizaron con el paquete estadístico SPSS v15.0.
Resultados: Se incluyeron 310 pacientes, con una edad media de 80,1 años (DE: 6,8). Los principales GRD (código) al alta fueron: insuficiencia cardiaca y shock (127) en el 8,7%, neumonía simple y otros trastornos respiratorios con complicación mayor (541) en el 8,1%, e ICC y arritmia cardiaca con complicación mayor (544) en el 6,5% de los pacientes.
El 42,6% de los pacientes presentaban desnutrición leve, el 28,7% moderada y el 4,5% severa. Respecto al EEH (días) encontramos diferencias entre los pacientes con desnutrición moderada-grave (4.7; IC95%: 2.3-7,1) y normonutridos (-0,1; IC95%: -1,4-1,2) (p = 0,001), no siendo así para la desnutrición leve (1,6; IC95%: 0,52,8) (p = 0,07).
El coste asociado al EEH/100 pacientes fue de 195.479,4 € para la desnutrición moderada-grave, 73.484,8 € para la desnutrición leve, sin embargo, en pacientes normonutridos supuso un ahorro de 12.353 €.
Conclusiones: La desnutrición se asocia a un exceso de estancia hospitalaria y de coste, especialmente en pacientes con desnutrición moderada-severa.


P1 El riesgo de desnutrición como factor predictivo de discapacidad en personas adultas mayores

Pilar Jürschik Giménez', Teresa Botigué Satorra, Carmen Nuin

Facultad de Enfermería de La Universidad de Lleida.

Objetivos: Analizar si el riesgo de desnutrición es un factor predictivo de discapacidad a los dos años de seguimiento, en aquellos individuos libres de discapacidad al inicio del estudio.
Material y métodos: La población la constituyeron lo individuos de 75 años o más, residentes en viviendas unifamiliares y libres de discapacidad al inicio del estudio. Variables al inicio: edad, sexo y estado nutricional. Variable en el seguimiento: capacidad funcional básica. Se consideró discapacidad, a la imposibilidad de realizar una o varias actividades básicas de la vida diaria (ABVD) recogidas en el índice de Katz y riesgo de desnutrición cuando la puntuación del MNA era < de 24 puntos. Para el análisis estadístico se utilizaron gráficas de supervivencia de Kaplan-Meier y la Regresión de Cox.
Resultados: De los 640 participantes de la muestra inicial, estaban libres de discapacidad 497 (77,6%) que es la muestra a estudio. De éstos, presentaron riesgo de desnutrición el 13% y discapacidad en el seguimiento 195 (39,2%). La media de los meses de seguimiento fue de 23,5. La estimación de supervivencia libre de discapacidad era mayor en los sujetos de más edad (> 85 años) y en los que estaban sin riesgo de desnutrición (p < 0,001). No hubo diferencias en cuanto al sexo. La tasa de riesgo de discapacidad para los sujetos con riesgo de desnutrición resultó ser 2 veces mayor que para los sujetos sin riesgo (HR: 2,0; p < 0,001), ajustado por la edad (Tabla I).

Conclusiones: Los resultados confirman que el riesgo de desnutrición es una de las causas de discapacidad en la población mayor que vive en la comunidad. La utilización de métodos de cribado para la detección del riesgo nutricional y la posterior intervención, puede evitar que se establezca desnutrición definitiva y consecuentemente un impacto negativo en la morbi-mortalidad de esta población.


P2 Factores asociados al riesgo de desnutrición según las escalas MNA-SF, DETERMINE y MUST en personas mayores de la comunidad

Teresa Botigué1, Pilar Jürschik1, Carmen Nuin1

Universidad de Lleida.

Objetivo: Describir los factores asociados al riesgo de desnutrición coincidentes en las escalas MNA-SF, DETERMINE y MUST en personas mayores de la comunidad.
Material y métodos: Estudio descriptivo y transversal. La fuente de datos proviene de la Encuesta FRALLE. Se recogieron variables sociodemográficas, de estado de salud y parámetros antropométricos. El riesgo de desnutrición se midió con el MNA-SF, DETERMINE y MUST. Se realizaron análisis de regresión logística multivariante mediante el procedimiento de incorporación paso a paso.
Resultados: La muestra total estudiada fue de 640 individuos, de los cuales el 39,7% eran hombres y el 60,3% mujeres, con una media de edad de 81,5 años. Los factores que se asociaron de manera independiente al riesgo de desnutrición fueron los síntomas depresivos y la discapacidad instrumental, los cuales coincidieron en las tres escalas y obtuvieron las odds ratio más elevadas (Tabla I).

Conclusiones: Según los resultados del estudio, los síntomas depresivos y la discapacidad instrumental son dos trastornos a tener en cuenta en la valoración nutricional de las personas mayores, ya que ambos se encontraron asociados independientemente al riesgo de desnutrición según las tres escalas de cribado utilizadas. En este sentido, el conocimiento de los mismos, puede ayudar a diseñar intervenciones dirigidas a prevenirlos y evitar así consecuencias nutricionales negativas en esta población.


P3 Cuantificación de los compartimientos graso y magro mediante diferentes técnicas

Juan Miguel Tristán Fernández1, Gabriela Lobo Támer2, Antonio Pérez de la Cruz2, Ana María Trigo Fonta2

Universidad de Granada, Unidad de Nutrición, Hospital Virgen de las Nieves

Introducción: Existen múltiples métodos para cuantificar los compartimientos corporales, son mediciones fáciles de obtener y muy fiables, utilizando aparatos sencillos, técnicas poco invasivas y rápidas. En 2011, el investigador RN Bergman (Universidad de California) correlacionando adiposidad total (mediante DEXA), altura, peso, edad, cadera, cintura e IMC, obtuvo una fuerte correlación entre altura y perímetro de cadera, proponiéndolos cómo parámetros para estimar adiposidad corporal.
Objetivo: Cuantificar los compartimientos graso y magro mediante distintas metodologías.
Material y métodos: Este estudio se ha realizado a los alumnos de la carrera de Dpl. en Nutrición Humana y Dietética. Para determinar el compartimiento graso (MG) se utilizó la fórmula de Siri:

MG = Peso x ((4,95/D) - 4,5)
donde D = Densidad

El compartimiento magro (MM) se calculó:

MM = Peso - FM
D Varones = 1,1631 - (0,0632 x Σ piegues)
D Mujeres = 1,1599 - (0,0717 x Σ piegues)

Los pliegues cutáneos medidos fueron tricipital, bicipital, abdominal, suprailíaco y subescapular según técnica estandarizada.

El índice de adiposidad corporal (BAI) mediante la siguiente fórmula:

BAI = (Perímetro de la cadera, cm / (altura, m) x 1,5)) - 18
Se midió la composición corporal mediante bioimpedancia eléctrica (BIA), obteniendo ambos compartimientos.

Resultados: Se han incluido 397 alumnos, el 21,7% eran varones y 78,3% mujeres, la edad media fue 24,2 ± 4,3 y 22,7 ± 4,2 años respectivamente. El peso medio fue de 62,0 ± 11,6 kg y el IMC de 22,4 ± 4,3 kg/m2, más elevado en los varones (24,4 ± 6,0 kg/m2).

A continuación se presentan los resultados obtenidos con los diferentes métodos.

Existen diferencias significativas (P > 0,05) entre los distintos métodos, no así entre sexos.
Conclusiones: Es posible medir la composición corporal de un individuo mediante técnicas no invasivas, pero los resultados obtenidos variarán en función del método escogido siendo la BIA el método por el cual se obtiene las cifras más bajas de masa grasa.


P4 Relación entre el estado cognitivo y el estado nutricional en una población de edad avanzada que vive en la comunidad

Carmen Nuin1, Pilar Jürschik1, Teresa Botigué1

Universitat De Lleida.

Objetivo: Analizar la asociación entre el estado cognitivo y el estado nutricional valorado a través de la evaluación global, la valoración subjetiva y los parámetros dietéticos.
Metodología: Es un estudio transversal cuya población está formada por individuos de 75 años o más con tarjeta sanitaria y residentes en viviendas unifamiliares. Los datos fueron recogidos de la encuesta FRALLE (fragilidad en Lleida). Las variables fueron el estado cognitivo que se evalúo mediante el índice de Pfeiffer y el estado nutricional a través de la escala MNA en sus tres componentes: valoración global y subjetiva y parámetros dietéticos. El análisis se realizó por medio de la prueba de chi cuadrado y de la t de student.
Resultados: La muestra fue de 640 individuos, de los cuales el 39,7% eran hombres. La media de edad fue de 81,5 años La prevalencia de deterioro cognitivo fue de 16,7% y de riesgo de desnutrición y de desnutrición de 19,6 y 2,3% respectivamente. La tabla I muestra como la frecuencia de deterioro cognitivo aumenta conforme el estado nutricional se deteriora. En la tabla II se observa que tanto la media de la valoración global como de la subjetiva, así como la de los parámetros antropométricos evaluados a través del MNA, es menor en los que presentaban deterioro cognitivo.

Conclusiones: Existen asociaciones entre el estado nutricional y el estado cognitivo en las personas mayores que viven en la comunidad. Son necesarias más investigaciones para demostrar si una intervención nutricional temprana afecta al estado cognitivo y si nutrientes específicos previenen el desarrollo de la demencia.


P5 Indicadores de calidad de un circuito de atención nutricional a los pacientes oncológicos sometidos a radioterapia

Laia Fontané Francia1, Montserrat Villatoro Moreno1, Josefa Dengra Domingo2, Paula Pérez Villaverde2, Alejandra Parri Bonet1, David Benaiges Boix1, Juana Antonia Flores le Roux 1, María José Carrera Santaliestra1

1Hospital Del Mar, Parc De Salut Mar.
2Hospital De La Esperanza, Parc De Salut Mar.

Introducción: En 2011, en nuestro centro se implantó un circuito de atención nutricional a los pacientes oncológicos candidatos a tratamiento con radioterapia, con el objetivo de incluir la valoración del riesgo de desnutrición en la práctica clínica diaria.
Objetivo: Aplicar indicadores de calidad al circuito de atención nutricional a los pacientes con cáncer sometidos a radioterapia.
Metodología: Se estudiaron 227 pacientes entre julio de 2011 y diciembre de 2012, se excluyeron los pacientes:

• Diagnosticados de tumor de mama o próstata, dada la baja prevalencia de desnutrición.
• Diagnosticados de cáncer esófagogástrico, ya que todos son valorados desde el momento del diagnóstico por la Unidad de Nutrición.
• Cuyo tratamiento incluyera menos de 10 sesiones de Radioterapia.

El circuito consiste en la administración durante la primera visita, por parte de enfermería de un test de cribado nutricional con soporte informático. Durante las visitas de seguimiento se registra la evolución ponderal, la aparición de efectos secundarios que influyan en la ingesta y la derivación a la Unidad de Nutrición en función de los criterios establecidos.
Los profesionales de la Unidad de Nutrición realizan una valoración nutricional a través de la VSG-GP a los pacientes derivados desde Radioterapia.
Como indicadores de calidad del proceso, se aplicaron la:

• Identificación de pacientes en riesgo de desnutrición.
• Valoración del estado nutricional.
• Derivación de los pacientes a la Unidad de Nutrición.

Resultados: La edad media de los pacientes fue de 67 años, un 67,8% eran hombres. La localización del tumor fue: 25,6% pulmón, 19,8% colorectal, 18,9% cabeza y cuello, 17,2% genitourinario y 18,6% otras.
Un 64,7% de los pacientes se cribó con el método consensuado (147/227), un 72,4% se valoró con el método consensuado (21/29) y un 52,3% se derivó según los criterios consensuados (34/65).
Conclusiones: El estándar de calidad de estos indicadores debería acercarse al 100%, en nuestro caso se sitúan entre el 52,4% y el 72,4% por lo que consideramos que es necesario implementar medidas de mejora. Por otro lado, este proyecto ha permitido instaurar un programa de atención nutricional a los pacientes con cáncer que reciben tratamiento con radioterapia y identificar a los pacientes que se beneficiarían de un soporte nutricional más específico.

* Esta iniciativa forma parte de un Proyecto de Mejora de Calidad concedido el año 2010 del Programa de Calidad del Parc de Salut Mar.


P6 Percepción del dolor en niños, su impacto en las actividades cotidianas y en el estado nutricional

Gabriela Lobo Tamer1, María Isabel Romero2, Ana Pérez Aragón2, Miguel Ángel López Casado2

1Unidad de Nutrición Clínica y Dietética.
2Servicio de Pediatría.

Introducción: El Helicobacter pylori (HP) como causa de úlcera péptica (UP) en adultos está bien establecido, en niños las evidencias no son tan potentes. El síntoma más común de la UP es el dolor urente en epigastrio, menos comunes son las náuseas, los vómitos y la pérdida de apetito.
Objetivos: Conocer la prevalencia de infección por HP en niños, valorar los efectos del dolor en las actividades cotidianas. Evaluar la predisposición al cambio de hábitos alimentarios.
Material y métodos: Niños que presentan dolor y son valorados en la consulta de Gastroenterología infantil, se derivan a la Unidad de Pruebas funcionales para su diagnóstico, la presencia de HP se determina mediante el "test de la ureasa".
A todos se les aplicó la encuesta de dolor EVA y las escalas ECR y EAF. Para valorar el impacto del dolor sobre las actividades cotidianas se aplicó una encuesta diseñada para tal fin.
Los hábitos alimentarios se estudiaron mediante encuesta de frecuencia de alimentos, correlacionándose posteriormente con la dieta mediterránea.
Resultados: Se han incluido 181 niños de entre 3 y 15 años (edad media: 8,9 ± 2,8 años). El 46,4% fueron varones. Con respecto al peso, el 17,3% presentó bajo peso para la edad (≤ percentil 10), el índice de masa corporal fue de 18,8 ± 4,3 kg/m2 (19,0 ± 4,8 en varones y 18,6 ± 3,9 kg/m2 en niñas).
La percepción del dolor medido por la escala EVA refleja que los niños padecen un dolor muy intenso, lo que les conduce a interrumpir las horas de juego (66,4%) y sueño (44,2%), absentismo escolar (66,3%).
El absentismo laborar se eleva al 52,5%, siendo generalmente la madre la que debe ausentarse o retirarse de su trabajo (43,1%), en el 12% de las veces lo hacen ambos padres, no obstante, la preocupación de los progenitores ante el dolor es baja (47%).
Analizando hábitos alimentarios, se constata que sólo el 29,8% de los niños realiza una dieta equilibrada, el 10,5% de ellos rechaza frutas, verduras y legumbres y en igual porcentaje la dieta resulta muy desequilibrada. Se plantea un cambio de actitud frente a estos hábitos, el 64,6% de las familias aceptan realizar un cambio nutricional, en entrevistas posteriores se vio que el 70,2% efectúa dicho cambio.
Conclusiones: Desarrollar estrategias preventivas y terapéuticas dirigidas a niños de riesgo debe ser nuestro desafío para los próximos años en pediatría para poder predecir complicaciones futuras.


P7 Prevalencia de desnutrición en pacientes ingresados en área de convalecencia (AC) del parque Sanitario Sant Joan de Déu, centro sanitario del área metropolitana de Barcelona

Gemma Simats Oriol1, Cristina Romagosa Vives de la Cortada1, Jessica Martínez Rodriguez1, Gabriel Gil Lujan1, Anna Capella Llovera1, Lourdes Castro Perez2, Luis Costa Escola2, Gabriela Monroy Rodríguez1, Gerardo Saenz de Navarrete Rivera1

1Hospital General Parque Sanitario San Joan De Déu.
2Area de salud mental Parque Sanitario Sant Joan de Déu.

Introducción: La desnutrición es un problema de salud frecuente en la comunidad y especialmente prevalente e infravalorado en los centros sanitarios, dónde se ha demostrado que se asocia a una mayor estancia hospitalaria e incremento de costes asistenciales. Ante esta problemática, el hospital general del PSSJD está elaborando un protocolo de cribado nutricional que permita detectar y actuar precozmente frente la desnutrición.
Objetivos: Conocer la prevalencia de desnutrición entre los pacientes ingresados en área de convalecencia del PSSJD y justificar la implementación del de cribado nutricional en dicha área.
Material y métodos: Se llevó a cabo un estudio descriptivo mediante un corte transversal utilizando el cuestionario de cribado Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002) para conocer el estado nutricional de los pacientes ingresados en AC, que incluye pacientes de distintas especialidades médicas y quirúrgicas en fase de recuperación de un proceso agudo (hospitalización), así como una minoría de pacientes derivados del centro de atención primaria. Además del NRS-2002, se elaboró una hoja de registro dónde se recogieron datos demográficos de los pacientes, motivo, fecha y días de ingreso, especialidad médica, otros datos antropométricos de interés e información referente a la dieta y suplementación nutricional.
Resultados: Se incluyeron 25 pacientes (15 hombres) no encamados ingresados en AC, con edad media 75,68 ± 12,48 años (rango 47-95) y media de 28,60 ± 16,14 días de ingreso (rango 7-69) en el momento del estudio.
Un 68% de los pacientes presentaron desnutrición o riesgo de desnutrición (NRS-2002 ≥ 3) (n = 17), la perdida de peso media de este grupo fue 14,70 ± 7,34% en 3 meses y el Índice de Masa Corporal (IMC) medio 22,55 kg/m2 ± 2,81 (rango 19,96-26,83). La media de IMC para el grupo de pacientes sin riesgo nutricional (NRS-2002 < 3) fue 29,04 kg/m2 ± 7,52 (rango 7,5240,75). De los pacientes con cribado positivo, solo un 35,3% (n = 6) recibían dieta enriquecida y suplementación nutricional previa al estudio.
Conclusiones: Un elevado porcentaje de pacientes ingresados en aérea de convalecencia presenta desnutrición o riesgo de sufrirla, siendo este dato más alarmante por el elevado número de casos infra diagnosticados. La implementación del protocolo del cribado nutricional permitiría la detección precoz de los casos de desnutrición o riesgo de desnutrición favoreciendo una intervención nutricional temprana y mejorando la calidad de la atención nutricional en el PSSJD.


P8 Implantación hospitalaria de un sistema de control nutricional (CONUT): perfil clínico de los pacientes con riesgo de desnutrición moderada-severa y soporte nutricional aplicado

Socorro Leyva Martínez1, Lucia Vera Pacheco1, Marta Chamorro Fernández2, Susana Belda Rustarazo3, Amalia González Jiménez1, Ana Martín Leyva1, Ma Luisa Fernández Soto1

1Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Hospital Universitario San Cecilio.Granada.
2UGC de Psiquiatria. Hospital Universitario Carlos Haya. Málaga.
3UGC de Farmacia. Hospital Universitario San Cecilio. Granada.

Objetivos: Conocer el perfil del paciente con riesgo moderado-grave de desnutrición (DN) según el Control Nutricional (CONUT) y analizar la valoración y el soporte nutricional especializado (SNE).
Material y métodos: Estudio retrospectivo hospitalario de 3.255 pacientes cribados con CONUT durante cinco meses en el año 2012. Se registraron edad, sexo, servicio clínico, riesgo de DN, diagnóstico, tiempo de estancia, éxitus, interconsulta a la Unidad de Nutrición y soporte nutricional.
Resultados: De 3.255 pacientes un 23% (n: 754) presentaron riesgo moderado-grave de DN (18% y 5% respectivamente) con una edad media de 72 ± 15 años. La puntuación media del CONUT fue de 7,0 ± 1,9. Un 78% ingresados en Servicios Médicos (SM), representando el S. de Digestivo (26%) y Medicina Interna (24%) el 50% de los casos. Un 20% corresponde a S. quirúrgicos y un 2% a médico-quirúrgicos. Los diagnósticos más frecuentes: 13% neoplasias y 11% infección respiratoria. La estancia media fue de 14,1 ± 11,6 días. El éxitus ocurrió en el 12%. Un 13% de los pacientes recibieron SNE (> 85% de los casos pertenecían a SM) con: 40% soporte enteral oral, 56% nutrición enteral con SNG o PEG y 4% nutrición parenteral. Los pacientes con riesgo de DN presentaron una edad media mayor que los pacientes sin riesgo (61,3 ± 18 y 72,5 ± 15 respectivamente, p = 0). Hubo diferencias estadísticamente significativas entre el género y el riesgo de DN, de forma que los hombres tiene menor riesgo (OR: 0,8 IC 95% 0,6-0,9). Los sujetos con riesgo moderado de DN tienen una mayor supervivencia (OR: 0,24 IC 95% 0,10,4 P = 0,0). Se solicitó un mayor número de IC si el riesgo de DN fue moderado (OR 0,5 IC 95% 0,3-0,7 p = 0,0).
Conclusiones: La implantación del CONUT sigue las recomendaciones del Consejo de Europa de un método hospitalario de cribado de DN. La edad avanzada y ser mujer incrementa el riesgo de DN. Los pacientes con riesgo moderado de DN, procedentes de SM, fueron los más evaluados por nuestro servicio. Hay que plantearse nuevas estrategias para disminuir la desnutrición hospitalaria e incrementar el soporte nutricional tras un método de cribado informatizado.


P9 Relación entre el Índice estimado de calidad de la dieta KIDMED y ciertos hábitos de vida en estudiantes de la Universidad de Murcia (Lorca)

José Antonio Latorre1, Manuel Martínez-Bebía1, Alejandro López-Moro1, Noelia Méndez1, Ma Inmaculada Munuera1, Fatima Olea-Serrano2, Ma Antonia Murcia-Tomás1, Miguel Mariscal-Arcas1

1Dpt. Tecnología de los Alimentos, Nutrición y Bromatología. Facultad de Ciencias Socio-sanitarias. Universidad de Murcia (Lorca-Murcia).
2Dpt. Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada.

Antecedentes: El patrón de dieta mediterránea es considerado uno de los mejores. La Región de Murcia produce algunos de los elementos básicos de este patrón (verduras, pescado, aceite oliva). El objetivo fue determinar la relación entre el índice de calidad de la dieta KIDMED y hábitos de estudiantes universitarios.
Métodos: 161 alumnos (37 hombres, 124 mujeres), Facultad de Ciencias Sociosanitarias (Universidad de Murcia, Lorca). Los valores medios de composición corporal para hombres fueron 22,70años (DE: 4,90), 75,32 kg (DE: 9,48), 177,89 cm (DE: 7,34) e IMC 23,77 kg/m2 (DE: 2,27). Para mujeres fueron 26,20 años (DE: 9,99), 60,20 kg (DE: 11,11), 264,62 cm (DE: 5,40) e IMC 22,20 kg/m2 (DE: 3,83) (normopeso). KIDMED fue "buena" en el 27,5% de la población, "medio" el 61,8% y "pobres" el 10,8% (Jimeno 2013). Los varones presentaron KID-MED de 6,2 (DE: 2,2), las mujeres mostraron KIDMED de 5,9 (DE: 2,3), sin diferencias significativa por genero. El comportamiento nutricional de la población actual de los estudiantes universitarios es similar a la encontrada en otros estudios KIDMED.

Recogida de datos: Cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos, R24horas y preguntas de estilo de vida. Entrevistas realizadas por personal entrenado.
Todos los sujetos firmaron consentimiento informado.
Software: Diet-Source, SPSS 19.0.
Resultados: Igualmente hubo correlación positiva (Pearson) entre la edad y KIDMED (P = 0,249).
Conclusión: Este estudio muestra que existen diferencias significativas para "cocina en casa" (p = 0,007) y "hacen la compra" (P = 0,003), comparados con el KID-MED. Los valores más altos en KIDMED se estimaron sobre la gente que por lo general cocinan en casa, y en los que compran ellos mismos.
Este estudio muestra la importancia de algunos hábitos propios del patrón mediterráneos en la calidad de la dieta de la población.


P10 Perfil clínico de las interconsultas hospitalarias dirigidas a la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética: Valoración y soporte nutricional aplicado

Ana Martín Leyva, Lucía Vera Pacheco, Ma Socorro Leyva Martínez, Carmen Yeste Doblas, Ma Luisa Fernández Soto

UGC de Endocrinología y Nutrición. Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Hospital Universitario San Cecilio. Granada.

Introducción: Las interconsultas hospitalarias (ICh) a la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética (UNCyD) constituyen un servicio ofrecido a otras especialidades con el objetivo de resolver cualquier problema nutricional y/o metabólico de los pacientes hospitalizados.
Objetivo: Analizar de forma descriptiva las ICh procedentes a recibidas en nuestra UNCyD durante el último año y el tratamiento nutricional establecido.
Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de las ICh recibidas por la UNCyD del HU San Cecilio de Granada durante doce meses (2012/2013).Se analizan el número de interconsultas realizadas, el servicio de procedencia, datos demográficos, diagnóstico nutricional, intervención nutricional durante el ingreso y al alta y el seguimiento.
Resultados: Se atendieron un total de 637 pacientes (345 mujeres y 292 hombres). El 43% procedían de Medicina Interna, el 26% de Cirugía, el 9% de neurología, el 9% de Oncología, el 6% de Digestivo y el 3% de otorrinolaringología. Un 10% tenía una edad comprendida entre 20 y 40 años, un 26% entre 41-59 años, un 34% entre 60-80 años y un 30% mayor de 80 años. El diagnóstico nutricional más frecuente fue desnutrición (DN) mixta (56%) seguida de DN calórica (7%) y DN proteica (20%). Un 17% no presentaba diagnóstico de DN. Intervención nutricional instaurada durante el ingreso: dieta culinaria 2%, suplementos nutricionales orales (SON) 44%, nutrición enteral por sonda (NES) 47%, nutrición parenteral (NP) 7%. Todos los pacientes fueron seguidos durante su ingreso. Tratamiento nutricional establecido al alta: SON 32%, NES 32% y dieta culinaria 36%. Ningún paciente requirió NP domiciliaria. El 40% de los pacientes precisaron seguimiento post-alta en Consulta de Nutrición.
Conclusiones: Las ICh a la UNCyD constituyen una actividad compleja que requiere varias visitas de seguimiento, suponiendo una carga asistencial creciente. Un porcentaje importante de los casos analizados proceden del Servicio de Medicina Interna y presentan una DN mixta por lo que la intervención nutricional es pertinente e imprescindible como parte integral del abordaje del paciente ingresado. La gran mayoría de los casos nutricionales se resuelve mediante soporte nutricional enteral (oral o por sonda).


P11 Estudio de la vitamina D en gestantes

Amparo Segura Galindo1, Ana María Fernández Alonso1, Carlos De Gorospe Pérez Jauregui2, Virginia Sebastián Ibánez1, Francisco Javier Del Cañizo Gómez1

1Hospital Universitario Infanta Leonor.
2Hospital Universitario Infanta Cristina.

Objetivo: Valorar niveles de vitamina D en gestantes. Materiales y métodos. Medición de 25 OHD y su relación con los niveles de calcio, fosforo, tipo de gestación, edad de la gestante, raza, IMC previo al embarazo, estación de año, diabetes gestacional (DMG) e hipotiroidismo subclínico (HSC) Se consideró estadísticamente significativa una P < 0,05 (Método estadístico: SPSS v. 15.0).
Resultados: 68 gestantes de 32,8 ± 5,9 años de edad; 45,6% diagnosticadas de DMG, 1,5% de diabetes pregestacional, diabetes mellitus tipo 1, 3% diabetes mellitus tipo 2 y 50% de HSC. El 68% de todas las gestantes presentaron niveles de 25 OHD por debajo de 30ng/ml. 25 OHD: 14,85 ± 5,14 ng/ml, PTH 34,76 ± 21,41 pg/dl, existió una correlación positiva entre ambas significativa y bilateral (P = 0,005). 70,% eran españolas, 8,8% Hispanas, 10,3% procedían de Países del Este, 8,8% del Norte de África y 1,5% de Senegal no relacionándose el déficit de vitamina D con la raza, edad, IMC previo a la gestación y estación del año, ni con el tipo de gestación (DMG e HSC).
Conclusiones:
1. Llama la atención el porcentaje importante de déficit de vitamina D en gestantes
2. La correlación positiva entre niveles 25 OHD y de PTH hablarían a favor de un cierto desarrollo de "hiperparatiroidismo secundario que podríamos denominar subclínico"
3. La falta de correlación de la 25OHD con los otros parámetros medidos podrían indicar que el déficit de vitamina D encontrado podría ser algo inherente a la propia gestación.


P12 Implementación de una dieta específicamente diseñada para el paciente geriátrico ingresado en un hospital de tercer nivel

Victoria Avilés Parra1, Marta Comas1, Hegoi Segurola Gurrutxaga1, Mari Pau Magaña1, Concepción Vazques1, Nuria García Barrasa1, Ana Sancho Gómez1, José Antonio López Gómez1, Neus Castillejos2, Rosa Burgos Peláez1

1Hospital Valle Hebrón. Unidad Suport Nutricional.
2Hospital Vall d'Hebron. Servei Geriatria.

Introducción: La prevalencia de desnutrición en la población geriátrica es elevada. Habitualmente durante los ingresos se producen considerables pérdidas de masa muscular. Las recomendaciones actuales para paciente geriátrico incluyen un aporte proteico de 25-30 g en cada una de las tres comidas principales. Las dietas hospitalarias de habitual indicación en geriatría no cubren estas expectativas.
Objetivos: Diseñar e implementar dos dietas específicas para pacientes geriátricos ingresados en un hospital de agudos.
Material y métodos: Estudio prospectivo con pacientes geriátricos ingresados en nuestro hospital de tercer nivel en el Área General y Traumatología.
Los pacientes fueron cribados nutricionalmente mediante el Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002). A aquellos que presentaron riesgo nutricional/desnutrición se les indicó una de las dos dietas diseñadas.
Características de las dietas: fácil masticación y propulsión, reducidas en volumen, normocalóricas, hiperproteicas, (distribución proteica repartida en las tres ingestas principales) y controlada en carbohidratos en el caso de pacientes diabéticos. Se analizaron los cumplimientos de los requerimientos nutricionales antes y después de la implementación de la dieta.
Resultados: Se incluyeron 108 pacientes (56 mujeres, edad 79,2 ± 7,93 años; R: 65 a 100); 84 antes de implementar la dieta y 24 con posterioridad. El seguimiento fue de 10 días. IMC 26,44 k/m2 ± 4,62 R: 17 a 47,54. Índ.de Barthel 65 ± 27R: 10 a 100. Un 27,7% (28 pacientes) presentaron desnutrición (8 con patologías vasculares, 1 DM2, 3 digestivas, 4 neurológicas 5 neumológicas, 1 oncológica y 6 traumatismos diversos).
El cumplimiento de requerimientos nutricionales medios en las dietas habituales (Basal, Fácil masticación y Diabética) con aporte medio de 2.100 kcal fue del 78% de la energía, 74,4% de proteínas, 92,7% de carbohidratos y 105% de lípidos. El cumplimiento de los requerimientos nutricionales de las dietas específicas para geriatría con aporte medio de 2.300 kcal fue de 77,5% de energía, 93,8% de proteínas, 69% de carbohidratos y 115% de lípidos.
La aceptación de los desayunos enriquecidos en proteínas fue dificultosa representando un 68% del cumplimiento.
Conclusiones: Con la implementación de la dieta específica para geriatría destaca un incremento del cumplimiento de requerimientos proteicos y observamos un porcentaje de cumplimiento de requerimientos energéticos similar a las dietas de prescripción habitual. Se precisa un estudio más profundo para determinar las preparaciones culinarias que puedan contribuir a mejorar la adhesión a la dieta prescrita.


P13 Adecuación entre necesidades y aporte energético-proteico en pacientes edéntulos

Silvia Martín Sanchis1, Beatriz León de Zayas1, Katherine García Malpartida1, Andrea Micó García1, Matilde Rubio Almanza1, Pedro Moral Moral2, Rosa Cámara Gómez1, Roser Querol Ripoll1, Antonia Pérez Lázaro1, Juan Francisco Merino Torres1

1Servicio de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitari I Politècnic La Fe.
2Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitari I Politècnic La Fe.

El consumo inadecuado de alimentos por ausencia de piezas dentarias es una de las principales causas de desnutrición en adultos mayores. Una correcta masticación es fundamental para una buena alimentación.
Objetivo: Estudiar la adecuación de la dieta en pacientes con ausencia de piezas dentarias (edéntulos) en una Unidad de Media y Larga Estancia (UMLE).
Pacientes y métodos: Estudio descriptivo, transversal de 70 pacientes edéntulos ingresados en la UMLE durante un año.
Se evaluaron: edad, sexo, motivo de ingreso, escala de comorbilidad de Charlson, escala cognitiva de Pfeiffer, escala funcional de Barthel y test de evaluación nutricional MNA.
Las necesidades energéticas se calcularon mediante la ecuación de Harris-Benedict (con talla estimada y peso ideal) por factor de actividad y de estrés; las proteicas con peso ideal por factor de estrés.
El aporte calórico-proteico se obtuvo mediante autorregistro de los alimentos ingeridos en 1 día, en el caso de dieta oral. Se registró la toma de suplementos orales así como necesidad de nutrición artificial.
Los resultados se muestran como media (DE) o porcentaje (%).
Resultados: La media de edad fue 80,8 (10,1) años,64,3% hombres. El 90% llevaba prótesis dental, de ellos el 57,1% la tenía mal ajustada.
Las causas más frecuentes de ingreso fueron EPOC (27,1%), ACV (17,1%) y sepsis (12,9%).
Según el índice de Charlson el 65,7% presentaba comorbilidades. La escala funcional de Barthel media fue 25,7 (26,6) (44,3% de dependencia total). El 65,7% tenía algún grado de deterioro cognitivo (escala de Pfeiffer).
Según el MNA, un 71,4% presentaba malnutrición. Los tipos de soporte nutricional más utilizados fueron dieta oral (65,7%), dieta oral más suplementos (18,6%) y NPT (8,6%). Los tipos de dieta oral más empleados fueron triturada (35,7%), blanda mecánica (15,7%) y normal (14,3%).
El GET medio fue 1.493 (775,4-2.480,3) kcal y el proteico 66 (38,1-87,3 )g. El 100% de las necesidades calóricas se cubrieron en el 58,6% de los pacientes y las proteicas en el 51,4%.
Conclusiones: La mitad de los pacientes edéntulos no cubren sus requerimientos energético-proteicos con la dieta y un tercio precisó de nutrición artificial para cubrirlos. Es conveniente una correcta adecuación de la prótesis dental y del tipo de dieta oral para evitar la desnutrición que presentan.


P14 Estudio descriptivo: Gastrostomias Endoscopicas Percutaneas (PEG)

Ana María Fernández Alonso1, Amparo Segura Galindo1, Virginia Sebastian1, Francisco Javier del Cañizo Gómez1

Hospital Universitario Infanta Leonor.

Objetivos: Valorar últimos pacientes portadores de (PEG) atendidos por Endocrinología y Nutrición
Materiales y métodos: Estimación en 32 enfermos: 56,3% varones y 43,8% mujeres, edad media 64,6 (DE 17,0) años, presencia de deterioro cognitivo, domicilio social (propio o institucionalizado) su relación con la realización de la PEG, patología que derivó a la PEG, forma de administrar la nutrición enteral (NE), complicaciones de la PEG, servicio que la realizó y relación con complicaciones, % de exitus, causas y tiempo y transcurrido desde la realización de la PEG hasta la fecha el mismo. Se consideró estadísticamente significativa una p < 0,05 (SPSS v. 15.0)
Resultados: 31,3% presentaron deterioro cognitivo, 71,9% vivían en sus domicilios y 28,1% en residencias. Portaban una PEG 46,9% por enfermedades neurológicas y 53,1% digestivas y otorrinas (tumorales); 40,6% se realizaron por digestivo, 25% por radiología intervencionista y 34,4% por servicios desconocidos (provenían de otros centros). En un 6,3% hubo arrancamientos de sonda de gastrostomía como complicación, no correlaciondose con el servicio que la realizó. Por sistema de gravedad se administraron el 75% de las NE y por bomba de infusión el 25%. El 37,5% fallecieron, 21,9% por enfermedad causal, 9,4% por broncoaspiración y 68,8% por causa no filiada. Se obtuvo una relación negativa y estadísticamente significativa entre PEG y edad (p = 0,006), no se relacionó con sexo ni resto de variables. No detectó relación entre realización de la PEG y tiempo transcurrido hasta el fallecimiento ni con la causa del mismo.
Conclusiones:
1. La PEG es un medio accesible importante de nutrir adecuadamente al paciente generalmente neurológico y tumoral de forma permanente o transitoria.
2. En este trabajo nos reafirma el punto anterior y más aún cuando vemos que se han utilizado en pacientes de diversas edades y patologías.
3. Reconsiderar los exitus debidos a broncoaspiración lo que implica necesidad de mayores cuidados nutricionales médicos y de enfermería.


P15 Análisis del impacto de la desnutrición en la evolución del paciente ingresado en un hospital de tercer nivel. Doce años después

Rosa Burgos Peláez1, Marta Comas Martínez1, Hegoi Segurola Gurrutxaga1, Victoria Avilés Parra1, Gemma Simats Oriol1, Ana Sancho Gómez1, Carolina Puiggros Llop1, Guillermo Cardenas Lagranja1, Belén Sarto Guerri1, Cleofé Pérez-Portavella Maristany1

Hospital Vall D'Hebron.

Introducción: La desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE) es altamente prevalente al ingreso hospitalario, e impacta de forma negativa en la evolución del paciente.
Objetivos: Analizar el impacto de la desnutrición en el paciente ingresado en un hospital de tercer nivel, después de implementar un sistema de cribado de riesgo nutricional al ingreso hospitalario, y compararlo con el estudio previo llevado a cabo en el año 2000.
Material y métodos: Año 2000: estudio observacional aleatorio en 400 pacientes valorados mediante la valoración global subjetiva (VGS) al ingreso. Año 2012-2013: estudio de intervención nutricional incluyendo a pacientes detectados por el cribado nutricional Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002), en fases iniciales de su implementación.
Resultados: En el año 2000 un 40,5% de los pacientes estaban desnutridos al ingreso. Los pacientes desnutridos tuvieron una estancia hospitalaria más larga (7,3 días vs 6 días) (p < 0,05) y mayor tasa de reingresos (27,16% vs 18,91%) (p < 0,05) que los pacientes normonutridos.
En el año 2013, el 45,8% de los pacientes valorados presentaron desnutrición al ingreso. A pesar de la intervención nutricional, se confirma una estancia hospitalaria más larga en el paciente desnutrido (19,8 días vs 12,5 días) (p < 0,0001), una mayor mortalidad (12,35% vs 5,07%) (p < 0,0001), mayor número de reingresos (21,5% vs 5,8%) (p < 0,0001) y mayor necesidad de centro de convalecencia (22,04% vs 8,35%) (p < 0,0001). El grado de complejidad de los pacientes desnutridos medidos mediante el GRD correlaciona con la estancia hospitalaria.
En el 90,1% de los pacientes desnutridos se realizó intervención nutricional: adaptación de la dieta en el 51,59%, 36,9% necesitó además un suplemento, el 3,18% precisó nutrición enteral y el 3,71% nutrición parenteral.
Conclusiones: La estancia hospitalaria se ha incrementado en el período 2000-2013, tanto en los pacientes normonutridos como en los pacientes desnutridos, lo que sugiere un cambio en el perfil del paciente hospitalizado en el hospital de tercer nivel, siendo de mayor complejidad. Se justifica la necesidad de identificar a los pacientes desnutridos precozmente tanto a nivel hospitalario como en atención primaria para implementar en ellos un plan nutricional.


P16 Análisis del grado de satisfacción alimentario percibido por los pacientes en un hospital de tercer nivel

Néstor Benítez Brito1, Eva María Herrera Rodríguez1, Francisca María Pereyra-García Castro1, José Gregorio Oliva García1, Gustavo Leyva González2

1Servicio de Endocrinología y Nutrición. Unidad de Nutrición. Hospital Universitario Nuestra Señora De Candelaria. Santa Cruz de Tenerife.
2Unidad de Calidad. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Santa Cruz de Tenerife.

Introducción: La desnutrición hospitalaria es una patología prevalente. La alimentación constituye el pilar fundamental del soporte nutricional de los pacientes hospitalizados, dado que más del 90% de los pacientes ingresados tienen indicada la vía oral. Evaluar el grado de aceptación de la dieta es imprescindible en aras de combatir la desnutrición hospitalaria.
Objetivo:
1. Determinar el grado de satisfacción de los pacientes en relación con las dietas de nuestro hospital.
2. Analizar posibles variables asociadas a un grado de satisfacción mayor (tipo de dieta).
Material y métodos: Estudio descriptivo de corte transversal. Se empleo una encuesta repartida por la Unidad de Calidad que incluía datos sociodemográficos, así como datos cualitativos acerca de: tipo, variedad, presentación, calidad organoléptica y sanitaria de la dieta, así como valoración general del paciente. La encuesta consta de 17 preguntas. Las respuestas poseen cuatro o cinco opciones, excepto las preguntas categóricas (si/no). Se comparó el grado de satisfacción global en función del tipo de dieta (terapéutica vs basal; con sal vs sosa) (T-Student para muestras independientes).
Resultados: 308 pacientes. Edad: 53,1 ± 18,7 años; 46,8% hombres y 53,2% mujeres. Nivel de estudios general: medio-básico (65,3%). Un 66,8% de los pacientes recibieron dieta basal, mientras que el 33,2% restante recibieron dieta terapéutica. Sólo el 39,7% tomó dieta con sal. El 64,9% refirió ingresos previos. La alimentación del hospital para un 39,6% de pacientes fue "como esperaba", mientras que para un 33,4% "mejor de lo que esperaba". El horario de comidas era adecuado para un 81,3% y el tiempo para comer suficiente en un 94,2%. En cuanto a las características de la comida servida, el porcentaje de pacientes que consideraron como buenas las mismas es el que figura entre paréntesis: sabor/gusto (50,6%), olor (55%), cocinado (57,1%), presentación (54%), tamaño de ración (62%), calidad (58,4%), cantidad (63,6%), variedad (56,25%), temperatura (53,9%). La valoración global de la alimentación en una escala de 1 a 10 fue de 6,7 ± 2,2. El tipo de dieta o la presencia de sal en la misma no se asociaron a un aumento significativo de la satisfacción con la dieta de los pacientes (p = 0,20 y 0,26, respectivamente).
Conclusiones:
1. Aunque el grado de satisfacción de la dieta de nuestro hospital es razonable, es preciso introducir mejoras que aumenten su aceptación.
2. La presencia de sal o el tipo de dieta (basal versus terapéutica) no se relacionan con una mejoría significativa de la valoración global de la dieta.


P17 Valoración del cumplimiento de los requerimientos calóricos programados en pacientes con nutrición enteral por sonda

Amelia Espallargas Nuñez1, Coral Sauret Santasuana1, Belen Pons Pons1, Josefa Ramírez Vaca1, Roser Trallero Casañas1

Parc Tauli Sabadell Hospital Universitari.

El seguimiento de pacientes que reciben NE por sonda es imprescindible para detectar si el aporte de requerimientos calóricos es adecuado y si presentan complicaciones que incidan sobre la eficacia en el aporte de dieta o la evolución clínica.
El objetivo de nuestro protocolo de soporte nutricional por sonda es alcanzar un aporte > 80% de requerimientos nutricionales estimados al 4° día del inicio.
Objetivo: Conocer las características del grupo de pacientes que no cubren requerimientos calóricos al 4° día del inicio del soporte con el fin de establecer líneas o procesos de mejora en la atención nutricional.
Material y método: Registro en base de datos Excel de los parámetros: edad, sexo, Barthel, IMC, grupo diagnostico, ámbito asistencial, requerimientos nutricionales, sonda inicial, causas de no cumplimiento al 4° día, de los pacientes atendidos durante un año (noviembre 2012-13).
Resultados: Total n = 109 casos, 71,6% hombres; Barthel ≤ 20: 55,6%, grupo diagnóstico mayoritario: enfermedad neurológica 40,4%; Media de edad 61 a (21-89); normopeso al inicio 56%; bajo peso 10,1%; sonda nasoentérica 70,6% y GRP 22%. El 27,5% de pacientes reciben menos del 80% de requerimientos calóricos programados al 4° día. Este grupo no presenta diferencias estadísticamente significativas con el grupo general en ninguno de los parámetros estudiados. Las causas que conllevaron no cubrir requerimientos fueron: 16% suspensión antes del 4° día; 46,6% intolerancia GI; 10% arrancamiento; 6,6% bronco aspiración, 13,3% pauta inicio fin semana. Los pacientes que presentan intolerancia GI al 4° día reciben > 60% de los requerimientos y el 57,1% cubren requerimientos antes de los 16 días, 21,4% no alcanzan por LET, 14,3% no reciben aporte completo por plenitud desestimándose medidas adicionales por patología grave y el 7,1% pasa a NPT.
Conclusiones:
• Las pautas de inicio y progresión de nuestro protocolo permiten cumplimentar los requerimientos programados en un 72,5% de los pacientes con soporte nutricional por sonda al 4° día.
• Destacamos que el 53,4% de los pacientes que no reciben aporte completo es por causas no relacionadas directamente con la nutrición.
• Planteamos protocolizar la instauración de NP complementaria cuando no se cubran los requerimientos al 4° día según las características del paciente (situación clínica, estado nutricional y objetivo terapéutico).


P18 Resultados preliminares de la implementación del Método de Exploración Clínica Volumen-Viscosidad en un hospital terciario

Miriam Moriana Hernández1, Ana Artero Fullana1, Ester Núñez Savall1, María de las Heras Muñoz 1, Juncal Martínez Ibáñez1,Miguel Civera Andrés 1, José Francisco Martínez Valls1, Juan Francisco Ascaso Gimilio1

Hospital Clínico Universitario Valencia.

Introducción, objetivo: La prevalencia de las alteraciones de la deglución varía ampliamente según la edad y comorbilidades, siendo elevada en aquellas personas de edad avanzada, dependientes o con enfermedades neurológicas. La importancia del estudio y tratamiento de la disfagia radica en la prevención de sus complicaciones.
Estudios previos han detectado el escaso diagnóstico y la falta de instauración de actitudes terapéuticas. Nuestro objetivo fue valorar la prevalencia de disfagia entre aquellos con sospecha clínica y analizar la actitud terapéutica instaurada en aquellos con alteraciones.
Material y métodos: Estudio transversal, observacional, realizado en 100 pacientes adultos ingresados en nuestro centro. Se realizó el Método de Exploración Clínica Volumen-Viscosidad (MECV-V) para valorar la presencia de disfagia y se recogieron datos clínicos de los pacientes estudiados durante los 6 primeros meses de su introducción. Se valoró la actitud terapéutica instaurada (modificaciones dietéticas o soporte nutricional) según los resultados del MECV-V y las características del paciente.
Resultados: Se estudió a 100 pacientes ingresados con sospecha clínica de disfagia, principalmente de los servicios de Corta Estancia y Neurología (57,4 y 32,7% respectivamente). La edad media fue de 79,3 ± 13,5 años, con una mayor proporción de mujeres (68%). Presentaban disfagia el 89% de ellos. A todos los pacientes con disfagia leve o moderada (75,9%) se les recomendaron modificaciones dietéticas, siendo los volúmenes empleados de 5 mL en el 51,3% de ellos, de 10 mL en el 40,8% y 20 mL en el 1,3% y la textura pudding la más frecuentemente aconsejada (67,1%). Detectamos un 24,1% de pacientes con disfagia no subsidiaria de modificaciones dietéticas o afagia, decidiendo en el 77,3% de ellos colocación de SNG o PEG y en el 22,7% restante una actitud paliativa.
Conclusiones:
- La realización del Método de Exploración Clínica Volumen-Viscosidad (MECV-V) conlleva en la gran mayoría de casos recomendaciones dietéticas que en condiciones normales no se hubieran realizado.
- Consideramos que la implementación del MECV-V y las medidas terapéuticas subsiguientes pueden evitar las graves complicaciones derivadas de la disfagia.


P19 Grado de cumplimiento de la suplementación oral prescrita en un servicio de oncología radioterápica

Eduardo Sánchez Sánchez1, Elisabeth Ariza Cabrera1, Francisco Martín Estrada1, María Josefa Muñoz Guerrero1, Juan Antonio Biedma Fernández1

Hospital Punta Europa.

Objetivos: Evaluar la adherencia y el grado de cumplimiento de nuestros pacientes a la prescripción de los suplementos orales pautados, así como describir las causas que lo impiden.
Material y métodos: Estudio transversal en un periodo de tiempo comprendido entre enero de 2012 y agosto de 2013. Se realiza un seguimiento semanal por parte del personal de enfermería de Oncología Radioterápica a todos los pacientes que van a recibir o reciben tratamiento radioterápico y tienen pautados suplementos orales (SO), evaluando el correcto cumplimiento de los SO y en caso negativo, identificando las causas que impiden que este sea llevado a cabo.
Resultados: Se estudiaron un total de 54 pacientes, 13 mujeres y 41 hombres, de ellos: 42 pacientes con ca. cabeza y cuello, 8 ca. pulmón, 3 ca. gástrico y el resto ca. páncreas. Se observó que el 65% de los pacientes mantienen un buen cumplimiento de los SO pautados, en especial en pacientes que ingieren menos de 3 suplementos/día (100%). El resto incumplen la pauta. Las causas que impidieron seguir la pauta prescritas, fueron: saciedad (68,5%), mal sabor (21%) o problemas de tolerancia por la textura (10,5%). Actuando sobre estas causas mediante la modificación del SO, los pacientes cumplían en su totalidad la suplementación pautada. Las modificaciones fueron las siguientes: Saciedad: suplementación nutricional con menor osmolalidad y/o menor volumen; mal sabor: modificando el sabor prescrito; intolerancia a la textura: cambiando SO líquido por SO en polvo.
Conclusiones: Al igual que el diagnóstico y la intervención nutricional, la evaluación del seguimiento de nuestro paciente es un pilar importante dentro del estado nutricional. La mayoría de nuestros pacientes presentan un grado de cumplimiento óptimo, aunque no en su totalidad. Es por ello por lo que se debe realizar un seguimiento por parte de enfermería de estos pacientes, resolviendo las causas que impiden un buen cumplimiento del soporte nutricional pautado.


P20 Variabilidad en el manejo de la nutrición parenteral pediátrica en hospitales nacionales

María Rosa Cantudo Cuenca1, David Blánquez Martínez2, María Dolores Cantudo Cuenca3, Diego Mena Carmona4, Beatriz Bonaga5, Rocío Gázquez Pérez6, Maria Dolores Alvarado Fernández7, Nuria Labrador Andújar8, Lucia Yunquera Romero9, Maria Dolores Toscano Guzmán10

1Hospital Univeristario Nuestra Señora De Valme. Sevilla.
2Hospital Univeristario San Cecilio. Granada.
3Complejo Hospitalario de Jaén.
4Hospital Universitari Vall d Hebron. Barcelona.
5Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. 6Hospital Jerez de la Frontera.
7Hospital Universitario Virgen de la Macarena. Sevilla.
8Complejo Hospitalario de Toledo. 9Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga.
10Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla.

Tras revisión bibliográfica, se diseñó un cuestionario sobre manejo de NPP. Éste constaba de cuatro partes;(1) prescripción: prescriptor, número de NPP/año, prescripción electrónica y/o papel, disponibilidad de protocolos estandarizados y/o prescripción individualizada;(2) elaboración: profesional elaborador, uso de programa informático para nutrición, disponibilidad de protocolo de elaboración y hoja de preparación, indicación del límite de osmolaridad y del orden de adición de componentes; (3) composición: adición de glucosa a una concentración determinada o en función de las necesidades, adición de lípidos en NPP o separados, fosfato (inorgánico/orgánico), adición de heparina y carnitina, adición de vitaminas y oligoelementos (a diario/en días alternos), bolsa para NPP (normal/multicapa), empleo de bolsas fotoprotectoras, uso de filtros en la adición de componentes y en la administración de la NPP; (4) controles: calidad (visual, gravimétrico y esterilidad) y caducidad. Dicho cuestionario fue enviado a los Servicios de Farmacia de diferentes hospitales nacionales durante noviembre 2013.
Se recogieron 11 cuestionarios. El prescriptor fue el pediatra en todos los hospitales, excepto en uno (endocrino/intensivista). La media de prescripciones de NPP fue 2.625/año. Sólo el 18% de los hospitales dispone de prescripción electrónica, mientras que el 64% emplea papel; el resto, ambas. Todos los hospitales prescriben de forma individualizada, aunque dos disponen de protocolos estandarizados. En seis elaboran las NPP enfermería; en dos, tanto enfermería como farmacéuticos residentes; en uno, sólo residentes; uno de ellos dispone de preparación automatizada supervisada por farmacéuticos. El 91% emplea programa informático, siendo Nutriwin® el más frecuente. Todos los hospitales tienen protocolos de elaboración implantados. Nueve disponen de hoja de preparación; todos establecen el límite de osmolaridad, pero sólo siete especifica el orden de adición de componentes. El 45% utiliza concentraciones fijas de glucosa. Dos hospitales utilizan los lípidos separados de la NPP. Dos hospitales emplean fosfato inorgánico. El 55% adiciona heparina, sólo uno carnitina si peso < 2,5 kg. La adición de vitaminas/oligoelementos se realiza a diario en todos salvo uno. El 91% emplea bolsas multicapa y fotoprotección. Nueve hospitales utilizan filtros en la elaboración, sólo uno en la administración. Todos realizan control de calidad visual y 10 de esterilidad, pero sólo dos gravimétrico. La caducidad se establece en 24 horas (n = 4), en 3 días (n = 4) y en 4-5 días (n = 3).
Existe gran variabilidad en el manejo de NPP en los distintos hospitales, destacando la adición de heparina y la caducidad establecida.


P21 Ingesta dietética en un grupo de pacientes oncológicos en tratamiento con inhibidores de tirosin kinasa y del mTor

Maria Luisa Carrascal Fabian1, Isabel Higuera Pulgar1, Cristina Velasco Gimeno1, Almudena Ribed Sánchez2, Rosa Ma Romero Jiménez2, Cyntia González Antigüedad1, Cristina Cuerda Compés1, Miguel Camblor Alvárez1, Irene Bretón Lesmes1, Pilar García Peris1

1Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
2Servicio de Farmacia. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

Objetivos: Las dificultades para realizar una dieta correcta y los problemas nutricionales son una complicación habitual en pacientes oncológicos. Este estudio pretende:
- Evaluar la ingesta energética y de macro/micronutrientes y la frecuencia de consumo (FC) por grupos de alimentos, comprobando si se ajustan a las recomendaciones para la población sana.
- Valorar el impacto de los inhibidores de tirosin kinasa (ITK) y del mTor (ImT) sobre el apetito.
Materiales y métodos: Estudio descriptivo, prospectivo (basal-3 meses) y observacional de pacientes que iniciaban tratamiento con ITK o ImT.
Para evaluar la ingesta se realiza un recuerdo de 24 h (R24H) y un cuestionario de FC. Se valoran los R24H mediante software de análisis de dieta (DietSource® 3.0) y se comparan los resultados de FC con la Guía de alimentación saludable (SENC, 2004) y las ingestas de energía y de macro/micronutrientes con las diarias recomendadas (IRD) (Moreiras O., 2013).
Para valorar el apetito se administró una escala subjetiva del apetito (ESA) que se puntúa del 0-10 (0 = Nada de apetito).
Se utilizaron test de Krhuskall-Wallis, Wilcoxon y Kendall del SPSS 21.0. Significación p < 0,05. Las variables se expresan en frecuencias, media ± DS.
Resultados: Se estudiaron 23 pacientes (11 mujeres) con una edad de 62 ± 15 años e IMC = 29 ± 8 kg/m2. El GET (Harris-Benedict, Factor actividad = 1,3) fue de 1.984 ± 389 kcal/día.
Los resultados del R24H basal fueron 1.850 ± 540 kcal/día, distribuidas en: carbohidratos 45 ± 8%, grasas 38 ± 7% y proteínas 17 ± 4%, no se encontraron diferencias significativas a los 3 meses.
Se compararon las IRD de micronutrientes con las ingestas basales y a los 3 meses, no encontrándose diferencias significativas. Del análisis de la FC basal no cumplían las IRD:

Las FC se compararon a los 3 meses y sólo hubo cambios significativos de la ingesta de huevo (p = 0,023). La media de la ESA basal fue de 5,43 ± 2, sin diferencias significativas a los 3 meses.
Conclusiones:
- La ingesta energética diaria y su distribución calórica entre los macronutrientes es adecuada y no parece afectarse con los inhibidores de tirosin kinasa y del mTor.
- El cumplimiento de las recomendaciones de frecuencia de consumo no es adecuado.
- El apetito no parece estar influenciado por el tratamiento.


P22 Correlación entra la talla medida y calculada con fórmula estandarizada

Andrea Micó García1, Katherine García Malpartida1, Beatriz León de Zayas1, María Argente Pía1, Silvia Martín Sanchis1, Agustín Ramos Prol1, Iván Moreno Muñoz2, Susana Tenés Rodrigo1, Vicente Campos Alborg1, Juan Francisco Merino Torres1

1Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitari I Politècnic La Fe.
2Medicina Interna. Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

Introducción: La medición de la talla es una medida antropométrica imprescindible para la evaluación nutricional.
Dentro de la práctica hospitalaria, no siempre es factible realizar esta medición. En estos casos se recurre a fórmulas estandarizadas para conocer la talla.
Objetivo: Estudiar la correlación entre la talla medida y calculada mediante el empleo de fórmulas estandarizadas.
Material y métodos: Estudio descriptivo, transversal de 44 pacientes, ingresados en una Unidad de Media y Larga Estancia (UMLE) de forma consecutiva durante un año.
Se recogieron variables demográficas 8edad y sexo) y antropométricas: talla (medida utilizando un tallímetro) y la altura Talón-Rodilla. Para estimar la altura Talón-Rodilla, se midió la distancia entre el talón y la parte más alta de la articulación de la rodilla, con la pierna flexionada 90° sobre el muslo.
La talla estimada se calculó mediante la fórmula de Chumlea.
El análisis estadístico se con SPSS 16.0 utilizando una regresión lineal (R2).
Los resultados se expresa en porcentaje (%) y media (DE).
Resultados: De los 44 pacientes, 28 fueron hombres (65.9%) con una edad media de 71,5 (16,1) años.
Los motivos de ingreso más frecuentes fueron accidentes cerebrovasculares (18,8%), EPOC (15,9%) e insuficiencia cardiaca y fractura de cadera (11,4% cada uno).
La talla medida fue de 160,9 (10,3) cm. La distancia Talón-Rodilla fue 48,1 (3,7) cm. A partir de ella y utilizando la fórmula de Chumlea, la talla calculada fue de 154,9 (9,1) cm.
El análisis estadístico no mostró buena correlación lineal entre la talla medida y calculada (p0,180, R 0,567).
Conclusión: Se puede concluir que la fórmula de Chumlea empleada para el cálculo de la talla no fue válida y no correlaciona la talla medida con la calculada en la muestra estudiada.


P23 Intervención grupal en pacientes candidatos a cirugía bariátrica

Ana María Cayuela García1, Javier Rodríguez Tello1, Ma del Mar García López1, Ma Ángeles Rubio Gambín1, Amelia Chica Marchal1, María Henar García Launar1, Rocío Gutierrez Cívicos1, Raquel Ballesteros Pérez1, Laura Sánchez Cánovas1, María Isabel Pedreño Belchí1

Hospital General Universitario Santa Lucía.

Objetivos: Evaluar los conocimientos sobre dieta, ejercicio, hábitos alimentarios y estado nutricional, previos y posteriores a la cirugía bariátrica.
Valorar las conductas alimentarias al inicio y tras los talleres.
Material y métodos: Estudio cuasiexperimental de talleres grupales impartidos por el Servicio de Endocrinología y Nutrición entre enero de 2012 y octubre de 2013, realizándose 4 talleres: G1: 10 pacientes, G2: 8, G3: 7 y G4: 7.
Criterios de inclusión: pacientes entre 18 y 65 años, con hábitos alimentarios alterados en lista de espera para cirugía bariátrica, comprometidos a asistir a los talleres, con IMC > 40. Se incluyeron pacientes con IMC < 40 con comorbilidades asociadas (diabetes).
Los talleres, impartidos por una enfermera de Nutrición y la psicóloga clínica, se desarrollaron en sesiones semanales de 1 h de duración, durante dos meses.
Variables: IMC, masa grasa (MG) y masa magra (MM), medidos mediante impedanciometría.
Resultados NOC: "1628: Conducta de mantenimiento de peso" y "1802: Conocimiento: dieta", con una escala Likert de 1 a 5. El valor del NOC se obtuvo por moda de indicadores seleccionados.
Resultados: La pérdida de pacientes durante los talleres fue: G1: 5 pacientes, G2: 2, G3: 1 y G4: 3.

Conclusiones: La intervención multidisciplinar mejoró ligeramente el IMC medio, la MG y los NOC, en todos los grupos, a excepción del 2, compuesto por pacientes menos preparados para modificar hábitos. Esta mejoría permite abordar la cirugía con mayores garantías de éxito, por ser, el conocimiento y adquisición de hábitos saludables, fundamentales en el mantenimiento.
El escaso número de participantes y las pérdidas, no permite extrapolar los resultados a otros ámbitos y deben tomarse con precaución. Al realizar la misma intervención en todos los grupos, se realizará próximamente un análisis agrupando los participantes, para obtener resultados más fiables al contar con una muestra mayor.


P24 Prevalencia de malnutrición en pacientes en hemodiálisis crónica de una unidad de hemodiálisis

Mari Sol Fernández Olea1, Juan Carlos González2, Ramón Roca Tey2, Omar Ibrik2, Rosa Samon2, Amparo Roda Safont2, Jordi Viladons2

1Nutrición.
2Nefrología.
Fundación Sanitaria Hospital de Mollet del Valles.

Objetivo: Evaluar la prevalencia de malnutrición en nuestra unidad de hemodiálisis. Comparar la prevalencia de malnutrición según diferentes métodos de medición.
Material y métodos: Durante el periodo diciembre-2012 y enero-2013 se efectuó un estudio descriptivo transversal de los pacientes que recibían hemodiálisis (HD) crónica en nuestra unidad. Todos los pacientes estaban estables clínicamente. Se analizaron 50 pacientes: Edad media: 65,4 ± 13,5 años, sexo: 33 H (66%), HTA: 44 pacientes (88%), DM: 15 pacientes (30%), tiempo medio HD: 85,4 meses (rango: 5-521), etiología IRC: no filiada 16 (32%), nefropatía diabética 7 (14%) e intersticial 7 (14%). HD online 8 pacientes (16%). Se analizaron: encuesta valoración subjetiva global (VSG), marcadores nutricionales bioquímicos, mediciones antropométricas y dosis de diálisis.
Resultados: De los 50 enfermos estudiados 3 (6%) fueron catalogados con malnutridos severos y 29 (58%) en riesgo de malnutrición según la encuesta VSG. De los resultados analíticos, las medias respectivas: Hb: 11.4 g/dL (rango: 8,8-14,4), creatinina: 8 mg/dl (rango: 3,911,9), Colesterol total: 135,5 mg/dl (rango: 74-227), urea: 123 mg/dL (rango: 44-212), proteínas totales: 6,7 g/dL (rango: 4,7-8,3), ferritina: 324,8 ng/mL (rango: 10895), transferrina: 178,4 mg/dl (rango: 120-278), PCR: 1,5 mg/dL (rango: 0,1-5,4), Prealbumina: 26,6 mg/dL (rango: 6-38), albumina: 3,2 g/dL (rango: 1,7-3,9. Datos antropométricos: IMC: 25,2 (rango: 18,3-43,5), CB: 27,2 (rango: 19-34), PCT: 16,7 (rango: 4-38). Datos HD: horas de diálisis: 3,8 horas (rango: 3-4), bicarbonato baño: 35 mmol/L, dosis de diálisis (KT): Hombres: 50,7 (rango: 41-71,6), Mujeres: 46,6 (rango: 27,1-63,4), filtros hemodiálisis: todos polisulfona baja permeabilidad. Prevalencia malnutrición:
- Según VSG: 3 (6%) malnutridos severos y 29 (58%) en riesgo de malnutrición.
- Según analítica: albumina, 70%, Prealbumina: 14%, transferrina: 70%, colesterol total: 92%.
- Según parámetros antropométricos: CB: 34%, PCT: 26%.
Conclusiones:
1. La prevalencia de malnutrición varía según el método de medición empleado.
2. Debemos utilizar más de un parámetro para obtener mayor rentabilidad diagnostica.
3. Realizar una estrategia de corrección de la malnutrición donde intervengan un equipo multidisciplinar.


P25 Preparación del marcaje de alimentos en estudios de vaciamiento gástrico en Medicina Nuclear

Francisco Martín Estrada1, Eduardo Sánchez Sánchez1, Elisabeth Ariza Cabrera1, Juan Antonio Biedma Fernández1

Hospital Punta Europa.

Objetivo: Describir la técnica del vaciamiento del estomago mediante el transito fisiológico e incruento mediante el marcaje radiactivo de alimentos.
Material y método: El método está basado en la capacidad de marcar mediante un isótopo radiactivo un determinado alimento, normalmente la yema de un huevo que posteriormente se mezclará con un puré de patatas, cuyo transito una vez ingerido permite ser detectado, estudiado y analizado mediante la visualización de imágenes a través de una gammacámara.
Usaremos un isótopo radiactivo, generalmente 1Mci de 99mTc-MAA, (macro agregado de albúmina), de forma que pincharemos dicho trazador en la yema del huevo para congelar la albúmina. El paciente, que presentará ayunas de al menos 8 horas, tomará la yema del huevo marcada con MAA y mezclada para comenzar el estudio gammagráfico inmediatamente después de la ingesta del alimento marcado.
Resultados: El marcaje radiactivo de la yema del huevo con el isótopo radiactivo 99mTc-MAA y la similitud a la ingesta habitual de un adulto, posibilita un estudio fisiológico del tracto digestivo sin necesidad de sondajes y otros elementos invasivos.
Facilita la posibilidad de emitir un diagnostico del vaciamiento gástrico ya sea patológico o no.
Conclusiones: El hecho de incorporar un radiotrazador a un alimento, permite el estudio sin ningún tipo de contraindicaciones de la absorción en el tracto digestivo, para descartar sospechas en el vaciamiento gástrico, dismotilidades gástricas u otros síntomas gastrointestinales. Además dicha técnica permite la facilidad de introducir el isótopo radiactivo vía oral.


P26 Mejora de la seguridad y de la calidad de la alimentación hospitalaria

Ángel Caracuel García1, Gabriel Olveira Fuster1, Rosa Roque Navarrete1, Montserrat Gonzalo1, María José Tapia1

HRU Carlos Haya.

En el año 2002, se realizaron encuestas de satisfacción sobre la comida hospitalaria donde se obtuvo como resultado que la característica peor valorada fue la temperatura.
Objetivo:
- Corregir y prevenir las desviaciones respecto a los requisitos del sistema de gestión de calidad del Servicio de Hostelería contribuyendo al mantenimiento de la Seguridad Alimentaria y aumentando la satisfacción de los pacientes con la temperatura de los alimentos consumidos.
Material y Método:
- Fase 1 (2006-2010): Evaluación de un sistema que permitiera mejorar la temperatura de los platos elaborados una vez efectuado el emplatado, y posterior evaluación de la satisfacción percibida por los usuarios, así como una cuantificación de la ingesta.
- Fase 2 (2009-2013): Mejora en la temperatura de servicio y características organolépticas del pan, aprovechando la tecnología existente de la fase 1, y en desayunos y meriendas, mediante la instalación de hornos para terminar horneado justo antes del servicio.
- Fase 3 (2012-2013): Mejora en la temperatura de servicio, en el aspecto y en la seguridad alimentaria de los platos de almuerzos y cenas, mediante la introducción de una termoselladora automática y vajilla de un solo uso, apta para uso alimentario.
Resultados:
- Aumento de 10-12 grados temperatura media de los platos, dependiendo del tipo de alimento.
- La calificación de la temperatura percibida por los pacientes fue significativamente mejor en los pacientes con carros de retermalización.
- Los pacientes con el nuevo sistema comieron "todo" en un porcentaje, significativamente superior, que los pacientes con el sistema convencional.
- La satisfacción de los pacientes con las características organolépticas de la comida aumentó tanto por el pan recién horneado como por la presentación de los platos en envases de un solo uso termosellados.
Conclusiones:
- Se confirma la importancia de la temperatura de los alimentos y se pone de manifiesto que su mejora, a través del sistema de carros de retermalización, es una medida útil para incrementar la cantidad ingerida y la satisfacción, de los pacientes ingresados, con la dieta hospitalaria.
- Se consigue corregir y prevenir desviaciones de nuestro sistema de gestión de calidad, se cumple con la legislación comunitaria en los límites de temperatura de servicio de los alimentos, y asegura la inocuidad de los alimentos que se ponen a disposición de los pacientes.


P27 Integración del método de exploración clínica volumen-viscosidad en los cuidados enfermeros para la detección de la disfagia orofarígea

Rosa Ana Ashbaugh Enguidanos1, Virginia Teresa Rodriguez Campuzano1, Rosario Garriga Ortiz1, Julia Alvarez Hernandez1

Hospital U. Príncipe de Asturias.

La disfagia orogaríngea (DOF) es un síntoma muy frecuente e insuficientemente evaluado, con importantes repercusiones sobre al morbi mortalidad y la calidad de vida de los pacientes que la padecen. El MECV-V es una herramienta útil para valorar las dimensiones del mismo y facilita la adaptación de la alimentación oral de forma individualizada.
Objetivos:
1. Identificar los pacientes con sospecha clínica de DOF
2. Seleccionar aquellos pacientes que requieran métodos de diagnóstico más complejos.
3. Definir la adaptación de la textura y el volumen adecuados de la dieta según resultados del MEC-V-V, para mantener una alimentación oral segura y eficaz.
Metodología: De enero a noviembre de 2013, las enfermeras de la Unidad de Nutrición evaluaron, de forma consecutiva a pie de cama, los pacientes con sospecha clínica de DOF según indicación de su médico responsable. A todos se les realizó MECV-V observando los signos de seguridad y eficacia de la deglución, con volúmenes que van desde 5 a 20 ml y texturas néctar, líquida y pudín. Atendiendo a los resultados del MECV-V se formó al personal de enfermería de la planta, familiares y cuidadores, sobre las medidas posturales de seguridad adecuadas para cada paciente.
Resultados: 69 hombres (79,3 años) y 62 mujeres (83,1 años). Las patologías presentadas más frecuentes fueron neurológica (58,78%), respiratoria (33,59%), neoplásica (0,76%) y otros (6,87%). El 24,43% presentaron alteraciones en los signos de seguridad y eficacia de la deglución, el 23,66% con alteración de la seguridad, pero no de la eficacia, el 35,88% no presentaban alteraciones ni en la seguridad ni en la eficacia, siendo el 16,03% solo los que presentaron alteraciones solo en la eficacia. El 95,42% de los pacientes continuaron su alimentación por vía oral, necesitando sonda solo el 4,58%. Otro 20,61% continuo con su dieta habitual. La mayoría pudieron seguir hidratándose con textura néctar.
Conclusiones: Integrar el MEC V-V en los cuidados enfermeros contribuye a la detección de la DOF permitiendo la adaptación de la dieta del paciente según los signos de alteración de seguridad y eficacia.


P28 Evolución del estado nutricional de los pacientes con cáncer de esófago sometidos a tratamiento quirúrgico

Montse Villatoro Moreno1, Laia Fontané Francia1, Laura Mañe Serra1, Alejandra Parri Bonet1, Cristina Álvarez Urturi2, Manuel Pera Roman3, Antonio Mas Lorenzo1, Juana Flores Le Roux1, Ma José Carrera Santaliestra1

Hospitla Del Mar, Parc De Salut Mar.

Objetivos:
- Analizar el estado nutricional de los pacientes afectados de cáncer de esófago en el momento del diagnóstico candidatos a tratamiento quirúrgico.
- Describir la evolución de diferentes parámetros nutricionales durante el primer año del diagnóstico.
Material y métodos: Se estudian 34 pacientes diagnosticados de neoplasia de esófago sometidos a tratamiento quirúrgico desde mayo de 2005 a abril de 2012. Se realizó de forma protocolizada una valoración nutricional al diagnóstico, a los 6 meses y al año que incluyó el peso, el porcentaje pérdida de peso, el pliegue tricipital, la circunferencia braquial, la dinamometría, la albúmina, la prealbúmina y la transferrina. Se calculó al diagnóstico el índice de riesgo nutricional (IRN).
Resultados: La edad media de los pacientes fue de 64,9 ± 10,8 años, el 76,5% eran hombres y el 50% presentaban estadio I-II de la enfermedad. Al diagnóstico según la VSG (A: 47,1%, B: 47,1%, C: 5,9%). Según IRN (2,9% desnutrición grave, 23.5% moderada, 5.8% leve). El 58,8% de los pacientes recibió tratamiento neoadyuvante a la cirugía. Hubo 4 exitus durante el seguimiento.
Los resultados fueron los siguientes

Conclusiones:
- El 52,2% de los pacientes con cáncer esófago candidatos a cirugía presenta, en el momento del diagnóstico, un deterioro del estado nutricional según la VSG y un 33% según IRN < 100, con poca repercusión a nivel de proteínas plasmáticas.
- Los pacientes presentan desde el diagnóstico a los 6 meses y al año disminución de peso, del pliegue tricipital y de la circunferencia braquial de forma significativa, sin embargo entre los 6 y los 12 meses no existen diferencias significativas


P29 Estado nutricional de adultos mayores institucionalizados en Extremadura

Luisa Muñoz Salvador1, Ana Pérez Muñoz2, Pamela Álvarez Trenco3

Residencia El Encinar De Las Cruces (Don Benito).
2Fresenius Medical Care Extremadura.
3Hospital General Virgen de la Peña (Fuerteventura).

Objetivos: Evaluar el estado nutricional de un grupo de ancianos institucionalizados, aplicando la Minievaluación Nutricional (MNA).
Material y métodos: Se proporciona al centro un listado de indicadores de desnutrición para que seleccionen un grupo candidato . Se evaluaron 127 adultos mayores de cinco residencias de la provincia de Badajoz, con edades comprendidas entre los 60 y los 96 años. Se tomaron las siguientes medidas antropométricas: peso, talla, índice de masa corporal, perímetros y pliegues cutáneos. El instrumento de valoración empleado fue el Mini-Nutritional Assessment (MNA).
Resultados: La información fue recolectada de un total de 127 adultos mayores con un promedio de edad de 74,86 ± 9,71 años y 79,50 ± 8,32 años para el sexo masculino y femenino respectivamente, siendo significativamente mayor la edad en las mujeres (p ≤ 0,01). La proporción de adultos mayores del sexo femenino fue superior 55,6% (n = 70) a la de adultos mayores masculinos 44,4% (n = 56). Entre las mujeres, las de 80 años y más se encontraron en mayor porcentaje (61,4%) que aquellas de 60-79 años (38,6%), situación inversa a la que se observó en los hombres, cuyo porcentaje fue superior en el grupo de 60-79 años (64,3%) y menor en el de 80 años y más (35,7%), debido a una mayor longevidad en las mujeres y menor expectativa de vida para los hombres.
La aplicación del MNA identificó como malnutridos al 76% del total (0-7 puntos), mientras que el 24% fue identificado con riesgo de malnutrición (8-11 puntos). Las mayores prevalencias de malnutrición y riesgo de malnutrición fueron observadas en las mujeres.
Conclusiones: Las personas que viven en instituciones realizan en ellas todas sus comidas, y en general, no suelen seguir un criterio dietético especial, lo que podría estar relacionado con ingesta de dietas con baja densidad calórica y de nutrientes, monótonas, restrictivas y con pérdida de algunos nutrientes como resultado de preparaciones inadecuadas.
La alta prevalencia de desnutrición y riesgo de malnutrición en los sujetos evaluados indica la necesidad de que estas personas reciban una valoración adicional detallada para confirmar el diagnóstico y un manejo nutricional precoz, el cual se ha asociado con mejora de los parámetros nutricionales.


P30 Evolución de pacientes oncológicos e intervención nutricional realizada en la Unidad de Día de Oncología

María Jesús Sánchez Duque1, Estefanía Jiménez Licera1, Mariola Méndez Muros1, María del Pilar Benito del Valle Galindo1, José Antonio Irles Rocamora1

Hospital Universitario de Valme.

Objetivos: Describir el perfil nutricional y valorar la justificación de atención dietética-nutricional de pacientes de la Unidad de Día de Oncología (UDO).
Material y método: Aprovechando la visita para consulta médica y/o quimioterapia, se valoran en la UDO, aquellos pacientes que son derivados por oncología, cuando a su criterio requieren evaluación y tratamiento nutricional.
Se valora el riesgo nutricional por VSG y MNA, el IMC y la ingesta por registro dietético de 24 h, en función de lo cual se indica suplementación nutricional y/o consejo dietético o derivación para seguimiento en Unidad de Nutrición.
Resultados: Se estudian 25 pacientes, el 68% (n = 17) hombres y el 32% (n = 8) mujeres, con una edad media 62 y 60 años, respectivamente. Se realiza un seguimiento durante 5 meses.
Por localización anatómica el 16% (n = 4) presentaron tumores de cabeza y cuello, el 16% (n = 4) de aparato digestivo superior, el 40% (n = 10) de aparato digestivo inferior, el 20% (n = 6) de pulmón y el 8% (n = 2) tumores de mama y aparato reproductor femenino.
El IMC medio fue 26,1 kg/m2 en hombres y 22,5 kg/m2 en mujeres. La valoración del estado nutricional de los pacientes, por VSG y el riesgo por MNA, indica que es un colectivo con alto riesgo de malnutrición o malnutridos. Solo 1 se resolvió con consejo dietético, el resto 24 (96%) requirieron además suplementos nutricionales orales.

A los 5 meses el 8% (2) fallece y el 12% (3) son derivados a paliativo.
Conclusiones: Existe una escasa derivación a la consulta de Nutrición y Dietética, a pesar de tener la facilidad de una consulta coincidente en UDO, y el cribaje inicial hecho por los médicos de oncología, basado en una pérdida acelerada de peso. Es necesaria la suplementación nutricional en la casi totalidad de los casos, debido al alto grado de desnutrición que presentan y la respuesta al tratamiento nutricional es escasa.
Probablemente el beneficio sería mayor con una intervención nutricional más precoz.


P31 Nutrition Day 2013: resultados de una unidad de nutrición

María González Rodríguez1, Eva Gómez Vázquez1, María del Pilar Cao Sánchez1, Soraya Ferreiro Fariña1, Miguel Ángel Martínez Olmos1, María José Rodríguez Iglesias1

Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.

Objetivo: Presentar los resultados obtenidos en el Nutrition Day, en una unidad de nutrición.
Material y métodos: Valoración de los pacientes ingresados en el servicio de Otorrinolaringología y Urología del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Para ello, se empleó un cuestionario establecido por la ESPEN, que incluía datos demográficos y antropométricos, motivo del ingreso, tratamiento nutricional y valoración de la ingesta. A los 30 días se evaluó la evolución de dichos pacientes.
Resultados: De los 37 pacientes ingresados en el servicio, se recogieron datos de 22 (64% hombres). Los 15 restantes decidieron voluntariamente no participar. Edad media 58,2 ± 18,2 años e IMC 24,8 ± 3,3. El tiempo medio desde el ingreso hasta el momento de la valoración fue de 10,6 días. El 59% de los pacientes presentaban patología del tracto urinario y el 41% restante de la zona ORL. Con respecto al tratamiento nutricional, más de la mitad de los ingresados (64%) tenían pautada una dieta terapéutica, el 23% estaban con dieta basal y un 13% con suplementos energéticos/proteicos. De los 22 pacientes que participaron, 9 (41%) eran oncológicos, cuyo motivo de ingreso estaba relacionado con intervención quirúrgica. De éstos, el 67% presentó pérdida ponderal involuntaria en los últimos 3 meses (media: 10,2 kg). Durante la última semana, el 44% mantuvo una ingesta normal, el 22% comía menos de lo habitual y un 33% casi nada, a pesar de que el 67% conservaban el apetito. El principal motivo de reducción de la ingesta fue la dificultad para tragar o masticar (80%). Con respecto al grado de autonomía, la mayoría (78%) podían caminar sin ayuda. Un 78% de los participantes necesitaron ayuda para rellenar el cuestionario. A los 30 días, el 95% había recibido el alta. La estancia media total fue de 12,8 días.
Conclusiones: Casi la mitad de los ingresados presentaban patología tumoral.
Destaca la elevada pérdida de peso de estos pacientes en los últimos 3 meses, así como la ingesta deficitaria o nula en la semana previa, junto con la pérdida de apetito, siendo el principal inconveniente la dificultad a la hora de masticar o tragar.
Estos resultados sugieren la necesidad de realizar una valoración e intervención nutricional precoz en este tipo de pacientes.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License