CARTAS AL DIRECTOR

Insuficiencia social: concepto y método para su valoración clínica

 

Sr. Director:
Me permito ponerme en contacto con usted en relación con el artículo “Insuficiencia social: concepto y método para su valoración clínica”, de el que son autores T. Carmona Sáez y cols. (1).
Aunque el concepto de insuficiencia social planteado en el mismo, como balance entre los apoyos sociales y las necesidades de atención de los pacientes ancianos resulta atractivo, la metodología seguida para establecerlo resulta discutible.
Aún sabiendo que los propios autores consideran su trabajo como una primera aproximación al problema, considero de interés realizar algunas puntualizaciones metodológicas, imprescindibles en el campo de la valoración geriátrica, en el que las iniciativas de desarrollo de nuevos instrumentos objetivos son constantes:
—Parece lógico que una búsqueda bibliográfica relativa a “insuficiencia social” arroje pobres resultados, ya que no es este un término hasta el momento aceptado por los profesionales de este ámbito. Conceptos relacionados serían “sobrecarga del cuidador”, “valoración social” o “valoración geriátrica”, a través de los cuales las referencias obtenidas y asociadas al concepto propuesto se multiplican.
—La valoración social es el área de mayor complejidad de aquellas que constituyen la valoración geriátrica integral, por lo que tradicionalmente se han encontrado dificultades para estandarizar adecuados instrumentos de medida. Sus componentes son múltiples, tanto objetivos como subjetivos, y los problemas para obtener la información no son menos. Kane, en su magnífica revisión de este apartado pone de manifiesto el estado de la cuestión (2), señalando algunas áreas importantes de evaluación (recursos e interacciones sociales, estrategias de enfrentamiento y bienestar subjetivo, sobrecarga de los cuidadores y adecuación del entorno), y posibles problemas en la recogida de información (utilización de conceptos vagos, ausencia de patrones oro, componentes subjetivos, condicionantes culturales, diversidad de pautas de funcionamiento social satisfactorio, selección de informadores, elección de la ventana temporal adecuada para llevar a cabo la valoración, etc.). La visión aportada en este artículo resulta, pues, excesivamente simplista, y basada en un escaso número de variables, insuficiente para constituir la base de nuestro proceso de toma de decisiones.
—Por otra parte, la creación de un nuevo instrumento de medida, a semejanza de cualquier procedimiento diagnóstico, exige llevar a cabo un adecuado proceso de validación, a fin de conocer sus propiedades y garantizar su fiabilidad (test-retest, interjueces), consistencia interna, y validez (facial, ecológica, de contenido, de criterio y constructo), así como su sensibilidad al cambio, aspectos que no se reflejan en el artículo objeto de nuestro interés (3).
—Como los propios autores reconocen, y al margen de los razonamientos anteriores, la aplicación de su escala ha sido llevada a cabo en un entorno de características muy peculiares (centro sociosanitario), por lo que la posible generalización de su uso en otros medios (Atención Primaria, Urgencias, especialidades hospitalarias) es más que discutible.
Aún así, insisto, el concepto de insuficiencia social es atractivo, por lo que animo a los autores a perfeccionar su instrumento en aras de conseguir realmente un “patrón oro” aceptable por la comunidad científica. 

J. J. Solano Jaurrieta

Servicio de Geriatría. Hospital Monte Naranco. Oviedo

 

 1.  Carmona Sáez T, Llorente García F, Romero Mayoral P, Román Fernández C, Jiménez Álvarez AJ, Rodrigo Santos I. Insuficiencia social: concepto y método para su valoración clínica. An Med Interna (Madrid) 1999; 16: 442-446.

 2.  Kane RA, Kane RL. The RAND Corporation. Assessing the elderly. A practical guide to measurement. Massachusetts: Lexington Books Ed., 1981.

 3.  Martínez Martín P. Aspectos métricos de los métodos diagnósticos y evaluación. En Evaluación neuropsicológica y funcional de la demencia. T. del Ser y J. Peña-Casanova eds. Barcelona: JR Prous Editores, 1994.