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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.30 no.2 Madrid ago. 2014

https://dx.doi.org/10.3305/nh.2014.30.2.7557 

ORIGINAL / Obesidad

 

Motivaciones y barreras de los niños chilenos; ¿amenazas u oportunidades para la implementación de las guías alimentarias 2013?

Motivations and barriers of chilean children; threats or opportunities for the implementation of 2013 food based dietary guidelines?

 

 

Sonia Olivares, Isabel Zacarías y Carmen Gloria González

Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Universidad de Chile. Chile.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Introducción: La implementación de las nuevas Guías Alimentarias Basadas en Alimentos (GABA) para la población chilena, requiere el diseño de estrategias innovadoras y efectivas.
Objetivo: Determinar las motivaciones y barreras de niños y madres de preescolares ante los nuevos mensajes de las GABA, para identificar amenazas y oportunidades a considerar en el diseño de estrategias de comunicación e implementación aceptables para ellos.
Métodos: Estudio cualitativo, con 12 grupos focales de niños de 9 a 13 años y 6 grupos focales de madres de preescolares en el norte, centro y sur del país, para analizar su reacción ante cada uno de los 11 mensajes de las GABA 2013.
Resultados y discusión: Las respuestas de los niños y madres no mostraron diferencias por género (en el caso de los niños) o región del país. Se presentan los comentarios más frecuentes y representativos ante cada mensaje. Como amenazas para reducir el consumo de alimentos de alta densidad energética, altos en grasas, azúcares y sal se identificó la publicidad, gran oferta y bajos precios de este tipo de alimentos en las escuelas y en la calle. Las oportunidades identificadas incluyeron la publicidad de frutas, verduras y lácteos como facilitadoras de su consumo, así como la próxima implementación de la Ley 20.606, que se espera represente un apoyo efectivo a esta iniciativa.
Conclusión: Los resultados del presente estudio indican que el diseño de estrategias basadas en los valores, deseos y necesidades de los distintos grupos contribuirá a optimizar la implementación de las GABA en el país.


Palabras clave: Guías alimentarias basadas en alimentos. Grupos focales niños. Motivaciones. Barreras.


ABSTRACT

Introduction: Implementation of the updated Food Based Dietary Guidelines (FBDG) for the Chilean population requires the design of innovative strategies and effective.
Objective: To determine motivations and barriers for children and mothers of preschool-age children to follow new FBDG messages, aiming to identify challenges and opportunities for designing effective communication and implementation strategies.
Methods: A qualitative study based on 12 focus groups of 9 to 13 age children and 6 focus groups of mothers of preschool-age children, living in the north, central and south regions of the country, to analyze their reaction to each one of the 2013 FBDG messages.
Results and discussion: Answers of children and mothers did not show differences by gender (in the case of the children) or region of the country. Results show the most frequent and representative comments regarding each message. Challenges to reducing the consumption of foods high in energy, fat, sugar and salt include advertisements and plentiful supply and low prices for these types of foods, both in the school environment and on the street. Opportunities identified included the advertisement of fruits, vegetables and dairy products to promote their consumption, as well as the coming implementation of Law 20.606, which is expected to be an effective way to support this initiative.
Conclusion: The results of this study show that the design of strategies based on values, desires and needs of different groups will contribute to optimizing the implementation of the 2013 Chilean FBDG.


Key words: Food based dietary guidelines. Children focus groups. Motivations. Barriers.


 

Introducción

En la Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN) organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizada en Roma el año 1992, se reconoció que las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) constituían un problema de salud pública que afectaba con mayor fuerza y gravedad a las poblaciones más vulnerables, lo que debía ser abordado por los países miembros a través de políticas públicas de carácter intersectorial. Esto dio origen a la recomendación de formular guías alimentarías basadas en alimentos (GABA), como una forma de educar a la población y orientarla en la selección de los más saludables1. Posteriormente, en una reunión de expertos de la FAO y la OMS realizada en Chipre el año 1995, se establecieron las principales directrices para su elaboración, implementación y evaluación2.

Chile publicó las primeras GABA el año 1997, en conjunto con el Ministerio de Salud, el Depto. de Nutrición y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile3. El año 2005, el Ministerio de Salud publicó la segunda versión de las GABA como parte de la Guía para una Vida Saludable, que incluyó además recomendaciones sobre actividad física y aspectos psicosociales4.

El año 2012, el Ministerio de Salud adjudicó al INTA la licitación pública para la revisión y actualización de las guías alimentarias para la población chilena. En dicha licitación se explicitaba que, considerando el actual perfil epidemiológico de la población, caracterizado por una elevada y creciente tendencia al aumento en la prevalencia de sobrepeso, obesidad y otras ENT asociadas al sedentarismo y alto consumo de alimentos procesados de alta densidad energética y bebidas azucaradas en todos los grupos de edad5-7, las guías debían abordar la disminución del consumo de alimentos altos en calorías, grasas saturadas, azúcar y sal, además del aumento del consumo de frutas y verduras, lácteos, pescado, leguminosas y agua, incluidos en las guías anteriores3,4.

Los Estados Unidos, uno de los países pioneros en la formulación de GABA, las que actualiza cada 5 años, en su versión del año 2010 muestra un énfasis en los mensajes referidos al balance energético, en los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, azúcar y sodio que es necesario reducir, algunos alimentos de los que sería necesario aumentar el consumo en grupos específicos y en ayudar a su población a hacer elecciones saludables, entre las que destacan, además de la alimentación, la actividad física y las conductas para el control del peso8,9.

En la revisión de las guías de 24 países realizada como parte de la formulación de las nuevas GABA para la población chilena10, se observó que si bien la mayoría de los países de América Latina las han publicado y varios las han actualizado, su difusión y en especial su implementación han sido insuficientes, por lo que no han tenido impacto en las tendencias alimentarias y en la disminución de la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Esto fue ratificado en una reunión internacional realizada por la OPS/OMS con países de la Región11 y en el estudio realizado por la FAO para determinar el estado de las Guías Alimentarias en América Latina y el Caribe 21 años después de la CIN12.

Los estudios que han analizado el conocimiento e interpretación de los mensajes de las guías por la población chilena son escasos, y reflejan la falta de información y confusión existente, tanto sobre los mensajes, como en relación a los tamaños de las porciones de alimentos recomendadas13,14.

La falta de campañas educativas que faciliten la comprensión de la población sobre la importancia de utilizar las GABA para prevenir el sobrepeso y la obesidad, no permiten esperar algún resultado sobre las conductas alimentarias, actualmente dominadas por el marketing de alimentos de alta densidad energética y bebidas azucaradas, que afectan con mayor fuerza a los niños y segmentos con menor nivel educacional, tanto a nivel nacional15 como mundial16.

La formulación de las GABA 2013 incluyó en una primera fase la formación de un Comité de Expertos del Ministerio de Salud, la FAO, universidades y encargados de programas de alimentación para distintos grupos de la población17. Este Comité elaboró una primera propuesta en la que definió 11 temas a abordar con las guías, de acuerdo a los solicitado por el MINSAL, a lo que agregó la información nutricional en las etiquetas de los alimentos envasados, obligatoria en el país desde el año 200618.

Los expertos elaboraron 22 mensajes (2 por tema) que fueron sometidos a la aprobación y/o adaptación con 48 grupos focales (niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos mayores en distintas regiones del país). Los grupos eran de distinto género y nivel socioeconómico (NSE medio alto y medio bajo)10,17.

El objetivo de este estudio fue determinar las motivaciones y barreras de niños chilenos y madres de preescolares ante los mensajes de las nuevas Guías Alimentarias, con el fin de identificar amenazas u oportunidades a considerar en el diseño de estrategias de comunicación e implementación que resulten aceptables para ellos.

 

Métodos

Se trata de un estudio cualitativo en el que se realizaron 12 grupos focales con niños de 9 a 13 años y 6 grupos focales con madres de preescolares en tres regiones representativas del norte (Arica), centro (Santiago) y sur del país (Chillán-Concepción), para analizar su reacción ante cada uno de los 11 mensajes definitivos de las GABA 201310.

En cada región se trabajó con 4 grupos de escolares: uno de niños y uno de niñas de NSE medio alto, uno de niños y uno de niñas NSE medio bajo. En total se trabajó con 96 niños y niñas (32 por región). Se realizaron 2 grupos de madres de preescolares de distinto NSE en cada región.

Se clasificó como NSE medio bajo a los niños asistentes a escuelas públicas ubicadas en sectores de bajos ingresos y como NSE medio alto a los asistentes a colegios privados pagados, ubicados en sectores de altos ingresos, como se ha hecho en estudios previos15. Los grupos de madres fueron identificados en jardines infantiles privados (NSE medio alto) y de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (NSE medio bajo).

En cada región, se invitó a los directores y profesores de una o dos escuelas públicas y colegios privados con gran número de alumnos de enseñanza básica y se solicitó la participación voluntaria de niños y niñas de 3o a 7o grados.

El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del INTA, y contó con el consentimiento de los padres, directores y profesores. Los niños firmaron una carta de asentimiento, previa autorización de sus padres. Todas las madres fueron voluntarias que firmaron el consentimiento informado antes de participar.

En este estudio, la pregunta utilizada para abrir la discusión de los grupos focales ante cada mensaje fue la siguiente: El mensaje que te presentamos ¿es fácil o difícil de realizar para ti? ¿Por qué? Las sesiones fueron grabadas y se realizó un análisis de contenido de las respuestas de cada grupo de participantes (niños o madres) según región, género y NSE. En las tres regiones, el nivel de saturación teórica19 se obtuvo al tercer grupo focal de niños. El cuarto grupo se realizó debido a que era necesario disponer de información comparable según región del país, género y NSE.

En los grupos focales, el tiempo de duración de las sesiones fue de 70 a 90 minutos.

 

Resultados

Debido a que las respuestas de los niños no presentaron diferencias por género o ciudad, se seleccionaron las más frecuentes y representativas ante cada mensaje. Se observó la misma semejanza en las respuestas de los grupos de madres, que son presentadas en una tabla separada. En las respuestas que mostraron diferencia según NSE esto es destacado en forma específica.

En la tabla I se incluyen las motivaciones y barreras más frecuentemente expresadas por los niños y niñas de las tres regiones sobre los mensajes relacionados con el balance energético y los alimentos o nutrientes de los que sería necesario disminuir el consumo: sal, azúcar y grasas saturadas.

Las motivaciones y barreras más frecuentes de niños y niñas respecto a los mensajes sobre los alimentos saludables, de los que es necesario aumentar el consumo, se presentan en la tabla II.

En la tabla III se detallan las motivaciones y barreras respecto a la lectura de la información nutricional en las etiquetas de los alimentos envasados, especialmente relacionada con las guías referidas a los alimentos de alta densidad energética y elevado aporte de sodio, azúcar y grasas saturadas.

Las motivaciones y barreras de las madres de preescolares sobre las guías también se presentan en conjunto para las 3 regiones. Cabe destacar que en general, la participación fue mayor en las madres de NSE medio bajo (tabla IV).

 

Discusión

Aunque la OMS, la FAO y el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, entre otros, han señalado que existe evidencia científica convincente sobre los factores de riesgo cardiovascular asociados al sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el alto consumo de grasas saturadas, azúcar y sal (sodio) y que han desarrollado estrategias para enfrentar la situación20,21, al parecer la información difundida por los sistemas de salud y los medios no ha resultado suficiente para motivar conductas saludables en la población chilena, cuya prevalencia de obesidad y factores de riesgo cardiovascular son semejantes o superiores a los observados en países de mayor desarrollo5,6,8,22.

En este estudio, se identificaron como amenazas para reducir el consumo de los alimentos altos en grasa, azúcar y sal, el que los niños señalaran que sus fuentes de información eran la publicidad a través de la televisión, la gran oferta y bajos precios de estos alimentos en las escuelas y en la calle15. Si bien reconocieron los riesgos para la salud, ya que la existencia de familiares cercanos con diabetes o hipertensión fue otra fuente de información, señalaron que los mensajes orientados a disminuir o evitar el consumo de estos productos estaban destinados a los adultos, a quienes responsabilizaron de acostumbrar a los niños a consumirlos en forma excesiva desde que eran pequeños.

Las madres también reconocieron la influencia de la publicidad sobre su consumo de este tipo de productos y destacaron lo difícil que les resultaba comer sano en sus hogares, por las preferencias y hábitos de la familia, en especial de los niños.

En este contexto, el rechazo al mensaje "Pasa menos tiempo frente al computador o la tele y camina a paso rápido, mínimo 30 minutos al día ", puede ser considerado otra amenaza, ya que tanto los grupos de niños como de madres, de ambos NSE, expresaron lo atractivo y frecuente que era el uso de estos medios en su vida diaria. Sólo algunas madres de NSE medio alto manifestaron realizar algún tipo de ejercicio 2 o 3 veces por semana.

Destacó en forma especial la resistencia ante el mensaje orientado a evitar el consumo de azúcares. Cabe señalar que la población chilena se encuentra entre la que consume mayor cantidad de bebidas azucaradas per cápita en el mundo7,23. La evidencia científica reciente sobre la relación entre la alta ingesta de azúcares y los factores de riesgo cardiovascular en niños y adultos convierten a éste en uno de los problemas más preocupantes24.

En un estudio realizado en Chile25 con grupos focales de niños obesos de NSE medio bajo y sus madres, los niños mostraron una baja autoestima y deseaban bajar de peso, pero manifestaron que no contaban con el apoyo de sus padres. En efecto, sus madres señalaron "la obesidad no se puede evitar" y que "no preparaban alimentos saludables porque a los niños no les gustaban y los adultos de la casa (incluyéndolas) preferían la comida "chatarra". En general, las intervenciones de educación en nutrición realizadas en las escuelas del país no incluyen a las madres, situación que ha sido observada en diversos estudios26,27.

En lo que respecta a los mensajes orientados a aumentar el consumo de alimentos saludables, los niños manifestaron que la publicidad de frutas, verduras y lácteos facilitaba su consumo, "ya que ellos imitaban a los personajes de la publicidad". Esto significa que la publicidad podría convertirse en una oportunidad, si además de los alimentos citados, incorporara mensajes que motiven a los niños a disminuir el consumo de los que son menos saludables.

A diferencia de lo encontrado por O´Dea28 al estudiar los beneficios y barreras ante la alimentación saludable y la actividad física en niños norteamericanos, quienes las relacionaron a un mejor rendimiento escolar, mayor autoestima, sentirse bien o divertirse con amigos, los niños chilenos sólo coincidieron con las barreras del citado estudio, destacando la mayor disponibilidad y mejor sabor de los alimentos menos saludables y la falta de control de los padres y la escuela sobre su alto consumo.

En este contexto, superar las barreras para la implementación de las GABA requiere de estrategias que además de informar adecuadamente a la población, logren crear un ambiente que facilite la adquisición de conductas saludables. El modelo ecológico social, planteado por los Estados Unidos para la implementación de sus GABA del año 20109, considera la influencia de factores personales y ambientales sobre las conductas de las personas29. Esto incluye la influencia del hogar, las escuelas y el entorno, planteando la necesidad de apoyo político para establecer regulaciones a la producción y publicidad de alimentos de alta densidad energética.

El año 2012, el Gobierno de Chile publicó la Ley 20.606 "Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad30, que incluye la prohibición de vender alimentos de alta densidad energética en los establecimientos educacionales, y establece que los alimentos y bebidas que superen la cantidad de calorías, grasas saturadas, azúcar y sodio por porción establecida en dicha Ley, incluyan un mensaje de advertencia en sus envases. Las modificaciones al Reglamento Sanitario de los Alimentos para establecer esta regulación, aún en revisión, se espera que signifiquen una oportunidad para el diseño de campañas comunicacionales en los distintos organismos interesados en prevenir las ENT, de elevado costo para las personas, sus familias y toda la sociedad chilena.

Dado que el país no cuenta con una estrategia para la implementación de las GABA y su difusión se ha realizado principalmente a través de materiales educativos y algunas actividades en escuelas, el diseño de campañas de marketing social31 para la implementación con cada uno de los mensajes de las GABA, podría representar una gran oportunidad, ya que esta estrategia se basa en un completo diagnóstico de los valores, deseos, motivaciones y barreras de los distintos segmentos de la población, y mide su efectividad a través del logro de cambios de conducta en cada grupo objetivo.

Un modelo que ha avanzado varias etapas en esta dirección en el país es el Programa 5 al Día Chile32, que tiene algunos estudios de investigación formativa33,34 y promueve el consumo de frutas y verduras a través de distintas estrategias, incluyendo su distribución en algunas escuelas, en coordinación con instituciones del sector público y empresas privadas.

 

Conclusión

Los resultados de este estudio, junto al diagnóstico de las distintas iniciativas existentes y las que se implementarán para el cumplimiento de la Ley 20.606, podrían facilitar el desarrollo de estrategias de comunicación e implementación de acciones efectivas para promover el cumplimiento de los mensajes de las GABA en el país.

 

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Dirección para correspondencia:
Sonia Olivares.
Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
Universidad de Chile.
El Líbano 5524, Casilla 138. Correo 11.
Santiago. Chile.
E-mail: solivare@inta.uchile.cl / olivares.sonia@gmail.com

Recibido: 29-IV-2014.
Aceptado: 19-V-2014.

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