INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son en España la principal causa de morbilidad y mortalidad, dado su incremento en los últimos años. En mayores de 15 años, la incidencia de indicadores de riesgo de ECV ha aumentado progresivamente 1 y guarda relación con el aumento del sobrepeso y la obesidad cada vez desde edades más tempranas 2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que el sobrepeso y la obesidad son una epidemia global 3. Actualmente, en Europa, su prevalencia presenta un gradiente positivo norte-sur.
En la edad pediátrica, la obesidad es el trastorno nutricional y metabólico más prevalente. Actualmente, casi uno de cada dos niños presenta sobrepeso u obesidad (42,8 % y 39,7 %, respectivamente) 4. Mientras que en los últimos años parece observarse un estancamiento de estas cifras, el porcentaje de grasa abdominal ha seguido aumentando 5,6. Entre los factores implicados, los cambios acontecidos en los estilos de vida, los patrones alimentarios obesogénicos, el aumento de inactividad especialmente ligado al uso de pantallas y la disminución de la actividad física en relación con los avances tecnológicos, sociales y ambientales ocupan un lugar preponderante 5.
Es de gran importancia la promoción de estilos de vida saludables en edades tempranas, ya que el aumento de peso en este momento supone un mayor riesgo de sobrepeso y/u obesidad y sus comorbilidades en edades posteriores 7. Además, la adquisición de buenos hábitos en los primeros momentos de la vida es una garantía para su mantenimiento a largo plazo. Con el fin de establecer estrategias adecuadas de prevención e intervención, debemos conocer cuál es la situación actual. Sin embargo, hay pocos datos sobre los hábitos alimentarios de los niños europeos y españoles. Los últimos estudios en nuestro país son ALSALMA 8 y ENALIA 9, que incluyen niños de seis meses a 17 años, pero en los que la actividad física solo se evaluó en el segundo y en los mayores de diez años. Se observa una alta ingesta de proteínas, grasas, especialmente saturadas y colesterol, y de sal y una baja ingesta de hidratos de carbono complejos, vitamina D, vitamina E, folato, calcio y yodo 8,9.
Por otra parte, algunos estudios sugieren que los niños que consumen leches adaptadas, fortificadas o enriquecidas tienen mejores perfiles dietéticos y patrones de alimentación 10,11.
Ante la falta de información y actualización sobre estos factores en los niños españoles de uno a diez años y sobre su asociación con el consumo de leche o fórmulas lácteas especiales son necesarios nuevos estudios.
Objetivos
El Estudio Nutricional en Población Infantil de España (EsNuPI) tiene como objetivo conocer los patrones y hábitos dietéticos, de actividad física y de inactividad en población infantil española urbana (> 50.000 habitantes), de uno a nueve años, y evaluar si el consumo regular de productos lácteos y de fórmulas lácteas adaptadas o enriquecidas se asocia con la calidad de la dieta y presentan diferencias entre sí.
Como objetivos específicos destacan: a) conocer la ingesta energética y de nutrientes y los patrones y hábitos alimentarios; b) evaluar la calidad de la dieta; c) describir la actividad física y los comportamientos sedentarios y el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS; d) determinar sobre y bajos reportadores del consumo energético; e) estratificar la población en función de la edad, el sexo, el nivel socioeconómico, etc., y estudiar la asociación con los patrones alimentarios y la calidad de la dieta; y f) evaluar diferencias entre los niños de referencia y los consumidores de leches adaptadas y fortificadas.
MÉTODOS
DISEÑO DEL ESTUDIO
El estudio es prospectivo, observacional, de corte transversal y representativo de la población española de entre uno y nueve años que vive en zonas urbanas (> 50.000 habitantes), distribuida en nueve regiones, de acuerdo a áreas Nielsen, consumidores de lácteos. El estudio se llevó a cabo entre octubre de 2018 y enero de 2019. Una descripción más detallada de la metodología se encuentra en Madrigal y cols. 12.
Criterios de selección en niños de uno a diez años
Criterios de inclusión:
- Sanos o con enfermedades que no precisen dietas especiales.
- Que sigan su dieta habitual.
- Cuyos padres puedan leer y comprender las encuestas.
Criterios de exclusión:
- Con cualquier enfermedad que cause cambios en sus patrones dietéticos o que sigan dieta terapéutica o de restricción, aunque sea transitoria.
- Que sigan una dieta vegana.
- Que vivan en una institución.
- Cuyos padres/madres/tutores estén relacionados con las entidades que participaron en este estudio.
- Cuyos padres/madres/tutores no proporcionen el formulario de consentimiento informado firmado o no completen alguna fase del estudio.
Muestra
La muestra fue aleatorizada, multietápica y estratificada según sexo, edad, tamaño de población y área Nielsen. Se seleccionaron dos submuestras: una representativa de niños españoles de uno a diez años, urbanos, no veganos, que consumían leche estándar (muestra representativa-RS); y otra de conveniencia (AMS), que incluye niños consumidores de leches adaptadas, enriquecidas o fortificadas (leche de fórmula, leche de fórmula de seguimiento, leche de fórmula de crecimiento y leches de fórmula fortificadas). La muestra estimada fue de 1.500 niños para un nivel de confianza del 95,5 % y estimación probable de igualdad de categorías (p = q = 50 %), considerando un universo de 2.205.646 niños.
Un total de 1.514 padres/madres/tutores firmaron el consentimiento informado y completaron la primera entrevista (cara a cara) proporcionando información sociodemográfica y respondiendo cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos (CFCA), de actividad física y comportamientos sedentarios, así como del registro de recuerdo de ingesta de alimentos de 24 horas (R24h). Finalmente, solo 1.448 voluntarios completaron el estudio respondiendo la encuesta telefónica en la que se registró el segundo R24h. A partir de esta muestra final, se seleccionaron las dos submuestras, que fueron estratificadas por sexo, edad y tipo de leche consumida (Tabla 1).
Tabla I. Distribución de la muestra EsNuPi

RS: muestra de referencia que consumía leche estándar; AMS: muestra de conveniencia que consumía leche fortificada, enriquecida o adaptada.
El estudio siguió los estándares éticos de la Declaración de Helsinki y fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Universidad de Granada (España) (ref. 659/CEIH/2018). Posteriormente, el estudio fue registrado en ClinicalTrials.gov (Unique Protocol ID: FF01/2019).
Instrumentos
Se realizó un estudio piloto con 25 encuestados de diversas zonas geográficas. Todos los cuestionarios fueron diseñados, adaptados, verificados y modificados.
Se aplicó un cuestionario personal y sociodemográfico para conocer las características de la muestra y el cumplimiento de los criterios de selección. Incluía preguntas sobre nivel educativo, ocupación profesional y horario de trabajo del padre/madre, información del hogar e ingresos.
Se utilizó el CFCA de los últimos 12 meses para cuantificar la diversidad y variedad de la dieta y la estimación del consumo de alimentos. Se recogieron 746 alimentos. La frecuencia de consumo fue convertida en raciones de ingesta diaria y semanal. Para evaluar el patrón y los hábitos alimentarios, la frecuencia de consumo fue categorizada según cumplimiento o no de las Guías Alimentarias para Población Española 13, la Pirámide Alimentaria de la Población Española 14 y los Objetivos Nutricionales de la Población Española 15.
Para el R24h, se registró el recuerdo de toda la ingesta en casa y fuera del hogar. Se realizaron dos registros no consecutivos (el primero presencial y el segundo telefónico), que incluían días laborables y fines de semana. Se recogía también la colación de la ingesta, la hora y el lugar de consumo. Se detallaban ingredientes, método de preparación y marcas. Esta información permitió la correcta codificación y asignación de cantidad de ingesta (peso) de cada alimento. La media de ingesta fue calculada usando el software VD-FEN 2.1. 16,17 y se comparó con los valores dietéticos de referencia de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) 18 y con los Objetivos Nutricionales del Documento de Consenso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria 13.
En el cuestionario de actividad física y comportamiento sedentario se registraron todas las actividades realizadas a diario durante la última semana, así como las horas de sueño y tiempo frente a las pantallas.
Análisis estadístico
Se creó una base de datos codificada, depurada y procesada. Se analizaron los sobrerreportadores e infrarreportadores de la ingesta energética 12,19 mediante el método de Goldberg 20 actualizado por Black 21. Para el análisis de datos se utilizó IBM SPSS 20.0 (IBM Corp., Armonk, NY, USA).
RESULTADOS
Para una descripción más detallada de los resultados sobre la ingesta energética y de macronutrientes se puede consultar el artículo de Madrigal y cols. 19.
El porcentaje de reportadores de energía verosímiles fue alto en RS y AMS, con 84,7 % y 83,5 %, respectivamente. La ingesta energética es adecuada, aunque ligeramente elevada y significativamente superior en el grupo RS (1.484 kcal/día y 1.375 kcal/día, p < 0,001). Las proteínas y las grasas suponen un importante aporte al valor calórico total (VCT) de la dieta, siendo las primeras significativamente mayores en el grupo RS (Tabla 2). Sin embargo, el aporte de hidratos de carbono, aun situándose por debajo de las recomendaciones, es significativamente mayor en el grupo AMS (Tabla 2). Los resultados fueron similares al comparar niños del mismo sexo entre las dos muestras (niños: p < 0,001; niñas: p = 0,018). En RS los niños presentaron una ingesta de energía superior a las niñas (1.515 kcal vs. 1.461 kcal, p = 0,043), mientras que no se mostraron diferencias en el grupo AMS.
Al analizar el cumplimiento de las recomendaciones, se observa que la ingesta energética de RS se adecúa más a las recomendaciones de la EFSA, mientras que AMS se adecúa más a las del Instituto de Medicina (IOM) (Tabla 2). Las niñas RS tienen un mejor cumplimiento de EFSA (116 % vs. 126 %, p < 0,001). No se observaron diferencias significativas en cuanto a la adecuación de la ingesta de proteínas entre ambos grupos. Por otra parte, un mayor porcentaje de niños RS cumplió las recomendaciones de la ingesta de grasas de la EFSA y en AMS las de la IOM (Tabla 2). En cuanto al cumplimiento de las recomendaciones del aporte de hidratos de carbono al VCT, AMS presenta un porcentaje más alto de niños que cumplen todas las recomendaciones (Tabla 2).
Tabla II. Contribución de los macronutrientes al valor calórico de la dieta, adecuación y cumplimiento de las recomendaciones del grupo que consume leche estándar y el que consume leche fortificada, enriquecida o adaptada

RS: muestra de referencia que consumía leche estándar; AMS: muestra de conveniencia que consumía leche fortificada, enriquecida o adaptada; p: p valor; VCT: valor calórico total; EFSA: Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria; IOM: Instituto de Medicina.
Los alimentos que suponían una mayor contribución a la ingesta energética, tanto en el RS como en AMS, fueron: leche y productos lácteos (20,4 % vs. 24,3 %), cereales (18,3 % vs. 16 %), carne y productos cárnicos (11 % vs. 9,8 %), aceites y grasas (9,9 % vs. 9,4 %), productos de panadería y pastelería (8,8 % vs. 8,1 %), frutas (6,4 % vs. 7,4 %), vegetales (4,0 % vs. 4,3 %) y azúcar y dulces (3,1 % para ambos grupos). Por el contrario, los grupos de menor contribución eran: huevos (2,3 % vs. 2,7 %), legumbres (2,6 % vs. 2,2 %), pescados y mariscos (2,1 % vs. 2,0 %), bebidas (2,3 % vs. 1,9 %), aperitivos (0,9 % para ambos grupos) y salsas y condimentos (0,7 % para ambos grupos). Se observó una contribución significativamente mayor en RS de cereales, carne y productos cárnicos, aceite y grasas, bebidas, legumbres, y frutos secos (p < 0,005), y en AMS de leche y productos lácteos, frutas, huevos y comida para bebés a base de cereales (p < 0,005). En ambos grupos se observó una tendencia a la disminución del consumo de frutas y vegetales y a un aumento del de cereales, carnes y productos cárnicos con la edad.
CONCLUSIONES/CONSIDERACIONES FINALES
El estudio EsNuPI es el primer estudio que se está realizando en niños de 1-9 años para evaluar patrones y hábitos alimentarios, actividad física y comportamientos sedentarios en la población española.
Los niños españoles de uno a nueve años del estudio EsNuPI informaron una ingesta de energía adecuada, aunque ligeramente superior a las recomendaciones, en consonancia con otros estudios publicados. Con respecto al aporte de los macronutrientes al VCT, observamos la alta contribución de las proteínas y las grasas y la baja contribución de los hidratos de carbono totales. RS registró una mayor contribución a la energía de los cereales, carne y productos cárnicos, panadería y pastelería y alimentos precocinados. Por el contrario, AMS registró más energía de la leche y los productos lácteos, frutas y huevos. Estos resultados sugieren que los niños que consumen fórmulas adaptadas tienen una mayor adherencia a las recomendaciones nutricionales y, por tanto, una mejor calidad de la dieta.